¿DEBE EL CRISTIANO

GUARDAR EL SABADO?

Por

F. DONALD HARRIS

1
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PAGINAS ORIENTADORAS
Apartado 50
Tehuacán, Pue., México.

Edició n 6
Se terminó la impresión de este libro en los
Talleres de Tipográfica Indígena, Domingo
Diez 503, Cuernavaca, Mor., México
¿DEBE EL CRISTIANO GUARDAR
EL SABADO?
Con cierta frecuencia se oye esta pregunta y el
cristiano verdadero que conoce su Biblia debe poder
contestarla en el espíritu de 1 Tesalonicenses 5: 21,
2 Timoteo 2: 15 y 1 Pedro 3 :15.
Examinadlo todo ,' retened lo bueno.
e 01110 obrero que no tiene de qué auergonzarse,
que traza bien la palabra de verdad.
Estad siempre aparejados para responder con
mansedumbre y reverencia a cada uno que os
demande razón de la esperonsa que hay en
vosotros.
En cualquier estudio concienzudo es sumamente
importante definir las palabras claves o términos
más importantes, porque si no hay acuerdo sobre
su significado (si el que escribe y el que lee las
entiende e interpreta en forma distinta o aun con-
traria) entonces resulta en vano la investigación.
l. ¿QUE SIGNIFICA LA VOZ, rr SABADO"?
La palabra "sábado" viene ele la voz hebrea
shabbatb en el Antiguo Testamento y ele la voz
griega sabbaton en el Nuevo Testamento. Shobbatk
y sabbaton significan cesar de trabajar. un inter-
medio, reposar después de un período de actividad.
dejar de obrar. "Sábado" en español, sabbatli en
inglés, sabbat en francés, y sabbtüum en latín no son
una traducción de shabboth y sabbaton, sino la trans- ,
o
.'
literación, o sea la representación de las letras o
el sonido de una lengua por las letras y -el sonido
de otra. T odas las autoridades bíblicas están de
acuerdo sobre lo anterior (y tenemos que reconocer
que los re sponsables de la rev isión Reina Valera
1960 de las E scrituras tuvieron razón ' en poner
"día de reposo" en vez de "día de sábado" o "sá-
bado") . ' hubiereis allegado el fruto de la tierra, haréis
Es muy importante notar que en la Biblia, Di os
mandó guardar no solamente el sábado (reposo ) del
séptimo día, sino también otros sábados. Leemos
en Levítico capítulo 23:
y habló Jehová a M oisés, diciendo: H abla a
los hijos de Israel, y dües : En. elmes séptimo,
al primero del mes tendréis sábado, una con-
memoración al son de trompetas, y una santa
convocación. Ninguna obra servil haréis; :y
ofreceréis ofrenda encendida a Jehová (vs ,
23-25) .
Observamos, pues, que la fiesta de las trompetas
f~e un "sábado", celebrado el primero del mes sép-
Olmo.
y habló Jehová a Moisés, diciendo: Empero
a los diez de este mes séptimo será el día de
las expiaciones: tendréis santa convocación, 'V
afligiréis vuestras almas, y ofrecer éis of1'enda
encedida a Jehová. . . . . Sábado de reposo será
a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comen.. .
sondo a los nueue del mes en la. tard e : de
tarde a tarde holgaréis vuestro sábado (vs, 26,
27, 32 ).
4 5
Luego, el día de las expiaciones fue también un
"sábado", celebrado el diez del mes séptimo.
y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla
a los hijos de Israel, y diles: A los quütce
días de es te mes séptimo será la solemnidad
de las cabañas a Jehová por siete días . . . . .
Empero a los quince del mes séptimo, cuando
fiesta a Jehová por siete días: el primer día
será sábado: sábado sera también. el octavo
día (vs. 33, 34, 39) .
La fiesta de las cabañas y la presentación de los
primeros frutos de la cosecha se llamó también un
"sábado", celebrado el quince del mismo mes.
¿Cómo se explica que los dias 1, 10, 15, Y 23
del mismo mes se llamen sábados? ¿ Y que el primer
día será sábado; sábado será también el octav o día .~
En Exodo 31: 13 D ios habló diciendo: Con todo
eso vosotros guardaréis mis sábados, (plural) de
rrían~ra. que si uno va .a guardar el sábado según
la Biblia, esto no se limita al séptimo día de la
sem~na. Ade,más, et; Levítico 25: 1-7 vemos que aun
la tierra tema su sabado (reposo) cada siete años.
y el séptimo año la tierra tedr á sábado de holganza,
sába<!o- a Jeh ová: no sembrarás tu tierra, ni podarás
tu uiña.
. Lo importante entonces no era el DIA, sino ei
REPOSO. En el Antiguo Testamento encontramos
la palabra "sábado" 75 veces; en unas 3S ocasiones
se refiere a los sábados ceremoniales de día s especiales
de fiesta u ofrenda, y las otras 40 veces se refiere
al sábado del séptimo día.
r
2. ¿QUE SE DEBE ENTENDER P OR
GUARDAR?
La Biblia enseña claramente la forma en que
debía ser guardado el sábado del séptimo día. Al
leer las siguientes citas: E xodo 16: 23-30; Exodo
20 : 8-11; Exodo '31 : 12-17 ; E xodo 35: 1-3; Levítico
23: 28-32; Levítico 26: 33-35 ; N úmeros 15: 32-36;
Y Jeremías 17 : 21-27, podemos enumerar algunos re-
quisitos:
a ) Se celebraba desde el viern es a las seis de la tar -
de hasta el sábado a las seis de la tarde.
b) Durante estas 24 horas los israelíes tenían que
permanecer encerrados en sus casas. E ra un día
.de repo so absoluto ( est ése, pues, cada uno en
su estancia) y no un día de reuniones o fiestas.
e) N o podían hacer trabajo alguno, ni tampoco ha-
cer trabajar a sus bestias, ni a nin guna persona
que se encontraba hospedada con ellos. Se pro-
hibía encender fuego.
d ) El 'pro fanar el sábado del séptimo día traía con-
sigo un castigo muy duro. Para el individ uo:
leemos de un hombre que fue apedreado y murió
por recoger leña en día sábado. Para la nación:
el cautiver io fue el resultado directo de su deso-
bediencia a esta ley (Lev. 26: 34-35; Ez. 22 : 8,
26, 31) .
Si uno acepta el día no puede desechar sus exigen-
cias.
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3. ¿CUANDO y A QUIEN FUE DADA LA
LEY DE GUARDAR E L SEPTIMC OlA?
La pr imera vez que se menciona en la Biblia la
palabra "sábado" es en Exodo capítulo 16, cuando,
después de su murmuración, fue dado al pueblo
de Israel el maná. Moisés les dijo : Esto es lo que
ha dicho Jehová: Mañana. es el santo sábado, el
reposo de Jehová: lo que hubiereis de cocer, cocedlo
hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo; y
todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.
y ellos lo guardaron hasta. la mañana, según que
M ois és habia. mandado, y no se pudriá, ni hubo en
él gusano. Y dilo Moisés : Comedio hoy, porque
ho» es sábado de J ehouá: hoy no hallar éis en el
campo. En. los seis días lo recogeréis; mas el sép -
timo día. es sábado . en el cWJ,[ no se hallará. Y
aconteció que algunos del pueblo salieron m el sép-
timo día a recoger, y no hallaron. Y J ehov á dijo
a Moisés : [Hasta cuándo no querréis guardar mis
mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os
dio el sábado} y por eso os da en el SC.1"tO día pan
para. dos días. Estése, pues, cada. uno en su estancia;
y nadie salga de su lugacr en el séptimo día. Así el
pueblo reposó el sépthno día . (vs. 23-30) .
Cuando Dios bajó al monte de Sinai para hablar
con Moisés, fue incluida la ley del sába do del sép-
timo día en los diez mandamientos: Y habló Dios
todas estas palabras. diciendo: Yo so'\' JEHO V A
tu D ios, que te saqué de la tierra de E,¿ipto } de casa
de sieruos . . . . . Acordarte has del día del reposo,
¡Jara santificarlo : Seis días trabajarás, y harás toda
tu obra,' 111as el séptimo día será reposo para Jehová
t: Dios: 110 hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo,
ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia,
ni tu extranjero que está dentro de tus puertas:
P orque en seis días hizo'] ehou á los cielos y la tierra,
la nrar V todas las cosas que en ellos hay, y -reposó
en el séptim o día : por tant o J ehová bendijo el día de
reposo y lo santificó (Ex. 20 : 1, 2, 8-11 ) .
Que la ley del sábado del séptimo día tuvo su
principio en Exodo 16 y 20, Y que fue exclusiva-
mente para el pueblo de Is rael, incorporada en los
diez mandamientos, es obv io al ver otros pasaj es
bíblicos, a saber :
y sobre el monte de S iuai descendiste, 3' hablaste
con ellos desde el cielo, :V dis tcles juicios rectos,
leyes v erdaderas, y estatutos y mandamientos
buenos: Y NOTIFICA S TELES EL SABA -
DO TUYO SANTO ,' y les prescr ibiste, por
mano de Moisés tu siervo,matuiamientos Y
estatutos y ley (Neh. 9: 13, 14).
Saquélos pues de la tierra de E gipto, y tráielos
al desierto; y diles mis ordenanzas, :V declaréles
m is derechos, los cuales el hombre que los hi,..
ciere, vivirá en ellos. Y VILES TAMBIEN
MIS S .lLBADOS, que fuesen por señal entre mí
y ellos, para que supiesen que yo so)' Jehová
que los san tifico ( Ez. 20: 10-12) .
Habló además Jehouá a JI ois és, diciendo: y
tú hablarás a los hijos de Israel , diciendo: Con
todo eso vosotros guardaréis mis sábado s; por-
que es señal entre mí .v 'vosotros por vuestras
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edades, para que sepáis que yo scy Jehová que
os sasuifico, A sí que guardaréis el sábado,
porque santo es a vosotros : el que lo profanare,
de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere
obra alguna en él, aquella alma será cor tada
de en medio de sus pueblos. S eis días se hará
obra, mas el día s éptim o es sábado de reposo
consagrado a Jehová; cualquiera que hiciere
obra el día del sábado, morirá ciertamente .
Guardarán, pues, el sábado los hijos de
Israel: celebrándolo por sus edades por pacto
perpetuo : Señal es para siempre entre mí y
los hijos de Israel; porque en seis días hizo
Jeho vá los cielos y la tierra, y m el séptimo
día cesó, y reposó (Ex. 31 : 12-17) .
El sábado, pues, es una señal y un pacto perpetuo
entre Dios e Israel. Nunca fue dado a los gentiles,
ni mucho menos a la igles ia. El no . comprender
las tres divisiones que hace Dio s .de la humanidad :
judíos, gen tiles, y la iglesia de D ios (1 Ca. 10: 32),
da lugar a mucha confusión.
Durante todo el período de Moi sés a Cristo, la
ley del sábado estaba en vigor. En medio de la
dispensación de la ley, Oseas profetizó : Y haré
cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nueuas lunas y
sus sábados, y todas sus festividades (Os. 2: 11) .
Toda profecía bíblica tiene su cumplimiento. ¿A qué
tiempo se refiere Oseas? Se refiere a cuando Israel
rechazó a Cri sto y Dios dejó a Israel como nación,
como su pueblo, por un tiempo. Y dijo Dios : Ponle
por nombre L o-ammi : porque 'vosotros ¡w sois mi
9
 r
pueblo, ni yo seré vuestro Dios (Os. 1; 9). Este
misterio se explica mejor en Romanos capítulos 9
a 11, y Hechos 15: 13-18. Sin embargo, según la
Biblia, habrá una restauración de Israel como el
pueblo de Dios, después del arrebatamiento de la
Iglesia. Durante la gran tribulación el sábado vol-
verá a ser prominente (Mt. 24: 20), y los profetas
hacen hincapié en que en el milenio se guardará el
sábado (Is. 66: 23; Ez. 46: 1) .
El sábado es un pacto perpetuo, sí, i pero con
Israel!
4. ¿QUE NOS ENSEÑA EL SEPTIMO OlA
DE LA CREAcrox ?
La primera vez que se menciona el reposo, se
enuncia también el reposo como principio; un prin-
cipio que se desarrolla ordenadamente a través de
toda la Biblia. (En el párrafo 6 se explica este
tema ampliamente). Comenzando con su propia
obra de creación, Dios indicó que la séptima parte
de todo tiempo fuese santi ficada, o separada, para
reposar. Más tarde.. El dio a Israel la ley, inclu-
yendo el sábado del séptimo día, y el sábado del
séptimo año para la tierra. Leemos en Génesis
2: 2, 3: Y acabó Dios en el día séptimo sw obra
que hizo} y reposó el dia séptimo de toda su obra
que ~abía hecho. Y bendijo Dios al día séptimo, y
santtficolo; porque C1t él reposá de toda su obra que
había Dios creado y hecho. ¿Acaso se sintió Dios
fatigado? i Ni pensarlo! i Qué ridiculo l No, no fu e
descanso por fatiga, sino un reposo de satisfacción,
un intermedio para contemplar la perfección de su
10
obra, y ésto nos da la pauta para poder compren-
der la voluntad de Dios revelada a través de la Bi-
blia al dar a los hombres un sábado, un reposo . Es
una figura del reposo en Cristo, la sombra de lo
por uenir (Col. 2: 17). Indudablemente. es uno de
los detalles que el Señor Jesús, camino a Emaús,
declaraba en todas las Escrituras lo que de él de-
cían (Le. 24: 27). Al hablar del reposo de la crea-
ción la Bib~ia no dice que el hombre lo aprovechó.
Al contrario, cuando el hombre se reheló contra
Dios, entró el pecado y el desasosiego.
5. ¿GuARDARON LOS PATRIARCAS EL
SEPTIMO DIA?
Desde Adán hasta Moisés pasan miles de años
de la historia humana sin que se mencione jamás
en la ,Biblia sábado alguno. Ni Adán, ni Abel, ni
S~t, .111 ~noc, ni Noé, ni .Abram, ni Isaac, ni Jacob,
rn rnmgun otro personaje de aquella época jamás
guardó el sábado. Aunque Dios mismo reposó el
séptimo día, no mandó a ninguno hacerlo hasta que
dio la ley a Israel. Es más, en el libro de Job lee-
mos de la vida religiosa y las experiencias de los
patriarcas, incluyendo sus diversas responsabilida-
des delante de Dios, sin embargo, no se hace allí
referencia ni alusión alguna a la obligación de guar-
dar el sábado. Considerando la importancia que
más tarde tuvo el sábado para el pueblo de Israel .
tal omisión sería inexplicable si el sábado tuviera
aplicación a los patriarcas. Es lógico suponer que
ellos sí descansaron un día en cada siete por nece-
sidad física, pero no existía ninguna ley al respecto.
11

6. ¿POR QUE NO HUBO LEY DEL SABADO
HASTA QUE EXISTIERA UNA NACION
REDIMIDA?
La ley del sábado se estableció después de que
Isarel tomó la forma de nación redimida. El silen-
cio sobre el sábado desde Adán hasta Moisés apa-
rentemente presenta una seria dificultad . Sin em-
bargo, visto como una sombra de lo por venir, este
silencio deja de ser una dificultad y se convierte
en la clave del asunto.
Dios tiene un solo camino para restaurarnos a
la comunión con El y concedernos el reposo, y este
camino es Cristo (J n. 14: 6). Así como el sacrifi-
cio de Cristo nos da él derecho de entrar en el re-
poso de Dios, de la misma manera el pueblo de
Israel tuvo un sacrificio, la sangre del cordero que
fue derramada, ' para que recibiera su sábado,slt
reposo (Ex. 12 a 16) . A UN PUEBLO REDIMI··
DO vino el mandamiento: Acordarte has del día
del reposo, para: santificarlo (Ex. 20: 8). Se expresa
aun más claramente en Deuteronomio 5 ;15 ; Y acuér-
date que fuiste siervo C1t tierra de Egipto, y que
Jehová tu Dios te sacó de allá con mono fuerte y
brasa extendido; POR LO CUAL Jehová tu Dios
te ha ntandado que guardes el día del reposo . El
cordero fue inmolado, su sangre puesta en los dos
postes y en el dintel de las casas de Israel en Egip- .
to (Ex. 12), luego Jehová sacó con gran poder a
su pueblo redimido (Ex. 14), ellos cantaron el cán-
tico de los redimidos (Ex. 15), para luego entrar
en experiencias básicas de una nueva vida y del
12
poder y gracia de Dios (Ex. 15: 22-27). Entonces,
Jehová les dio el maná, figura de Cristo el dador
y sustentador de 1<.1 vida (Ex. 16). Porque el pan
de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida '
al mundo .. . .. vuestros padres comieron el maná
en el desierto, y murieron. Este es el pan que des-
ciende del cielo, para que el que de él come, no
muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo
(J n. 6: 33, 49-51) . Entonces, y . solamente enton-
ces, repetimos, por primera vez en la Biblia, fue
insti tuido el sábado (Ex. 16), tipo del reposo que
sigue a la redención y se basa en ella. j Dios no
pidió que guardaran el sábado para que fuesen re-
dimidos, sino porque ya eran redimidos! Por eso,
fue institu ido como señal entre Dios y su pueblo
(Dt. 5:15; Ez. 20:10-12).
Entran en el verdadero reposo de Dios solamen-
te los que descansan en el sacrificio de Cristo,el
Cordero de Dios, y tienen redención por su sangre,
el perdón de' pecados según las riquezas de su gra -
cia ( E f. 1 : 7) . ¿ Queremos tener paz con Dios
y reposo para el alma? Escuchemos estas palabras
alentadoras. Bienaventurado aquel cuya transgre-
. sián. Ita- sido perdonada. y cubierto su pecado;
Biena-venturado el hombre a quien Iehou á no culpa
de iniquidad. y en cuyo espíritu no hay engaño
'( Sal. 32: 1, 2) . Así escribió el rey David. El após-
tol Pablo afirma : Justificados. pues, por la fe, te-
I/C/I/OS fa:; tara cOI/JJios por medio de nuestro
S cñor 1 csucristo (Ro. 5 : 1).
Jamás puede uno entrar por las obras en el re-
poso de Dios: Porque el que ha entrado en su
reposo. también ha reposado de sus obras, CO/NO Dios
de las suvas (Heb. 4: 10). Este es el principio de
13
 Géncs.s 2: 1, 2 visto a trav és d e to da la Biblia. El
re poso de Dios 10 tiene aqu el que confía en la obra
redentora de Cristo y renuncia a tod as sus propias
obras. Nuestras mejores ob ra s. si las presentamos
como méritos para obtener la salvaci ón de nuestras
almas, son declaradas por Di os como obras muertas
t lleb. Y: 14) y trapo dc hunund icia t h. (J-t : Ó) . La
salvación de nuestras alm as es por la gracia y no
por las obras (Ef. 2: 8, 9 ) :r <:1 sábado dado a
Israel subraya también est e pu n to como sombra, o
tipo, del reposo en Cristo. En .:\ umeros 15 : 32-36
leernos de un hombre que f ue apedreado por reco-
g\:r leña en el día del s ábado . 1 ·~x()c1o 31: 15 dice
que cualquiera. que hiciere obra el día del sábado.
morirá ciertamente. En [e rerni as 17 : 21, 22. 27 lee-
IllOS: Así ha dicho Jeh¿ vá: G uardaos por rucstras
oidas, y no traigáis carga· CIl el día del sábado. para
meter por las puertas de J erusalcnt : ui saquéis
carga, de vuestras casas en el día del sábado. ni
!tagáis obra aigunaintas san tificad el día dd sábado,
como l1ulIldé a uucstros padres. . . ,. Jlas si JlO me
oyereis para sa.ntificar el día del sábado. ::v para
1/.0 traer car¡.;a ni meterla por las pl/ertas ,de I cru-
salem en día de sábado, )'0 haré encender fl/ego
en SI/S puertas, J' consumirá los palacios de J crusa-
lein , )' /10 se apagará. ¿ Por qué tantoénfasis en la
prohibición de hacer trabajo alguno en el día de
sábado, al punto de fijar la muerte como pena por
la desobediencia? El Espíritu Santo de 1)i( 1:' e11 su
inmutable enseñanza a través de la Bihlia !lOS está
diciendo que la paga para el que confía 1:'11 las
obras de la leyes la maldición. siendo una ofensa
a Dios, y que su reposo no se liga a las obras. Por
las obras de la ley nadie se justificará delante de
14
Dios. Todo esto se confirma en Gálata s 2: 16, 21
Y Gálatas 3: 10. El reposo de Dios para Israel
(Ex. 16) fue concedido por gracia (Ex. 19: 4) aun
antes de establecerse la ley (Ex. 20). Hoy erro día
las personas que muestran en sus vidas paz con Dios
y reposo del alma, son pe rsonas salvadas por gra-
cia quienes han abandonado el mérito de sus pro-
pias obras y reposan en el sacrificio perfecto de
Cristo.
Aun hay otra enseñanza típica en el sábado
dado a Israel. Se puede decir que la sangre de
Cristo basta para el perdón de nuestros pecados
(Ef. 1: 17 ) ; sin embargo, necesitamos algo más.
Precisamos de fortaleza para poder vivir una vida
nueva y la tenemos en Cristo crucificado, resucitado
y ensalzado a la diestra de Dios (Ro. 5: 10) . j Con
cuánta claridad vemos todo esto en la institución
del sábado! Primero fue degollado el cordero para
la redención del pueblo; luego empieza la marcha
con Dios a través del desierto. En seguida, les es
dado el maná, vida de arriba, para que luego expe-
rimenten el sábado, figura elel reposo divino . Este
es el orden divino : (1) Redención, (2) Nueva Vi-
da, (3) Reposo : todo por gracia sin obras. Lle-
gando al Nuevo Testamento y después de -haber se
consumado la obra redentora del Señor Jesucristo,
i~ hallamos palabras muy importantes en TI ehreos ca-
pítulo cuatro. La lectura cuidadosa, o aun casual
~
de este capítulo, establece claramente que este prin-
cipio del reposo espiritual, instituido por Dios mis-
I mo en Génesis 2 y revelado a Israel de Exodo 16
I
1
en adelante, era y aun es 10 que Dios quiere para
su pueblo. Sin embargo, Israel nunca lo llegó a
disfrutar. Ni Jusué ni David pudieron introducir-
1
15
1
\.
¡
 los a este reposo (Heb. 4: 6-8), prefigurado por el
repos o de Dios después de la creación (Heb. 4: 3,
. 4). N o obstante, queda un reposo (sabbaton-grie-
go) para el pueblo de Dios (Heb. 4: 9) basado en
la obra terminada de Cristo. Y el que ha entrado
en sic reposo, también ha reposado de sus obras,
como D ios de las swyas (Heb. 4: 10). El ejemplo
perfecto de este reposo es Dios mismo y cuando el
hombre confía en El y la provisión perfecta de sal-
vación por la obra redentora de Cristo, participa
del reposo verdadero, .
Para no extendernos demasiado, no vamos a con -
sid erar toda s las citas bíblicas referentes al sábado,
pero si lo hiciéramos, encontraríamos dos cosas fun-
dame ntales, a saber: (1) Dios dio el sábado del
séptimo día SOLAMENTE a Israel. Nunca fue
dad o a los gentiles, ni mucho menos a la iglesia.
(2 ) Todas las referencias al sábado expresan alguna
sombra o figura del reposo perfecto en Cristo quien
es el tin. de la. ley para justicia a todo aquel que
cree (Ro.
. 10: 4). .
7. ¿GUARDO EL SEÑOR JESUS EL SABADO?
¡ Por supuesto que sí! Fue hecho súbdito ·a la
h'y . (G á. 4: 4) Y C0l110 Mesías, reconoció la obliga-
ción del sábado sobre la nación de Israel. Y uino
a Nucarvt, donde había. sido criado; 'v entró. CON-
FO RM/~ A SU COSTUMBRE, el dÉLz. delsdbado en
la, sillagogll. }' Si' levantó a leer. . . . . ,:v les enseñaba
en los sábados (Le. 4:16, 31). Así dio el Señor
viva e xpresión al hecho de que Dios hizo del día
del reposo 1111 medio ele bendición: El sábado por
causa del ltotnbrc 1'$ Itcrho ; 110 el hombre /,01' causa
1()
del sábado (Mr. 2: 27) . Mientras Dios trataba
con los judíos como pueblo suyo Cristo reconoció
sus obligaciones a TODA la ley. Es más, El es el
único que ha guardado cabalmente toda la ley de
Dios. Sólo El pudo afirmar con verdad: El hacer
tu voluntad, Dios mío) me ha agradado, y tu ley
está en medio de mi corazón (Sal. 40: 8).
Los fariseos y escribas habían convertido el día
sábado en una pesadilla de 1,512 reglamentos, tri-
vialidades, prohibiciones, y ritos basados en tradi-
ciones que nada tenían que ver con ' el verdadero
espíritu del día. Trataron de comprimir en un día,
el séptimo, toda su religión de obras y méritos pro-
pios, sin importarles su conducta el resto de la
semana. Esto es lo que ocasionó la reprensión tan
severa del Señor sobre ellos. Cristo rechazó abier-
tamente el legalismo judaico con · respecto al sá-
bada.
Es maravilloso observar cómo el Señor Jesús dio
a entender que el sábado, como sombra, halló su
cumplimiento en El. En el evangelio de San Ma-
teo, Cristo es presentado como el Mesías, pero en
el capítulo 11 es rechazado definitivamente por el
pueblo de Israel. El apóstol Juan afirma 10 mis -
mo : A lo sU'yo vino, y los suyos no 'le recibieron
(J n. 1: 11). Entonces comenzó a reconuenir a las
ciudades en las cuales había hecho muchos de sus
milagros, porque no se habían arrepentido ( Mt. 11 :
20). Este es un punto decisivo. En seguida CMt.
11; 28), El se presenta como el sábado verdadero.
el reposo de Dios, diciendo : Venid a mí TODOS los
que estáis trabajados ,y cargados, y yo os haré des- .
cansar. De allí en adelante el Señor hace una
serie de milagros en el día de sábado (ver M t.' 12 :
17
 1-14; Mr. 2 :23-28; 3: 1-6 ; Lc. 6 : 1-11; 13 : 10-17 ;
14: 1-6; Jn. 5: 1-18; 7:22, 23; 9 : 1-38 ) y afirma:
A sí que el Hijo del H om bre es Se ñor mm del sábado
( Mí. 12: 8; MI'. 2: 28; Lc. 6: 5) , aunque la inm ensa
may oría de los judíos se enfure cía contra él por
"profa nar" el sábado.
Es notable ver que desde el tiempo en que el
Señ or Jesús fue recha zado por el pueblo de Israel ,
. empiezan estos conflictos con ellos sobre el sábado .
S in embargo, de ésto obtenemos una gran enseñan -
za. Por ejemplo, el paralític o en Juan 5 yacía
incapacitado por el mismo número de años (38)
que I srael había errado en el desierto (Dt. 2 :14-16 ).
Más de 1,900 sábados habían pasado en la vida
de este pobre paralítico sin que le hubieran servido
de nada. De repente, pasa por allí el Señor del
sábado y le dice: [Leu ántatc l P ero no sólo eso, sino:
T01l1a tu lecho :Y anda} y al instante aquel hombre
fue sanado, y (o'mó su lecho) :Y anduvo . Y era
sábado aquel día (jn. 5: 8, 9). El mismo Señor que
dijo en Jeremías 17: 21, N o traigáis carga en el día
del sábado} ahora dice, Toma tu, lecho y anda. Todos
los sábados en Israel eran solamente la sombra
de lo que había de v enir. La realidad se encarna
en Cristo. Y se ve con meridiana claridad como el
guardar el sábado según la ley fue suspendido una
vez que Cr isto, el Mesías, fue rechazad o por I srael.
Algun os afirman que porque el Señor J esús asi s-
tía a la sinagoga en día de sábado, ahora los cris-
tian os tienen que seguir su ejempl o y guardar el
sábado. Es cierto que el Señor guardó toda la ley:
inclusi ve, El comió la pascua antes de ser cruci-
ficarlo, la última vez que fue celebrada legítima-
ment e dicha fiesta. E n seguida instituyó la Cena del
IR
Señor para la iglesia. ¿A caso hay cristianos ver-
daderos que sigan el ejemplo del Se ñor v celebren
hoy la pascua? i Po r supu esto que l a ! é elebramos
la Cena del Señor. Después de su res i r re cción y
durante los cuarenta días que estuvo con 5US discí-
pulos , hablándoles del reino de D ios, ¿guardó el
Señor Jesús el sá.~ado del séptimo día ? i P or supuesto
que no ! Se reuma con los suyos el pri mer día de la
semana Un. 20: 19, 26 ) .
8. ¿GUARDO EL APOSTOL PABL O EL
SABADO?
Antes de su conversión, cuando era fari seo v
buen judío religioso, por supu esto que sí. E n se-
guida algunos afirma rán que Pablo siemp re gu ar-
daba .el sábado del séptimo día ya que el libro de
los Hechos relata varias veces que él. entrado en
la sinagoga en día de sábado, raz onaba con los
judíos y predicaba a Cr isto. Claro está que entró
en la sinagoga el día de sába do; sin embargo, en
ninguno de los casos estaba visitando una iglesia de
creyentes, sino una sinagoga de judíos inconversos,
P ablo no partió el pan con ellos, ni tenía comuni ón
con ellos alrededor de la persona de Cristo, porque
no creían en EL Se juntaba con los judíos en la
~ inagoga el día de sábado por . la sencilla raz ón ele
que ese era el lugar ideal para alcanzar al ma \' 01'
nú mero de ellos con la predica ción del evangelio.
I.a táctica de entrar en la ' sinag oga los sá bados )'
predicar el fin de la ley como base para justifica-
(' í ~'11 1 delante de Di os (por ejemplo, Hechos 13: 39:
j ' que de ludo aquello de que por la le)' de JI ois és
19
 no pudisteis ser justificados, en él es justificado
todo aquel que cree) y la salvación por gracia, fue
la mejor manera de tener contacto con el mayor
número de judíos y cumplir así con la primera par-
te de la comisión del Señor: Al judío printcratncntc.
También esto explica 10 dicho por Pablo mis-
mo : Siendo libre para con todos.. me he hecho sierro
de todos por ganar a más. Heme hecho a los
·[ judíos como judío, por ga nar a los judíos; a los que
I están sujetos a la ley ( aunque yo no sea sujeto a
la ley) como sujeto a la ley, por ganar a los que
están sujetos a la ley (1 Ca. 9: 19, 20). Con clari-
dad cristalina se ve cómo Pablo, constreñido por el
amor de Dios, hacía todo lo posible por ganar a sus
compatriotas para Cristo, aun juntándose con ellos
en la sinagoga el día de sábado. Sin embargo.
asistió con un solo propósito: predicar a Cristo. Los
judíos que creían se separaban de la sinagoga y su
reunión de sábado para juntarse con los cristianos.
Llegaron a Tesalónica, donde estaba la sitlagoga de
los judíos. Y Pablo , como acostumbraba, entró a
ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las
Escrituras, declarando y proponiendo, que convenía.
que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos;
y, que Jesús. el cual yo os anuncio, decía. él, éste
era. el Cristo. y ALGUNOS DE ELLOS CRE-
YERON, Y SE JUNTARON CON PABLO y
CON SILAS. (Rch. 17: 1-4) . Esto no podría ser
más claro. Cuando Pablo quiso juntarse en comunión
con los cristianos. lo hizo el d'ia primero de la semana.
y el día pril1wro de la semana, juntos los discípulos
a partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de part-ir
al día siguiente (Hch. 20: 7). En el versículo an-
terior leemos que Pablo y sus compañeros de viaje
20
esperaron toda una semana allí ;: con el fin
de estar con los hermanos el día ro de la
semana y celebrar la Cena del Seño r, y P a o apro-
vechó la ocasión también para p . r. Con la
urgencia que tenían de llegar a l e . ¿por qué
no aprovecharon el día de sábado para su reunión
y predicación? La respuesta es obvia: a iglesia
primitiva celebraba el día primero y no el sép imo .
. Los escritos de los líderes de la iglesia duran te
los primeros siglos de su existencia apoyan que ella
observaba el primer día de la sem an a : Bernabé
(lOO), Ignacio (107), justino Márt ir (1 45-150 ) e
Ireneo (155-202). El edicto de Laodicea ( Siglo 4)
no cambió el día dedicado a la adoración del
séptimo al primero, como a veces se alega. Ese edicto
aprobó oficialmente lo que ya era la práctica esta-
blecida de la iglesia primitiva.
9. ¿QUE DICE EL NUEVO T E STAM E N T O
SOBRE EL PRIMER DIA DE LA SEMANA?
Después de la resurrección de Cr isto no existe
evidencia alguna en el Nuevo Testamento de que
un cristiano haya guardado el sábado seg ún la ley.
Es posible, aun probable, que algunos judíos que
creyeron, guardaran el sábado, siendo aun celosos
de la ley, pero es importante notar que el Espíritu
Santo no permitió que tal falta de entendimiento
de la gracia fuese registradaen las Sagradas Escri-
turas para confusión nuestra, Después de la resu-
rrección de Cristo no hay ni una sola mención y
mucho menos un mandamiento acerca de la necesidad
de guardar el sábado: ni a cristianos. ni a gt'n -
21
 tiles, j ni siquiera a judíos ! A l con trario, hay adver-
tencias EN CONTRA de guardar el sábado para
los cristianos (Gá. 4: 9-11; Col. 2 : 14-17) . Despu és
de su resurrección, Cr isto no se re unió con sus
discípulos el día de sábado ( aunque antes sí lo hizo ),
sino que se reunió con ellos el día pri mero de la
semana y esto se menciona dos veces (J n. 20: 10,
26) . El día primero de la semana tiene un sig nificado
especial para la iglesia, el pueblo de Dios en esta
época de gracia, po rque:
a) Fue en ese día cuando Cristo resucitó de ent re
los muertos. H abiendo, Pl/cs.. resucitado J csús
por la mañana.. el prI~mer día de la semana ( :\11'.
16: 9 ).
b) Cristo apareció a los suyos con las nue vas glo-
riosas de su resurrección el rlia primero de la
semana (Le. 24 ) .
c) Cristo se reunió con sus di scípulos en ese día
(Jn . 20: 19, 26) :
d) El día de Pentecostés, cuando descend ió el
Espíritu Santo a morar en la igl esia , que 6
cuerpo de Cristo , fue el día primero de la
semana (Lv. 23 : 15, 16: Hch . 2 : 1 ) .
e) La iglesia primitiva celebraba la Cena del Señor
en ese día ( H ch . 20 : 7 ) .
f ) Las o frendas se relacionaban con el día primero
de la semana (1 Co. 16 : 2 ).
Por eso se le llama .el día del S e ño r y la igle sia
primiti va voluntariamente lo observaba. Xotcm os
bien qu e 11f.1 ha y mandamient o algun o en el Xu ev«
L 22
T estamento acerca de que el cri stiano g uarde el día
primero de la semana, y . esto es .compl.eta menfe
lógico po rque no estamos baj o la ley, smo baj o lag!"a-
cía (Ro. 6 :14 ) . Los cr istianos no G UA RDAM~)S el
pr imer día para ganar mérit o, ni t~mpoc~) lo L UM:
P LIllI OS por temor a un ca stigo, sm:~ que ~()
CEL E lJRAM OS en espíritu ele de voci ón hacia
Aquel que nos amó y se entregó a sí mi smo por 1,1OS-
otros. Ji] sépt imo día, " shabbath". conmemoro el
reposo en la creación ; el primer día conmemora el
reposo en la nueva cr eación efectuada pur la obra {!t·
Cristo. No queremos ocuparn os en guardar t~ n (ha
sin o en agradar a un a Perso na . De modo que SI afr.,lI-
n o está en Cristo nucua creación es ..' las cosas uiejas
pasaron; he aquf toda s son hechas nucrus (2 Co.
S: 17) .
10. ¿QUE RELA.CION HAY ENTRE EL
CRISTIANO Y LA L EY?
Realmente el significado básico. la médula de
la pregunta : ~' ¿ Debe el cristiano guardar el sábado~"
está e~lcerra(lo en esta ot ra : " ¿ Está el cristiano bajo
la ley en algl llJa forma?" y la Biblia habla con
suma claridad sobre est a cuestión :
P orque tod os los q uc son de las obrt!s de ~a
ley . está n bajo nialdiciá u. P orque cscn t.o cstu:
Moldit« todo aquel que 11 0 perJI/ll l/cCl CJ'c . CII
todas las cosas que están. escrita s en . el libro
de la ley. para hacerlas. M as por (/ ((/:It o /, 01' la.
lev ¡¡¡¡I <fUIIU se just ifica para CO I I ])/(1 ,1', queda
lIl-aJlifie~to: Qut" el just o por 1(/. [ 1' '6 ,'iní ( ;;'i .
3 : 10, 11).
 Con este solo texto basta; sin embargo. las Epis-
tolas a los Romanos y a los G álatas están repletas
de enseñanza para confirmar esta verdad : N o estáis
bajo la ley, sino bajo la gracia. Además aclaran el
verdadero propósito de Dios en dar la ley por
Moisés.
Pero dirán algunos : "Entonces. ¿puede el cristiano
hacer 10- que le plazca ya que no tiene ley?" ¡Mil
veces, no! San Pablo cita el mismo argumento
en Romanos 6: 15 : ¿Qué pues ? ¿Pecarem os, por-
que 110 estamos bajo la ley, sino bajo la gracia?
En n-inguna manera. Lo contesta ampliamente en
los capítulos 6, 7 Y 8 de Romanos. Dice Pablo:
Porque los que hemos muerto al pecado. ¿cóm o
viviremos aún en él? (Ro. 6: 2) y en un resumen
de este principio agrega: Porque lo que era imposible
(observemos bien, que no dice "difícil", sino "im-
posible") para la ley, por cuanto era débil por la
carneo' Dios, enviando a su Hijo en semejanza de
carne de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en. la carne; para que la justicia de la ley
se cumpliese en. nosotros, que 110 andamos conforme
a la carne, sil/O ClI/I!orIJ/e al Espirit« ( Ro. H: 3. 4 ) .
El procurar cumplir la ley como Is rael lo hacía.
es andar conforme a la carne. Pero ahora la nueva
vida en Cristo manifiesta la justicia de la- ley por
el poder del Espíritu Santo. Además. los cristianos
no están sin ley. Están dominados por la ley de
Cristo (Gá. 6: 2), que es la de amor (Jn. 13: 34:
15:12; 1 JIl.2:7-11:3 :11:2Jn. 5).
Pero dirán algunos: "Hay que distinguir entre
la ley moral (los diez mandamientos) y la ley
24
ceremonial: y la instrucción para g> "a... _u"o..; .sábado
del séptimo día es parte de los . lD2cnd21tl ientos .
que nunca pierden su valor " . obser -
vemos cómo Pablo insistió en q '~ .' es una
(Gá. 3: 10, 13). En. aquellos días - : sistian
en la necesidad de circuncidarse
Pablo advirtió: y otra oe: zrues:
todo hombre que se circuncidare.
a hacer toda la ley (Gá. S: 3 ). La r sior no
formaba parte de- los diez man darniel 05 Y obs-
tante, la persona que quisiera justi ficarse de an te
de Dios por este rito, tenía que cumplir con oda la
ley o verse condenada. Y si algunos i si 'ten en la
necesidad de guardar el sábado, entonces es án obli-
gados a cumplir toda la ley, porque la ley es una.
En N ehemias capítulo 8 se le llama "la ley de
Moisés" y "la ley de Dios" en form a int ercambiable
y. ésta incluía por lo menos la fiesta de los ta ber-
náculos. En Lucas 2: 22-24 el mi smo estat uto
(parte de la ley ceremonial) es identificado como
"la ley de Moisés" y "la ley del Señ or " , y ésta fue
la ley de la purificación de la muj er después de
haber dado a luz un niño . De manera que no
podemos hacer distinción entre la ley de M ois és y
la ley de Dios.
En 2 Corintios 3 : 3-11 notamos un gran contraste
entre el primer pacto y el nuevo pacto. El pri -
mero se basó -en letras g rabadas en piedra (una
referencia clar ísima a los diez mandamientos ) y
dice que este es UN lvJI N IS T E R I O DJ<..~ CONDE-
NACIO .!.V y MINISTERIO DE MUE1(TE y
PERECE, pero el.nuevo pacto no es de la letra. sino
del espiritu: porque la letra mata, mas el espíritu
vi'l,,:fica (v. 6) . La ley a la verdad es santa, y el nian-
25
daniient o salita, justo y bueno (Ro. 7 : 12 ) , pero si narás a ellas, ni las Porque sa " s esto, que nin-
por la ley fuese la justicia entonces por demás 1111f>Yió honrarás (vs. 4-6). gún . . . i¿' ...aora tiene heren- .
Crist o (Gá. 2 : 21) . cia en el r eía de Cristo y de
Dios (Ef . 5 : O) .

11 . ¿APARECEN LOS DIEZ MA NDAMIENTOS

EN LAS E PISTOLAS DEL N UEVO (3) No tomarás el Pero sob r e todo, hermanos
nombre de Jehová tu míos, no jur éi s, ni .por el 7iel,o,
TESTAMEN TO? Dios en vano (v. 7). ni por la ti e rra, ni por mngun
otro juramen t o ; sino que vues-
E s sumam ente interesante notar que los diez ma n- tro sí sea sí, y vuestro no sea
no, para que no caigáis en con-
dam ient os, com o ex pres ión de la just icia de D ios denación (S tg. 5: 12) . .
son recon firrn ad os a la ig lesia, con la única excep- No erréis . . . ni los maldi-
ción del cuarto acerca del sábado, y en est e caso, cientes . . . he r eda r án el reí-
no dé Dios ( 1 Co. 6: 9, 10).
la ig lesia es in st r uid a a NO guard a rlo. E st o se
debe a que los pr incipios morales que Dios da a
los hombres permanecen inm utables por todas las NO HAY.
(4) Acordarte has del
épocas porque tratan de aquello qu e intrínsecamente día del reposo, para (Véase la nota abajo).
se rela ciona al bien y al mal. En cambio, el guarda r santificarlo (v. 8).
un dí a no está en la m isma esfera . N o es un de ber
moral , sino legal. . Honra a tu padr e y a tu madre
(5) Honra a tu padre
Compa ra mos Exodo capí tulo 20 con la enseñanza y a tu madre (v. 12) . (Ef. 6: 1-3 ; Col. 3: 20).
<le las epístolas del N uevo Testamento :
AN TIGUO I NUEVO
(6) No matarás (v, 13). Así que ningu no de vosotros
TESTAMENTO I TESTAMENTO padezca ' com o homicida (l P.
4 : 15).
(1) N o tend rás di os e s Tú crees que Dios es uno ; bien Todo aq uel qu e aborrece a su
ajenos de la nte de mí
(v. 3). I haces (S tg. 2 : 19).
Sabemos que el ídolo nada es
en el mundo, y que no hay más
hermano es h om ici da ; y sabéis
que ningún h omi ci da tiene vida
eterna permanente en él (1 Jn.
l que un D io s ( 1 Co . 8: 4). 3: 15).

(2) No t e ha rás ima-

gen, ni ninguna seme- I Hijitos, guardaos de lo s
(1 Jn. 5: 2 1) .
ídolo s
(7) N o cometerás ad ul - No err éis; n i los forni carios,
janza d e cosa que esté
arriba en el ci elo, ni
abajo en la tierra, ni
I No erréis . . . ni los
tra s . . . heredarán el
de Dios (1 Co. 6 : 9, 10) .
idóla-
r eino terio (v, 14). ni los ad últeros ... heredarán
el reino de Dios (1 Co. 6 :9, 10).
A los fornicarios y a los adúl -
en las ag uas debajo de
la tierra : No te incli- I Amados m íos, huid de la
tría ( 1 ce. 10: 14) .
id ol a -
I
t eros los juzgará Dios ( Heb.
13: 4).
26
 (8) No hurtarás (v., El que hurtaba, n o hurt e más
15) . - (Ef. 4: 28) .
(9) No hablarás co nt ra N o ca lumniadores (Tito 2: 3) .
tu p r ójimo falso t esti-
monio (v . 16) .
(10) No codicia rás (v, No erréis... ni los avaros ...
17) . h eredarán el reino de Dios (1
ce. 6:9, 10) .
No codicioso (1 Ti. 3: 3).
Pero . . . avaricia, ni aun se
nombre entre vosot r os, com o
conviene a santos (Ef. 5: 3) .
Haced morir ... avaricia, que
es idolatría (Col. 3: 5).
l.
NOTA : Y del cuarto mandamiento, de la necesi-
dad de guardar el sábado del séptimo día. ¿qué dice
el N uevo Testamento a la iglesia?
M as ahora, habiendo conocido a Dios, 'o más
bien siendo conocidos de Dios) ¡ cóm o os vol-
véis de 1'111 1-'7/0 a los flaco s y pob res ru dimentos,
en los cuales que réis uoluer a servir? Guardáis
los días, y los meses, y los tiempos, y los mios.
T emo de uosotros que haya. trabajado en 'llano
el¡ uosotros (Gá. 4: 9-11) .
Los días, los meses, los tiempos, y los añ os se
refieren claramente al sistema judaico del cual el
sábado fue lo más importante, pero ah ora esto no
es más que los flaco s y pobres ru dim entos. A lg unos
gál atas iban a circuncidarse (Gál S: 2), cayendo
así má s profundamente en el legalismo dentro del
cual ya habían tomado el primer paso al gu ardar
el s ábado (Gá. 4: 10) .
28
Existe una advertencia aún ra y fuerte ,
hallada en la epístola de Sa n P- ios colosenses,
capítulo 2, versículos 16 y 17 :
sida, o en
Por tan to, nadie os juzgue
bebida, o en parte de día de tu. en nueva
luna, o de sábados : Lo cual e. • som bra de
lo por 'veni r; mas el cuer po es ' :: isto,
j Guadal' el sábado fue solamen z a .sornb ra de
Jo por veni r! Porque el fin de -v es Cristo,
para j us ticia a todo aquel que cree Ro. 10 : 4), Y
el cristiano ha sido librado del yug' e la ley, como
dice en el mismo contexto de Colo: 2 : Rayendo
la cédula de los ri tos que n os cr. contraria , que
era contra nosotros, quitándola d o' m edio y e1'/,-
clavándola en la cruz (v. 14) . E. ' nces, ¿hemos
de volver a los débiles y pob res x imentos, a la
sombra de lo por venir, y coloca. s bajo la ley?
El hacer la pregunta es pr ácti cam e contestarla :
j Por supuesto que no!
N o queremos darle a ningún día el énfasis que
le correspon de a la relación vital e tenemos con
nue stro Salvador todos los día s : L", o hace diferencia
en tre día :v día; otro jueg« ig uales todos los días.
Cada uno esté plenamente conuenc 'do en su propia
mente. El que hace caso del dia , lo hace para el
S eñor; 'v el qu e no hace caso del día. para el Señor
l/O lo helee (H a . 14 : 5. 6 ) .
P ero dirán algunos : "¡ El gu ar da r el sábado es
el pacto perpetuo !" Por supuesto que sí : i para Israel!
( Ex. 31: 16. 17 ) , Y E X CLU SI V AMENTE con
el pueblo de Isr ael en cada dispe ns aci ón o época
en q lW Dios lo trate como su pueblo .
29
 12. CONCLUSIONES:
El crist iano N O debe guardar el s éptimo día,
porque:
1) Ya goza del principio del s ábad o (repo so ) en
Cristo ( Beb. 4:3,9, 10) .
2) E l guardar el s éptimo día fu e un pacto exclu -
sivamen te con Israel ( Ex . 3] : 16, 17 ).
3) Es hacer caso omi su de la di fere nc ia que Dios
hace entre los judios , los gentilt·:;, y la ig lesia
de Dios (1 eo. 10 : 32) .
4) El cristiano no está baj o la ley. sino bajo la
gracia (Ro. (1: 14).
:) '¡ El cristiano 110 pertenece al pueblo de Tsrael
(Gá. .:1: ;l B).
6) Si guarda el sépt imo día, está forzosamente
o]¡jiga do a g uardar todos los sábado:; y toda
la ley (I':x . 31 : 13; Cit. J: 10 ; S tg. 2 : 10) .
7) Nadi e puede guardar el sábado en la forma
descrita en el Antiguo Testamento, por la de -
bilidad de la carne (¡\o. X: 3).
8) Es agregar obras a la gracia : cosa extraña a
\ la salvación de Dio s (E i . 2:~. q).
9 ) E:; " o tro evangelio d iferente " so im . el cual dice
Dios: "Sea anatema" ( ;á. 1 : X, t) ) .
10) Está claramen te prohibido pa r;¡ la ig lesia (;á.
4 : ()-11: Col. .2 : 1+-1 7 l .
¿QU E SIGNIFICA T ODO ESTO
PARA .MI ?
El s ába do fue la sefía l que Dios dI" a su pl1cblo
I srael. pero no es la seiial que da a su pueh lo n -di-
30
mido en la actualidad. S u señal ho yes la pa z in-
te rior, el ve r dadero sábado de reposo en Cristo. L a
paz os dejo, mi pae os doy : no com o el m und o la
da, y o os la doy . N o se turbe vuestro coraz ón, ni
tenga m iedo ( j n. 14: 27 ). La incer tidumbre en lo
que respecta a la salvación es señal que ésta se
busca por las obras de la ley o po r la vir tud de
méritos propios, y m uch os son los que t rop iezan en
.
este erro r. Afirman que creen lo que la B iblia enseña
acerca de la persona y obra del S eñor J esucr isto
pero, no obstant e, siguen con incer ti dumbre acerca
ele su salvación. ¿A qué se debe ? Es que nunca
se han entregado , por un acto de fe per sonal , a
Cristo Jesús confiando en su poder com o Salvador
y aceptando su so beranía como Señor.
¿Tengo yo est a pa z?
y la paz de Dios, que sob repasa todo eutendi-
miento, g uardará vuestros coraz ones y vuestros peJl-
samiento s en Cristo Jesú s. Y la paz de Dios gobierne
en vuest ros corazones, a la que asimism o fuisteis
llamados en un solo cuerpo ; y sed ag radecidos (F il.
4 : 7; Col. 3: 15).
S i no estoy seguro de te ne rla, ¿qué debo hacer?
El Señor Jesucristo di ce : De cierto , de cierto ,
os digo : El que O}'C m i palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenacián ,
mas ha pasado de muerte a vida. Venid a mí todos
los que estáis traba jados y cargad os, y yo os haré
descansar. Lleva d mi yugo sobre voso tros, y apren-
ded de mí, que soy m anso y humil de de coraeán :
y hallaréis descanso para uu est ras aln!as porque mi
Yl~gO es f ácil , y ligera I1l i carga (]n. 5: 24 ; Mi ,
11 : 28-30).
31