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MONOGRAFÍA
PRODUCCIÓN TEXTIL EN LA CULTURA INCA
DOCENTE
LIC. ACCORNERO, MARIANA
ALUMNAS
MOLINA, VICTORIA
RODRIGUEZ DIPIETRI, MELINA
2021
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN................................................................................................................. 2
CAPÍTULO Nº 1: CULTURA INCA .................................................................................... 3
1. Cultura y ubicación geográfica ................................................................................... 3
1.1. Lengua ............................................................................................................... 3
2. Arquitectura ............................................................................................................... 4
3. Momificación............................................................................................................. 4
4. Jerarquía social .......................................................................................................... 5
5. Política....................................................................................................................... 5
Auqui............................................................................................................................. 6
Tahuantinsuyo Camachic ............................................................................................... 6
Apunchic ....................................................................................................................... 6
Tucuirícuc ..................................................................................................................... 6
6. Religión ..................................................................................................................... 6
7. Economía ................................................................................................................... 7
CAPÍTULO Nº 2: PRODUCCIÓN TEXTIL ......................................................................... 8
8. Los materiales estudiados........................................................................................... 8
9. Aspectos básicos de la textilería andina ...................................................................... 8
10. Identificación étnica ............................................................................................... 9
11. La organización de la producción textil durante el Tawantinsuyo. ...................... 10
11.1. Tipos de tejidos ............................................................................................ 11
Abasca o Ahuasca ........................................................................................................ 11
Cumbi .......................................................................................................................... 11
Tejidos de plumas ........................................................................................................ 11
Chaquira ...................................................................................................................... 11
11.2. Materias primas ............................................................................................ 13
11.3. Tecnología ................................................................................................... 14
11.4. Descripción del vestuario ............................................................................. 14
11.5. Contextos de uso y función de los tejidos ..................................................... 16
12. Tocapu ................................................................................................................. 19
12.1. Diseño .......................................................................................................... 19
12.2. Simbología ................................................................................................... 20
CONCLUSIONES .............................................................................................................. 21
REFERENCIAS .................................................................................................................. 22
ANEXO DE FOTOS ........................................................................................................... 23
ANEXO DE FIGURAS ....................................................................................................... 26
1
INTRODUCCIÓN
El estudio central de esta monografía será la cultura y producción textil del periodo
del Tawantinsuyo, más conocido como el periodo Incaico. Que se desarrolló en América del
Sur, constituyendo un vasto imperio que abarcó los actuales países de Perú, Bolivia, gran
parte de Ecuador, el noroeste de Argentina y el norte de Chile.
Abordaremos, el cómo se manifiesta la identidad de dicha cultura en el registro textil
de los sitios arqueológicos analizados; cuáles son los patrones de identificación utilizados en
las prendas textiles de los inca y cómo es su caracterización.
El primer capítulo abarcará las características culturales e históricas del periodo en
cuestión, así como también su ubicación geográfica y contexto político, económico y social;
que nos permitan entender su cosmovisión y forma de organización.
En el siguiente capitulo, se presentan los distintos aspectos referentes a la producción
textil, tales como, las técnicas empleadas, materiales y tecnología. Además se analiza los
aportes de estudios arqueológicos y crónicas, para ayudándonos a resolver las interrogantes
en torno a la caracterización de las prendas textiles en el período Tardío.
Avanzando en la lectura, se definen al pie de página los términos en lengua aymara y
quechua, y palabras técnicas relacionadas con la actividad textil para una mejor comprensión
del texto. Finalmente, se adjuntan en el anexo algunos ejemplos con fotos e ilustraciones,
mencionadas en esta monografía.
2
CAPÍTULO Nº 1: CULTURA INCA
1.1. Lengua
Su lengua, el quechua (kechwa o kichwa) aún persiste entre las antiguas poblaciones
de su Imperio, y formaba parte de las lenguas oficiales o vehiculares del mismo, junto al
aymará, mochica y poquina. Esto último puede dar la pauta que se relacionaban con las
civilizaciones aledañas.
El fraile, sacerdote, misionero, lingüista y obispo de la iglesia católica Domingo de
Santo Tomás escribió y tradujo al español la gramática más antigua, conocida como lengua
quechua. Nació en el año 1499 (Sevilla, España) y falleció en el año 1570 (La Plata, Perú). El
3
propósito de sus obras tenía una doble finalidad: ayudar a otros religiosos a aprender el
qhichwa para transmitir el mensaje del Evangelio y demostrar la capacidad que tenían “los
naturales” para manejar una lengua de civilización, es decir, reafirmar la humanidad y la
capacidad racional de los nativos.
2. Arquitectura
Con una gran habilidad y destreza, la arquitectura Inca manejó el diseño geométrico a
las mil maravillas, edificaron eternas construcciones llenas de vida, demostrando respeto a la
naturaleza, e increíblemente alineadas a la salida del sol en ciertas épocas del año. Muchas de
las edificaciones fueron realizadas con enormes bloques de piedra sobrepuestos, sin la
necesidad de usar algún tipo de pegamento para fijarlos; se dice que no es posible pasar
siquiera un alfiler entre estos. (Foto 1)
Al día de hoy persisten ruinas como, una de las más conocidas a nivel mundial, las del
Machu Picchu que alberga el reloj solar y el templo de las tres ventanas. Entre otras huellas
que ha dejado este milenario imperio encontramos:
a) Písac: Fortaleza militar.
b) Ollantaytambo: Enorme fuerte inca con grandes terrazas de piedra sobre una
ladera. Algunos de los sitios más importantes del complejo son el Templo de del Sol y la
fuente de los Baños de las Princesas. Este centro histórico tiene calles de adoquines y
edificios de adobe de la época de los incas.
c) La fortaleza ceremonial de Sacsayhuamán: Se piensa que correspondió a una
fortaleza militar, en donde se entrenaba a los guerreros. Hay dudas al respecto, ya que, de
acuerdo a su arquitectura, podría haber tenido un fin religioso y haber sido construido como
un gran templo al Dios Sol.
d) Macchu Picchu: Presume ser un santuario religioso, pero también giran en torno a
él teorías de que era una base militar, un predio privado (palacio).
3. Momificación
En el imperio incaico la muerte tenía fuertes vínculos con la vida cotidiana. Según los
historiadores, esta sociedad andina creía que sus antepasados permanecían en la tierra
después de su fallecimiento. Los muertos formaban parte de su entorno e intervenían en la
toma de decisiones.
Destaca su ritual de momificación, especialmente para preservar cuerpos de reyes y
nobles fallecidos. Al parecer, cuando un rey fallecía, su cuerpo era depositado en cuclillas en
un asiento, con las rodillas flexionadas bajo la barbilla, pedacitos de oro en la boca, puños y
pecho y era vestido con magníficos ropajes. Al cabo de un mes, tras las ceremonias funerarias
preceptivas –que incluían sacrificios humanos: las esposas y concubinas principales del
monarca y algún niño o joven de la nobleza local–, el cuerpo se situaba en su lugar de reposo
final, normalmente el palacio en el que había vivido, al cuidado de unos servidores.
Cada rey tenía su propio mayordomo, que se ocupaba de su alimentación; además
unas mujeres cuidaban de que los insectos no se posasen sobre el difunto y pudiesen
estropear la momia, y se ocupaban también de vestirlo, lavarlo y darle de beber. Los incas
4
pensaban que era necesario vestir y proveer de comida y bebida a las momias de sus
ancestros para preservar el orden cósmico y poder así garantizar abundantes cosechas y la
fertilidad del ganado.
4. Jerarquía social
El Imperio incaico era regido por una diarquía, es decir, dos monarcas, uno en Cuzco
alto (Hanan Cuzco) y otro en Cuzco bajo (Harin cuzco):
5
El Sapa Inca se ocupaba de Hanan Cuzco; controlaba especialmente los aspectos
cívicos, políticos, económicos y militares. En cambio el Willaq Umu, que se encargaba de
Harin Cuzco, concentraba el poder sacerdotal y, si bien su jerarquía era levemente menor,
influía también en las decisiones imperiales.
Los demás cargos políticos, ocupados por la nobleza, se organizaban de la siguiente
manera:
Auqui
Se trata del príncipe heredero, que ejercía el cogobierno junto a su padre como una
forma de preparación para el cargo. Era escogido entre todos los hijos varones del Inca y la
Coya, de modo que era designado por mérito y no por mayorazgo.
Tahuantinsuyo Camachic
El Consejo Imperial estaba compuesto por cuatro apus, que gobernaban cada uno de
los cuatro suyos o regiones del Imperio: Chinchansuyu, Cuntinsuyu, Antisuyu y Collasuyyu.
Estos estaban respaldados por 12 consejeros secundarios.
Apunchic
Son gobernadores, con atribuciones político-militares, que respondían directamente al
consejo o al Inca y que eran garantes de estabilidad en sus regiones.
Tucuirícuc
“El que todo lo ve”. Era una suerte de veedor y supervisor imperial, controlaba a los
funcionarios de cada suyo y estaba facultado para asumir, en caso de ser necesario, la
autoridad local.
Curaca
Es el jefe de cada ayllu o comunidad, equivalía más o menos a un cacique.
Generalmente era el más anciano y sabio de su pueblo, aunque podía ser designado por las
autoridades expresamente. Era quien se ocupaba de la justicia, la recolección del tributo y de
mantener el orden.
6. Religión
Los Incas tenían lugares de culto conocidos como huacas, traducido al español del
quechua como lugar u objeto sagrado, donde los sacerdotes, además de orar, organizaban
ofrendas, celebraciones y sacrificios. Eran politeístas y panteístas. Tenían un panteón de
divinidades locales, regionales e imperiales, a las que corresponden fenómenos naturales
como el sol (Inti), la luna (Mama Quilla), el relámpago (Chuqui illa).
Otras deidades representan ideas mucho más complejas como la Pachamama, la diosa
madre de la tierra y la fertilidad o el Pachacámac, Dios fecundador de la tierra y causante de
los sismos y del cultivo. Su comprensión de lo divino giraba en torno al concepto de
camaquen, una especie de fuerza vital que animaba todo lo que existe, presente inclusive en
los muertos, las montañas y en los seres sagrados. (Foto 2)
6
7. Economía
7
CAPÍTULO Nº 2: PRODUCCIÓN TEXTIL
Las piezas textiles que se consideraron en este estudio pertenecen a las colecciones de
los sitios arqueológicos Camarones - 9 (CA-9); ubicado en la costa, que se atribuye al
período Inca y habría albergado a población Inca altiplánica, y Azapa -15 (AZ-15) ubicado en
el valle de Azapa, ambos adscritos al período Tardío. (Fotos 4 y 5)
Los cuales constan de 149 piezas textiles pertenecientes a la Colección de CA-9 y 174
piezas textiles de la Colección de AZ-15. Las mismas se componen principalmente de formas
textiles de camisas, bolsas de uso agrícola y bolsas de transporte chuspas.
Además, se examinaron otras piezas textiles provenientes del Santuario arqueológico
de Pachacamac1, ubicado en la costa central peruana. A la fecha el Museo de Sitio de
Pachacamac cuenta con un total de 2333 tejidos ingresados al registro Nacional de Bienes
Culturales del Ministerio de Cultura. De los cuales, se han montado y restaurado un total de
33 tejidos, para la creación de la Sala textil del Museo.
Por otra parte, se han consultado y tomado como ejemplos textiles, fundamentalmente
2
uncus , procedentes del Museo Precolombino de Chile y el Museo de América de Madrid.
1
PACHACACAMAC (quechua): Significa “alma de la tierra, el que anima el mundo”.
2
UNKU (quechua) ó TUNICA: prenda tejida a telar de una sola pieza o de dos piezas unidas con una costura
central, doblada en sí misma, cuyos costados se cosen dejando aberturas para los brazos. En el centro presenta
abertura para introducir la cabeza.
8
Con relación a los textiles asociados a la influencia incaica, llama la atención la escasa
representación, en los contextos arqueológicos tardíos de la costa y valles de Arica, de tejidos
cumbi3 o de fina factura usados por los altos mandatarios o regalados a los jefes locales. Este
tipo de tejidos se encuentra en los sacrificios de altura, donde se supone, participaban en
forma exclusiva representantes del Inca. Sin embargo, sólo recientemente se están llevando a
cabo investigaciones que abarcan esta problemática, principalmente a través de la revisión de
colecciones textiles que en el momento de su recuperación de excavaciones no fueron
analizadas acuciosamente. Por otra parte, sabemos que una de las razones por las cuáles no
contamos con mayor evidencia de estos materiales es el sesgo presente en las muestras,
debido a actividades de huaqueo4, donde los tejidos más finos son los más apetecidos para ser
saqueados y por ende no forman parte de las colecciones de sitios arqueológicos
representativos. (Foto 3)
3
CUMBI (quechua): ropa fina; posiblemente tapices o excepcionalmente tejidos de doble faz.
4
HUAQUEO: corresponde al nombre dado a la acción de apropiación ilegal o saqueo de objetos arqueológicos
principalmente para su comercialización.
5
HUACA (quechua): todas las sacralidades fundamentales incaicas, santuarios, ídolos, templos, tumbas,
momias, lugares sagrados, animales, etc.
9
11. La organización de la producción textil durante el Tawantinsuyo6.
6
TAHUANTINSUYO (quechua): tahua (cuatro) y suyo (región), hace referencia a las cuatro regiones del
territorio inca. Comprendido por el Collasuyo, Chinchaysuyo, Antisuyo, y Continsuyo.
7
MITIMAES: es un derivado de la palabra quechua “mitmaq”, que significa desterrar.
8
ACLLA: escogida. Mujeres escogidas para el servicio del sol, también llamadas “vírgenes del sol”.
10
a) Abasca o Ahuasca, tejidos de manufactura más bien tosca.
b) Cumbi, de manufactura fina.
c) Tejidos de plumas de colores dispuestas sobre el cumbi.
d) La Chaquira, tela de oro y plata bordada. (Foto 7)
e) El Chusi, tejido de alfombras y frazadas.
Abasca o Ahuasca
Se trata de un tejido de manufactura más bien tosca, probablemente faz de urdimbre.
Tejida en lana basta de llamas o carneros, labrada casi todo del mismo color de la lana. De la
que se vestían la gente común del pueblo o hatunrunas9. Fuera del vestido que traían puesto,
no tenían, cuando mucho, otro para mudarse en sus fiestas. La materia prima era distribuida
por el Estado y debían producir esa variedad de tejido como tributo.
Cumbi
El Cumbi se trata de un tejido de manufactura fina con lana escogida. De estas ropas
se vestían los reyes, grandes señores y toda la nobleza del reino, y no la podía usar el común
del pueblo. Los muy ricos que tejían para el Inca y grandes señores, eran de lana de vicuñas o
de cordero, completo o en parte; y también solían mezclar en ellos pelo de vizcacha, que es
muy sutil y blando; ó de murciélagos, que es más delicado que todos. Éstos tenían 300 hilos o
más por pulgada, algo sin precedentes hasta la revolución industrial.
Tejidos de plumas
Esta técnica es utilizada en los uncus y en paños triangulares con plumas de varios
colores, como naranjas y azules, entretejidas y asentadas sobre cumbi. Las telas de plumeria
eran de mayor estima y valor. Se trabajaba en el mismo cumbi, pero de forma que sale la
pluma sobre la lana y la encubre al modo de terciopelo, está decoración de plumas se sujetaba
mediante hilos de algodón.
El arte de tejer tapices y elaborar vestimentas con plumería no estaba generalizado en
todas las etnias o nacionalidades andinas. Sin embargo, entre las que desempeñaban ésta y
otras actividades, poseían mayor prestigio que otros pueblos.
Chaquira
La ropa que tejían de chaquira se tenía por la más preciosa de todas. Esta chaquira
eran unas cuentecillas de oro o de plata muy delicadas, y estaba toda la pieza colmada de
estas cuentas, sin que apareciese el hilo, a manera de ropa de red muy apretada.
9
HATUNRUNAS (Quechua): gente mayor, constituían la gran masa de la población en el Imperio incaico,
dedicada a la ganadería, agricultura, pesca y artesanía. El hatunruna iniciaba su servicio al Estado al llegar a la
mayoría de edad; de ahí su significado de gente mayor o gente principal
11
Chusi
La tela más basta y gruesa; no era para vestirse, sino para utilizarse como frazadas,
alfombras, tapete, y otros usos. Tendida en el suelo; la mitad la usan de colchón y la otra
mitad, que doblan por los pies, de cobertor o frazada. Algunos tenían trama tan gruesa como
el dedo, porque el hilo de la trama era una cuerda de lana de ese grosor.
Las categorías de abasca y cumbi, son las más conocidas y se han descrito en varias
crónicas al referirse a la vida de los Inca. Ambas tenían un origen y destino diferenciado en el
sistema de intercambio de bienes y redistribución del Estado.
1) Abasca: se inserta dentro de un contexto doméstico, al interior del grupo
familiar. Niños y niñas aprendían a hilar y tejer desde su infancia, sin embargo, era una
actividad esencialmente femenina.
2) Cumbi: esta tela era de naturaleza más fina que la anterior y los artesanos
textiles pertenecían a dos grupos distintos que se organizaban en “talleres” como sistema de
producción característico.
10
AYLLU: Nombre con que se designa a cada grupo familiar en una comunidad indígena en la región andina.
11
PANACA: También conocidos como “Nobleza de Sangre”, eran aquellas familias formadas por toda la
descendencia de un monarca Inca.
12
CURACA: En el imperio incaico, jefe o gobernador de un ayllu.
12
o nobles guerreros; de acuerdo con el concepto andino de reciprocidad, lo que servia para que
el Inca estableciera lazos de parentesco y comercio con los señores sometidos.
Las acllas se dividen en 5 categorías, según sus orígenes y funciones:
a) Yurac Aclla: Eran siempre de sangre Inca, consideradas las esposas del sol, sólo
estas eran vírgenes y debían permanecer siempre en él Acllahuasi13, consagradas al culto.
b) Huayrur Aclla: Eran las más hermosas y de aquí salen las esposas secundarias o
concubinas del Inca.
c) Paco Aclla: Esposas destinadas a los curacas y nobles guerreros a quienes el Inca
quería agradar.
d) Yana Aclla: No destacan ni por rango ni belleza, cumplen la función de servidoras
de las demás.
e) Taqui Aclla: Eran elegidas por sus cantos y debían alegrar las fiestas. Le cantaban
al Inca, la Coya, a los señores capac apocona14 y a sus mujeres, para fiestas, pascuas,
casamientos y bautismos.
Otro tema que también se deja vislumbrar a través de las fuentes documentales es el
de las materias primas utilizadas. Lamentablemente, las referencias sobre el cultivo y trabajo
del algodón son escasas, debido a la rápida expansión de la utilización de lana de camélidos
en época incaica. Se piensa que la lana incrementó en importancia por el aumento de ganado
que controlaba de manera sistemática el imperio incaico, a través de los pastores y
funcionarios estatales. Además, se cree que la lana responde mejor a los mordientes y tintes,
que le dan un color más perdurable. Solos los indios yuncas15 y los moradores de los
Llanos y la costa vestían algodón, los de la Sierra, que eran la mayor parte del reino y entraba
la nobleza, hacían sus ropas de lana.
De los camélidos, la llama y la alpaca eran los principales proveedores de lana, el
trasquilado de ambas especies era precedido y seguido por importantes ceremonias. La lana
de alpaca era más fina que la de la llama y se utilizaba para la confección de ropas destinadas
a los grupos administrativos del imperio; en cambio, la lana de llama se disponía para la
producción doméstica de las abasca, de uso popular. La lana de guanaco y de vicuña se
consideraban sagradas y se utilizaban para tejer prendas de culto por las aclla, la primera
además para vestir al Inca y la segunda, para su corte. Otras materias primas mencionadas en
las descripciones del tejido Inca, son el pelo de vizcacha y el vello de murciélago, con las que
se confeccionaban mantas para la corte.
Se cree que existe una relación simbólica entre las mujeres acllas, los camélidos en
estado silvestre y el contexto de sacrificio o ritual, aludiendo a la noción de pureza de estos
13
ACLLAHUASI (quechua): casa de las escogidas, fue una institución impuesta por los Incas donde vivían y
trabajaban mujeres seleccionadas por sus habilidades manuales, culinarias o por su belleza física, y que estaban
al servicio del Estado.
14
CAPAC APOCONA: Según el cronista Guamán Poma de Ayala, corresponde a “príncipe”, pero también
como titular de varios cargos administrativos, gobernador mayor, administrador de las comunidades y teniente
general.
15
INDIO YUNCA: Los pobladores del Cusco llamaban yuncas a los habitantes del oriente de los Andes,
especialmente de la provincia incaica del Antisuyo y por consiguiente los españoles los llamaron indios yuncas.
13
elementos; en contraposición con la relación entre hombres cumbicamayos y los camélidos
domesticados, asociados a la producción de tejidos en un plano terrenal.
Los tintes colorantes se obtenían en su mayoría de vegetales y en menor medida de
minerales e insectos. Extraídos de flores y hierbas recogidas por doncellas. También se
utilizaba el llimpi, que era un mineral subproducto de azogue y las cochinillas, insectos de
caparazón roja. Algunas piezas se tejen de un solo color, y otras de muchas variantes como el
azul, amarillo, negro, y sobre todos carmesí o grana. Así mismo, el oficio de tintorero, era
una especialidad artesanal diferenciada.
11.3. Tecnología
16
HUSO: Instrumento, usado en el hilado a mano, para retorcer y devanar el hilo; consiste en una pieza de
madera o hierro, de forma cilíndrica y alargada y más estrecha en los extremos, que se impulsa con los dedos.
17
CHONTA: Árbol que constituye una variedad de la palma espinosa.
18
TORTERO: Se define a una lonja, rodaja, sección o loncha que se pone en la parte inferior del huso y es la
que ayuda a torcer el filamento o hilo.
14
exclusivamente por los adultos, marcando su uso desde la pubertad, en un rito de iniciación a
los catorce o quince años de edad, donde era entregado el paño lumbar, como símbolo de
virilidad.
b) La túnica: camisa en forma de saco, sin mangas, a la que llamaban uncu. De
acuerdo a la situación social del individuo podía confeccionarse con tela de ahuasca o cumbi.
Esta prenda llegaba aproximadamente hasta las rodillas y esta hecha de una pieza de paño de
dos mitades unidas por la costura; en su centro se dejaba libre un orificio para que pasara la
cabeza; los laterales estaban cosidos con el mismo hilo que se tejió, dejando libre el espacio
para los brazos. Se cree que, en algunas regiones los habitantes les cosían mangas cortas
tejidas.
c) En las regiones de altura se usaba además, para resistir la lluvia y el frío, una
especie de capa llamada yacolla, de dos piezas, con una costura en medio; viene a quedar con
cuatro picos o esquinas, como una manta. La usaban sobre los hombros, y cuando bailan,
trabajan o hacían cosa en que les pueda ser de estorbo, se la atan con los dos picos por
encima del hombre izquierdo, quedando fuera del brazo derecho.
d) La bolsa de transporte o chuspa: en la cual se llevaba víveres y herramientas.
Se coloca debajo de la manta y encima del uncu, colgada del cuello, pasando la cinta de que
está por encima del hombro izquierdo. Se encontraron numerosas chuspas con hojas de coca
en su interior, especialmente en las tumbas de regiones costeras. Generalmente estaban
adornadas con motivos de colores.
e) El tocado consistía, en la Sierra, en un gorro de lana, parecido a los que en la
actualidad se lleva en las regiones montañosas meridionales, con orejeras. En la costa era
frecuente el uso de cintillos para sujetar el cabello. Este tocado a menudo tenía una cinta que
también se utilizaba como honda y que con su parte central ancha se enrollaba por delante
alrededor de la frente. Además se usaban largas cintas con dibujos de colores, que se
enrollaban con reiteradas vueltas alrededor de la cabeza.
Otros detalles del vestuario fueron los siguientes:
Sobre las vestiduras anteriores se ponían sus atavíos cuando iban a la guerra, en las
recorridas y fiestas solemnes. Estos adornos eran de plumas de varios y vistosos colores.
Encima de la frente se ponían una diadema grande de pluma levantada en alto en forma de
corona, llamada pilcocara, y otra de la misma pluma al cuello a modo de valona19; y por el
pecho otra como gorguera20, que se remataba en los hombros. También usaban al pecho y en
la cabeza unas medallas de oro o plata, llamadas canipos, del tamaño de un plato.
Adornaban los brazos y muñecas con brazaletes de oro, que llamaban chipana, y los
pies unas sandalias de lana decoradas con oro y plata. Cuando iban a la guerra, en lugar de
cadenas y collares de oro, se colgaban una hilera de dientes y muelas de hombres, que eran de
los enemigos que ellos y sus ancestros habían matado en la guerra.
Con relación a las fiestas, podemos señalar que se trataba de instancias donde se hacía
gala de las mejores vestiduras, tal vez para denotar poder y riqueza. Se utilizaban disfraces,
piezas de vestir policromas y con flecos para desplegar alegría y colorido.
19
VALONA: Cuello grande y vuelto sobre la espalda, los hombros y el pecho, que se usó especialmente en
Europa en los siglos XVI y XVII.
20
GORGUERA: Cuello rígido, redondo, generalmente de lino, holanda o encaje, doblado formando pliegues y
ondulaciones, que se usó en Europa occidental los siglos XVI y XVII.
15
Paralelamente, la vestimenta de la mujer, era mucho más sencilla, constituida de dos
prendas principales:
a) El aksu, saya larga o especie de camisa: es la ropa exterior de las mujeres, es
como una sotana sin mangas, de corte recto, y les cubre desde el cuello hasta los pies. Desde
la cintura para abajo se atan y aprietan el vientre con muchas vueltas una faja ancha y gruesa,
llamada chumpi.
Esta saya queda abierta por un lado y así, cuando andan se desvían y abren las orillas
desde el chumpi o fajadura para abajo, descubriendo parte de la pierna y el muslo. Con la
llegada de los españoles y a raíz de profesar el cristianismo, acostumbran coser y cerrar el
lado descubierto, para evitar aquella “inmodestia”.
En las excavaciones arqueológicas realizadas en el santuario de Pachacamac han sido
encontrados muchos vestidos que pueden corresponder a la elite costeña y se presentan en
colores crema, naranja, azul y pardo. Confeccionado con algodón nativo en base a seis paños:
uno es ancho, con extremos cosidos a dos paños plisados, los que se unen a un cuarto paño
decorado o simple que va en el pecho. Se completa con un quinto paño a manera de falda
frontal. Lleva adicionalmente un sexto paño en la parte posterior, cuyo extremo inferior
presenta una curvatura que le otorga forma de cola.
b) La lliclla, capa o manto femenino: es un paño que sirve como rebozo o tapado
y eventualmente se usa para llevar cargas y niños pequeños, se sujeta al cuello con un alfiler
o prendedor de metal, llamado tupu. Usado para juntar sobre los hombros o el pecho los
extremos del aksu, que es el vestido femenino incaico o la lliclla.
El tupu puede ser de oro, plata, cobre o bronce, y presenta cuerpo aguzado y cabeza
circular, semicircular o semilunar
Por tocado se ponen una pieza de cumbi, llamada pampacona, y la llevan dando tres o
cuatro dobleces, dejando descubierto el cabello por los lados, unas lo traen suelto y otras
trenzado. (Figura 8)
El vestido de los niños entre cinco y nueve años permitía diferenciar los géneros. Las
niñas usaban ahora una vestimenta marcadamente femenina, la lliclla. Esta manta alrededor
de la espalda le era puesta a la chica concientemente en la ceremonia del llicllaricoc, para el
primer uso de la lliclla. También los niños recibían algo típico masculino para taparse la
cabeza, parecido al chullo21 actual.
Había un cambio en la vida de las chicas a esta edad si los funcionarios incaicos las
elegían, acllacuni, y las llevaban a los acllahuasi, las así llamadas “casas de elegidas”, en el
Cuzco o en las capitales de provincias. En sus recintos aprendían la fabricación de tejidos
muy finos, cumpi, y la preparación de una clase especialmente sabrosa de de chicha de maíz
para los altos funcionarios administrativos incaicos, los sacerdotes y las ofrendas a los dioses.
a) Diferenciación de género:
La funcionalidad del tejido es múltiple. En el momento de confeccionar la tela el
artesano está consciente del uso y función que ésta desempeñará. Ninguna instancia de la
21
CHULLO (quechua): es un gorro con orejeras tejido en lana de alpaca u otros animales y en combinación con
fibras sintéticas.
16
labor textil era azarosa, puesto que en el Imperio de los Inca su importancia era de tal
magnitud para cada dimensión de la cultura (socio-política, económica, religiosa) que
participaba de todos y cada uno de estos espacios en forma activa. Debido precisamente a su
gran importancia, cuesta dimensionar de qué manera era ejercido este control hacia todas las
acciones tendientes a producir textiles, ya que su significado, al parecer, trascendía a la esfera
de la funcionalidad.
Después de la función elemental de proteger contra los agentes climáticos (frío, lluvia,
calor, etc.), la condición de marcador de status de género es la más generalizada de todas las
funciones del tejido. Cada etapa importante de la vida de los individuos estaba demarcada por
ritos de pasaje, donde el vestido pasaba a convertirse en una señal de condición o estado. Así
por ejemplo, al cumplir catorce o quince años, los niños y al llegar a la pubertad las niñas,
tenía lugar una ceremonia de iniciación: los primeros vestían entonces la huara, un taparrabo,
después de la ceremonia del Huarachicuy22. Cada etapa de la ceremonia, que debía durar un
mes, se marcaba con un cambio de ropa, frecuentemente varias veces al día. El color y los
adornos de cada vestido estaban relacionados con acontecimientos de la tradición oral de los
ayllu reales. Desafortunadamente la mayor parte de la información sobre estos ritos de
iniciación se refieren a los realizados en la corte Inca, por cuanto se sabe muy poco de
ceremonias equivalentes en otras etnias sometidas al Imperio Inca.
En la ceremonia que hacían al poner nombres a las doncellas, ellas estaban estos días
recogidas dentro de sus casas, al cuarto día sus madres las lavaban y trenzaban el cabello,
vertiéndolas de ropas adornadas con sandalias de lana blanca.
Respecto de las diferencias en los vestidos que indicarían sexo, además, se deben
considerar otros aspectos como la forma de confeccionar cada textil. A partir de los Inca, las
mujeres orientaban sus vestidos con la decoración de urdimbre en forma horizontal; a la
inversa de los hombres que privilegiaban enfatizar el sentido vertical en sus túnicas. De esta
manera, se cree que la condición de género también se manifestaba en los patrones de
decoración de las prendas.
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HUARACHICUY o HUARACHICO: El ritual del paso de la niñez a la vida adulta en los varones, al término
del cual los iniciados recibían la huara y unos discos de oro que engarzaban en los lóbulos perforados y
dilatados desde niños.
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LLAUTO (quechua) o CINTILLO: tocado incaico en forma de cordón trenzado en lana de camélido, que se
enrollaba en torno a la cabeza de los varones de linaje real y de los "incas por privilegio".
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MASCA PAYCHA o BORLA REAL: emblema máximo del rango de gobernante Inca, era un fleco de lana
roja cosido al tocado.
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TOCAPU, TOKAPU o TOCAPO (Quechua): paño de labor tejido.
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Los adornos y ornamentos más finos estaban reservados sólo a un segmento
privilegiado de la sociedad: algunas técnicas y diseños eran exclusivas de los nobles,
constituyendo su uso un tabú para aquellos que no pertenecían a la elite.
Por ejemplo, el adorno de los tejidos finos o cumbi con plumas de diversos colores de
pájaros exóticos constituía un lujo reservado sólo a los Inca, principales y capitanes. También
se dan referencias sobre la utilización de oro y plata en la ornamentación del tejido cumbi. La
expresión quechua “culqui curi cusma” quería decir “camisón de plata o de oro”.
Existían, además, elementos de la indumentaria que daban a conocer o identificaban
el rango de los funcionarios del Estado; la masca paycha o borla real era distintiva de
curacas y alcaldes y las chuspa o bolsas, de los alguaciles.
c) Señal de ciudadanía:
La expansión del Imperio incaico tuvo como política no imponerse de manera
absoluta en sus colonias, privilegiando la diversidad de costumbres. Así cada ayllu o
parcialidad conservaba sus rasgos tradicionales en la manera de vestirse, que también
correspondían a distintas exigencias ambientales. Estas concesiones de mantener los patrones
de vestimenta de cada región anexada, constituía una ordenanza Inca porque facilitaba la
identificación de los individuos.
Varias fuentes documentales informan acerca del carácter obligatorio que tenía el
hecho de ofrecer regalos de ropa a los grupos étnicos vencidos especialmente durante
campañas militares. Esta situación se interpreta como el inicio de una relación de
dependencia o reciprocidad con el Estado Inca, a partir de ese momento se imponía la entrega
periódica de tributos, ingresando a un sistema organizado de redistribución de productos.
Muchos cronistas señalan que, en ciertas ocasiones, después de concluida una
campaña militar y consolidada la victoria, el mismo Inca se aparecía a los vencidos,
poniéndose en cada pueblo el traje que usaban los naturales, ganándose con esto su
beneplácito, porque este acto significaba establecer un nexo de identidad y de comunidad de
intereses. El obsequio de tejido se percibía como un certificado de ciudadanía incaica y a su
vez como divisa de la nueva servidumbre.
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entre los Inca. Así mismo, se creía que todas las pertenencias y especialmente las vestimentas
de uso cotidiano, se identificaba con su usuario, compenetrándose con él.
Los soldados de las huestes inca consideraban derrotado al enemigo cuando lograban
arrebatarle las prendas y colocarlas en un fantoche que era colgado. Se creía que quedarse sin
ropa significaba una pérdida de sí mismo, en vida y después de muerto. Además, si las
prendas ofrendadas no correspondían al difunto, éste no podía encontrar su alma y acceder al
lugar de vida eterna o pakarina. Por tanto, los parientes debían enterrar al difunto envuelto en
numerosas telas y con un ajuar funerario abundante, de acuerdo al rango y personalidad del
individuo.
En los ritos y costumbres que tenían al celebrar sus matrimonios, cuando el hombre
recibía a su mujer, le calcaba en el pie derecho una sandalia de lana. Y llegando a ella la
novia le entregaba el chumpi, llauto y patena, a su esposo, el cual se lo vestía luego.
Otra temática tratada en la Crónica de Felipe Guaman Poma corresponde a los
cambios sufridos con la conquista española, los que también señalan variaciones en el vestir
de los indígenas que poco a poco comienzan a adoptar los patrones hispanos. Sin embargo
existe continuidad en el mantenimiento de algunas prendas características, las que
sobrevivieron en regiones marginadas de la influencia española directa.
12. Tocapu
Tocapu, tokapu o tocapo son sinónimos de una misma palabra, aunque al día de hoy
no sabemos exactamente su definición. Muchos investigadores han tratado de revelar su
significado, llegando a diferentes conceptos.
Hay quienes piensan que los tocapus son: “Unidades de diseño modular y geométrico,
con las que se decoraba ricas túnicas en tapicería; dichas túnicas eran de uso exclusivo del
Inca y la nobleza real” (Horta, 2002). Mientras que otros los definen como: “Los vestidos de
labores preciosos, o paños de labor tejido”. (González-Holguín, 1608)
En la lengua aymara existe la palabra tocapu y se refiere a “Tocapu amaotta: Hombre
de gran entendimiento. / Tocapu chuymani; Ídem. / Tocapu isi: Vestido, o ropa del Inga
hecha a las mil maravillas, y así llaman ahora al Terciopelo, Telas, y Brocados cuando
quieren alabarlos. / Tocapu quellcata: Cosa bien pintada, y así de otras cosas.”
En la tradición popular, se cree que el tocapu nombraba un tipo de trabajo textil de
alta calidad inventado por el Inca Viracocha, al cual se lo consideró una divinidad. Se dice,
que entre él y sus ministros se comunicaban mediante figuras, cuyos significados se
perdieron tras su muerte. Bajo este criterio, el tocapu fue una calidad de tejido y no un dibujo;
aunque no sabemos cómo eran aquellas figuras ni sus soportes.
Pese a esto, en la literatura científica moderna se ha consensuado en llamar tocapu a
los cuadrados pequeños con ciertos dibujos repetitivos que adornaban las prendas más lujosas
(Gail Silverman, 1994).
12.1. Diseño
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Es conclusión, podemos decir que los tocapus o tocapos son un conjunto símbolos
cuadrados, tejidos o bordados en textiles y pintados en vasos ceremoniales del periodo inca y
de los inicios del periodo colonial. (Foto 9)
Estos cuadrángulos están rellenos con motivos de varios colores, geométricos o
figurativos, estilizados, que aparecen en forma de series. Un mismo motivo puede ser
representado en diferentes combinaciones de colores y con orientaciones variables. Varia o
cambia igualmente el ordenamiento de los tocapus en los textiles, pues a veces forman hileras
horizontales o se encuentran alrededor del cuello del unku (Peter Eeckhout, 2004).
12.2. Simbología
Algunas investigaciones señalan que fueron sistemas de escritura de los incas. A pesar
que siempre se ha dicho que los incas no tuvieron escritura.
Gail Silverman, estudiosa del tejido andino, cree que los tocapus eran un tipo de
escritura. En sus estudios en la comunidad de Qero en Cusco ha estudiado los tocapus y los
ha tratado de relacionar con los textiles que se hacen allí actualmente.
Según Silverman: “Los motivos textiles funcionan como una escritura pictográfica o
ideográfica. Con una tipología de los motivos basados sobre la técnica de tejer y sus
resultantes, se relaciona la iconografía actual del Cusco con los motivos incas."
En los últimos años se ha publicado un estudio bastante polémico realizado por Laura
Laurencich, investigadora italiana, su estudio se fundamenta en una fuente del siglo XVIII.
Para ella los tocapus servirían para comunicarse con los dioses y conservar la memoria de los
relatos míticos. Sobre esto Laurencich, ha propuesto una lista de tocapus decodificados
utilizando información del documento “Rudimenta Pirua Linguae”. (Figura 10)
Aunque no se sabe a ciencia cierta sus significados, algunos investigadores creen que
la relación entre la forma geométrica de la iconografía, la lengua Quechua y su gramática, es
la metodología que promete la decodificación de los tocapus.
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CONCLUSIONES
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REFERENCIAS
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ANEXO DE FOTOS
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Foto 3. Camisa cumbi. Colección Museo San Miguel de Azapa.
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Foto 6. Fardo Inka de Camarones 9.
Foto 8. Momia Inka ataviada con Camisa con Tocapu y un tocado de plumas (Martinez, 1988).
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Foto 9. Kero incaico con tocapus.
ANEXO DE FIGURAS
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Figura 6. Dibujo de Huso (Bollinger, 1996).
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Figura 8. Vestimentas de Hombre y Mujer en la Crónica de Guamán Poma.
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Figura 10. Posible significado de algunos tocapus según Laurencich.
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