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CONTAMINACION DEL AGUA

El agua pura es un recurso renovable, sin embargo puede llegar a estar tan contaminada
por las actividades humanas, que ya no sea útil, sino más bien nocivo.

Se calcula que existe en la tierra unos 1300 millones de kilómetros cúbicos de agua, de
los cuales el 97,2% se encuentra en los océanos y el 2,8% es de agua dulce, de la cual
28,3 millones de Km. está en los casquetes polares y en las altas cordilleras, 8,1
millones de Km. de agua disponible en los ríos, lagos, arroyos, manantiales y depósitos
subterráneos y el resto se encuentra en la atmósfera.

De acuerdo con la definición de contaminante, se considera que se genera


contaminación en el agua por la adición de cualquier sustancia en cantidad suficiente
para que cause efectos dañinos mensurables en la flora, la fauna (incluido el humano) o
en los materiales de utilidad u ornamentales.

Para comprender las razones por las cuales es muy fácil contaminar el agua en fase
líquida y vapor, pero no tan fácil contaminarla en fase sólida (hielo), se necesita tener
presentes tanto sus propiedades físicas como sus propiedades químicas y biológicas.
Como el agua es el medio ambiente líquido universal para la materia viva, resulta que es
propensa de manera excepcional a la contaminación por organismos vivos, incluidos los
que producen enfermedad en el hombre y por materia orgánica e inorgánica soluble.

Con frecuencia el sabor, el olor y el aspecto del agua indican que está contaminada,
pero la presencia de contaminantes peligrosos sólo se puede detectar mediante pruebas
químicas y biológicas específicas y precisas.

El agua de los mares y de los ríos ha sido usada tradicionalmente como medio de
evacuación de los desperdicios humanos y los ciclos biológicos aseguran la reabsorción
de dichos desperdicios orgánicos reciclables. Pero actualmente, ya no son solamente
estos desperdicios orgánicos los que son arrojados a los ríos y a los mares, sino
cantidades mayores y desperdicios de productos químicos nocivos que destruyen la vida
animal y vegetal acuática, y anulan o exceden la acción de las bacterias las algas en el
proceso de biodegradación de los contaminantes orgánicos y químicos de las aguas.

DESECHOS SOLIDOS:

Los desechos son desperdicios o sobrantes de las actividades humanas. Se clasifica en


gases líquidos y sólidos; y por su origen, en orgánicos e inorgánicos.
En los últimos años las naciones del mundo industrializado han cuadriplicado su
producción de desechos domésticos, incrementándose esta cifra en un dos o en un tres
por ciento por año. El volumen de producción de desechos es inversamente
proporcional al nivel de desarrollo del país que se trate. Diariamente consumimos y
tiramos a la basura gran cantidad de productos de corta duración, desde los pañales del
bebé hasta el periódico.
Se estima que los envases de los productos representan el 40% de la basura doméstica,
siendo nocivos para el medio ambiente y además encarecen el producto. Una vez puesta
la tapa en el cesto de basura, se olvida el problema; a partir de ahí es asunto de los
municipios. Estos tienen varias posibilidades: arrojar la basura en vertederos (solución
económica pero peligrosa); incinerarla (costosa pero también contaminante); o separarla
en plantas de tratamiento para reciclar una parte y convertir en abono los residuos
orgánicos. Esta sería una solución mucho más ecológica, pero también más costosa.
El destino final de la basura es administrada por el municipio, quien la confina al
denominado "Relleno Sanitario".
El presente tiene como objetivo desarrollar el tema referente a los problemas
ambientales causados por la quema de la basura.

¿COMO SE CONTRIBUYE AL DETERIORO AMBIENTAL?

A. Atmósfera:

La quema a cielo abierto de basura municipal ocasiona la emisión de distintos


contaminantes. Basados en el cálculo de cargas de contaminación del aire proveniente
de la disposición de desechos sólidos, según el Centro Panamericano de ecología
Humana y Salud de la Organización Panamericana de la Salud, las cantidades
calculadas de los principales contaminantes por la quema a cielo abierto de basura
municipal son:
Por cada tonelada de desechos sólidos quemados (t):
 Partículas : 8 Kg./t
 SO2: 0.5 Kg./t
 Óxidos de Nitrógeno (NOx) : 3 Kg./t
 Hidrocarburos : 15 Kg./t
 CO : 42 Kg./t

La basura genera dos tipos de gases:


 Gases De Invernadero: Estos gases son el metano y el bióxido de carbono
cuyas propiedades son retener el calor generado por la radiación solar y elevar la
temperatura de la atmósfera.
 Degradadores De La Capa De Ozono: Hay productos que por la naturaleza de
su fabricación y los agentes químicos utilizados en su elaboración, generan ciertos
gases que desintegran la capa de ozono. Estos gases son conocidos como cloro
fluorcarbonados o CFC´s  y se emplean en la fabricación de envases de unicel, como
propulsores de aerosoles para el cabello, en algunas pinturas y desodorantes. Cuando
los envases de estos productos son desechados a la basura se convierten en fuentes
de emisión de estos gases.

B. Seres Vivos :

Los contaminantes generados durante la quema de basura tienen consecuencias sobre la


salud humana, y en general efectos sobre los seres vivos y los ecosistemas.
Los contaminantes del aire tanto gaseoso como articulado, pueden tener efectos
negativos sobre los pulmones. Las partículas sólidas se pueden impregnar en las paredes
de la tráquea, bronquios y bronquiolos. La mayoría de estas partículas se eliminan de los
pulmones mediante la acción de limpieza de los cilios de los pulmones. Sin embargo,
las partículas sumamente pequeñas pueden alcanzar los alvéolos pulmonares, donde a
menudo toma semanas, meses o incluso años para que el cuerpo las elimine. Los
contaminantes gaseosos del aire también pueden afectar la función de los pulmones
mediante la reducción de la acción de los cilios. La respiración continua de aire
contaminado disminuye la función de limpieza normal de los pulmones.
Las basuras atraen ratas, insectos, moscas y otros animales que transmiten
enfermedades; contaminan el aire al desprender químicos tóxicos (Bióxido de carbono y
otros), polvos y olores de la basura durante su putrefacción. Además, los vertederos de
basura cuando llueve, contribuyen a contaminar las aguas superficiales y subterráneas.
La mayoría de los tiraderos de basura se ubican en terrenos grandes y planos, carentes
de vegetación. En tiempos de sequía, los vientos levantan una gran cantidad de polvo
que es transportado por el viento, contaminando el agua de ríos, lagos, pozos, alimentos
poblaciones cercanas, etc., debido a que estas partículas de polvo permanecen
suspendidas en el aire.
Entre la basura depositada en los tiraderos generalmente hay heces fecales de seres
humanos y animales. Estos excrementos contienen microorganismos, que los vientos
arrastran y depositan en el agua y alimentos expuestos al aire libre, y en general sobre
las poblaciones cercanas.
La basura es causa de muchas enfermedades, porque en ella se multiplican microbios y
otras plagas como moscas, cucarachas y ratas. También atrae perros y otros animales
que pueden trasmitirlas. La basura debe manejarse con cuidado y depositarse en lugares
adecuados, para evitar los olores y el aspecto desagradable; con ello contribuimos a
evitar la contaminación del suelo, del agua y del aire.
Son muchas las enfermedades causadas por los microbios que se producen por la
acumulación de basura, sobre todo cuando entran en contacto con el agua de beber o los
alimentos; por eso, se debe manejar adecuadamente y eliminarla sanitariamente.
DESECHOS RADIOACTIVOS

Otro de los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad entera con el tema de
la utilización de la radiactividad con diferentes fines es el tema de los desechos
radiactivos.

La industria nuclear considera residuo radiactivo a cualquier material que contiene


radionúcleidos en concentraciones superiores a las establecidas por las autoridades
competentes y para el cual no está previsto ningún uso.
Los residuos radiactivos se pueden clasificar de muy diversas maneras en función de sus
características, como por ejemplo, su estado físico (es decir si son gases, líquidos o
sólidos), el tipo de radiación que emiten (alfa, beta o gamma), el periodo de semi
desintegración (vida corta, media o larga), y su actividad específica (baja. media, alta).
Es normal verlos clasificados en residuos de baja, media y alta actividad y, aunque en
algunos países se gestiona cada tipo por separado, en países como España se hacen sólo
dos categorías: los de baja y media actividad por un lado y los de alta por otro.

BAJA Y MEDIA:

Los residuos de media y baja actividad proceden de la minería, del ciclo de combustible
y de la irradiación de sustancias en instalaciones nucleares y radiactivas. Son menos
peligrosos que los residuos de alta, pero mucho más voluminosos. Un reactor medio
viene a generar unos 6.220 m3 a lo largo de su vida. 

Algunos de ellos se generan en instalaciones de utilidad social, como en instalaciones


radiactivas de uso médico (aparatos de rayos X, de radioterapia,...). Sin embargo, estos
son una minoría: por ejemplo en EE.UU. los residuos de media y baja actividad
procedentes de uso médico son el 2 % del total y contienen el 1 % de la radiactividad.
Una gran diversidad de materiales pueden llegar a ser residuos de baja y media
actividad: desde guantes, ropa, herramientas, etc, que hayan estado en contacto con
material altamente radiactivo, hasta materiales procedentes de la clausura de
instalaciones nucleares.

La vida de los residuos de media y baja varía mucho de unos a otros: Va de unas
decenas de años hasta cientos de miles de años. Residuos de media actividad y larga
vida son los materiales en contacto con el combustible de los reactores.

Un ejemplo importante y paradigmático lo constituye el grafito radiactivo de los


reactores refrigerados por gas y moderados por grafito, como el de Vandellós I. En el
grafito se encuentra presente, sobre todo, el carbono-14, un isótopo radiactivo con un
tiempo de semidesintegración de 5.370 años, que convierte en muy problemático su
almacenamiento con el resto de los residuos de media y baja.

Por ejemplo, en España existen en la actualidad 20.074 m3 de residuos de media y baja


actividad que se almacenan en las centrales, en El Cabril (Córdoba) y en Juzbado
(Salamanca) y habrá que gestionar 203.600 m3 cuando se cancelen las centrales
nucleares que ahora funcionan (muchos más si prolongan su vida como pretende la
Industria nuclear y el PP).
Alta:

Los residuos de alta actividad constituyen el 1 % del total, pero contienen el 95% de la
radiactividad generada. Son el combustible gastado de las centrales nucleares y las
cabezas nucleares procedentes de las bombas y mísiles atómicos. Son los más
peligrosos y los que poseen vida más larga. Emiten radiaciones durante miles y miles de
años y tienen una toxicidad muy elevada. En casi todo el mundo son generados
principalmente en las centrales nucleares, ya que el combustible de uranio empleado en
éstas se convierte, tras su utilización, en residuo radiactivo de alta actividad.

Entre estos residuos se encuentra el plutonio-239, un isótopo radiactivo creado por el


hombre para la fabricación de bombas atómicas (no existía previamente en la
naturaleza). De tremenda toxicidad, un sólo gramo de este elemento es capaz de causar
cáncer a un millón de personas. Este isótopo emite radiactividad durante cerca de
250.000 años, lo cual supone 25 veces más tiempo que la Historia conocida de la
Humanidad. Estos enormes períodos de actividad nos obligan a pensar en otras escalas
de tiempo y en las muchísimas generaciones, aún por venir, que tendrán que soportar el
legado irresponsable de los residuos radiactivos. Esta escala de tiempo es tan alucinante
que podemos considerarla una eternidad. Podemos compararlo con otros tiempos: la
historia de la cultura de la humanidad no tiene más de 10.000 años, la Montaña de
Yucca, en el desierto de Nevada (EE. UU.), donde ya se depositan residuos de alta
actividad, era un volcán activo hace 20.000 años, hace 5.000 años el Sahara era un
vergel, hace 10.000 años había volcanes activos en el centro de Francia y hace 7.000
años no existía el canal de La Mancha. 

¿Quién puede, pues, garantizar que estas peligrosas sustancias estarán confinadas
durante todo este tiempo?. Incluso parece difícil que las generaciones futuras no acaben
olvidándose al cabo de unos siglos de su existencia. La radiactividad ni huele, ni se ve,
ni se oye. Aunque se puede medir con cierto tipo de contadores,
es imposible suprimirla. Las consecuencias de la exposición a una radiactividad elevada
son fatales para el ser humano. Está probado que puede causar la muerte, y en dosis más
bajas, provoca cánceres, enfermedades y trastornos genéticos que afectan muy
seriamente a la descendencia del afectado.
En los sesenta años de existencia de la energía nuclear y pese a las enormes inversiones,
nadie ha conseguido dar una solución satisfactoria al problema de los residuos
radiactivos de alta actividad. De todos los problemas asociados al uso de la energía
nuclear, que aconsejan su inmediato abandono, éste puede ser el determinante.
Los peligrosos residuos son el talón de Aquiles de las centrales nucleares. Estos letales
residuos se están acumulando en las centrales nucleares de todo el mundo. La industria
nuclear no sabe qué hacer con ellos. Desesperada por el enorme volumen de los
residuos radiactivos y el elevado coste de su gestión, ha tratado y trata de resolver su
problema de diversas formas procurando "sobre todo" solucionarlo de la manera más
barata para ellos.
CONTAMINACION TERMICA

La contaminación térmica se produce cuando un proceso altera la temperatura del


medio de forma indeseada o perjudicial.

El medio más habitual donde se produce es en el agua, ya que el aire se disipa más
fácilmente. Pero también es posible, por ejemplo, cuando se concentra una gran
cantidad de aparatos de aire acondicionado y estos expulsan el calor hacia la calle.

La centrales térmicas necesitan refrigeración ya que no convierten toda la energía


química en electricidad (solo entre un 20-60%) y el resto en calor. El agua es un buen
medio para disipar el calor, es accesible y tiene una gran inercia térmica. Por eso estas
centrales se sitúan cerca de un río o el mar.

Para disminuir el impacto antes de verter el agua caliente en el río o el mar, se suele
pasar por una torre de evaporación que disminuye en parte la temperatura. Sin embargo,
concentra las sales del río o el mar alterando las propiedades físico-químicas del agua.

La temperatura de salida está regulada y se han llegado a parar temporalmente centrales


nucleares porque en algunos días de verano el caudal del río era escaso y la temperatura
subía demasiado.

Otro proceso que necesita eliminar calor es el licuado de gases.

En el otro extremo está la devolución de agua excesivamente fría. En algunas plantas de


regasificación de gas natural, se utiliza un gran volumen de agua de mar y se devuelve
más fría.

CONTAMINACION DE LOS ALIMENTOS:

Desde que un alimento se produce (agrícolas, ganaderos, pesqueros, etc.) o fabrica


(cualquier alimento manufacturado: pan, queso, entre otros), tiene riesgos de ser
contaminado. Cuando un alimento se contamina, es porque el alimento ha adquirido
nuevas propiedades que son perjudiciales para la salud humana. Un alimento puede
tener tres tipos de contaminaciones:

 Biológica: Es la contaminación más común, y se presenta en cualquier


etapa del proceso de consumo de un alimento. Desde que se produce se
puede contaminar con microorganismos patógenos o que hidrolizan
moléculas esenciales del alimento y lo enrancian, como en el
manufacturado, empaquetado y vendido si durante estos se carece de
adecuadas condiciones higiénicas.
 Química: Esta contaminación consiste en agregar a los alimentos
sustancias que tienen como finalidad alterar un producto químico.
Algunos aditivos no aprobados, como colorantes artificiales, constituyen
una contaminación química. Estos contaminantes pueden ser tóxicos o
exacerbantes, alérgenos entre otros. Por citar un ejemplo, algunos
refrescos poseen colorantes que exacerban (hacen hiperactivos, enojones
o propensos a enfermedades) a los niños.[4]
 Física: Se produce por enranciamiento o enrarecimiento del alimento por
malas condiciones de temperatura, presión entre otros.

CONTAMINACION ESPACIAL

Podría dar la impresión de que la parte proporcional de espacio que rodea nuestro
planeta, puede acoger de forma inagotable las incipientes ciudades espaciales que hasta
hace apenas unos pocos años, pertenecían exclusivamente al mundo del cine y de la
ciencia-ficción. Podría incluso dar la impresión de que la proliferación de restos
espaciales, satélites, plataformas científicas y diferente instrumentación desechada en el
frío espacio por los científicos astronáuticos tiene vía libre en la inmensidad del
universo, pero esto no es verdaderamente así y si lo creyéramos de esta manera,
seríamos desde luego, unos ilusos. La corteza espacial que rodea nuestro planeta tiene
una órbita propia que atrapa de forma irremediable toda aquella chatarra espacial que se
vuelve inservible para los astronautas una vez están en el exterior. Esta chatarra no deja
de producir una fuerte contaminación espacial que también se traduce en contaminación
medioambiental cuando estos restos, o sus consecuentes elementos tóxicos, se deslizan
paulatinamente hacia nuestro planeta. Según hemos sabido siempre, nuestra atmósfera
terrestre es la campana de protección perfecta ante cualquier actividad perjudicial para
el ser humano ya que su composición evita la entrada de cualquier elemento perjudicial
para la vida. Se podría decir pues que es esta, más que otra, la principal causante de que
la vida en nuestro planeta haya podido evolucionar a través de miles de años, teniendo
en comparación con otros planetas, sólo unos cuantos cambios evolutivos importantes.
Aún así, el hecho de que la gravedad siempre venza, hace que los elementos ajenos al
estado natural de su órbita, tales como meteoritos o los citados residuos, sean
arrastrados hacia el interior como atraídos por la fuerza inconmensurable de un
gigantesco imán, que no deja de ser otro que el núcleo terrestre. De esta forma, se
mantiene la vida, pero también corremos el riesgo de colisionar en cualquier momento
con cualquiera de los elementos espaciales que rodean nuestro universo, incluidos
obviamente, los restos tecnológicos espaciales. Si a esto le sumamos el hecho de que no
sólo no se ha estudiado seriamente la forma de eliminar estos residuos, si no que
campan a sus anchas y de forma arbitraria por el espacio, nos daremos cuenta del
peligro real que corre nuestro planeta.
CONSECUENCIAS
También las acciones voluntarias generaron basuras. La MIR rusa, como ejemplo de
negligencia, lanzó al espacio cientos de residuos durante sus 10 años de vida. No es
descabellado pensar que, metafóricamente, "el cielo puede caer sobre nuestras cabezas".
Aunque en general todos esos fragmentos y residuos que viajan sin rumbo, se
desintegrarían si entrasen en nuestra atmósfera, existen antecedentes de la caída a la
Tierra sin control de varios de ellos; al menos han sido detectados 60 casos, algunos
muy llamativos, como las 20 toneladas de chatarras procedentes del Skylab, que se
dispersaron por Australia y el Índico en 1979. Otro caso significativo ocurrió en 1997,
cuando el cohete Delta se estrelló en una granja de Texas a solo 50 metros de sus
habitantes.
Miles y miles de pedazos de satélites y otros objetos que se salieron de control pululan
alrededor de la tierra. Según promedio, un pedazo de desecho reingresa todos los días a
la atmósfera terrestre y mientras la mayoría se incendia o entra en la atmósfera, un gran
número sobrevive y puede aterrizar, amenazando la vida y propiedad de las personas.
Se dice que existiría un 30% de posibilidades de que un objeto golpee la tierra, y es más
remota aún la posibilidad de que aterrice en área poblada, pero como dice mi estimado
colega el Prof. DOO Hwan KIM, no estamos en el ámbito de la teoría sino en el de la
realidad y, a medida que el número de objetos espaciales crece, también crece el número
de pedazos o partículas, contaminando el espacio y constituyendo una seria amenaza
presente y futura para la humanidad.
En noviembre de 1960, partes de un satélite norteamericano cayeron sobre Cuba
causando daños a propiedades y la muerte de una vaca. También el 5 de junio de 1969,
navegantes japoneses fueron lastimados al ser golpeados por fragmentos de un satélite
soviético. Rusia lanzó su satélite de poder nuclear Cosmos 954 para vigilancia
naval, el 18 de setiembre de 1977; este satélite se desintegró sobre Canadá en 1978,
resultando una polución radiactiva sobre un área del tamaño de Austria. Canadá pidió a
Rusia que se le proveyera información sobre especificaciones del Cosmos 954. Rusia
respondió, ofreciéndose a limpiar los restos de su Satélite Cosmos 954. Canadá declinó
la oferta soviética. La unión de Estados Unidos y Canadá para limpiar, fue lo que se
llamó "operación luz de la mañana". Canadá facturó a Rusia por seis millones de
dólares en 1979, pero no buscó que se le reintegraran los gastos norteamericanos que
habían ascendido hasta los 25 millones de dólares.
El incidente del Cosmos 954 en 1978, dio pautas sobre cómo deben comportarse los
Estados con respecto a los accidentes de satélites; esas pautas se relacionan con las
obligaciones de: a) el deber de poner sobre aviso; b) el deber de proveer información; c)
el deber de limpiar; d) el deber de compensar los daños.
En 1989 la NASA reportó que un satélite norteamericano estaba fuera de control y que
se desintegraría sobre parte de África; Sudamérica; India el Sudeste Asiático y
Australia, a menos que una operación de rescate fallara al querer regresar el satélite
sano a la tierra. En 1991 cayeron sobre Argentina sin causar milagrosamente ningún
daño, las 40 toneladas de la estación espacial Salyut. De acuerdo al Informe del grupo
de Estudios de desechos espaciales del Japón de marzo de 1993, nosotros deberíamos
observar uno s7.000 desechos de más de 10 cm. De diámetro menores a una altura de
5.000 km. en la órbita espacial. Dicho grupo de estudios concluyó que el promedio de
colisión entre desechos espaciales crecerá alrededor de tres veces en el año 2005.
La NASA ha informado que entre 20.000 y 70.000 desechos espaciales dentro de una
altura de 800 a 1.000 km., se encuentran girando alrededor de la tierra. La conclusión es
que existen miles de pedazos de satélites y otros objetos que salieron de control, no
funcionan y están en órbita alrededor de la tierra.
CAUSAS
Los satélites inservibles, las etapas y equipos astronáuticos, o las plataformas de
investigación, se pasean por nuestra órbita planetaria de forma arbitraria y sin ningún
tipo de control. Cuando entran por azar, o debido al desgaste y corrosión, en el ámbito
terrestre, efectúan su aparición cumpliendo con las normas físicas del rozamiento
espacial. Al igual que los meteoros o rocas expulsadas al espacio, cuando se encuentran
en la estratosfera, se deshacen, (siempre dependiendo del material claro, recordemos
que la estación espacial rusa MIR cayó casi al completo, sobre el océano
afortunadamente) y debido al rozamiento se descomponen, evitando así los males que
podrían causar al caer sobre una ciudad, pero desprendiendo de esta manera ciertos
elementos tóxicos perjudiciales para la vida.
Los residuos espaciales, al no haber sido planteados como un problema, no toman una
órbita definida una vez que han dejado de ser útiles para el trabajo. Muchos de ellos se
encuentran en cotas de altitud espacial relativamente bajas (unos 1500 Km
aproximadamente) y es ahí donde los peligros acechan de forma más directa. Aunque
algunos ingenios constan de ajustadores orbitales que seguirán funcionado mucho
tiempo después de su desmantelamiento o degradación, llegará un momento en que
estos impulsores o ajustadores orbitales cedan; entonces llegará el momento decisivo, si
éstos se mantienen en una órbita superior a la atracción terrestre, podrán permanecer
flotando en el espacio hasta tiempo indefinido, si por el contrario bajan hasta donde la
atracción orbital sea más poderosa, será cuestión de poco tiempo que entren en la
atmósfera y comiencen con el proceso de rozamiento y desintegración. Malo lo uno y
malo lo otro. Malo el hecho de quedarse flotando en el espacio dado que el peligro de
choque con meteoritos, estaciones espaciales activas o naves tripuladas es tangente,
malo entrar en la atmósfera porque, al deshacerse, los elementos tóxicos se expanden
por encima de la vida y los que no se deshacen por completo pueden causar pequeños
trastornos físicos en determinados lugares
 
  EL CAMBIO CLIMATICO Y EL EFECTO INVERNADERO

 
  El clima es variable

A lo largo de los 4.600 millones de años de historia de la Tierra las


fluctuaciones climáticas han sido muy grandes. En algunas épocas el clima ha
sido cálido y en otros fríos y, a veces, se ha pasado bruscamente de unas
situaciones a otras. Así, por ejemplo: 

 Algunas épocas de la Era Mesozoica (225 - 65 millones años BP) han


sido de las más cálidas de las que tenemos constancia fiable. En ellas la
temperatura media de la Tierra era unos 5ºC más alta que la actual.
 En los relativamente recientes últimos 1,8 millones de años, ha habido
varias extensas glaciaciones alternándose con épocas de clima más
benigno, similar al actual. A estas épocas se les llama inter
glaciaciones. La diferencia de temperaturas medias de la Tierra entre
una época glacial y otra como la actual es de sólo unos 5 ºC o 6ºC.
Diferencias tan pequeñas en la temperatura media del planeta son
suficientes para pasar de un clima con grandes casquetes glaciares
extendidos por toda la Tierra a otra como la actual. Así se entiende que
modificaciones relativamente pequeñas en la atmósfera, que cambiaran
la temperatura media unos 2ºC o 3ºC podrían originar transformaciones
importantes y rápidas en el clima y afectar de forma muy importante a
la Tierra y a nuestro sistema de vida.

EFECTO INVERNADERO :

Dentro de un invernadero la temperatura es más alta que en el exterior porque


entra más energía de la que sale, por la misma estructura del habitáculo, sin
necesidad de que empleemos calefacción para calentarlo.

En el conjunto de la Tierra de produce un efecto natural similar de retención


del calor gracias a algunos gases atmosféricos. La temperatura media en la
Tierra es de unos 15ºC y si la atmósfera no existiera sería de unos -18ºC. Se le
llama efecto invernadero por similitud, porque en realidad la acción física por
la que se produce es totalmente distinta a la que sucede en el invernadero de
plantas. 
 
¿Por qué se produce el efecto invernadero?

    El efecto invernadero se origina porque la energía que llega del sol, al
proceder de un cuerpo de muy elevada temperatura, está formada por ondas de
frecuencias altas que traspasan la atmósfera con gran facilidad. La energía
remitida hacia el exterior, desde la Tierra, al proceder de un cuerpo mucho más
frío, está en forma de ondas de frecuencias más bajas, y es absorbida por los
gases con efecto invernadero. Esta retención de la energía hace que la
temperatura sea más alta, aunque hay que entender bien que, al final, en
condiciones normales, es igual la cantidad de energía que llega a la Tierra que
la que esta emite. Si no fuera así, la temperatura de nuestro planeta habría ido
aumentando continuamente, cosa que, por fortuna, no ha sucedido. 

    Podríamos decir, de una forma muy simplificada, que el efecto invernadero
lo que hace es provocar que le energía que llega a la Tierra sea "devuelta" más
lentamente, por lo que es "mantenida" más tiempo junto a la superficie y así se
mantiene la elevación de temperatura.

Para más información sobre este tema, con datos y gráficos ver la página
subordinada: "Balance de energía en la Tierra y efecto invernadero

Gases con efecto invernadero


 

  Acción relativa Contribución real

CO2 1  (referencia) 76%

CFCs 15 000 5%

CH4 25 13%

N2O 230 6%

Como se indica en la columna de acción relativa, un gramo de CFC produce un


efecto invernadero 15 000 veces mayor que un gramo de CO2 , pero como la
cantidad de CO2 es mucho mayor que la del resto de los gases, la contribución
real al efecto invernadero es la que señala la columna de la derecha

Otros gases como el oxígeno y el nitrógeno, aunque se encuentran en


proporciones muchos mayores, no son capaces de generar efecto invernadero.
 
 

AUMENTO DE LA CONCENTRACION DE GASES CON EFECTO


INVERNADERO :

En el último siglo la concentración de anhídrido carbónico y otros gases


invernadero en la atmósfera ha ido creciendo constantemente debido a la
actividad humana: 

 A comienzos de siglo por la quema de grandes masas de vegetación


para ampliar las tierras de cultivo 
 En los últimos decenios, por el uso masivo de combustibles fósiles
como el petróleo, carbón y gas natural, para obtener energía y por los
procesos industriales.

La concentración media de dióxido de carbono se ha incrementado desde


unas 275 ppm antes de la revolución industrial, a 315 ppm cuando se
empezaron a usar las primeras estaciones de medida exactas en 1958, hasta
361 ppm en 1996.

Los niveles de metano se han doblado en los últimos 100 años. En 1800 la
concentración era de aproximadamente o.8 ppmv y en 1992 era de 17. ppmv

La cantidad de óxido de dinitrógeno se incrementa en un 0.25% anual. En la


época preindustrial sus niveles serían de alrededor de 0.275 ppmv y alcanzaron
los 0.310 ppmv en 1992.
  

CAMBIO CLIMATICO :

Por lógica muchos científicos piensan que a mayor concentración de gases con
efecto invernadero se producirá mayor aumento en la temperatura en la Tierra.
A partir de 1979 los científicos comenzaron a afirmar que un aumento al doble
en la concentración del CO2 en la atmósfera supondría un calentamiento medio
de la superficie de la Tierra de entre 1,5 y 4,5 ºC.

Estudios más recientes sugieren que el calentamiento se produciría más


rápidamente sobre tierra firme que sobre los mares. Asimismo el calentamiento
se produciría con retraso respecto al incremento en la concentración de los
gases con efecto invernadero. Al principio los océanos más fríos tenderán a
absorber una gran parte del calor adicional retrasando el calentamiento de la
atmósfera. Sólo cuando los océanos lleguen a un nivel de equilibrio con los
más altos niveles de CO2 se producirá el calentamiento final.
Como consecuencia del retraso provocado por los océanos, los científicos no
esperan que la Tierra se caliente todos los 1.5 - 4.5 ºC hasta hace poco
previstos, incluso aunque el nivel de CO 2 suba a más del doble y se añadan
otros gases con efecto invernadero. En la actualidad el IPCC predice un
alentamiento de 1.0 - 3.5 ºC para el año 2100.
 

La temperatura media de la Tierra ha crecido unos 0.6ºC en los


últimos 130 años

Los estudios más recientes indican que en los últimos años se está
produciendo, de hecho, un aumento de la temperatura media de la Tierra de
algunas décimas de grado. Dada la enorme complejidad de los factores que
afectan al clima es muy difícil saber si este ascenso de temperatura entra
dentro de la variabilidad natural (debida a factores naturales) o si es debida al
aumento del efecto invernadero provocado por la actividad humana.

Para analizar la relación entre las diversas variables y los cambios climáticos
se usan modelos computacionales de una enorme complejidad. Hay diversos
modelos de este tipo y, aunque hay algunas diferencias entre ellos, es
significativo ver que todos ellos predicen relación directa entre incremento en
la temperatura media del planeta y aumento de las concentraciones de gases
con efecto invernadero.

Para más información sobre este tema, con datos y gráficos ver la página
subordinada: "Modelos climáticos”

Como se citaba en la Introducción la misma IPCC, la institución más relevante


en el estudio de este problema y que hasta el año 1995 no había confirmado
relación entre los dos fenómenos, en su informe de 1995 incluye un párrafo
muy cauto pero significativo:

  Consecuencias del cambio climático

No es posible predecir con gran seguridad lo que pasaría en los distintos


lugares, pero es previsible que los desiertos se hagan más cálidos pero no más
húmedos, lo que tendría graves consecuencias en el Oriente Medio y en Africa
donde el agua es escasa. Entre un tercio y la mitad de todos los glaciares del
mundo y gran parte de los casquetes polares se fundirían, poniendo en peligro
las ciudades y campos situados en los valles que se encuentran por debajo del
glaciar. Grandes superficies costeras podrían desaparecer inundadas por las
aguas que ascenderían de 0,5 a 2 m., según diferentes estimaciones. Unos 118
millones de personas podrían ver inundados los lugares en los que viven por la
subida de las aguas. 

Tierras agrícolas se convertirían en desiertos y, en general, se producirían


grandes cambios en los ecosistemas terrestres. Estos cambios supondrían una
gigantesca convulsión en nuestra sociedad, que en un tiempo relativamente
breve tendría que hacer frente a muchas obras de contención del mar,
emigraciones de millones de personas, cambios en los cultivos, etc. 

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