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Carta que el Jefe indio Seattle, de la tribu Suwamish, envió en 1854 al gran Jefe

blanco de Washington, Franklin Pierce, en respuesta a la oferta de éste de


comprarle una gran extensión de tierras indias y crear una "reserva" para el
pueblo indígena. Suponía el despojo de las tierras indias. En el año 1855 se firmó el
tratado de Point Elliot, con el que se consumaba el despojo de las tierras a los
nativos indios. Noah Sealth, con su respuesta al presidente, creó el primer
manifiesto en defensa del medio ambiente y la naturaleza que ha perdurado en el
tiempo. El jefe indio murió el 7 de junio de 1866 a la edad de 80 años. Su memoria
ha quedado en el tiempo y sus palabras continúan vigentes.

El gran jefe de Washington manda palabras, quiere comprar nuestras tierras. El gran
jefe también manda palabras de amistad y bienaventuranzas. Esto es amable de su parte,
puesto que nosotros sabemos que él tiene muy poca necesidad de nuestra amistad. Pero
tendremos en cuenta su oferta, porque estamos seguros de que si no obramos así, el
hombre blanco vendrá con sus pistolas y tomará nuestras tierras. El gran jefe de
Washington puede contar con la palabra del gran jefe Seattle, como pueden nuestros
hermanos blancos contar con el retorno de las estaciones. Mis palabras son como las
estrellas, nada ocultan.

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esta idea es extraña
para mi pueblo. Si hasta ahora no somos dueños de la frescura del aire o del resplandor
del agua, ¿cómo nos lo pueden ustedes comprar? Nosotros decidiremos en nuestro
tiempo. Cada parte de esta tierra es sagrada para mi gente. Cada brillante espina de pino,
cada orilla arenosa, cada rincón del oscuro bosque, cada claro y zumbador insecto, es
sagrado en la memoria y experiencia de mi gente.

Nosotros sabemos que el hombre blanco no entiende nuestras costumbres. Para él, una
porción de tierra es lo mismo que otra, porque él es un extraño que viene en la noche y
toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemigo, y cuando
él la ha conquistado sigue adelante. él deja las tumbas de sus padres atrás, y no le
importa. Así, las tumbas de sus padres y los derechos de nacimiento de sus hijos son
olvidados. Su apetito devorará la tierra y dejará detrás un desierto. La vista de sus
ciudades duele a los ojos del hombre piel roja. Pero tal vez es porque el hombre piel roja
es un salvaje y no entiende. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades de los
hombres blancos. Ningún lugar para escuchar las hojas en la primavera o el zumbido de
las alas de los insectos.

Pero tal vez es porque yo soy un salvaje y no entiendo, y el ruido parece insultarme los
oídos. Yo me pregunto: ¿Qué queda de la vida si el hombre no puede escuchar el
hermoso grito del pájaro nocturno, o los argumentos de las ranas alrededor de un lago al
atardecer? El indio prefiere el suave sonido del viento cabalgando sobre la superficie de
un lago, y el olor del mismo viento lavado por la lluvia del mediodía o impregnado por
la fragancia de los pinos. El aire es valioso para el piel roja. Porque todas las cosas
comparten la misma respiración, las bestias, los árboles y el hombre. El hombre blanco
parece que no notara el aire que respira. Como un hombre que está muriendo durante
muchos días, él es indiferente a su pestilencia.

Si yo decido aceptar, pondré una condición: el hombre blanco deberá tratar a las bestias
de esta tierra como hermanos. Yo soy un salvaje y no entiendo ningún otro camino. He
visto miles de búfalos pudriéndose en las praderas, abandonados por el hombre blanco
que pasaba en el tren y los mataba por deporte. Yo soy un salvaje y no entiendo como el
ferrocarril puede ser más importante que los búfalos que nosotros matamos sólo para
sobrevivir. ¿Qué será del hombre sin los animales? Si todos los animales
desaparecieran, el hombre moriría de una gran soledad espiritual, porque cualquier cosa
que le pase a los animales también le pasa al hombre. Todas las cosas está relacionadas.
Todo lo que hiere a la tierra, herirá también a los hijos de la tierra. Nuestros hijos han
visto a sus padres humillados en la derrota. Nuestros guerreros han sentido la
vergüenza. Y después de la derrota convierten sus días en tristezas y ensucian sus
cuerpos con comidas y bebidas fuertes.

Importa muy poco el lugar donde pasemos el resto de nuestros días. No quedan muchos.
Unas pocas horas más, unos pocos inviernos más, y ninguno de los hijos de las grandes
tribus que una vez existieron sobre esta tierra o que anduvieron en pequeñas bandas por
los bosques, quedarán para lamentarse ante las tumbas de una gente que un día fue
poderosa y tan llena de esperanza.

Una cosa sabemos nosotros y el hombre blanco puede un día descubrirla: Nuestro Dios
es el mismo Dios. Usted puede pensar ahora que usted es dueño de él , así como usted
desea hacerse dueño de nuestra tierra. Pero usted no puede. El es el Dios del hombre y
su compasión es igual para el hombre blanco que para el piel roja. Esta tierra es preciosa
para él, y hacerle daño a la tierra es amontonar desprecio al su creador.

Los blancos también pasarán, tal vez más rápidos que otras tribus. Continúe ensuciando
su cama y algún día terminará durmiendo sobre su propio desperdicio. Cuando los
búfalos sean todos sacrificados, y los caballos salvajes amansados todos, y los secretos
rincones de los bosques se llenen con el olor de muchos hombres ( y las vistas de las
montañas se llenes de esposas habladoras), ¿dónde estará el matorral? Desaparecido.
¿Dónde estará el águila? Desaparecida. Es decir, adiós a lo que crece, adiós a lo veloz,
adiós a la caza. Será el fin de la vida y el comienzo de la supervivencia.

Nosotros tal vez lo entenderíamos si supiéramos lo que el hombre blanco sueña, qué
esperanzas les describe a sus niños en las noches largas del invierno, con qué visiones le
queman su mente para que ellos puedan desear el mañana. Pero nosotros somos
salvajes. Los sueños del hombre blanco están ocultos para nosotros, y porque están
escondidos, nosotros iremos por nuestro propio camino. Si nosotros aceptamos, será
para asegurar la reserva que nos han prometido. Allí tal vez podamos vivir los pocos
días que nos quedan, como es nuestro deseo.

Cuando el último piel roja haya desaparecido de la tierra y su memoria sea solamente la
sombra de una nube cruzando la pradera, estas costas y estas praderas aún contendrán
los espíritus de mi gente; porque ellos aman esta tierra como el recién nacido ama el
latido del corazón de su madre. Si nosotros vendemos a ustedes nuestra tierra, ámenla
como nosotros la hemos amado. Cuídenla, como nosotros la hemos cuidado. Retengan
en sus mentes la memoria de la tierra tal y como se la entregamos. Y con todas sus
fuerzas, con todas sus ganas, consérvenla para sus hijos, ámenla así como Dios nos ama
a todos. Una cosa sabemos: nuestro Dios es el mismo Dios de ustedes, esta tierra es
preciosa para él. Y el hombre blanco no puede estar excluido de un destino común.

Fdo: Noah Seathl, Jefe de la Tribu Suwamisu. SEATTLE (EE. UU.). VOLVER
INSTRUCTIONS AU CUISINIER ZEN

"Si eres poeta, puedes ver claramente una nube que flota sobre esta hoja de papel. Sin
nube no hay papel, sin lluvia los árboles no crecen, sin árboles no se puede hacer papel.
La nube es esencial para el papel. Si la nube no existiera, el papel tampoco existiría. Por
lo tanto, se puede decir que la nube y el papel entre-existen. La palabra "entre-existir"
no está aún en el diccionario, pero se puede crear combinando el prefijo "entre" y el
verbo "existir". Puesto que no hay papel sin nube, digamos que la nube y el papel
"entre-existen".

Si miramos esta hoja de papel de más cerca, también vemos en ella el sol. Sin sol los
árboles del bosque no crecen. De hecho sin sol nada crece. Ni siquiera nosotros. Así que
sabemos que el sol también está en la hoja de papel. Papel y sol "entre-existen".

Acerquémonos aún más y veremos al leñador cortando el árbol y llevándolo a la fábrica


para que sea transformado en papel. También vemos el trigo, porque un leñador no
puede vivir sin su pan cotidiano: la harina también está en la hoja de papel. El padre y la
madre del leñador también. Y, considerando las cosas de esta manera, vemos que sin
todos estos elementos esta hoja de papel no podría existir.

Si nuestra mirada penetra aún más profundamente, vemos que nosotros también
estamos en esta hoja de papel. Esto es fácil de entender, puesto que si miramos una hoja
de papel, esa hoja forma parte de nuestra percepción. Tu espíritu está aquí, en esta hoja
y el mío también. Digamos que todo está incluido en esta hoja. Contiene todo: el
tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, el mineral, el sol, la nube, el río, el calor. Todas
las cosas coexisten con esta hoja de papel. Por eso digo que la palabra "entre-existir"
debería estar en el diccionario. Existir es "entre-existir". No puedes existir sólo. Sólo
puedes existir en interdependencia con todo lo que existe -igul que esta hoja de papel-.

Imaginemos que pudiéramos devolver cada elemento a su fuente, por ejemplo, el rayo
del sol al sol. ¿Piensas que esta hoja de papel podría existir? No, sin sol, nada existe. Y
si devolvemos el leñador a su madre, tampoco tendríamos papel. De hecho esta hoja de
papel está compuesta por elementos "no papel". Y si devolvemos todos los elementos
"no papel" a su orígen, no tendremos nada de papel.

Sin estos elementos "no papel", tales como el espíritu, el leñador y todo lo demás, el
papel no existe. El universo entero está contenido en esta fina hoja de papel..:"

Thich Nhat Hanh (1988) The Heart of Understanding.

Sacado del libro de Dogen (1994) Instructions au cuisinier Zen. Paris, Gallimard, coll.
Le Promeneur
Los Papalagi viven como los crustáceos en sus casas de hormigón. Viven
entre las piedras, del mismo modo que un ciempés; viven dentro de las
grietas de la lava. Hay piedras sobre él, alrededor de él y bajo él. Su cabaña
parece una canasta de piedra. Una canasta con agujeros y dividida en
cubículos. Sólo por un punto puedes entrar y abandonar estas moradas. Los
Papalagi llaman a este punto la "entrada" cuando se usa para entrar en la
cabaña y la "salida" cuando se deja, aunque es el mismo y único punto....

Cuando hablas a un europeo sobre el Dios del Amor, sonríe y pone cara
divertida. Sonríe por tu estupidez. Pero tan pronto como le muestres una
pieza de metal redondo y brillante o una hoja de papel tosco, entonces sus
ojos se iluminan y la saliva empieza a babear de sus labios. Dinero es su
único amor, el dinero es su Dios....

Existen aquellos que han dado su alegría a cambio de dinero, su risa, su


honor, su alma, su felicidad; sí, incluso su esposa y niños. Casi todos ellos
han dado su salud por dinero.

Eric Scheurmann (Rec) (2000) Los Papalagi (Los Hombres Blancos)


Discurso de Tuiavii de Tiavea, jefe samoano, tras su viaje a Europa
"Todo el mundo sabe perfectamente lo que se debería o se tendría
que hacer si los objetivos fueran realmente un reparto más justo
de los ingresos, poner fin al hambre, etc..El problema no es
persuadir a quienes impiden que se alcancen estos resultados de
que sus políticas son erróneas, sino obtener poder. El problema no
es repetir mecánicamente lo que debería o tendría que ocurrir
sino comenzar formulando dos sencillas preguntas:
¿Quienes son los responsables de la crisis actual?
¿Cómo podemos detenerlos?"

Susan George (2001) Informe Lugano

Educar en una cultura del espectáculo equivale a navegar en


tiempos de crisis, y hablar de crisis es hablar de virus.. o de
vacuna que contiene el virus. En la escritura china la palabra
crisis está compuesta por dos caracteres: uno significa peligro; el
otro, oportunidad. Donde está el peligro está la oportunidad.
En los riesgos inherentes a la actual encrucijada cultural está
latente la oportunidad de crecimiento. Las mismas imágenes que
encadenadas, adormecen, emancipadas pueden proporcionar la
liberación"

Joan Ferrés (2000) Educar en una Cultura del Espectáculo


Si queremos que la Humanidad evite el descalabro general de los sistemas
naturales no sólo es necesario retardar la expansión demográfica sino
también pasar de la búsqueda del crecimiento a la del progreso preservador:
una mejora humana que no se produzca a costa de las generaciones
futuras... Produciendo mercancías y servicios con la mayor eficiencia
posible y con las tecnologías ecológicamente más benignas de que se
dispone las sociedades darán un gran paso hacia la preservación, pero ello
no bastará para alcanzarla...

Abandonar el crecimiento como objetivo supremo no significa olvidar a los


pobres. Aumentar los ingresos y el consumo material son esenciales para
mejorar el bienestar en gran parte del Tercer Mundo. Pero contrariamente a
lo que indican los líderes políticos, el crecimiento económico global según
se mide en la actualidad no es la solución a la pobreza. A pesar de que la
producción económica mundial se ha multiplicado por cinco desde 1950,
1200 millones de personas -más que nunca- viven hoy dia en absoluta
pobreza. Más crecimiento como el que hemos conocido en las últimas
décadas no salvará a los pobres; sólo las estrategias destinadas a distribuir
de manera equitativa los ingresos y la riqueza pueden conseguiirlo...

Hay barreras formidables que bloquean el camino de una transición desde


el crecimiento al auténtico progreso como objetivo central de las políticas
económicas. La visión de un inmenso pastel de riquezas evocada por la
idea de crecimiento constituye una herramienta política poderosa y
conveniente porque permite evitar cuestiones peliagudas como son la
desigualdad en los niveles de ingresos y la asimétrica distribución de la
riqueza. Mientras haya crecimiento habrá esperanza de poder mejorar la
vida de los pobres sin sacrificio para los ricos. La realidad, sin embargo es
que el logro de una economía mundial ecológicamente preservadora no es
posible si los afortunados no ponen límites a su consumo a fin de dejar
espacio para que los pobres aumenten el suyo...

Una economía preservadora representa nada menos que un orden social


más elevado: un orden social tan preocupado por las generaciones futuras
como por la nuestra y dedicado a la salud del planeta y a los pobres más
que a las adquisiciones materiales y al podería militar... Los elementos
básicos necesarios para llegar ahí no constituyen un misterio; existen las
tecnologías, las herramientas y los instrumentos de cambio. El verdadero
obstáculo está en que decidamos comprometernos a seguir un nuevo
camino

(S.,Postel y C.Flavin en el Informe del Worlwatch Institute sobre el


Desarrollo y el Medio Ambiente 1991)
Los técnicos están

están inclinados sobre la mesa de dibujo:

una cifra equivocada, y las ciudades del enemigo

se salvarán de la destrucción

...

De las bibliotecas

salen los asesinos.

Estrechando contra sí los niños,

las madres vigilan el cielo con terror

a que aparezcan en él los descubrimientos de los sabios

(B. Bretch, Catón de Guerra Alemán)

La carrera armamentística es primordialmente el producto de fuerzas


políticas. Pero los mismos científicos contribuyen a esta desastrosa
tendencia en los asuntos mundiales. Aproximadamente medio millón de
científicos y técnicos -una alta proporción de la capacidad total de trabajo
de las ciencias- son empeados directamente para la investigación y el
desarrollo militares... Este papel de los científicos es contrario a su
vocación tradicional. Los objetivos del empeño científico deben ser los de
servicio a la Humanidad, una ayuda para mejorar el destino del hombre y
para elevar los niveles materiales y culturales. Las necesidades básicas e
incumplidas de una gran mayoría de los pueblos del mundo presentan ya un
desafío lo bastante grande como para merecer un esfuerzo considerable y
sostenido de los científico... Este mundo sería un sitio más seguro si los
científicos de todos los países se negaran simplemente a colaborar con la
investigación militar... En todo caso existe la urgente tarea de que todos los
científicos colaboren en la detención y la inversión de la carrera
armamentística... Apelamos a la comunidad científica para que dedique su
tiempo y su reflexión a estos objetivos

(Conclusiones y recomendaciones del Simposio Unesco/Pugwash


"Científicos, carrera armamentística y desarme. Ajaccio, Febrero, 1992
El desarrollo de la sociedad está gobernado por los valores de los hombres: la
experiencia de las mujeres no ha dejado huellas significativas en este desarrollo. Ahora
estamos frente a una próxima destrucción de la naturaleza y de todos los seres vivos...
En este mundo a menudo parece que no hay lugar para las relaciones humanas, para los
sentimientos humanos, para la creatividad y para comunicarnos con la naturaleza... Este
desarrollo se debe parar: las mujeres se deben unir para pararlo (Manifiesto de las
Mujeres de Reykjavik, 1982)

La primera expresión de nuestra responsabilidad mundial será un programa de


reconstrucción a nivel mundial. Basado en iniciativas que se han tomado ya en algunos
campos, y en nuestra comprensión de la ecología, el objetivo de este programa será
restaurar la diversidad biológica por doquiera. Significará la salvaguardia de los centros
de diversidad (los diversos biomas ecológicos)... La diversidad habrá de ser también la
palabra clave para la forma en que habremos de gestionar nuestros propios asuntos. No
sólo tendremos que inspirarnos en un amplio abanico de opciones culturales y
minoritarias para mejorar la calidad de nuestras vidas, sino que también tendremos que
basarnos en una amplia base participativa en nuestros sistemas políticos para oponernos
e invertir las tendencias actuales hacia la homogeneidad, el exceso de centralización, el
abuso de poder y las sociedades deshumanizadas (El Atlas Gaia de la Gestión del
Planeta)

El año pasado (1987) en los Estados Brasileños de Mato Groso, Goias y Rondonia en
Amazonia, a pesar de nuestras luchas, han sido quemadas 20 millones de hectáreas de
selva. ¿Sabéis lo que esto significa? Significa que de aquí a diez años la Amazonia será
un desierto y si esto sucediera, sería el final tanto para el Brasil como para el mundo
entero. Como si no bastase, nosotros estamos también amenazados de genocidio, porque
si se continua la despoblación, si se sigue invirtiendo en la creación de grupos
agropecuarios de la Amazonia, nuestro futuro como pueblo está minado. Creo que el
futuro de la Amazonia depende mucho de la organización y la resistencia de la sociedad
brasileña, principalmente de los trabajadores; no sólo de los seringueiros sino también
de los estudiantes, de los artistas, de los intelectuales, de los profesores, de todos.
(Testamento político de Chico Mendes, asesinado el 22 de Diciembre de 1988)

La pregunta fundamenta para el científico socialmente responsable es si la búsqueda de


un conocimiento puede ser completamente separada de su uso posterior. La ideología de
ese cientifismo está atravesada de falacias y contradicciones que sólamente pueden ser
evitadas si se formula una rígida distinción entre el "científico" que hace
descubrimientos y el "tecnólogo" que aplica estos descubrimientos para crear útiles
dispositivos y técnicas.. Hace un siglo, tal diferenciación quizá habría sido útil.. Pero el
mundo ha sido cambiado por la ciencia, y ésta misma ha cambiado en ese proceso... ya
no se basan en una marcada división entre "científicos" y "tecnólogos" o entre la
investigación para obtener conocimientos y la aplicación de ese conocimiento a una
finalidad práctica.. existe tan estrecha convergencia e interpenetración de la ciencia y la
tecnología que no se puede distinguir ya entre una y otra por sus papeles sociales o sus
resposabilidades sociales

(J. Ziman en "Los científicos, la carrera armamentística y el Desarme)


Pueblos Indígenas - Gobernabilidad Global
Informe Especial para el Proceso Rio+5
por Consejo Mundial de Pueblos Indígenas

Introducción
El siguiente Informe sobre Pueblos Indígenas. Gobernabilidad Global ha sido
elaborado con grandes esfuerzos de búsqueda de bibliografía y testimonios de
organizaciones y expertos Indígenas de diferentes países y continentes, como
asimismo a traves de la consulta directa con varios de ellos. El mismo intenta
poner de relieve el contexto en el cual se ha desarrollado el proceso de apertura a
los pueblos indígenas en las diferentes actividades del campo internacional,
especialmente dirigido a llamar la atención a los aspectos que continúan siendo la
prioridad de la Agenda de nuestros Pueblos.

Para finalizar el mismo, intenta abrir la discusión realtiva a los conceptos éticos
que debieran tenerse en cuenta al momento de considerar a las tierras y territorios
de los pueblos indígenas como objetos de la exploración y extracción de recursos
naturales, como también de la realización de los llamados mega- proyectos de
inversión y desarrollo.

Consideramos a este trabajo como parte de las discusiones que han de conducirse
para mejorar el entendimiento entre los diferentes sectores de la Sociedad Civil, los
Pueblos, y los Gobiernos, con la esperanza de contribuir a fortalecer la
comprensión y la percepción, sobre las aspiraciones y contribuciones que los
Pueblos Indígenas, a el proceso global para intentar devolver la salud a la Tierra, y
contribuir así a mejorar la convivencia de todos los pueblos y culturas del mundo.
Muchas gracias.

Tierras, territorios y recursos


Un número creciente de Constituciones Nacionales está incluyendo en sus textos
párrafos que reconocen el ejercicio de los derechos ancestrales de los Pueblos
Indígenas sobre la posesión, administración, control y disposición de las tierras y
territorios en los cuáles vivimos desde mileños, como también, de los recursos
existentes en los mismos. Asimismo, nuevas leyes han sido adoptadas en diversos
países referidas a la implementación de estas disposiciones constitucionales

En el campo internacional, la Organización Internacional del Trabajo, adoptó en


1989 el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes,
el cuál ha sido ratificada por varios países, y se encuentra en vigencia. En la Parte
II. Tierras, se manifiesta que "...1. Deberá reconocerse a los pueblos indígenas el
derecho de propiedad y posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan...".
Asimimo, que "...Los derechos de los pueblos indígenas a los recursos naturales
existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente....".
El Proyecto de Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las
Naciones Unidas expone en el Preámbulo que "... Celebrando que los Pueblos
Indígenas se estén organizando para promover su desarrollo político, económico,
social y cultural, para poner fin a todas las formas de discriminación y opresión
donde quiera que ocurran; y, "...Convencida de que el control por los Pueblos
Indígenas de los acontecimientos que les afecten a ellos y a sus tierras, territorios y
recursos les permitirá mantener y reforzar sus instituciones, culturas y tradiciones
y promover su desarrollo de acuerdo con sus aspiraciones y necesidades".

Muy a pesar de la existencia de normativa nacional e internacional para promover


y proteger los derechos de nuestros pueblos, aún experimentamos extremas
dificultades para obtener el efectivo respeto a los mismos. Existen numerosos
ejemplos en los cuales los Gobiernos han celebrado convenios y acuerdos con
corporaciones económicas, sin la adecuada consulta a los pueblos indígenas. Esta
sitaución ha permitido a muchas compañías realizar exploraciones, y la
explotación de recursos en las tierras de los pueblos indígenas sin el libre
consentimiento de los mismos. El Convenio 169 - OIT establece que "...En caso de
que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del
subsuelo, o tenga derechos sobre los otros recursos existentes en las tierras, los
gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a
los pueblos indígenas...".

En la treceava sesión del Grupo de Trabajo de Pobalciones Indígenas, Naciones


Unidas, Ginebra, Julio 24 28, 1995, un número importante de organizaciones de
Pueblos Indígenas, dieron a conocer parte de las limitaciones que experimentan en
sus países realtiva a la posesión, propiedad, uso, y disfrute de los recursos
naturales existentes en nuestras tierras y territorios. Para dar una idea de la
situación en este tópico podemos recordar las palabras de Ms. Ragnhild Nystad,
del Consejo Saami, refiriéndose a la situación de los derechos de los pueblos Saami
en Rusia, Noruega, Finlandia y Suecia:

"...En los últimos dos años las autoridades de Rusia han estado alquilando, y
vendiendo, grandes porciones de las tierras Saami dónde se encuentra la zona para
la caza, y aguas y ríos para la pesca, a inversionistas de los países de los países
desarrollados...". "...El resultado... es que no permiten a nuestra gente pescar y
cazar, ni siquiera para atender las necesidades básicas de alimentación.". "...sin el
derecho a usar nuestros recursos naturales ancestrales, nuestro pueblo está
pasando un sufrimiento extremo...no teniendo a menudo suficiente alimentación.".

"En Noruega tenemos algunos mecanismos políticos para la promoción de los


derechos Saami. Sin embargo, ellos parecen ser aplicables a un limitado tipo de
asuntos, los cuáles no incluyen los derechos sobre tierras. Nuestras tierras serán
usadas como una área de exploración por compañías de minería multinacionales.
Las autoridades han dado la autorización a estas compañías para hacer
prospección de minerales en nuestras áreas.".

A nivel comparativo del ejercicio de los derechos sobre tierras y territorios se suele
tener la noción que los derechos de los pueblos Saami están bajo una mayor
protección de las leyes de los Estados en los que viven. La realidad aparenta ser
diferente, ya que el parámetro más adecuado para verificarla es el derecho de los
pueblos indígenas a la posesión, propiedad, uso y goce de nuestras tierras y
recursos naturales, para la reproducción de nuestra vida tradicional.

Valores éticos de los Pueblos Indígenas sobre el manejo


del eco-sistema
Los pueblos indígenas basamos nuestra vida en nuestra tierra y el medio ambiente
en el que vivimos y nos desarrollamos, con los principios y leyes de cada pueblo
indígena. Las tierras en las que vivimos son respetadas por nosotros por ser parte
de la creación y no objeto de venta u otras transacciones, son tierras sagradas
dónde han vivido nuestros antepasados, dónde se ha desarrollado mileños de
desarrollo cultural, que ha permitido mantener el medio ambiente en un constante
desarrollo. Todo lo que poseen nuestros Pueblos está basado en el respeto y el
desarrollo sostenible de los recursos que existen en nuestras tierras. Sin nuestra
tierra, desaparece el pueblo indígena.

Los Pueblos Indígenas han desarrollado durante siglos un conocimiento para


convivir con los diferentes ecosistemas, de forma que no destruye la reproducción
de los ciclos de la vida. Este conocimiento es parte de nuestras culturas, es parte de
nuestra vida cotidiana. En numerosas conferencias y seminarios internacionales
sobre los temas de conservación del medio ambiente se ha reconocido este
conocimiento.

Es por ello que hallaremos diversidad biológica saludable en las tierras que hasta
el presente están en posesión de los pueblos indígenas. En otras palabras, ha
quedado demostrado que los pueblos indígenas hemos aportado a la humanidad
parte de la salud que ella necesita para supervivir y desarrollarse.

El desarrollo de este conocimiento es una práctica que no se reproduce en


condiciones artificiales. Aproximaciones muy imperfectas pueden desarrollarse en
los laboratorios experimentales. Sin embargo, no será posible reproducir el trabajo
de la naturaleza ni imitar tan facilmente la educación milenaria que nuestros
pueblos han desarrollado para vivir integrados a ese trabajo.

Cuando se habla de la ética del desarrollo económico, Espiritualidad, Respeto,


Compartir, son valores con los cuales se identifican la mayor parte de los Pueblos
Indígenas del mundo. Sin embargo, los mismos no pueden ser definitivamente
interpretados desde el punto de vista de los valores del desarrollo de las sociedades
industrializadas, los cuales se basan en la mayor ganancia económica medida por
la acumulación de bienes los que representan la riqueza material para esa forma
de pensamiento.

Numerosos pueblos indígenas han expresado desde muchos años atrás la


preocupación creciente dentro de nuestras sociedades por el virtual asalto que
están sufriendo los territorios en los cuáles vivimos. Además de la contaminación,
destrucción, de la salud de las tierras desde dónde se realizan enormes inversiones,
en búsqueda de los materiales naturales, estas actividades han venido denigrando
las culturas, la salud, la economía, los derechos, de los pueblos indígenas,
comprometiendo la continuidad futura.
El diálogo intercultural deberá incorporarse en las discusiones entre los
representantes de los Pueblos Indígenas, los Gobiernos, y los diversos sectores de la
Sociedad Civil, que permita entender el punto de vista de los Pueblos Indígenas
sobre el devenir futuro del uso sostenible de los recursos naturales renovables y no
renovables, decauerdo a los conocimientos tradicionales de nuestros pueblos.

La diversidad étnica dentro de las fronteras del Estado


El repeto a la diversidad étnica en un Estado es un principio b sico que contribuye
al desarrollo pacífico y armónico de las sociedades humanas. Para los Pueblos
Indígenas ello está absolutamente asociado con la conservación del medio ambiente
y la diversidad biológica. La diversidad étnica representa el interés de preservar y
desarrollar nuestras culturas acorde con nuestros principios de vida. Este interés
según hemos comprendido a través de los textos de la normativa internacional y
nacional debe contribuir a mejorar el conocimiento de la humanidad sobre la
importancia de la adopción de estrategias sobre el medio ambiente y a aprender a
respetar los derechos fundamentales de los pueblos indígenas.

La diversidad étnica no es sólo la existencia de personas o pueblos con diferentes


características físicas, lingísticas, vestimenta, formas de producción e intercambio.
La diversidad étnica se expresa también en la actitud que esos pueblos tienen hacia
los bienes intrínsecos de la creación. La gestación de la vida como parte del proceso
infinito de reproducción y la dinámica de cambio nos hace ver que, conceptos
como la estabilidad o la continuidad de una nación, un pueblo, o una institución,
son parte de la cultura que nos ha sido trasmitida.

Si una nación, un pueblo, una instutición creen que la continuidad y la estabilidad


se basa en la repetición a perpetuidad de determinados comportamientos frente a
situaciones diferentes estaremos frente a un grupo que experimentará severas
dificultades para continuar desarrolando su civilización en el mediano y largo
plazo. Este comportamiento ha impulsado muchas veces a gestar la destrucción de
otros pueblos mediante la aparente justificación que el pensamiento y las formas
de desarrollo del grupo dominate son superiores al otro, sin darse la oportunidad
de conocer que es lo que ofrece una alternativa diferente en el modo de pensar,
actuar, tomar decisiones, e interrelacionarse con otros pueblos y culturas.

Evolución de la normativa internacional


El texto del artículo 8 -Conservación In Situ- párrafo j) de la Convención sobre
Diversidad Biológica expresa que "en la medida de lo posible y según corresponda
cada Estado "...Con arreglo a su legislación nacional; respetará, preservará y
mantendrá los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las comunidades
indígenas y locales que entrañen estilos tradicionales de vida pertinentes para la
conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica y promoverá su
aplicación más amplia, con la aprobación y la participación de quienes posean esos
conocimientos, innovaciones y prácticas, y fomentará los beneficios derivados de la
utilización de esos conocimientos, innovaciones y prácticas se compartan
equitativamente".
La Alianza Mundial de los Pueblos Indígenas Tribales de los Bosques Tropicales,
expresa sus justificados temores, con relación a este párrafo. Entre ellos
rescatamos el siguiente:

" La soberanía estatal. Los Pueblos Indígenas, vivimos dentro de las fonteras de los
Estados, y aún así, tenemos derechos ancestrales inalienables, vigentes, a los
territorios desde épocas anteriores ala creación del Estado. Tenemos la propiedad
sobre nuestros territorios y, en consecuencia, inisistimos en que nada se puede
hacer a nuestros recursos sin nuestro consentimiento previo e informado...".

A ello se suma sin lugar a duda la incertidumbre proveniente del lenguaje utilizado
para referirise a los pueblos indígenas, a la cuestión de las "áreas protegidas", el
acceso a los recursos naturales, y los mecanismos de financiación como el caso del
Fondo Mundial para el Medio Ambiente. Sin lugar a dudas muchas otras
organizaciones de pueblos indígenas comparten estas dudas y preocupaciones,
cuando aún estamos vivenciando los pasos iniciales sobre la adopción de normativa
internacional y nacional que refleje las aspiraciones de los pueblos indígenas.

Es importante destacar que, el interés de los pueblos indígenas sobre el cuidado y


la preservación del medio ambiente y la diversidad biológica, expresado a través de
sus organizaciones, comunitarias, provinciales, nacionales, regionales e
internacionales, ha estado direccionada en el sentido más genuino de proteger y
desarrollar sus propios sistemas de vida por medio de una normativa legal que
reconozca los derechos ancestrales y fundamentales de los pueblos pre-existentes a
los Estados, de poseer y disponer, sobre los recursos que existen en nuestros
territorios, especialmente de aquéllos que son más codiciados por los inversionistas
modernos, teniendo en cuenta el interés público del Estado, y asimismo, el interés
mundial sobre la preservación de los ambientes naturales, pero que garantice a
nuestros pueblos la posibilidad de un desarrollo humano pacífico para nuestras
generaciones presentes y futuras.

Hemos mencionado anteriormente el Convenio 169 de la Organización


Internacional del Trabajo, y el proyecto de Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, cuyos textos nos permiten tener una
visión más desarrollada del estilo de normas que los Estados deberían adoptar a
fin de proteger y promover los derechos de los pueblos indígenas.

En el plano regional un proyecto para la Declaración Interamericana sobre los


Derechos Humanos, se encuentra bajo el análisis de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos de la OEA, la cual ha iniciado consultas con Gobiernos y
Pueblos Indígenas de la Región. Ella debe ser vista como una de las piezas que es
necesario evolucionar para que alcance el nivel del proyecto de las Naciones
Unidas, puesto que la adopción por parte del sistema inter-americano de una
declaración que contenga debilidades en ciertos capítulos, no proveerá de
satisfacción adecuada tanto a los puntos de vista de los Pueblos Indígenas, como de
los Estados.

En el nivel de políticas del Banco Mundial relativas a los Pueblos Indígenas,


existen varios documentos que permiten comprender su postura frente a los
pueblos indígenas: las mismas incluyen la Directriz Operacional Relativa a
Evaluación Ambiental (4.01), Reasentamientos involuntarios (4.30), Participación
de las Organizaciones No-Gubernamentales en las actividades que financia el
Banco (14.70), la Nota de política operacional 11.03: Protección de la Propiedad
cultural en los proyectos financiados por el Banco, el Acceso a la Información
operacional (17.50), la Resolución 93-10/ Resolución IDA 93-6: Grupo de
Inspección del Banco Mundial; la Directriz Operacional 4.20: Pueblos Indígenas, y
los libros sobre Evaluación Ambiental.

El objetivo fundamental de la Directriz Operacional 4.20, expresa que: "La


directriz ofrece unaorientación de las políticas para: a) asegurar que las
poblaciones indígenas se beneficien de los proyectos de desarrollo, b) evitar o
mitigar efectos potenciales adversos en las poblaciones indígenas, causados por
actividades asistidas por el Banco. Se requiere acción especial en aquellos lugares
en dónde las inversiones del Banco afectan a poblaciones indígenas, tribus,
minorías étnicas, u otros grupos, cuyo status social y económico les restringe su
capacidad de proteger sus intereses y derechos sobre la tierra y otros recursos
productivos".

En lo relativo al lenguaje utilizado -la Directriz fue aprobada en Setiembre de


1991-, la misma coincide con la tendencia prevaleciente de las Cumbres de
Naciones Unidas, a incluir en una categoría de "grupos desventajados" a los
Pueblos Indígenas, lo cual demuestra la necesidad de insistir en la coherencia de
los procesos especializados que se desarrollan en la OIT y la Comisión de Derechos
Humanos. En estos proceso hemos experimentado ciertas dificultades en el diseño
del lenguaje apropiado que exprese los conceptos intrínsecos de las culturas
indígenas.

El Informe, actualizado a mayo de 1995, del Programa para los Pueblos Indígenas
del Centro de Información sobre los Bancos Multilaterales de Desarrollo, expresa
interesantemente que, "Esta directriz es relativamente nueva. La mayoría de los
Jefes de proyectos no conocen bien sus requisitos y su aplicación. Como todavía se
está perfeccionando, los pueblos indígenas y sus organizaciones pueden
desempeñasr un papel por lo que respecta a la manera en que debe aplicarse".
Numerosos Pueblos Indígenas están siendo afectados por proyectos de desarrollo
que han recibido la financiación del Banco. Sin embargo, aún no han tenido la
oportunidad de hacer conocer sus puntos de vista sobre la directriz, además de que
la situación medioambiental, socio- económica, y del ejercicio de los derechos
básicos continúa siendo afectado profundamente por estas actividades.

La Organización Mundial de la Salud aprobó en sus Sesión Plenaria del 28 de


setiembre de 1993, la Resolución V, Salud de los Pueblos Indígenas. En la misma se
hace referencia a las conclusiones y recomendaciones efectuadas por los
participantes de la Reunión de Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Salud,
Winnipeg, Canada, Abril 13-17, 1993; y "Resuelve: Instar a los Gobiernos
Miembros a que: a) Promuevan el establecimiento o fortalecimiento de
comisione(s) técnica(s) de alto nivel u otro(s) mecanismo(s) de concertación que
considere apropiado, con participación de líderes y representantes de pueblos
indígenas, para la formulación de políticas y estrategias, y el desarrollo de
actividades de salud y medio ambiente dirigidas hacia las poblaciones específicas;"
Asimismo, solicita al Director de la OMS, que: "a) promueva la participación de
los indígenas y sus comunidades en todos los aspectos del trabajo de la
Organización sobre salud de los pueblos indígenas; b) Identifique, dentro de los
programas de cooperación, recursos de cooperación técnica y preste apoyo a la
movilización de reursos..."; c) Coordine el esfuerzo regional para promover la
formación de redes de información y colaboración recíproca entre organizaciones,
centros e instituciones que trabajan en el campo de la salud de pueblos
indígenas..."; d) Amplíe las actividades de evaluación de las condiciones de vida y
situación de salud para incluir a los pueblos indígenas de la región..."; y, e)
promueva la investigación colaborativa a nivel de la Región y países seleccionados
en temas prioritarios de la salud y la atención de la salud de los pueblos
indígenas."

Esta Directiva debe ampliarse a las diversas regiones del mundo dónde los sistemas
tradicionales de salud de los pueblos indígenas está siendo afectada. En opinión de
un trabajo elaborado en colaboración entre el Consejo Mundial de Pueblos
Indígenas y otras Instituciones, participantes del proceso de la Iniciativa Global
para los Sistemas de Tradicionales de Salud, destacan que la OMS/OPS deben
ampliar sus recomendaciones a los Estados para impulsar el desarrollo de políticas
y normas en los niveles nacionales que apunten a la protección y promoción de los
derechos de los pueblos indígenas relacionados con el campo de la salud y la
medicina tradicional indígena.

El concepto de salud no es un concepto estanco. El mismo ha experimentado una


evolución significativa dentro de las diferentes concepciones culturales, influyendo
a los organismos especializados. Para los Pueblos Indígenas el concepto de salud
incluye muy especialmente la seguridad y el respeto por las tierras que pertenecen
a nuestros pueblos y el respeto por los criterios sobre el manejo del ambiente
natural, los recursos existentes en el mismo, y la salud comunitaria. Como en otros
campos de la actividad humana, el diseño de políticas nacionales, y legislación
atinente, a la protección y promoción de los sistemas tradicionales de salud de los
Pueblos Indígenas, debe tener en cuenta nuestra plena participación, para que las
mismas logre resultados exitosos.

El conocimiento tradicional de los pueblos indígenas


Según informaciones de diversos Organismos Internacionales, la población
estimada de los Pueblos Indígenas asciende aproximadamente a 400 millones de
personas, pertenecientes a más de 4,500 etnias diferentes, los cuáles están
distribuídos en los continentes de Asia, Africa, América, las regiones del Artico y el
Océano Pacífico. Estos datos son muy variables de acuerdo con la fuente que los
proporciona. Pero también nos proporcionan una idea aproximada de la
diversidad cultural, y de las riquezas que albergan.

Hemos observado que esta "riqueza" es considerada como parte de los resursos
que pueden proveer de más riquezas a quienes ya han acumulado una buena parte
de las mismas. Una parte cada vez mayor de los conocimientos de los pueblos
indígenas están siendo convertidos en conocimientos que pueden ser aprovechados
para generar más ganancias, sin que estas ganancias se reinviertan en el desarrollo
de quiénes han generado estos conocimientos.
El informe sobre la "Conservación de Conocimientos Autóctonos: Integración de
Dos Sistemas de Innovación" elaborado por la Fundación Internacional para el
Progreso Rural para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
destaca en la parte de conclusiones de "Conocimientos Indígenas sobre la
Diversidad Biológica", que:

"Las comunidades indígenas aplican un sistema de innovación cooperativo en que


se observan los mismos procesos fundamentales de descubrimiento y
experimentación que caracterizan al sistema de innovación institucionalizado. La
innovación en el sistema cooperativo es paulatina y evoluciona, pero en lo tocante a
las plantas y a la cría de animales, lo propio ocurre con el sistema institucional."

"Las formas de protección de la propiedad intelectual propias del sistema de


innovación institucionalizado se están ampliando y evolucionan según modalidades
que tal vez hagan razonablela incorporación de las innovaciones de los Pueblos
Indígenas."

El Informe propone asimismo estrategias tendientes al desarrollo de políticas y


legislación para la protección de la propiedad intelectual, entre la cuales cita la
evolución del sistema de propiedad intelectual existentes, el desarrollo de un
sistema propio, la celebración de arreglos contractuales bilaterales, o la creación
de un nuevo sistema que se relacione con los antes mencionados.

Como puede observarse aún es necesario hacer mayores esfuerzos para


evolucionar tanto el lenguaje como los conceptos que intentan explicar las formas
de interpretación de los sistemas de vida basados en el desarrollo asociado al
cuidado de la reproducción de los sistemas naturales, defendidos por los pueblos
indígenas. El informe citado puede considerarse como uno de los puntos de vista
para la discusión sobre este aspecto. Como comentario general al sistema
institucionalizado, es que aún deberá hacer mucho más para comprender y dar el
nivel apropiado al conocimiento indígena, que le permita asimismo internalizar
conceptos que están aún siendo reaprehendidos en beneficio de las sociedades que
lo integran.

Al respecto cabe mencionar algunos párrafos de la Declaración de Mataatua sobre


los Derechos de la Propiedad Cultural e Intelectual de los Pueblos Indígenas,
organizada en Junio de 1993, especialmente la sección relativa a recomendaciones
a los Estados Nacionales y las Agencias Internacionales:

"Hacer notar que los mecanismos de protección existentes son insuficientes para la
protección de los Derechos de la Propiedad Cultural e Intelectual de los Pueblos
Indígenas".

"Desarrollar en total cooperación con los Pueblos Indígenas un Régimen Adicional


sobre los Derechos de la Propiedad Cultural e Intelectual, incorporando lo
siguiente:

• los propietarios tanto colectivos como individuales y su orígen


• protección retroactiva a los trabajos tanto contemporáneos como históricos
• protección contra la degradación de artículos culturalmente significativos
• contexto cooperativo en lugar de competitivo
• los primeros beneficiarios deben ser descendientes directos de los custodios
tradicionales de este conocimiento
• cobertura extensiva para todas las generaciones
• Progresos en la implementación de los acuerdos de Río y las subsecuentes
conferencias de las NNUU

El Capítulo 26, del Programa 21 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el


Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en 1992, sobre el "Reconocimiento y
fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas y sus comunidades", exhorta
a "el reconocimiento de sus valores, sus conocimientos tradicionales y sus prácticas
de ordenación de los recursos, con miras a promover un desarrollo ecologicamente
racional y sostenible", y a "...establecer acuerdos para intensificar la participación
activa de las poblaciones indígenas y sus comunidades en la formulación de
políticas,leyes y programas relacionados con la ordenación de los recursos en el
plano nacional y otros procesos que pudieran afectarles, así como para propiciar
que formulen propuestas a favor de políticas y programas de esta índole".

Para sintetizar este punto, nos remitimos a los progresos en el campo


internacional, nacional y local, en referencia a los procesos de elaboración de
nuevas normas de derecho y su implementación, que explicamos al inicio de este
trabajo.

Si bien los acuerdos de Río están direccionados y especializados en las cuestiones


relativas al cuidado del medio ambiente y las consecuencias del desarrollo
económico, para los pueblos indígenas estos acuerdos significan algo más. En
primer lugar la ampliación de los temas de la agenda internacional que involucran
a los pueblos indígenas. Sin que esta ampliación signifique por si misma resultados,
estamos en condiciones de evaluar que la misma ha aportado una visión a una
parte de la comunidad internacional sobre las aspiraciones que confrontan los
pueblos indígenas.

En segundo lugar, la agenda internacional se ha visto enriquecida por nuestro


aporte. A su vez los Estados han tomado cada vez más conocimiento de las
experiencias que se desarrollan en otros Estados.

Son las organizaciones indígenas nacionales y regionales las encargadas de evaluar


la situación de implementación de los acuerdos de Río en sus respectivos países.
Sin embargo, a partir de la información que se procesa en la oficinas del Consejo
Mundial, aún estamos muy lejos de los objetivos previstos. Por ejemplo, si bien ha
habido una creciente participación y diálogo para el establecimiento de procesos de
paz en algunas regiones, en otras se vive exactamente lo contrario, con el
agravamiento de la situación.

La participación en el proceso del diseño de las políticas nacionales que afectan


directamente la vida de los pueblos indígenas y nuestras oportunidades de
desarrollo autosustentable continúa siendo un proceso que es afectado por los
intereses de los inversionistas modernos, cuyas metas se basan en la racionalidad
del beneficio económico. Quiénes ejercen esas influencias piensan consideran a los
pueblos indígenas como un elemento más en los temas a resolver en sus planes de
inversión. Obviamente, es necesario incluir en sus estudios la perspectiva de los
pueblos indígenas y nuestra determinación a continuar en control del ejercicio de
nuestros derechos.

Temas críticos y prioridades


A lo largo de este trabajo hemos expresado nuestra opinión en relación a los temas
críticos y a las prioridades de los pueblos indígenas. Es necesario recordarlos en
este capítulo, sin entrar a la descripción de los mismos, teniendo en cuenta que esta
lista no es en absoluto exhaustiva, ni pretende ser completa, sino más bien una
reafirmación de las preocupaciones más visibles.

• Tierras y territorios. Derecho ancestral e inalienable de nuestros pueblos.


• Espiritualidad. Componente ético esencial para la visión indígena del medio
ambiente y desarrollo.
• Auto-gobierno. Tomar las responsabilidades que constituyen el diseño de
nuestro futuro.
• Mujer, joven y niño. Por ser quiénes padecen las mayores discriminaciones
y racismo.
• Salud, Educación, y cuidado del Medio Ambiente. Que incluya la
consideración del conocimiento tradicional de los pueblos indígenas basados
en nuestras culturas ancestrales.
• Alternativas para el Desarrollo Sustentable. Basada en principios del
conocimiento tradicional
• Propiedad cultural e intelectual. La defensa del conocimiento tradicional y
su uso para fines pacíficos.
• Evolución de la normativa internacional y nacional. Para garantizar el
respeto y la convivencia.
• Acción positiva para llamar la atención internacional sobre los casos de
genocidio, represión, persecusiones y violaciones sistemáticas de los
derechos humanos básicos.

Experiencias exitosas. Lecciones aprendidas de la


implementación de la sustentabilidad
Las experiencias desarrolladas por los pueblos de las regiones del Artico -
especialmente de los países Nórdicos, Canada, y Alaska, han sido por el momento
las mejor organizadas, tanto en el aspecto de un activo rol en las discusiones sobre
el manejo del medio ambiente regional, y también, de las negociaciones
encaminadas a obtener una adecuada participación en los asuntos concernientes.

Las organizaciones de los Pueblos Indígenas de la región de la Amazonía, Panamá,


y de algunos países del sudeste de Asia, han estado activos en los debates
internacionales concernientes a la defensa de la sustentabilidad e integridad de los
territorios indígenas. La situación de la protección y promoción de los derechos de
los pueblos indígenas en esta región es más débil que en la región del Artico. En
muchos de los países de la regiones mencionadas se experimenta aún situaciones de
difícil resolución, tales como la represión a los movimientos de los pueblos
indígenas, o también la exclusión de las discusiones de los temas concernientes.
La implementación de la sustentabilidad y la defensa de la integridad de los
territorios de los pueblos indígenas puede resumirse, aunque no totalmente, al
respeto a los derechos inalienables de los pueblos indígenas a nuestras tierras,
territorios, y recursos naturales. La implementación de programas especiales que
tengan en cuenta el desarrollo de estas regiones debe provenir de acuerdos entre
los pueblos indígenas y los Gobiernos de los Estados. Estos últimos deben
garantizar el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas dentro de los cuales
debe tenerse en cuenta el derecho de disponer de los recursos existentes en el suelo,
subsuelo, ríos, costas y mares, respetando el conocimiento tradicional.

Oponerse a la relocalización forzada en todos los casos es también un derecho de


los Pueblos Indígenas. Nuestros pueblos han sido víctimas de estas maliciosas
prácticas en casos en que secontruyen puentes, carreteras, represas parala
producción de energía hidroeléctrica, canalización de ríos, construcción de
puertos, y otras obras de infraestructura, "de interés para el Estado Nacional".

Valores y principios que apuntalan prácticas de la


implementación sustentable
La salud de la tierra y de los seres que la componen se ha debilitado con el avance
del desarrollo individualista de muchas sociedades. La reconstrucción de las
relaciones con la tierra debe iniciarse desde cada persona, cada familia, cada
comunidad, cada nación grande o pequeña.

Una visión de quiénes fuimos en el pasado y quiénes queremos ser en el futuro, nos
permitirá mejor dirigirnos y conducir el desarrollo en armonía con la naturaleza.

El desarrollo y el restablecimiento de la salud de la tierra deben ser orientados por


la verdad, la sabiduría, el conocimiento tradicional, y el respeto a la diversidad
cultural de la humanidad.

Toda acción de desarrollo y restablecimiento de la tierra está relacionada a las


demás actividades. Cuándo trabajamos en un lugar, una actividad, estamos
afectando a toda la comunidad de seres que componen la tierra, incluídos los seres
humanos que vivimos en cada porción de ella.

Los pueblos deben ser llamados a participar en el proceso de desarrollo y re-


educados para contribuir en el restablecimiento de la salud de la tierra. Sin
participación no existe desarrollo sustentable.

Cada persona, cada pueblo, cada nación grande o pequeña debe ser tratada con el
respeto que debe tenerse a todo ser que pertenece a la comunidad de la tierra.
Todos deben tener el derecho a participar del proceso de desarrollo sustentable y a
compartir los beneficios que se derivan de ese proceso.

La espiritualidad es fundamental para el proceso del restablecimiento de la salud


de la tierra y el desarrollo sustentable. Cada pueblo debe tener el derecho a
expresarla de acuerdo a sus tradiciones.
El proceso de crecimiento debe ayudarnos a descubrir quiénes realmente somos
como seres humanos y la formaen qué armonizamos con las leyes del Universo.

La moral, la ética y el protocolo nos enseñan a caminar el camino de la vida en


forma acertada. Si violamos estas enseñanzas, destruímos las posibilidades del
restablecimiento de salud de la tierra y de desarrollo sustentable.

Nuestros planes y acciones están fundados en el conocimiento profundo para


acceder a los principios del orden de la naturaleza y al proceso de restablecimiento
de la salud de la tierra y el desarrollo sustentable.

Aprendiendo a vivir en forma que se promueva la vida y la salud de la tierra es


esencial para promover el desarrollo sustentable.

Cuando empezamos a tomar acciones o decisiones para mejorar nuestras vidas o


las vidas de otros, lo más importante es evitar destruir los sitemas naturales de los
cuáles dependen todas las formas de vida, y que fortalecen la capacidad de los
pueblos a continuar en su camino de desarrollo y al restablecimiento de la salud de
la tierra.

Falta de políticas y políticas retrictivas sobre la


implementación de la sustentabilidad
Sobre este capítulo nos remitimos a los análisis formulados previamente. Entre la
falta de políticas y otras restrictivas sobre la implementación de la sustentabilidad,
el tópico más deficiente para el cumplimiento de los acuerdos de Río, aparece en
los casos de ausencia de consulta libre-consensuada a los pueblos indígenas en el
proceso de toma de decisiones. Señalamos este elemento como el más pernicioso
por ser el que impide que los puntos de vista e intereses de los pueblos indígenas
sean tenidos en cuenta. Con diferente grado de intensidad, dependiendo del país o
región, es frecuente recibir información sobre acuerdos que se celebran entre las
autoridades de un Estado en particular, o grupo de Estados, con una, o un grupo
de corporaciones económicas, con el fin de levar a cabo proyectos de inversión, en
territorios pertenecientes a los pueblos indígenas, sin haberse realizado consultas
con los mismos.

La Gobernabilidad Global
Cuando hablamos de los principales temas que afectan a las Naciones del Mundo
nos enfrentamos a una diversidad creciente de tópicos que llenan las páginas de la
prensa, las burocracias de los Organismos, los pasillos de los Parlamentos, y las
computadoras de los innumeros expertos que se suman todos los días a la red.
También experimentamos la sensación que todos estos temas nos llegan en forma
muy sintetizada y que no tenemos acceso al fondo de la cuestión que realmente ha
producido el problema o la situación de conflicto, y también nos sentimos limitados
de tener una visión global.

Desde otro punto de vista presentimos que los procesos que intentan mejorar las
situaciones negativas tales como guerra, represión, genocidios, opresión,
discriminación, violencia, hambre, miseria, desempleo, falta de participación,
marginación, racismo, epidemias, analfabetismo, y muchas otras, nos dejan sin la
posibilidad de razonar una respuesta colectiva a los problemas. Paradojicamente
las sociedades que han experimentado procesos del acentuamiento del
individualismo son hoy las más poderosas, y al mismo tiempo, reconocen ser, en
parte, causantes de las situaciones en otros países, por ejemplo a través de los
procesos históricos de colonialismo, y dan la imágen de estar preocupados en
ayudar a paliar las dificultades que segmentos económicos, organizados en sus
territorios, y de acuerdo a sus leyes, pueden traer a las relaciones entre sus
sociedades y las sociedades no industrializadas.

Evidentemente, aún hay mucho que hacer para lograr un equilibrio entre las
aspiraciones de las diverssas sociedades humanas. En algunos casos ellas parecen
querer resolver el problema. Sin embargo en la resolución de estos conflictos puede
apreciarse que aparece un tercer elemento, casi no previsto, el mediador, o
negociador, en la mayoría de los casos otro Estado.

En los últimos tiempos se ha visto numerosos ejemplos en que las situaciones a


resolver no son parte de conflictos entre dos Estados diferentes, sino dentro de las
fronteras del mismo Estado.

Durante e inmediatamente después de la Guerra Fría, el concepto de primero,


segundo y tercer mundo, pararecía muy claramente delimitado. Apenas unos años
más tarde no es tan claro. En el tercer mundo afloran nuevos desafíos políticos y
económicos, que eran impensados hace algunos años, tales como los planes de
industrialización y el desarrollo tecnológico. La revolución de los sistemas de
comunicaciones, la internacionalización de las relaciones de intercambio
económico, y la ampliación de las diferencias entre países ricos y pobres, son temas
visibles de la agenda. El primer mundo va desarrollando dentro de sus fronteras
"bolsones" de tercer mundo, con las mismas características del "subdesarrollo", y
confronta situaciones de marginalización social, económica y cultural, crónicas. El
"segundo mundo" se ha desintegrado, y se integra paulatinamente a los bloques de
Europa y Asia.

La Agenda de las Naciones Unidas, el Organismo Internacional de los Gobiernos


después de la Segunda Guerra Mundial, ha ido ampliándose y creciendo a un
ritmo vertiginoso. Ello dio lugar a la creación de extendidos y priviligiados
escritorios internacionales, especializados en diferentes temas tales como, derechos
humanos, mujer, salud, educación, ciencia, cultura, desarrollo sostenible,
seguridad, medio ambiente, mantenimiento de la paz.

Los Pueblos Indígenas surgen con mayor fuerza en el decenio de los '90. La
celebración que organizó un país de Europa sobre "los 500 años del
descubrimiento de América", dio a los pueblos indígenas más razones para hacer
más visible para la comunidad internacional la vigencia de nuestros derechos
fundamentales. En ese año, tres acontecimientos relevantes remarcaron la
presencia del "cuarto mundo". Los discursos que los representantes de los Pueblos
Indígenas elaboraron para los Gobiernos participantes en la Cumbre de la Tierra,
Río de Janeiro, hicieron eco en la comunidad internacional, pues fue una de las
primeras oportunidades en que nuestra voz se escuchó en forma directa de parte
de los afectados. A su vez, el Premio Novel de la Paz fue otorgado a nuestra
hermana del Pueblo Maya de Guatemala, Rigoberta Menchu Tum, y Naciones
Unidas lanzó el Año Internacional de los Pueblos Indígenas.

A partir de allí la Agenda internacional creció y se diversificó no sólo para los


Gobiernos sino para los Pueblos Indígenas. Entre 1992 y 1996, una serie de
Cumbres sobre diversos temas convocó a los representantes de los Pueblos
Indígenas, con el fin de fortalecer en los debates los conceptos más apropiados, en
coherencia con los trabajos iniciados en el Grupo de Trabajo de las Poblaciones
Indígenas de las Naciones Unidas. Corresponde por tanto ingresar en una etapa de
evaluación-acción de esa agenda y establecer los parámetros que nos permitan
medir los resultados de la implementación de esos acuerdos.

Tal como se refleja en el análisis de las Declaraciones, Convenios y Resoluciones de


los Organismos Internacionales, los Pueblos Indígenas están situados en espacios
estratégicos que incluyen casi todas las regiones del planeta, y todos los bloques
político-comerciales. Asimismo, la participación de los pueblos indígenas en un
número creciente de temas de la Agenda Internacional, es no solamente una
necesidad o una aspiración, sino también poco a poco se ha convertido en una
demanda de la sectores diversos de la comunidad internacional.

Conclusiones preliminares. Qué podemos proponer y


qué podemos hacer ?
Los pueblos indígenas somos protagonistas de las consecuencias del uso,
aprovechamiento, e intentos de protección del medio ambiente. Los efectos de la
degradación de nuestros territorios implicará - de acuerdo a los estudios y
observaciones realizadas- similar o mayor impacto en el conjunto de las
sociedades, tanto por los problemas ambientales directos a que seremos sometidos,
como también por el impacto social, cultural, económico y político, que se observa
en forma creciente en todos los países de la Tierra.

El establecimiento de Parámetros justos de negociación con los Pueblos Indígenas


así como una ampliación de la conciencia pública sobre los derechos y el rol de los
Pueblos Indígenas en los aspectos concernientes al desarrollo autosustentable, sería
una saludable estrategia para fortalecer estos aspectos.

Los esfuerzos para la conservación de la diversidad biológica deben ser


equivalentes y equitativos con el respeto a la diversidad cultural y étnica.

La ciencia a través de su método analítico ha intentado aislar el estudio de ciertos


fenómenos naturales o sociales a los efectos de lograr una mejor comprensión de
los mismos. En alguna medida ha sido exitosa. Sin embargo es necesario no perder
conciencia que cada parte estudiada es un componente de un todo armónico que se
desarrolla en parte por las acciones y decisiones que hacemos los seres humanos.

Recomendaciones específicas sobre los aspectos relativos al conocimiento


tradicional de los Pueblos Indígenas en evaluaciones medioambientales.
El Consejo Mundial de Pueblos Indígenas es una Institución Internacional que
dirije sus energías al fortalecimiento de procesos y tendencias que impulsen el
diálogo y la participación. Como hemos comentado a lo largo de este trabajo una
de las principales herramientas que ha sido dejada de lado por motivos muy
contradictorios es la consulta plena a los Pueblos Indígenas, cuando se efectúan
todo tipo de acuerdos y negociaciones entre los Gobiernos, las corporaciones
transnacionales, u otros inversionistas modernos, que consideran los territorios
indígenas como una fuente para el acrecentamiento de sus riquezas y poder. Ya
hemos señalado el valor que tiene la Tierra, los territorios y las tierras para los
Pueblos Indígenas, por lo que vamos a obviar su repetición.

Las siguientes recomendaciones están dirigidas a los gerentes de las corporaciones,


bancos multilaterales, y Estados. Las mismas son un resúmen de un estudio que
está desarrollando el Consejo Mundial en cooperación con organismos de los
Pueblos Indígenas de varios países, entre ellos Canada, Belice, México, Perú,
Venezuela, y Argentina. Sin embargo, queremos advertir que el trabajo aún no
está terminado y que las siguientes son recomendaciones preliminares, pero que
creemos que es útil compartir con los participantes del proceso de Río + 5.
Adicionalmente estos procedimientos deberán ser incluídos en la política y la
legislación de los países, para su adecuadomonitoreo y cumplimiento.

Recomendaciones:
Toda corporación tiene la tendencia a ignorar los aspectos culturales propios de la
comunidad afectada y aplican modelos de comportamiento que consideran
universales. Por ello, lo primero que deben tener en cuenta es el respeto a las
tradiciones y costumbres de los pueblos indígenas, no intentando imponer su
propio criterio cultural y de beneficios económicos, desde el principio mismo de la
negociación.

Otra tendencia es creer que los pueblos indígenas no tienen criterios de mediano y
largo plazo. Ello constituye un error. Debe analizarse el impacto del proyecto,
teniendo en cuenta los criterios de mediano y largo plazo de las comunidades
afectadas, para que ellas sean parte de la decisión.

Un tercer aspecto clave es brindar la información adecuada y real a todos los que
serán afectados directa o indirectamente por el proyecto, para lo cual deben
utilizarse los medios de comunicación más corrientes para la zona de aplicación del
proyecto, para convocar la participación de los mismos, por medio de sus
organizaciones.

Un elemento esencial de las decisiones de los Pueblos Indígenas es incluir en sus


decisiones la participación de los ancianos-sabios, las mujeres, y considerar los
intereses de los jóvenes y los niños.

La compañía debe incluir procedimientos adecuados que permitan a las


comunidades que serán afectadas por el proyecto, acceder a la comprensión de los
verdaderos consecuencias de la implementación del proyecto. No debe ocultarse
ninguna información que sea perjudicial para la salud, la continuidad y el
desarrollo de los pueblos indígenas.
Existen lugares considerados sagrados de acuerdo a la tradición de los Pueblos
Indígenas que no pueden ser tocados o dañados, a riesgo de destruir el equilibrio
ambiental y socio-cultural de la comunidad, que deben ser respetados.

La documentación técnica que la compañía someta a la consideración de la


comunidad o comunidades debe ser completa y comprensible. La comunidad debe
tener el derecho a rechazar la implementación de los estudios y otros pasos
posteriores del proyecto.

Los Gobiernos Nacionales, locales interiores (provincias, estados,), deben


garantizar que estos procedimientos se llevan a cabo de buena fe, para proteger los
derechos de sus ciudadanos indígenas, promoviendo la adopción de las normas
internas necesarias para garantizar tales derechos, y muy esencialmente la
continuidad de los Pueblos Indígenas.
INSTRUCTIONS AU CUISINIER ZEN

"Si eres poeta, puedes ver claramente una nube que flota sobre esta hoja de papel. Sin
nube no hay papel, sin lluvia los árboles no crecen, sin árboles no se puede hacer papel.
La nube es esencial para el papel. Si la nube no existiera, el papel tampoco existiría. Por
lo tanto, se puede decir que la nube y el papel entre-existen. La palabra "entre-existir"
no está aún en el diccionario, pero se puede crear combinando el prefijo "entre" y el
verbo "existir". Puesto que no hay papel sin nube, digamos que la nube y el papel
"entre-existen".

Si miramos esta hoja de papel de más cerca, también vemos en ella el sol. Sin sol los
árboles del bosque no crecen. De hecho sin sol nada crece. Ni siquiera nosotros. Así que
sabemos que el sol también está en la hoja de papel. Papel y sol "entre-existen".

Acerquémonos aún más y veremos al leñador cortando el árbol y llevándolo a la fábrica


para que sea transformado en papel. También vemos el trigo, porque un leñador no
puede vivir sin su pan cotidiano: la harina también está en la hoja de papel. El padre y la
madre del leñador también. Y, considerando las cosas de esta manera, vemos que sin
todos estos elementos esta hoja de papel no podría existir.

Si nuestra mirada penetra aún más profundamente, vemos que nosotros también
estamos en esta hoja de papel. Esto es fácil de entender, puesto que si miramos una hoja
de papel, esa hoja forma parte de nuestra percepción. Tu espíritu está aquí, en esta hoja
y el mío también. Digamos que todo está incluido en esta hoja. Contiene todo: el
tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, el mineral, el sol, la nube, el río, el calor. Todas
las cosas coexisten con esta hoja de papel. Por eso digo que la palabra "entre-existir"
debería estar en el diccionario. Existir es "entre-existir". No puedes existir sólo. Sólo
puedes existir en interdependencia con todo lo que existe -igul que esta hoja de papel-.

Imaginemos que pudiéramos devolver cada elemento a su fuente, por ejemplo, el rayo
del sol al sol. ¿Piensas que esta hoja de papel podría existir? No, sin sol, nada existe. Y
si devolvemos el leñador a su madre, tampoco tendríamos papel. De hecho esta hoja de
papel está compuesta por elementos "no papel". Y si devolvemos todos los elementos
"no papel" a su orígen, no tendremos nada de papel.

Sin estos elementos "no papel", tales como el espíritu, el leñador y todo lo demás, el
papel no existe. El universo entero está contenido en esta fina hoja de papel..:"

Thich Nhat Hanh (1988) The Heart of Understanding.

Sacado del libro de Dogen (1994) Instructions au cuisinier Zen. Paris, Gallimard, coll.
Le Promeneur
VOLVER
Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos
de los pueblos indígenas
Asamblea General ONU

La Asamblea General,

Guiada por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y la buena fe
en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los Estados de conformidad con
la Carta ,

Afirmando que los pueblos indígenas son iguales a todos los demás pueblos y
reconociendo al mismo tiempo el derecho de todos los pueblos a ser diferentes, a
considerarse a sí mismos diferentes y a ser respetados como tales,

Afirmando también que todos los pueblos contribuyen a la diversidad y riqueza de las
civilizaciones y culturas, que constituyen el patrimonio común de la humanidad,

Afirmando además que todas las doctrinas, políticas y prácticas basadas en la


superioridad de determinados pueblos o personas o que la propugnan aduciendo razones
de origen nacional o diferencias raciales, religiosas, étnicas o culturales son racistas,
científicamente falsas, jurídicamente inválidas, moralmente condenables y socialmente
injustas,

Reafirmando que, en el ejercicio de sus derechos, los pueblos indígenas deben estar
libres de toda forma de discriminación,

Preocupada por el hecho de que los pueblos indígenas hayan sufrido injusticias
históricas como resultado, entre otras cosas, de la colonización y enajenación de sus
tierras, territorios y recursos, lo que les ha impedido ejercer, en particular, su derecho al
desarrollo de conformidad con sus propias necesidades e intereses,

Consciente de la urgente necesidad de respetar y promover los derechos intrínsecos de


los pueblos indígenas, que derivan de sus estructuras políticas, económicas y sociales y
de sus culturas, de sus tradiciones espirituales, de su historia y de su concepción de la
vida, especialmente los derechos a sus tierras, territorios y recursos,

Consciente también de la urgente necesidad de respetar y promover los derechos de los


pueblos indígenas afirmados en tratados, acuerdos y otros arreglos constructivos con los
Estados,
Celebrando que los pueblos indígenas se estén organizando para promover su desarrollo
político, económico, social y cultural y para poner fin a todas las formas de
discriminación y opresión dondequiera que ocurran,

Convencida de que el control por los pueblos indígenas de los acontecimientos que los
afecten a ellos y a sus tierras, territorios y recursos les permitirá mantener y reforzar sus
instituciones, culturas y tradiciones y promover su desarrollo de acuerdo con sus
aspiraciones y necesidades,

Considerando que el respeto de los conocimientos, las culturas y las prácticas


tradicionales indígenas contribuye al desarrollo sostenible y equitativo y a la ordenación
adecuada del medio ambiente,

Destacando la contribución de la desmilitarización de las tierras y territorios de los


pueblos indígenas a la paz, el progreso y el desarrollo económicos y sociales, la
comprensión y las relaciones de amistad entre las naciones y los pueblos del mundo,

Reconociendo en particular el derecho de las familias y comunidades indígenas a seguir


compartiendo la responsabilidad por la crianza, la formación, la educación y el bienestar
de sus hijos, en observancia de los derechos del niño,

Considerando que los derechos afirmados en los tratados, acuerdos y otros arreglos
constructivos entre los Estados y los pueblos indígenas son, en algunas situaciones,
asuntos de preocupación, interés y responsabilidad internacional, y tienen carácter
internacional,

Considerando también que los tratados, acuerdos y demás arreglos constructivos, y las
relaciones que éstos representan, sirven de base para el fortalecimiento de la asociación
entre los pueblos indígenas y los Estados,

Reconociendo que la Carta de las Naciones Unidas, el Pacto Internacional de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales (1) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (1), así como la Declaración y el Programa de Acción de Viena (2) afirman la
importancia fundamental del derecho de todos los pueblos a la libre determinación, en
virtud del cual éstos determinan libremente su condición política y persiguen libremente
su desarrollo económico, social y cultural,

Teniendo presente que nada de lo contenido en la presente Declaración podrá utilizarse


para negar a ningún pueblo su derecho a la libre determinación, ejercido de conformidad
con el derecho internacional,

Convencida de que el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en la


presente Declaración fomentará relaciones armoniosas y de cooperación entre los
Estados y los pueblos indígenas, basadas en los principios de la justicia, la democracia,
el respeto de los derechos humanos, la no discriminación y la buena fe, Alentando a los
Estados a que cumplan y apliquen eficazmente todas sus obligaciones para con los
pueblos indígenas dimanantes de los instrumentos internacionales, en particular las
relativas a los derechos humanos, en consulta y cooperación con los pueblos
interesados,

Subrayando que corresponde a las Naciones Unidas desempeñar un papel importante y


continuo de promoción y protección de los derechos de los pueblos indígenas,

Considerando que la presente Declaración constituye un nuevo paso importante hacia el


reconocimiento, la promoción y la protección de los derechos y las libertades de los
pueblos indígenas y en el desarrollo de actividades pertinentes del sistema de las
Naciones Unidas en esta esfera,

Reconociendo y reafirmando que las personas indígenas tienen derecho sin


discriminación a todos los derechos humanos reconocidos en el derecho internacional, y
que los pueblos indígenas poseen derechos colectivos que son indispensables para su
existencia, bienestar y desarrollo integral como pueblos,

Reconociendo también que la situación de los pueblos indígenas varía según las
regiones y los países y que se debe tener en cuenta la significación de las
particularidades nacionales y regionales y de las diversas tradiciones históricas y
culturales,

Proclama solemnemente la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de


los pueblos indígenas, cuyo texto figura a continuación, como ideal común que debe
perseguirse en un espíritu de solidaridad y respeto mutuo:

Artículo 1

Los indígenas tienen derecho, como pueblos o como personas, al disfrute pleno de todos
los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos por la Carta de las
Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos (3) y la normativa
internacional de los derechos humanos.

Artículo 2

Los pueblos y las personas indígenas son libres e iguales a todos los demás pueblos y
personas y tienen derecho a no ser objeto de ninguna discriminación en el ejercicio de
sus derechos que esté fundada, en particular, en su origen o identidad indígena.

Artículo 3
Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho
determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo
económico, social y cultural.

Artículo 4

Los pueblos indígenas, en ejercicio de su derecho de libre determinación, tienen derecho


a la autonomía o el autogobierno en las cuestiones relacionadas con sus asuntos internos
y locales, así como a disponer de los medios para financiar sus funciones autónomas.

Artículo 5

Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones
políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a
participar plenamente, si lo desean, en la vida política, económica, social y cultural del
Estado.

Artículo 6

Toda persona indígena tiene derecho a una nacionalidad.

Artículo 7

1. Las personas indígenas tienen derecho a la vida, la integridad física y mental, la


libertad y la seguridad de la persona.

2. Los pueblos indígenas tienen el derecho colectivo de vivir en libertad, paz y


seguridad como pueblos distintos y no serán sometidos a ningún acto de genocidio
ni a ningún otro acto de violencia, incluido el traslado forzado de niños del grupo a
otro grupo.

Artículo 8

1. Los pueblos y las personas indígenas tienen derecho a no sufrir la asimilación


forzada o la destrucción de su cultura

2. Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la prevención y el resarcimiento


de:

a) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia privar a los pueblos y las personas
indígenas de su integridad como pueblos distintos o de sus valores culturales o su
identidad étnica;

b) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia enajenarles sus tierras, territorios
o recursos;

c) Toda forma de traslado forzado de población que tenga por objeto o consecuencia
la violación o el menoscabo de cualquiera de sus derechos;

d) Toda forma de asimilación o integración forzadas;

e) Toda forma de propaganda que tenga como fin promover o incitar a la


discriminación racial o étnica dirigida contra ellos.

Artículo 9

Los pueblos y las personas indígenas tienen derecho a pertenecer a una comunidad o
nación indígena, de conformidad con las tradiciones y costumbres de la comunidad o
nación de que se trate. No puede resultar ninguna discriminación de ningún tipo del
ejercicio de ese derecho.

Artículo 10

Los pueblos indígenas no serán desplazados por la fuerza de sus tierras o territorios. No
se procederá a ningún traslado sin el consentimiento libre, previo e informado de los
pueblos indígenas interesados, ni sin un acuerdo previo sobre una indemnización justa y
equitativa y, siempre que sea posible, la opción del regreso.

Artículo 11

1.Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y


costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las
manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas, como lugares
arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e
interpretativas y literaturas.

2. Los Estados proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces, que


podrán incluir la restitución, establecidos conjuntamente con los pueblos indígenas,
respecto de los bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales de que hayan
sido privados sin su consentimiento libre, previo e informado o en violación de sus
leyes, tradiciones y costumbres.
Artículo 12

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a manifestar, practicar, desarrollar y enseñar


sus tradiciones, costumbres y ceremonias espirituales y religiosas; a mantener y
proteger sus lugares religiosos y culturales y a acceder a ellos privadamente; a
utilizar y vigilar sus objetos de culto, y a obtener la repatriación de sus restos
humanos.

2. Los Estados procurarán facilitar el acceso y/o la repatriación de objetos de culto y de


restos humanos que posean mediante mecanismos justos, transparentes y eficaces
establecidos conjuntamente con los pueblos indígenas interesados.

Artículo 13

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a revitalizar, utilizar, fomentar y transmitir a las
generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones orales, filosofías, sistemas de
escritura y literaturas, y a atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas y
mantenerlos.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces para garantizar la protección de ese derecho
y también para asegurar que los pueblos indígenas puedan entender y hacerse entender
en las actuaciones políticas, jurídicas y administrativas, proporcionando para ello,
cuando sea necesario, servicios de interpretación u otros medios adecuados.

Artículo 1

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a establecer y controlar sus sistemas e


instituciones docentes que impartan educación en sus propios idiomas, en
consonancia con sus métodos culturales de enseñanza y aprendizaje.

2. Las personas indígenas, en particular los niños indígenas, tienen derecho a todos los
niveles y formas de educación del Estado sin discriminación.

3. Los Estados adoptarán medidas eficaces, junto con los pueblos indígenas, para que
las personas indígenas, en particular los niños, incluidos los que viven fuera de sus
comunidades, tengan acceso, cuando sea posible, a la educación en su propia cultura y
en su propio idioma.

Artículo 15
1. Los pueblos indígenas tienen derecho a que la dignidad y diversidad de sus culturas,
tradiciones, historias y aspiraciones queden debidamente reflejadas en la educación
pública y los medios de información públicos.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces, en consulta y cooperación con los pueblos
indígenas interesados, para combatir los prejuicios y eliminar la discriminación y
promover la tolerancia, la comprensión y las buenas relaciones entre los pueblos
indígenas y todos los demás sectores de la sociedad.

Artículo 16

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a establecer sus propios medios de información
en sus propios idiomas y a acceder a todos los demás medios de información no
indígenas sin discriminación alguna.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces para asegurar que los medios de información
públicos reflejen debidamente la diversidad cultural indígena. Los Estados, sin perjuicio
de la obligación de asegurar plenamente la libertad de expresión, deberán alentar a los
medios de comunicación privados a reflejar debidamente la diversidad cultural
indígena.

Artículo 17

1. Las personas y los pueblos indígenas tienen derecho a disfrutar plenamente de todos
los derechos establecidos en el derecho laboral internacional y nacional aplicable.

2. Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, tomarán medidas
específicas para proteger a los niños indígenas contra la explotación económica y contra
todo trabajo que pueda resultar peligroso o interferir en la educación del niño, o que
pueda ser perjudicial para la salud o el desarrollo físico, mental, espiritual, moral o
social del niño, teniendo en cuenta su especial vulnerabilidad y la importancia de la
educación para el pleno ejercicio de sus derechos.

3. Las personas indígenas tienen derecho a no ser sometidas a condiciones


discriminatorias de trabajo, entre otras cosas, empleo o salario.

Artículo 18

Los pueblos indígenas tienen derecho a participar en la adopción de decisiones en las


cuestiones que afecten a sus derechos, por conducto de representantes elegidos por ellos
de conformidad con sus propios procedimientos, así como a mantener y desarrollar sus
propias instituciones de adopción de decisiones.

Artículo 19
Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas
interesados por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y aplicar
medidas legislativas y administrativas que los afecten, para obtener su consentimiento
libre, previo e informado.

Artículo 20

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar sus sistemas o


instituciones políticos, económicos y sociales, a que se les asegure el disfrute de sus
propios medios de subsistencia y desarrollo y a dedicarse libremente a todas sus
actividades económicas tradicionales y de otro tipo.

2. Los pueblos indígenas desposeídos de sus medios de subsistencia y desarrollo tienen


derecho a una reparación justa y equitativa.

Artículo 21

1. Los pueblos indígenas tienen derecho, sin discriminación alguna, al mejoramiento de


sus condiciones económicas y sociales, entre otras esferas, en la educación, el empleo,
la capacitación y el readiestramiento profesionales, la vivienda, el saneamiento, la salud
y la seguridad social.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces y, cuando proceda, medidas especiales para
asegurar el mejoramiento continuo de sus condiciones económicas y sociales. Se
prestará particular atención a los derechos y necesidades especiales de los ancianos, las
mujeres, los jóvenes, los niños y las personas con discapacidades indígenas.

Artículo 22

1. Se prestará particular atención a los derechos y necesidades especiales de los


ancianos, las mujeres, los jóvenes, los niños y las personas con discapacidades
indígenas en la aplicación de la presente Declaración.

2. Los Estados adoptarán medidas, junto con los pueblos indígenas, para asegurar que
las mujeres y los niños indígenas gocen de protección y garantías plenas contra todas las
formas de violencia y discriminación.

Artículo 23

Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y a elaborar prioridades y estrategias


para el ejercicio de su derecho al desarrollo. En particular, los pueblos indígenas tienen
derecho a participar activamente en la elaboración y determinación de los programas de
salud, vivienda y demás programas económicos y sociales que les conciernan y, en lo
posible, a administrar esos programas mediante sus propias instituciones.
Artículo 24

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas tradicionales y a


mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus plantas, animales y
minerales de interés vital desde el punto de vista médico. Las personas indígenas
también tienen derecho de acceso, sin discriminación alguna, a todos los servicios
sociales y de salud.

2. Las personas indígenas tienen derecho a disfrutar por igual del nivel más alto posible
de salud física y mental. Los Estados tomarán las medidas que sean necesarias para
lograr progresivamente la plena realización de este derecho.

Artículo 25

Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y fortalecer su propia relación


espiritual con las tierras, territorios, aguas, mares costeros y otros recursos que
tradicionalmente han poseído u ocupado y utilizado de otra forma y a asumir las
responsabilidades que a ese respecto les incumben para con las generaciones venideras.

Artículo 26

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y recursos que
tradicionalmente han poseído, ocupado o de otra forma utilizado o adquirido.

2. Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las
tierras, territorios y recursos que poseen en razón de la propiedad tradicional u otra
forma tradicional de ocupación o utilización, así como aquellos que hayan adquirido de
otra forma.

3. Los Estados asegurarán el reconocimiento y protección jurídicos de esas tierras,


territorios y recursos. Dicho reconocimiento respetará debidamente las costumbres, las
tradiciones y los sistemas de tenencia de la tierra de los pueblos indígenas de que se
trate.

Artículo 27

Los Estados establecerán y aplicarán, conjuntamente con los pueblos indígenas


interesados, un proceso equitativo, independiente, imparcial, abierto y transparente, en
el que se reconozcan debidamente las leyes, tradiciones, costumbres y sistemas de
tenencia de la tierra de los pueblos indígenas, para reconocer y adjudicar los derechos
de los pueblos indígenas en relación con sus tierras, territorios y recursos, comprendidos
aquellos que tradicionalmente han poseído u ocupado o utilizado de otra forma. Los
pueblos indígenas tendrán derecho a participar en este proceso.

Artículo 28
1. Los pueblos indígenas tienen derecho a la reparación, por medios que pueden incluir
la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa, imparcial y
equitativa, por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan
poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados,
ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado.

2. Salvo que los pueblos interesados hayan convenido libremente en otra cosa, la
indemnización consistirá en tierras, territorios y recursos de igual calidad, extensión y
condición jurídica o en una indemnización monetaria u otra reparación adecuada.

Artículo 29

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a la conservación y protección del medio


ambiente y de la capacidad productiva de sus tierras o territorios y recursos. Los
Estados deberán establecer y ejecutar programas de asistencia a los pueblos
indígenas para asegurar esa conservación y protección, sin discriminación alguna.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces para garantizar que no se almacenen ni


eliminen materiales peligrosos en las tierras o territorios de los pueblos indígenas sin su
consentimiento libre, previo e informado.

3. Los Estados también adoptarán medidas eficaces para garantizar, según sea necesario,
que se apliquen debidamente programas de control, mantenimiento y restablecimiento
de la salud de los pueblos indígenas afectados por esos materiales, programas que serán
elaborados y ejecutados por esos pueblos.

Artículo 30

1. No se desarrollarán actividades militares en las tierras o territorios de los pueblos


indígenas, a menos que lo justifique una amenaza importante para el interés público
pertinente o que se hayan acordado libremente con los pueblos indígenas
interesados, o que éstos lo hayan solicitado.

2. Los Estados celebrarán consultas eficaces con los pueblos indígenas interesados, por
los procedimientos apropiados y en particular por medio de sus instituciones
representativas, antes de utilizar sus tierras o territorios para actividades militares.

Artículo 31

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar


su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones culturales
tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias, tecnologías y culturas,
comprendidos los recursos humanos y genéticos, las semillas, las medicinas, el
conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora, las tradiciones orales, las
literaturas, los diseños, los deportes y juegos tradicionales, y las artes visuales e
interpretativas. También tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar
su propiedad intelectual de dicho patrimonio cultural, sus conocimientos
tradicionales y sus expresiones culturales tradicionales.

2. Conjuntamente con los pueblos indígenas, los Estados adoptarán medidas eficaces
para reconocer y proteger el ejercicio de estos derechos.

Artículo 32

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las prioridades y


estrategias para el desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y otros
recursos.

2. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas
interesados por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener su
consentimiento libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus
tierras o territorios y otros recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la
utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo.

3. Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la reparación justa y equitativa


por esas actividades, y se adoptarán medidas adecuadas para mitigar sus consecuencias
nocivas de orden ambiental, económico, social, cultural o espiritual.

Artículo 33

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar su propia identidad o pertenencia


conforme a sus costumbres y tradiciones. Ello no menoscaba el derecho de las
personas indígenas a obtener la ciudadanía de los Estados en que viven.

2. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar las estructuras y a elegir la


composición de sus instituciones de conformidad con sus propios procedimientos.

Artículo 34

Los pueblos indígenas tienen derecho a promover, desarrollar y mantener sus


estructuras institucionales y sus propias costumbres, espiritualidad, tradiciones,
procedimientos, prácticas y, cuando existan, costumbres o sistemas jurídicos, de
conformidad con las normas internacionales de derechos humanos.

Artículo 35

Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar las responsabilidades de los


individuos para con sus comunidades.

Artículo 36
1. Los pueblos indígenas, en particular los que están divididos por fronteras
internacionales, tienen derecho a mantener y desarrollar los contactos, las relaciones
y la cooperación, incluidas las actividades de carácter espiritual, cultural, político,
económico y social, con sus propios miembros así como con otros pueblos a través
de las fronteras.

2. Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, adoptarán


medidas eficaces para facilitar el ejercicio y garantizar la aplicación de este derecho.

Artículo 37

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a que los tratados, acuerdos y otros arreglos
constructivos concertados con los Estados o sus sucesores sean reconocidos,
observados y aplicados y a que los Estados acaten y respeten esos tratados, acuerdos
y otros arreglos constructivos.

2. Nada de lo señalado en la presente Declaración se interpretará en el sentido de que


menoscaba o suprime los derechos de los pueblos indígenas que figuren en tratados,
acuerdos y otros arreglos constructivos.

Artículo 38

Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, adoptarán las
medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, para alcanzar los fines de la
presente Declaración.

Artículo 39

Los pueblos indígenas tienen derecho a la asistencia financiera y técnica de los Estados
y por conducto de la cooperación internacional para el disfrute de los derechos
enunciados en la presente Declaración.

Artículo 40

Los pueblos indígenas tienen derecho a procedimientos equitativos y justos para el


arreglo de controversias con los Estados u otras partes, y a una pronta decisión sobre
esas controversias, así como a una reparación efectiva de toda lesión de sus derechos
individuales y colectivos. En esas decisiones se tendrán debidamente en consideración
las costumbres, las tradiciones, las normas y los sistemas jurídicos de los pueblos
indígenas interesados y las normas internacionales de derechos humanos.

Artículo 41

Los órganos y organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas y otras
organizaciones intergubernamentales contribuirán a la plena realización de las
disposiciones de la presente Declaración mediante la movilización, entre otras cosas, de
la cooperación financiera y la asistencia técnica. Se establecerán los medios de asegurar
la participación de los pueblos indígenas en relación con los asuntos que les conciernan.

Artículo 42

Las Naciones Unidas, sus órganos, incluido el Foro Permanente para las
Cuestiones Indígenas, y los organismos especializados, en particular a nivel local, así
como los Estados, promoverán el respeto y la plena aplicación de las disposiciones de la
presente Declaración y velarán por la eficacia de la presente Declaración.

Artículo 43

Los derechos reconocidos en la presente Declaración constituyen las normas mínimas


para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas del mundo.

Artículo 44

Todos los derechos y las libertades reconocidos en la presente Declaración se garantizan


por igual al hombre y a la mujer indígenas.

Artículo 45

Nada de lo contenido en la presente Declaración se interpretará en el sentido de que


menoscaba o suprime los derechos que los pueblos indígenas tienen en la actualidad o
puedan adquirir en el futuro.

Artículo 46

1. Nada de lo señalado en la presente Declaración se interpretará en el sentido de que


confiere a un Estado, pueblo, grupo o persona derecho alguno a participar en una
actividad o realizar un acto contrarios a la Carta de las Naciones Unidas o se entenderá
en el sentido de que autoriza o fomenta acción alguna encaminada a quebrantar o
menoscabar, total o parcialmente, la integridad territorial o la unidad política de Estados
soberanos e independientes.

2. En el ejercicio de los derechos enunciados en la presente Declaración, se respetarán


los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos. El ejercicio de los
derechos establecidos en la presente Declaración estará sujeto exclusivamente a las
limitaciones determinadas por la ley y con arreglo a las obligaciones internacionales en
materia de derechos humanos. Esas limitaciones no serán discriminatorias y serán sólo
las estrictamente necesarias para garantizar el reconocimiento y respeto debidos a los
derechos y las libertades de los demás y para satisfacer las justas y más apremiantes
necesidades de una sociedad democrática.

3. Las disposiciones enunciadas en la presente Declaración se interpretarán con arreglo


a los principios de la justicia, la democracia, el respeto de los derechos humanos, la
igualdad, la no discriminación, la buena administración pública y la buena fe.
DE LA DECLARACIÓN AL RESARCIMIENTO DE LOS DERECHOS COLECTIVOS
DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Jubenal Quispe
En el mes de septiembre del presente año, luego de dos décadas de
debate internacional, la ONU proclamó la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas. Éstos son algunos de los
derechos colectivos contenidos en los 46 artículos de dicha Declaración:
Derecho a la autodeterminación plena (Art. 3º y 4º), que es mucho
más que la simple autonomía política. Derecho a participar con sus
propias instituciones, si así lo desean, en los estados nacionales (Art.
5º). Derecho a promover la educación en sus territorios según sus
propios principios filosóficos y pedagógicos (Art. 12º). Derecho a
reestablecer y fortalecer sus propios sistemas de comunicación (Art.
16º). Derecho a poseer y a recuperar sus tierras y territorios,
incluyendo la propiedad de los recursos naturales en sus territorios
(Art. 26º y 28º). Derecho a la propiedad intelectual (Art. 31º).
Derecho a aplicar sus propios sistemas políticos, jurídicos,
económicos, espirituales y culturales en sus territorios (Art. 11º-
14º, 20º, 25º y 27º). Derecho a la identidad nacional originaria,
aparte de la nacionalidad republicana (Art. 33º). Derecho a la
reunificación en caso de que los pueblos hayan sido divididos por
las fronteras internacionales (Art.36º)
Como se puede evidenciar, existe un avance sustancial con relación al
Convenio 169 de la OIT. Esta Declaración Universal asume como
sujetos de derecho a pueblos e individuos, el Convenio 169 estuvo
enmarcado dentro de la lógica individual.
Con este avance internacional, los darwinistas sociales quedan aún más
trasnochados con sus planteamientos de “integración” o “incorporación”
de los pueblos indígenas al proyecto de naciones republicanas. Al
respecto, el Art. 8º de la Declaración es claro y contundente. En similar
situación se encuentran los terratenientes, patrones y élites racistas
que se resistieron y resisten a la demanda de las autonomías indígenas.
Esta declaración es un hito más en el largo proceso de la liberación y la
descolonización de los más de 300 millones de indígenas que
coexistimos en el mundo, distribuidos en cerca de cinco mil pueblos
indígenas, en 70 países. El siguiente paso, es exigir a los estados
firmantes que conviertan los contenidos de dicha Declaración en un
Convenio Internacional con carácter de obligatoriedad jurídica. Además,
países como Bolivia deben elevar los contenidos de la mencionada
Declaración a rango de Ley de la República.
Entre la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y los
dos pactos internacionales sobre estos derechos (1967) transcurrieron
cerca de dos décadas.
Otro ámbito en el que debemos invertir nuestras energías los pueblos
indígenas es en impulsar el inédito proceso planetario para el
resarcimiento de daños y perjuicios a los que fuimos sometidos como
pueblos (Art. 20º y 28º). Este resarcimiento tiene que ser satisfecho
tanto por estados nacionales, a los que circunstancialmente estamos
adscritos, y por los estados extranjeros que nos robaron y aún nos
roban nuestra alegría de vivir como pueblos.
Alguien tiene que responder por los cerca de 70 millones de
indoamericanos asesinados en menos de un siglo y medio durante el
inicio de la colonia. Alguien debe responder por los cerca de 8 millones
de andinos sacrificados al dios oro en los socavones del Cerro de Potosí.
Si por justicia la herencia de los patrimonios es un derecho, también
por justicia los herederos tienen que responder por las deudas de sus
ancestros. El beneficio de inventario no procede en el derecho
hereditario. Esto, sin mencionar cuantificar los vitales recursos
naturales (materias primas) que sustrajeron de estas tierras y otras
tierras.
Hoy, como ayer, continúan clamando respuestas las interpelaciones
proféticas de Bartolomé de las Casas (s.XVI): “¿Con qué derecho y con
qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a aquellos
indios? ¿Con que autoridad habéis hecho tan detestables guerras… con
muertes y estragos nunca oídos? Estas clemencias teóricamente ya
fueron resueltas hace como cinco siglos atrás, mediante decretos
imperiales y bulas papales. Pero, ¿se aplicaron y materializaron dichos
decretos? Incluso el resarcimiento por daños y perjuicios a los indígenas
ya fue planteado por el mismo Las Casas ante los tribunales de la
Corona. Por ello este cura fue el más odiado de las Indias. Pero su
sufrimiento, al igual que el de los millones de indígenas fue fecundo.
Ahora, es deber nuestro, de cuantos nos autoafirmamos como indígenas
y compañeros de los sobrevivientes a las tribulaciones raciales y
culturales, continuar con el proceso de la liberación de los indígenas
hasta el justo resarcimiento de daños y perjuicios.

[Ukhamawa: Red de Noticias Indigenas]


http://espanol.groups.yahoo.com/group/ukhamawa/

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