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Juntos en oración a la luz de la pascua- SHERYL

La familia logra obtener paz y unificación a través de Dios, él es el único capaz de aliviar las
angustias, los dolores que atraviesa nuestra familia. Suele ser nuestro refugio en los días más
tristes o amargos llegando al unirnos con Jesús, evitando ruptura en ese lazo ya formado. Las
familias de poco a poco, con la gracia del espíritu santo, alcanzan su santidad a través de la vida
matrimonial, de igual forma participando del misterio de la cruz de Cristo, quien es capaz de
transformar todos nuestros sufrimientos y dolores en una ofrenda de amor.

Resulta muy importante mantener la oración en familia ya que, este es un medio que nos ayuda a
expresa y fortalecer nuestra fe, dándole gracias por las cosas buenas y las malas, pidiendo perdón
por cada uno de nuestros errores, rogando por las necesidades familiares, orar por alguien que
esta pasando por un muy mal momento, pedirle a la virgen que nos cubra con su manto sagrado,
ayuda para aprender a brindar amor al prójimo etc. Nuestro señor Jesús hace un llamado a
nuestras familias a participar de la cena eucarística. Allí, los esposos pueden volver a sellar aquella
alianza pascual que los ha unido y que también nos refleja la alianza que Dios sello con la
humanidad en la cruz. Ahora bien, la Eucaristía es el sacramento de la nueva alianza donde se
actualiza la acción redentora de cristo. Entonces, de esta manera se demuestran los lazos íntimos
que existen entre la vida matrimonial y la Eucaristía. Aquello que mantiene a la Eucaristía son
todas las grandes esperanzas (Fe) y todo aquello que motiva a seguir en alianza matrimonial como
una iglesia doméstica, que a su vez pertenece a la alianza con Dios.

A lo que podemos concluir que la base de nuestras familias es Dios, y que a través de él
obtenemos la paz, el amor, el cuidado y la unión de nuestras familias, es cuestión de fe y oración.

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