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Mónica Maldonado

Existen debates acerca de lo que el profesorado debe elaborar y modificar al momento de

estructurar los módulos o temas que serán impartidos en clase, ya que los sistemas educativos se

han visto inmersos en dos escuelas, por una parte la humanista y por otra la conductista; siendo

una disyuntiva en los docentes el elegir lo uno o lo otro; sin embargo el análisis de cada una de

las escuelas, así como cada una de sus diferencias, ayudará a encontrar un nuevo enfoque que

permitirá al docente elaborar nuevas estrategias pedagógicas.

Para Giroux (1990):

Ambas escuelas coinciden en los puntos siguientes: una noción truncada de la función de

la enseñanza escolar; la defensa tácita de un punto de vista que niega la importancia de

los modelos teóricos y del conflicto teórico; y la incapacidad de tomar en serio el capital

cultural de un estudiante como punto de partida de las actividades de aprendizaje. (p.4).

La visión del autor en respecto a lo anterior no es descabellada, puesto que la enseñanza

tradicional no toma en consideración aspectos que no son inherentes a la educación y se

desarrolla y/o define la misma metodología de educación para todos los estudiantes. Las

metodologías educativas muchas veces basadas en las dos escuelas, no ha permitido que el

estudiante se cuestione acerca de un tema específico sino a aceptarla como cierta. Los desafíos

actuales de la educación no son como adquiere el estudiante mucho más conocimiento sino a

coadyuvar a entender la relación existente entre la experiencia educativa del estudiante y la

experiencia como un ente social.


Referencia:
Giroux, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del
aprendizaje. Ediciones Paidós, 3-9.

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