Una visión holística del mundo desde la perspectiva de la física

El ser humano por naturaleza siempre intenta buscar explicaciones antes los miles de

interrogantes que pueden surgir en el transcurso de la historia, es por esto por lo que filósofos y

científicos han desarrollado diversas teorías que buscan explicar el funcionamiento del mundo

desde diferentes puntos de vista. La física como ciencia también busca explicar fenómenos

naturales, entre estos la evolución del pensamiento humano, mediante el estudio de las

propiedades de la materia y la energía. Ahora bien, existe un enfoque holístico desde el cual se

observa la realidad como un todo para explicar esta evolución de los procesos en el pensamiento.

Por tal motivo, se revisarán los aspectos mas relevantes de diferentes modelos históricos como el

dogmatismo religioso de la Edad Media, el modelo clásico liderado por las ideas de Descarte,

para finalmente dar con la Teoría de la Relatividad de Einstein y sus descubrimientos en el

campo cuántico.

Para comenzar, se puede pensar acerca de la forma en la que el ser humano comprende su

entorno, recibiendo la información procedente de este y del universo en el que se encuentra, para

posteriormente analizarla y utilizarla para generar una interpretación del entorno ya sea de forma

directa o indirecta. En cualquier caso, el ser humano se encarga de construir modelos o teorías de

la realidad observada basándose en las interacciones realizadas con su entorno. Algunas de estas

teorías son la aplicación de Cálculo a la Física (Newton), la Evolución de las Especies de Darwin

y la Teoría de la Relatividad de Einstein, entre muchas más. Todas estas teorías sumadas a los

diferentes descubrimientos y avances científicos permiten reorganizar la forma en la que se ven

las cosas, esto ocasionado por el deseo de explicar los sucesos que ocurren en el entorno y en el

universo conocido. No obstante, aunque sea natural encontrar nuevos modelos o teorías que

permitan explicar cualquier paradigma, existe cierto rechazo o miedo cuando se intenta
introducir nuevas formas de explicar el funcionamiento del universo. Por esta razón, cada

persona decide apropiarse de un paradigma que se ajuste a sus ideales y forma de pensar. Sin

embargo, el camino ideal es el de encontrar el paradigma que mejor se ajuste a cada suceso o que

permita interpretarlo de forma adecuada generando la menor cantidad de conflictos de interés.

Ahora bien, en la Edad Media el conocimiento científico era dominado en su mayoría por

la iglesia, siendo esta misma quien determinaba casi siempre de manera subjetiva las ideas que

eran validas y que se le podía transmitir al pueblo y también las que no podrían ser mencionadas

pues entre otras cosas podrían llevar al pueblo a revelarse contra la iglesia en su ansia de

aprender conocimientos nuevos, es por esto que muchos de los descubrimientos realizados en

esta época tuvieron que callarse y ocultarse durante muchos años, perdiéndose algunos en el

camino, hasta que iglesia perdió su soberanía sobre el pensamiento humano. Por otra parte, la

época clásica desplazó la visión medieval mediante la implementación del pensamiento lineal en

el que se combinaron el escepticismo, con el análisis de la división del todo en pequeñas partes

que permitieran su fácil comprensión. Por otro lado, a finales del siglo 19 no hubo ningún

cambio radical en el pensamiento de los científicos. Todo lo anterior permite señalar que el

principal aporte Occidental relacionado con el pensamiento de la humanidad fue observar el

funcionamiento del universo con el uso de los sentidos y la razón, ignorando cualquier otra

forma de interpretación.

Por otra parte, en la época de la Teoría de la Relatividad estaba comenzando a cambiar la

visión del universo determinista, exacto y ordenado que había legado el modelo clásico, y con la

aparición de la física cuántica sumado al Principio de Incertidumbre de Heisenberg se considera

que el entorno influye en las propiedades de lo observado. Este nuevo paradigma científico se

centraba en los sistemas y en sus relaciones fundamentado en la cuántica que estudiaba las
partículas y su interacción entre ellas. Es por esto que la percepción lineal del pensamiento

occidental comienza a verse derrotada al darse cuenta de que los procesos son holísticos, esto

quiere decir un sistema se observa desde la totalidad de sus elementos en conjunto en lugar de

revisar cada uno de sus componentes.

Con este nuevo afán de buscar alternativas que produjeran conocimientos, aparece la

visión holística con su enfoque integral, en el que adoptan ciertas características espirituales que

consideran la conciencia no solo como un conjunto de objetos si no como una comunidad de

sujetos. Este pensamiento se plantea para superar lo establecido por el dogmatismo religioso y el

pensamiento clásico, apoyándose en las tendencias científicas que ahondan en la interrelación de

los elementos y no en sus propiedades.

En definitiva, son varios los modelos que han intentado explicar el funcionamiento del

pensamiento humano a lo largo de la historia, pasando desde un modelo inicial donde la verdad

absoluta la ejercía un organismo religioso, a un modelo donde se podía explicar un todo

pensando en el funcionamiento de cada una de sus partes para finalmente llegar al pensamiento

holístico que rechazaba sus antecesores y analiza el universo como un todo contemplando

mediante su enfoque integral al universo como una comunidad de sujetos.

Finalmente, estos modelos que explican el pensamiento humano permitieron al hombre

de la época aumentar sus conocimientos a medida que avanzaba el tiempo, dejando atrás

métodos, modelos, teorías y herramientas, con el objetivo de construir nuevas formas del

pensamiento que permitieran explicar mejor el funcionamiento del universo, generando por

consiguiente una concepción de la realidad que se acerca cada vez más a la verdad absoluta del

universo. Solamente queda esperar que los nuevos modelos científicos permitan al hombre seguir

gozando de su libertad de expresión y pensamiento, aumentando expectativas sin temor a volver

a caer, como en los tiempos medievales en una ignorancia controlada por quien tenía el poder

indiscutible.