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RESUMEN
A personas con síndrome de Down y sus familias que habían participado en un programa
de intervención temprana entre 1974 y 1977 se les entrevistó 25 años después sobre sus
experiencias; las esperanzas y los sueños de los padres; su percepción sobre apoyos y pro-
blemas; los centros de educación de los hijos; y las actuales situaciones de los hijos, ya como
adultos, en su vida social, laboral y familiar. Las personas formaban un grupo concreto de
hijos nacidos justo cuando se promulgó en 1975 la ley Education of All Handicapped
Children (PL 94-142). En coherencia con esta política educativa, los niños recibieron ser-
vicios educativos en escuelas de sus distritos, muchos en situación de integración. Su acce-
so a plazas educativas de integración y a otros servicios apropiados fue disminuyendo con-
forme se acercaban a la edad adulta de los 21 años. En relación con las percepciones y
experiencias de los padres, los resultados de esta investigación descubrieron los problemas
afrontados por las familias, como son las complicaciones médicas, los desaires o el ostra-
cismo, las decepciones por la incapacidad de los hijos para conseguir realizaciones propias
de los adultos, y la falta de servicios y apoyos adecuados cuando los hijos llegan a la adul-
tez. Por otro lado también revelaron sentimientos y experiencias positivas en cada familia.
Todas las familias describieron las contribuciones que su hijo con síndrome de Down había
aportado a la familia, y las alegrías y el crecimiento que la familia había experimentado.
Catalina
cipantes con una muestra de niños con desarrollo de temperamento, sólo se apreciaron diferencias
corriente, en cuanto a su nivel de actividad, esta- entre los dos grupos en el desarrollo de la activi-
do, temperamento, así como mediciones de la dad y del movimiento, en la sonrisa y la risa a los
interacción entre cuidador y niño (procedimientos 6 y 12 meses, en el sobresalto y la latencia para
y resultados descritos por Hanson, 1978, 1981). responder a estímulos repentinos o nuevos, y en
En términos de trayectorias del desarrollo a lo la duración de la orientación a los 6 y 9 meses
largo de este programa (desde el nacimiento a los (Rothbart y Hanson, 1983).
3 años), los resultados de las Escalas Bayley de El sistema que adoptamos en este progra-
Desarrollo Infantil mostraron una puntuación entre ma de intervención temprana se centró en la
69,2 y 75,8 en el Índice de Desarrollo Mental, y familia y en la asistencia a los padres para que
entre 63,8 y 88,1 en el Índice de desarrollo psi- "enseñaran a sus bebés". Se implicó de modo
comotor. Aunque la puntuación estaba por debajo activo a los padres para que tomaran decisio-
del intervalo normal, los participantes en este pro- nes y pusieran en marcha todos los aspectos
grama obtuvieron unos 20 puntos más que los de los servicios de sus hijos. Dada la partici-
descritos en un estudio inglés contemporáneo pación intensa y activa de los padres, las pre-
(Carr, 1979). En relación con la adquisición de guntas que se propusieron fueron sobre la
hitos concretos del desarrollo (p. ej., sentarse, repercusión que estas primeras experiencias y
gateo, deambulación, comer por sí mismos, seguir habilidades tuvieron sobre las percepciones y
órdenes sencillas), los niños en este programa experiencias de los padres al criar a sus hijos
mostraron estas habilidades en edades más tem- conforme iban creciendo. Por consiguiente, el
pranas que un grupo de comparación de niños con objeto de esta investigación fue el de entrevis-
síndrome de Down que no habían recibido inter- tar a los padres y a sus hijos (que ahora tienen
vención temprana (descrito en Hanson, 1978, 25 años como media), con el fin de que descri-
1981, 1987). Se apreciaron escasas diferencias ban sus experiencias al criar a sus hijos con
en el nivel de actividad, estado e interacciones síndrome de Down. Se buscó información sobre
entre cuidador y el niño cuando se comparó a este las experiencias de la familia y del hijo; las
grupo con otro de niños de desarrollo ordinario esperanzas y sueños de los padres; las per-
(Hanson 1978, 1981). En cuanto a las medidas cepciones de los miembros de la familia sobre
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las ayudas y los problemas que habían encon- tenían trisomía 21 simple menos 2 que mos-
trado; los centros de educación de los hijos a lo traron mosaicismo. De los 15 niños, 5 tuvieron
largo de los años; y la situación actual social, serios problemas de corazón que en aquella
laboral y de vivienda una vez que ya son adul- época fueron considerados inoperables. Todos
tos. eran de raza caucásica y de habla inglesa (la
Pocos estudios han analizado de modo lon- lengua nativa fue inglesa salvo en 2 cuya len-
gitudinal los caminos del desarrollo seguido por gua nativa era alemana). Las familias vivían en
un grupo específico de personas con síndrome áreas rurales, residenciales o urbanas. Todos
de Down, a excepción del estudio de Carr los niños vivían con sus familias biológicas
(1995) en el condado de Surrey (Inglaterra). salvo uno que había sido adoptado. Las medias
Carr siguió a un grupo de chicos desde su naci- de las edades de las madres y de los padres en
miento (N = 54) en 1963 y 1964 durante 21 el momento del nacimiento de sus hijos fueron,
años hasta su adultez (N = 35). Su informe respectivamente, 27 años (entre 21 y 41) y 28
detallaba las adquisiciones y capacidades inte- años (entre 23 y 37). Todos se habían gradua-
lectuales, su independencia y autocuidado, do en estudios secundarios, y 5 madres y 7
temas relacionados con la conducta y la disci- padres se graduaron en "College" de los que un
plina, sus logros en las áreas de la salud y acti- padre obtuvo un Master. Diez de las madres
vidad social, las experiencias de sus familias y eran amas de casa y 2 trabajaban en oficinas;
de sus hermanos, y los servicios que recibie- todos los padres tenían un puesto laboral o pro-
ron. De este modo, su completo estudio ofreció fesional. Durante el período de la intervención
un análisis descriptivo documentado sobre una pareja se divorció, y al tiempo de la reali-
muchas facetas de la vida de estas personas zación de este estudio se habían divorciado la
desde los primeros años sesenta hasta los mitad de los padres, lo que refleja un porcenta-
ochenta en Inglaterra. je similar al de los datos nacionales.
El estudio que se describe en el presente tra- Los primeros niños nacidos y diagnostica-
bajo también se centra en un grupo concreto de dos en un determinado Estado del oeste de los
niños con síndrome de Down, nacidos en estados Estados Unidos en un determinado periodo de
Unidos, cuyas vidas han ido paralelas a un perio- tiempo fueron referidos e incorporados al pro-
do de rápidos cambios en la política y los siste- grama de intervención temprana. Se llevó a
mas educativos del país, tras la promulgación de cabo el estudio sobre el programa desde el
la Ley Education of All Handicapped Children (P.L. otoño de 1974 hasta el final de 1977. El inves-
94-142) de 1975. Estos niños nacieron justo tigador mantuvo el contacto con las familias a
cuando la ley se promulgaba. Como resultado, en lo largo de los años siguientes mediante tarje-
la mayoría de los casos, formaron parte de la pri- tas de felicitación en las fiestas, llamadas tele-
mera ola de niños que participaron en los servi- fónicas y visitas cuando era posible.
cios de intervención temprana, y sus familias pre- Veinticinco años después los chicos, ya adul-
veían que se atendería a sus hijos en ambientes tos, tenían una edad entre 24 y 26 años. Se
educativos menos restrictivos, en línea con los entrevistó a 12 de los participantes originales (7
cambios políticos estatales y nacionales. El cen- mujeres y 5 varones) y a sus familias. De los par-
tro de la intervención se puso en la familia como ticipantes iniciales, 1 chico había muerto durante
contexto de los servicios de intervención, y en los su etapa escolar por causa de leucemia, y 2 fami-
padres como principales protagonistas en la lias se habían trasladado y no se les pudo locali-
toma de decisiones y agentes prestadores de ser- zar. De estos 12, 4 tenían cardiopatía congénita
vicios para sus hijos. grave. A 3 se les había operado en sus años pre-
Métodos
escolares dados los avances técnicos quirúrgicos
que aparecieron después de su nacimiento. En
Los participantes
uno no se pudo operar y ha sufrido de cardiopa-
tía crónica durante toda su vida. Su enfermedad
ha limitado seriamente sus actividades y la tra-
Los participantes originales en el programa de yectoria de su desarrollo, y ha sufrido un ataque
intervención temprana con base en el propio cerebral. En cuanto a las condiciones generales
domicilio fueron 15 niños con síndrome de de salud, 6 personas tienen trastornos oculares
Down que lo iniciaron entre las 4 semanas y los corregidos con gafas, y la mayoría ha mantenido
6 meses de edad, dependiendo de cuándo eran una salud excelente.
Recogida de datos
transferidos desde sus servicios locales de
sanidad o de discapacidad (14 semanas como
media). Ocho fueron niñas y 7 niños; 8 fueron Se recogieron los datos mediante entrevistas
primerizos y 7 tenían hermanos mayores. Todos semiestructuradas con los padres de los parti-
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cipantes, así como por entrevistas mantenidas lios de las familias, y duraron por lo general unas
con ellos mismos que ya son adultos. Se con- 2 horas. Después de cada entrevista, el entrevis-
feccionaron protocolos de entrevistas para los tador registró también los principales temas y
padres y para los hijos. Las preguntas a los asuntos que surgieron durante la conversación.
padres se centraron en la descripción de la actual También se mantuvieron contactos telefónicos
vivienda del hijo, el empleo, cómo es un día típi- para aclarar las respuestas a algunas de las pre-
co, y que recordaran sus propias experiencias a guntas cuando pareció necesario. Quien realizó
la hora de criar a su hijo. Se les preguntó por el las entrevistas fue el investigador que había actua-
tipo de escolarización de su hijo a lo largo de los do además como director del proyecto inicial del
años, las oportunidades o contactos sociales, las programa de intervención temprana. Todas las
relaciones con sus hermanos. Cuáles fueron los entrevistas fueron registradas por audio y se hicie-
apoyos y los problemas, las alegrías y las triste- ron transcripciones escritas.
Pía
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Resultados
Madre: Fue como un diablo. ¿Recuerdas cuando fuis-
te la primera vez para bautizarte y el Pastor Field te
preguntó dónde vivía Jesús? Estuvo a punto de
excluirla. ¿Recuerdas lo que le dijiste?
Los resultados del estudio están agrupados en Hija: Eso fue hace mucho tiempo.
4 secciones. La primera describe los temas Madre. Así es. Le dice, "Vive en Washington (esta-
clave que surgieron a partir de las entrevistas a do)". Y voy yo: "¡Oh, no! No va a permitir que te bau-
padres, en relación con sus experiencias en la tices. ¡Pensará que no estás capacitada!". Y me
crianza de los hijos. En la segunda se informa quedé hundida en mi silla. Y ella se queda sentada
sobre los apoyos y servicios que las familias en su silla riéndose. Así, riéndose. Y él le dice:
"Debra, ¿de qué te ríes?" Y le contesta, "Porque te
identificaron como útiles. En la tercera, se resu-
hice una broma y te lo has tomado en serio".
men los tipos de centros educativos en los que
los chicos se ubicaron a lo largo de los años, Todos los hijos participaron plenamente en
en términos de grado de integración dentro de sus familias y todos los padres los describieron
los programas diseñados para alumnos ordina- como portadores de muchas cualidades positi-
rios. Por último, se da una visión de las vidas vas como son la amabilidad, el sentido del
actuales de los jóvenes, ya como adultos, y se humor, y la personalidad agradable.
analizan los factores que facilitan su indepen-
dencia y satisfacción personal.
Aspectos positivos sobre la crianza de
Percepciones y experiencias un hijo con síndrome de Down
de los padres También los padres aludieron espontáneamen-
te a los aspectos positivos de criar a sus hijos,
A los padres se les preguntó sobre sus expe- a pesar de que la mayoría había recibido som-
riencias en la crianza de sus hijos. Eran pre- bríos pronósticos cuando nacieron. Dijo una
guntas abiertas para que relataran sus mayo- madre: "No la veo como una carga, aunque me
res alegrías y tristezas, apoyos y problemas, las consume mucho tiempo. Pero también me lo
lecciones que aprendieron, y sus consejos a consumen los demás hijos mayores. Es una
otros padres en similares circunstancias. Los forma distinta de tiempo". Varios padres tam-
primeros temas que surgieron fueron las carac- bién señalaron que sus otros hijos resultaban
terísticas positivas de sus hijos, los aspectos más difíciles de educar que los que tenían sín-
positivos de criar a un niño con síndrome de drome de Down por causa de temas como las
Down, las tristezas y dificultades que encontra- drogas, o los embarazos no deseados, o sus
ron, sus esperanzas para con sus hijos. impaciencias.
Algunos destacaron que habían mejorado a
Características positivas de los hijos con partir de su experiencia en la crianza de un hijo
síndrome de Down con discapacidad. Por ejemplo, una madre
comentó: "me enseñó a no juzgar a los otros
Todos los padres comentaron de manera que son diferentes, y a encontrar más bien sus
espontánea sobre las características positivas cualidades".
de sus hijos. Se refirieron con frecuencia a su Mencionaron también que sus hijos habían
hijo como una "alegría" o una "bendición". enseñado a los demás. "Es un maestro", y
Como contó una madre: "Ha sido sin la menor "Marca la diferencia con mucha otra gente".
duda una bendición, una, y otra, y otra vez. Una madre lo verbalizó de esta manera: "se
Siempre tiene una actitud positiva. Me ha ense- nos ha colocado en una posición en la que
ñado lo que es el amor incondicional". Otra podemos realmente cambiar la mentalidad de
madre habló de su hijo como una delicia, y des- la gente. Fue muy claro y sobre eso no hay dis-
pués volviéndose a él dijo: "eres tan divertido y cusión". Otros padres contaron cómo sus hijos
de tan gran corazón". habían despertado expectativas específicamen-
Los padres mencionaron las actitudes posi- te en la comunidad médica. Por ejemplo, una
tivas de sus hijos, sus personalidades positivas madre recordó que el cardiocirujano de su hijo
y agradables, y su sentido del humor. Por ejem- mantuvo la foto del niño sobre su escritorio
plo, una madre comentó: "Ha adquirido un durante muchos años porque se había quedado
increíble sentido del humor. Y bromeará. Se ríe impresionado de que ese niñito hubiese supe-
desde las puntas de los pies. Tiene una risa rado sus expectativas y anduviera a los 16
contagiosa". Otra contó una anécdota divertida meses y se desarrollara tan bien.
en la iglesia: Muchos padres destacaron también la ale-
gría que habían experimentado cuando sus
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Alicia
hijos superaban los hitos de desarrollo: sentar- salud: "No hay nada que puedas hacer por él.
se, andar, controlar esfínteres, graduación en la No puedes controlar nada". Y añadía: "Llega-
escuela. Como lo contó una madre: "Cuando mos a una edad en la que casi todos tienen
empezó a andar, cuando fue a la escuela- doble hijos que se marchan. Y deberíamos estar en
alegría (de la que tuve con el otro hijo)". Lo que ese punto en el que podríamos por fin hacer
con los demás hijos se daba por descontado, cosas, pero no podemos". La familia había gas-
era motivo de orgullo con el hijo con síndrome tado literalmente todos sus recursos emocio-
de Down. nales y materiales para mantener a su hijo a lo
largo de 26 años.
Penas y dificultades en la crianza Algunas familias y sus hijos han experimen-
del hijo tado momentos de desaire o de ostracismo.
Una de las personas con síndrome de Down
Pero las experiencias y expectativas no fueron contó que se burlaban de ella porque era bajita
rosas de modo generalizado. Lo reflejaba una y le llamaban "cuatro ojos" [porque llevaba
madre: "Ha sido una de las mayores bendicio- gafas]. Otra comentó que se le había echado de
nes, pero también una de las mayores afliccio- la piscina de la comunidad y se le había dicho
nes que he tenido jamás". Un padre decía: que a "la gente retrasada" no se le permitía
"tener un handicap ha sido difícil para mí _ una estar allí. Una madre describió sus sentimien-
suerte de estigma. Es algo a lo que no me tos de rabia cuando, durante una fiesta de cum-
puedo acostumbrar". pleaños por su otro hijo, uno de los padres invi-
Las complicaciones médicas que algunos de tados: "Vaya, de haberlo sabido [que tenías un
los niños experimentan fueron motivo de inten- hijo con síndrome de Down], nunca hubiese per-
sa preocupación para algunos padres. Un niño, mitido venir a mi hijo". En otro caso, una madre
por ejemplo, tenía importantes problemas car- recordaba cómo un maestro obligó a su hijo a
díacos y otros de salud que ponían su vida en mirarse en un espejo y le dijo: "Mira, te estás
peligro. Su padre contaba su propia pena y frus- riendo... No eres serio... No eres listo". Esta
tración en relación con estos problemas de madre se sentía furiosa de que su hijo hubiese
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sido abusado emocionalmente por su tenden- do fue el modo en que empleaban su tiempo
cia a sonreír casi continuamente, y lo denunció libre o de entretenimiento. La mayoría contó
a la escuela. que pasaban largas horas viendo la televisión o
Otra fuente importante de preocupación y películas, o en juegos por ordenador, o hacien-
de frustración expresada de manera universal do puzzles. Realizaban las actividades princi-
fue la falta de servicios y apoyos para los adul- palmente en solitario.
tos cuando sus hijos alcanzaban los 21 años. Otro asunto crucial que los padres presen-
Esta preocupación se concretaba en los comen- taron fue el de la imposibilidad de los hijos para
tarios siguientes: "El problema mayor vino des- realizar actividades de los demás adultos,
pués de la etapa escolar... ése fue el punto como el conducir, casarse, llevar una familia.
más crítico" y "como su cumpleaños es en Por ejemplo, una madre recordó: "James siem-
octubre, en realidad pasó al programa de tran- pre ha querido conducir… Y hemos tenido que
sición a los 22 años. Pero ahí se acabó todo". decirle simplemente que las personas con dis-
Una vez que los chicos terminaron los progra- capacidad no siempre consiguen el permiso de
mas de las escuelas públicas, los padres nota- conducir". A cambio, la familia le compró un 4-
ron que había muy poco que ofrecerles, y que el ruedas y le dio oportunidades para que experi-
gran peso recaía ahora sobre ellos, para bus- mentara lo que es conducir. Para otros, el tema
car, identificar y poner en marcha servicios. del matrimonio y la familia cobró mucha impor-
Algunos comentarios: "[después de la escuela] tancia. Varios adultos con síndrome de Down
Dependes mucho de ti mismo. Pasa a ser tu expresaron su deseo de casarse algún día, y
responsabilidad". Y "Eres tú la que tienes que una madre afirmó: "tener esa gran boda. Y
encontrarlo, que es lo triste. No encuentras a quiero que la tenga". Otra madre lamentó su
nadie que te diga de qué puedes disponer". Las decepción "porque su hijo no pudiera casarse y
mayores preocupaciones y tareas para estos darle nietos".
padres se centraron en encontrar y planificar Un último problema se centró sobre los
oportunidades de trabajo y vivienda para sus miembros de la familia que deseaban reclamar
hijos adultos. Algunos padres se habían aso- sus propias vidas. Algunos padres comentaron
ciado con otras familias o con servicios comu- sobre su aislamiento social, preocupaciones
nitarios para desarrollar soluciones apropiadas financieras, y la falta de tiempo. Una madre
en sus respectivas comunidades. describió el sacrificio de su familia como "nues-
Los padres también comentaron sobre las tro crucero, nuestra casa, nuestro barco… de
vidas de sus hijos como adultos. A menudo Adam. Ya sabe, durante años, nos reímos por-
hablaron de la incapacidad de su hijo para que cada vez que recibíamos una retribución,
alcanzar muchas de las características de una sería para Adam". Pero lo afirmaba sin resenti-
vida adulta e independiente. Una consideración miento y decía que volvería hacerlo una y otra
importante fue la pobre red social de los adul- vez. Otra madre reflejaba su actual situación y
tos con síndrome de Down. Ésta fue una cons- decía: "Mi sueño ahora es que no tenga que
tante preocupación en cada individuo de la estar tan implicada". Muchos esperaban que
muestra. Varios disponían de algunas oportuni- conforme sus hijos se fueran haciendo adultos,
dades sociales en sus respectivas parroquias o pudiesen asumir más independencia y ganar en
en grupos comunitarios para personas con dis- seguridad a largo plazo.
capacidad intelectual. Dos eran novios y su
novio/novia tenía también discapacidad. Otros Esperanzas de los padres para
habían tenido citas en ocasiones especiales con sus hijos
como las fiestas de fin de curso. Sin embargo,
para la mayoría, su esfera social se limitaba a Los padres expresaron sus esperanzas y expec-
los miembros de su familia. tativas de que sus hijos, como adultos, fuesen
Los padres indicaron que el momento clave felices, tuvieran amigos y conexiones sociales,
o declive en los contactos sociales de los hijos tener un empleo digno, vivir de manera inde-
se iniciaba al final de la escuela primaria o en pendiente y disfrutar de una vida con calidad.
la secundaria. Una madre comentó sobre su Una madre afirmó: "Simplemente quiero que
hija: "Nunca ha podido encajar en un estamen- se sienta feliz y llena". Mostró su preocupación
to determinado… Lo triste fue cuando las niñas sobre los temas del trabajo, la higiene, y dijo:
[de su clase] empezaron a distanciarse real- "Son esas cosas pequeñas que a veces te van
mente de ella. Porque hasta entonces había erosionando un poco".
sido invitada a todas las fiestas de cumplea-
ños, o a quedarse a dormir… Y después… sim-
plemente la dejaron sola. Otro tema relaciona-
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Importancia de la participación en la
intervención temprana
Todos los padres de la muestra señalaron a los
servicios de intervención temprana como uno
de los apoyos más importantes que habían
recibido. Las familias destacaron varios aspec-
tos. En primer lugar, y quizá lo más importante,
el tipo de servicios de intervención temprana
en este programa parecía estimular en los
padres sus sentimientos de eficacia y compe-
tencia. Una madre lo expresó así: "lo que los
padres hacen es realmente crítico [enseñar al
hijo a andar, a hablar, etc.]". Otros dijeron: "Me
dieron fuerza" y "Sentí como que estaba
haciendo algo". Otra madre resumió sus expe-
Ariana
ría estuvo en clases especiales, algunos con que ¿sabes? Me avergüenza ser discapacita-
cursos o actividades en integración. do". Y la hija replicó: " Ya lo creo. Es duro real-
Discusión
hogar protegido a los 7 años porque sus padres
pensaron que no eran capaces de criarla, aun-
que permanecieron vinculados e implicados
activamente en su vida. Tenía problemas de Estos jóvenes habían nacido entre 1974 y
conducta y gran limitación de habla. La otra per- 1976. En esa época, importantes publicacio-
sona había sufrido problemas cardíacos graves nes sobre el síndrome de Down exponían un
a lo largo de la vida y tuvo una trombosis cere- sombrío pronóstico para el desarrollo y calidad
bral hacía unos años; sus actividades y habili- de vida de estas personas. Tanto en la prensa
dades eran muy limitadas, en su lucha diaria ordinaria como en los trabajos de investigación,
por sobrevivir. se cargaba el acento en el grado del retraso, en
Nueve de las personas fueron capaces de los estereotipos conductuales y psicológicos y
participar en la entrevista. Describieron sus en los temas relacionados con el "manejo" de
actividades típicas diarias incluidas sus situa- las personas con síndrome de Down. En una
ciones de empleo, qué querían hacer, sus acti- publicación de investigación preparada para
vidades sociales y demás facetas de su vida describir la literatura relacionada con la con-
diaria. Muchos hacían deporte o ejercicio que ducta, el síndrome de Down era caracterizado
incluía los Special Olympics y programas en como una condición "que tenía limitaciones
clubs deportivos. Muchos afirmaron que les intrínsecas del crecimiento intelectual, dictadas
gustaba ver la televisión. Algunos participaban probablemente por acontecimientos biogéni-
en actividades sociales en su comunidad, ofre- cos" (Gibson, 1978, pp. 33-34). Estos niños,
cidas principalmente por organizaciones religio- pues, nacían en un mundo que abrigaba muy
sas o especiales para personas con discapaci- bajas expectativas para su crecimiento y desa-
dad. rrollo. A más de la mitad de las familias se les
La mayoría de las personas parecían ser aconsejó que institucionalizaran a su hijo cuan-
conscientes de su discapacidad y varias habla- do nació el niño. Una madre contó: "Se me dijo
ron de sus interacciones con el público. Uno que la niña no alcanzaría nada _ será un vege-
contó que algunas personas se habían burlado tal y tendrá que institucionalizarla cuando tenga
de ella en el trabajo por su baja estatura. Dijo: 12 años".
"Los ignoré _ las cosas grandes [buenas] vie- A pesar de estas bajas expectativas y de los
nen en paquetes pequeños". Otro joven comen- problemas que los padres encontraron cuando
tó que se le quedaban mirando y es que _ dijo sus hijos nacieron, la mayoría llegó a recibir
_ "se me quedaban mirando porque no me educación pública en las escuelas de su distri-
conocían". Una madre describió la conversa- to, a menudo en situación de integración. Ya
ción entre su hija y una amiga de su hija que como jóvenes adultos, muchas de estas perso-
también tenía discapacidad. La amiga dijo: " Es nas consiguieron empleo y son capaces de vivir
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21 años. El único factor constante, sin embar- seguir un determinado crecimiento en su desa-
go, fue la necesidad de los padres de perma- rrollo y en sus oportunidades. En lo más esen-
necer como elemento reivindicador para forzar cial, sin embargo, son sus padres y la impor-
al sistema y conseguir servicios. La mayoría de tancia de su contexto familiar la clave de su
los padres confesaron que confiaban en su desarrollo. Estas personas _ y especialmente
capacidad para hacerlo y en sus habilidades las madres _ han servido como abogadas infa-
para enseñar a sus hijos. Sin embargo, también tigables, buscadoras de información y de apo-
suspiraban por el día en que no tuviesen que yos para sus hijos. Como lo reflejan en sus tes-
estar tan implicados en la vida de su hijo y en timonios, lo hacen confiadas en su propia capa-
asegurarle los servicios y apoyos necesarios. cidad para conseguir el cambio. La mayoría des-
Los efectos positivos de este crecimiento cribió el compromiso y el tiempo que ello supu-
de los padres como defensores y maestros de so y expresó su satisfacción por lo que habían
sus hijos son evidentes cuando se contempla al conseguido. Como lo reflejó una madre: "Mis
hijo como una persona adulta. Los resultados sueños se han hecho realidad… Vive indepen-
de su desarrollo reflejan las transacciones en dientemente. Sabe cuidarse de sí mismo. Tiene
sus vidas (Sameroff y Fiese, 1990) y la impor- un trabajo". Y siguió describiendo sus esperan-
tancia que cobra el contexto familiar en las zas y su esfuerzo animoso para con su hijo:
variaciones individuales (Hauser-Cram y col., "Eddie tenía este librito The Little Train Who
1999). Cier tamente, las historias Could. Solía leerlo. Y muchos años después, yo
biológico/médicas y de salud han interactuado diría: "Acuérdate, Eddie. Creo que puedo. Creo
con sus ambientes educativos y comunitarios y que puedo". Y el pequeño tren subió hasta la
con las situaciones de cada familia, para con- colina".
Agradecimiento
Este trabajo ha sido traducido con autorización de la revista Infants and Young Children, 16(4): 354-365, 2003.
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