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Bulbo Raquídeo y Médula

Espinal
Diego Thómas 21-0072
El Bulbo Raquídeo

• El bulbo raquídeo es una estructura subcortical


situada en la parte baja del tronco del encéfalo.
Con una forma semejante a un cono, se trata de
la estructura del sistema nervioso que conecta el
encéfalo y la médula espinal, limitando con la
decusación de los haces piramidales y la
protuberancia.

• En el bulbo raquídeo se pueden encontrar


conexiones nerviosas tanto motoras como
sensoriales, pasando a través de él los diferentes
tractos nerviosos. Se trata de un núcleo
neurovegetativo, encargándose del
mantenimiento y funcionamiento de los órganos
de forma automatizada y ajena a la consciencia.
Mantiene asimismo las constantes vitales, por lo
que los problemas que comprometen su
funcionamiento llevan a la muerte cerebral. Se
trata pues de una zona de gran importancia para
la supervivencia del ser humano.
Función y división del Bulbo Raquídeo

Se considera que el bulbo raquídeo es


principalmente divisible en tres partes:
pirámides y su decusación piramidal,
lemniscos y decusación lemniscal y
complejo olivar inferior.
Las funciones del bulbo raquídeo son:

• Participa en la nutrición y digestión


• Regulación de la respiración
• Control del ritmo cardíaco y la tensión
arterial
• Transmite la información de la médula
espinal al encéfalo y viceversa
• Un núcleo es un grupo de cuerpos
celulares de neuronas dentro del
sistema nervioso central (SNC).
Por ejemplo, el núcleo dorsal del
nervio vago contiene las neuronas
que controlan las funciones
motoras viscerales de los órganos
torácicos y abdominales.
• Un tracto es un grupo de axones,
generalmente mielinizados, que
conectan los núcleos de
diferentes partes del SNC.
Médula Espinal

• La médula espinal es la parte más caudal del


sistema nervioso central, empezando en el bulbo
raquídeo y terminando en la zona lumbar.

• Se trata de la parte inferior del neuroeje, de


forma cilíndrica levemente aplanada y asimétrica
que, al igual que el cerebro, está fuertemente
protegida al estar rodeada por la columna
vertebral. Asimismo, también goza de la
protección de las meninges y el líquido
cefalorraquídeo, las cuales impiden la mayor
parte de daños producidos por los elementos del
entorno.

• La médula espinal recibe tanto aferencias como


eferencias, es decir, posee tanto neuronas que
reciben información de los receptores de los
diferentes órganos y estructuras como otras que
envían información y órdenes a dichas zonas.
División de la Médula

• La mayoría de seres humanos nacemos con


un total de 33 vértebras, contando entre
ellas siete vértebras cervicales, doce
torácicas, cinco lumbares, cinco sacras y
cuatro coxígeas. Según vamos
desarrollándonos, el número se reduce al
irse fusionando las más inferiores para
formar los huesos sacro y coccígeo, pasando
a considerarse vértebras solo las 24
primeras, acabando en la L5 o lumbar 5. El
comienzo de la médula espinal se sitúa un
poco antes de su recubrimiento por la
columna vertebral, estando adherida al
bulbo raquídeo. El punto donde termina la
médula puede variar de una persona a otra,
culminando generalmente entre las
vértebras L1 y L3.
Organización

• Al igual que en el cerebro, en la médula nos


encontramos tanto con sustancia gris como
con sustancia blanca. Sin embargo, la
disposición es inversa, estando la sustancia
blanca situada en una posición externa y la
gris en la parte interna de la médula.
Generalmente la transmisión de la
información se da de manera ipsilateral, es
decir el lado derecho del cuerpo es tratado
por la parte izquierda de la médula espinal
mientras que el lado izquierdo se trabaja
con la parte derecha.
• La sustancia gris se compone de los
cuerpos de las células nerviosas, y la
sustancia blanca está compuesta por sus
fibras. A diferencia de la sustancia blanca,
las neuronas de la sustancia gris no tienen
axones extendidos.

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