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30/08/2016-Evangelio de MARCOS 1:21–28
INTRODUCCIÓN
He aquí un encuentro con Jesús al que necesitamos tomar atención pues nos
ministrará grandemente a nuestras vidas. Necesitamos poner nuestra mirada en el Hijo de
Dios cuando nos enfrentamos a las fuerzas de Satanás. En Jesucristo tenemos toda la
autoridad para vencer al enemigo de nuestras vidas. Que el Espíritu de Dios nos ministre las
verdades espirituales que debemos y tenemos que vivir en los días de hoy. Abramos
nuestros corazones al estudio de hoy en nuestra célula.
COMIENCE
MARCOS 1:21-28
EXPLORE
1. ¿Qué nos dicen las acciones de Jesús en cuanto a sus creencias respecto al sábado? (v.
21).
2. ¿Por qué se asombraba la gente con la enseñanza de Jesús? (v. 22).
3. ¿A qué tipo de maestros estaba acostumbrada la gente, tanto que la enseñanza de Jesús
les causó asombro? (v. 22).
4. ¿Por qué le gritó a Jesús el hombre que se encontraba en la sinagoga? (vs. 22 y 23).
ANALICE
APLIQUE
¿De qué manera puede mostrar sumisión a la autoridad de Cristo en su vida durante toda
esta semana?
¿Qué pudiera usted hacer durante la semana en favor de alguien que esté enfermo o
desanimado?
Marcos nos trae hoy la primera vez que Jesús actúa públicamente y lo hace demostrando
su poder de sanación y liberación
Cristo vino como un mensajero de Dios. Vino anunciando el reino de Dios. Vino a llamar a
los hombres a seguirle. Vino para deshacer las obras de Satanás. Esto requirió tremendo
poder y autoridad. En el ministerio de Cristo vemos un hombre ministrando con tremenda
autoridad. Es todo un ejemplo para nosotros.
Su predicación es diferente, no repite lo que otros han dicho, por ello aquel espíritu al que
Jesús ordena que se vaya, aunque se resiste al principio termina por abandonar y dejar que
entre la luz en aquel hombre alejado de Dios.
De pronto un hombre «se pone a gritar: ¿Has venido a acabar con nosotros?». Al
escuchar el mensaje de Jesús, se ha sentido amenazado. Su mundo religioso se le
derrumba. Se nos dice que está poseído por un «espíritu inmundo», contrario a Dios. ¿Qué
fuerzas le impiden seguir escuchando a Jesús? ¿Qué experiencias le bloquean el camino
hacia el Dios Bueno que él anuncia?
Jesús no se acobarda. Ve al pobre hombre oprimido por el mal, y grita: «Cállate y sal de
él». Ordena que se callen esas voces que no le dejan encontrarse con Dios ni consigo
mismo. Que recupere el silencio que sana lo más profundo del ser humano.
En un último esfuerzo por destruirlo, el espíritu «lo retorció y, dando un grito muy fuerte,
salió». Jesús ha logrado liberar al hombre de su violencia interior. Ha puesto fin a las
tinieblas y al miedo a Dios. En adelante podrá escuchar la Buena Noticia de Jesús.
por la forma en la que el endemoniado se manifestó, resulta claro que no fue a la sinagoga
con el propósito de ser instruido en la Palabra, sino más bien para estorbar la obra de
Cristo. Parece que hasta que llegó Jesús y comenzó su enseñanza, el endemoniado había
estado tranquilo, pero fue la presencia del Señor y la exposición de la Palabra lo que
provocó la reacción del demonio.
Porque los demonios saben cuál va a ser su fin. Por ejemplo, los endemoniados
gadarenos le dijeron a Jesús: "¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has
venido acá para atormentarnos antes de tiempo?" (Mt 8:29). Y esto es confirmado por el
libro de Apocalipsis donde se describe que hay un lago de fuego que arde con azufre
reservado para la bestia, el falso profeta y el diablo (Ap 19:20) (Ap 20:10). Cuando Jesús
vino a este mundo y comenzó a echar fuera a los demonios, esto marcó el inicio de la
etapa final del reino de Satanás.
Este pasaje, al comienzo mismo del ministerio de Jesús, vino a corregir la visión
distorsionada que los discípulos y todos los judíos en general tenían acerca del Reino de
Dios. Ellos esperaban un Mesías que inaugurara un reino político con sede en Jerusalén,
pero a partir de éste y otros encuentros con los endemoniados, Jesús les estaba
enseñando que su Reino se establecería en los corazones de los hombres que serían
arrebatados del dominio de Satanás. Además, manifiesta el poder de Cristo sobre todas
las fuerzas del mal, lo que anticipa su triunfo final sobre Satanás Y que la llegada del Reino
significa que Dios devuelve al hombre la libertad que Satanás le había
arrebatado.Jesucristo le hablaba a los malos espíritus y ¡estos le obedecían! (Marcos 1:27
Mucha gente rechaza la idea del demonio por considerarla una superstición del mundo
antiguo. Creen que se trata simplemente de casos de locura, epilepsia u otra enfermedad
mental que en aquella época no podían explicar con los conocimientos de medicina que
tenían entonces. Sin embargo, está claro que tanto los autores de la Escritura como Jesús
mismo aceptaron la realidad de los demonios.
“Jesús Expulsa a un Espíritu Maligno” WWW.MBI12.COM
ESTUDIO Para Células – Estudio Nro. 4
30/08/2016-Evangelio de MARCOS 1:21–28
¿En qué consiste la posesión demoniaca?
El Nuevo Testamento afirma que todo hombre no restaurado por el Espíritu Santo está,
bajo el poder de Satanás (Hch 26:18) (2 Co 4:3-4) (Ef 2:2) (Col 1:13) (1 P 2:9) y necesita
que sean abiertos sus ojos, y permitir que Cristo le saque de su oscuridad y esclavitud
espiritual a la libertad de la luz de Dios.
El espíritu inmundo dijo conocer a Jesús y declaró que era "el Santo de Dios". ¿Por qué
Cristo no aceptó su testimonio?
Jesús no aceptaba su testimonio por que no era el testimonio del Espíritu Santo. De manera
que reprendió y echó fuera al espíritu.
CONCLUSION
Dios nos ha dado las Escrituras, para que por ellas alcancemos la salvación. La estrategia de
Satanás es hacer que la gente no preste atención a las Escrituras, o quede tan confundida
ante ellas, que no les sirva de nada para la salvación.
Satanás no solo procura llevar a los seres humanos a la condenación, por medio de la
ignorancia de la verdad (en las Escrituras), sino por medio del control de los demonios, a
quienes él usa, para mantener a las personas en pecado y maldad. Un caso específico es
la persona endemoniada. Cristo vino para atar al ‘hombre fuerte’, y soltar a las personas
que estaban sujetas a los demonios.
Nos sentimos curados vivimos de otra forma. Y Dejamos que la Luz inunde cada rincón,
para que no haya ninguna persona que viva la esclavitud de la oscuridad.
Muchas personas viven en su interior de imágenes falsas de Dios que les hacen vivir sin
dignidad y sin verdad. Lo sienten, no como una presencia de amor que invita a vivir en
libertad, sino como Dios que controla su existencia. Jesús siempre empieza a curar
liberándonos del pensamiento de un Dios opresor.
Sus palabras despiertan la confianza y hacen desaparecer los miedos. Sus parábolas atraen
hacia el amor a Dios, no hacia el sometimiento ciego a la ley. Su presencia hace crecer la
libertad, no las servidumbres; produce el amor a la vida, no el resentimiento.
Jesús cura porque enseña a vivir sólo de la bondad, el perdón y el amor que no excluye a
nadie. Sana porque libera del poder de las cosas, del autoengaño y de la egolatría.