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IMPACTO AMBIENTAL DE JABONES Y DETERGENTES

Introducción
La actividad diaria en las casas y en las industrias da lugar a vertidos y
escapes de estas sustancias como
consecuencia de errores humanos, errores mecánicos, descuidos y falta de
interés e información por cuidar el
medioambiente.
Cabe destacar que, aunque ambos agentes son biodegradables, esta
propiedad se ve muy limitada si estos
compuestos se encuentran en exceso en las aguas.
Hay que tener en cuenta que en la mayoría de las ocasiones, el agua
contaminada se filtra en el suelo dejando
en él parte de los contaminantes; otras veces, sin embargo, esos
contaminantes no quedan atrapados en los
suelos y pasan a las aguas subterráneas. De esta forma, pueden resultar
afectadas extensas áreas superficiales
y subterráneas además del agua marina.
Las aguas residuales no siempre salen completamente limpias de los procesos
de tratamiento, como puede
verse en la figura.
El problema de los jabones
Por su parte, los jabones presentan la desventaja de que, si se usan en aguas
duras, tienden a formar sales con
los cationes de los metales dando lugar a natas que neutralizan su acción.
Esas sales, también pueden ser
insolubles, acumulándose como precipitados. El exceso de jabón utilizado
precipita en forma de sales cálcicas
de los ácidos grasos, arrastrando consigo la parte de la suciedad no soluble y
formando emulsiones.
Otro aspecto contaminante de los jabones está basado en la lenta
biodegradación de algunos de los
compuestos que los constituyen, como los alquilbencenosulfonatos de cadena
ramificada.
El problema de los detergentes
Debido a su gran utilidad tanto en la industria como en los hogares, se usan en
gran cantidad constituyendo
una fuente contaminante del agua muy importante.
A finales de la década de 1960, debido al aumento de la preocupación por la
contaminación del agua, se
estudió la composición de los detergentes llegando a la conclusión de que
contenían compuestos químicos
dañinos, como los fosfatos y, por tanto, no debían estar presentes en los
mismos. En su lugar, se propuso el
uso de agentes biodegradables fácilmente eliminables y de fácil asimilación por
algunas bacterias.
Los problemas ambientales que causan los detergentes radican,
fundamentalmente, en los aditivos que
contienen como los blanqueadores, abrillantadores ópticos, perfumes,
bactericidas y agentes espumantes. Los
aditivos que contienen en mayor proporción son los sulfatos (tripolifosfato de
sodio).
Efectos de los detergentes en el agua
Forman espumas: son más abundante en presencia de sales de calcio y
también de proteínas en el medio.
Pueden contener bacterias y virus. Dificultan el tratamiento de las aguas por
problemas de operación en las
plantas depuradoras.
Inhiben la oxidación.

Alteran de la transferencia y disolución del oxígeno entre la superficie y el aire,


dificultando la
autodepuración de las corrientes de agua.
Perturban la sedimentación.
Impiden el desarrollo de las algas.
Alteran el olor y sabor de las aguas potables
Efectos tóxicos que dependen del tipo de detergente, sensibilidad de los
microorganismos y condiciones del
medio acuático.
Efectos de los detergentes en el suelo
Alteran la permeabilidad del suelo facilitando la penetración de
microorganismos en las aguas subterráneas.
Efectos tóxicos en los cultivos debido a la presencia de detergentes en las
aguas de regadío.
Detergentes con fosfatos: Eutrofización
Cuando se ha desechado un detergente fosfatado, los fosfatos son arrastrados
por el drenaje; la mayor parte de
las plantas de tratamiento de aguas no están diseñadas para eliminar fosfatos,
por tanto, éstos pasan al agua a
través del efluente.
Los fosfatos actúan como nutriente para las algas y plantas acuáticas,
provocando la degradación de las aguas
naturales.
En los lagos, al aumentar la cantidad de flora acuática, se dificulta o impide el
intercambio de oxígeno y
dióxido de carbono. Se acumula, pues, gran cantidad de material vegetal en
descomposición en el fondo que
da lugar a hacer menos profundo el lago aumentando así su temperatura y
cantidad de nutrientes. Puesto que
la descomposición se da en ausencia de oxígeno, se obtienen productos
secundarios como metano, amoníaco y
sulfuro de hidrógeno que dan mal olor al agua. Los peces también requieren
oxígeno disuelto para sobrevivir
y, como se ha consumido, mueren. A largo plazo el lago se convierte en un
pantano y más a largo plazo, en un
prado o en un bosque. Este proceso natural se ve acelerado por la presencia
de fosfatos.
A todo el proceso anterior se le denomina como
eutrofización del agua
. Este problema no es tan importante en
las aguas corrientes, aunque también se da en embalses, ríos y mares litorales.
Detergentes sin fosfatos: Toxicidad
El nitrilo del ácido triacético (NTA) posee biodegradación cambiante que
requiere oxígeno para ello. Se
liberan productos con alto contenido en nitrógeno que, además de facilitar la
eutrofización del agua por ser
nutrientes para las plantas, resultan tóxicos debido a la formación de
compuestos con iones metálicos
venenosos.
El NTA no se degrada en condiciones anaerobias como las existentes en las
fosas sépticas.
Descontaminación de Aguas
En las zonas montañosas con desniveles adecuados, se usan
canalizaciones en anillo
en las que se
recolectan los desagües de las poblaciones del entorno y se llevan fuera de los
lagos. A la salida de los
mismos se purifica el agua mecánica y biológicamente

Donde no es posible la canalización en anillo se purifican las aguas de


desagüe. Durante la etapa de
limpieza biológica, para eliminar los nitratos y fosfatos, se utilizan sales de
hierro y aluminio en
lechada de cal que precipitan los compuestos anteriores, siendo más fácil su
eliminación. Así se evita
la eutrofización.

Descontaminación de suelos
No hay técnicas de descontaminación específicas para suelos contaminados
con detergentes y jabones, de
hecho, en algunas de ellas se utiliza agua que los contiene para tratar suelos y
aguas subterráneas
contaminados por otras sustancias.
Los tratamientos dependen de la naturaleza y geometría de la contaminación,
teniendo un peso importante el
factor económico.
Cabe destacar que ninguna de las soluciones suele resolver al 100% los
problemas planteados por la polución,
a veces porque el problema queda parcialmente resuelto y, en otras ocasiones,
porque se producen efectos
indeseados sobre el suelo o agua, aunque de menor envergadura que el
problema inicial.
Condicionantes
El foco puede ser puntual o difuso.

El mecanismo puede ser un acceso directo del contaminante al acuífero o un
acceso difuso a través de una
infiltración del contaminante en el suelo. El primer caso es el más problemático
a simple vista, puesto que
afecta más rápida y completamente a las aguas subterráneas, pero es más
sencillo de solucionar a
medio−largo plazo porque la solución consiste en impedir ese acceso. La
infiltración implica menos grado
de afectación a las aguas subterráneas debido a la capacidad de atenuación
del suelo, pero a su vez esto
hace que el suelo quede afectado. Esto suele prolongar el problema en tiempo
y espacio.

El tipo de contaminante:

Sales en disolución.− los compuestos aniónicos y catiónicos que el agua lleva
en disolución pueden ser
captados en grado variable por los mecanismos naturales de depuración del
suelo. Unos son más
problemáticos que otros, por lo que la gama de soluciones para su eliminación
es muy variada. Las más
útiles son la extracción y tratamiento de las aguas contaminadas.

Contaminantes físico−químicos.− la presencia de sales en disolución
(anteriormente visto) frecuentemente
va acompañada de acidez, alcalinidad, condiciones redox,... La infiltración a
través del suelo o la naturaleza
de la roca que constituye el acuífero, a menudo mitiga el problema, pero éste
puede admitir diversas
alternativas para remediarlo.

Otros factores a tener en cuenta con la localización concreta del problema
(proximidad de poblaciones,
proximidad a cuencas hidrográficas importantes) y la clase y propiedades de
los suelos afectados, que
puede influir en la evolución de la contaminación, condicionando la aplicación
de las formas de
descontaminación.

Contaminación Generalizada: afecta por igual a todo un acuífero o a un suelo.
Suele ser consecuencia de
contaminación difusa o directa y, por lo general, corresponde a sales en
disolución con un potencial de
difusión elevado.

Contaminación Puntual: afecta solamente a un área de extensión limitada y
suele estar constituida por un
contaminante químico con baja capacidad de infiltración.

Contaminación por Plumas: las plumas derivan de la contaminación puntual
cuando ésta persiste durante
largos períodos de tiempo, o está constituida por un volumen importante de
contaminantes.
A continuación se exponen las técnicas más importantes para el tratamiento de
suelos y aguas subterráneas
contaminadas con detergentes y jabones, brevemente descritas.
Técnicas de confinamiento (in situ)
Se basan en el aislamiento de las aguas o suelos contaminados para evitar que
la contaminación se transfiera
lateralmente. Se aplican cuando la contaminación está muy localizada y no es
viable ninguna otra alternativa.
Barreras de lodo: Esquema de una sección de sistema de barreras de lodo, en
la que la barrera queda anclada
en un sustrato de baja permeabilidad.

lechada de cemento: Esquema del proceso de inyección de lechada de


cemento bajo una mancha de contaminación.
Barreras químicas: Esquema de una barrera química, consistente en un
producto (color verde en la figura) que
se inyecta bajo la zona contaminada.

Barreras de paneles: Instalación de una barrera de paneles cuyas uniones


quedan selladas mediante un
dispositivo mecánico.
Membranas sintéticas: Extensión de una geomembrana en una zanja
perimétrica respecto al área a aislar.

Vitrificación in situ: Esquema de funcionamiento de un sistema de vitrificación,


sobre la base de una corriente
de alto voltaje y un sistema de recuperación de los gases emitidos, para su
tratamiento.
Técnicas de tratamiento in situ de carácter físico−químico
Se aplican sin necesidad de trasladar el suelo o el agua subterránea afectados
por el problema.
Atenuación natural controlada (MNA): se basa en el aprovechamiento y la
potenciación de los procesos
naturales para eliminar o reducir la contaminación de suelos y aguas
subterráneas. El subsuelo se trata para
que la atenuación sea efectiva y suficientemente rápida. Incluye cuatro formas:
Acción bacteriana: las bacterias que viven en el suelo y en las aguas
subterráneas utilizan algunas
sustancias químicas como alimento. Cuando las sustancias químicas están
completamente digeridas, las
transforman en agua y en gases inofensivos.
Sorción: Las sustancias químicas se pegan o sorben al suelo, que las fija al
lugar. De ese modo no se
eliminan las sustancias químicas pero sí se impide que contaminen las aguas
subterráneas y que escapen del
lugar, al menos mientras las condiciones físico−químicas del suelo
permanezcan estables
Mezcla y dilución: Al pasar las aguas subterráneas a través del suelo, la
contaminación se puede mezclar
con el agua limpia. De ese modo se diluye la contaminación.

Evaporación: Algunas sustancias químicas, como el petróleo y los solventes, se


evaporan, lo que significa
que se convierten de líquidos a gases dentro del suelo. Además, si esos gases
escapan al aire en la superficie
del terreno, la luz del sol puede destruirlos

Barreras selectivas permeables: Se instalan donde se ha identificado un flujo


de aguas subterráneas
contaminadas para su depuración.
Extracción de vapores del suelo y aireación del suelo: Son dos técnicas que
suelen ir ligadas. Se emplean para
extraer contaminantes químicos del suelo vaporizándolos.
Técnicas ex situ
Consisten en extraer la parte de suelo contaminada, tratarla para eliminar el
contaminante y devolver el suelo
a su lugar original si está totalmente descontaminado.
Desorción térmica: Calentamiento del suelo en una unidad de desorción.
Extracción con solventes: Empleo de productos disolventes.
Si no hay alternativa para descontaminar un suelo, éste se extrae mediante
excavación y se lleva a un
almacenamiento de residuos

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