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Rafael Ignacio Arias Blanco

Contemporánea: Etapa Democrática

Nace en La Guaira (Distrito Federal) el 18.2.1906


Muere en Barcelona (Edo. Anzoátegui) el 30.9.1959

Arzobispo de Caracas. Fundador del Secretariado de Acción Social (Cháritas). Rafael


Arias Blanco pasó a la historia de Venezuela por promover el rechazo al régimen de
Marcos Pérez Jiménez a través de una carta pastoral. Fueron sus padres Carlos Manuel
Arias y Carmen Teresa Jiménez. Huérfano a los seis años de edad, fue criado y
educado por sus tías paternas Mercedes, Isabel y María Teresa Arias. A la temprana
edad de 11 años, manifestó su deseo de hacerse sacerdote, por lo que ingresó al
Seminario Metropolitano de Caracas el 17 de enero de 1917. Allí cursó estudios de
latinidad, humanidades, ciencias y filosofía. Culminados los mismos, recibió las
órdenes menores el 1 de febrero de 1925 de manos del entonces arzobispo de Caracas
monseñor Felipe Rincón González. Luego de esto continuó su formación sacerdotal en
el Colegio Pío Latinoamericano y en la Universidad Gregoriana de Roma, donde realizó
estudios de teología, sagradas escrituras, patrística, historia eclesiástica y derecho
canónico para recibirse de doctor en teología. La ordenación sacerdotal le fue impuesta
en Roma el 22 de diciembre de 1928 y el 25 del mismo mes ofició su primera.

A mediados de 1929 regresó a Venezuela, siendo adscrito a la arquidiócesis de


Caracas, en la cual ejerció como cooperador de la Santa Capilla, capellán del
Seminario, cura párroco de Guatire, vicario de Villa de Cura y párroco del Divina
Pastora en Caracas. Encontrándose en esa misión sacerdotal, le fue conferido el
nombramiento de obispo auxiliar de Cumaná, con el título de Attalea Pamphilia. La
consagración episcopal fue oficiada el 12 de diciembre de 1937 en la iglesia parroquial
de la Divina Pastora. El gobierno de Eleazar López Contreras lo postuló entonces para
ejercer la diócesis episcopal de San Cristóbal, cargo en al que promovido por la Santa
Sede el 12 de diciembre de 1939 y como tal tomó posesión en 1940. Al frente de la
mencionada diócesis finalizó la construcción del Seminario Mayor, celebró el Congreso
Catequístico, las bodas de plata de la diócesis y el Congreso Vocacional, ocupándose
además de la creación de nuevas parroquias. Entre 1942 y 1956 se desempeñó como
asesor nacional del movimiento Acción Católica. Conjuntamente con el ejercicio del
obispado de San Cristóbal, la Santa Sede lo comisionó para que atendiera la diócesis
de Barquisimeto como administrador apostólico, cargo en el que permaneció desde el
30 de diciembre de 1947 hasta la llegada del nuevo obispo de esa ciudad, monseñor
Críspulo Benítez. El 23 de abril de 1952 el papa Pío XII lo designó arzobispo coadjutor
de Caracas con derecho a sucesión. A la muerte de monseñor Lucas Guillermo Castillo,
automáticamente monseñor Arias Blanco se convirtió el 9 de septiembre de 1955, en
el undécimo arzobispo de Caracas. En el arzobispado, Arias Blanco se preocupó
especialmente de las vocaciones sacerdotales y de la organización de la curia
arzobispal, poniendo sumo cuidado en el funcionamiento de las parroquias, las cuales,
durante su gobierno, fueron aumentadas de menos de 30 a 58, más 4 en proyecto de
ser ejecutadas.

Arias Blanco organizó el Congreso Eucarístico Bolivariano, fundó el Secretariado de


Acción Social (Cháritas) y presidió la Unión misional del Clero, así como el Proyecto de
Ley de Reforma Agraria. Su inquietud y sensibilidad social lo llevaron a cuestionar y
enfrentarse al gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, motivo por el que fue
conocido como el Arzobispo de la Resistencia. En tal sentido, el 1 de mayo leyó una
carta pastoral, redactada por el obispo Feliciano González Ascanio, en la cual se
analizaba la creciente oposición popular al régimen. Redactada en lenguaje sobrio pero
enérgico, señaló con estadísticas de las Naciones Unidas y observaciones propias, el
proceso de empobrecimiento de los trabajadores venezolanos, condenó el latrocinio,
los atropellos y el allanimiento de miles de hogares por parte de la Seguridad Nacional.
Asimismo, en la pastoral se abogaba por la defensa de la clase obrera, afirmando: "...
Para mejorar la condición de los trabajadores, nuestra legislación social debe
proponerse: la consagración del salario vital obligatorio y la institución igualmente
nacional de una política de prestaciones familiares, pues se trata de dos conquistas
logradas ya en muchas naciones cristianas del mundo occidental..." En definitiva esta
pastoral confortó el ánimo y la moral de la resistencia popular y aceleró el proceso que
culminó el 23 de enero de 1958 con la caída del gobierno de Pérez Jiménez. En
septiembre de 1959, monseñor Arias Blanco se dirigía a Barcelona (Edo. Anzoátegui)
para dictar una serie de conferencias en esa diócesis, cuando sufrió un accidente en el
que perdió la vida.

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