a)

El tema debatido en el fallo “Translinea S. A. / Electrodin S.A.” es si durante el concurso

preventivo al solicitar el acreedor la verificación de sus créditos fundado en la existencia de
pagarés atribuidos al fallido el incidentista debe acreditar cuál fue la causa que originó la
obligación.

b)

Se da una definición de los títulos de crédito o circulatorio , se les da generalmente el nombre

de billetes, vale o pagaré al documento de crédito que reconoce la existencia de una deuda de
dinero en cantidad líquida, qué contiene la promesa de su pago por el mismo suscriptor en el
momento de su presentación o en un intervalo de tiempo determinado. El vale y el pagaré son
variedades del billete y sustituyen a la letra de cambio en sus funciones económicas. Tienen los
requisitos intrínsecos de todo negocio jurídico : capacidad, declaración de voluntad, objeto
idóneo y causa lícita.

Con respecto al término causa tanto puede aludir al vínculo entre el emisor y el primer
acreedor o en cuanto aquellos que aparecen sucesivamente entre endosante y endosatario.

La verificación en un concurso constituye una pretensión tanto contra el insolvente como con
respecto a los otros acreedores

c)

Sí cuando un acreedor solicita la verificación de un crédito fundado en la existencia de pagarés

atribuidos al fallido el incidentista debe acreditar la causa de la obligación. El deudor debe
indicar la causa de su crédito porque no es lo mismo una simple manifestación que la prueba
de la misma. La declaración y prueba de la causa para la verificación de créditos es igual para
todos los acreedores no estando exceptuados los portadores de pagarés. Se debe probar la
causa que dio origen al título . La norma distingue perfectamente y no identifica la causa con el
título por lo que los títulos justificativos del crédito son los documentos que los representan y
la causa del crédito es la fuente o relación que dio lugar a la obligación, la carga de indicar la
causa es importante para establecer la legitimidad del crédito esto con el fin de evitar un
concilium fraudis entre el presunto acreedor y el concursado.