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El agua pura es un recurso renovable, sin embargo puede llegar a estar tan contaminada
por las actividades humanas, que ya no sea útil, sino más bien nocivo.
Se calcula que existe en la tierra unos 1300 millones de kilómetros cúbicos de agua, de
los cuales el 97,2% se encuentra en los océanos y el 2,8% es de agua dulce, de la cual
28,3 millones de Km. está en los casquetes polares y en las altas cordilleras, 8,1
millones de Km. de agua disponible en los ríos, lagos, arroyos, manantiales y depósitos
subterráneos y el resto se encuentra en la atmósfera.
Para comprender las razones por las cuales es muy fácil contaminar el agua en fase
líquida y vapor, pero no tan fácil contaminarla en fase sólida (hielo), se necesita tener
presentes tanto sus propiedades físicas como sus propiedades químicas y biológicas.
Como el agua es el medio ambiente líquido universal para la materia viva, resulta que es
propensa de manera excepcional a la contaminación por organismos vivos, incluidos los
que producen enfermedad en el hombre y por materia orgánica e inorgánica soluble.
Con frecuencia el sabor, el olor y el aspecto del agua indican que está contaminada,
pero la presencia de contaminantes peligrosos sólo se puede detectar mediante pruebas
químicas y biológicas específicas y precisas.
El agua de los mares y de los ríos ha sido usada tradicionalmente como medio de
evacuación de los desperdicios humanos y los ciclos biológicos aseguran la reabsorción
de dichos desperdicios orgánicos reciclables. Pero actualmente, ya no son solamente
estos desperdicios orgánicos los que son arrojados a los ríos y a los mares, sino
cantidades mayores y desperdicios de productos químicos nocivos que destruyen la vida
animal y vegetal acuática, y anulan o exceden la acción de las bacterias las algas en el
proceso de biodegradación de los contaminantes orgánicos y químicos de las aguas.
DESECHOS SOLIDOS:
A. Atmósfera:
B. Seres Vivos :
Otro de los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad entera con el tema de
la utilización de la radiactividad con diferentes fines es el tema de los desechos
radiactivos.
BAJA Y MEDIA:
Los residuos de media y baja actividad proceden de la minería, del ciclo de combustible
y de la irradiación de sustancias en instalaciones nucleares y radiactivas. Son menos
peligrosos que los residuos de alta, pero mucho más voluminosos. Un reactor medio
viene a generar unos 6.220 m3 a lo largo de su vida.
La vida de los residuos de media y baja varía mucho de unos a otros: Va de unas
decenas de años hasta cientos de miles de años. Residuos de media actividad y larga
vida son los materiales en contacto con el combustible de los reactores.
Los residuos de alta actividad constituyen el 1 % del total, pero contienen el 95% de la
radiactividad generada. Son el combustible gastado de las centrales nucleares y las
cabezas nucleares procedentes de las bombas y mísiles atómicos. Son los más
peligrosos y los que poseen vida más larga. Emiten radiaciones durante miles y miles de
años y tienen una toxicidad muy elevada. En casi todo el mundo son generados
principalmente en las centrales nucleares, ya que el combustible de uranio empleado en
éstas se convierte, tras su utilización, en residuo radiactivo de alta actividad.
¿Quién puede, pues, garantizar que estas peligrosas sustancias estarán confinadas
durante todo este tiempo?. Incluso parece difícil que las generaciones futuras no acaben
olvidándose al cabo de unos siglos de su existencia. La radiactividad ni huele, ni se ve,
ni se oye. Aunque se puede medir con cierto tipo de contadores,
es imposible suprimirla. Las consecuencias de la exposición a una radiactividad elevada
son fatales para el ser humano. Está probado que puede causar la muerte, y en dosis más
bajas, provoca cánceres, enfermedades y trastornos genéticos que afectan muy
seriamente a la descendencia del afectado.
En los sesenta años de existencia de la energía nuclear y pese a las enormes inversiones,
nadie ha conseguido dar una solución satisfactoria al problema de los residuos
radiactivos de alta actividad. De todos los problemas asociados al uso de la energía
nuclear, que aconsejan su inmediato abandono, éste puede ser el determinante.
Los peligrosos residuos son el talón de Aquiles de las centrales nucleares. Estos letales
residuos se están acumulando en las centrales nucleares de todo el mundo. La industria
nuclear no sabe qué hacer con ellos. Desesperada por el enorme volumen de los
residuos radiactivos y el elevado coste de su gestión, ha tratado y trata de resolver su
problema de diversas formas procurando "sobre todo" solucionarlo de la manera más
barata para ellos.
CONTAMINACION TERMICA
El medio más habitual donde se produce es en el agua, ya que el aire se disipa más
fácilmente. Pero también es posible, por ejemplo, cuando se concentra una gran
cantidad de aparatos de aire acondicionado y estos expulsan el calor hacia la calle.
Para disminuir el impacto antes de verter el agua caliente en el río o el mar, se suele
pasar por una torre de evaporación que disminuye en parte la temperatura. Sin embargo,
concentra las sales del río o el mar alterando las propiedades físico-químicas del agua.
CONTAMINACION ESPACIAL
Podría dar la impresión de que la parte proporcional de espacio que rodea nuestro
planeta, puede acoger de forma inagotable las incipientes ciudades espaciales que hasta
hace apenas unos pocos años, pertenecían exclusivamente al mundo del cine y de la
ciencia-ficción. Podría incluso dar la impresión de que la proliferación de restos
espaciales, satélites, plataformas científicas y diferente instrumentación desechada en el
frío espacio por los científicos astronáuticos tiene vía libre en la inmensidad del
universo, pero esto no es verdaderamente así y si lo creyéramos de esta manera,
seríamos desde luego, unos ilusos. La corteza espacial que rodea nuestro planeta tiene
una órbita propia que atrapa de forma irremediable toda aquella chatarra espacial que se
vuelve inservible para los astronautas una vez están en el exterior. Esta chatarra no deja
de producir una fuerte contaminación espacial que también se traduce en contaminación
medioambiental cuando estos restos, o sus consecuentes elementos tóxicos, se deslizan
paulatinamente hacia nuestro planeta. Según hemos sabido siempre, nuestra atmósfera
terrestre es la campana de protección perfecta ante cualquier actividad perjudicial para
el ser humano ya que su composición evita la entrada de cualquier elemento perjudicial
para la vida. Se podría decir pues que es esta, más que otra, la principal causante de que
la vida en nuestro planeta haya podido evolucionar a través de miles de años, teniendo
en comparación con otros planetas, sólo unos cuantos cambios evolutivos importantes.
Aún así, el hecho de que la gravedad siempre venza, hace que los elementos ajenos al
estado natural de su órbita, tales como meteoritos o los citados residuos, sean
arrastrados hacia el interior como atraídos por la fuerza inconmensurable de un
gigantesco imán, que no deja de ser otro que el núcleo terrestre. De esta forma, se
mantiene la vida, pero también corremos el riesgo de colisionar en cualquier momento
con cualquiera de los elementos espaciales que rodean nuestro universo, incluidos
obviamente, los restos tecnológicos espaciales. Si a esto le sumamos el hecho de que no
sólo no se ha estudiado seriamente la forma de eliminar estos residuos, si no que
campan a sus anchas y de forma arbitraria por el espacio, nos daremos cuenta del
peligro real que corre nuestro planeta.
CONSECUENCIAS
También las acciones voluntarias generaron basuras. La MIR rusa, como ejemplo de
negligencia, lanzó al espacio cientos de residuos durante sus 10 años de vida. No es
descabellado pensar que, metafóricamente, "el cielo puede caer sobre nuestras cabezas".
Aunque en general todos esos fragmentos y residuos que viajan sin rumbo, se
desintegrarían si entrasen en nuestra atmósfera, existen antecedentes de la caída a la
Tierra sin control de varios de ellos; al menos han sido detectados 60 casos, algunos
muy llamativos, como las 20 toneladas de chatarras procedentes del Skylab, que se
dispersaron por Australia y el Índico en 1979. Otro caso significativo ocurrió en 1997,
cuando el cohete Delta se estrelló en una granja de Texas a solo 50 metros de sus
habitantes.
Miles y miles de pedazos de satélites y otros objetos que se salieron de control pululan
alrededor de la tierra. Según promedio, un pedazo de desecho reingresa todos los días a
la atmósfera terrestre y mientras la mayoría se incendia o entra en la atmósfera, un gran
número sobrevive y puede aterrizar, amenazando la vida y propiedad de las personas.
Se dice que existiría un 30% de posibilidades de que un objeto golpee la tierra, y es más
remota aún la posibilidad de que aterrice en área poblada, pero como dice mi estimado
colega el Prof. DOO Hwan KIM, no estamos en el ámbito de la teoría sino en el de la
realidad y, a medida que el número de objetos espaciales crece, también crece el número
de pedazos o partículas, contaminando el espacio y constituyendo una seria amenaza
presente y futura para la humanidad.
En noviembre de 1960, partes de un satélite norteamericano cayeron sobre Cuba
causando daños a propiedades y la muerte de una vaca. También el 5 de junio de 1969,
navegantes japoneses fueron lastimados al ser golpeados por fragmentos de un satélite
soviético. Rusia lanzó su satélite de poder nuclear Cosmos 954 para vigilancia
naval, el 18 de setiembre de 1977; este satélite se desintegró sobre Canadá en 1978,
resultando una polución radiactiva sobre un área del tamaño de Austria. Canadá pidió a
Rusia que se le proveyera información sobre especificaciones del Cosmos 954. Rusia
respondió, ofreciéndose a limpiar los restos de su Satélite Cosmos 954. Canadá declinó
la oferta soviética. La unión de Estados Unidos y Canadá para limpiar, fue lo que se
llamó "operación luz de la mañana". Canadá facturó a Rusia por seis millones de
dólares en 1979, pero no buscó que se le reintegraran los gastos norteamericanos que
habían ascendido hasta los 25 millones de dólares.
El incidente del Cosmos 954 en 1978, dio pautas sobre cómo deben comportarse los
Estados con respecto a los accidentes de satélites; esas pautas se relacionan con las
obligaciones de: a) el deber de poner sobre aviso; b) el deber de proveer información; c)
el deber de limpiar; d) el deber de compensar los daños.
En 1989 la NASA reportó que un satélite norteamericano estaba fuera de control y que
se desintegraría sobre parte de África; Sudamérica; India el Sudeste Asiático y
Australia, a menos que una operación de rescate fallara al querer regresar el satélite
sano a la tierra. En 1991 cayeron sobre Argentina sin causar milagrosamente ningún
daño, las 40 toneladas de la estación espacial Salyut. De acuerdo al Informe del grupo
de Estudios de desechos espaciales del Japón de marzo de 1993, nosotros deberíamos
observar uno s7.000 desechos de más de 10 cm. De diámetro menores a una altura de
5.000 km. en la órbita espacial. Dicho grupo de estudios concluyó que el promedio de
colisión entre desechos espaciales crecerá alrededor de tres veces en el año 2005.
La NASA ha informado que entre 20.000 y 70.000 desechos espaciales dentro de una
altura de 800 a 1.000 km., se encuentran girando alrededor de la tierra. La conclusión es
que existen miles de pedazos de satélites y otros objetos que salieron de control, no
funcionan y están en órbita alrededor de la tierra.
CAUSAS
Los satélites inservibles, las etapas y equipos astronáuticos, o las plataformas de
investigación, se pasean por nuestra órbita planetaria de forma arbitraria y sin ningún
tipo de control. Cuando entran por azar, o debido al desgaste y corrosión, en el ámbito
terrestre, efectúan su aparición cumpliendo con las normas físicas del rozamiento
espacial. Al igual que los meteoros o rocas expulsadas al espacio, cuando se encuentran
en la estratosfera, se deshacen, (siempre dependiendo del material claro, recordemos
que la estación espacial rusa MIR cayó casi al completo, sobre el océano
afortunadamente) y debido al rozamiento se descomponen, evitando así los males que
podrían causar al caer sobre una ciudad, pero desprendiendo de esta manera ciertos
elementos tóxicos perjudiciales para la vida.
Los residuos espaciales, al no haber sido planteados como un problema, no toman una
órbita definida una vez que han dejado de ser útiles para el trabajo. Muchos de ellos se
encuentran en cotas de altitud espacial relativamente bajas (unos 1500 Km
aproximadamente) y es ahí donde los peligros acechan de forma más directa. Aunque
algunos ingenios constan de ajustadores orbitales que seguirán funcionado mucho
tiempo después de su desmantelamiento o degradación, llegará un momento en que
estos impulsores o ajustadores orbitales cedan; entonces llegará el momento decisivo, si
éstos se mantienen en una órbita superior a la atracción terrestre, podrán permanecer
flotando en el espacio hasta tiempo indefinido, si por el contrario bajan hasta donde la
atracción orbital sea más poderosa, será cuestión de poco tiempo que entren en la
atmósfera y comiencen con el proceso de rozamiento y desintegración. Malo lo uno y
malo lo otro. Malo el hecho de quedarse flotando en el espacio dado que el peligro de
choque con meteoritos, estaciones espaciales activas o naves tripuladas es tangente,
malo entrar en la atmósfera porque, al deshacerse, los elementos tóxicos se expanden
por encima de la vida y los que no se deshacen por completo pueden causar pequeños
trastornos físicos en determinados lugares
EL CAMBIO CLIMATICO Y EL EFECTO INVERNADERO
El clima es variable
EFECTO INVERNADERO :
El efecto invernadero se origina porque la energía que llega del sol, al
proceder de un cuerpo de muy elevada temperatura, está formada por ondas de
frecuencias altas que traspasan la atmósfera con gran facilidad. La energía
remitida hacia el exterior, desde la Tierra, al proceder de un cuerpo mucho más
frío, está en forma de ondas de frecuencias más bajas, y es absorbida por los
gases con efecto invernadero. Esta retención de la energía hace que la
temperatura sea más alta, aunque hay que entender bien que, al final, en
condiciones normales, es igual la cantidad de energía que llega a la Tierra que
la que esta emite. Si no fuera así, la temperatura de nuestro planeta habría ido
aumentando continuamente, cosa que, por fortuna, no ha sucedido.
Podríamos decir, de una forma muy simplificada, que el efecto invernadero
lo que hace es provocar que le energía que llega a la Tierra sea "devuelta" más
lentamente, por lo que es "mantenida" más tiempo junto a la superficie y así se
mantiene la elevación de temperatura.
Para más información sobre este tema, con datos y gráficos ver la página
subordinada: "Balance de energía en la Tierra y efecto invernadero
CFCs 15 000 5%
CH4 25 13%
N2O 230 6%
Los niveles de metano se han doblado en los últimos 100 años. En 1800 la
concentración era de aproximadamente o.8 ppmv y en 1992 era de 17. ppmv
CAMBIO CLIMATICO :
Por lógica muchos científicos piensan que a mayor concentración de gases con
efecto invernadero se producirá mayor aumento en la temperatura en la Tierra.
A partir de 1979 los científicos comenzaron a afirmar que un aumento al doble
en la concentración del CO2 en la atmósfera supondría un calentamiento medio
de la superficie de la Tierra de entre 1,5 y 4,5 ºC.
Los estudios más recientes indican que en los últimos años se está
produciendo, de hecho, un aumento de la temperatura media de la Tierra de
algunas décimas de grado. Dada la enorme complejidad de los factores que
afectan al clima es muy difícil saber si este ascenso de temperatura entra
dentro de la variabilidad natural (debida a factores naturales) o si es debida al
aumento del efecto invernadero provocado por la actividad humana.
Para analizar la relación entre las diversas variables y los cambios climáticos
se usan modelos computacionales de una enorme complejidad. Hay diversos
modelos de este tipo y, aunque hay algunas diferencias entre ellos, es
significativo ver que todos ellos predicen relación directa entre incremento en
la temperatura media del planeta y aumento de las concentraciones de gases
con efecto invernadero.
Para más información sobre este tema, con datos y gráficos ver la página
subordinada: "Modelos climáticos”