Está en la página 1de 9

FATIGA Y SOMNOLENCIA EN LA CONDUCCIÒN COMO EFECTO DE LA EXPOSICIÒN A LA HIPOBARIA .

La hipobaria es una de las enfermedades contempladas dentro de los protocolos de gestión de


riesgos y prevención que exige el Ministerio de Salud.

El Ministerio de Salud ha emanado el Decreto N°28/12, que modifica el DS 594/99 sobre


condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo, donde se establecen
medidas de prevención y protección de la salud, para los trabajadores que laboran expuestos
a HIC.

Por otra parte, existe la mencionada “Guía Técnica sobre exposición ocupacional a Hipobaria
Intermitente Crónica por gran altitud”, que entrega las directrices a seguir por parte de las
entidades empleadoras para la implementación de lo indicado en la ley.

La Hipobaria Intermitente Crónica (HIC) es una condición laboral a la que se exponen los
trabajadores que se desempeñan en altura geográfica sobre los 3.000 metros sobre el nivel del
mar (msnm) en forma intermitente (turnos rotativos).
Los colaboradores pueden sufrir cambios fisiológicos y bioquímicos –la mayoría reversibles–,
debido al descenso de aporte de oxígeno a los tejidos, lo que genera una caída en la presión
parcial de este gas en altura (menor presión barométrica en altitud).

A medida que se asciende en altitud, se evidencia un paulatino descenso del oxígeno


disponible. Esto, asociado a otros factores (mayor sequedad del aire y las grandes variaciones
de temperatura entre el día y la noche), producen una condición ambiental que expone al
trabajador a un mayor riesgo de presentar patologías reversibles a corto o largo plazo. Dentro
de ellas, las más comunes son el Mal Agudo de Montaña (MAM) y la apnea central por
hipobaria; también se podría presentar, pero con menor frecuencia, edema pulmonar, edema
cerebral y policitemia.

Los principales signos que se presentan por la exposición aguda a altura geográfica son: dolor
de cabeza, mareos, aumento de la frecuencia respiratoria, fatiga mental y física, disminución
del apetito, náuseas y dificultad para dormir.

Ésta es una condición reversible para la mayoría de las personas, que suele presentarse de
forma intensa durante las primeras 48 horas, mientras se generan los fenómenos fisiológicos
de adaptación. En caso que los síntomas se prolonguen, es recomendable descender, ya que
si no existe aclimatación, podrían generarse patologías más graves, como un edema
pulmonar o cerebral.

También es importante mencionar que la altura afecta en forma distinta a las personas. De ahí
la importancia de que quienes se expongan a esta condición, tengan controladas sus
patologías crónicas de base, las cuales se pueden ver alteradas frente a situaciones
ambientales adversas.
FATIGA: Se entiende como la falta de energía y motivación como respuesta normal al esfuerzo
físico, estrés emocional, aburrimiento, monotonía o falta de sueño. También puede ser resultado
de trastorno psicológico o fisiológico grave. Fatiga no es lo mismo que somnolencia. La
somnolencia es la sensación de necesidad de dormir y por lo general es un síntoma de fatiga. Entre
las causas para la fatiga tenemos:  Anemia.  Trastornos del sueño  Dolencia crónica. 
Hipotiroidismo.  Depresión, aflicción.  Consumo de alcohol y drogas.  Ingesta no indicada de
medicamentos antihistamínicos.  Sobre carga de trabajo.  Ingesta inadecuada de Alimentos.

mpacto laboral y económico de dormir de forma insuficiente, incluyendo una


descripción de los mecanismos a través de los cuales esta condición, afecta
distintos aspectos laborales, y sus consecuencias en la salud de las personas.

“La falta de sueño está relacionada con una menor productividad en el trabajo, lo
que se traduce en una importante pérdida de días laborales cada año.

os diferentes instrumentos que se han usado para diagnóstico y monitoreo de los estados
de fatiga y analizará el uso de nuevas tecnologías y algoritmos para la predicción y
monitoreo de la fatiga, los cuales, dan la posibilidad de gestionar los estados individuales
y con ello, prevenir accidentes causados por esta condición.

A pesar de la fatiga, aquellos individuos que viajan a la altura a menudo tienen un sueño no
restaurador debido a la disminución en la etapa 3, etapa 4 y en la etapa de movimiento ocular
rápido del sueño. En adición a la disminuida calidad del sueño, muchos individuos exhiben
respiraciones periódicas a alturas intermedias y todos lo hacen a alturas sobre los 6300 m. En
ambientes hipobáricos la respiración periódica, y la respiración dilatada y deteriorada con
períodos de apnea, interfieren con la ya subóptima desaturación arterial produciendo ciclos de
aun mas profunda desaturación arterial. La respiración periódica ocurre en el 24% de los
individuos que duermen a 2440 metros. Por último, el sueño en la altura esta caracterizado por
períodos frecuentes de desvelo. Todos estos trastornos producen un sueño insatisfactorio y
contribuyen a la fatiga durante el día. Al igual que con los otros síntomas de AMS a altura
intermedia, puede esperarse que el sueño retorne a la normalidad con la aclimatación. El sueño en
muy altas alturas persistirá perturbado.

El Síndrome de Apnea Hipopnea Obstructiva del Sueño (SAHOS), es una enfermedad


respiratoria crónica inflamatoria con repercusiones sistémicas, que afecta tanto a hombres
como mujeres, provocada por la oclusión repetitiva parcial (hipopnea), o total por más de
10 segundos (apnea) de la vía aérea superior mientras se duerme. Esto produce
disminución intermitente del oxígeno en la sangre, aumento del anhídrido carbónico,
cambios en la presión intratorácica y fragmentación del sueño, el que se torna superficial y
por ende poco reparador. Como consecuencia se produce deterioro neurocognitivo, fatiga,
disminución del alerta, somnolencia diurna, aumento de la accidentabilidad, disminución
de la productividad, mayor ausentismo laboral, aumento de cuadros depresivos y deterioro
de la calidad de vida. Además tiene una asociación significativa con el aumento de la
morbimortalidad cardiovascular (infarto miocardio, infarto cerebral, arritmias, muerte
súbita) y tiene una relación de causalidad con la Hipertensión Arterial y una mayor
prevalencia en pacientes Obesos y con Diabetes Mellitus. Lo preocupante es que el SAHOS
está sub diagnosticado en nuestro país y por lo tanto no recibe tratamiento, lo que, por las
patologías asociadas, tiene un alto costo para el sistema de salud del país, para el grupo
familiar y para la calidad de vida del paciente. El tratamiento de elección para esta afección
es el uso de CPAP, equipo que proporciona una presión positiva continua en la vía aérea,
lo que corrige las apneas, suprime el ronquido, evita la caída de la presión arterial de
oxígeno, los despertares y microdespertares ; en consecuencia, normaliza la arquitectura
del sueño, lo que produce disminución o eliminación de la somnolencia diurna excesiva,
recuperación tanto de los niveles de alerta como de la capacidad de procesamiento de la
información y una mejoría en la calidad de vida, a la vez que reduce el riesgo de
accidentabilidad y normaliza las cifras de presión arterial en un porcentaje importante de
pacientes hipertensos.

El estado de fatiga laboral es considerado como un grave problema que afecta la salud de
los trabajadores, reduce su rendimiento y aumenta el riesgo de sufrir accidentes en el
lugar de trabajo. Principalmente es producto de la falta de sueño, sin embargo hay otros
factores fuertemente involucrados, como los hábitos alimenticios, la práctica de ejercicio y
la presencia de patologías, como la apnea del sueño.

El trabajo de la minería por sistemas de turnos, sea de día o noche, expone un mayor
riesgo a que los trabajadores sufran fatiga laboral, al afectar el ritmo circadiano o reloj
biológico normal de las personas, el cual, por naturaleza, demuestra que se debe trabajar
de día y dormir de noche. El riesgo de fatiga laboral en trabajadores, añadido a las labores
de alta complejidad que involucran este rubro, tal como la operación de maquinaria de
alto tonelaje, implican que la fatiga se transforme en un componente con alto potencial
de riesgo, que puede provocar impacto a la seguridad de las personas.

Estudios recientes indican la importante relación que existe entre fatiga y


accidentabilidad, sobre todo en el ámbito laboral, en el cual esta condición contribuye en
forma trascendente a la ocurrencia de muertes y lesiones serias.

La fatiga es un estado bastante diferente, se define por el agotamiento mental y / o


físico. Hacer una tarea durante muchas horas sin descansar puede hacer que se
sienta fatigado, pero no necesariamente somnoliento y la fatiga empeora
progresivamente con la duración y la intensidad de la tarea. Por ejemplo, estamos
fatigados después de un largo día de trabajo en el jardín o después de una larga
duración de ejercicio físico.
 La fatiga física se reduce con la inactividad y descansar normalmente
mejoraría la fatiga del individuo y ayudaría a revitalizarlo.

En consecuencia, la somnolencia puede ser mucho más peligrosa que la fatiga


desde una perspectiva de seguridad. Sentirse fatigado puede compararse con
sentirse cansado, agotado o con poca energía, pero a menudo no resulta en sueño.

El sueño es esencial para el funcionamiento de su cerebro y su cuerpo

La investigación médica muestra que la pérdida de sueño tiene efectos


perjudiciales para nuestra salud, desde el aumento de peso hasta un sistema
inmunológico debilitado. Puede afectar la memoria, aumentar el riesgo de
accidentes, diabetes, la probabilidad de cánceres y tiene efectos profundos en el
sistema cardiovascular. Incluso una situación puntual de privación del sueño
puede provocar somnolencia, deterioro cognitivo y aumenta la posibilidad de que
se produzca una situación peligrosa.

El ahorro de luz diurna aumenta la falta de sueño, la somnolencia y los riesgos


para la salud
Los colaboradores pueden sufrir cambios fisiológicos y bioquímicos –la mayoría
reversibles–, debido al descenso de aporte de oxígeno a los tejidos, lo que genera una
caída en la presión parcial de este gas en altura (menor presión barométrica en altitud).

A medida que se asciende en altitud, se evidencia un paulatino descenso del oxígeno


disponible. Esto, asociado a otros factores (mayor sequedad del aire y las grandes
variaciones de temperatura entre el día y la noche), producen una condición ambiental
que expone al trabajador a un mayor riesgo de presentar patologías reversibles a corto o
largo plazo. Dentro de ellas, las más comunes son el Mal Agudo de Montaña (MAM) y la
apnea central por hipobaria; también se podría presentar, pero con menor frecuencia,
edema pulmonar, edema cerebral y policitemia.

Los principales signos que se presentan por la exposición aguda a altura geográfica son:
dolor de cabeza, mareos, aumento de la frecuencia respiratoria, fatiga mental y física,
disminución del apetito, náuseas y dificultad para dormir.

Ésta es una condición reversible para la mayoría de las personas, que suele presentarse
de forma intensa durante las primeras 48 horas, mientras se generan los fenómenos
fisiológicos de adaptación. En caso que los síntomas se prolonguen, es recomendable
descender, ya que si no existe aclimatación, podrían generarse patologías más graves,
como un edema pulmonar o cerebral.
También es importante mencionar que la altura afecta en forma distinta a las personas.
De ahí la importancia de que quienes se expongan a esta condición, tengan controladas
sus patologías crónicas de base, las cuales se pueden ver alteradas frente a situaciones
ambientales adversas

Cómo prevenir los riesgos asociados a hipobaria


En términos de prevención, las empresas deben generar acciones tendientes a mitigar los
efectos de la exposición a la hipobaria. Si bien el detalle está incluido en la “Guía técnica
sobre exposición ocupacional a Hipobaria Intermitente Crónica por gran altitud” (emitida
por el Ministerio de Salud en 2012), es posible destacar las siguientes acciones
preventivas:

-Capacitación periódica a los trabajadores sobre los efectos en la salud, para concientizar
respecto a los riesgos implicados en esta exposición y las acciones tendientes a su
prevención.

-Implementar un programa preventivo desarrollado por un médico o enfermera con


conocimiento en salud ocupacional, que permita generar estrategias de promoción de la
salud y calidad de vida, la entrega de información oportuna a los trabajadores respecto a
los efectos de la HIC, sus consecuencias y cómo pueden verse afectadas las personas que
ya padecen patologías crónicas comunes. Por último, debe proponer medidas para un
buen dormir.

-Realizar evaluaciones ocupacionales periódicas. Éstas tienen por objeto detectar que las
condiciones de salud del trabajador se mantengan dentro de parámetros compatibles con
la exposición a altitud geográfica.

-Ingresar a los trabajadores expuestos a un programa de vigilancia de la salud, que


corresponden a evaluaciones periódicas de parámetros de salud específicos, que buscan
detectar tempranamente efectos de la exposición y establecer las medidas correctivas
que permitan evitar la enfermedad.

-Realizar evaluaciones de sistemas de turnos y generar programas de prevención de fatiga


y somnolencia.

-Contar con oxígeno para tratar la hipobaria. Se debe poder acceder a estos equipos de
forma fácil y rápida.

-Organizar el trabajo en ciclos que incluyan pausas de descanso.

-Considerar el autocuidado como un elemento relevante, junto con conductas saludables


del trabajador y la notificación temprana de síntomas a los superiores.
Es fundamental la prevención y el autocuidado. En estos términos, lo principal es que los
trabajadores sepan a cabalidad cómo reconocer los síntomas de las patologías
previamente mencionadas, para dar aviso oportuno en caso de presentarlos. Asimismo, la
empresa debe aplicar la guía técnica existente y cumplir con el protocolo de aclimatación,
de manera de hacer un seguimiento de los síntomas las primeras 48 horas.

Lo que señala la normativa vigente


El Ministerio de Salud ha emanado el Decreto N°28/12, que modifica el DS 594/99 sobre
condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo, donde se
establecen medidas de prevención y protección de la salud, para los trabajadores que
laboran expuestos a HIC.

Por otra parte, existe la mencionada “Guía Técnica sobre exposición ocupacional a
Hipobaria Intermitente Crónica por gran altitud”, que entrega las directrices a seguir por
parte de las entidades empleadoras para la implementación de lo indicado en la ley.

Respecto a los principales desafíos que se vislumbran en la materia, es posible mencionar


que el foco de la industria deberá estar puesto en la implementación de medidas de
mitigación en los campamentos que se encuentren en altura geográfica y, en paralelo, en
la disponibilidad de tecnología que permita operaciones a distancia, de manera de evitar
la exposición de trabajadores a trabajos demandantes desde el punto de vista físico.

Qué es la HIC?
La Hipobaria Intermitente Crónica (HIC), es una condición laboral a la que están expuestos los
trabajadores que se desempeñan en Gran Altura Geográfica (entre los 3.000 y los 5.500
msnm). En estos lugares, las personas sufren de cambios fisiológicos, anatómicos y
bioquímicos reversibles, provocados por la disminución de la presión barométrica en espacios
muy por sobre el nivel del mar.
¿Qué criterios definen la exposición a HIC?
Como grupo de riesgo podemos identificar a los trabajadores que se desempeñan en entornos
a Gran Altura Geográfica de forma discontinua, pero con una permanencia bajo esta condición
mayor a seis meses. Esto significa que pasan un 30% de ese tiempo en sistemas de turnos
rotativos, con descanso a baja altitud.
¿Cuál es el impacto de esta exposición?
A medida que se está a mayor altura respecto del nivel del mar, se evidencia un paulatino
descenso del aporte de oxígeno al respirar. Si le sumamos otros factores, como la mayor
sequedad del aire y las grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche, se genera
una condición ambiental que expone al trabajador a un mayor riesgo de presentar patologías
que son reversibles en el corto o largo plazo (hematológicas, neurológicas y
cardiopulmonares). 
Algunos efectos tangibles de esta exposición varían desde el aumento de la frecuencia
cardíaca e hiperventilación, hipertensión pulmonar y trastornos del sueño, hasta el desarrollo
del mal agudo de Montaña, edema pulmonar agudo de altitud y edema cerebral agudo de
altitud, siendo estos dos últimos las complicaciones de mayor gravedad. 
¿Existe normativa al respecto?
El Ministerio de Salud ha elaborado el Decreto N°28/12 que modifica el DS. 594/99 sobre
condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo. Este cambio establece
las medidas de prevención y protección de la salud para todos los trabajadores que se
desempeñan expuestos a la HIC.
¿Cuáles medidas de prevención se pueden tomar?
Entre las medidas orientadas a mitigar y prevenir los efectos de esta exposición en la salud de
los trabajadores podemos encontrar:

 Capacitación en riesgos asociados a la exposición: se debe concientizar respecto a


las consecuencias de la exposición a condiciones geográficas adversas para la
salud de los trabajadores, así como también respecto a los síntomas de alerta y
cómo prevenir el desarrollo de la HIC
 Evaluaciones Ocupacionales y de Vigilancia de Salud: tienen por objeto detectar
que las condiciones de salud del trabajador se mantengan dentro de parámetros
compatibles con la exposición a Altitud Geográfica, así como detectar
tempranamente efectos de la exposición, para establecer las medidas correctivas
que permitan reducir el riesgo a presentar la Hipobaria Intermitente Crónica

Si quieres saber más sobre cómo prevenir y tratar esta enfermedad, te invitamos a revisar con
detención estos documentos:

 Ficha técnica HIC


 Decreto Condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de
trabajo
 Pauta de Auto Evaluación Cumplimiento DS 28 Hipobaria
La edad protege de los efectos producidos por la hipoxia de la apnea del sueño

apnea obstructiva del sueño (AOS) es una enfermedad que se caracteriza por obstrucciones repetitivas, totales o
parciales, de las vías aéreas superiores (fosas nasales, boca, faringe y laringe) durante el sueño, sobre todo en los
períodos de sueño REM.    Cada obstrucción ocasiona un episodio de hipoxia, provocando una caída en la presión
arterial de oxígeno en sangre y una disminución en la saturación de la hemoglobina--un elemento que se encuentra
en el torrente sanguíneo, el cual ...

Leer más: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-edad-protege-efectos-producidos-hipoxia-apnea-
sueno-20160519122817.html
(c) 2021 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y
expreso consentimiento.

También podría gustarte