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La logicidad

Se define como el ajuste de un texto a los principios de la Lógica para


calificar de "lógico" un texto o discurso argumentativo, el mismo debe
satisfacer un conjunto de requisitos.
Mucha gente, al oír hablar de “lógica”, piensa inmediatamente en la
Lógica Formal, fundamentada en la Semántica lógica, que constituye el
lenguaje de las Matemáticas a partir de la correspondencia lenguaje-
objeto. Así, creen que no aplica a ámbitos que están fuera de esa
disciplina. La Lógica, en sentido general, es definida como el arte del
metódico y correcto pensar. La palabra “lógica” procede del griego “logos”
que, como muchas palabras griegas, tienes dos significados: razón
(inteligencia) y palabra (lenguaje); pero no ha sido por simple casualidad.
Ciertamente, tanto el griego como el hebreo y el latín —y quizá algún otro
lenguaje de la antigüedad— eran idiomas de sabiduría en los que las
palabras para nombrar algoeran elegidas o generadas en la medida en que
las mismas reflejaban lo esencial de ello, o sea, su significación. Y, en este
caso (logos), razón y palabra están íntimamente relacionados; no hay
palabra sin inteligencia ni pensamiento argumentativo sin lenguaje
activador de la inteligencia.
Requisitos de la Lógica
Cuando nos referimos a textos y su correcto sentido, o
sea, a su fiabilidad estructural, entramos en la
confluencia de dos disciplinas: la Gramática y la
Lógica. Acá no vamos a referirnos a lo gramatical, sino
sólo a la Lógica. Para que un texto sea considerado
lógicamente sustentado debe satisfacer cinco
requisitos: coherencia, congruencia, correspondencia,
pertinencia y consistencia.
La coherencia consiste en la relación armónica que
debe haber entre los elementos o partes del texto.
Esto también se denomina logicidad interna. Un símil
de la coherencia es la cohesión, la cual determina
la fidelidad de composición. De un texto incoherente
generalmente se dice: "eso no tiene ilación; es un
desorden de ideas".
La congruencia se refiere a la concordancia entre
aspectos relacionados o entre lo planteado, lo
deducido y lo concluido. Un símil de la congruencia es
la afinidad semántica, de la cual se deriva
la fidelidad de propósito o de sentido. De un texto
incoherente generalmente se dice: "eso no concuerda,
es contradictorio".
Un tercer requisito es la correspondencia, que se
refiere a la complementariedad o la coincidencia
entre lo que refiere (palabra o frase) y lo referido
(objeto) o entre causa y efecto. Un símil de la
correspondencia es la adecuación lenguaje-objeto,
de la cual deriva el equilibrio semántico. De un texto
sin correspondencia entre sus partes generalmente se
dice: "eso no guarda relación, no se corresponde una
cosa con la otra".
El cuarto requisito de la logicidad del texto es
la pertinencia, que consiste en la concordancia de lo
planteado, deducido o concluido con el propósito, el
sentido o el contexto. Un símil de la pertinencia es
la funcionalidad o aplicabilidad. De algo no
pertinente, generalmente, se dice: "eso no aplica".
Y un quinto requisito lógico de un texto es
la consistencia, que se refiere a la solidez del texto
derivada de su estabilidad estructural, que lo hace
fiable. Dos símiles de la consistencia son la firmeza y
la fortaleza. De un texto sin consistencia,
generalmente, se dice: "eso luce frágil,
débil". Realmente, la consistencia, más que un
requisito es la síntesis de los requisitos anteriores.
Estructura lógica del texto
Para concluir, ahora en palabras más de sentido
gramatical, diremos que un texto se
considera lógicamente estructurado cuando reúna las
siguientes cualidades:
1. Cohesión o fidelidad de composición;
2. Afinidad semántica de contenido con sentido y
propósito;
3. Adecuación lenguaje-objeto;
4. Funcionalidad o aplicabilidad; y
5. Solidez o firmeza estructural

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