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UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS

ESPE SEDE-LATACUNGA

APRECIACIÒN A LA LITERATURA

TEMA:

DOCENTE: ING LUIS TAMAYO

INTEGRANTES:

ANDY JOSÈ CUDCO MEDINA

PRUEBA UNIDAD

LATACUNGA-23/06/2021
RELATO TERROR
Hace tres años exactamente en el mes de Junio, José mi padre, nos llevó de viaje a visitar la casa
de mis abuelitos en la ciudad de Pujilì provincia de Cotopaxi, específicamente en el barrio
Alpamala de Acurio de dicha ciudad, fue un viaje muy tranquilo y divertido, con chistes entre
mis hermanas y yo, y por su puesto el grandioso humor de mi madre, esto nos llevaba
placenteramente.
Llegamos un viernes por la noche recuerdo, eran eso de las diez y nueve horas. La casa de Pujilì
de mis abuelitos es en el campo alejada de la ciudad y el ruido, para esa semana en la que
viajamos la conexión de luz fue cortada, por lo que no vive nadie, y mis abuelitos se atrasaron
en el pago, entonces compramos unas velas para poder iluminar los cuartos y la cocina.
Nosotros estamos acostumbrados a cocinar en leña, pues mí abuelita siempre lo ha hecho y
sabemos cómo preparar la fogata, encender la leña y cocinar, por lo que no disponer de una
cocina jamás ha sido un inconveniente mayor, merendamos y entre historias y anécdotas
pasadas mi abuelita nos contó de un suceso de años atrás, pues a las orillas de la parcela de
terreno pasa un riachuelo, en el cual hace tiempo cuando mi abuelita tenía unos 20 años ella
estaba por ahí en la noche, porque no había alcanzado a tomar el bus de las ocho, cuando al
momento de cruzar el puente escuchó como gritaban debajo, ella asombrada se detuvo, con la
duda de que si lo escuchado en realidad era verdad o era imaginación.

Caminó directo a la casa y volvió a escuchar ruidos, pero ahora como si peleaban dos personas,
específicamente dos hombres, ella asustada había corrido rápidamente hasta la casa donde
contó a su madre, lo que le sucedió, ella estaba muy temerosa por lo que a su madre se le ocurrió
“curar el espanto” como lo llaman ellos.

Esta anécdota nos la contó y al finalizar no tuvimos miedo porque siempre hemos visitado la
casa y nunca nos pasó nada, entonces nos fuimos a las habitaciones todos, el cuarto de las
habitaciones es aparte de la cocina son lugares separados , todos nos recostamos para
descansar, transcurrieron creo que diez minutos como mucho, cuando de repente una botella
de vidrio cayó desde un stand que estaba ubicado en medio de dos camas, todos aturdidos nos
llenamos de pánico, por lo que nadie dijo nada, y a los dos minutos mi padre pregunto: ¿Qué
fue eso? Y rápidamente encendimos una vela y vimos la botella de vidrio destrozada en el suelo.
No había explicación para que aquella botella cayera porque no estaba ni horizontal como para
que rodara, además por la ubicación del stand es casi imposible determinar porque se cayó.

Todos asustados no logramos dormir por la inquietud de lo sucedido, y esto no fue lo único
puesto que después de algunas horas se escuchó como que alguien raspaba la puerta. Solo fue
una vez pero todos quienes aún estábamos despiertos lo escuchamos, fue algo desconcertante
porque nunca en las anteriores veces que visitamos la casa nos sucedió algo similar.

Todo ocurrió después de la narración de mi abuelita en su anécdota por lo que mi abuelita


asumió que tales molestamos a algún espíritu, que desde el río se disgustó por contar esa
historia, fin.
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