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El cambio de nombre y el cambio de sexo

DEDICATORIA

1
El cambio de nombre y el cambio de sexo

OBJETIVOS

2
El cambio de nombre y el cambio de sexo

3
El cambio de nombre y el cambio de sexo

INTRODUCCIÓN

4
El cambio de nombre y el cambio de sexo

OBJETIVOS 2

INTRODUCCIÓN 3

PARTE I
ASPECTOS SUSTANCIALES

CAPITULO I
DERECHO A LA IDENTIDAD PERSONAL

1. El principio de dignidad como marco conceptual necesario 7


2. Creación jurisprudencial y doctrinaria de la identidad personal 8

3. El derecho a la identidad personal en el Perú 9


4. Definiciones doctrinarias del derecho a la identidad 11

CAPITULO II
CAMBIO DE NOMBRE EN CÓDIGO CIVIL DE 1984
1. El nombre: ¿derecho autónomo o manifestación del derecho a la identidad
personal? 13
2. El nombre 13
3. El cambio de nombre 15
4. Límite a los efectos del cambio o adición del nombre 18

5
El cambio de nombre y el cambio de sexo
CAPITULO III
EL CAMBIO DE SEXO
1. Cambio de sexo 21
1.1. Aspectos generales: 23

1.2. Antecedentes históricos del transexualismo: 23


1.3. Teorías sobre el origen de la transexualidad: 27
A. La Teoría del Tribunal Europeo de Derechos Humanos o teoría biológica:
28
B. La teoría de la biogénesis de la transexualidad: 30
C. La teoría psicológica o psicoambiental: 31
1.4. La transexualidad-aspectos conceptuales: 32
1.5. La transexualidad y otros estados intersexuales: 35
2. El cambio de sexo y su implicancia jurídica 38
2.1. Posición contraria al cambio de nombre y sexo: 41
2.2. La posición a favor del cambio de sexo y nombre: 42
3. Cambio de sexo en el ordenamiento jurídico nacional 43
3.1. Marco constitucional 43
3.2. Código Civil de 1984 45

PARTES II
ASPECTOS PROCESALES

1. La vía Procesal Civil 47


2. La vía Procesal Constitucional 52

PARTE III
JURISPRUDENCIA
1. El cambio de nombre y de sexo en la jurisprudencia peruana 53
1.1. Casos emblemáticos sobre cambio de nombre de transexuales,
tramitados en el Poder Judicial: 53
A. Caso del ciudadano peruano operado en Estados Unidos 53
• Introducción 53

6
El cambio de nombre y el cambio de sexo
• Fundamentos de hecho y de derecho de la sentencia 53
B. El caso de Jean Paul Madrid Ruiz 54
• Introducción 54
• Fundamentos de Hecho y de Derecho de la sentencia: 56
C. El caso de José Antonio Ubillus López 61

• Introducción: 61
• Fundamentos de hecho y de derecho de la sentencia: 61
D. Caso del señor Jorge Luis que demandó para cambiar de
Nombre por el de Pamela Estela 64
• Introducción 64
• Análisis del caso 65
1.2. Diversidad sexual en la sentencias del Tribunal Constitucional: 69
A. El caso de Karen Mañuca Quiroz Cabanillas 69

• Introducción 69
• Antecedentes 69
• Fundamentos de hecho y de derecho de la sentencia 72

CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA

7
El cambio de nombre y el cambio de sexo

PARTE I

ASPECTOS SUSTANCIALES

CAPITULO I

DERECHO A LA IDENTIDAD PERSONAL

5. El principio derecho de dignidad como marco conceptual necesario

Conforme a la Constitución Política del Perú, la dignidad del ser humano no


solo representa el valor supremo que justifica la existencia del Estado y de
los objetivos que este cumple, sino que se constituye como el fundamento
esencial de todos los derechos que, con calidad de fundamentales, habilita
el ordenamiento.

Así tenemos que en el artículo 1º queda puesta de manifiesto dicha


orientación y vocación a favor de un reconocimiento pleno de los derechos
del hombre al señalarse que: “La defensa de la persona humana y el
respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del
Estado”, enunciado que se ve fortalecido con lo dispuesto en el artículo 3º
de la norma fundamental, en el cual se dispone que “La enumeración de
los derechos establecidos (…) no excluye los demás que la

8
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga que se fundan
en la dignidad del hombre (…)1

En tal sentido, dada la innegable y esencial correlación existente entre la


dignidad humana y el conjunto de derechos fundamentales del hombre,
corresponde otorgar un contenido específico a todos y cada uno de los
derechos en juego, como el derecho a la identidad, el derecho al nombre,
entendidos ellos como atributos indispensables para el desarrollo pleno,
libre y cabal del proyecto de vida de cualquier persona, para posteriormente
encontrar la relación existente entre ellos.

6. Creación jurisprudencial y doctrinaria del derecho a la identidad


personal

El derecho a la identidad se precisa y desarrolla en la década de los años


ochenta del siglo XX, siendo importante la contribución doctrinaria y
jurisprudencia Italiana. Al respecto, se debe tener en cuenta, como
elementos precursores, la Ley Sueca de 1972, Alemana de 1980 e Italiana
1982 sobre adecuación de genitales al sexo psicológico, es decir, al sentido
y vivido por el transexual-. En tales disposiciones se plantea implícitamente
el problema de la identidad personal en el ámbito de la sexualidad, tema
que será abordado en el siguiente capítulo de la presente investigación.

Los tratadistas reconocen y destacan el papel determinante que ha


correspondido a la jurisprudencia, en cuanto a la paulatina y controvertida
elaboración jurídica del derecho a la identidad personal. Ello ha motivado
que se le considere como un derecho jurisprudencial en cuanto surge de los
hechos concretos y de las decisiones de la jurisprudencia, más que el
aporte de la doctrina, al menos en el primer tramo de su creación histórica.
Para corroborar lo dicho es suficiente referirse al histórico fallo del pretor de
roma, de 6 de mayo de 1974, en el que se establece, con nitidez y
autonomía conceptual, un nuevo derecho subjetivo.
1
Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente Nº 2273-2005-PHC/TC. Fundamento 5.

9
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Refiriéndose a la identidad personal, se considero en la sentencia que se
había lesionado un interés existencial que, si bien no se hallaba
expresamente regulado por el ordenamiento jurídico, se sustentaba en una
clausula general de rango constitucional, por ello digno de ser tutelado por
el derecho.

Dicho fallo, presenta por primera vez al derecho a la identidad con


autonomía respecto de cualquier otro específico derecho de la
personalidad; asimismo se reconoce el derecho de cada uno a que no se le
desconozcan sus propias acciones y también a que no se le atribuya la
paternidad de acciones que no le son propias, es decir, se sostiene el
derecho de la persona a no ser alterada de la propia personalidad
individual.

Posteriormente, en 1985, la corte suprema de Italia, delimita


conceptualmente el derecho a la identidad, en un fallo que es importante
reiterar por ser la mas completa definición que sobre el derecho a la
identidad personal se había producido hasta ese entonces2.

7. El derecho a la identidad personal en el Perú

Dicho derecho se encuentra previsto en el inciso 1 del artículo 2º de la


Constitución Política vigente. En el caso específico del Perú, su regulación a
nivel constitucional se inició con el texto de 1979, al considerarse en el
inciso 1 del artículo 2º, el reconocimiento del derecho a tener un nombre
propio, a partir del cual comenzó a construirse el concepto de identidad
personal.

Como veremos más adelante, el derecho al nombre, como el derecho a la


identidad personal, son categorías que si bien se encuentran íntimamente
relacionadas, poseen, ambas y por separado, un contenido autónomo.

2
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. “Derecho a la identidad Personal”. Editorial ASTREA. Buenos Aires. 1990. Pág.
1260.

10
El cambio de nombre y el cambio de sexo
La identidad personal es un derecho de configuración binaria consistente en
la autoconciencia que el individuo tiene de sí mismo como un ser único y
diferente de sus congéneres. Ello quiere decir que cada persona posee
signos distintivos de tipo formal y sustancial (jurídicos, ideológicos y
conductuales) que la hace distinta a los demás, al margen de características
de orden social, cultural, natural, que son comunes a todos los miembros de
la especie humana (la libertad, la racionalidad, la sociabilidad) y a todos los
miembros de una comunidad social y política (un pasado, una historia, una
lengua común). En tal sentido, el derecho a la identidad personal puede ser
visto desde un plano formal o de inscripción registral y desde un plano
sustancial o de digitabilidad social.

a) Desde un punto de vista formal, el derecho a la identidad


personal implica el derecho del cual goza todo individuo a la
individualización de la persona a través de signos jurídicos que los
distinguen como puede ser el nombre o el seudónimo. En sentido
estricto, hace alusión a la identificación del individuo por lo
consignado o consignable registralmente. En ese entendido, de
manera aproximativa podemos decir que el nombre como signo
formal de identidad no hace sino consignar una expresión idiomática
que designa, reconoce y diferencia a una persona de otra3

b) Desde el punto de vista sustancial o material el derecho a la


identidad implica el respeto por el conjunto de características que
distinguen a la persona en el campo de las creencias, las actitudes,
los valores, los comportamientos propios. Es decir, el respeto por el
conjunto de características que todo ser humano posee y que
proyecta hacia la esfera pública, atributos que le permiten
relacionarse con los miembros de su comunidad, con una esencia
propia que lo diferencia e individualiza, haciendo de él un sujeto que

3
GARCÍA TOMA, Víctor. “Los Derechos Fundamentales en el Perú”. Lima. Jurista Editores. Pág. 98

11
El cambio de nombre y el cambio de sexo
forma parte de un todo, en este caso la comunidad, pero titular de
atributos que los particularizan.

Esto resulta ser de una importancia fundamental ya que en la persona


humana subyace un evidente e insoslayable interés coexistencia para que
se le reconozca socialmente en todo cuanto ella “es”, exigiendo el respeto
por su verdad personal; es decir, que no se desnaturalicen todos y cada uno
de sus atributos y características de lo que constituye su propio perfil
cultural4

8. Definiciones doctrinarias del derecho a la identidad

Al respecto, ENRIQUE BERNALES BALLESTEROS5, refiere: “La identidad


es, así un fenómeno complejo que comprende diversos elementos de
identificación, todos importantes para el desenvolvimiento individual y de la
vida en sociedad de a persona”

Por su parte, el maestro peruano CARLOS FERNANDEZ SESSAREGO, al


fundamentar el supuesto iusfilosofico del derecho a la identidad, precisa:
“que ninguna teoría filosófica que se formule sobre el hombre es capaz de
comprender ni explicar total y absolutamente su dimensión existencial. Es
que el hombre es un misterio no disipado, sobre el cual ninguna ideología
ha ofrecido una respuesta totalmente satisfactoria”. Aproximarse a ese
misterio, preguntarse por el ser-ahí del hombre, buscar que es y cómo es un
ente, es acercarse al concepto de la identidad personal, pues ente es,
también aquello que somos nosotros mismos y la manera de serlo.

Sobre este tema ilustra MONTAIGNER6 que: “Todos los datos científicos de
los que disponemos en la actualidad indican que la gran complejidad de los
4
FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. “Derecho a la identidad personal”. Buenos Aires. Astrea Editores. Pag 98
5
BERNALES BALLESTEROS, Enrique. “la constitución de 1993: análisis comparado”, 4º Edición. Editora RAO. 1988.
Pag.144.
6
MONTAIGNER, Luc. “viva la reproducción natural, clarín, en www.elclarin.com.ar.

12
El cambio de nombre y el cambio de sexo
seres vivos, entre ellos el hombre, derivan, a partir del origen de la vida en
la Tierra, de la acumulación progresiva de modificaciones en los planos
moleculares y supramoleculares. Todas estas modificaciones fueron
memorizadas en un banco de datos cuyo código es único en todos los
seres vivos y esta cifrado en filamentos moleculares de gran extensión, el
ADN de los cromosomas”. Este dato científico confirma lo que se repite
desde todos los credos e ideologías: que la persona es única e irrepetible,
de allí el drama sobre el hombre duplicado, y que vislumbramos todos frente
a la mera idea de la clonación humana, es decir si no pudiéramos ser
reconocidos como una persona diferente de las demás. Es que es esencial
a la identidad, poder diferenciarnos de todos, por ello decimos que sin
identificación no hay identidad, por lo tanto, se tiene derecho a esa
identificación, de allí que el derecho nos adjudique atributos, tales como un
nombre, un estado civil, un sexo, emplazamiento familiar, en suma una
identidad7.

7
Cada persona elabora su proyecto de vida, único e intransferible, cuya realización comporta la definición de una
determinada personalidad; todo ello le confiere al hombre una especial dignidad dentro de los seres de la naturaleza, la
dignidad de ser uno mismo una cierta persona.

13
El cambio de nombre y el cambio de sexo

CAPITULO II

CAMBIO DE NOMBRE EN CÓDIGO CIVIL DE 1984

5. El nombre: ¿derecho autónomo o manifestación del derecho a la


identidad personal?

Teniendo como referencia lo señalado en párrafos anteriores, somos de los


que piensan que el nombre no es sino la manifestación o concreción del
derecho a la identidad en su dimensión formal o registral. Es decir, el
nombre no puede ser visto como un derecho autónomo e independiente del
derecho a la identidad personal sino como una categoría que desarrolla y
concretiza a este derecho.

6. El nombre

El nombre como categoría conceptual ha dio evolucionando con el correr de


los años. Así, en el inicio de los tiempos, el pronombre o nombre bautismal
(se puede apreciar en esta expresión la influencia que el cristianismo tuvo
en la confección de categorías a nivel del derecho romano), se derivó del
vocablo latino prenom , que era empleado por los antiguos ciudadanos de
Roma para referirse al vocablo identificatorio antepuesto al término
denominativo e identificador de una familia.

14
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Posteriormente, y debido al crecimiento de la densidad demográfica, el uso
del apellido surgió ante la necesidad de identificar a la persona por el tronco
de filiación, la ocupación o su adscripción de un determinado feudo o
territorio. En nuestro tiempo, el apellido supone la designación común que
tienen los miembros de una misma familia o estirpe.
Según Fernández Sessarego, el nombre es "la "expresión visible y social”
mediante el cual se identifica e individualiza a la persona en sociedad, por
lo que adquiere singular importancia dentro de los derechos de las
personas."8

El nombre tiene dos elementos: el Prenombre y los Apellidos. El


Prenombre es el elemento individual, característico del sujeto, libre de toda
vinculación preestablecida y es elegido por quienes tienen la facultad de
imponerlo al recién nacido, que generalmente son sus progenitores.
También se le conoce como "nombre de pila" o "de bautismo", y como
ejemplos de estos se pueden citar a: Juan, Manuel, Carlos, etc.

Mediante el artículo 33 del Decreto Supremo No. 015-98-PCM (23.04.98) se


establecieron límites a la elección de los prenombres de las personas, los
que, entre otros, estuvieron referidos al impedimento de asignar
prenombres inapropiados, extravagantes, ridículos o contrarios al orden
público o a las buenas costumbres (Ej. Neurona, Aerolito) Asimismo, este
decreto estableció la prohibición de asignar más de dos pronombres a una
persona, tales como, por ejemplo, Juan Carlos Alberto.9

Sin embargo, el artículo precisado en el párrafo anterior fue derogado


mediante el Decreto Supremo No. 016-98-PCM, pues generó fuertes

8
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. "Derecho de las Personas". Cultural Cuzco S.A. Editores. ". 5/e 1992. Pág. 80.
9
En efecto, en el artículo 33 del Decreto Supremo 015-98-PCM, Reglamento de la Ley de Inscripciones de Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil, se prescribió lo siguiente: "La persona no podrá tener más de dos
pronombres. No podrán ponerse prenombres que por sí mismos o en combinación con los apellidos resulten
extravagantes, ridículos, irreverentes, contrarios a la dignidad o al honor de las personas, así como al orden público o a
las buenas costumbres, que expresen o signifiquen tendencias ideológicas, políticas o filosóficas, que susciten
equívocos respecto del sexo de la persona a quien se pretende poner, o apellidos como prenombres"

15
El cambio de nombre y el cambio de sexo
críticas de diferentes sectores de la población, derogación que no ha sido
aceptada por un considerable sector de la doctrina, por considerar que el
derecho y la ley no pueden mantenerse impasibles frente al hecho de que
existan padres que de modo irreflexivo e irresponsable decidan ponerles a
sus hijos nombres arbitrarios, claramente lesivos a su dignidad y a sus
posibilidades de un desarrollo sin mortificaciones ni inconvenientes.10

El Apellido es la designación común de una estirpe y permite distinguir la


filiación y el parentesco de las personas. Como ejemplos de apellidos se
tiene a Pérez, Quispe, Carranza, etc. A diferencia de lo que sucede con el
nombre, los apellidos no podrán ser asignados libre y arbitrariamente, con la
excepción contemplada en el artículo 23 del Código Civil, según el cual: “El
recién nacido cuyos progenitores son desconocidos debe ser
inscritos con el nombre adecuado que le asigne el Registrador del
Estado Civil.”

7. El cambio de nombre

En el artículo 29 del Código Civil vigente se ha expresado lo siguiente:


"Nadie puede cambiar su nombre ni hacerle adiciones, salvo por
motivos justificados y mediante autorización judicial, debidamente
publicada e inscrita. El cambio o adición del nombre alcanza, si fuere
el caso, al cónyuge y a los hijos menores de edad."

Este artículo se justifica en la propia naturaleza jurídica del nombre, es


decir, en su función individualizadora (FERNÁNDEZ SESSAREGO). De ahí
que la regla general sea no cambiar el nombre de la persona ni hacerle
adiciones o sustituciones, ya que de lo contrario se desvirtuaría dicha
función.

10
Revista Diálogo con la Jurisprudencia. Año 9, número 59, agosto del 2003. Pág. 295.

16
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Una vez que se asigna una cierta denominación a cada individuo, surge la
necesidad de que éste conserve el nombre dado. Su eventual modificación
podría generar confusión e impediría la identificación de la persona. De ahí
que el titular tenga también el deber de mantener la designación que le
corresponde11

Por ello, como regla general se ha establecido que nadie puede cambiar su
nombre ni hacerle adiciones. Sin embargo, existe una excepción, la misma
que se presenta cuando existan motivos justificados y se haga mediante
autorización judicial, publicada e inscrita.

¿Cuándo estamos frente a un motivo justificado?

No se mencionan en el artículo 29 las reglas para determinar cuándo un


motivo es o no justificado. El Código Civil, nuevamente, deja a criterio del
juez la determinación del concepto de "motivo justificado". FERNÁNDEZ
SESSAREGO al respecto señala: "Se ha preferido no enumerar las
situaciones concretas y de excepción que pueden motivar,
fundamentalmente, la alteración del nombre, por considerarse que ello es
inconveniente -por lo menos a nivel de un Código- en razón de la diversidad
de casos que se presentan o pueden presentarse en la vida real, lo que
hace muy difícil la tarea de inventariarlos en su totalidad. La taxativa
indicación de dichos casos correría, por tanto, el grave riesgo de omitir
alguna circunstancia que, justificadamente, generaría una acción tendiente
al cambio del nombre".

Por su parte, LEÓN BARANDIARÁN menciona que, "si el apellido


representa una palabra de significación grosera, inmoral o ridícula, se
justifica el cambio del nombre". Algunos ejemplos de motivos justificados
han sido ~que la persona tiene como homónimo a un delincuente; o que su
nombre tiene o puede llegar a tener un significado deshonroso o sarcástico
en el idioma; o que esa persona ha sufrido una situación particular de vida
11
VEGA MERE, Yuri. Revista "Diálogo con la Jurisprudencia". Tomo I. (Versión digital)

17
El cambio de nombre y el cambio de sexo
en la que se ha hecho notoria con su nombre para mal y quiere cambiarlo
(...)" (RUBIO CORREA); o "cuando el nombre (...) no cumple o ha dejado de
cumplir su inherente función individualizadora, sea contrario al orden
público, a las buenas costumbres o a la dignidad de la persona; (...) o sea
'ofensivo al sentimiento cívico, religioso o moral de la comunidad"
(FERNÁNDEl SESSAREGO). Podríamos agregar cuando simplemente
existen errores materiales en la inscripción del nombre y se desea corregir
dichos errores, o tal vez traducir el nombre -cuando se trate de uno en
lengua extranjera- a la lengua nacional pues de lo contrario se dificultaría la
pronunciación o escritura del mismo. Cuando sea necesario hacer
rectificaciones por errores materiales, el registrador podrá proceder de
oficio.

Se mencionan algunos ejemplos de motivos justificados para el cambio de


nombre: Así tenemos por ejemplo, el caso que una persona tendría un
motivo justificado para realizar un cambio de nombre, cuando se le ha
asignado uno que sea extravagante, ridículo, que sea móvil para la burla de
terceras personas, con la consiguiente afectación de su tranquilidad y
bienestar.

Así mismo, creemos que sería procedente el cambio de nombre de una


persona que es homónima de un avezado y famoso delincuente o de
persona que ha sufrido escarnio público, que le impide realizar normalmente
sus actividades cotidianas, por las continuas discriminaciones o temores de
la que es víctima.

En otro caso surge la interrogante: ¿Es posible sostener que


constituye motivo justificado para el cambio de nombre el pertenecer
al sexo opuesto, sea por inclinaciones psicológicas o por haberse so-
metido a intervención quirúrgica destinada a la modificación de
caracteres sexuales?:

En diciembre de 1993, un joven peruano de 25 años que se había sometido

18
El cambio de nombre y el cambio de sexo
a una intervención quirúrgica de adecuación de genitales externos, solicitó
al Poder Judicial el cambio registral de sus nombres y sexo, declarándose
fundada su demanda en primera instancia fundamentalmente en aplicación
del artículo VIII del Título Preliminar del Código Civil y por aplicación
analógica del artículo 29 ESPINOZA ESPINOZA comenta dicha sentencia
señalando que "el operador jurídico ha forzado una interpretación analógica
del artículo 29 llegando a incluir el cambio de sexo a una hipótesis que tiene
un ámbito bien determinado (cambio de nombre)".

En Argentina el juez también ha permitido el cambio del nombre por cambio


de sexo, basado en consideraciones sociales (la inserción social del
individuo cuyos órganos genitales han sido quirúrgicamente modificados)
antes que jurídicas.

Así como el juez deberá determinar cuándo se encuentra frente a un motivo


justificado, deberá evaluar también si el cambio o adición producirá efectos
adversos. A dicho efecto, deberá tener en cuenta los daños patrimoniales y
extra patrimoniales que pudieran generarse en agravio de la persona. Por
ejemplo, el cambio de nombre podría ocasionar un supuesto de homonimia
que resultaría inconveniente o hasta intolerable para las personas
involucradas. Si el juez considerara que el cambio o adición del nombre
resultaría antes que beneficioso lesivo para la persona que lo solicita,
¿puede el criterio del juez primar al interés de la persona?

Como hemos dicho, para que se lleve a cabo el cambio o adición al nombre,
será necesaria la decisión judicial favorable. Es finalmente el criterio del
juez el que decidirá si procede o no el cambio o adición. La resolución
judicial que se expida deberá ser publicada e inscrita en el Registro Civil
correspondiente, y registrada como anotación marginal de la partida de
nacimiento.

8. Límite a los efectos del cambio o adición del nombre

El artículo 30 del Código Civil establece: “El cambio o adición del nombre

19
El cambio de nombre y el cambio de sexo
no altera la condición civil de quien lo obtiene ni constituye prueba de
filiación”

El artículo 17 del Código Civil de 1936 y el artículo 30 del Código Civil de


1984 son idénticos. De ellos se confirma que, como consecuencia del
cambio o adición del nombre, no se altera el estatus o condición de la
persona. Así, por el cambio de nombre no se modifican las relaciones de
parentesco; ni situaciones como las de propietario, acreedor, deudor,
fundador, beneficiario; el estado civil de la persona.

Si una persona hubiera iniciado un proceso de reconocimiento de


paternidad, y cambiara de apellido durante dicho proceso, no por eso
perderá el derecho a reclamar la declaración de filiación. Ello porque el
cambio de apellido no genera el cambio de condición civil, esto es de
demandante y de hijo extramatrimonial. Del mismo modo, una persona que
se obliga frente a otra a cumplir determinado servicio, y luego cambia de
apellido, no podría alegar que ya no se encuentra más vinculada a cumplir
con la prestación de dicho servicio en virtud del cambio de nombre. Su
estatus de deudor persistiría, independientemente de la modificación del
nombre.

"Es la misma persona, solo que ha asumido un nuevo nombre, total o


parcialmente distinto del que tenía antes" (RUBIO CORREA). La situación
jurídica de la persona se mantiene inalterable (FERNÁNDEZ
SESSAREGO). El nombre es un atributo adherido a la personalidad del
sujeto, pero no se confunde con ésta (LEÓN BARANDIARÁN).

Podrían sin embargo presentarse situaciones contrarias, en las que el


cambio de nombre sea consecuencia de la alteración de la condición civil.
Nos referimos al cambio de nombre por cambio de sexo o de identidad
sexual. Como hemos mencionado al analizar el artículo 29 del Código Civil,
nuestro ordenamiento ya contempla dicha posibilidad a nivel jurisprudencial.
Del mismo modo, existen países en los cuales inclusive existe legislación al

20
El cambio de nombre y el cambio de sexo
respecto. En ellos, el cambio de nombre es efecto del cambio de identidad
sexual. Entre dichos países podemos mencionar a Suecia, República
Federal de Alemania, Italia, algunos estados de los Estados Unidos de
Norteamérica, determinadas provincias de Canadá y Sud África.

Respecto a la filiación, el artículo bajo análisis señala que el cambio o


adición del nombre no constituye prueba de filiación. En efecto, nuestro
Código Civil establece como medios para establecer la filiación el
reconocimiento voluntario o judicial. Si alguien obtiene como consecuencia
del cambio de nombre mi apellido, no puede sostener que tiene alguna
relación de filiación conmigo y posiblemente reclamar derechos hereditarios.
Solo si se establece filiación (por ejemplo, del hijo respecto de su padre), el
hijo podrá agregar a su nombre el primer apellido de su padre; pero no al
revés, es decir, no por llevar igual apellido se atribuirá filiación. Al respecto,
el artículo 52º del Reglamento del Registro Nacional de Identificación y
Estado Civil (RENIEC) señala: "Las inscripciones reguladas en los artículos
48º, 49º, 50º Y 51º de la presente ley probarán únicamente el nacimiento y
el nombre de la persona. No surten efectos en cuanto a filiación, salvo que
se hayan cumplido las exigencias y normas del Código Civil sobre la
materia".

Legislaciones de países como Chile y Paraguay adoptan el mismo criterio


del artículo 30º del Código Civil.

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El cambio de nombre y el cambio de sexo

CAPITULO III

EL CAMBIO DE SEXO

4. Cambio de sexo

4.1. Aspectos generales:

Generalmente, el ser humano no se plantea el problema de saber cuál


es su identidad de género. No hay disociación entre ésta y su género
anatómico de nacimiento. Pero en ocasiones sucede que existe un
conflicto entre el género que pertenece el cuerpo y aquel que pertenece
el cerebro. Las personas que han nacido bajo esta circunstancia se
llaman transexuales.

"Transexual, es pues, la persona que encuentra una seria y profunda


disconformidad entre su sexo psicológico y los demás caracteres
sexuales. El transexual sabe que su cuerpo pertenece a un género y su
cerebro a otro".

Según la Organización Mundial de la Salud, "el transexualismo12 es el


deseo de vivir y ser admitido en la sociedad donde vive, como un
miembro del género opuesto lo que por lo general se acompaña por el
deseo de modificar mediante métodos hormonales o quirúrgicos el
propio sexo para hacerlo lo más congruente posible con el género
preferido".

12
Aunque la medicina lo incluye como "trastorno", es necesario aclarar que no se trata de una dificultad mental en sí
misma, sino que es considerada como tal debido a las complicaciones psicológicas que presentan estos pacientes,
especialmente antes de comenzar el proceso de reasignación sexual.

22
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Al respecto. Dogliotti dice "se entiende transexualismo, en general, el
cambio de sexo, el pasaje de un sexo al otro, como consecuencia de
una evolución natural o de intervenciones externas, operaciones
quirúrgicas o terapias hormonales".

El maestro Carlos Fernández Sessarego, citando en su obra a Ramacci


menciona que "el transexualismo es una cuestión que se halla en una
situación fronteriza, de penumbra, en la que se "comprende y confunde,
a menudo dramáticamente, normalidad y desviación, apariencia
organiza e inclinación psíquica, vida individual y vida de relación, sexo
como identificación y sexo como prisión13".

Por su parte, anota Carlos Fernández Sessarego: "se suele considerar


el transexualismo como un síndrome caracterizado por el hecho de que
una persona, que desde un punto de vista genotípico y fenotípico es
clasificada dentro de un determinado sexo, tiene conciencia de ser del
sexo opuesto. El transexual es el sujeto en el que se aprecia un
elocuente y definido contraste entre el elemento físico, es decir, sus
características sexuales exteriores, y de aquel de naturaleza psíquica.
Ello conduce al transexual a una angustiosa búsqueda de una
correspondencia entre su apariencia física, que considera como "un
maléfico error de la naturaleza", y sus comportamientos, hábitos,
gestos, vestidos, ademanes y actitudes, en general, que son propios del
sexo que realmente "siente", que hondamente vivencia en la
cotidianidad14.

13
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. "Derecho a la Identidad Persona!'. Editorial Desalma. Buenos Aires. 1992. pág.
316
14
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. "Derecho a la Identidad Persona!'. Editorial Desalma. Buenos Aires. 1992. pág.
316-317

23
El cambio de nombre y el cambio de sexo
La actitud generalizada cuando una persona se halla ante este tipo de
problema sexual, es la de someterse a una intervención quirúrgica a fin
de adecuar su aspecto físico a la del sexo que sienten como propio,
para luego luchar por el reconocimiento social y legal de su propia
identidad. La transexualidad, por ser una situación existencial que se
despliega en la dimensión intersubjetiva, no puede ser ajena a una
valoración ética y jurídica.

4.2. Antecedentes históricos del transexualismo:

Hasta hace pocas décadas nuestro mundo no comenzaba a aceptar la


existencia de transexuales. Sin embargo, la transexualidad no es un
fenómeno humano actual sino que ha existido siempre en todas las
sociedades y culturas. Esta universalidad, aunque dista mucho de
haberse estudiado a fondo, nos permite como mínimo proponer la
hipótesis, de que la transexualidad es un fenómeno natural, sobre todo
teniendo en cuenta que la proporción de transexuales en el mundo es
aproximadamente la misma en todas las culturas, manteniéndose
incluso la diferencia aproximada entre la transexualidad masculina y
femenina, siendo siempre la primera menos elocuente que la segunda.15

Como es lógico, existen todo tipo de variaciones en los datos. Por un


lado, no todas las culturas acogen y aceptan la transexualidad. Por otro,
la historia muestra un tratamiento muy variable con respecto a la
transexualidad y a las personas transexuales, desde un respeto
absoluto hasta la absoluta aniquilación. El poder de la mayoría y de la
escala de valores predominante en cada momento y lugar ha hecho

15
ALVA I., Gina. "Breve historia del hecho transexual, leído en
http//www.geocities.com/westhollywood/villaje/7618/h¡stor¡a.htm.

24
El cambio de nombre y el cambio de sexo
parecer la transexualidad como algo bueno, malo o regular, frecuente,
raro o inexistente.

Sin embargo, y al margen de estas variaciones históricas y culturales en


la descripción de este fenómeno, no existen razones para considerar la
transexualidad como algo caprichoso, reflejo de una coyuntura
particular o inducido por causas ajenas al individuo. Loa que ha podido
cambiar en función de la historia y la cultura es la descripción que se ha
dado al fenómeno, pero no su auténtica naturaleza. Y desde luego,
nunca se ha podido apreciar ningún caso en que la condición de
transexual implicaría algún tipo de peligro, trastorno o agresión personal
o social.

Toda sociedad ha tenido un nombre, rol o vía de relación con la


transexualidad, desde los tiempos de Canaan, Turquía e India, hasta
hoy. Los ejemplos, abundan, en la Roma antigua existieron las Gallae,
dedicadas a la diosa Cibeles16.

Una vez que las Gallae decidían su género y religión, mostraban en un


paseo ritual sus recién extirpados genitales que constituían su paso al
templo y servicio religioso de por vida. Si en el paseo alguien recibía
como regalo esta ofrenda era considerado bendito y la conductora de
esa casa se obligaba a cuidar de la salud de la Gallae, que a partir de
ese momento recibía espléndida ropa femenina (como una novia) y
asumía su nueva identidad, también femenina.

En la India las prácticas rituales para las transexuales continúan hasta


hoy. Los Hijiras son devotos de una diosa y practican una forma de
cirugía primitiva de reasignación genital. Públicamente son tratadas
despectivamente por la sociedad, pero en privado son reverenciadas

16
CAMBASANI, Olga."La Transexualidad como fenómeno humano". COGAM (Colectivo de
Lesbianas y Gays de Madrid, Grupo de Transexuales Fuencarral, 37. Documento Informativo N°1.
Madrid. Marzo 2001.Leído en http://www.cogam.org/trans/documentos/GrupoTrans-Docl.doc,Págs.2 y 3

25
El cambio de nombre y el cambio de sexo
actuando como consejeras espirituales y sociales además de conducir
matrimonios. Tiene el estado civil de mujeres verdaderas.

En Estado Unidos, los Navajos del sur-oeste, también llamados los


Dineh, reconocen tres sexos en lugar de dos. Para los Dineh hay
hombres, mujeres y "Nadies" que son los nacidos hermafroditas o
aquellos que optan por un sexo basado en su definición de identidad
genérica. Ni el cristianismo ha podido desaparecer esta forma de ver el
mundo. Entre los Sioux, los "Winkte" eran el otro sexo, compuesto por
individuos que optaban por vivir en el sexo opuesto al de nacimiento.
Las mujeres vivían como guerreros y tenían esposas mientras que los
hombres vivían completamente el rol femenino luego de un proceso de
castración indoloro llevado a cabo por el propio interesado. Aquí no
había magia, solamente la corrección de un error de la naturaleza,
pues, sea diferentes las denominaciones que se la ha dado en los
distintos pueblos, la historia es siempre la misma; la transexualidad es
un hecho de vida y siempre ha habido una forma y lugar en la sociedad
para que un transexual reúna su alma con su cuerpo17.Como se ve
existen numerosos casos de transexualidad en la historia de la mayoría
de las culturas. Cabe destacar que entre estos casos había
transexuales aún sin la posibilidad de cambio de sexo, los cuales
podían quedar englobados en el término transgenerismo, pues
cambiaban su género pero no su sexo.

Cabe destacar, que el desarrollo de la transexualidad fue enorme,


principalmente en Estado Unidos y en el Reino Unido. En Estados
Unidos destacó el caso de Virginia Prins, hija de un médico californiano,
la cual fue encarcelada varias veces por el hecho de vestirse con ropa
de mujer, ya que era ilegal hacerlo. Virginia fue creando por todo el país
clubes de travestís y de transexuales, consiguiendo en algunos casos el
17
BARRIOS MARTÍNEZ, David. "La condición humana de la transexualidad". Leído en http//www.
transexualegal.com/intro.htm.

26
El cambio de nombre y el cambio de sexo
cambio de sexo con cargo a la seguridad social, aunque ella nunca
quiso operarse.

En España los primeros transexuales que se atrevieron a mostrar su


realidad públicamente fueron detenidos aplicándoseles la ley de vagos y
maleantes y mandándolos a la cárcel según el sexo legal, con las
consiguientes vejaciones sexuales y sufrimientos psicológicos
(actualmente todavía se sigue este criterio de enviar a la cárcel de
hombres a mujeres transexuales y a la de mujeres a los hombres
transexuales en tanto no cambien de sexo a efectos legales). Al inicio
de la democracia española se continuaba persiguiendo a los
transexuales, no sólo por su condición en sí, sino además en el caso de
las mujeres transexuales por ejercer la prostitución, hecho frecuente en
este grupo aún hoy día debido a la práctica imposibilidad de encontrar
otro tipo de trabajo, dada la gran discriminación social que sufren. Por
ello en 1982 Rogelio Borras, senador socialista por Ciudad Real, pidió
explicaciones al Gobierno por estas detenciones masivas injustificadas.
En 1983 se despenalizó el cambio de sexo en España.18

Justamente, desde 1983 el proceso de reasignación de sexo es legal en


el Estado Español. A pesar de este importante paso, desde las
instituciones públicas no se contempla su tratamiento para las personas
transexuales. Olvidadas por los poderes públicos, dichas personas son
objeto de burla, repudio y persecución e incluso asesinato en dicho
país. Por otro lado es obligación constitucional "remover los obstáculos
que impiden el pleno desarrollo de la personalidad".
En Argentina los discípulos del Dr. Finochietto, los doctores Clemente
Rodríguez Jauregui, Alejandro Pavloski, Ricardo San Martín y Francisco
18
GARAIZABAL, Cristina. "Principales Aspectos de la Transexualidad: Introducción histórico - cultural", Leído en
http://wwwjiegoakcom/doc/t-aspecpdf, Págs. 3 y 4 . (Feminista, psicóloga especializada en terapias de género y
sexualidad.

27
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Defazio se vieron complicados judicialmente en la década del 60 por los
trabajos quirúrgicos de referencia. El Dr. Defazio, considerado uno de
los más destacados y brillantes especialistas, fue condenado a tres
años y un mes de cárcel por haber "mutilado los órganos genitales" de
Mauro Fernando Vega, Liliana Vega, Patricia Rojo y Alberto Derita.
Mauro F. Vega quería llamarse legalmente María Fernanda y se
presentó ante la justicia para realizar el cambio de nombre y sexo en su
partida de nacimiento, el juez en lo civil de aquel entonces Bunge
Campos, no accedió al pedido.19

4.3. Teorías sobre el origen de la transexualidad:

Existen muchas teorías con relación a este tema, algunas de ellas


parten de analizar, si la transexualidad es una enfermedad, una
anormalidad, o una simple opción, alternativa o tendencia de vida.
Muchos la califican como vicios o pecados. Otros como una
enfermedad psíquica (la vertiente más común) o física. Dentro de este
grupo hay numerosas hipótesis. Se ha hablado de desórdenes
glandulares, de desequilibrio entre los hemisferios cerebrales, de la
intervención decisiva de un cromosoma, etc. Una tercera línea rechaza
todas esas posiciones, descartando tanto las imputaciones de vicios y
pecados, como la idea de enfermedad, prefiriendo ver a los no
heterosexuales como personas normales, con características diversas a
las de otros humanos.
Por décadas la transexualidad fue considerada un desorden mental sin
base biológica hasta que el Doctor Harry Benjamín estudió y documentó
cuidadosamente cada caso hasta la publicación de su libro "El
fenómeno transexual" que abrió el camino al estudio profundo de esta

19
MONTANELLO, Fabiola. "Transexualidad1. Leído en la página web sito http://bioetica.org/mono6htm.Pag. 5
(Monografía-cátedra de Bioética y Derecho U.B.A.)

28
El cambio de nombre y el cambio de sexo
singular condición, "La Asociación Internacional Harry Benjamín",
continúa su trabajo hasta hoy, estableciendo las bases del cuidado y
tratamiento de los transexuales. Los últimos estudios sobre la formación
del encéfalo en el embrión humano y el funcionamiento del cerebro han
arrojado luces sobre las causas de la transexualidad.20
Aun cuando la etiología de la transexualidad hasta el momento se
desconoce, existen algunas teorías que postulan causas biológicas o
agentes externos (psicosociales) relacionados con el ambiente familiar
y social, estas teorías a saber, son las siguientes:

A. La Teoría del Tribunal Europeo de Derechos Humanos o teoría biológica:

La que en su resolución del 25 de marzo de 1982 señala: "Las


investigaciones en curso dan a pensar que la ingestión de ciertas
sustancias en un estadio dado por el embarazo, o en los primeros
años de vida, determinan el comportamiento sexual. Esta teoría
presta mucha atención a los baños de hormonas durante el
desarrollo prenatal y su posterior influencia en el desarrollo
cerebral, y por tanto, en la identidad del individuo, y considera que
el tratamiento más viable es la terapia hormonal y la intervención
quirúrgica.
El sexo físico de un feto se establece al aparejarse dos
cromosomas, uno por parte de cada progenitor, en el momento de
la concepción, XX para mujeres y XY para varones. Sin embargo,
no es hasta después que se desarrollan las diferencias físicas
basadas en el desarrollo del sexo cromosómico del feto. Esas
diferencias son provocadas por una infusión de hormonas. Al
20
HARRY, Benjamín M." The Transsexual Phenomenon", leído en http//www.symposion.com/ijt/benjamín/pe

29
El cambio de nombre y el cambio de sexo
mismo tiempo, la identidad de género del feto, correspondiente al
"sexo del cerebro" empieza su desarrollo.21

De acuerdo con esta teoría ampliamente aceptada que intenta


explicar el origen del transexualismo, si el tiempo oportuno para ese
baño de hormonas yerra, o si la mezcla de hormonas resulta algo
defectuosa, puede ocurrir un desajuste entre el sexo mental y el
físico, es decir se produce el transexualismo. Por otro lado, el
transexual físicamente es un hombre o una mujer perfectamente
normal con características sexuales primarias y secundarias
propias, por ello, a diferencia de otras anomalías como el síndrome
de DOWN o de la carencia de control muscular causada por la
parálisis cerebral, el transexualismo no puede ser detectado
visualmente o por ningún otro medio.

Actualmente las investigaciones en curso revelarían que la aguda


tendencia que aparece en las criaturas de dos a cuatro años deriva
de las células cerebrales, ubicadas en el hipotálamo y que se
refieren a la relación sexual. Dichas células de una placa
determinarían la afición, conducta o comportamiento sexual.
En razón a lo anteriormente expuesto, Habría un hecho biológico
congénito, que madura con los años, por lo que existiría en el
transexual un proceso biológico, además del psicosocial. Por tanto,
se nace transexual, al margen de que nos "guste" o no, pues no se
trata de una elección.

Al respecto, debemos señalar dos hechos naturales que han podido


comprobarse y que acaso podrían tener relación con la
21
MUJERESHOY. "La identidad sexual viene en los genes" (Artículo 23.10.03). Leído en
http//www.mujereshoy.com/secciones/1375.shtm-24k

30
El cambio de nombre y el cambio de sexo
transexualidad. Antes que la Cátedra de Transexualidad de la
Universidad Libre de Ámsterdam llevara a cabo sus investigaciones
sobre la Subdivisión Central de la Cama Núcleo de la Estría
Terminales (citada convencionalmente con las siglas en inglés
BSTC, nombre técnico de un paquete de neuronas localizado en el
cerebro), ya se sabía que esta glándula era de tamaño mucho
mayor en los hombres que en las mujeres. La investigación, basada
en la disección de varias decenas de cerebros de personas
transexuales, revelaba que en todos los casos la BSTC era de
tamaño masculino en los transexuales masculinos y de tamaño
femenino en las transexuales femeninas. Aunque sólo se trata de
una relación estadística, los investigadores consideran así
suficientemente probado que existe un centro de identidad de
género en el cerebro, que sería por tanto causa y origen de la
identidad de género22 en el individuo, que en el caso de las
personas transexuales sería la opuesta a la del sexo genético.

B. La teoría de la biogénesis de la transexualidad:

La Hipótesis Embriológica, aun sin datos 100% fiables y completos,


esta hipótesis se basa en el estudio de la transición genética que se
produce durante la gestación. Se ha podido comprobar que el
embrión, el nasciturus en su primera fase de la gestación, es
siempre genéticamente femenino (es decir, de cariotipo XX),
mientras que el feto (segunda fase de la gestación), podía ser de
cariotipo XX (mujer) o XY (hombre), fase en que se desarrollan los
caracteres sexuales del nasciturus. Entre las fases embrionaria y
fetal, ha podido observarse una transición marcada por la presencia

22
La identidad de género se desarrolla como un resultado de la interacción entre el cerebro que se está desarrollando
y las hormonas sexuales.

31
El cambio de nombre y el cambio de sexo
de una sustancia química que sería la causa de esa diferenciación
sexual.

Por ello, suponiendo que esa sustancia química se produjese


accidentalmente antes o después de tiempo, o en cantidades
mayores o menores, la transición genética y acaso otros caracteres
sexuales no visibles pudieran verse parcialmente afectados. Se ha
sugerido, por tanto, que estas posibles alteraciones accidentales
pudieran ser origen de disforias del género, intersexualidad,
transexualidad, etcétera. Nada ha podido confirmar ni precisar esta
hipótesis, pero ahí están los datos. Por qué nos sentimos hombres
o mujeres, porque así está escrito en los genes, asegura una
investigación de la Universidad de California. Por extensión, el
homo o transexualidad poco o nada tendrían de opción y, obvio,
menos de aberración, sólo se trataría de una variación en los
cromosomas23.

C. La teoría psicológica o psicoambiental:

La que considera su origen en la influencia del ambiente familiar y


social. Plantea que, en algún momento de la vida del transexual,
especialmente en los primeros años se produce un trauma, y por
tanto cree que la afloración de este trauma de debería curar en
algún momento.
En conclusión, el origen de la transexualidad puede ser biológico,
ya que se ha demostrado científicamente la existencia de
diferencias en ciertas estructuras cerebrales entre personas de
diferente orientación sexual. Un estudio reciente en el hipotálamo
de seis transexuales de hombre a mujer, ha demostrado que el
23
GARCÍA RUIZ, Mercedes."Visión sexológica de la transexualidad. La transexualidad desde la sexología". Leído en
http//www.transexualita.org/lnfoTrans/Mercedes-García.pdf (ponencia, Valencia, 2001)

32
El cambio de nombre y el cambio de sexo
núcleo basal de la estría terminal es más pequeño en los
transexuales que en los hombres heterosexuales y homosexuales.
Asimismo, la transexualidad, podría originarse durante la etapa
fetal, en la que una alteración da lugar a que el cerebro se impregne
hormonalmente con una sexualidad distinta a la genital. Y por
último, a consecuencia de influencia ambiental en la infancia o la
pubertad, que puede determinar la conducta y la identidad sexual
del adulto

4.4. La transexualidad-aspectos conceptuales:

La persona transexual corrige la disociación que sufre su mente con


su cuerpo poniendo acorde una con el otro mediante lo que
comúnmente se conoce como "cambio de sexo", aunque el término
correcto es la reasignación o afirmación de sexo, ya que ese proceso
no supone un cambio para la persona, sino la reafirmación o
afirmación de lo que siempre ha sido, permitiendo a los pacientes ser
ellos mismos viviendo en el rol de género que se corresponde con su
identidad sexual.

Por otro lado ha sido comprobado científicamente que el problema de


los transexuales no se resuelve no con la psicoterapia, ni con la
terapia hormonal. Por consiguiente, el cambio de sexo se justifica no
como expresión de libre y arbitraria elección de la persona interesada,
o de quien hace sus veces, sino como consecuencia de terapias y de
intervenciones quirúrgicas dirigidas a secundar una natural tendencia,
o a evitar efectos negativos sobre la salud del transexual. Resulta
interesante destacar que, Einar Weqener, fue la primera persona que
se sometió a la intervención médica de reasignación de los genitales
en Alemania, en el año de 1930. Ella vivió como Lyly Elbe (pintor
danés) acompañada por su esposa Gerda, hasta que falleció por

33
El cambio de nombre y el cambio de sexo
complicaciones de rechazo posteriores a la cirugía de trasplante de
Ovarios que intentó en 1933.

Empero, el primer caso bien conocido de una transexual post


operatoria fue el ex- soldado americano Georqe Jorgensen, que en
1953, se transformó en Christine Jorgense. Tuvo éxito en Hollywodd y
a ella se debe la salida al aire de la transexualidad. En efecto, es en el
año 1951 cuando en una clínica de Copenhague (Dinamarca), se
realiza la primera intervención quirúrgica de adaptación morfológica
genital, que alcanzó difusión internacional. El cirujano Christina
Hamburger, realizó la mencionada operación a un ex soldado que
había tomado parte en la segunda guerra mundial, quien había
decidido adaptar sus genitales a su ser psíquico. Cristina Jorgensen
falleció de cáncer a los 62 años en 1992, dejó un libro titulado "Yo
una vez fui hombre", en él detalla sus experiencias antes y después
de la operación.24

El progreso en el conocimiento del funcionamiento de las hormonas


sexuales y de las técnicas quirúrgicas se plasmó en la técnica
desarrollada por el Dr. Georges Ruron, que desde los años 50
introdujo en su clínica de Casa Blanca. Esta técnica consiste en la
extirpación del pene y testículos y la construcción de una neovagina
aprovechando el tejido y terminaciones nerviosas del pene, a fin de
conservar la capacidad orgásmica.

Sin embargo, la confrontación de opiniones médico - científicas en


cuanto a los reales alcances de cambio sexo, aún no se han cerrado.
Se discute, a nivel de la doctrina, si dicha mutación sexual, tal como

24
Cristina Jorgensen era un trabajador de laboratorio químico el cual visitó al Doctor Christian Hamburger en 1950, a
quien aseguró sentirse deprimido y sin ganas de vivir y haber estado administrándose estrógenos durante una
temporada. El doctor aumentó la dosis de estrógeno consiguiendo feminizar el cuerpo y la voz, así corno la pérdida del
vello (el resto fue eliminado por electrólisis). Dado el conocimiento de la época, fue diagnosticada como una genuina
travestí para diferenciarla del travestismo fetichista u obsesión neurótica por la ropa, y del travestismo homosexual o
actitud pasiva del hombre en el acto sexual Insatisfecha con su situación, Cristina pidió que le fuera practicada una
castración, que en 1952 fue completada con una amputación del pene. S resto de su vida vivió como una mujer más en
Dinamarca existía una Ley que permitía la castración en los casos extremos de neurosis".

34
El cambio de nombre y el cambio de sexo
se practica en los países que legalmente la admiten, representa
ciertamente, en la dimensión biológica, el cruzar definitiva e
irreversiblemente la frontera que separa un género de otro.

Existen autores que, al considerar que el sexo trasciende los aspectos


biológico - somáticos de la persona, sitúan el problema en un plano
psicológico, dentro del cual se privilegian las inclinaciones un
determinado sujeto por el género opuesto a aquél que le pertenece
por nacimiento. Los autores que propugnan este planteamiento, que
consiste en colocar la cuestión en un nivel psicológico, estiman que
las fronteras entre masculinidad y feminidad no son precisas.

Otros autores, desde un punto de vista médico - científico, aseveran,


por el contrario, que el denominado "cambio de sexo" constituye en la
práctica una intervención quirúrgica plástica de los genitales
exteriores. Ella, en consecuencia, sólo está dirigida a modificar la
apariencia sexual, sin que tal operación incida en el cambio de sexo
originario. Para los autores que se ubican en la posición antes
enunciada sólo serían permisibles las intervenciones quirúrgicas
destinadas a la afirmación del sexo originario cuando en la primera
etapa de la vida existió una indefinición sexual. Los propugnadores de
esta tesis, frente a un caso de manifiesta inclinación psicológica por el
género opuesto, aconsejan utilizar terapias adecuadas a la
superación de ' este problema psicológico, siempre dentro del
declarado propósito de contribuir a afianzar el sexo registral.

Por otro lado, existen autores quienes afirman la necesidad de ser


regulada esta materia por el campo jurídico, toda vez, que no se trata
de una simple operación sino de una destinada a la reasignación del
sexo, a fin de superar la disociación existente entre su configuración
biológica, de un lado, y su perfil psico-social. Sin embargo, no todos
los autores que admiten la posibilidad jurídica de permitir un cambio
de sexo coinciden, para una significada minoría bastaría, para el

35
El cambio de nombre y el cambio de sexo
efecto, la libre y arbitraria declaración del sujeto, en base a sus
propias vivencias, sin mayor formalidad o condiciones. Otros, en
cambio, exigen que para tal mutación exista ya sea una previa
autorización administrativa, como es el caso de Austria y Dinamarca,
o una sentencia judicial como acontece en Suiza. Finalmente, el
sector mayoritario considera necesaria la vigencia de un específico
dispositivo legal que fije los requisitos y las garantías pertinentes. Ello
ya ocurre, con mayor o menor acierto, en Suecia, Alemania Federal e
Italia. En igual situación se encuentran algunos Estados de Norte
América, como Arizona, California, Louisiana, Illinois, New York,
algunas provincias del Canadá y Sud África.

4.5. La transexualidad y otros estados intersexuales:

La ciencia nos ha demostrado que la distinción entre la masculinidad


y la feminidad no es absoluta ni definitiva, en consecuencia la
tradicional concepción que patentizaba una total y tajante diferencia
entre uno y otro género, ha tenido que ceder el paso a una nueva
visión en la cual la masculinidad y feminidad no son dos valores
netamente opuesto, sino grados sucesivos del desarrollo de una única
función, como es la sexualidad.25

Actualmente, la ciencia ha puesto de manifiesto que existe o que


podríamos designar como una situación de intersexualidad, es decir,
de puntos intermedios entre dos extremos sexuales precisos y
definidos. El término estados intersexuales, comprende las diversas
hipótesis de falta de homogeneidad, no solo en relación con los
factores biológicos y morfológicos sino también entre estos y los
elementos psicológicos.26
25
El sexo se presenta así como un hecho complejo, en el cual los elementos biológicos se hallan estrechamente
ligados con aquellos otros de carácter psicológico y social.
26
Al respecto, señala Acota Harry Benjamín, "...los estudiosos norteamericanos incluyen solamente los casos de
hermafroditismo y de seudohermafroditismo, mientras que los científicos europeos la utilizan otorgándole un más
amplio contenido, al incorporar en ella situaciones tales como la de los travestís, los transexuales y hasta los
homosexuales".

36
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Como lo hemos manifestado anteriormente, la transexualidad es la
alteración de la identidad sexual en la que no existe coincidencia
entre el sexo anatómico y el sexo al que un individuo desea
pertenecer. Ahora veamos sus diferencias con otros estados
intersexuales:

A. El Hermafroditismo: se caracteriza por la presencia en


forma simultánea, en un mismo individuo, de gónadas masculinas y
femeninas, cuya consistencia influye, de modo variable, sobre la
conformación de los genitales externos, el aspecto somático y el
comportamiento psíquico. Se diferencia del transexualismo, en tanto
en este último no se presentan anomalías a nivel de los genitales
externos, mientras que en el transexualismo el problema radica en
la discordancia entre el sexo cromosómico y el sexo psicológico.

B. El seudo-hermafroditismo: representa la carencia, en un


mismo individuo, de homogeneidad entre los órganos genitales
externos
y el sexo genético.

C. El travestí: es aquella persona que se viste con ropas del


otro
sexo para satisfacer un deseo erótico ¿fetichista?, pero de
ninguna manera desea un cambio real del sexo, ya que se siente
plenamente identificado con el sexo de nacimiento.

Resulta complejo distinguir entre los que se conoce con el término


de travestís y transexualismo, pues ambas anomalías se fundan en
una misma condición sicopatológica, es decir en la desorientación y
en la incertidumbre del rol en cuanto al sexo y al género; sin

37
El cambio de nombre y el cambio de sexo
embargo, se sostiene que el fenómeno de los travestís es la
expresión más moderada de dicha sicopatología, considerándose a
la del transexual como la más grave y extrema, asimismo se suele
precisar al respecto que el uso de vestimentas del sexo contrario al
originario está presente en ambas situaciones aunque, ella
representa para el transexual el contenido mínimo de su drama.

D. La homosexualidad: La homosexualidad27, se define como


la interacción o atracción sexual, emocional, sentimental y afectiva
hacia individuos del mismo sexo. En primer lugar, la diferencia
existente entre el término transexualidad y homosexualidad, radica
en que, mientras la tran sexual ¡dad está relacionada con la
identidad sexual, es decir con el sexo que el individuo se identifica,
la homosexualidad está vinculada con la orientación sexual, con el
sexo por el que el individuo siente atracción sexual.

Además, en el caso de los homosexuales y lesbianas, ellos se


sienten contentos con su cuerpo y sus órganos genitales, pero
sienten atracción por personas de su mismo sexo cromosómico. En
cambio los transexuales, desean pertenecer a! sexo opuesto, a tal
punto que están dispuestos a someterse a una intervención
quirúrgica de adecuación de sus genitales.28. Los transexuales se
sienten en un cuerpo que no les corresponde, por eso es tan
importante para ellos cambiarse de sexo físicamente y en el registro
civil.

5. El cambio de sexo y su implicancia jurídica

27
PIAÑA, G. "Homosexualidad y transexualidad'. Teología Moral, Leído en http/www.
mercaba.org/DICTMrTM_Homosexualidd_y_transexualidad.htrn-43k
28
FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. "Sexualidad y bioética". En revista Peruana de Jurisprudencia N° 60. Pág. 9,
Febrero 2006.

38
El cambio de nombre y el cambio de sexo
El transexual, después de haber sido intervenido quirúrgicamente, a fin de
lograr una correspondencia de su aspecto físico (órganos genitales, rasgos
faciales) con su estado sicológico y costumbres de vida. Tiene como
aspiración final que se le reconozca jurídicamente en su nuevo estado en
cuanto a su género y lograr el consiguiente cambio de sexo y de prenombre
en el registro del estado civil. Es decir, de vivir en concordancia con su
identidad sexual y, consiguientemente, de su verdadera y plena identidad
personal en la medida que ésta comprende a aquella.

El panorama jurídico occidental en nuestros días pone de manifiesto que la


identidad sexual personal posee un indiscutible interés para el Derecho.

La trascendencia jurídica que tiene la identidad sexual puede observarse,


en concreto, en el secular Derecho de Familia regulador de! regulador de la
institución matrimonial, y de las relaciones familiares que en ella tienen
origen. Es inevitable que dentro de este curso de acontecimientos se
planteen problemas que aún no han encontrado una solución concluyente
sino que, por el contrario, provocan nuevos conflictos para el Orden
Jurídico. Desafortunadamente el transexualismo es uno de estos problemas
que, hasta la fecha no ha sido resuelta satisfactoriamente.

El cambio de sexo, tiene trascendencia en todos los ámbitos jurídicos.


Como ya hemos afirmado, de la identidad sexual que una persona posea se
desprenden determinados efectos jurídicos. Lógicamente, el cambio de esa
identidad sexual, inevitablemente conllevaría una transformación radical de
los efectos jurídicos si el mismo es reconocido. En términos generales,
podemos afirmar que el transexualismo plantea ante el ordenamiento
jurídico una cuestión fundamental y novedosa.

Profundizar en el conocimiento de la identidad sexual personal masculina y


femenina aparece como el camino necesario a recorrer para poder resolver
estos casos que hoy se presentan ante el Derecho. Sin embargo, el estudio
de ésta temática aún no ha sido realizado con seriedad, lo que ha originado

39
El cambio de nombre y el cambio de sexo
una serie de conflictos en las diversas soluciones jurídicas que hasta el
momento se ha dado.

Por consiguiente, el fenómeno del transexualismo plantea ante el juez o


legislador el siguiente problema jurídico: ¿qué sucede con una persona que
desde su nacimiento fue reconocida legalmente, como perteneciente a uno
de los dos sexos -masculino o femenino, y que luego es sometida a una
intervención quirúrgica que modifica fenotípicamente su cuerpo, haciéndole
aparecer como del sexo opuesto; cuál sería la solución ante esta
problemática, qué identidad sexual posee esa persona, se trata realmente
de un cambio de sexo; esta situación trae como consecuencia el cambio
jurídico del nombre y sexo?, como vemos, son muchas las controversias
que suscita está problemática.

Ante esta controversia es necesario y urgente que el pensamiento jurídico


brinde o adopte una definición de la sexualidad, profundizándose en el
estudio de su contenido y alcances. No obstante, se observa, en los últimos
tiempos, un desarrollo doctrinario cada vez mayor en cuanto al tema que
nos ocupa. Ello puede explicarse por la circunstancia de que algunos países
del sistema jurídico romano - germánico han regulado este asunto.

Tal es así, que en dichas legislaciones se establecen los respectivos


requisitos que son exigibles para lograr tal propósito, así como se señalan
los procedimientos para lograrlo. El hecho de que en ciertos países ya se
haya legislado sobre este tema, no quiere decir que nos encontremos ante
una marcada tendencia dirigida a favorecer el cambio de sexo; sino que
denota que en ellos se produjo un definido hecho social, como fue la
incidencia de una fuerte presión de un sector de la opinión pública proclive a
que se normase adecuadamente una situación dada en la realidad y que se
encontraba marginada por la ley.

Al mismo tiempo, es así fácil apreciar como el derecho a la identidad


personal se constituye como una situación jurídica subjetiva dentro de la

40
El cambio de nombre y el cambio de sexo
cual confluyen el interés personal y aquel otro de orden público y social. Es
de interés social la identificación estática de las personas para poderlas
ubicar e individualizar dentro de la sociedad. Esta identificación se
materializa frecuentemente a través de las partidas que, relativas a cada
sujeto, aparecen en el Registro del Estado Civil. Los datos que ahí figuran
deben corresponder a la verdad personal para satisfacer la exigencia
comunitaria de certidumbre en lo que concierne a la identificación del sujeto.

Existe, sin duda y como se ha remarcado, un innegable e insoslayable


interés del ser humano en lo que atañe a la afirmación y reconocimiento
social de su identidad personal, de la cual constituye elemento integrante la
identidad sexual. Es por ello, que en el caso de transexualidad, la
modificación de los datos regístrales, no sólo sería apropiada para no
vulnerar el orden público, sino como un elemento esencial del
reconocimiento de la nueva situación de quien ha realizado una intervención
tendiente a reafirmar el sexo que siente como propio. Sin embargo, en
cuanto se trata de una situación jurídica subjetiva y en la medida que no
existen derechos subjetivos absolutos, se observa una gravitación del
interés social y público en lo que concierne al derecho a la identidad
personal. Ello obliga al legislador y al juez, en su caso, y como ocurre en
todas las situaciones jurídicas subjetivas, a buscar un justo equilibrio entre
los intereses en juego.

Al respecto, existen dos posiciones contrarias sobre el cambio de sexo y


nombre registral, estas, a saber son:

5.1. Posición contraria al cambio de nombre y sexo:

Estos argumentos, son aquellos dirigidos a no reconocer que en el


transexual después de producirse la operación quirúrgica se ha
producido un cambio de sexo, y por lo tanto el derecho no debe acceder
a la rectificación registral de sexo y sus consiguientes repercusiones

41
El cambio de nombre y el cambio de sexo
jurídicas. El argumento en contra del reconocimiento del cambio de
produce porque sólo se considera que se produce un auténtico cambio
de sexo si se produce el cambio cromosomático, y siendo esto hoy
imposible, no reconocen que los otros dos cambios, el morfológico y el
genérico, suponga un verdadero cambio de sexo. De lo que se deduce
que el sexo es para estos juristas algo que no se puede tocar, una
especie de cualidad innata, histórica, y esencial de la persona, donde lo
básico y fundamental es el componente cromosomático.

En resumen, esta teoría desconoce de manera radical la existencia del


derecho a la identidad sexual, como elemento integrante del derecho al
libre desarrollo de la personalidad; limitándose, tan solo, a reconocer la
estructura biológica de la persona humana; lo cual a nuestro punto de
vista es una falacia, toda vez, que se ha demostrado científicamente que
el ser humano, no solo posee un sistema anatómico y genético, sino,
además, un elemento psíquico, lo que en conjunto forma una sola
unidad integradora, es decir la identidad personal; eh ahí, la importancia
de ambas.

5.2. La posición a favor del cambio de sexo y nombre:

Como lo hemos manifestado anteriormente, dentro de la jurisprudencia y


doctrina han ido apareciendo tendencias que se alejan de la inicial
negativa al reconocimiento del derecho a la identidad sexual del
transexual, defendiendo abiertamente el derecho del transexual a
rectificar registralmente su sexo.

Los argumentos de esta nueva tendencia los encontramos en el


discurso médico-legal que varía el concepto de sexo y sobre todo la
forma de diagnosticarlo, es decir, el componente del sexo que debe ser
seleccionado para realizar el registro del sexo legal. Se apoyan en

42
El cambio de nombre y el cambio de sexo
argumentos de Gooren29 señalando, que: "los elementos constitutivos
del "sexo" son por lo menos tres: el cromosomático, el genital y el
psicológico; y afirman que el sexo de los órganos sexuales externos e
incluso el cromosomático sólo tiene un carácter "presuntivo" en el
diagnóstico del sexo". Es decir, esos dos elementos presuponen que el
individuo desarrollará un sexo psicológico acorde con el que indican sus
otros dos elementos constitutivos del sexo.

En conclusión, para complementar el cambio originado en estas


personas, se necesita que la sociedad mire con diversos ojos esta
situación existencial, por cuanto el problema no se resuelve sólo con
una intervención quirúrgica, sino con la aceptación del grupo humano
que rodea al individuo. Es aquí donde debe intervenir el derecho con la
finalidad de atemperar los intereses del sujeto con aquellos de los
terceros que pueden estar involucrados en esta decisión irreversible. A
estos efectos, debemos dejar a un lado los perjuicios y escuchar más
atentamente a la ciencia, es necesario distinguir el sexo, que se
identifica con lo genital, del género, que es la proyección erótica del ser,
en suma su sexualidad.

6. Cambio de sexo en el ordenamiento jurídico nacional

6.1. Marco constitucional

En primer lugar cabe precisar que la regulación del derecho a la


identidad personal en nuestro país se inicia con la Constitución de
1979, como Derecho Humano constitucionalizado, al promoverse el
reconocimiento y defensa al nombre propio. El Derecho Humano a la
identidad personal, es entendido como “Identidad” misma desde el
29
A Gooren se debe la existencia de la primera cátedra de transexualidad en la
Universidad Libre de Ámsterdam.

43
El cambio de nombre y el cambio de sexo
plano dinámico, esto es sustancial o de digestibilidad social, ya no
como siempre se le había considerado como simple “identificación”,
en el plano estático, formal o de inscripción registral, estando
regulado en este último plano solo como derecho fundamental (dentro
de los llamados derechos de primera generación o derechos civiles),
el Derecho al nombre30.

El derecho fundamental a la Identidad Personal, tiene diversas


facetas a través de las cuales se manifiesta, específicamente en
nuestra actual Constitución Política se encuentra regulada en el art. 2°
inc. 1, al proclamarse que: “Toda persona tiene derecho a la vida, a
su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre
desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo
cuanto le favorece”, que implica un reconocimiento jurídico de la
persona por parte del Estado.

Es preciso señalar, asimismo que también nuestra Carta Magna en el


art. 2° inc. 19, declara la Constitución Política del Estado de 1993,
como hemos dicho, declara el derecho a la preservación de la
identidad étnica y cultural, en el art. 19° inc. 2, reconociendo la
existencia de la cosmovisión y pluralismo étnico en la Nación por la
que todo peruano tiene derecho a usar su propia lengua o dialecto
ante cualquier autoridad, usando un intérprete, conservando sus
tradiciones y costumbres ancestrales, su cultura e idiosincrasia,
consideraciones que no impiden que las comunidades campesinas e
indígenas vivan en condiciones de extrema pobreza e inferior calidad
de vida, y se erradique el analfabetismo, constituyendo este precepto,
una norma constitucional declarativa interna, ya que la pobreza
estructural afecta a los pueblos indígenas con mayor intensidad,
restringiéndoles el pleno goce de sus derechos humanos,
30
GARCIA TOMA, Víctor: “Los Derechos Humanos y la Constitución”. 1° Edición. Editorial Grafica Horizonte. Perú
2001. Pág. 35. Citado por Artemio Bardales Ríos. En el artículo jurídico: El derecho humano a la identidad personal:
Antecedentes y Reconocimiento Constitucional”. La esencia de los Derechos Humanos. Universidad Nacional Federico
Villarreal, Doctorado en Derecho Perú 2006

44
El cambio de nombre y el cambio de sexo
económicos, sociales y culturales. Por otra parte, es del caso señalar
que la Constitución peruana ha sido la primera en incorporar este
derecho entre aquellos calificados como fundamentales.

Si bien, nuestra Constitución Política, no regula de manera específica


el derecho a la identidad sexual, ni mucho menos la temática del
transexualismo, lo cierto es que podemos concluir que el fundamento
jurídico de la licitud de las intervenciones quirúrgicas de la
reasignación de sexo y por consiguiente el cambio jurídico de nombre
y sexo de aquellas personas transexuales, se encuentra recogido, en
los siguientes artículos, en primer lugar en el Art. 1° que reconoce “a
la persona humana como fin supremo de la sociedad y el estado”; Art.
2° inc. 1, el mismo que dispone que “Todo persona tiene derecho a la
vida, a su identidad…”; art. 2° inc. 24 literal a), que se refiere a la
llamada regla de la libertad. “Nadie está obligado a hacer lo que la
Ley no manda ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe”, Art. 3°
que consagra la denominada clausula general de los derechos de la
persona, es decir los demás derechos que la Constitución garantiza o
aquellos inherentes.

6.2. Código civil de 1984

Por otro lado, no fue posible que el derecho a la identidad, se


incorpore al Código Civil de 1984, y esto debido al incipiente
desarrollo del tema dentro de la doctrina civil y la jurisprudencia
comparada, como la nula atención que la doctrina nacional ha
otorgado a la materia; no obstante, debemos dejar en claro, que ello
no es obstáculo para que, a la espera de un serio tratamiento del
asunto, la jurisprudencia nacional, con sentido creativo y
sustentándose en el derecho a la libertad, a la integridad
psicosomática y al nombre, proteja el derecho a la identidad en el
sentido tanto de impedir que se imputen a la persona conductas que

45
El cambio de nombre y el cambio de sexo
no le pertenecen como el evitar que otras asuman la paternidad de
aquellas de las que realmente es protagonista.

Como es de verse, desafortunadamente, al igual que en nuestra Carta


Magna, el Código Civil vigente no regula la figura del transexualismo,
ni muchos menos el procedimiento de reasignación de sexo, a pesar
de ya haberse presentado este tipo de casos en nuestra sociedad;
pero lo que si causa asombro es que ni siquiera lo haya regulado
como una de las hipótesis de cambio de nombre, no obstante, de la
gran demanda de dichas pretensiones en los últimos años.

Ante dicho vacío legislativo, y luego de hacer un breve análisis


podemos concluir que a fin de no vulnerar los derechos
fundamentales de aquel demandante transexual sometido a una
operación de reasignación de sexo, que por consiguiente pretende el
cambio registral de su nombre y sexo, este puede sustentar su
demanda en el Art. VIII del Título Preliminar del C.C., sobre la base de
aplicación de los principios generales del derecho en caso de vacío o
deficiencia de la ley; de igual modo el art. 19° del C.C., que regula el
derecho y el deber de llevar un nombre (en doctrina se suele
considerar a este derecho como parte de los denominados derechos
de la persona) y finalmente el art. 29° C.C. sobre el cambio de
nombre y los motivos justificados para ellos, llegando a incluir
forzosamente dentro de esta hipótesis al cambio físico de los órganos
genitales de la persona transexual (reasignación de sexo).

En resumen, el derecho a la identidad es una especie del género


denominado derecho a la identidad, el cual ya ha sido reconocido
constitucionalmente en nuestro país; sin embargo, es necesario que
nuestros legisladores lleven a cabo el desarrollo normativo de dicho
derecho, profundizándose en la problemática de los estados
intersexuales (transexualismo, homosexualidad, entre otros), y la

46
El cambio de nombre y el cambio de sexo
consiguiente adecuación registral de la identidad – nombre y sexo –
de dichas personas, que han sido sometidas a un proceso de
reasignación de sexo; a fin de que haya una correspondencia entre su
nuevo género y su estado legal. Pues, no debemos olvidar que este
tema tiene que ver con la dignidad misma de la persona, con su salud
psíquica, y sobre todo con el desarrollo de su libre personalidad, por
lo que debe ser estudiado con el máximo rigor sin descuidar los
múltiples aspectos que el asunto involucra como son aquellos
científicos, sociales, morales y jurídicos.

PARTES II

47
El cambio de nombre y el cambio de sexo
ASPECTOS PROCESALES

3. La vía procesal civil

En el artículo 826 del Código Procesal Civil vigente se regula la pretensión


de rectificación de nombre, con trámite en vía no contenciosa, ante un
Juzgado de Paz Letrado, pretensión que no puede equipararse a la de
cambio de nombre, pues rectificar significa subsanar un error u omisión,
generalmente involuntarios, en que se incurrió al consignarse el nombre civil
en la respectiva partida de nacimiento. En cambio, en el cambio de nombre,
lo que se pretende es cambiar una denominación personal, en mérito a
ciertas motivaciones; a lo que accederá el Juez si encuentra que las
mismas son justificadas.31

La falta de una norma que precise la vía procedimental y el Juzgado


competente para conocer de las pretensiones de cambio de nombre ha
originado la expedición de resoluciones judiciales contradictorias, pues para
algunos, el competente para conocer la referida pretensión es el Juez de
Paz Letrado, tramitándose la pretensión en la Vía de Proceso No
Contencioso. En cambio, para otros, el competente es el Juez Civil.

En efecto, en Cajamarca, se tramitó una solicitud de cambio de nombre


ante un Juzgado de Paz Letrado, como Rectificación de Partida de
Nacimiento, esto es en vía no contenciosa. (Expediente 2002-0077-0-0601-
JP-CI-01).

En el expediente N° 2003-254, un Juzgado de Familia de Cajamarca


declaró IMPROCEDENTE una demanda, por considerar que: "la
demandante interpone demanda de cambio de nombre de su menor hijo, lo
cual es de competencia del Juzgado de Paz Letrado, como lo prevé el
artículo 750 del Código Procesal Civil..."

31
Al respecto se puede consultar la versión digital de la monumental obra de José León Barandiarán " Tratado de
Derecho Civil". Gaceta Jurídica. Tomo I y II

48
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Del Río Gonzales, en la Revista Actualidad Jurídica32, comenta un cambio
de nombre y de sexo, ordenado por el Juzgado de Paz de Monsefú, de la
provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque, luego de tramitar la
pretensión como una Rectificación de Partida de Nacimiento.

Sin embargo, en el expediente signado con el número 2003-0042-0-0601-


JP-CI.01, se puede apreciar que un Juzgado de Paz Letrado de Cajamarca
declaró IMPROCEDENTE una solicitud de Rectificación de Partida de
Nacimiento, por considerarse que lo que se estaba peticionando era en
realidad un cambio de nombre, expresándose que éste "constituye una
acción contenciosa, cuya competencia corresponde al Juez
Especializado Civil."

Asimismo, en el Expediente No. 2003-455-0-0601-JP-CI-01 - tramitado


también en Cajamarca-, se expresó que "la pretensión invocada
(entiéndase cambio de nombre) se encuentra regulada en el artículo 29 del
Código Civil y constituye una acción contenciosa, cuya competencia
corresponde al Juez Especializado Civil, por lo que no encontrándose la
solicitud inmersa dentro del supuesto contenido en el artículo 749 inciso 9
del Código Procesal Civil y no siendo competencia de este Juzgado de Paz
Letrado conocer del presente proceso... se resuelve DECLARAR
IMPROCEDENTE la solicitud..."

La resolución anteriormente citada fue confirmada en segunda instancia, al


considerarse que: "tratándose de una pretensión de cambio de nombre,
debe tramitarse necesariamente como proceso contencioso, en la vía
de proceso de conocimiento y ante el Juzgado Civil competente"

Considerar a los Jueces civiles como competentes para conocer las


pretensiones de cambio de nombre encontraría su fundamento en
disposiciones contenidas en nuestra legislación -Artículo 5 del Código
32
Del Río Gonzales, Oscar. "Cambio de sexo por mandato judicial". En Revista Actualidad Jurídica. Publicación
mensual de Gaceta Jurídica. Tomo 109, diciembre. 2002. Lima- Perú. Págs. 82-87.

49
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Procesal Civil y artículo 49 inciso 1) del Decreto Supremo No. 017-93-JUS,
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial- según las
cuales, corresponde a los órganos jurisdiccionales civiles el conocimiento
de todo aquello que no esté atribuido por la ley a otros órganos
jurisdiccionales.

Sin embargo, si asumimos que la pretensión de cambio de nombre se debe


tramitar ante un Juez Civil, como proceso contencioso, las preguntas que
surgen son ¿contra quién se debe dirigir la pretensión? ¿Contra los padres
que eligieron el nombre? ¿Contra el Ministerio Público?

Si es que se asumiese que la pretensión debiera dirigirse contra los padres,


¿Cuál sería la solución para el caso de la persona cuyos padres han
fallecido? ¿Cuál sería la solución para el hijo menor de edad que quiere
cambiar su nombre pero no tiene la capacidad procesal para comparecer
por sí mismo a un proceso y por lo tanto la acción tiene que ser ejercitada
por sus representantes legales, es decir, sus padres? Evidentemente que
no podrían ser demandantes y demandados a la vez, lo cual es un
imposible jurídico. ¿Se tendría que nombrar un curador procesal?

Respecto a que el Ministerio Público pueda ser el órgano contra quien deba
dirigirse la pretensión de cambio de nombre, debemos manifestar que no
hay norma expresa que así lo regule, y que según el artículo 96 inciso a) del
Decreto Legislativo N° 052, Ley Orgánica del Ministerio Público, el Fiscal
Provincial en lo Civil, interviene como parte, ejercitando los recursos y
ofreciendo las pruebas pertinentes, en los juicios de nulidad de matrimonio,
de separación de los casados y de divorcio.33

Quizás por ello en el ámbito doctrinal, algunos autores son del parecer que
la pretensión de cambio de nombre debe tramitarse en la vía no
contenciosa, como Rectificación de Partidas. El connotado maestro José
33
Artículo 5 del Código Procesal Civil: "Corresponde a los órganos jurisdiccionales civiles el conocimiento de todo
aquello que no esté atribuido por la ley a otros órganos jurisdiccionales"

50
El cambio de nombre y el cambio de sexo
León Barandiarán, en su monumental obra "Tratado de Derecho Civil",
manifestó que el procedimiento de cambio de nombre debe ser el que se
señala en el Código de Procedimientos Civiles, para la rectificación de las
partidas de Registro Civil (art. 1321 y ss. del Código Civil de 1936). El
referido maestro agrega además, que si bien entre rectificación de nombre y
cambio de nombre hay diferencias, se ha creído conveniente someter
uno y otro hecho al mismo procedimiento; lo que en realidad no ofrece
ningún inconveniente.34 (Las negritas son nuestras)

Asimismo, Olmos Huallpa, en su publicación "Pretensiones procesales en el


Código Civil", considera que la Rectificación de Partida se puede hacer
por cambio o por adición de nombre, por lo que asigna la vía
procedimental de Proceso No Contencioso al cambio de nombre.35

Según nuestro parecer, la pretensión de cambio de nombre debería ser


tramitada ante los Juzgados de Paz Letrado, como proceso no contencioso,
para lo cual la parte interesada debería presentar todos los medios
probatorios que hagan justificable su pretensión y que permitan convencer
al Juez que no se está buscando la evasión de algún tipo de
responsabilidad penal o alguna obligación.36

Si es que existieran personas que se consideraran afectadas con el cambio


de nombre pueden valerse de lo dispuesto en el artículo 31 del Código Civil,
en el que se prescribe que: "La persona perjudicada por un cambio o
adición de nombre puede impugnarlo judicialmente" De acuerdo a la Cuarta
Disposición Final del Decreto Legislativo 768 (C.P.C), T.U.O., autorizado
por Resolución Ministerial 010-93-JUS (23-04-93), esta pretensión se
tramita en la vía del proceso abreviado.

34
Al respecto se puede consultar la versión digital de la monumental obra de José León Barandiarán " Tratado de
Derecho Civil". Gaceta Jurídica. Tomo I y II.
35
Olmos Huallpa, René. "Las pretensiones procesales en el Código Civil" Editora Jurídica Grijley. !/e, abril del 2002.
Pág. 6 y 7.
36
Así, por citar un ejemplo, para descartar la posibilidad de que el cambio de nombre tenga por finalidad evadir alguna
responsabilidad penal, se deberían presentar como medios probatorios, entre otros, certificados de antecedentes
policiales, judiciales y penales.

51
El cambio de nombre y el cambio de sexo
No debemos negar que el tema en estudio es discutible y el presente
trabajo intenta ser no más que un acicate para futuros trabajos mejor
elaborados y acabados, que confluyan en una modificación o precisión legal
sobre la materia, con la finalidad de garantizar pronunciamientos
jurisdiccionales no contradictorios, garantizar el acceso a la justicia, la
economía y celeridad procesal, así como la predictibilidad de las decisiones
jurisdiccionales,37 por la cual, los justiciables, desde el inicio del proceso
deben contar con normas claras y precisas, que les permita tener una
conciencia bastante certera de cómo van a resolver sus peticiones los
organismos jurisdiccionales y cuál será el resultado final que se obtendrá.
De esta manera se evitará que los justiciables pierdan tiempo, esfuerzos y
vean limitado su derecho de acceso a la justicia, ante la incertidumbre de no
saber ante qué Juzgado presentar su demanda.

4. LA VÍA PROCESAL CONSTITUCIONAL

Es importante referir también que incluso problemas vinculados con el


cambio de nombre han sido ventilados en la vía constitucional a través del
Proceso de Habeas Corpus, como es el caso del señor Karen Mañuca
Quiroz Cabanillas, que será analizado en un próximo capítulo.

37
Holmes decía que el estudio del Derecho es el estudio de una disciplina cuyo objeto es la predicción: "saber hasta
donde podemos actuar los particulares" (Léase al respecto GUTIERREZ CAMACHO, Walter. Revista LEGAL express,
publicación mensual de Gaceta Jurídica. Año 3, No. 31, julio del 2003. Pág. 2 )

52
El cambio de nombre y el cambio de sexo

PARTE III

JURISPRUDENCIA

2. El cambio de nombre y de sexo en la jurisprudencia peruana

2.1. Casos emblemáticos sobre cambio de nombre de transexuales,


tramitados en el Poder Judicial:

53
El cambio de nombre y el cambio de sexo
A. El caso del ciudadano peruano operado en Estados Unidos

• Introducción

Al respecto, tenemos el caso de un ciudadano que se sometió a


una intervención quirúrgica en los Estados Unidos con la finalidad
de adecuar sus genitales externos al sexo femenino. En 1969
contrajo matrimonio civil con un ciudadano norteamericano,
adoptando el nombre correspondiente a su nuevo estado, nombre
que consta en su certificado de naturalización de los Estados
Unidos de Norteamérica y en su pasaporte norteamericano. En
octubre de 1988, interpuso una demanda en la vía ordinaria a
efectos que se rectifique (sólo) su nombre ante el Décimo Noveno
Juzgado Civil de Lima, en donde se declaró fundada la demanda,
aplicando el art. VIII del Título Preliminar del C.C. y el art. 233°
inc. 6, de la Constitución de 1979, que se refieren a la obligación
de administrar justicia por parte del juez en caso de vacío o
deficiencia de la Ley.

• Fundamentos de hecho y de derecho de la sentencia

La sexta sala civil de la Corte Superior, revocó la sentencia de


primera instancia fundamentando que, bajo la pretensión jurídica
de cambio de nombre en vía de rectificación de partida, se
solicita, en realidad, “el reconocimiento de un presunto cambio de
sexo”, que la parte interesada consiguió mediante autorización
judicial efectuada en el extranjero, lo cual, para tener fuerza
ejecutiva en el territorio nacional, debería seguir los tramites de
reconocimiento y homologación de sentencias extranjeras. Por su
parte la Segunda Sala Civil de la Corte Suprema, con fecha
22/05/92 confirmó esta última decisión, basándose en la
insuficiencia de las pruebas ofrecidas. La máxima de la decisión
que se puede extraer es la siguiente:

54
El cambio de nombre y el cambio de sexo
“el cambio en el nombre importa también la rectificación de la
correspondiente partida, en cuanto al sexo. Por ello, no es posible
autorizar un nombre femenino a quien está inscrito como varón
aunque haya sido intervenido quirúrgicamente, por cuanto ello no
ha sido acreditado”.

La Sexta Sala Civil de la Corte Superior y la Segunda Sala Civil


de la Corte Suprema, si bien, advierten este impasse, se
pronuncian sobre lo que no pidió el accionante, es decir, sobre la
rectificación del sexo registral, debiendo haberse limitado al
contenido del objeto de la pretensión. Sin embargo, ambas salas
no desconocen el derecho a la identidad sexual, que tiene el
transexual. Simple y llanamente, se rechaza la pretensión
procesal, por cuanto no se ha hecho valer en la vía y forma de ley
(Corte Superior), y porque no se ha acreditado la existencia de la
historia clínica ni del mandato judicial de la Corte Distrital de
California que identifican al demandante como perteneciente al
sexo femenino (Corte Suprema).

B. El caso de Jean Paul Madrid Ruiz

• Introducción

Otro precedente es el que obra ante el juzgado de Paz Letrado


del distrito de Monsefú, del distrito judicial de Lambayeque. Se
trata del expediente Nº 72 – 2000, seguido por Don Jean Paúl
Madrid Ruiz sobre rectificación de partida de nacimiento, la misma
que fue admitida a trámite en vía de proceso no contencioso.

Don Jean Paul Madrid Ruiz, acude a dicho órgano jurisdiccional


solicitando la rectificación de su partida de nacimiento para la
modificación o cambio registral de sus prenombres y sexo.

55
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Alega el compareciente, que por razones de orden genético ha
optado por el sexo femenino y que desde la infancia ha tenido
problemas de carácter hormonal, que lo llevaron a una situación
de confusión y contradicción afectando no solo su vida privada,
sino también la esfera familiar y social. Precisa que su opción
social se encuentra definida, por haberse conducido como
persona del sexo femenino, tal situación lo ha llevado a someterse
a una operación medico quirúrgica de extirpación de miembro viril
y adecuación de los órganos externo, convirtiéndose así en una
persona con características femeninas. De otro lado, refiere que al
tener que identificarse con motivo de sus relaciones sociales,
actividades de carácter comercial, es victima de una serie de
murmuraciones y discriminaciones, en razón de que su apariencia
física e imagen no concuerdan con su identificación documental
que formalmente presenta. Manifiesta además que como todo
persona tiene derecho a exigir a que se nombre de acuerdo a su
apariencia física y personalidad a fin de no seguir siendo victima
de burlas y postergaciones. Culmina añadiendo en su entorno
familiar, amical y social es conocida con el nombre Fabiana Edith
M.R:, por lo que solicita la rectificación de su partida de
nacimiento en tal sentido. Ampara jurídicamente su pretensión en
el art. 826 del Código Procesal Civil (Procedencia de la
Rectificación de partida), y en los artículos 5 (Irrenunciabilidad de
los derechos fundamentales, 29º y 30º del Código Civil (cambio o
adicción de nombre y límite a los efectos de cambio de nombre”.
Cita, asimismo, el titulo I de de la Constitución Política del Perú,
art. 1º y 2º (la dignidad de la persona y los derechos civiles) y en
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, art. 18º
(Derecho a la Identidad Personal).

• Fundamentos de Hecho y de Derecho de la sentencia:

56
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Cumplido con los trámites de ley, y verificado por el juzgador que
no se había formulado contradicción contra la pretensión iniciada
por Don Jean Paul Madrid Ruiz, se ordenó la actuación de los
medios probatorios en la Diligencia de Actuación y Declaración
Judicial, suspendiendo dicha diligencia decidiendo remitir
fotocopias certificadas de los actuados a la Fiscalía Provincial
Civil de turno para que tome conocimiento del proceso;
igualmente se dispuso practicar el reconocimiento médico legal y
una pericia psicológica en la persona del compareciente para
determinar la veracidad de sus afirmaciones, respecto a la
adecuación de sus órganos genitales externos, establecer su
salud mental y su adaptación al medio social por el cambio de
sexo. Luego de actuados los medios probatorios pertinentes
dispuestos y ofrecidos, se llegó a establecer lo siguiente:

Que con la copia certificada de la partida de nacimiento, otorgada


por la Jefatura del Registro Civil de la Municipalidad Provincial de
Sullana, se acredita la existencia, identidad y personalidad de Don
Jean Paul Madrid Ruiz, observándose de dicho instrumento
publico que el nacimiento tuvo lugar el 03 de Agosto de 1971,
contando a la fecha de la solicitud planteada con 29 años de
edad. Acota, el juzgador que la pretensión del compareciente se
trata de un caso singular, toda vez que nuestro ordenamiento
sustantivo no contempla tal situación de manera expresa, vale
decir, el cambio de nombre por la adecuación de los órganos
genitales masculinos a caracteres femeninos externos. No
obstante, debe tenerse en cuenta que tampoco existe prohibición
expresa en nuestra legislación, que sustente una denegatoria de
lo solicitado. Subraya, que el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva es un principio fundamental que inspira nuestro
ordenamiento procesal civil, mediante el cual el Estado a través

57
El cambio de nombre y el cambio de sexo
del órgano Jurisdiccional, no puede sustraerse a su obligación de
otorgar tutela jurídica a la persona que lo solicite. Siendo esto así,
razona que es menester tener en cuenta que de acuerdo a lo
establecido por el Art. III del Código Procesal Civil, inciso 3 del
Art. 184° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y el inciso 8 del Art. 139° de la Constitución Política del
Perú, dispositivos que prescriben que los magistrados no pueden
dejar de administrar justicia por vacio, defecto o deficiencia de la
ley. Por ende, en el presente caso, se debe recurrir a la aplicación
de los principios generales del derecho y a la legislación
comparada.

Por consiguiente, teniendo en cuenta la atipicidad del caso, esto


es, que no se encuentra contemplando en norma específica
alguna, y ante la falta de disposición legal expresa para resolver la
pretensión, debe precederse de acuerdo a lo establecido en el
anterior acápite, utilizando además los criterios de interpretación
que suplan las lagunas legislativas. El juzgador, hace hincapié,
que también se debe tener en cuenta que las normas actuales
han sido rebasadas por la realidad social, y el derecho como
instrumento de cambio, no puede ser ajeno a dicha realidad, por
lo que resulta imperativo dar solución al problema suscitado y que
es materia del presente proceso. Por otro lado, de los hechos que
fundamentan la pretensión quedó evidenciado que se trata de un
caso de transexualismo, toda vez que el solicitante nació con un
sexo perfectamente definido, sin embargo existe desarmonía en
su identidad sexual por cuanto este vive y siente como si fuera del
sexo cromosómico opuesto, y de acuerdo a los avances de la
ciencia, tal situación puede ser corregida mediante una
intervención quirúrgica de adecuación de genitales externos.

58
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Que en el caso de autos, el compareciente Jean Paúl Madrid
Ruiz, en forma libre y voluntaria se sometió a una intervención
quirúrgica de adecuación de sus órganos genitales externos, cuyo
resultado ha motivado el cambio de sexo de hombre a mujer, sin
embrago, no existe armonía entre su apariencia física y psíquica,
con la identidad que actualmente lleva, por lo que pide se le
reconozca el derecho a ser designado con el nombre que ha
elegido, de acuerdo a su opción sexual.

En efecto, dicha intervención quirúrgica de plástica de genitales


externos e internos, ha conllevado a la construcción de la
pseudovagina, encontrándose este hecho plenamente acreditado
con el Certificado Médico particular y con la pericia médico legal
emitida y debidamente ratificada por los peritos correspondientes.
Por otro lado, con la evaluación psicológica a la que fue sometido
el interesado, se llego a establecer que no sufre de trastornos
psicológicos de personalidad ni de identidad sexual.

Con el informe psicológico mencionado y declaraciones


testimoniales actuadas, se inquirió que don Jean Paúl Madrid
Ruiz, es una persona emocionalmente estable y que goza de
salud mental; que su opción sexual la ha decidido desde
temprana edad, habiendo sido tratado desde aquel entonces
como persona de sexo femenino; y que por lo tanto, se encuentra
plenamente adaptado al medio familiar y social, como persona del
sexo que ha elegido. Puntualiza, el señor Juez de la cauda que
con la presencia física del peticionante ante esa judicatura, con
motivo de las sucesivas diligencias efectuadas en presencia de él
en ejercicio del principio de inmediación, se concluye que
efectivamente se ha producido en el justiciable una
transformación en cuanto a sus rasgos físicos y ha exhibido una
personalidad definida proyectando una imagen típicamente

59
El cambio de nombre y el cambio de sexo
femenina. Sin embrago, en la esfera social se ve obligado a
identificarse con documentos que corresponden a una persona de
sexo masculino, situación que le genera una serie de
inconvenientes en sus relaciones sociales y laborales. Tal
desarmonía resulta un impedimento para su realización como
persona, y sobre todo para hacer realidad el proyecto vital de
existencia a la que tiene derecho, como todo ser humano.

Destaca el juzgador que los Artículos 1° y 2° de la Constitución


Política del Perú, consagran en forma pormenorizada los
derechos de la defensa de la persona humana y el respeto a su
dignidad, que son el fin supremo de la sociedad y del estado.
Entre ellas resalta el reconocimiento a la identidad, a la integridad
moral, psíquica y física, a no ser discriminado por razones de
origen, ni de sexo, entre otros. Asimismo, establece la
denominada regla de la libertad, en cuanto nadie está obligado a
hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no
prohíbe, en consecuencia, el derecho a la identidad sexual que
pretende hacer valer el interesado Jean Paúl Ruiz, es una especie
del genero denominado derecho a las identidad, el cual se ha
reconocido constitucionalmente. Cabe indicar que en el caso de
autos, el Ministerio Público en su condición de defensor de la
legalidad, de los derechos ciudadanos y de los intereses públicos,
no formulo contradicción a la pretensión, de acuerdo a lo que
establece el Artículo 735° del Código Adjetivo, habiendo sido
dicha Institución notificada conforme a ley. Por otro lado, pese a
las publicaciones efectuadas en los diarios La República y el
Ciclón, no se apersonó persona alguna para deducir oposición.
Por último, el señor juez, precisa que estando a las
consideraciones precedentes, a los datos que suministran la
experiencia jurídica comparada y en aplicación de lo dispuesto en

60
El cambio de nombre y el cambio de sexo
el Artículo 29° del C.C., la petición formulada por don Jean Paúl
Madrid Ruiz, resulta amparable por la existencia de razones
justificadas para atender dicha pretensión, consecuentemente,
debe disponerse la modificación registral de los prenombres y del
sexo, el cual tendrá efectos ex – nunc, esto es que regirá
legalmente desde la fecha en que se emita la presente resolución.

En este orden de ideas, mediante sentencia de fecha 31/07/00,


falla declarando fundada la solicitud interpuesta por don Jean Paúl
Madrid Ruiz, sobre la rectificación de partida de nacimiento,
ordenando se proceda a la rectificación correspondiente y que
consistirá en el cambio de los prenombres del titular de dicha
partida de nacimiento, debiendo suprimirse los nombres de Jean
Paúl Ruiz, y en su lugar deberán figurar los de Fabiana Edith, por
lo que en lo sucesivo la identidad de la mencionada persona será
Fabiana Edith Madrid Ruiz. Asimismo, deberá suprimirse la
anotación que hizo el padre declarante del nacimiento, en cuanto
indico que se trata de “un niño”, y en su lugar deberá aparecer
como una niña o de sexo femenino, y, en aplicación de lo
dispuesto en el Artículo 26° del Código Civil, doña Fabiana Edith
Madrid Ruiz, deberá exigir que en adelante se le designa por el
nombre e identidad sexual que se le designa por el nombre e
identidad sexual que se le reconoce mediante la presente
resolución judicial.

C. El caso de José Antonio Ubillus López

• Introducción:

Igualmente, tenemos la sentencia dictada por el Juzgado de Paz


Letrado de Monsefú, Distrito Judicial de Lambayeque, que recaía
en el expediente N° 252-2001.

61
El cambio de nombre y el cambio de sexo
Ante el Juzgado de Paz Letrado de Monsefu de la provincia de
Chiclayo del Departamento de Lambayeque, don José Antonio
Ubillus López acude al órgano jurisdiccional, solicitando la
rectificación de su partida de nacimiento inscrita el 03 de
diciembre en el Registro Civil de la Municipalidad Provincial de
Chiclayo, para que se le cambie su nombre de pila y sexo.

Fundamenta su demanda en el hecho acaecido el 4 de octubre de


2001, en que fue intervenido quirúrgicamente con la finalidad de
cambiar de sexo, en la ciudad de Barcelona, España;
produciéndose, por esta vía, el cambio de genitales externos y
vagina plástica cutánea peneana; alegando haber recibido antes
de su intervención tratamiento psicológico y sicométrico que le
ayudo al desarrollo de su personalidad normal; admitiendo que
desde temprana edad tuvo desequilibrio hormonal que lo llevo a
identificarse con el sexo femenino; y, por tanto, a demandar el
cambio de sus nombres de pila José Antonio por Josefa Antonia,
como la rectificación de la nominación del sexo masculino por el
de femenino; incoando la acción de rectificación de su partida de
nacimiento en la vía del proceso no contencioso.

• Fundamentos de hecho y de derecho de la sentencia:

Al respecto, el juez declara fundada la pretensión y ordena la


rectificación de la partida de nacimiento, consistente en el cambio
de los prenombres del titular de dicha partida de nacimiento,
ordenando suprimir los nombres de José Antonio y en su lugar
figure los de Josefa Antonia; por lo que, en lo sucesivo, a nueva
identidad del accionante será con dichos nombres. Ordena
también suprimir la anotación que hizo el declarante del
nacimiento, en cuanto indica que se trata de un varón y, en su
lugar, deberá aparecer como una niña o de sexo femenino.

62
El cambio de nombre y el cambio de sexo
En primer lugar, la sentencia se ampara en el artículo 29° del
Código Civil siendo competente para conocer de estos procesos
el Juez de Paz Letrado. Como lo establece el artículo 750° del
Código Procesal Civil.

El demandante, haciendo uso de uno de los principios


fundamentales del procedimiento, que es derecho a la tutela
jurisdiccional, solicita la rectificación de su partida de nacimiento
inscrita en el Registro Civil Del Concejo Provincial De Chiclayo.

El órgano jurisdiccional, respecto, a los fundamentos jurídicos,


señala que si bien la pretensión del solicitante es un caso sui
generis, pues expresamente tal situación no se encuentra
regulada, tampoco lo prohíbe, y no pudiendo dejar de administrar
justicia por vacio, defecto o deficiencia de la ley, como lo
establecen el artículo 138° de la Constitución Política del Perú, el
artículo VIII del Título Preliminar del Código Civil, el artículo III del
Título Preliminar del Código Procesal Civil y el artículo 184° inciso
3) de la Ley Orgánica del Poder Judicial, debe recurrirse a la
aplicación de los principios generales del derecho y a la
legislación comparada.

En ejercicio de sus derechos a la identidad y a la libertad previstos


en el artículo 2° inciso 1) y 24) de la Constitución Política, el
accionante se somete a una intervención quirúrgica de cambio de
genitales externos y vagina plástica cutánea peneada, cuyo
resultado fue la reproducción de labios mayores y vagina muy
semejantes a los femeninos, como aparece del certificado médico
otorgado en Barcelona – España el 9 de octubre de 2001. Este
suceso fue plenamente acreditado y ratificado con la pericia
médico legal, que concluye que el paciente presenta rasgos
propios del sexo femenino, en lo que respecta a las mamas, vello

63
El cambio de nombre y el cambio de sexo
pubiano y grasa corporal, y en lo que corresponde a los genitales
externos no existen los cuerpos eréctiles del pene ni testículos, y
en la zona perineal existe la apariencia vulvar expresada por la
evaginación del pene y de las bolsas escrútales hacia la
seudocavidad originada por la extirpación total de los cuerpos
eréctiles y de los cuerpos cavernosos y esponjosos del pene, se
observa la amputación de la uretra y la formación de un área de
consistencia dura que da la apariencia de clítoris. Todo ellos
dando la imagen de un aparente órgano sexual femenino.

Asimismo, la doctrina reconoce que toda persona debe


distinguirse jurídica y socialmente a través de uno o más signos
que lo diferencien de los demás y que permitan su fácil
identificación; y que ello se alcanza precisamente por medio del
nombre, resultando claro, entonces que las funciones primordiales
que cumple el nombre son las de servir de instrumento de
individualización e identificación de todos los seres humanos
dentro de la sociedad, lo que precisamente se alcanza a través de
la identidad personal, que es el derecho de cada ser humano
tiene a que se respete su verdad personal. Es decir, que toda
descripción que de él se haga de ajuste a la verdad, que sea fiel a
sus características extremas, pensamientos, actitudes y
comportamiento social, en suma el perfil personal que le
corresponde, incluyendo su identidad sexual que es el género de
la identidad personal.

Entonces según el juzgador existen razones justificadas para que


se ampare su pretensión, pues es evidente que, dentro del ámbito
de la sociedad, el solicitante se desenvuelve como persona de
sexo femenino, teniendo que utilizar sin embargo, documentación
que corresponde a la del sexo masculino, que ocasiona una
violación a su derecho a la identidad personal; por lo que, en

64
El cambio de nombre y el cambio de sexo
defensa de los derechos humanos inherentes a la persona y en
aplicación del artículo 2° inciso 1) de la Constitución Política del
Perú y el artículo 29° del Código Civil, declaro procedente la
variación del sexo inscrito en el Registro Civil; y,
consecuentemente, la variación de su nombre que lo identifique
con el sexo femenino.

D. Caso del señor Jorge Luis que demandó para cambiar de

Nombre por el de Pamela Estela

• Introducción 38

Se trata de una sentencia emitida en el Juzgado Civil de San


Martín en la cual se declara fundada la solicitud del señor Jorge
Luis para cambiar de nombre por el de Pamela Estela al ser una
persona que presenta un cuadro de disforia de género, más
conocida como transexualismo.

En marzo de 2008 el señor Jorge Luis Mendoza Moreno solicitó


ante el Juzgado Civil de San Martín que se ordene el cambio de
su prenombre “Jorge Luis” por el de “Pamela Estela”, y su
posterior inscripción en su partida de nacimiento.

La mencionada ciudadana señaló en dicha oportunidad que la


solicitud obedecía a que durante largos años había
experimentado una inconformidad por su sexo biológico, su sexo
psicológico y social, siendo víctima muchas veces de burlas,
señalamientos y marginaciones sociales, situación que lo motivó a
someterse a una serie de exámenes psicológicos, luego de los

38
RODRÍGUEZ CAMPOS, Rafael “El cambio de nombre como manifestación del derecho a la identidad personal en el
caso de los transexuales”, pág. 1-2 http://www.justiciayderecho.org/.

65
El cambio de nombre y el cambio de sexo
cuales se le diagnosticó disforia de género, conocida
coloquialmente como transexualismo; por lo cual decidió
practicarse una operación de cambio de genitales externos,
realizándose una vaginoplastia, para finalmente, iniciar un
tratamiento hormonal, tratamientos todos ellos que le permitieron
desde ese entonces llevar una vida normal como mujer.

Al cabo de algún tiempo, en octubre del año que pasado, el juez


Félix Enrique Ramírez Sánchez, en un fallo particularmente
progresista y razonado, declaró fundada la demanda ordenando al
órgano correspondiente tramitar el cambio del prenombre de
Jorge Luis, hoy Pamela Estela, y la correspondiente rectificación
de su partida de nacimiento en la Municipalidad de Miraflores.

• Análisis del caso39

Se trata de un ciudadano que sufre de disforia o transexualismo,


es decir, se trata de una persona que pertenece físicamente a un
sexo pero que siente pertenecer a otro, y para acceder a una
identidad más coherente y menos equívoca se somete a
tratamientos médicos o procedimientos quirúrgicos, a fin de
adaptar sus caracteres físicos a su psiquismo, armonizando su
sexo biológico y físico con el psicológico y social. Es esta
situación la que lleva a las personas que experimentan disforia de
género a sentir un profundo rechazo a su genitalidad original,
disconformidad que muchas, sino todas, viene acompañada de
cuadros de profunda, depresión, ansiedad y angustia, generando
sentimientos de inferioridad y aislamiento en relación a los demás,
tornando caótica su existencia y entorpeciendo su desarrollo
personal, dado que el proyecto de vida que han decidido elegir se
ve entorpecido, ya sea por la propia situación en sí, o por la

39
RODRÍGUEZ CAMPOS, Rafael “El cambio de nombre como manifestación del derecho a la identidad personal en
el caso de los transexuales”, pág. 7-9 http://www.justiciayderecho.org/

66
El cambio de nombre y el cambio de sexo
actitud de rechazo que estas personas reciben por parte de la
sociedad y el Estado.

Lo dicho anteriormente queda demostrado a cabalidad con la


siguiente declaración hecha por Pamela Estela: “Al llegar a mi
adolescencia mi situación empeoró dado que era inocultable mis
ademanes y gestos propios del sexo femenino, y durante el curso
de educación física en el Colegio Nacional Guadalupe de Lima
(exclusivo para varones) padecía continuas burlas que me
llevaron a privarme de las clases para no compartir el vestuario
de varones, de realizar algún tipo de paseo recreacional, y,
recluirme en mis propios estudios y en mi propia soledad”

Es decir, a razón de este sentimiento de inconformidad que


Pamela Estela decía experimentar por la incongruencia entre su
“yo físico” y su “yo psicológico”, por decirlo de algún modo, se vio
obligada a buscar refugio en su mundo interior, aparatándolo de
los demás niños y jóvenes de su edad, todo ello con la finalidad
de evitar burlas, mofas o expresiones peyorativas en su contra.

El aislamiento social en la personas que sufren de disforia no es


sino la consecuencia de un estado mental previo que los mortifica,
que los hace sentirse inconformes con su yo personal, generando
una profunda depresión que puede poner en riesgo su salud, su
tranquilidad emocional y psicológica, incluso su vida.

En esa misma línea, resulta de suma importancia la respuesta


que Pamela Estela brinda al Juez de la causa ante la pregunta
¿Cuáles son las razones por las que pretende cambiar de
nombre? Pamela Estela responde: “El nombre de Jorge es propio
de una persona masculina y yo no me identifico con dicho sexo y
mucho menos con el nombre antes referido, es por ello que
solicito judicialmente el cambio de mi nombre, ya que me

67
El cambio de nombre y el cambio de sexo
identifico con el sexo femenino, dejando en claro que me siento
muy mal, cuando se me nombra con el nombre de Jorge, tal como
ha ocurrido cuando el personal del Juzgado me llamó por dicho
nombre al convocarme a dicha audiencia sin embargo lo
comprendo” (…)

Solo como dato adicional, cabe señalar que en el presente caso la


ciudadana Pamela Estela, aportó abundante material probatorio
que acreditaba ampliamente su condición de transexual. Además,
acreditó ser una persona con un desarrollo psicológico normal y
una madurez personal e intelectual suficiente que la convierten en
una persona capaz para decidir libremente si opta por cambiar de
sexo o no, incluso, se menciona un informe en el cual la ciencia
médica, reconociendo que Pamela Estela lleva una vida física,
psicológica y social propia de una mujer, recomienda regularizar
su situación legal mediante el cambio de nombre para favorecer
su total adaptación a los roles propios del sexo femenino.

Entonces, a la luz de lo antes dicho, creo que existen motivos


justificados para que en este caso se autorice el cambio de
nombre, tal y como lo señala el artículo 29 de nuestro Código
Civil, en el cual si bien es cierto no se prevé de manera explícita la
causal de cambio de nombre para personas que experimentan
transexualismo, éste debe ser entendido a la luz de lo que nuestra
Constitución señala al reconocer de manera explícita el derecho a
la identidad personal y el derecho al libre desarrollo. Con lo cual
es evidente que la negativa del Estado a modificar el nombre de
una persona que presente disforia de género y que haya
acreditado fehacientemente dicha condición, como sucede en el
presente caso, sobre la base de que no existe en la legislación
civil una norma que regule de manera específica este supuesto,
resulta a todas luces inconstitucional y arbitraria. Más cuando

68
El cambio de nombre y el cambio de sexo
debemos recordar que el ejercicio o vigencia de un derecho
fundamental no puede estar supeditado a la presencia de una
norma que lo viabilice o desarrolle.

Lo contrario sería supeditar el ejercicio pleno de un derecho


fundamental a la voluntad del legislador, el cual muchas veces por
desconocimiento o desidia, deja en el vació normativo a
importantes situaciones de hecho, que por su trascendencia y su
vinculación con el Derecho- Principio- Valor dignidad merecen ser
reguladas, como es el derecho de los transexuales a cambiar su
nombre como manifestación de su derecho a la identidad
personal.

En tal sentido, debe quedar claro que, como bien señala el juez, el
reconocimiento del derecho a la dignidad de los transexuales
pasa por reconocerles su verdad personal, otorgándoles la
posibilidad de ser auténticamente libres, eligiendo vivir como
hombre o mujer, de conformidad con el desarrollo psicológico y
social que presentan, todo ello según su propia autodeterminación
personal.

2.2. Diversidad sexual en la sentencias del Tribunal Constitucional:

El desarrollo de este tema por el Tribunal Constitucional es casi nulo.


Son pocas las sentencias que se refieren a la diversidad sexual,
oportunidades que han sido desaprovechadas por el máximo intérprete
de la Constitución quien se refirió al tema de manera escueta. Casi se
podría decir que evitó para desarrollar y definir conceptos y derechos de
las personas con distinta identidad sexual. Ahora analizaremos dos de
las sentencias más interesantes dictadas por el Tribunal Constitucional:

B. El caso de Karen Mañuca Quiroz Cabanillas

69
El cambio de nombre y el cambio de sexo
• Introducción

Mediante proceso de Habeas Corpus, recaído en el expediente N°


2273-2005 – PHC/TC, Karen Mañuca Quiroz Cabanillas (antes
Manuel Jesús Quiroz Cabanillas), interpone Recurso de Agravio
Constitucional contra la sentencia de la Sala Penal Superior de
Emergencia para procesos con reos libres de la Corte Superior de
Justicia de Lima, de fecha 02 de marzo del 2005, declara
IMPROCEDENTE la demanda de Habeas Corpus de autos.

• Antecedentes

Con fecha 09 de febrero de 2005, Karen Mañuca Quiroz


Cabanillas interpone demanda de Habeas Corpus contra el jefe
de Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC),
tras considerar que la denegarle el otorgamiento de un duplicado
correspondiente a su documento nacional de identidad (DNI), se
vulneran sus derechos constitucionales a la vida, a la identidad, a
la integridad psíquica y física, al libre desarrollo y bienestar y a la
libertad personal.

Manifiesta que la emplazada no le otorga el duplicado de su DNI


N° 19327439 desde hace más de 4 años, no obstante haber
cancelado los pagos correspondientes para tal expedición, y
tampoco a emitido resolución alguna en la que señale los motivos
por los cuales no le a entregado el duplicado en referencia; por el
contrario, los funcionarios de la entidad demandada le indicaron,
en forma verbal que su identidad se encontraba cuestionada,
siendo necesario que presente su partida de nacimiento,
requerimiento que oportunamente cumplió. Sin embrago, y pese a
ello, le han continuado denegando el duplicado correspondiente.
Expresa, además que en el año 1989 interpuso una demanda
judicial sobre rectificación de nombre y, como consecuencia de

70
El cambio de nombre y el cambio de sexo
ello, el Poder Judicial dispuso la rectificación de su nombre,
conforme está acreditado en el acta de nacimiento emitida por el
jefe de registro civil de Guadalupe, Departamento de la Libertad.
Con dicha acta es que se apersono a la entidad demandad con la
finalidad de que se consignen sus nombres rectificados
judicialmente, razón por la cual se le entrego el DNI N° 19327439,
cuyo extravío ha originado el que tenga que tramitar el duplicado
que, sin embrago, ahora se le niega.

Practicadas las diligencias de la ley se recibe la declaración de


don Eduardo Octavio Ruiz Botto, en su condición de jefe de
RENIEC, quien manifiesta que asumió el cargo en el mes de
octubre del 2002 y, por ende, hace 4 años no era jefe, ni tuvo
conocimiento de alguna negativa de otorgar la identidad a la parte
demandante. Por otra parte, expresa que la validación de los
datos se realiza en la Gerencia De Operación, efectuándose un
promedio de veinte mil trámites diarios relacionados con el DNI.
En todo caso, precisa que por información obtenida con
posterioridad a la interposición de la demanda ha tomado
conocimiento que se cancelo el DNI de la parte actora por haber
realizado múltiples inscripciones; es decir, que tenía varios
números de DNI con nombre masculino y femenino,
desconociendo si fue debidamente notificada de la cancelación de
su DNI con identidad femenina o si ha sido denunciada
penalmente por la comisión de tales hechos.

El Procurador Público de RENIEC se apersona al proceso y


expresa que la parte actora ostenta una trayectoria pretensora de
doble identidad sexual, como Manuel Jesús Quiroz Cabanillas y
como Karen Mañuca Quiroz Cabanillas; que con fecha 4 de mayo
de 1976 obtuvo una Boleta de 7 dígitos o Libreta Electoral N°
1211481 bajo el nombre de Manuel Jesús Quiroz Cabanillas con

71
El cambio de nombre y el cambio de sexo
sexo masculino; posteriormente, con fecha 19 de octubre de
1984, obtiene la Partida de Inscripción N° 19203903 en base a la
inscripción anterior y nuevamente a nombre de Manuel Jesús
Quiroz Cabanillas, con sexo masculino. Luego, con fecha 8 de
junio del2001, se presento en Lima solicitando un trámite de
rectificación de datos del DNI N° 19203903, el cual fue rechazado
con la observación “Por oficiar partida de nacimiento”, siendo
pertinente puntualizar que, a la fecha, es el citado DNI el que se
mantiene habilitado en el sistema computarizado ANI/RENIEC.
Por otra parte, con fecha 26 de junio de 1989, la misma persona
obtiene la inscripción N° 19238729 a nombre de Karen Mañuca
Quiroz Cabanillas, con sexo femenino, posteriormente, con la
fecha 1 de julio de 1992, obtiene la inscripción N° 19327439,
teniendo como sustento el documento anterior, consignando los
mismos nombres, genero y demás datos. Finalmente, con fecha
25 de febrero de 1997, la parte actora obtiene el documento N°
19327439, según el formulario N° 00209464, a través del trámite
de duplicado, identificándose nuevamente como Karen Mañuca
Quiroz Cabanillas. A raíz de todos estos hechos la unidad de
investigaciones de la GO/RENIEC realizo un examen de
confrontación mono dactilar que concluyó que existía identidad
dactilar entre todas sus muestras, tratándose de una misma
persona biológica que, sin embargo, había realizado dos
inscripciones. Por tales razones se cancelo la Inscripción N°
19327439 a nombre de Karen Mañuca Quiroz Cabanillas, por
tratarse de una nueva inscripción efectuada por el ciudadano
Manuel Jesús Quiroz Cabanillas, no habiéndose vulnerado
derecho constitucional alguno.

Por su parte el Trigésimo Primer Juzgado Penal de Lima, con


fecha 14 de febrero de 2005, declara improcedente la demanda

72
El cambio de nombre y el cambio de sexo
de habeas corpus, por considerar que la parte actora no ha
esclarecido su verdadera identidad, ni tampoco ha señalado los
pormenores relacionados a su doble inscripción en el RENIEC.
Por otra parte, las anomalías que pudieron cometerse en el
proceso regular deben resolverse dentro de él mismo y no en uno
de naturaleza constitucional, ya que no hay vulneración a la
libertad individual. La recurrida, confirma la apelada
esencialmente por los mismos fundamentos.

• Fundamentos de hecho y de derecho de la sentencia

Según fluye de autos, mediante la demanda la parte actora


persigue que el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil
(RENIEC) expida el duplicado de su Documento Nacional de
Identidad, tras considerar que la negativa de realización de dicho
trámite vulnera sus derechos constitucionales a la vida, a la
identidad, a la integridad psíquica y física, al libre desarrollo y
bienestar, a la libertad personal; es pertinente precisar que lo que
la parte actora reclama en el presente caso no solo se limitara a la
expedición formal de citado documento de identificación, sino a
que este contenga los datos renovados que señala (nuevo
nombre), en merito a la rectificación de su Partida de Nacimiento,
de manera que no solo se trataría de un nuevo documento sino de
una nueva forma de identificarse, ya no como don Manuel Jesús
Quiroz Mañuca, si no como doña Karen Mañuca Quiroz
Cabanillas, la cual ya ostentado, según se aprecia de la copia del
DNI que corre a fojas 8 de autos.

Por otro lado, el Tribunal Constitucional estima oportuno precisar


que del caso de autos subyacen una serie de problemas respecto
de los cuales es necesario emitir pronunciamiento, habida cuenta
que la discusión planteada contiene elementos que van más allá

73
El cambio de nombre y el cambio de sexo
de un asunto meramente formal o legal, pues comprometen otros
valores constitucionales que, por su propia relevancia, requieren
de definición expresa, tales como el principio de dignidad, el
derecho a la identidad y el rol del Documento Nacional de
Identidad. En el presente caso profundizaremos el contenido de la
identidad.

Conforme a la Constitución Política del Perú, la dignidad del ser


humano no solo representa el valor supremo que justifica la
existencia del Estado y de los objetivos que este cumple, sino que
se constituye como el fundamento esencial de todos los derechos
que, con la calidad de fundamentales, habilita el ordenamiento.
Desde el artículo 1° queda manifiesta tal orientación al
reconocerse que “La defensa de la persona humana y el respeto
de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”, y
complementarse dicha línea de razonamiento con aquella otra
establecida en el artículo 3° que dispone que “La enumeración de
los derechos establecidos (…)” no excluye los demás que la
Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga que se
fundan en la dignidad del hombre (…)”

Existe, pues, en la dignidad, un indiscutible rol de principio motor


sin el cual el estado obedecería de legitimidad, y los derechos de
un adecuado soporte direccional. Es esta misma lógica la que, por
parte, se desprende de los instrumentos internacionales relativos
a Derechos Humanos, que hacen del principio la fuente directa de
la que dimanan todos y cada uno de los derechos del ser humano.
Así, mientras el Preámbulo de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos considera que “(…) la libertad, la justicia y la
paz en el mundo tiene por base el reconocimiento de la dignidad
inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus

74
El cambio de nombre y el cambio de sexo
derechos iguales e inalienables” sino que “(…) estos derechos
derivan de la dignidad inherente a la persona humana”.

De este reconocimiento de la dignidad humana en el Derecho


Constitucional e Internacional, se deriva la naturaleza de sus
alcances jurídicos, en tanto, sustrato axiológico y soporte
estructural de la protección debida al individuo, configurándose
como “(…) un mínimum inalienable que todo ordenamiento debe
respetar, defender y promover”. De allí que, la dignidad sea
caracterizada por la posición preferente que ocupa en el
ordenamiento jurídico, y por la individualización respecto del rol de
fundamento, fin y limite que a la misma le corresponde cumplir
frente a la existencia de todos los derechos fundamentales.

Así, dada la esencial correlación entre derechos fundamentales y


dignidad humana, en el caso de autos, supone otorgar un
contenido al derecho a la identidad personal demandado, en tanto
elemento esencial para garantizar una vida no solo plena en su
faz formal o existencial, sino también en su dimensión sustancial o
material; o en otras palabras, garantizar una vida digna. Por tal
razón, la identidad personal constitucionalmente protegidas solo
será aquella que se sustente en el principio de dignidad de la
persona humana.

Asimismo, el Tribunal Constitucional desarrolla el doble carácter


de la dignidad humana, produce determinadas consecuencias
jurídicas:

Primero, en tanto principio, actúa a lo largo del proceso de


aplicación y ejecución de las normas por parte de los operadores
constitucionales, como:

a) Criterio interpretativo;

75
El cambio de nombre y el cambio de sexo
b) Criterio para la determinación del contenido esencial
constitucionalmente protegido de determinados derechos,
para resolver supuestos en los que le ejercicio de los
derechos deviene de una cuestión conflictiva;

c) Criterio que comporta límites a las pretensiones


legislativas, administrativas y judiciales; e incluso
extendible a los particulares.

Segundo, en tanto derecho fundamental se constituye en un


ámbito de tutela y protección autónomo. En ello reside su
exigibilidad y ejecutabilidad en el ordenamiento jurídico, es decir,
la posibilidad que los individuos se encuentren legitimados a exigir
la intervención de los órganos jurisdiccionales para su protección,
en la resolución de los conflictos sugeridos en la misma praxis
intersubjetivas de las sociedades contemporáneas, donde se dan
diversas formas de afectar la esencia de la dignidad humana,
antes las cuales no podemos permanecer impávidos.

Sobre la partida de nacimiento y sus elementos, el Tribunal


Constitucional manifestó, que la partida de nacimiento es el
documento a través de cual se acredita el hecho del nacimiento y,
por ende, la existencia de una persona. Con este asiento registral
y sus certificaciones correspondientes en los registros civiles se
deja constancia del hecho inicial o determinante de la existencia
de una personalidad humana.

Por otro lado los elementos de la partida de nacimiento son: el


nombre, el apellido, sexo, lugar de nacimiento, identidad y
dirección de los padres, nombre y apellidos del registrador.

El nombre es la designación con la cual se individualiza al sujeto y


que le permite distinguirse de los demás. El nombre tiene dos
componentes: el prenombre y los apellidos. El nombre es el

76
El cambio de nombre y el cambio de sexo
elemento característico individual del sujeto, libre de toda
vinculación preestablecida. El nombre recoge datos históricos de
la persona que la singularizan de los demás y provee la
información base para la emisión del DNI. Mediante el nombre se
hace posible el ejercicio de derechos tales como la ciudadanía, la
educación, la seguridad social, el trabajo y la obtención de una
partida de nacimiento, entre otros.

El sexo del individuo, es la identificación que se asigna al recién


nacido y que lo ubica en el género masculino o femenino. El sexo
está compuesto por diverso elementos: cromosómico, gonadal,
anatómico, psicológico, registral y social, los mismos que
interactúan en el sujeto de tal forma que lo configuran. Al
momento de nacer la persona solo se toma en cuenta el sexo
anatómico, ya que la personalidad del recién nacido, que
expresara su identidad, recién comenzará a desarrollarse. Sobre
el proceso de inscripción de nacimiento, se afirma que una vez
que se asigna una cierta denominación a cada individuo, surge la
necesidad de que este conserve el nombre que se le ha dado,
pues su eventual modificación podría generar confusión e
impediría la identificación de la persona. De ahí que le titular
tenga también el deber de mantener la designación que le
corresponde. Por ello, como regla general se ha establecido que
nadie puede cambiar su nombre ni hacerle adiciones. Sin
embargo, existe una excepción, que se presenta cuando existen
motivos justificados y media una autorización judicial, publicada e
inscrita. Por ejemplo, se puede decir que una persona tiene un
motivo justificado para realizar cambio de nombre cuando se le ha
asignado uno extravagante o ridículo, que sea móvil para la burla
de terceras personas con la consiguiente afectación de su
tranquilidad y bienestar. Asimismo, podría proceder el cambio de

77
El cambio de nombre y el cambio de sexo
nombre de una persona que es homónima de un avezado y
famoso delincuente o de una persona que ha sufrido escarnio
público, pues tales coincidencias, por las continuas
discriminaciones o temores de los que sería víctima.

Estos cambios de nombre deben ser debidamente garantizados


por la publicidad, con la finalidad de que las personas que se
sientan afectadas con tales hechos puedan impugnarlos
oportunamente en sede judicial. Por su parte el artículo 826° del
Código Procesal Civil vigente regula la rectificación de nombre,
con tramite en vía no contenciosa, ante un Juzgado de Paz
Letrado, pretensión que no puede equipararse a la de cambio de
nombre, pues rectificar significa subsanar un error u omisión,
generalmente involuntarios, en que se incurrió al consignarse el
nombre civil en la respectiva partida de nacimiento. Por el
contrario, con el cambio de nombre, lo que se pretende es
cambiar un denominación personal, en mérito a ciertas
motivaciones, a lo que accederá el juez si encuentra que los
motivos son justificados.

Con respecto, al derecho a la identidad, el Tribunal Constitucional


considera que entre los atributos esenciales de la persona, ocupa
un lugar primordial el derecho a la identidad consagrado en el
inciso 1) del artículo 2° de la Constitución, entendido como el
derecho que tiene todo individuo a ser reconocido estrictamente
por lo que es y por el modo como es. Vale decir, el derecho a ser
individualizado conforme a determinados rasgos distintivos,
esencialmente de carácter objetivo (nombres, seudónimos,
registros, herencia genética, características corporales, etc.) y
aquellos otros que se derivan del propio desarrollo y
comportamiento personal, más bien de carácter subjetivo
(ideología, identidad cultural, valores, reputación, etc.).

78
El cambio de nombre y el cambio de sexo
La identidad desde la perspectiva descrita no ofrece, pues, como
a menudo se piensa, una percepción unidimensional sustentada
en los elementos estrictamente objetivos o formales que permiten
individualizar a la persona. Se encuentra, además, involucrada
con la multiplicidad de supuestos, que pueden responder a
elementos de carácter netamente subjetivos, en muchos casos,
tanto o más relevantes que los primeros. Incluso algunos de los
referentes ordinariamente objetivos no solo pueden ser vistos
simultáneamente, desde una perspectiva subjetiva, sino que
eventualmente pueden ceder paso a estos últimos o simplemente
transformarse como producto de determinadas variaciones en el
significado de los conceptos.

Queda claro que cuando una persona invoca su identidad, en


principio lo hace para que se le distinga frente otras. Aun cuando
a menudo tal distinción pueda percibirse con suma facilidad a
partir de datos tan elementales como el nombre o las
características físicas. Existen determinados supuestos en que tal
distinción ha de requerir de referentes mucho más complejos,
como puede ser el caso de las costumbres, o las creencias.

El entendimiento de tal derecho, por consiguiente, no puede


concebirse en forma inmediatista, sino necesariamente de manera
integral, tanto más cuando de por medio se encuentran
planteadas discusiones de fondo en torno a la manera de
identificar del modo más adecuado a determinadas personas.

Por otra parte, fluye de autos, que la parte actora habría contado
sucesivamente con dos identidades distintas ante el registro, sin
embargo, el Tribunal no emitió pronunciamiento sobre el
particular, en tanto la probable existencia de un ilícito deber ser
determinada únicamente por las instancias competentes. Se

79
El cambio de nombre y el cambio de sexo
busco, por el contrario, establecer si al no contar con documento
de identidad, la parte demandante es perturbada en su derecho a
la identidad.

Del análisis efectuado en la presente causa se aprecia que la


parte demandante obtuvo dos inscripciones en fichas diferentes,
ante el Registro Electoral, bajo distintos prenombres, la primera, el
4 de mayo de 1976, como Manuel Jesús; y la segunda, el 26 de
junio de 1989 como Karen Mañuca, y que cuenta con un mandato
judicial a su favor de rectificación, únicamente de nombres, de
fecha 22 de marzo de 1989, mediante el que se modificaron los
nombres consignados en su partida de nacimiento. Sin embargo,
con fecha 24 de mayo del 2000, y en virtud de un proceso de
depuración del padrón electoral, se cancelo la segunda inscripción
y registro de la parte actora, en aplicación del artículo 67°, inciso
4) de la Ley N° 14207 depuración de las inscripciones múltiples a
fin de evitar una multiplicidad de estas.

Así, con fecha 21 de junio de 2001, la parte demandante solicito a


la emplazada la rectificación de los actos contenidos en el registro
N° 19203903 (primer y único registro vigente como Manuel
Jesús), trámite que fue rechazado en su aprobación con la
observación “ por oficiar partida de nacimiento”, situación que si
bien nace a partir de una solicitud de su parte, el transcurso del
tiempo de su ejecución más de 4 años, y la consiguiente demora
en la expedición del documento de identidad, así como la
ausencia de una respuesta por escrito a dicho pedido, es un
situación que vulnera los derechos a la dignidad e identidad de la
parte demandante, pues dicha conducta administrativa
(inactividad formal) resulta contraria a nuestro Texto
Constitucional.

80
El cambio de nombre y el cambio de sexo
En efecto, en el presente caso, el Tribunal Constitucional estima
que la autoridad administrativa no puede pretender ampararse en
el hecho de tener la calidad de titular del Registro Único de
Identificación para no emitir el correspondiente documento de
identidad a favor de la parte actora. En efecto, si la emplazada
considera que en el procedimiento que iniciara la parte
demandante en junio del año 2001, nueva rectificación del nombre
de Manuel Jesús requería verificar, necesariamente, los nuevos
nombres contenidos en la partida de nacimiento (rectificados por
mandato judicial), resulta irrazonable que a la fecha de
interposición de la presente demanda -09 de febrero de 2005-
dicho trámite no hay concluido con la expedición del documento
de identidad que le corresponda, o la emisión de una resolución
administrativa que motive las razones de su rechazo.

Asimismo, el supremo interprete resalta que si bien es cierto, que


las autoridades de la RENIEC gozan de facultades para efectuar
fiscalizaciones en los registros a fin de detectar irregularidades o
duplicidad de inscripciones, en su calidad de Titular del Registro
Único de Identificaciones, conforme a lo dispuesto por los
artículos 176° y 177° de la Constitución, sin embargo, lo que no
puede hacer es ejercer dichas atribuciones en forma lesiva a los
derechos fundamentales a la dignidad e identidad, como ha
ocurrido en el caso de autos debido al excesivo tiempo
transcurrido.

No debe perderse de vista que la administración ha actuado con


arreglo a ley, pues conforme al inciso 4) del artículo 67°, y el
artículo 77° de la Ley N° 14207, está permitida la depuración del
registro electoral por inscripciones múltiples, en cuyo caso, solo la
primera inscripción conservara su validez, cancelándose todas las
demás, sin embargo, la parte demandante cuenta con una

81
El cambio de nombre y el cambio de sexo
decisión judicial que ha permitido la modificación de los nombres
consignados en su partida de nacimiento, mandato que ha
adquirido la calidad de cosa juzgada y que se encuentra vigente;
en consecuencia, la inscripción realizada el 24 de mayo de 1976
como Manuel Jesús Quiroz Cabanillas está vigente, lo único que
ha variado es el nombre a “Karen Mañuca”, quedando inalterables
los demás elementos identitarios (sexo, fecha de nacimiento, etc.)
contenidos en la inscripción original.

Por lo demás, conviene reiterar que, independientemente de los


supuestos ilícitos penales a los que alude la RENIEC, los que, de
ser el caso, deben ser objeto de la investigación que corresponda,
la administración está en la obligación de proveer a todo
ciudadano que así lo solicite, como es el caso de la parte
demandante, de un Documento Nacional de Identidad, lo cual
resultara procedente en la medida que se presente la
documentación sustentatoria necesaria para tales efectos y que
permita su plena identificación (en la presente controversia, la
copia certificada de la partida de nacimiento que contiene la
rectificación solo de nombre ordenada por mandato judicial). En
todo caso, la autoridad administrativa se encuentra facultada
para requerir la mencionada partida de nacimiento, o cualquier
otra documentación adicional que estime pertinente, siempre que
ello no se convierta en un obstáculo irrazonable, en particular, por
el transcurso del tiempo, que no permita llegar a una solución que
esclarezca la situación en que la parte demandante se encuentra.

Finalmente el Tribunal Constitucional, declaro FUNDADA la


presente demanda, ordenando al Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil (RENIEC) otorgar a la parte
demandante el duplicado de su Documento Nacional de Identidad
con el nombre de Karen Mañuca Quiroz Cabanilla, pero

82
El cambio de nombre y el cambio de sexo
manteniendo la intangibilidad de los demás elementos identitarios
(llámese edad, sexo o lugar de nacimiento), consignados en la
partida de nacimiento.

CONCLUSIONES

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