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Estar en la fuerza

Llevo la mirada a lo lejos y me abro a algo más grande.


Espero y me dejo llenar, con los ojos
abiertos hacia algo más grande.
Siento mi cuerpo.
Tomo conciencia de mis células, moléculas y átomos. Estoy hecha de átomos, soy más vacío que
materia. Algo más grande habita el vacío, habita mi vacío, me habita.
Me abro a algo más grande en cada uno de mis átomos, mis moléculas, mis células.

Con paz
Veo todo lo que compone mi vida: personas, situaciones, eventos, emociones, objetos.
Digo SÍ a cada uno.
Miro la vida, el mundo, la naturaleza, todos los acontecimientos.
Digo SÍ a cada uno.
Todo lo que rechazo, por compensación, vivirá en mí.
Me miro, como soy, exactamente como soy y me digo SÍ, asiento a como soy, asiento a mi
carácter y mis limitaciones. Soy como tengo que ser.

Vivir con alegría


Veo todo lo que compone mi vida: personas, situaciones, eventos, emociones, objetos.
Digo a cada uno “gracias por ser como eres”.
Miro la vida, el mundo, la naturaleza, todos los acontecimientos.
Digo a cada uno “gracias por ser como eres”.
Me miro, como soy, exactamente como soy y me digo “gracias por ser como soy”.

TOMAR A MÃE DESDE O ADULTO

Estamos con los dos pies en el suelo, con la espalda recta, sosteniéndonos a nosotros mismos,
desde el adulto.

Y nos abrimos al momento presente, nos abrimos a Algo más grande,


y, a través de la mirada de Algo más grande, miramos a nuestra madre…
Y hoy, vemos su sufrimiento, sus miedos y su rabia… y, nos damos cuenta, que de pequeño le
dijimos: - “Yo los llevo por ti”, o: -“Yo, los llevo contigo”.

- “Mamá, llevaré tu dolor, llevaré tu ira y tus miedos”

Y, nos damos cuenta, que estábamos mirando nuestro padre, a través de los ojos de nuestra
madre, a través de sus ojos de niña/o necesitada/o.

Y hoy, puedo decir a mi madre: - “Hoy, he crecido, tu dolor, terminó hace mucho, tu miedo y tu
ira, terminaron hace mucho, Tú eres tú, y yo soy yo”

Y ahora, puedo mirar directamente a mi padre:


- “Papá, ahora te veo”, - “Yo, adulta o adulto, te veo como mi padre”

- “Ahora os veo a los dos, a los dos a la vez, a los dos como la fuerza que me creó… y tengo tanto
por devolver todavía…, que ahora os dejo con vuestra vida y yo me voy a mi vida… y agradezco a
la vida, darme la oportunidad de devolver lo que mis padres me dieron”

Encontrar nuestro lugar

Si estás solamente tú.


Imaginas que te colocas frente a tus padres. Tu padre está a la derecha de tu madre. Puedes
colocar una hoja de papel en el suelo para cada uno.

Ahora, te pones en tu madre y luego en tu padre para sentir cómo te ven. Si uno de los dos te
siente igual o más grande es que no estás en tu sitio.

Entonces colocas otra hoja, cerca de los padres, para el excluido al que reemplazas. Te pones
encima para sentir.

Luego vuelves a tu lugar, te conectas con la mirada con ese excluido y le dices “estoy ocupando tu
lugar, pero sólo soy su hija.” Esperas un poco.
Una vez hecho, te pones de nuevo en tu madre y tu padre para ver cómo te perciben. Si uno de
ellos te sigue sintiendo igual o más grande que él, colocas una nueva hoja para otro excluido al
que reemplazas también, y haces y dices lo mismo que antes.

Y repites esto hasta que tus padres te perciban más pequeña que ellos mismos. Y verás que el
abrazo a los padres ya no tiene obstáculos.

A veces los padres te ven pequeño, pero uno de ellos o tú, está mirando al suelo. Entonces
también colocas una hoja para este muerto excluido u olvidado y le dices “estoy ocupando tu
lugar, pero tú estás muerto y yo estoy vivo”. Si no es suficiente es que hay más muertos, añades otra
hoja y dices lo mismo a ese otro muerto.
Si sois varios: cuatro personas.
Tú haces de ti mismo. Alguien hace de tu madre, otra persona de tu padre. Y la cuarta persona es
un comodín, que va representar a cada excluido al que tú reemplazas.

Te colocas frente a tus padres, y el “comodín” aparte.

Los padres dicen cómo te sienten. Si la mirada de uno de ellos va por encima de tus ojos, es que
te ve más pequeña, si la mirada va a tus ojos es que te ve como un igual, si la mirada va debajo
de tus ojos es que te ve más grande que él.

Si uno de tus progenitores te ve igual o más grande que él, el “comodín” se coloca detrás de los
padres, o a su lado. Tú te conectas con la mirada con ese excluido y le dices “estoy ocupando tu
lugar, pero sólo soy su hija.”
Esperas a que el comodín se retire o desvíe la mirada.

Entonces los padres vuelven a mirar cómo te sienten y lo seguís haciendo hasta que tus padres te
vean más pequeña que ellos.

Es bueno volver a hacer este ejercicio cada vez que ha ocurrido algo difícil en tu vida, pues no sabemos
cuándo se hacen activos los vínculos con los excluidos, y posiblemente la dificultad surgida es para ver a
este excluido y liberarle.

Ejercicio sistémico: Tú por ti

De pequeño, y cada vez que perdemos fuerzas, no resistimos el sufrimiento de los demás y les
dijimos inconscientemente “yo por ti”, “mejor que yo sufra y no tú” o “yo como tú, yo sufro como tú”.
Y empezamos a empeorar, sin poder resolverlo porque no sabemos qué nos pasa. Si es un vivo,
esta persona se instala en un estado de dependencia con nosotros, sin poder llegar a asumir su
propio destino. Si la otra persona es un muerto, también pierde, pierde su posibilidad de
descansar en paz.

Nos damos cuenta que nos ocurre esto cuando hacemos algo que no es lo que queríamos hacer,
cuando hemos perdido la alegría o la fuerza sin razón, cuando sufrimos ciertos síntomas
incomprensibles…

Después de centrarte

Imaginas dos lugares, el tuyo y el de un ancestro al que inconscientemente estés diciendo “yo por
ti” (sin saber de quién ni de qué se trata).
Primero te pones en el antepasado unos minutos hasta sentir bien toda su carga.

Luego te pones en ti, visualizando o pensando que este ancestro está ante ti con toda esta carga.
Inclinas la cabeza ante él. Luego con mucho amor le dices “Tú por ti y yo por mi”, lo repites varias
veces hasta que notes que el ancestro va quedándose en paz, y tú tienes la fuerza de alejarte de él
e ir hacia la vida.

Tomar a la madre

Dos personas (Pedro y María), el sexo es secundario.

Pedro: tú haces de mí y yo hago de mi propia madre en toda su grandeza de madre


Se ponen el uno enfrente del otro a unos dos o tres metros de distancia. la madre no se mueve y
espera a que su hijo (representado por María) se le pueda acercar. si el hijo se siente bloqueado
o más grande que su madre o que va muy rápidamente hacia su madre, deberá ponerse de
rodilla, con la cabeza en el suelo, incluso quizás tumbado bocabajo, hasta poder acercarse y
abrazarla.
cuando el abrazo, la madre se dará cuenta de si la cabeza de su hijo se recuesta en su hombro
derecho, entonces con firmeza lo volverá a alejar pues este hombro es el de los iguales, para que
de nuevo la honre y pueda abrazarla espontáneamente con la cabeza en el hombro izquierdo.

Después, el representante del hijo, muy centrado, le dice en una o dos frases lo que ha vivido. El
representante de la madre no habla. se recogen unos minutos y vuelven a empezar cambiando
los papeles, esta vez Pedro hace de María y ella representa a su propia madre.

Es mejor que este ejercicio sea corto, 10 minutos, no mas. la interrupción dinamizará esta
relación. y se puede retomar dejando pasar un mínimo de diez días. También es muy
recomendable hacer seguidos los dos ejercicios, tomar a la madre y tomar al padre.

Es un ejercicio potente e importante. Tomar a la madre es un proceso largo de purificación,


supone mucha renuncia del ego y es el punto de partida del desarrollo espiritual. Es muy útil
repetir este ejercicio a menudo, dando cada vez nuevos pasos.

Tomar al padre

Es el mismo ejercicio que Tomar a la madre sólo que Pedro dice: tú haces de mí y yo hago de mi


propio padre en toda su grandeza de padre.
El final necesita un paso más. Después del abrazo, lo que realmente necesita el padre es que su
hijo o hija se gire hacia la vida y eche a andar hacia delante.

Muitas vezes tomar o pai é um exercício de depende além de nossa simples vontade, pois é
comum evidenciar que os filhos guardam em si diferentes lealdades, em relação a mãe e
também a excluídos da família, independentemente de quem sejam. As novas constelações
familiares demonstram que não há necessidade de identificar exatamente de quem se trata ou
do porque essas lealdades se criam, mas é fundamental que elas possam ser identificadas e
dissolvidas para que um novo olhar surja, e é impressionante a clareza e a mudança de estado
que essas liberações causam. É possível realizar exercícios sistêmicos para verificar essas
parentificações, identificações e lealdades que limitam nossas ações e liberdade de forma
geral, no entanto é preciso muita seriedade e atenção para as informações recebidas através
do corpo.

Os ex-parceiros

Trata-se de respeitar a hierarquia natural que diz que quem chegou primeiro precisa ser
honrado por quem chegou depois.

Nosso parceiro irá muito melhor quando tenhamos respeitado essa hierarquia natural.
Nossos filhos, também. Pois, se não agradecermos a um antigo parceiro, um de nossos filhos
terá que o representar, vivendo todas suas vicissitudes amorosas sem perceber, e, além disso,
sentindo-se mais como um amigo, ou namorado, de um de seus pais do que seu filho, com as
consequências desastrosas que isto tem.

Se você for mulher, imagine seus parceiros à sua direita, o mais recente (o último) junto de você,
o mais antigo (o primeiro) o mais afastado.

Olhe para seu primeiro parceiro, diga-lhe :

“Obrigado pelo seu amor. Foi muito grande. Amei-te muito. Agora, tudo terminou e tudo o que
aprendi com você levei-o para os outros parceiros. Obrigado por ter feito lugar. Você está livre,
eu estou livre. Conservo por você um carinho especial. Desejo-lhe o melhor“.

E vá repetindo isto para cada uma de seus antigos parceiros.

Se houve sofrimento com algum de seus parceiros/as, se continua chateada/o acrescente:

“Eu escolhi você, para tudo o que aconteceu.

Assumo o mal que eu lhe fiz, e assumo as consequências.

“Deixo com você sua parte de responsabilidade.”

E agora olhando para seu parceiro atual, diga-lhe:

“Você é o último. Obrigado por estar comigo. Obrigado pelo seu amor. Amo-te tal como é.”

Agora, você precisa honrar todas as parceiras anteriores de seu parceiro atual.

*Não lhe deve perguntar sobre eles. Imagine os que você sabe, e se sentir que possa ter havido
algum mais, acrescente-lo.

Diante da primeira parceira de seu parceiro atual:

Incline a cabeça diante dela.

Depois, diga-lhe “Você é a primeira e sempre será a primeira. Obrigada por ter feito lugar para
as próximas parceiras e para mim.”

Depois, para as próximas parceiras de seu parceiro, de uma em uma, será melhor:

Incline a cabeça diante dela...

Depois, diga-lhe: “Você é a segunda, (a terceira, ou quarta...) e sempre será. Obrigada por ter
feito lugar para as próximas parceiras e para mim.”

Talvez, perceba que os antigos parceiros já forma embora, em despedida e agradecimento. Você
e seu parceiro atual já podem ter uma maior intimidade, já estão disponíveis um para outro.
Uma das causas que muitas vezes é oculta e impede que os filhos consigam tomar o pai é a
sua lealdade inconsciente com a mãe. Isso acontece quando as mães guardam ressentimentos
em relação ao pai dos filhos, esses então, ainda quando muito pequenos, por esse Amor
incondicional a mãe, se comprometem internamente com ela através de dinâmicas como “Eu
levo com você (ou por você) sua dor, seu sofrimento, sua raiva, mamãe” ou pode ser “Eu
sofro, odeio e repito como (ou por) você, mamãe”. Essas lealdades podem permanecer ativas
durante muitos anos, até que possam ser identificadas.

E enquanto elas se mantiverem, os filhos olharão para o pai através do olhar da mãe, e
raramente conseguirão abrir-se realmente para o Amor e para a força que vem do masculino.
Para essas dinâmicas, é preciso liberar-se primeiramente dessa fidelidade à mãe para após
poder enxergar o pai, com um olhar purificado.

O primeiro passo é o que chamo de “reflexo”, que é fundamental para que a conexão seja
verdadeira. Consiste em realmente analisar a si mesmo, e verificar qual ou quais lealdades
mantém com a mãe. Essa lealdade se mostra através de repetições de histórias, de
comportamentos, de pensamentos, pode estar por trás, exatamente, do que criticas...

Por exemplo, há pouco em um atendimento a filha relatava que tinha um relacionamento


conflitivo com a mãe por ela ser muito “dura e rígida” com todos, e essa filha cresceu
acreditando ser completamente diferente, pois era uma pessoa muito comunicativa e alegre,
bem vista pela família e amigos, no entanto em um diagnóstico dessa dinâmica, ao falar a frase
“mamãe, assim como você é dura com os demais, eu sou dura comigo mesma”, ela sentiu
profundamente o quanto mantinha essa lealdade secreta com a mãe, e isso possibilitou criar
conexão e espaço para o Amor emergir...

Somente a partir desse ponto de conexão quem passa a conduzir o processo já não é a mente
e sim a alma, e desta forma, agora, com Amor os filhos podem dizer (internamente) a sua
mamãe: “Mãe, agora como adulto(a), eu vejo que esse sofrimento, essa dor, essa raiva já
ficaram para trás há muito tempo... agora vejo que eu sou eu e você é você, mãe...”

E assim, esse filho também pode, agora, olhar para o pai e enxergá-lo com seus próprios olhos,
já purificados: “Agora eu consigo te ver pai”...

Para hoje, eu gostaria de saber que semana que vem, Cristian e Ravi estarão aqui com nós.
Gostaria de saber que minha mãe estará também, chegando de viagem, vamos fazer uma
grande festa. Meu pai Valdo virá, ele e meu pai Roberto se dão muito bem, é muito engraçado
ver os dois juntos. Os olhos de minha mãe brilham, seu rosto está iluminado por ter toda a
família reunida, todos os amores que ela unificou. Temos uma grande torta para todos. Ravi
está chegando com Cristian, Inti e eu vamos espera-los na rodoviária, que encontro lindo será.
Em seguida vamos para um camping onde todos nos aguardam, com muita festa, comida
maravilhosa, música, alegria. Que abraço imenso dei no Ravi.. que demorado, nosso amor
aflorou como se nunca houvesse sido interrompido. Ele me olhava como quem sabia de tudo o
que estava passando, perguntou por Inti e eu lhe mostrei a barriga, ele ficou muito feliz; Cris e
eu nos abraçamos longamente, nossos lábios se encontraram de forma natural, nossos corpos
se uniram, se fundiram ali energeticamente, nossos olhares se transformaram em um só. Ele
se abaixou e beijou minha barriga, Inti saltou muito de felicidade e Ravi pode sentir o
irmãozinho comemorando a presença de todos. Como todos nos aguardavam felizes, quando
estávamos chegando escutávamos os gritos de alegria, todos vinham para fora para nos ver,
minha mãe estava na frente, com aquele sorriso lindo de braços abertos, como seus olhos
estavam azuis, como estava tão jovem e feliz. Descemos da camionete e ela veio correndo nos
abraçar, primeiro ao Cris, depois a mim e então ao Ravi, que agarrou e abraçou muito forte,
lhe beijou, subiu ao colo, girou com ele nos braços e os dois rindo muito alto.. eu e Cris nos
abraçamos emocionados com essa cena e novamente nos fundimos em um sentimento uno de
puro Amor. Após toda a família chegou, todos felizes nos abraçando, nos dando as boas
vindas, quanta alegria, quanto Amor, naquele lindo lugar. Meus pais, também, como nos
abraçaram, Cris e eu estávamos como um só, todos nos abraçavam com esse sentimento de
unidade. Nossa família totalmente incorporada ao Amor universal. Como os primos brincaram,
corriam com Ravi, que volta e meia muito carinhoso corria para nos abraçar e contar o que
estava passando nas brincadeiras, e cada vez que ele se aproximava Inti reconhecia a voz do
irmão, pulava muito e Ravi lhe dava um beijo, na barriga, ele correspondia emanando muita
alegria a todo o ambiente.

Como foi maravilhoso meu crescimento profissional, comecei a fazer vídeos e em seguida
comecei a ser chamada para participar de lives, eventos, palestras, até receber um convite
para ser professora em constelações familiares em uma universidade. Montei meu próprio
curso de constelações familiares e passei a ministrar formações com certificações do MEC, sob
um olhar integrativo, ecológico e espiritual. Criei meu Instituto de Formações com apoio de
Brigite Champetier de Ribes, Maria Justina Motter, Sophie Hellinger. EM pouco tempo, escrevi
meu primeiro livro, sobre a sensibilização corporal, um guia para consteladores e todos os que
desejam se permitir contatar com presente desde a visão sistêmica.

Iniciei gravando vídeos, um vídeo por dia e criei um grupo de estudos para Constelações, fiz
algumas aulas e mentorias gratuitas e pagas e criei meu primeiro curso online, o qual ensinava
o passo a passo sobre a sensibilização corporal. Como saber se está centrado ou não, como
seguir os movimentos do espírito, como tomar pai e mãe, qual a influencia dos excluídos em
nossas vidas, o que eles representam? Diferentes níveis energéticos, representados através de
frequências que acessamos em determinadas fases da vida. A cada momento vivido, a cada
desafio, pode representar a identificação com um excluído, ou com uma frequência de baixa
vibração, a qual pode ser reconhecida, considerada, aceita e transmutada. Como transmutar
energias através das constelações familiares. Exercícios diários. Nenhuma sensação negativa
tem relação com teu Ser, não tens que aceitar menos do que a paz absoluta em teu reino
interno e externo. Estamos imersos em diferentes frequências, iniciando pelas que estamos
expostos há muito tempo, não temos nenhuma dívida a pagar a não ser nos liberarmos de
toda baixa frequência através do amor consciente e incondicional. Neste instante e em todos
os instantes presentes só existe amor, integração, alegria, gratidão e paz. Pensamos que não
queremos isso o tempo todo e até criamos versões românticas para os momentos difíceis, mas
tudo é um jogo para seguirmos identificados com as baixas frequências. Ainda grande parte da
humanidade permanece em contato direto e alimenta esse campo vibracional, mas em breve
será o contrário, a grande massa gozará da paz de espírito e influenciará o restante da
humanidade que ainda resiste. Não temos nenhuma missão neste mundo a não ser viver.

Isso quer dizer, que podemos viver tranquilos, sem qualquer tipo de culpa, pois nossa missão
já está cumprida, agora vamos escolher como nos agrada mais passar por essa missão, de
qualquer forma estamos no caminho certo, não existe caminho errado, simples assim. Como
eu escolho percorrer meu caminho? Se estiveres em paz, já grande parte da jornada será
satisfatória seja qual for o teu contexto. Junto a isso, podes escolher também pelo prazer, pelo
dinheiro, pelo sexo, pela alegria, pela festa, pelo consumo consciente, pela contribuição, pela
doação.

O primeiro grande salto se trata de decidir que não mais sofrerás. É uma decisão consciente.
Decida que não mais sofrerás por nada em tua vida, que não há nenhuma necessidade de
passar por nenhum tipo de sofrimento, tu mereces nada menos do que alegria, paz, amor,
risos e saúde de forma incondicional em tua vida. Tu mesmo tens te enfermado, o corpo e a
mente com histórias diferentes disso. Mas já não é assim. A Grande verdade é essa, tu nasceu
para ser absoluta e totalmente feliz o tempo todo. Decidas isso e verás como teu olhar
começara a identificar a alegria em todos os lugares onde estiveres e em todas as situações
que estiveres. Preste atenção, em qualquer situação, sem exceção.

Vou te contar minha situação hoje e como gozo de alegria. Estou longe de meu filho de 2 anos
e 2 meses há cinco meses, assim como do pai de nossos filhos, estou gestando outro menino,
com 34,6 semanas e não tenho neste momento dinheiro para retornar. O pai dos nossos filhos
recomendou que eu me torne uma mulher a qual o homem que eu idealizo queira estar junto
antes de retornar. Estou na casa de meu pai de criação, onde há 5 meses vim da Argentina
para vivenciar a passagem de minha mãe desde para outro plano. Estive com ela no instante
de sua morte e ela olhou diretamente para mim na hora em que morreu, seu olhar está
guardado em minhas entranhas e em cada célula que faz parte do meu corpo, vi em detalhes
sua vida ser transmutada para outro estado, seu espirito deixar os seu corpo, tenho em mente
muitos detalhes do corpo se tornando apenas um pedaço de carne, diante de mim, carne,
sangue, vazio.

Estava ainda vivendo seu luto até 2 dias atrás, estava morrendo com minha mãe, um pouco
por dia, porque por algum motivo assim eu me sentia melhor, em meio a dor de sua ausência e
da ausência de meu filho e companheiro. Percebi que em meio ao sofrimento chega um
instante que a mente entra em colapso, que o corpo de tão exausto já não recebe comandos,
não se importa com mais nada, seja o que for que aconteça, nada mais importa, a vida e a
morte são a mesma coisa, a alegria e a tristeza são a mesma coisa, o prazer e o sofrimento são
a mesma coisa, já não tem o que sofrer, já conheci a dor até certa profundidade que para mim
foi suficiente. Perdi o medo de sofrer, perdi o medo de perder, e então me veio a possibilidade
de que eu posso imaginar que não perdi nada, que tudo está aqui, dentro de mim.

Eu imaginei que encontrarei minha mãe e meu filho e marido em poucos dias em uma grande
e abastada festa, imaginei minha mãe linda, feliz e sorridente esperando por nós, imaginei
uma felicidade imensa e a possibilidade de viver ali, neste pensamento a partir de agora.
Quem disse que é irreal? Eu digo que é real. É real para mim. Pode ser real para qualquer um.
O resto, são só outras versões de outras histórias. É loucura, é parte do luto, é depressão, é
esquizofrenia, é isso, é aquilo... um milhão de diagnósticos de outras mentes que inventam
outas histórias e querem que eu acredite nelas como reais.

Mas eu tenho a minha história e também quero fazer uso dela para possibilitar outras pessoas
a sonharem esse sonho, que não é meu, mas que eu captei de algum lugar onde já muitas
mentes tem sintonizado.

“Sim, a tudo como é e a todos como são...


Obrigada a tudo como é e a todos como são...
Agradeço minha vida como é,
Me permito ser como Sou...
Agradeço a abundância que me rodeia...
Tomo tudo o que me chega como uma oportunidade para mais Amor...
Me rendo diante do que não compreendo...
Amo a cada um como é, inclusive aos que me causam medo, raiva ou repulsão.
Aos que me fizeram danos, reconheço a mim mesma, a mim mesmo,
E os danos que eu causei, eu os assumo, os reparo...
Respeito a primazia dos que que estão antes de mim,
Me inclino diante dos meus maiores, com honra ao Universo, a Natureza, plantas ou animais...
Desde o meu lugar, nem mais, nem menos, me entrego aos meus posteriores, aos novos,
Me entrego a prioridade do Novo...
Impulsionada, Impulsionado, pelo agradecimento incondicional aos meus pais e ao meu
entorno, devolvo o que recebi através do meu serviço...
Consciente de minha perfeição, minha grandeza e minha responsabilidade, aqui, agora,
assumo minha vida e me entrego ao Amor...
Escolho a Alegria.”

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