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Regimen-de-Gananciales.

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Derecho Civil IV

3º Grado en Derecho

Facultad de Derecho
Universidad Complutense de Madrid

Reservados todos los derechos.


No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Régimen de Gananciales

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Régimen tradicional por el que se han regido casi todos los matrimonios en España.

Complicado, por varias razones:

- Contenido del art. 1344 CC


- Coexistencia de 3 patrimonios
- Determinar el patrimonio ganancial

Tenor literal del art. 1344

No es exactamente correcto, una cosa son bienes gananciales, y otra son ganancias.

Reservados todos los derechos.


Durante la vigencia de la sociedad, solo hay bienes gananciales, las ganancias solo se producen
en el momento de la liquidación, al final de la sociedad

Coexistencia de 3 patrimonios

No siempre es pacífica (hay bienes de los que no es sencillo determinar su carácter ganancial o
privativo)

Régimen de funcionamiento interno, relaciones con terceros, y pagos de deudas.

Determinar el patrimonio ganancial

Difícil determinar la titularidad. En la sociedad, los dos cónyuges son cotitulares del todo (un
poco a semejanza de la comunidad germánica).

La masa ganancial es una masa común, en contraposición y a la vez relacionada con las masas
privativas de los cónyuges.

Los bienes gananciales son un conjunto de bienes y derechos que son comunes, y que se han
formado por los ingresos de cada uno de los cónyuges, el producto de los bienes, y por otras
aportaciones al caudal común. Patrimonio que se utiliza para la vida diaria, para sufragar los
gastos de esa familia

Las ganancias es lo que queda cuando el régimen se disuelva o se liquide, después de haber
pagado todo (terceros, y reintegros entre los propios cónyuges), y es lo que se parte por mitad.

Esos 3 patrimonios que forman la sociedad son autónomos, pero a la vez interrelacionados
entre sí (porque si no no tendrían sentido los posteriores reintegros y reembolsos)

Al liquidar una deuda, un patrimonio puede acudir al auxilio de otro.

El patrimonio privativo

Los bienes, anteriormente al matrimonio, se denominan bienes propios. Cuando el régimen


empieza (al contraer matrimonio u otorgamiento de capitulaciones, art. 1345 CC)

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Art. 1346 CC

1- Bienes y derechos que tuviera antes de comenzar la sociedad.


2- Los que adquiera después por título gratuito (por cualquier título: transmisión inter
vivos, mortis causa, donación, etc.).

Teóricamente, cada adquisición a título gratuito forma parte del patrimonio privativo
de los cónyuges, salvo que entre en juego el art. 1339 CC (casos de donaciones a

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ambos esposos).
o Se asume que el caso de adquisiciones a título gratuito va dirigido a
transmisiones hereditarias/donaciones realizadas a cada uno de los cónyuges,
pero si se hiciera a ambos, lo donado sería un pro indiviso ordinario privativo
(pertenecerá a ambos por partes iguales), salvo que el donante hubiera
dispuesto otra cosa.

El número 3 provoca problemas:

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3- Los adquiridos a costa o en sustitución de bienes privativos.

Suponen complicada prueba de privatividad, para demostrar su carácter. Se supone que se


adquieren constante sociedad de gananciales, y en principio está rigiendo la presunción de
ganancialidad del art. 1361 CC.

Son bienes privativos, pero habrá que probar su forma de adquisición.

4- Adquisición por derecho de retracto perteneciente a uno solo de los cónyuges

Es correlativo con el número 4 del art. 1347 CC, en este caso, la diferencia es el origen de
la titularidad, que aquí seria privativa. Si el retracto es de titularidad ganancial, o que no
pueda probarse el carácter privativo, serán gananciales según el art. 1347 CC.

5- Bienes y derechos patrimoniales inherentes a la persona y los no transmisibles ínter


vivos.

Se refiere a toda clase de titularidades sobre bienes inmateriales (ej.: propiedad


intelectual, industrial, participaciones societarias de imposible transmisión a terceros,
etc.), no a los rendimientos (eso viene en el 2 del art. 1347 CC, tienen naturaleza
ganancial).

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6- El resarcimiento por daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a sus
bienes privativos.

Resarcimiento que haya podido percibir cualquiera de los cónyuges por daño moral,
físico, etc., refiriéndose a indemnizaciones de compañías de seguros.

Problema, las indemnizaciones que pueden llegar a tener carácter ganancial:


indemnizaciones por resarcimiento cuya prima ha sido pagada con dinero ganancial.

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7- Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor.

8- Los instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión u oficio, salvo cuando


éstos sean parte integrante o pertenencias de un establecimiento o explotación de
carácter común

Los números 7 y 8, aunque no tienen mucha relación entre sí, se refieren a objetos de
los que se prescinde (en principio) con cargo a qué bienes se han adquirido.

Extraordinario valor se refiere en función de la situación y del estatus económico de


ese matrimonio (subjetivo).

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Párrafo de cierre del art. 1346: Los bienes mencionados en los apartados 4.° y 8.° no
perderán su carácter de privativos por el hecho de que su adquisición se haya realizado
con fondos comunes; pero, en este caso, la sociedad será acreedora del cónyuge
propietario por el valor satisfecho

Existencia de derecho de reintegro. Aunque se utilicen bienes gananciales, tendrá


carácter privativo, se relaciona con el art. 1347.1 y 1347.2 CC.

o Aunque no se trate de actividad laboral habitual

Todo bien que se adquiera constante sociedad de gananciales a título oneroso (a costa
del caudal común) tiene naturaleza ganancial: bien se haga para la comunidad, bien
para uno solo de los esposos (Art. 1347 CC).

En sede de sociedad de gananciales, el bien no pierde su naturaleza por el hecho de


que esté solo a nombre de uno solo de los cónyuges (da igual en poder de quién estén
los bienes).

Con estos artículos 1346 y 1347 no se agotan las formas de determinación de la


naturaleza (privativa o ganancial) de los bienes del matrimonio.

Hay una serie de supuestos especiales. Hay casos en los que es necesario matizar cuál
es la naturaleza de esos bienes.

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Art. 1348: Titularidades activas en relaciones obligacionales de que sea titular uno de
los cónyuges (derechos de crédito, frente a terceros, de que sea titular uno de los
cónyuges)

o Se trata de obligaciones de tracto sucesivo

Siempre que pertenezca privativamente a uno de los cónyuges una cantidad o crédito
pagadero en cierto número de años, no serán gananciales las sumas que se cobren en
los plazos vencidos durante el matrimonio, sino que se estimarán capital de uno u otro
cónyuge, según a quien pertenezca el crédito

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Art. 1349 CC: El derecho de usufructo o de pensión, perteneciente a uno de los
cónyuges, formará parte de sus bienes propios; pero los frutos, pensiones o intereses
devengados durante el matrimonio serán gananciales.

En general, se reitera el art. 1347.2 CC., sobre frutos rentas o intereses producidos
constante sociedad de gananciales.

Art. 1359 CC:

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Cualquier mejora que se realice en un bien puede implicar un aumento de valor, y este
aumento de valor va a repercutir en beneficio de la sociedad de gananciales, o del
capital privativo (tiene carácter correspondiente a los bienes que afecta).

La accesión invertida supone una modificación de los principios generales romanos de


la accesión: en toda accesión lo importante es el suelo, y lo construido es accesorio,
salvo en determinados casos de construcciones inmobiliarias en suelo urbano, en las
que, si hay una extralimitación y se invade parte del inmueble contiguo, habrá que
determinar cuál es la parte invadida, para determinar si en ese caso la parte invadida
implica la imposibilidad de destruir lo edificado, y lo edificado va a tener mayor que el
suelo (el suelo referido al de la parte invadida).

Es una construcción jurisprudencial, solo se aprecia si se alega por las partes, y debe
tener unos requisitos (buena fe, desconocimiento, etc.)

La accesión de este artículo es distinta, es la accesión romana. Señala que, en principio,


estas mejoras podrían entenderse como integradas en algunos números del art. 1347
CC (incremento del valor entendido como rendimiento, con naturaleza ganancial).

Lo accesorio sigue a lo principal.

Como para esa mejora ha sido necesaria una inversión, aunque se mantenga la
titularidad, se debe de reembolsar (si se ha utilizado fondos de la sociedad de
gananciales)

Primero se reintegra el capital ganancial que se ha utilizado, y segundo, ya que ha


habido aumento de valor por la mejora, la sociedad ganancial también será acreedora
de ese aumento.

Art. 1347.1 CC, además de capital ganancial, también puede ser trabajo de cualquiera
de los cónyuges.

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En general, el artículo dice que no solamente la sociedad es acreedora de lo que se

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haya podido invertir de fondos comunes, implica que lo que el cónyuge titular de ese
bien privativo vaya a obtener con el incremento del valor (plusvalía) tiene naturaleza
ganancial.

Cuestión distinta son las adquisiciones a plazos de bienes por parte de uno de los
cónyuges (antes de contraer matrimonio, o constante matrimonio, antes de comenzar
la sociedad).

o El bien en principio es privativo (si no ha pagado todos los plazos, se aplica el


art. 1346 CC)

Art. 1357 CC → Los bienes comprados a plazos por uno de los cónyuges antes de
comenzar la sociedad tendrán siempre carácter privativo, aun cuando la totalidad o

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parte del precio aplazado se satisfaga con dinero ganancial.

Lo determinante es con qué dinero se paga el primer plazo. Aunque no se diga, puede
haber lugar a compensaciones en el momento de la liquidación.

“Se exceptúan la vivienda y ajuar familiares, respecto de los cuales se aplicará el


artículo 1.354.”

(El tema de la vivienda familiar tiene un tratamiento especial, se relaciona con las
Disposiciones generales, especialmente el art. 1320 CC, disposición de la vivienda
habitual y los muebles)

Art. 1354 → Los bienes adquiridos mediante precio o contraprestación, en parte


ganancial y en parte privativo, corresponderán pro indiviso a la sociedad de
gananciales y al cónyuge o cónyuges en proporción al valor de las aportaciones
respectivas.

La proindivisión se determinará según resulte de las aportaciones de capital privativo o


de capital ganancial.

Durante la vigencia de la sociedad de gananciales, hay que gestionar y administrar


bienes. En principio, la sociedad se rige por 3 principios, cogestión, coadministración y
codisposición. Cada uno de los cónyuges puede realizar aquellos actos de gestión,
admin, etc. que considere pertinentes o le hayan sido encomendados, de acuerdo con
el consorte (mediante acuerdos de la vida cotidiana, no pactos capitulares).

Para la disposición sí que se necesita el consentimiento conjunto.

El art. 1375 CC es determinante: “En defecto de pacto en capitulaciones, la gestión y


disposiciones de los bienes gananciales corresponde conjuntamente a los cónyuges,
sin perjuicio de lo que se determina en los artículos siguientes”

Además, no es rigurosamente exacto. Da la sensación de que dice que salvo que haya
pacto en capitulaciones, toda gestión de bienes gananciales corresponde
conjuntamente a los cónyuges, pero no en todos los casos son necesarios pactos en
capitulaciones, y tampoco es necesario en determinados actos dispositivos.

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A esa libertad de pactos, tanto capitulares como cotidianos y sin ningún tipo de
soporte, la única limitación es la renuncia de algún derecho por parte de uno de los
cónyuges (el pacto será nulo).

Arts. 1376 y 1377 CC se dedican a determinar la obligatoriedad de ese consentimiento


conjunto. Hay que ponerlos en relación con el art. 1322 CC (en sede de disposiciones
generales, la ausencia de consentimiento conjunto de ambos cónyuges, provocar la
nulidad en disposiciones a título gratuito, o la anulabilidad en disposiciones a título
oneroso).

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Como una concreción/traslado del art. 1322 CC a Sociedad de gananciales, nos
encontramos con los artículos mencionados anteriormente (Arts. 1376 y 1377 CC)

Art. 1376 CC → Cuando en la realización de actos de administración fuere necesario el


consentimiento de ambos cónyuges y uno se hallare impedido para prestarlo, o se
negare injustificadamente a ello, podrá el Juez suplirlo si encontrare fundada la
petición.

Art. 1377 CC → Para realizar actos de disposición a título oneroso sobre bienes
gananciales se requerirá el consentimiento de ambos cónyuges.

Si uno lo negare o estuviere impedido para prestarlo, podrá el Juez autorizar uno o

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varios actos dispositivos cuando lo considere de interés para la familia.
Excepcionalmente acordará las limitaciones o cautelas que estime convenientes.

No en todos los casos ha de referirse al consentimiento de ambos cónyuges. Cuando sí


sea necesario, si uno se niega, la autoridad judicial será la única que podrá suplir ese
consentimiento.

o En el acto de administración, el juez suple el consentimiento.


o Impedimento que será en todo caso transitorio, no una incapacitación.

Será necesario suplir cuando el acto dispositivo reciba el interés de la familia.

Se trata de actos de disposición a título oneroso. Cuando sean a título gratuito (reglas
del art. 1322 CC), si falta el consentimiento de uno de los cónyuges, el acto es nulo
(Art. 1378 CC).

Puede haber supuestos en los que, por determinadas razones, sea necesaria la
transferencia de la gestión o de la administración a uno de los cónyuges, bien a
petición de uno de ellos, bien por imperativo legal.

La sociedad de gananciales para funcionar exige convivencia, comunicación y


actuación conjunta. Cuando falla una de estas (pero la sociedad sigue)

La transferencia por petición se regula en el art. 1387 CC: La administración y


disposición de los bienes de la sociedad de gananciales se transferirá por ministerio de
la ley al cónyuge que sea tutor o representante legal de su consorte.

Supuesto de matrimonio en el que uno de los cónyuges ha sido declarado incapaz, y su


consorte ha sido nombrada tutor (regla del art. 234.2º CC, preferencia de personas

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que podía ser tutores). El incapaz no podrá llevar a cabo muchas de las actividades
cotidianas en sede del régimen económico del matrimonio (no poder tomar
decisiones, o disponer de bienes).

La ley entonces transfiere la administración y gestión a uno solo de los cónyuges.

Sería una excepción a la norma del 1375 CC.

La otra excepción sería la hecha a instancia del cónyuge que pretende convertirse en
administrador o gestor único de la sociedad de gananciales (Art. 1388 CC)

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Art. 1388 CC → Los Tribunales podrán conferir la administración a uno solo de los
cónyuges cuando el otro se encontrare en imposibilidad de prestar consentimiento o
hubiere abandonado la familia o existiere separación de hecho.

La sociedad requiere convivencia conyugal.

Estos supuestos del art. 1388 CC son también causas de disolución de la sociedad de
gananciales por decisión judicial (Art. 1393.3º CC). Al cónyuge que continúa viviendo
en el domicilio familiar le caben 2 opciones:

o Solicitar la transferencia de la gestión y administración de los gananciales.


o Solicitar la disolución de los gananciales (que no implica disolución del

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matrimonio, se pasa al régimen supletorio de segundo grado).

Si opta por la primera (Art. 1389 CC), no señala cuáles son sus facultades exactas de
ese cónyuge administrador. Este último artículo entra en juego tanto para los casos en
que el cónyuge lo ha solicitado del juez, como los casos en que por imperativo de la
norma se transfiere la gestión y la administración.

No estará provisto de disposición en todos los casos: “En todo caso, para realizar actos
de disposición sobre inmuebles, establecimientos mercantiles, objetos preciosos o
valores mobiliarios, salvo el derecho de suscripción preferente, necesitará autorización
judicial”. En el resto sí estará provisto de ello, pues se consideran actos encaminados a
atender necesidades ordinarias de la familia. Por imperativo de las disposiciones
generales (Arts. 1318, párrafo 1º, y 1319 CC), los puede llevar a cabo el cónyuge sin
consentimiento del consorte, y con independencia de que se comprometan bienes
gananciales. Quedan fuera los actos de importante valor económico.

Art. 1362, primera puntualización, el segundo párrafo del punto 1º. En el párrafo 1º se
refiere a hijos comunes, y sostenimiento de la familia, alimentación y educación de los
hijos. En el segundo párrafo, se alude a los hijos no comunes, hijos de uno solo de los
cónyuges. Se establece una diferenciación en función de qué patrimonios van a
responder.

o Si estos viven en el hogar familiar, los gastos de las atenciones se asimilan a los
comunes (todos los gastos son como si fueran hijos comunes), son a cargo de
la sociedad de gananciales.
o Si estos no viven en el hogar familiar, los gastos serán sufragados por la
sociedad de gananciales, pero darán lugar a reintegro en la liquidación.

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▪ Pago de pensiones y alimentos
▪ Determinadas atenciones (despido, educación, actividades de los
hijos)

Surge una obligación del cónyuge progenitor de esos hijos frente a la sociedad
de gananciales (o un derecho de crédito de la sociedad frente a este cónyuge).

Dado que todo lo que produzcan los bienes privativos es ganancial, en los casos de los

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números 3º y 4º del artículo, es lógico que sea la sociedad de gananciales quien

- Administración ordinaria, cualquier gasto extraordinario tendrá que ser contado para
el patrimonio privativo para el cónyuge que es titular de ese bien.

Se completa con el art. 1363 CC, se refiere a cantidades donadas de común acuerdo (si no
fueran de común acuerdo, serían nulas de pleno derecho) serán a cargo de la sociedad de
gananciales (cuando no hubiesen pactado que hayan de satisfacerse con los bienes privativos
de uno de ellos en todo o en parte)

Art. 1365 CC, si se compara con el párrafo segundo del art. 1319 CC, se habla de ejercicio de la

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potetad doméstica, de la gestion o disposición legitima de bienes gananciales por parte de una
solo de los cónyuges. El primer articulo mencionado matiza y completa el segundo: No excluye
que el acreedor pudiera dirigirse contra el matrimonio, quien aparece como deudor en la
relación obligatoria. Lo que está diciendo es que responden directamente los gananciales, y si
no hay, responde el patrimonio del cónyuge que asumió la deuda.

Se establece un régimen de prioridad de patrimonios responsables frente al deudor en el


ejercicio o en asunción de este tipo de obligaciones.

También se aplican los arts. 1367 y 1368 CC → Se amplía el contenido del 1362 y 1363 CC.
Señala el régimen de responsabilidad.

- 1368: Asunción de obligaciones por 1 solo de los cónyuges. Se habla de separación de


hecho constante sociedad de gananciales, esto produce consecuencias jurídicas: el
cónyuge que permanece en el hogar familiar puede solicitar la disolución del régimen
matrimonial, o solicitar divorcio (sin justificar motivo). Si no ha sucedido nada de esto,
aunque en los gastos en ejercicio de la potestad doméstica no hace falta el
consentimiento del consorte, pero, si hubiese algún gasto que no pudiere integrarse
en el ejercicio de la potestad doméstica, pero si se integrara en gastos relativos a los
hijos (Art. 1362.1º), seguirían respondiendo los gananciales.

En resumen, la separación de hecho no impide que se mantenga intacta la


responsabilidad de los gananciales

Se establecen una serie de niveles de responsabilidad.

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Hay, no obstante, una serie de deudas que son privativas. La sociedad de gananciales queda en

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una especie de “reserva”, por si el patrimonio del cónyuge deudor no es suficiente para
liquidar sus propias obligaciones.

¿Cuáles son las deudas privativas?

- Aquellas que se asumieron antes de contraer matrimonio, o de asumir el régimen de


gananciales.
- Aquellas derivadas del contenido del Art. 1346.2 CC (adquisiciones a título gratuito)
(ej.: llamada a sucesión, todas las deudas a liquidar para adquirir los bienes serán
deudas propias)
- Aquellas relativas al juego, cuando el acreedor tiene acción contra el perdedor-deudor
- Gastos de bienes privativos que no quepa incluir en el art. 1362.3º y 4º CC

Objeto de la obligación no es ganancial, ocupa el lado pasivo de la relación obligacional uno


solo de los cónyuges.

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La sociedad de gananciales, de algún modo, acude en auxilio de ese cónyuge. Cuando el
cónyuge deudor no tiene patrimonio bastante para liquidar “sus” obligaciones,
subsidiariamente le ayudaría el patrimonio ganancial. La deuda no es común, por lo que el otro
cónyuge no va a tener que soportarlo si no quiere (pero debe manifestar ese deseo).

Art. 1373 CC → Nos plantea que, ante el caso anterior, el acreedor puede pedir que se
embarguen bienes gananciales. Como no es exclusivamente de titularidad del deudor, se exige
que esta solicitud de embargo, primero, no se estime directamente, y segundo, se le de
traslado al cónyuge cotitular, que es no deudor.

Este cónyuge elegirá entre:

- Aceptar que el bien ganancial responda de las deudas del otro cónyuge (habrá, dentro
de la relación interna de la sociedad, una obligación que cumplir en la liquidación del
régimen; Pero exteriormente se termina el problema).

o Sobre la obligación que cumplir, Art. 1373 CC, párrafo segundo: No es


técnicamente un derecho de crédito. La deuda se ha liquidado, y no hay
ningún reintegro ni reembolso. Se considera que esa cantidad ya la ha recibido
el cónyuge deudor, y en el momento de la liquidación del régimen, se le
descuenta de la parte que le pueda corresponder, lo que ya ha recibido.

- El cónyuge no puede negarse directamente a que la sociedad de gananciales responda


(porque según el propio funcionamiento interno del régimen, el patrimonio ganancial
responde subsidiariamente de las deudas de uno de los cónyuges), podría solicitar que
en ese embargo de bienes, se sustituyan los bienes comunes (que forman parte de la
sociedad de gananciales, y contra los que podría dirigirse el acreedor) por la parte que
ostenta el cónyuge deudor en la sociedad conyugal. En este caso, el juez estaría
obligado a disolver (y por consiguiente, liquidar) los gananciales, para saber que parte
le corresponde a cada uno (determinar esa parte ya es un problema entre el cónyuge
deudor y su acreedor).

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Este artículo 1373 CC se relaciona con los diferentes supuestos de extinción o disolución de la
sociedad de gananciales, que se van a ver a continuación.

Terminación de la sociedad

Arts. 1392 y 1393 CC

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Todos los supuestos del art. 1392 CC son supuestos de disolución ex lege de la sociedad de
gananciales (no quiere decir que haya que liquidarla inmediatamente):

- Disolución del matrimonio, en sus diferentes formas o posibilidades (divorcio,


fallecimiento, declaración de fallecimiento, nulidad, separación, otorgamiento de
capitulaciones, etc.).

Los supuestos del art. 1393 CC se refieren a disolución de la sociedad de gananciales a


instancia de uno de los cónyuges:

- Incumplimiento de determinadas obligaciones de uno de los cónyuges.


- Incumplimiento de información de actividades económicas (tanto de los privativos,
como de los gananciales)

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- Incumplimiento de convivencia.

También situaciones que hacen imposible que se de el consentimiento conjunto, que


es necesario para la disposición de determinados bienes.

o Art. 1393.3 CC, Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o
por abandono del hogar.
o Art. 1393.2 CC, Venir el otro cónyuge realizando por sí solo actos dispositivos o
de gestión patrimonial que entrañen fraude, daño o peligro para los derechos
del otro en la sociedad.
o Art. 1393.4 CC, Incumplir grave y reiteradamente el deber de informar sobre la
marcha y rendimientos de sus actividades económicas.
o Art. 1393.1 CC Haber sido el otro cónyuge judicialmente incapacitado,
declarado pródigo, ausente o en quiebra o concurso de acreedores, o
condenado por abandono de familia (cónyuge no puede prestar su parte del
consentimiento conjunto obligado, para actos dispositivos o de bienes
gananciales) (en nuestro derecho no existe la quiebra, solo hay concurso de
acreedores).

Para un buen funcionamiento de la sociedad de gananciales, se exige convivencia conyugal,


cumplimiento de obligaciones por parte de cada uno de los cónyuges y que haya información
recíproca de las actividades económicas de cada uno de ellos.

Estos supuestos del art. 1393 CC no son automáticos, se requiere una resolución judicial para
que la sociedad de gananciales quede disuelta.

A todos estos supuestos, hay que añadirles el visto anteriormente del art. 1373 CC.

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Art. 1392.2 CC, supuesto de nulidad del matrimonio (civil) → Supuesto particular del art. 1395
CC

“Cuando la sociedad de gananciales se disuelva por nulidad del matrimonio y uno de los
cónyuges hubiera sido declarado de mala fe, podrá el otro optar por la liquidación del régimen
matrimonial según las normas de esta Sección o por las disposiciones relativas al régimen de
participación, y el contrayente de mala fe no tendrá derecho a participar en las ganancias
obtenidas por su consorte”

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Comunidad postganancial

Al disolverse la sociedad de gananciales, los ingresos de los cónyuges y de sus patrimonios


privativos dejan de incorporarse a la masa ganancial. Además, esta ultima se convierte en una
masa común pendiente de liquidación.

Durante el tiempo hasta la liquidación, surge la comunidad postganancial, formada por los
bienes integrados en la extinta masa ganancial. Cada cónyuge ahora es copropietario y
administrador de los bienes y derechos de esta, y a la vez, responsable directo de sus deudas.

Por su parecido, se aplican como reglas supletorias, las normas de liquidación y partición de la
herencia, o las de disolución y liquidación de la sociedad.

Reservados todos los derechos.


Al ser institución patrimonial, sus cuotas o su totalidad pueden ser objeto de transmisión. La
cuota es embargable por las deudas de su titular, en cualquier caso.

Los acreedores de la sociedad tienen los mismos derechos que los de la herencia

Es posible aplicar para la división de la comunidad, lo previsto en el art. 1410 CC

Liquidación de la sociedad de gananciales

Se persigue, manteniendo íntegros los patrimonios de los cónyuges, el reparto de las ganancias
(bienes ganados) durante la vigencia de la sociedad.

Se realizará una valoración de los bienes, para conseguir la igualdad en la adjudicación de


cosas heterogéneas.

Reglas y operaciones de liquidación:

- Se trata de reconstruir los valores desaparecidos (fijación del estado y contenido del
patrimonio dividendo en el momento anterior a la división)

- Restituye al consorcio los reintegros y reembolsos que se deben

- Liquida obligaciones entre cónyuges (relaciones entre el patrimonio dividendo y los


privativos)

- Divide entre ambos esposos los bienes que quedan en la masa ganancial tras la
restitución (Distribución del remanente, en calidad de ganancial, si lo hay).

Se exige que se valoren (avalúo) los activos y pasivos de la masa ganancial

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Fases de liquidación-partición

- Inventario y avalúo

Art. 1396 CC, formación de inventario. En este se incluirán los bienes y derechos y la
actualización de determinadas cantidades pagadas (Art. 1397 CC). En este activo los
bienes y derechos se consignarán según su categoría, haciendo constar su descripción
registral, o el lugar o entidad donde se encuentren depositados. A la vez, ha de

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formarse un pasivo (Art. 1398 CC).

Tanto en el activo como en el pasivo han de consignarse el valor de los bienes (avalúo)
o de los derechos.

- Liquidación de las deudas

Las de la sociedad son las primeras que hay que liquidar (Art. 1399 CC). Si no hay
metálico suficiente en la masa ganancial, se les puede ofrecer a los acreedores la
adjudicación de bienes gananciales por ese precio, o enajenar estos y pagar con el
importe resultante (Art. 1400 CC).

Reservados todos los derechos.


Los acreedores están protegidos (Art. 1401 CC), conservan los créditos contra el
cónyuge deudor mientras no se hayan pagado por entero las deudas de la sociedad
(protección similar a la de los acreedores en la partición hereditaria).

Una vez liquidadas las deudas, se abonarán las indemnizaciones y reintegros debidos a
cada cónyuge, y haciendo compensaciones si hace falta, para los cónyuges deudores
de la sociedad (Art. 1403 CC).

- Adjudicación del remanente

Es el haber de la sociedad, que se dividirá por mitad entre los cónyuges o sus
herederos (Art. 1404 CC).

Se dividirá por lotes (parecido a la división de la herencia), exceptuando las


atribuciones preferentes (Arts. 1406 y 1407 CC), en cuyo caso el bien atribuible al
titular de ese derecho abrirá la conformación del correspondiente lote.

Liquidación simultánea de dos sociedades de gananciales

Casos de dos o más matrimonios, cuando se han disuelto sin liquidar y se ha contraído nuevo
matrimonio, por la misma sociedad.

Art. 1409 CC señala el procedimiento de liquidación de ambas sociedades. Se atribuirán los


gananciales a estas proporcionalmente, según el tiempo de su duración, y los bienes e ingresos
de los respectivos cónyuges.

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La liquidación de los gananciales se asemeja a la partición y liquidación de la herencia.

Reservados todos los derechos.


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