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Derecho Civil IV
3º Grado en Derecho
Facultad de Derecho
Universidad Complutense de Madrid
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Régimen tradicional por el que se han regido casi todos los matrimonios en España.
No es exactamente correcto, una cosa son bienes gananciales, y otra son ganancias.
Coexistencia de 3 patrimonios
No siempre es pacífica (hay bienes de los que no es sencillo determinar su carácter ganancial o
privativo)
Difícil determinar la titularidad. En la sociedad, los dos cónyuges son cotitulares del todo (un
poco a semejanza de la comunidad germánica).
La masa ganancial es una masa común, en contraposición y a la vez relacionada con las masas
privativas de los cónyuges.
Los bienes gananciales son un conjunto de bienes y derechos que son comunes, y que se han
formado por los ingresos de cada uno de los cónyuges, el producto de los bienes, y por otras
aportaciones al caudal común. Patrimonio que se utiliza para la vida diaria, para sufragar los
gastos de esa familia
Las ganancias es lo que queda cuando el régimen se disuelva o se liquide, después de haber
pagado todo (terceros, y reintegros entre los propios cónyuges), y es lo que se parte por mitad.
Esos 3 patrimonios que forman la sociedad son autónomos, pero a la vez interrelacionados
entre sí (porque si no no tendrían sentido los posteriores reintegros y reembolsos)
El patrimonio privativo
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Art. 1346 CC
Teóricamente, cada adquisición a título gratuito forma parte del patrimonio privativo
de los cónyuges, salvo que entre en juego el art. 1339 CC (casos de donaciones a
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ambos esposos).
o Se asume que el caso de adquisiciones a título gratuito va dirigido a
transmisiones hereditarias/donaciones realizadas a cada uno de los cónyuges,
pero si se hiciera a ambos, lo donado sería un pro indiviso ordinario privativo
(pertenecerá a ambos por partes iguales), salvo que el donante hubiera
dispuesto otra cosa.
Es correlativo con el número 4 del art. 1347 CC, en este caso, la diferencia es el origen de
la titularidad, que aquí seria privativa. Si el retracto es de titularidad ganancial, o que no
pueda probarse el carácter privativo, serán gananciales según el art. 1347 CC.
Resarcimiento que haya podido percibir cualquiera de los cónyuges por daño moral,
físico, etc., refiriéndose a indemnizaciones de compañías de seguros.
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7- Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor.
Los números 7 y 8, aunque no tienen mucha relación entre sí, se refieren a objetos de
los que se prescinde (en principio) con cargo a qué bienes se han adquirido.
Todo bien que se adquiera constante sociedad de gananciales a título oneroso (a costa
del caudal común) tiene naturaleza ganancial: bien se haga para la comunidad, bien
para uno solo de los esposos (Art. 1347 CC).
Hay una serie de supuestos especiales. Hay casos en los que es necesario matizar cuál
es la naturaleza de esos bienes.
Siempre que pertenezca privativamente a uno de los cónyuges una cantidad o crédito
pagadero en cierto número de años, no serán gananciales las sumas que se cobren en
los plazos vencidos durante el matrimonio, sino que se estimarán capital de uno u otro
cónyuge, según a quien pertenezca el crédito
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Art. 1349 CC: El derecho de usufructo o de pensión, perteneciente a uno de los
cónyuges, formará parte de sus bienes propios; pero los frutos, pensiones o intereses
devengados durante el matrimonio serán gananciales.
En general, se reitera el art. 1347.2 CC., sobre frutos rentas o intereses producidos
constante sociedad de gananciales.
Es una construcción jurisprudencial, solo se aprecia si se alega por las partes, y debe
tener unos requisitos (buena fe, desconocimiento, etc.)
Como para esa mejora ha sido necesaria una inversión, aunque se mantenga la
titularidad, se debe de reembolsar (si se ha utilizado fondos de la sociedad de
gananciales)
Art. 1347.1 CC, además de capital ganancial, también puede ser trabajo de cualquiera
de los cónyuges.
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haya podido invertir de fondos comunes, implica que lo que el cónyuge titular de ese
bien privativo vaya a obtener con el incremento del valor (plusvalía) tiene naturaleza
ganancial.
Cuestión distinta son las adquisiciones a plazos de bienes por parte de uno de los
cónyuges (antes de contraer matrimonio, o constante matrimonio, antes de comenzar
la sociedad).
Art. 1357 CC → Los bienes comprados a plazos por uno de los cónyuges antes de
comenzar la sociedad tendrán siempre carácter privativo, aun cuando la totalidad o
Lo determinante es con qué dinero se paga el primer plazo. Aunque no se diga, puede
haber lugar a compensaciones en el momento de la liquidación.
(El tema de la vivienda familiar tiene un tratamiento especial, se relaciona con las
Disposiciones generales, especialmente el art. 1320 CC, disposición de la vivienda
habitual y los muebles)
Además, no es rigurosamente exacto. Da la sensación de que dice que salvo que haya
pacto en capitulaciones, toda gestión de bienes gananciales corresponde
conjuntamente a los cónyuges, pero no en todos los casos son necesarios pactos en
capitulaciones, y tampoco es necesario en determinados actos dispositivos.
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A esa libertad de pactos, tanto capitulares como cotidianos y sin ningún tipo de
soporte, la única limitación es la renuncia de algún derecho por parte de uno de los
cónyuges (el pacto será nulo).
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Como una concreción/traslado del art. 1322 CC a Sociedad de gananciales, nos
encontramos con los artículos mencionados anteriormente (Arts. 1376 y 1377 CC)
Art. 1377 CC → Para realizar actos de disposición a título oneroso sobre bienes
gananciales se requerirá el consentimiento de ambos cónyuges.
Si uno lo negare o estuviere impedido para prestarlo, podrá el Juez autorizar uno o
Se trata de actos de disposición a título oneroso. Cuando sean a título gratuito (reglas
del art. 1322 CC), si falta el consentimiento de uno de los cónyuges, el acto es nulo
(Art. 1378 CC).
Puede haber supuestos en los que, por determinadas razones, sea necesaria la
transferencia de la gestión o de la administración a uno de los cónyuges, bien a
petición de uno de ellos, bien por imperativo legal.
La otra excepción sería la hecha a instancia del cónyuge que pretende convertirse en
administrador o gestor único de la sociedad de gananciales (Art. 1388 CC)
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Art. 1388 CC → Los Tribunales podrán conferir la administración a uno solo de los
cónyuges cuando el otro se encontrare en imposibilidad de prestar consentimiento o
hubiere abandonado la familia o existiere separación de hecho.
Estos supuestos del art. 1388 CC son también causas de disolución de la sociedad de
gananciales por decisión judicial (Art. 1393.3º CC). Al cónyuge que continúa viviendo
en el domicilio familiar le caben 2 opciones:
Si opta por la primera (Art. 1389 CC), no señala cuáles son sus facultades exactas de
ese cónyuge administrador. Este último artículo entra en juego tanto para los casos en
que el cónyuge lo ha solicitado del juez, como los casos en que por imperativo de la
norma se transfiere la gestión y la administración.
No estará provisto de disposición en todos los casos: “En todo caso, para realizar actos
de disposición sobre inmuebles, establecimientos mercantiles, objetos preciosos o
valores mobiliarios, salvo el derecho de suscripción preferente, necesitará autorización
judicial”. En el resto sí estará provisto de ello, pues se consideran actos encaminados a
atender necesidades ordinarias de la familia. Por imperativo de las disposiciones
generales (Arts. 1318, párrafo 1º, y 1319 CC), los puede llevar a cabo el cónyuge sin
consentimiento del consorte, y con independencia de que se comprometan bienes
gananciales. Quedan fuera los actos de importante valor económico.
Art. 1362, primera puntualización, el segundo párrafo del punto 1º. En el párrafo 1º se
refiere a hijos comunes, y sostenimiento de la familia, alimentación y educación de los
hijos. En el segundo párrafo, se alude a los hijos no comunes, hijos de uno solo de los
cónyuges. Se establece una diferenciación en función de qué patrimonios van a
responder.
o Si estos viven en el hogar familiar, los gastos de las atenciones se asimilan a los
comunes (todos los gastos son como si fueran hijos comunes), son a cargo de
la sociedad de gananciales.
o Si estos no viven en el hogar familiar, los gastos serán sufragados por la
sociedad de gananciales, pero darán lugar a reintegro en la liquidación.
Surge una obligación del cónyuge progenitor de esos hijos frente a la sociedad
de gananciales (o un derecho de crédito de la sociedad frente a este cónyuge).
Dado que todo lo que produzcan los bienes privativos es ganancial, en los casos de los
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números 3º y 4º del artículo, es lógico que sea la sociedad de gananciales quien
- Administración ordinaria, cualquier gasto extraordinario tendrá que ser contado para
el patrimonio privativo para el cónyuge que es titular de ese bien.
Se completa con el art. 1363 CC, se refiere a cantidades donadas de común acuerdo (si no
fueran de común acuerdo, serían nulas de pleno derecho) serán a cargo de la sociedad de
gananciales (cuando no hubiesen pactado que hayan de satisfacerse con los bienes privativos
de uno de ellos en todo o en parte)
Art. 1365 CC, si se compara con el párrafo segundo del art. 1319 CC, se habla de ejercicio de la
También se aplican los arts. 1367 y 1368 CC → Se amplía el contenido del 1362 y 1363 CC.
Señala el régimen de responsabilidad.
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una especie de “reserva”, por si el patrimonio del cónyuge deudor no es suficiente para
liquidar sus propias obligaciones.
Art. 1373 CC → Nos plantea que, ante el caso anterior, el acreedor puede pedir que se
embarguen bienes gananciales. Como no es exclusivamente de titularidad del deudor, se exige
que esta solicitud de embargo, primero, no se estime directamente, y segundo, se le de
traslado al cónyuge cotitular, que es no deudor.
- Aceptar que el bien ganancial responda de las deudas del otro cónyuge (habrá, dentro
de la relación interna de la sociedad, una obligación que cumplir en la liquidación del
régimen; Pero exteriormente se termina el problema).
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Este artículo 1373 CC se relaciona con los diferentes supuestos de extinción o disolución de la
sociedad de gananciales, que se van a ver a continuación.
Terminación de la sociedad
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Todos los supuestos del art. 1392 CC son supuestos de disolución ex lege de la sociedad de
gananciales (no quiere decir que haya que liquidarla inmediatamente):
o Art. 1393.3 CC, Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o
por abandono del hogar.
o Art. 1393.2 CC, Venir el otro cónyuge realizando por sí solo actos dispositivos o
de gestión patrimonial que entrañen fraude, daño o peligro para los derechos
del otro en la sociedad.
o Art. 1393.4 CC, Incumplir grave y reiteradamente el deber de informar sobre la
marcha y rendimientos de sus actividades económicas.
o Art. 1393.1 CC Haber sido el otro cónyuge judicialmente incapacitado,
declarado pródigo, ausente o en quiebra o concurso de acreedores, o
condenado por abandono de familia (cónyuge no puede prestar su parte del
consentimiento conjunto obligado, para actos dispositivos o de bienes
gananciales) (en nuestro derecho no existe la quiebra, solo hay concurso de
acreedores).
Estos supuestos del art. 1393 CC no son automáticos, se requiere una resolución judicial para
que la sociedad de gananciales quede disuelta.
A todos estos supuestos, hay que añadirles el visto anteriormente del art. 1373 CC.
“Cuando la sociedad de gananciales se disuelva por nulidad del matrimonio y uno de los
cónyuges hubiera sido declarado de mala fe, podrá el otro optar por la liquidación del régimen
matrimonial según las normas de esta Sección o por las disposiciones relativas al régimen de
participación, y el contrayente de mala fe no tendrá derecho a participar en las ganancias
obtenidas por su consorte”
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Comunidad postganancial
Durante el tiempo hasta la liquidación, surge la comunidad postganancial, formada por los
bienes integrados en la extinta masa ganancial. Cada cónyuge ahora es copropietario y
administrador de los bienes y derechos de esta, y a la vez, responsable directo de sus deudas.
Por su parecido, se aplican como reglas supletorias, las normas de liquidación y partición de la
herencia, o las de disolución y liquidación de la sociedad.
Los acreedores de la sociedad tienen los mismos derechos que los de la herencia
Se persigue, manteniendo íntegros los patrimonios de los cónyuges, el reparto de las ganancias
(bienes ganados) durante la vigencia de la sociedad.
- Se trata de reconstruir los valores desaparecidos (fijación del estado y contenido del
patrimonio dividendo en el momento anterior a la división)
- Divide entre ambos esposos los bienes que quedan en la masa ganancial tras la
restitución (Distribución del remanente, en calidad de ganancial, si lo hay).
- Inventario y avalúo
Art. 1396 CC, formación de inventario. En este se incluirán los bienes y derechos y la
actualización de determinadas cantidades pagadas (Art. 1397 CC). En este activo los
bienes y derechos se consignarán según su categoría, haciendo constar su descripción
registral, o el lugar o entidad donde se encuentren depositados. A la vez, ha de
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formarse un pasivo (Art. 1398 CC).
Tanto en el activo como en el pasivo han de consignarse el valor de los bienes (avalúo)
o de los derechos.
Las de la sociedad son las primeras que hay que liquidar (Art. 1399 CC). Si no hay
metálico suficiente en la masa ganancial, se les puede ofrecer a los acreedores la
adjudicación de bienes gananciales por ese precio, o enajenar estos y pagar con el
importe resultante (Art. 1400 CC).
Una vez liquidadas las deudas, se abonarán las indemnizaciones y reintegros debidos a
cada cónyuge, y haciendo compensaciones si hace falta, para los cónyuges deudores
de la sociedad (Art. 1403 CC).
Es el haber de la sociedad, que se dividirá por mitad entre los cónyuges o sus
herederos (Art. 1404 CC).
Casos de dos o más matrimonios, cuando se han disuelto sin liquidar y se ha contraído nuevo
matrimonio, por la misma sociedad.