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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


DIRECCIÓN DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO PENAL

CRIMINOLOGÍA:

LA POLÍTICA CRIMINAL

Autores:
Abg. Calles, Mariana. C.I: V-13.858.503
Abg. Casas, Yusmar C.I: V-14.626.238
Abg. Duque, Felix C.I: V-10.775.215
Abg. González, Alexis CI: V-19.920.430
Abg. González, Kelis C.I: V-17.990.709
Abg. Mendoza, Silvia. C.I:V- 5.679.162
Abg. Páez, Juzoil. C.I: V-15.088.879
Abg. Pinto, Miroslava C.I: V-19.479.949
Abg. Rivero, Dirson C.I: V-19.481.723
Abg. Segovia, Reinaldo C.I: V-12.033.611

Campus Bárbula, Junio 2016


FUNDAMENTO TEORICO DE LA POLITICA CRIMINAL

Desarrollo Histórico De La Política Criminal

Antecedentes Históricos

En la doctrina no existe un acuerdo unánime en relación a quien utilizó por


primera vez el término política criminal. Un amplio sector de la doctrina atribuyen a
Feuerbach la génesis del término, ya que este en 1801 expreso que la Kriminal
politik, a su entender era la sabiduría legisladora del Estado. Iniciando de esta
manera un estudio científico de políticas estatales para disminuir la criminalidad.
Otro sector de la doctrina atribuyen el término a Von Liszt quien en su famoso
Programa de Marburgo (1888) 1, manifestó: “apelemos a una ciencia nueva, que
puede ser llamada Política Criminal-, la cual investigue de un modo científico las
causas delos delitos(aprovechando los ricos materiales y los excelentes medios de
conocer que proporcionan hoy la Antropología y la Estadística), observe los
efectos de la pena(para comprobar si esta consigue realizar de hecho sus fines) y
emprenda una lucha activa contra el crimen, valiéndose de armas adecuadas al
objeto perseguido; armas que pueden consistir, tanto en las penas útiles, como en
otros medios afines con ellas(las medidas de seguridad)”.

Debido a este programa tomo el nombre la escuela sociológica alemana o


escuela de Marburgo, que analizaremos más adelante. Una minoría de autores
como Langle 2 y Saldaña, opinan que quien utilizó por primera vez el término
Política Criminal fue Kleinsrod, quien en el Prólogo de la Adiciones al Tratado de
Von Liszt (1793) quien dispuso en ese libro el termino Política del Derecho
Criminal (Polítik des Criminalrechts), como se definió inicialmente y que
posteriormente evoluciono y llego a ser la Kriminalpolitik. Creemos que el término
Política Criminal es tan antiguo como el mismo sistema de crítica y reforma de las
leyes penales, esto sin disminuir el trabajo sintetizador que logro Von Liszt y
Feuerbach en sus respectivos trabajos, pero no es viable hablar tanto 3 de nueva
ciencia, sino más bien de nueva doctrina, esto como lo explicaremos a
continuación.
Según apunta Langle existen una larga serie de antecedentes que
atestiguan la existencia-no cohesionada-de términos o conceptos que tiene
similitudes con la concepción moderna de Política Criminal, así tenemos que
Tomas de Aquino en su libro Summa contra los gentiles, aboga por principios
sobre el fin y el papel de la represión en el combate a la criminalidad. Autores
germanos de mitad del s. XVI y XVII, atestiguan la existencia de una ciencia que
tiene por objeto la crítica al derecho vigente y cómo éste debe ser reformado,
llamándola gesetgebungkunde (ciencia de la legislación).

Cesar Beccaria en su Tratado de los delitos y las penas, abogó por otorgar
un sentido racional al derecho penal, convirtiéndose con ello en el crítico
masaudaz de la legislación penal y en propuestas para su reforma, elementos que
forman parte de la Política Criminal. En este mismo orden de ideas, otro clásico
como Filangieri habla de las ciencias de la legislazione (ciencia de la legislación).
Finalmente Ferri ya conocía estos antecedentes y hablo en del arte de formular
prácticamente en las leyes las reglas abstractas de la teoría criminal.

Estos antecedentes fueron necesarios para que en 1801 Feuerbach hablara


de la sabiduría legisladora del estado, pero no se puede atribuir más que a Von
Liszt la génesis de la doctrina de la Política Criminal, ya que este autor comienza a
condensar todo ese conocimiento de la décadas pasadas e inicia el estudio
científico del conjunto sistemático de principios garantizados por la investigación
científica de las causas del delito y de la eficacia de la pena, según los cuales
dirige el Estado la lucha contra el crimen por medio de la pena y de sus formas de
ejecución, que a la postre seria la Política Criminal.

Evolución Histórica

No es propósito del presente apartado estudiar detalladamente los sucesos socio-


jurídicos que dieron origen a cada una de las llamadas escuelas penales, ni
tampoco presentar y analizar todos sus postulados, así como las críticas a los
mismos, sino más bien plantear de forma general sus ideas y de ellas deducir
dado que no muchos de ellos disertan acerca de la Política Criminal-como fue
concebido el combate a la criminalidad desde el punto de vista estatal.

Definición De Política.

En el capítulo III Política Criminal Y Seguridad Publica Del Libro De Política


Criminal de Zaffaroni lo define: En su concepción más común la palabra política
denota desconfianza y escepticismo, lo que provoca un significado contrario a su
esencia, ya que se le relaciona con una actividad demagógica principalmente
desarrollada por los políticos que buscan un punto medio de la manipulación. Pero
¿Qué es en realidad la política? La política de forma genérica hace referencia a “la
traza o arte para conducir y resolver un asunto o se emplea los medios para
alcanzar un fin determinado”.

A partir de esta definición podemos entenderte que la política se refiere a


cualquier actividad en caminada a lograr un fin, ya sea resolviendo un conflicto u
obteniendo el resultado desea, por lo que algunos autores como Adrian Leftwich,
establece que la política se encuentra en toda actividad social colectiva formal o
informal, pública o privada, pues esta abarca toda y cada una de las actividades
humanas de cooperación y conflictos dentro de las sociedades. Un ejemplo:
Conflicto dentro de las sociedades. Un ejemplo: En las colas para abordar el
autobús, Gente que se une por primera vez en un campamento, entre los
residente de un conjunto de vivienda, hasta las realizada por un gobierno
moderno.

POLÍTICA CRIMINAL

En El Capítulo III Política Criminal Y Seguridad Publica Del Libro De Política


Criminal de Zaffaroni lo define: La expresión política criminal como lo menciona
Zaffaroni no es específica, ya que su origen lo atribuye a diversos autores
doctrinarios alemanes. Sin embargo algunos autores como Lozano Tovar
determinan que fue Beccaria el primero en visualizar la policita criminal en su
tratado de delitos y penas en su capítulo referente a cómo evitar los delitos.
La política criminal como parte de la política general y social de Estado, ha
sido considerada desde los diferentes punto de vista conforme al alcance de su
contenido, por lo que algunos autores la definen como un Arte por considerarla
una rama de la política general y manifestación de poder y otros como una ciencia
por tratarse de una disciplina de observación, de un conjunto de conocimientos, o
bien “una rama del saber y sector del conocimiento cuyo objeto es el fenómeno
criminal y la legislación que lo contempla”, sobre esta última precisión autores
como Díaz Aranda determina que la política criminal es una ciencia independiente
cuyo objeto es el funcionamiento de la norma penal, con el fin de realizar
propuestas de reforma al derecho penal.

Otros autores como Moisés Moreno, quienes adoptan una posición


diferente respecto de la política criminal, la define desde dos punto de vista; a) la
política que el Estado adopta para cumplir su función en materia criminal y tiene
como objetivo primordial la lucha contra el delito para lograr la vida ordenada en
comunidad; lo realiza previniéndolo y/o reprimiéndolo a través de una series de
medidas o estrategias que, por ello, son considerada políticos criminales; b) un
conjunto de conocimiento en torno a ese grupo de medidas y estrategias, acciones
o decisiones que el Estado adopta para enfrentar el problema de la delincuencia.
Ambas atienden a conceptos diferentes que indican un alcance desigual pero con
un fin común en el combate a la delincuencia.

En cambio para Zaffaroni la política criminal es indistintamente una ciencia


o un arte de seleccionar los bienes jurídicos que deben tutelarse y cada uno de los
métodos necesarios para dicha tutela lo que implica el sometimiento a critica de
las valoraciones ya echas y de los métodos ya elegidos.

Independientemente de cómo se considere la política criminal, ya sea como


una ciencia, un arte o un sector del conocimiento, o bien como ciencia y arte a la
vez, la política criminal siempre va a contemplarse desde dos perspectivas
diferente: 1) como la política desarrollada por el Estado referente a las medidas,
estrategias y acciones encargada en la prevención y represión del fenómeno
criminal, 2) al conjunto de conocimiento respecto de dichas medidas, estrategias y
acciones implementadas por el Estado.

De esta forma, el objeto de la política criminal cuyo estudio es diferente al


que realiza la criminología, pues mientras que el primero se enfoca de cómo
reducir el delito el segundo de encausa del porqué de este. La criminología a porte
a la a la política criminal los factores que causan las conductas antisociales,
proporcionándoles elementos suficientes para combatir dicha conducta. En
consecuencia, se puede decir que el objeto de la política criminal también se
integra por el funcionamiento de la legislación penal y cada una de las
instituciones encargada de la prevención y erradicación del fenómeno criminal,
pues la legislación penal no es la única manera de prevenir el delito, por lo que el
fin último de la política criminal es reducir los índice de delincuencia hasta niveles
tolérales, procurando así seguridad pública.

LA PREVENCIÓN DEL DELITO.

Existen una serias de clasificación entre en las que se destacan las


siguientes:

I) En función de los niveles de intervención :


a) Prevención Primaria: Es aquella que busca evitar que los factores de riesgo
interactúe, para ello el Estado y la Sociedad deben potenciar a todos sus
recursos. De tal forma la Prevención Primaria no es otra cosa que una
Política Social bien orientada que busca mejorar la calidad de vida de la
sociedad.
b) Prevención Secundaria: Es la que se ejerce sobre persona de las que se
puede afirmar la posibilidad o la probabilidad de cometer delitos o de
adoptar un género de vida que puedan ser especialmente peligroso, tales
como los estudiantes o los adolescentes residentes en barrios
desfavorecidos (en situación de pre delincuencia) también a ex
delincuentes para evitar que puedan reincidir en la perpetuación de hechos
delictivos.
c) Prevención Terciaria: Es la que se propone evitar que personas que ya han
delinquido o incurrido en actividades especialmente peligrosas, persistan en
su conductas nocivas. Se refiere principalmente a reinsertar a los
delincuentes a la sociedad.
II) La clasificación más clásica:

Y que prevalece en prevención, es el resultado a la teoría de la pena, también


conocida como teoría de la prevención, cuyo fin no se presenta solo como
retribución del delito, sino proyecta socialmente un efecto preventivo de nuevos
delitos, bien por parte del propio delincuente, bien por parte de la sociedad en
su conjunto.

a) Prevención General: Conforme a las diferentes teorías de la pena se divide


en negativa y positiva, proponiendo como factor fundamental que dicha
prevención se proyecta hacia la colectividad.

a.1) La prevención General Negativa: Hace referencia a un factor intimidante


hacia un conjunto de ciudadano, es decir, busca a través de la amenaza de ser
sancionado que el ciudadano se abstenga de realizar ciertas conductas
antisociales, evitando así futuros delitos en la sociedad.

a.2) La prevención General Positiva: Se refiere al reconocimiento de la vigencia


de la norma, pues cuando un delito es sancionado tiene como consecuencia
que se reafirme la validez de ésta.

b) Prevención Especial: De igual forma que a general, la prevención especial


puede ser prevención negativa o positiva, va dirigida al propio delincuente.

b.1) La prevención Especial Negativa: Se refiere a la prevención de nuevos


delitos, específicamente a la reincidencia; es decir, el aplicar una sanción a un
individuo trae como consecuencia que ese mismo individuo no vuelva a
cometer más delito.

b.2) La prevención Especial Positiva: Tiene como fin la resocialización del


delincuente, siendo una consecuencia natural de la misma pena. La norma
violada, no es propiamente un fin de la pena sino “una consecuencia
inmediata”.

III) Moisés Moreno clasifica:

a.) Prevención a través de medidas no penal: Son aquellas de carácter


educativo, culturales, sociales, sanitarios, económicos, laborales y políticos que
corresponde a desarrollar a dependencias como la Secretaria de Educación,
Secretaria Económica, Secretaria de Salud, Secretaria de Desarrollo Social y
Secretaria de Trabajo y Prevención Social, así como la participación
ciudadana, que sin duda debe formar parte de una política criminal integral.
Este tipo de prevención también es conocida como prevención primaria.

b) Prevención a través de las medidas penales: Como ya se había mencionado


en párrafos precedentes, este tipo de prevención esta integrados por el
Sistema de Justicia Penal, y en consecuencia por cada uno de su subsistema:
El Ejecutivo, El Legislativo y el Judicial. Este tipo de prevención admite que,
tanto la legislación penal como los demás ámbito del sistema penal no solo
tenga una función retributiva o represiva, sino también preventiva. Por ejemplo,
en el ámbito judicial así como el de procuración de justicia, hay prevención
general respecto de la actuación de las instituciones que lo conforma; es decir,
al no existir rezago ni lentitud. De igual forma podemos situar dentro de esta
calcificación a la prevención especial, tanto como negativa como positiva, en el
ámbito de la ejecución de las penas y medidas de seguridad.

IV) Otros autores la clasifican en cuanto al ámbito Espacial de su


Proyección, en Internacional, Nacional y Regional:

a) Prevención Internacional: Tiene sus base en los acuerdos concertados


entre varios países que busca contra restar la proliferación de conductas
delictivas que les afectan en común, por ejemplo el Tráfico de Droga o la
Legitimación de Capitales.
b) Prevención Regional: Tiene las misma características que la anterior, solo
que circunscrita dentro de los límites de una determinada Región Nacional.
LA SEGURIDAD PÚBLICA QUE ATIENDE Y COMBATE EL FENÓMENO
SOCIAL DE LA DELINCUENCIA EN ARAR DE SALVAGUARDAR LA
INTEGRIDAD Y DERECHOS DE LAS PERSONAS Y ASÍ COMO PRESERVAR
EL ORDEN Y LA PAZ SOCIAL.

La política general se subdivide en tres políticas fundamentales, entre ellas


la política de seguridad integral, la cual cuenta con un Campo de acción lo
bastante extenso que le permite dividirse en diferente política ( política criminal)
respecto de los tipos de seguridad que las compones, por lo que hablar de
seguridad, es hablar de la máxima expresión de un Estado, es hablar de la razón
de ser de éste del porqué de su existencia y autoridad puesto de que Estado nace
para la seguridad de los individuos, es decir, para garantizar la paz y orden
públicos a través de la legalidad y respeto a los Derechos Humanos.

García Ramírez considera que existe seguridad cuando no hay amenaza,


que dañen el sustrato social, produzca o pongan en peligro los bienes de cada uno
de los integrantes de la sociedad y al mismo tiempo se tenga las condiciones
necesarias para procurar el desarrollo de la propia existencia. De tal forma el
Estado, independientemente de la corriente contractualita o de las ideologías de
poder, tiene como objetivo fundamental otorgar seguridad a sus gobernados, lo
cual realiza a través de una política de seguridad integral que se espera cumpla
con la expectativas para la que fue diseñada.

La política de seguridad integral se sub divide en los siguientes tipos de


seguridad: Jurídica, Nacional, Interior, Pública y Civil; Etimológicamente la palabra
seguridad proviene del Latín Securitas, que a su vez se deriva del adjetivo
Securus que significa libre y excepto de todo daño o riesgo indubitable así como
cualquier método utilizado para proteger los datos almacenado en los dispositivos
de almacenamiento externo contra el acceso a ellos de personas no autorizadas.
A demás lugar o sitio libre de todo peligro.
La seguridad se manifiesta como elementos esencial de la propia
naturaleza del hombre, es decir, nace con la necesidad de certeza en la
realización de sus fines, pues hombre requiere de mayor seguridad en el momento
de ejercer su libertad, valorando así el orden social que le permite condiciones
para su desarrollo individual. Por lo que la seguridad se visualiza como el derecho
inalienable del hombre y parte de los Derechos Humanos, por ser facultades que
emana del propio ser humano, los cuales posee por el hecho de serlo y deben ser
garantizados por el propio Estado.

Con respecto al Término Público, lo encontramos como “conocido, notorio,


divulgado, notados de todos, común, ordinario, oficial, legal, concerniente a lo
relativo de todo pueblo, asistencia, así como visto y sabido por todos”, También se
entiende por publico lo contrario a privado y lo relacionado con el Estado.

El vocablo completo de seguridad pública contiene dos accesiones, una


subjetiva que hace referencia al sentimiento de una persona respecto de estar
libre de peligro, a la sensación de confianza que se tiene respeto de los órganos
encargados de su protección. En cambio en su sentido Objetivo hace alusión a la
“ausencia real de peligro” en un determinado lugar o grupo de persona.

Entonces; en primera instancia de seguridad publica deberemos entender la


protección del Estado debe general a través de los mecanismo de control penal y
del mantenimiento de la paz pública de que ha sido dotado, mediante acciones de
prevención y represión de ciertos delitos y faltas administrativas que vulnera la
seguridad, particularmente realizará esta función a través de los sistemas de
procuración e impartición de justicia y de los sistemas policiales con los que
cuente.

Otros autores determina que la seguridad publica “es el conjunto de


actividades, programas, medios y técnicas establecida por el Estado, cuyo fin
directo e inmediato es el encaminar la diligenciarían valorativa y evolutiva de estos
programas que representan la regulación, la prevención y el control del delito”.
Dichas acciones son llevadas a cabo por el Estado y principalmente a través del
control penal.

Fines De La Seguridad Publica: Conforme a la Ley General que establece las


bases de coordinación del sistema nacional de seguridad publica salvaguardar la
integridad y derechos de las personas, preservar las libertades el orden y la paz
pública, a partir de la reforma constitucional al artículo 21 se establece como fines
de estas, la prevención y persecución de delitos, la imposición de sanciones
administrativas y la reinserción social del delincuente y del menor infractor. En
resumen la seguridad publica busca en congruencia con estos fines la convivencia
social, mediante relaciones pacíficas basada en un orden jurídico.

Ámbito De La Seguridad Publica: De acuerdo a una concepción amplia de la


seguridad pública y en concordancia con el artículo 21 constitucional, las
instituciones encargada al desarrollo de las acciones y políticas que tienden a
garantizar el orden y la paz publica en la sociedad, guardan relación directa con
cada uno de los niveles de gobiernos: Distrito Federal, Los Estados y los
Municipios.

La seguridad publica abarca todo el sistema de justicia panel (procuración y


administración de justicia) y ejecución de penas, además de la policía de
seguridad pública o preventiva; es decir, se concibe como una política de Estado a
cargo de Jueces Administrativos, Policía Municipales, Estatales, Policía Judiciales,
Ministerio Públicos, Jueces y Magistrados entre otros.

TESIS DE CLAUS ROXIN:

PRIMERA TESIS: las penas no son de ninguna manera un medio adecuado


para luchar contra la criminalidad.

Esto puede parecer muy sorprendente; pero ello parece evidente cuando se
observa que la criminalidad se incrementa a pesar de todas las penas anteriores y
que la cuota de reincidencia es muy alta.

Parece que la relativa ineficacia de la pena se sustenta en lo siguiente:


En todas las sociedades existirá siempre una cierta medida de delincuencia; así
como las enfermedades y las malformaciones son inevitables, en todos los
tiempos existirán hombres cuya deficiencia intelectual o estructuras de carácter
psicopático hacen imposible su integración social y por eso terminarán
delinquiendo. Esto no se podrá evitar jamás.

Una cantidad adicional y considerable de hechos punibles resulta de situaciones


para las cuales hombres con una vida normal y dentro de la legalidad no están
preparados ni mental ni emocionalmente; en dichas situaciones el sujeto
encuentra en el delito la única salida. Una gran parte de los delitos violentos tiene
asidero en relaciones conflictivas en estrechos núcleos sociales. El homicidio por
celos o por un amor despreciado; crímenes violentos producto de insoportables
relaciones de pareja o entre padres e hijos acaecen en todos los tiempos. Pero
también en la vida económica muchos delitos no son producto, en principio, de
una autodeterminación criminal del autor; de ahí que cuando hombres
aparentemente respetables tienen alguna crisis existencial, pierden la cabeza e
intentan salvarse a través de la comisión del delito. En extremas situaciones,
caracterizadas por fuertes afectos o gran miedo, las normas pierden su fuerza de
motivación.

Una tercera y vasta fuente de delincuentes proviene de relaciones familiares


desavenidas. Cuando las relaciones son violentas entre los padres y entre éstos y
los hijos, no se les proporciona amor, carecen de seguridad emocional y les falta
una educación razonable; de esos niños, quienes bajo otras circunstancias
podrían haber sido hombres buenos, resultan criminales; no siempre sucede, pero
sí a menudo. Cuando tales seres humanos son estigmatizados a través de los
delitos, el derecho penal llega muy tarde, pues apenas es posible que
encarcelando a ese hombre, se llegue a corregir su estropeada socialización

En cuarto lugar, la miseria económica conduce finalmente a grupos marginados de


población a la comisión de delitos contra la propiedad y patrimoniales, los cuales
ponen en peligro la seguridad pública. "La necesidad no conoce mandamiento",
dice un proverbio alemán, quien no tiene nada que perder, no le puede disuadir
tampoco la amenaza penal.

El combate contra la criminalidad organizada (si por ésta se entiende tráfico de


drogas o de seres humanos, exportación de armamento prohibido, manipulación
de impuestos u otros tipos de corrupción) es difícil ganarlo a través de la sanción
individual del autor; porque la organización fundamental permanece y a menudo
se sustrae de la acción persecutoria de la autoridad penal a través de su base de
operaciones internacional y su irreconocible estructura.

Roxin aclara para que no haya malentendidos: por supuesto que todos los delitos,
por diferentes que puedan ser sus causas de origen, deben ser penalmente
perseguidos, sancionados o cuando menos desaprobarse por el Estado; ello es
una exigencia de la paz jurídica. Si ello no ocurriera, también recurrirían a
semejantes métodos los ciudadanos leales a la ley con el fin de no quedar como
únicas víctimas dañadas. Por consiguiente, el derecho penal evita la anarquía y,
por tanto, es indispensable. Pero se espera demasiado cuando se supone que a
través de penas duras se reducirá sustancialmente la criminalidad existente.

SEGUNDA TESIS: las penas privativas de libertad son además un medio


particularmente problemático en la lucha contra la criminalidad.

La pena privativa de libertad fue una vez un gran progreso en el camino hacia la
humanización del derecho penal, porque con ella se relevaron los crueles castigos
corporales de tiempos pasados. Hoy, antes de exigir el incremento de las penas
privativas de libertad y más cárceles, se debe tener a la vista sus inconvenientes.
Tales como:

Primero, es apenas posible educar a alguien hacia una vida responsable en


sociedad, mientras se le aparte de ella y se le ofrezcan condiciones de vida tan
radicalmente distintas a las de la vida en libertad. El preso no asume ninguna
responsabilidad y su vida es regulada hasta el mínimo detalle por la institución de
rehabilitación. ¿Cómo se le puede habilitar de este modo, con la exigencia de una
vida independiente posterior mejor a la llevada hasta la fecha en su relación con el
prójimo?

Segundo, la pena privativa de libertad tiene realmente un efecto múltiple


disocializador, ya que durante su aplicación el delincuente es sustraído de su
vínculo familiar y de su relación laboral y de este modo se detiene el curso normal
de su vida. Cuando se quebranta el matrimonio o la relación de pareja se ve
afectada por el efecto social discriminador de la detención o simplemente por la
separación personal y el preso pierde su trabajo, el autor vuelve a la libertad sin
vínculos ni medios y generalmente no vuelve a ser aceptado por nadie. De este
modo, él puede quedar definitivamente marginado de la sociedad y ser más
peligroso criminalmente que antes de cumplir la pena.

Tercero, se debe hacer el cálculo del efecto de infección criminal que puede tener
la pena privativa de libertad. El autor, que ha perdido sus anteriores relaciones, se
asocia en la penitenciaría con quienes llevan la batuta y ellos lo dirigen
directamente hacia el camino de la criminalidad. No son pocos los delitos
perpetrados por personas que se conocieron en el centro penitenciario y que
posteriormente operaron conjuntamente. Así, la pena privativa de la libertad puede
envolver definitivamente a un delincuente relativamente inofensivo en el ambiente
criminal.

La cuarta y última es para considerar que la pena privativa de la libertad, cuando


se ejecuta en circunstancias inferiores a las humanas, es muy cara; porque el
funcionamiento del establecimiento, el personal, la vigilancia y el cuidado del
interno exigen grandes erogaciones y los costos de las condenas se recaudan en
casos excepcionales. Esto no sólo es un perjuicio para el fisco, también conduce a
que a menudo no queda más dinero para las medidas de resocialización; de modo
que ya por eso el único fin razonable, el cual se podrá alcanzar con la pena
privativa de libertad en condiciones inferiores a las propicias, se perderá
necesariamente. Para que aquí tampoco haya malentendidos, Roxin señala que
no abogo por la abolición de la pena privativa de libertad. Ella es inevitable para
los delitos capitales y siempre para los autores que reinciden una y otra vez. Pero
no se debe trabajar para lograr su incremento sino para conseguir una reducción
de las penas privativas de libertad. Con ello se disminuirán sus efectos nocivos y
será un medio restrictivo de libertad que pueda combinarse con intensivas terapias
sociales para los infractores que deben cumplir largas condenas.

TERCERA TESIS: la prevención es más efectiva que la pena:

Debido a la restringida eficacia de la pena y, también, a su nocividad, se debe


dedicar mayor atención a la prevención del delito a través de medios de política
social, policiacos, legislativos y técnicos. Así, por ejemplo, en el marco de su
primera tesis referida, las grandes fuentes criminales, producto de una completa
ausencia de socialización familiar y de las necesidades materiales de los estratos
más pobres, se pueden reducir sustancialmente mediante una buena política
social. El Estado debe lograr establecer una ayuda social, la cual se ocupe de las
"familias-problema" y procure proteger a los niños abandonados de su caída en la
criminalidad. Además, el Estado debe tener una legislación social que también
resguarde a los más pobres contra el hambre.

A estas conocidas exigencias se objeta con frecuencia que hace falta dinero para
tales medidas. Sin embargo, la política social estatal deja mucho que desear en la
mayoría de los países en los que el abismo entre pobres y ricos es muy grande;
allí con medios políticos, por ejemplo a través de una eficiente legislación de
impuestos, se puede dar al Estado la posibilidad de construir un sistema de
seguridad social. Se puede convencer a los estratos acaudalados del pueblo de la
necesidad de contribuciones para aliviar la miseria social, mientras se les aclara
que ello significa ganar en la seguridad social, un gran incremento de la calidad de
vida y el ahorro de las costosas medidas de seguridad personal.

En Alemania, a pesar del alto desempleo, se ha conseguido crear una "red" social,
que reduce las causas expuestas sobre el surgimiento de la criminalidad. En
verdad nuestra criminalidad es todavía alta; no obstante, también socialmente
soportable.

Nadie necesita inquietarse por su seguridad en una situación normal de vida.


Aunados a los medios de política social ya expuestos, la mejor estrategia para la
batalla preventiva del delito radica en un buen control policial. En contra de la
suposición del legislador, la dureza de la amenaza penal casi no tiene efecto de
intimidación; porque la regla es que el autor en realidad sólo perpetra su acto
cuando piensa que no será detenido. Entonces la amenaza penal puede ser
indiferente para él. Pero cuando el riesgo de ser descubierto se eleva, el potencial
delincuente abandona el delito en su propio interés. Por consiguiente, el dinero
que se invierte en la construcción de nuevas prisiones mejor se debería gastar en
promover la eficiencia de la policía, técnicamente bien preparada y apoyada en
confiables medios computacionales de investigación. Pero sobre todo, Roxin es
partidario de la concepción que surgió en Norteamérica y poco a poco gano más
partidarios en Alemania, que indica que la policía hace falta en la calle y no en las
oficinas públicas. El atraco a personas en plena calle y la destrucción de
instituciones públicas por puro vandalismo se evita mediante una suficiente
presencia policial. También la vigilancia por video de zonas peligrosas lo considera
como un medio adecuada de prevención del delito.

Se puede objetar que vigilar mucho produce un efecto intimidatorio y


especialmente es un medio preferido en las dictaduras. Pero esta es una forma de
reflexión indiferenciada. Pues no se trata de un medio como el de las dictaduras
empleado para la vigilancia política sino para control criminal. Asimismo, la función
de la policía no debe limitarse al control sino a prestar al mismo tiempo servicios
sociales; por ejemplo, escoltar en el tráfico a personas mayores y achacosas,
ocuparse de accidentados y de los indigentes en las calles; aclarar a los
forasteros, por ejemplo los turistas, el camino o las tarifas de los medios de
transporte y así sucesivamente. Por consiguiente, la policía debería ser un medio
de servicio que ofrezca al pueblo protección y ayuda.

En este punto no ve trastocada la libertad de los ciudadanos; ello sólo ocurre


cuando el Estado para vigilar pasa a la esfera privada e íntima.

En su vida pública, el hombre no necesita de la clandestinidad sino de la


seguridad y la protección.
En la llamada estrategia global de prevención se encuentran las medidas
preventivas del delito. En este punto en primera línea está la regulación jurídica.

CUARTA TESIS: el sistema de reacción penal se debe ampliar y, sobre todo,


complementarlo con sanciones penales similares de carácter social
constructivo:

Para una prevención mejor serán necesarias también las penas tanto después
como antes; Las multas tienen la ventaja de que evitan las anunciadas
desventajas de las penas privativas de libertad. Pero con frecuencia es evidente
que tampoco la multa es un medio de sanción idóneo. El pobre no puede pagarla y
es injusto tenerlo por esta causa en el establecimiento penitenciario mientras que
quien es solvente se puede librar de ir a prisión. También alguien puede evitar la
multa al dejar que terceros la paguen, en casos de criminalidad económica esto no
es absolutamente ningún problema teórico. Finalmente, para algunos grupos de
delincuentes no está rechazado el peligro de que el sujeto pueda conseguir los
medios para pagar la multa a través de la comisión de nuevos delitos.

Por tanto, la multa no es la panacea, de modo que tenemos todos los motivos para
reflexionar sobre la utilidad de otras sanciones penales. La primera es el arresto
domiciliario asegurado electrónicamente, que fue implantado por primera vez en
Norteamérica, y ya se práctica en algunos países; el arresto tiene como ventaja
que se puede ejecutar en el tiempo libre y lleva consigo una sensible restricción de
la libre organización de la vida; pero el sujeto no es sustraído de su trabajo ni de
su familia y también evita las otras desventajas de la pena privativa de la libertad.

Por supuesto que semejante pena no es apropiada para todo el mundo, pero
todas las sanciones penales son objetables y precisamente por eso es preciso
hacer una diferenciación atendiendo a cada caso en particular.

Roxin consideró necesario la ampliación de sanciones penales similares, las


cuales presupongan una libre participación del infractor y precisamente por eso
actúen como particulares medidas sociales constructivas. Se mencionaran cuatro
en forma breve:
Primero. Para infractores que siempre reinciden y acusan considerables trastornos
de la personalidad (esto vale también para algunos delincuentes sexuales),
debería ponerse a su disposición el ofrecimiento de una terapia. Esto sólo es
razonable cuando el infractor está dispuesto para trabajar enérgicamente en sí
mismo, pues si éste es el caso, se pueden conseguir buenos resultados.

Segundo. A los autores de delitos leves y medianamente graves se les debería


ofrecer la posibilidad de sustituir la multa o la pena privativa de libertad, hasta
determinado nivel, por trabajos de utilidad pública (servicios comunitarios). Esto
sólo puede ser exitoso a partir de una base voluntaria; pero tiene la ventaja de que
el trabajo se puede realizar en el tiempo libre y conseguir algo provechoso, cuyo
sentido también parece evidente para el infractor. Se puede tratar además de
trabajo corporal (en el servicio estatal, en instalaciones públicas y aún en la
recolección de basura), pero también intelectual según la calificación del
interesado (en bibliotecas, en computadoras y así sucesivamente). También se
deben establecer las actividades de utilidad pública, de preferencia en tiempos en
los cuales las fuerzas laborales remuneradas no trabajen habitualmente, como
sucede el domingo, los días festivos o en las horas de la madrugada y así
sucesivamente.

Tercero. Ve una gran función social del derecho penal al incluir a la víctima para
su mayor protección. En muchos casos, los ordenamientos jurídicos que dejan al
derecho civil la indemnización de la víctima la dañan adicionalmente a través de la
sanción penal, pues frecuentemente la pena privativa de libertad y la multa
desalientan al autor al pago de la indemnización a la víctima. Quien se encuentra
en la penitenciaría no puede ganar dinero y regularmente está sin recursos, de ahí
que quien ha debido pagar mucho dinero al Estado normalmente no le ha sobrado
nada más para la víctima.

Esta precaria situación sólo puede cambiar si se le atribuye a la pena un


sustancial significado; ello puede consistir en la reparación voluntaria,
normalmente en dinero, pero también en fuerza de trabajo. Además debería estar
acompañada de la posibilidad de reconciliación entre el autor y la víctima. Una
compensación del autor a la víctima, que satisfaga a esta última o una reparación
que imponga, al autor "considerables servicios personales o renuncias
personales", puede restablecer considerablemente, para delitos leves, la paz
jurídica, de modo que se puede prescindir de la pena. Para delitos graves se
debería conceder una suspensión condicional de la pena o cuando menos su
atenuación sustancial. Órganos de composición especiales, pueden proporcionar
una importante ayuda en la producción de un acuerdo entre el autor y la víctima.

Cuarto. Se pueden eliminar casos leves cuyo hecho delictivo sólo causa
perturbaciones sociales; así, es posible sobreseer el procedimiento penal y en su
lugar imponer determinados servicios (quizá en la cruz roja u otras instituciones
sociales). Esto ahorra al autor la discriminación social que supone la condena;
pero al mismo tiempo le pone claro que el Estado no puede tolerar su conducta.
Ello se puede enlazar con la obligación de reparación y con los trabajos de utilidad
pública. De esta forma se puede proceder a la combinación de diferentes
posibilidades de reacción similares a la penal. Por ello se infiere que un amplio
catálogo de sanciones es más eficaz en la lucha contra la delincuencia en
comparación con el endurecimiento de las penas.

POLÍTICA CRIMINAL DEL ESTADO VENEZOLANO PARA PREVENIR EL


DELITO

Resolución Nº 637, mediante la cual se crea la Dirección de Política


Criminal, adscrita al Despacho de la o del Fiscal General de la República.

(Gaceta Oficial Nº 40.892 del 28 de abril de 2016)

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO PÚBLICO Despacho


de la Fiscal General de la República Caracas, 27 de abril de 2016 Años 206º y
157º RESOLUCIÓN Nº 637 LUISA ORTEGA DÍAZ Fiscal General de la República:

En ejercicio de las atribuciones conferidas en el encabezamiento del artículo 284


de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en el artículo 25
numerales 1 y 4 de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
CONSIDERANDO:

Que para mejorar el desempeño de las funciones del Ministerio Público, se deben
evaluar las competencias de cada una de las Direcciones, reflejadas en el
organigrama estructural del Despacho de la Fiscal General de la República;

CONSIDERANDO:

Que resulta conveniente seguir adecuando la estructura organizativa del Ministerio


Público, conforme a lo programado en el Plan Estratégico 2015-2021, a la nueva
filosofía institucional y a las exigencias encomendadas en el ordenamiento jurídico
venezolano;

CONSIDERANDO:

Que en perfecta sintonía con los tiempos históricos que vive el país, se hace
necesario, asumir el compromiso que se le atribuye constitucional y legalmente al
Ministerio Público, el cual no solamente comporta el ejercicio de la acción penal,
sino que abarca una dimensión mucho más amplia, fundamentada en estudios
científicos y datos estadísticos, que le permitan intervenir activamente en el diseño
de una política criminal que garantice que los postulados constitucionales se
trasladen fielmente en una visión humanista de la prevención del delito y en la
actuación de las instituciones que conforman el sistema penal en la solución de las
causas sometidas a su conocimiento.

RESUELVE:

PRIMERO: Crear la “Dirección de Política Criminal”, adscrita al Despacho de la o


del Fiscal General de la República. Dicha Dirección tendrá como objetivo general
optimizar la gestión del Ministerio Público a través de la creación de programas,
planes y proyectos, mediante la aplicación de estudios científicos y la recopilación
e interpretación de datos estadísticos, que sirvan para conocer la realidad del país,
con la finalidad de promover y ejecutar una política criminal humanista y eficiente
que contribuya a la reducción significativa de los índices de criminalidad y al
mejoramiento de la actuación de las instituciones que conforman el sistema penal
en Venezuela.

SEGUNDO: La “Dirección de Política Criminal”, tendrá las siguientes funciones:

1.- Realizar seguimiento y control a los análisis y estudios efectuados por sus
dependencias adscritas, a los datos estadísticos aportados por las Fiscalías
Municipales sobre la criminalidad característica del espacio geográfico sobre el
cual actúan, para concebir y ejecutar, conjuntamente con las comunidades
organizadas, políticas públicas idóneas capaces de disminuir significativamente
los factores sociales, económicos, culturales, educativos, psicológicos e
institucionales, que fomentan dicha criminalidad.

2.- Impulsar en los sectores populares la consolidación de mecanismos


alternativos para la resolución de conflictos interpersonales e intervecinales, tales
como la Justicia de Paz Comunal, conformada por jueces populares.

3.- Promover el acercamiento entre las comunidades organizadas, la Policía


Nacional Bolivariana y las Policías Comunales recreciendo su interacción en los
programas que garanticen la prevención del delito, la paz social, la convivencia, el
ejercicio de los derechos y el cumplimiento de la ley, así como realizar aportes
teóricos que garanticen el éxito de la intervención predominantemente preventiva
de las policías sobre los factores que favorecen el delito en el área geográfica de
su competencia.

4.- Realizar seguimiento a los programas a ser ejecutados por los Consejos
Comunales y otras organizaciones populares, que permitan realizar eficazmente el
control social sobre las actuaciones de los cuerpos policiales.

5.- Impulsar los programas sugeridos de integración plena a la comunidad de


aquellos vecinos que han incurrido en conductas lesivas a los derechos de los
terceros y de atención integral a las víctimas de hechos violentos cometidos por
particulares o por representantes del Estado, para ser ejecutados por los Consejos
Comunales y otras organizaciones sociales.
6.- Impulsar los programas para ser ejecutados por los Consejos Comunales y
otras organizaciones sociales, que garanticen el éxito de las medidas cautelares
sustitutivas a la pasión preventiva y de las medidas impuestas en los casos de
suspensión condicional del proceso, acordadas por los tribunales penales del país.

7.- Evaluar, estudiar, concebir y formular proyectos de políticas sociales para ser
ejecutadas en sectores populares, capaces de satisfacer las necesidades básicas
de los seres humanos, tales como la salud, la recreación, un ambiente sano, agua
potable y todo aquello que procure para las comunidades un nivel de vida acorde
con la dignidad humana.

8.- Evaluar, estudiar, concebir y formular proyectos económicos de producción


comunitaria y ecológica para ser ejecutados en los sectores populares, capaces
de coadyuvar a la satisfacción del derecho al trabajo estable y a la vez
generadores de un nuevo sistema de valores que frente al Individualismo enarbole
el sentido de lo comunitario, de la solidaridad humana y social, de la
responsabilidad social, el respeto por el derecho ajeno y por el equilibrio ecológico,
entre otras bondades humanas.

9.- Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afecten el
cumplimiento del mandato constitucional a la celeridad procesal y a la tutela
judicial efectiva, generando políticas públicas para garantizar que el sistema penal
satisfaga el derecho de todo justiciable a ser juzgado en un tiempo razonable. 10.-
Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afecten el
derecho a ser juzgado en libertad como principio y el carácter excepcional de la
prisión preventiva, generando políticas públicas que permitan acatar, en cada caso
en particular, el mandamiento contenido en el artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.

11.- Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afectan el
cumplimiento del principio de humanidad de la prisión generando políticas que
eviten el hacinamiento de la población reclusa y les garantice el disfrute de los
derechos humanos a la vida, a la integridad física, a la alimentación, al deporte, a
la recreación, a la educación, al trabajo, a la salud, a la higiene, a la cultura, a la
comunicación, el derecho de acceso a la justicia, a la tutela judicial efectiva, el
derecho a ser juzgados en un plazo razonable, a la privacidad y a la asistencia
post-penitenciaria que facilite su reinserción social.

12.- Promover el control jurisdiccional sobre el cumplimiento de la pena de prisión


como exigencia jurídica sine qua non para velar por el cumplimiento del principio
de humanidad de la pena.

13.- Impulsar el desarrollo y consolidación de las Fórmulas Alternativas al


Cumplimiento de la Pena, generando políticas públicas que permitan dar cabal
cumplimiento al mandato contenido en el artículo 272 de la Carta Magna.

14.- Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afecten el
pleno ejercicio de la potestad constitucional atribuida al Ministerio Público para
actuar como director de la investigación penal, garantizando siempre el respeto a
los derechos y garantías constitucionales y a los tratados convenios y acuerdos
internacionales suscritos por la República, cumpliendo así con el propósito de
hacer prevalecer la verdad de los hechos y de recolectar todos los elementos de
convicción que permitan fundar la acusación fiscal y la defensa del imputado.

15.- Realizar seguimiento al acatamiento de parte de las autoridades judiciales y


del Ministerio Público, del derecho humano al debido proceso y a los demás
derechos y garantías constitucionales y procesales establecidas a favor del
imputado y de la víctima.

16.- Estudiar y analizar los procesos medulares y de apoyo que ejecutan las
instituciones que conforman el sistema penal, proponiendo las adecuaciones
necesarias para optimizar su funcionamiento, como requisito indispensable para
velar por las garantías y derechos constitucionales y legales de todas las
personas.

17.- Promover el respeto que deben los medios de comunicación social a la


presunción de inocencia, a la independencia y autonomía de la función
jurisdiccional y de la función fiscal, a la dignidad humana y al derecho a la vida, al
acatamiento de la prohibición de tratos crueles, infamantes y degradantes, a evitar
la estigmatización de personas y de amplios sectores sociales, en fin a evitar la
legitimación de la violación de los derechos humanos.

18.- Realizar seguimiento a los casos de violación de los derechos humanos, bien
de parte de las autoridades policiales o de las autoridades carcelarias, y promover
las políticas públicas necesarias para contrarrestar dicha conducta punible.

19.- Promover políticas públicas para consolidar los principios de independencia,


autonomía e idoneidad de los Jueces y Fiscales del Ministerio Público, entre ellas,
el ingreso de los mismos mediante concursos de oposición que tiendan a
atribuirles la condición de funcionarios de carrera y por ende puedan gozar de
estabilidad laboral.

20.- Analizar las investigaciones estadísticas necesarias que permitan una


percepción exacta de la realidad socio-económica, criminológica y del
funcionamiento del sistema penal de Venezuela.

21.- Proponer proyectos de reformas o de nuevas leyes, con fundamento en los


datos obtenidos de las investigaciones estadísticas, para abordar y regular en los
mejores y más adecuados términos la realidad sobre la que se quiere incidir
positivamente. 22.- Analizar estudios estadísticos comparados de los fenómenos
que influyen en la realidad socioeconómica, criminológica y del funcionamiento del
sistema penal venezolano, entre distintas épocas históricas, diferentes zonas del
país y con la realidad de otros países.

23.- Evaluar estadísticamente las modificaciones de la realidad como


consecuencia de la aplicación de políticas públicas formuladas con fundamento en
investigaciones estadísticas precedentes.

24.- Las demás competencias que le atribuya el o la Fiscal General de la


República, las leyes, reglamentos y/o resoluciones.
TERCERO: La “Dirección de Política Criminal”, para el mejor cumplimiento de sus
funciones, estará estructurada de la siguiente manera:

1.- Coordinación de Políticas Sociales y Prevención del Delito.

2.- Coordinación de Evaluación del Sistema Penal.

3.- División de Análisis de Datos Estadísticos y legislación.

CUARTO: La “Coordinación de Políticas Sociales y Prevención del Delito“, tendrá


como objetivo realizar estudios científicos y estadísticos de la realidad
socioeconómica del país, determinando las causas que generan la criminalidad, a
los fines de generar políticas tendentes a la disminución de la comisión de hechos
punibles, así como evaluar la instrumentación y evaluación de políticas en materia
de gestión social, dirigidas a las comunidades y a los servidores públicos de la
institución que permitan fortalecer el poder popular.

QUINTO: La “Coordinación de Políticas Sociales y Prevención del Delito”, tendrá


las siguientes funciones:

1.- Analizar y estudiar los datos estadísticos aportados por las Fiscalías
Municipales sobre la criminalidad característica del espacio geográfico sobre el
cual actúan, para concebir y ejecutar, conjuntamente con las organizaciones
populares, políticas públicas idóneas capaces de disminuir significativamente los
factores sociales, económicos, culturales, educativos, psicológicos e
institucionales, que fomentan dicha criminalidad. 2.- Promover los procesos de
elección de los jueces de paz comunal en los sectores populares impulsando
mecanismos alternativos para la resolución de conflictos interpersonales e
intervecinales, tales como la Justicia de Paz Comunal, conformada por jueces
populares, no abogados, de elección popular, con un mínimo de 15 años de
residencia en el sector, mayores de 40 años de edad, conocedores de la cultura y
la idiosincrasia de la comunidad, así como de su problemática social, educativa y
económica, con experiencia en el manejo y solución de conflictos propios de los
habitantes de su comunidad.
3.- Impulsar el acercamiento entre las organizaciones populares y la policía
comunal para favorecer su interacción en los programas para garantizar la paz
social, la convivencia, el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de la ley. Así
mismo realizar aporte teórico para garantizar el éxito de la intervención de la
policía comunal sobre los factores que favorecen el delito en el área geográfica de
su competencia.

4.- Impulsar el carácter predominantemente preventivo de la Policía Nacional


Bolivariana, así como concebir y formular políticas públicas sustentadas en
estudios estadísticos, y que a la vez atiendan a las recomendaciones de las
comunidades, que le permitan a dicho cuerpo policial intervenir exitosamente
sobre los factores que favorecen o promueven el delito, entre ellos la propia
corrupción policial.

5.- Elaborar programas para ser ejecutados por los Consejos Comunales, y otras
organizaciones populares, que permitan realizar eficazmente control social sobre
las actuaciones de los cuerpos policiales.

6.- Elaborar programas de integración plena a la comunidad de aquellos vecinos


que han incurrido en conductas lesivas a los derechos de los terceros.

7.- Elaborar programas de atención integral a las víctimas de hechos violentos


cometidos por particulares o por representantes del Estado. 8.- Elaborar
programas para ser ejecutados por los Consejos Comunales y otras
organizaciones sociales, que garanticen el éxito de las medidas cautelares
sustitutivas a la prisión preventiva y de las medidas impuestas en los casos de
suspensión condicional del proceso, acordadas por los tribunales penales del país.

9.- Presentar proyectos de políticas sociales para ser ejecutadas en sectores


populares, que permitan satisfacer las necesidades básicas de los seres humanos,
tales como la salud, la educación, la cultura, la vivienda, el deporte, la
alimentación, el empleo, la recreación, un ambiente sano, agua potable;
procurando para las comunidades un nivel de vida acorde con la dignidad
humana.
10.- Presentar proyectos económicos de producción comunitaria y ecológica para
ser ejecutados en los sectores populares, que coadyuven en la satisfacción del
derecho al trabajo estable y a la vez generen un nuevo sistema de valores que
frente al individualismo enarbole el sentido de lo comunitario, de la solidaridad
humana y social, de la responsabilidad social, el respeto por el derecho ajeno y
por el equilibrio ecológico, entre otras bondades humanas.

11.- Las demás competencias que le atribuya la Dirección de Política Criminal.

SEXTO: La “Coordinación de Evaluación del Sistema Penal”, tendrá como objetivo


coordinar estudios científicos y estadísticos que permitan mejorar la actuación de
las instituciones que conforman el sistema penal en Venezuela, generando una
política criminal humanista que garantice respuestas idóneas en cada caso en
particular.

SÉPTIMO: La “Coordinación de Evaluación del Sistema Penal”, tendrá las


siguientes funciones:

1.- Investigar, estudiar y presentar medidas idóneas que permitan superar las
causes que afectan el cumplimiento del mandato constitucional a la celeridad
procesal y a la tutela judicial efectiva, a través de la elaboración de políticas
públicas para garantizar que el sistema penal satisfaga el derecho de todo
justiciable a ser juzgado en un tiempo razonable. 2.- Investigar, estudiar y
presentar las medidas idóneas que permitan superar las causas que afectan el
derecho a ser juzgado en libertad como principio y el carácter excepcional de la
prisión preventiva, a través de la elaboración de políticas públicas que permitan
acatar, en cada caso en particular, el mandamiento contenido en el artículo 44 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

3.- Investigar, estudiar y presentar las medidas idóneas que permitan superar las
causas que afectan el cumplimiento del principio de humanidad de la prisión, a
través de la elaboración de políticas que eviten el hacinamiento de la población
reclusa y les garantice el disfrute de los derechos humanos a la vida, a la
integridad física, a la alimentación, al deporte, a la educación, al trabajo, a la
salud, a la higiene, a la cultura, a la comunicación, el derecho de acceso a la
justicia, a la tutela judicial efectiva, el derecho a ser juzgados en un plazo
razonable, a la privacidad y a la asistencia post-penitenciaria que facilite su
reinserción social.

4.- Presentar estudios que permitan fortalecer el control jurisdiccional sobre el


cumplimiento de la pena de prisión.

5.- Presentar estudios que permitan evaluar la medida de Suspensión Condicional


de la Ejecución de la Pena, generando políticas públicas que permitan el
fortalecimiento de las instituciones del Delegado de Prueba y la Junta de
Evaluación Psico-social, impulsando el desarrollo de las Fórmulas Alternativas al
Cumplimiento de la Pena y de la Redención Judicial de la Pena por el Estudio y el
Trabajo, a los efectos de dar cumplimiento cabalmente al mandato contenido en el
artículo 272 de la Carta Magna. 6.- Investigar, estudiar y presentar las medidas
idóneas para superar las causas que afecten el pleno ejercicio de la potestad
constitucional atribuida al Ministerio Público para actuar como director de la
investigación penal, garantizando siempre el respeto a los derechos y garantías
constitucionales y a los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos
por la República, cumpliendo así con el propósito de hacer prevalecer la verdad de
los hechos y de recolectar todos los elementos de convicción que permitan fundar
la acusación fiscal y la defensa del imputado.

7.- Evaluar el acatamiento de parte de las autoridades judiciales y del Ministerio


Público, del derecho humano al debido proceso y a los demás derechos y
garantías constitucionales y procesales establecidas a favor del imputado y de la
víctima.

8.- Promover políticas públicas que permitan el desarrollo amplio de la capacidad


técnica y científica de los órganos de apoyo al Ministerio Público en el adelanto de
las investigaciones penales, evitando la desviación policial de las instituciones
creadas para tal fin.
9.- Evaluar la capacidad operativa de las instituciones que conforman el sistema
penal en cuanto a los recursos presupuestarios asignados, necesidades de
infraestructura, recursos tecnológicos y recursos humanos, tomando en cuenta la
densidad demográfica en la cual actúan y la satisfacción de los derechos
constitucionales de acceso y gratuidad de la justicia, velando por el cumplimiento
de los estándares internacionales en cuanto al número de jueces y fiscales por
cada 100.000 habitantes.

10.- Realizar seguimiento a las publicaciones realizadas por los medios de


comunicación social garantizando el respeto a la presunción de inocencia, a la
independencia y autonomía de la función jurisdiccional y de la función fiscal, a la
dignidad humana y al derecho a la vida, al acatamiento de la prohibición de tratos
crueles, infamantes y degradantes, a evitar la estigmatización de personas y de
amplios sectores sociales, en fin a evitar la legitimación de la violación de los
derechos humanos. 11.- Determinar los casos de violación de los derechos
humanos, bien de parte de las autoridades policiales o de las autoridades
carcelarias, y promover las políticas públicas necesarias para contrarrestar dicha
conducta punible.

12.- Promover la consolidación de la Jurisdicción Especial Indígena, en los


términos establecidos en el artículo 260 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que tenga prevalencia en aquellos casos que afecten a
sus integrantes y cuenten con instancias de justicia con base a sus tradiciones
ancestrales y no sean contrarios a la Carta Magna y a la ley.

13.- Presentar estudios estadísticos que reflejen la realidad socioeconómica del


país, los factores que inciden en la criminalidad y del funcionamiento de las
instituciones que integran el sistema penal.

14.- Las demás competencias que le atribuya la Dirección de Política Criminal.

OCTAVO: La “División de Análisis de Datos Estadísticos y Legislación”, estará


adscrita a la Coordinación de Evaluación del Sistema Penal, y tendrá como
objetivo realizar estudios estadísticos que determinen la realidad socioeconómica
del país, las causas que promueven la comisión del delito, contribuyendo a
mejorar la actuación de las instituciones que conforman el sistema penal en
Venezuela, generando aportes en materia legislativa.

NOVENO: La “División de Análisis de Datos Estadísticos y Legislación”, tendrá las


siguientes funciones:

1.- Realizar las investigaciones estadísticas necesarias que permitan una


percepción exacta de la realidad socio-económica, criminológica y del
funcionamiento del sistema penal de Venezuela.

2.- Elaborar y presentar proyectos de reformas o de nuevas leyes, con fundamento


en los datos obtenidos de las investigaciones estadísticas, para abordar y regular
en los mejores y más adecuados términos la realidad sobre la que se quiere incidir
positivamente.

3.- Realizar estudios estadísticos comparados de los fenómenos que influyen en la


realidad socio-económica, criminológica y del funcionamiento del sistema penal
venezolano, entre distintas épocas históricas, diferentes zonas del país y con la
realidad de otros países. 4.- Realizar estudios estadísticos que permitan
determinar las modificaciones de la realidad como consecuencia de la aplicación
de políticas públicas formuladas con fundamento en investigaciones estadísticas
precedentes.

5.- Las demás competencias que le atribuya la Coordinación de Evaluación del


Sistema Penal.

DÉCIMO: La “Dirección de Política Criminal”, estará a cargo de un Director o


Directora, quien prestará servicio a tiempo completo y será de libre nombramiento
y remoción de la o del Fiscal General de la República.

DÉCIMO PRIMERO: La “Dirección de Política Criminal”, contará con el personal


profesional y administrativo que se requiera para el cabal cumplimiento de sus
funciones.
DÉCIMO SEGUNDO: Se ordena la inclusión de la “Dirección de Política Criminal”,
en el organigrama estructural del Despacho de la Fiscal General de la República.

DÉCIMO TERCERO: La presente Resolución, será parte integrante del


“Reglamento Interno que define las competencias de las Dependencias que
conforman el Despacho del Fiscal General de la República”, dictado mediante
Resolución Nº 979 de fecha 15 de diciembre de 2000, publicada en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 5.511 Extraordinario de fecha
20 de diciembre de 2000.

DÉCIMO CUARTO: La presente Resolución entrará en vigencia a partir del 03 de


mayo de 2016.

VI) LA CRIMINALIDAD EN VENEZUELA Y SUS CARACTERISTICAS.

Definición De Criminalidad:

Por criminalidad se entiende el volumen de infracciones cometidas  sobre la


ley penal, por individuos o una colectividad en un momento determinado y en una
zona determinada, la criminalidad es un término que tiene muchas variantes, por
ejemplo: los americanos  no manejan el término criminalidad sino delincuencia. La
delincuencia es un producto también a priori y de  observación.

 La criminalidad   como delincuencia  es una forma peculiar de recabar


todos los hechos criminales, los  hechos punibles ocurridos y fijados por las
vías estadísticas.

La criminalidad maneja como delito el concepto normativo típico


discriminado en los Códigos. Entre nosotros la fijación estadística de la
criminalidad tendrá necesariamente que referirse a los delitos tipificados, 
recogidos legislativamente en el libro II del Código Penal porque la única
concepción que nosotros tenemos de delito es la que el Código trae.

Desde que ha existido la comunidad humana existe el fenómeno constante


“La Criminalidad” es una ilusión creer  que este fenómeno pueda suprimirse.
Pervivirá mientras  existan las sociedades a  lo que puede aspirarse es a disminuir
la criminalidad o buscarse que las faltas causen el menor daño posible a los
intereses individuales y sociales. Los actos humanos obedecen  a muchos
motivos, en la  teoría psicoanalítica estos motivos provienen unos del campo
consciente y otros de los territorios del inconsciente.

La psicoanalistas clasifican la criminalidad en base a la conducta de los


criminales y encontramos; Criminalidad Crónica,  acciones  criminales de
individuos criminalmente afectados, de  sujetos proclives a la delincuencia por la
estructura de su aparato  anímico.

a) Criminalidad Accidental,  comprende las  acciones criminales de hombre


no delincuentes por inclinación. Tenemos otra clase de criminalidad en la
clasificación  en la  delincuencia: Criminalidad Fantástica. Existe en  todo hombre,
que es un criminal en potencia. Toda persona piensa cometer delitos. Esa
criminalidad aflora en los sueños, ensueños,  chistes y actos fallidos. Llámese
ensueño, el soñar despierto, en un deseo fantástico de ser criminal, que
manifiéstale en quien ha sido golpeado o vejado, por ejemplo  que sueña con
matar a su ofensor, criminalidad genuina, es la del salvaje, inadecuado,  sin
instrucción, que no ha tenido oportunidad de   construir el súper yo  y cuyos
instintos  primarios no han sido dominados.  Son los delincuentes natos o por
tendencia, de la    doctrina  lombrosiana.

Su Observancia Como Fenómeno Natural:

A fines del siglo pasado surgió una nueva noción del delito: se e estimó
como un fenómeno natural. La criminalidad según este criterio es un producto de
la naturaleza misma y existe entre las plantas y los animales; surge
inevitablemente de esa lucha que se sostiene en la naturaleza por la  naturaleza 
por la conservación de la vida. El hombre que es una familia superior de los
primates, los  homínidos ha opuesto al abuso  de los instintos  primarios  nacidos
de la satisfacción de las necesidades esenciales un principio regulador  de esta
lucha la solidaridad.
Factores Que Influyen En Las Variaciones De La Criminalidad:

 Ferri al desarrollar su tesis sobre los factores del delito, señala que existe
una dualidad biológica social de la conducta del delincuente. Insiste en que el
delito  es un fenómeno social, porque no puede concebirse sin la vida en
sociedad, ni entre los animales, ni entre los hombres. Siendo un fenómeno social,
es también la manifestación biológica, de una o de varias personas. Por esta
razón, se considera que es erróneo  enfocar el estudio de los factores hacia una
sola dirección, bien sea la biológica  o bien sea la social, en forma exclusiva toda
vez, que entre ambos tipos de factores existe una unión indisoluble. Quiere decir,
que el delito no es un  fenómeno exclusivamente social ni exclusivamente
biológico. Cualquier delito, es el producto de las características de la constitución
orgánica y psíquica del protagonista y de las circunstancias exteriores, que no son
sólo las sociales, sino también  las físicas. Ambas concurren  en un tiempo y un
lugar determinados, para provocar un hecho delictivo.

Ferri considerando el delito como un efecto de causas de orden físico


biológico social. O sea, factores físicos individuales y sociales. De acuerdo  a ello,
distingue tres categorías:

a) factores antropológicos o individuales del delito.

b) factores físicos.

c) factores sociales.

La Criminalidad Como Concepto Jurídico:

Hasta ahora se ha considerado  el delito como un concepto jurídico que los


legisladores traducen en prohibiciones, en formulas contenidas en un cuerpo
principal de leyes denominado Código Penal, o en otros códigos como el de
Justicia Militar o en leyes especiales. El  delito así estimado es un ente juridico,
que describe una porción de aquellas acciones que la cultura especial de un
pueblo considera antijurídicas, esto es contradictorias con la regulación  armónica 
de convivencia civilizada, que se ha formado el país. Los delitos y los castigos
resultan  cuestiones concernientes a esa cultura específica de una nación.

La Criminalidad Como Fenómeno Social:

Esta doctrina fue combatida después por quienes tuvieron otro concepto del
delito, estimándole fenómeno social. Entonces dijose que no era suficiente  que
una persona hubiera nacido tal constituida para  que cometiera el delito, sino que
encontrara en la sociedad ambiente propicio para la manifestación de su
constitución innata de tendencias al crimen. De allí aquella expresión de Alejandro
La cassagne al afirmar que las  sociedades tenían los delincuentes que decían.

Criminalidad Como Producto Biológico Social:

Estas doctrinas han sido superadas. Ni es posible admitir que el delito sea
un producto de la anormalidad individual  humana, ni  tampoco de la mala
organización  de las sociedades. Es algo más complejo. En su formación
intervienen múltiples factores derivados, unos de la personalidad del delincuente,
otros del mundo que le circunda  al hecho mismo, por tanto, el crimen es un
producto bio social que no puede combatirse, únicamente con medidas unitarias
sino con una diversidad de medios. Estos medios son: preventivos, represivos y
asegurativos, así como ç, las penas y castigos, forman sólo una parte de la lucha 
contra la delincuencia.

Criminalidad Aparente:

Es la criminalidad que ha sido denunciada, juzgada y sentenciada,


comprende el movimiento de los procesos terminados en la República, por
condena y el movimiento  carcelario y penitenciario. Es la criminalidad que a
diario  se nos presenta, en forma registrada. Esta constituida que a diario se nos
presenta, en forma registrada. Está constituida por los delitos descubiertos, no
importando  que sus autores, hayan sido condenados o no. Por lo general, se
conoce, a través de las estadísticas de los casos que llegan a la policía y a  los
tribunales.es decir, todos aquellos casos que de una manera u otra, son
registrados por los organismos oficiales. En la criminalidad aparente, no están
incluidos, todos los casos de delitos que ocurren en un país determinado, por
cuanto muchos crímenes, son pasados por alto, o simplemente se desconocen
oficialmente.

Criminalidad Real Y Estadística:

Está formada por cuatro tipos de delitos:

a) Delitos descubiertos y condenados.

 b) delitos descubiertos y no juzgados.

c) delitos cometidos y no descubiertos.

d) delitos impunes y no denunciados la medición de la criminalidad, es


necesaria para obtener un mejor conociendo acerca del fenómeno  de la
criminalidad, puede ser expresado numéricamente, es decir , estadísticamente.
Como fenómeno social, la criminalidad de un país, excede a la expresión
numérica  estadística de la misma.

Métodos Para Calcular La Criminalidad Oculta:

La determinación de la extensión de la criminalidad, es una de la finalidad


de la medición en la criminología. La tarea es sumamente difícil y compleja, por
cuanto los límites  de la extensión de la criminalidad  oculta  no pueden
establecerse claramente, en el sentido, de que la criminalidad puede ser
totalmente, en sentido, de que la criminalidad puede ser totalmente desconocida,
excepto, para el autor y la víctima, si los dos saben que el hecho cometido es
delictivo y si sobreviven  la víctima, o si los dos saben que el hecho cometido es
delito y si sobreviven al mismo. La criminalidad desconocida u oculta debido a
innumerables estudios y su determinación segué métodos  que pueden agruparse
de la  siguiente manera.

a) El Método Heterogéneo; utiliza admisiones de delincuentes,


especialmente de habituales y profesionales, estudio de casos, estadísticas,
expedientes personales, decisiones etc., y tiene también  en cuenta, el
funcionamiento del sistema penal y la experiencia policial y judicial.

b) El método de la Auto admisión; su más importante medio de  operación,


es el cuestionario.

c) El método de la víctima,  consiste en la obtención de información, de una


persona, sobre los delitos de que ha sido víctima,  y a través de ello, de los
acaecidos a personas de la casa. El procedimiento común es la entrevista.

Criminalidad Oculta:

Existen innumerables razones, por las cuales, se  elude  la medición de la


criminalidad  oculta, señalamos las siguientes:<br>
 a) Los delitos contra  la propiedad y las buenas costumbres, las alteraciones del
orden público, las injurias y otras de mediana y pequeña importancia, son
frecuentemente desconocidos y si no se conocen no se informa sobre ello, o si se
informa son de escasa medida, objeto o acción.

 b) La cantidad de casos en que se elude la medición de la criminalidad, 


esta también determinada por la inflación penal, por la estructura socio económica
y política del país,  por actitudes individuales y colectivas y por el funcionamiento
del sistema penal, aspectos éstos que están íntimamente  relacionados.

 3) la medición de los delitos contra el interés, el orden y otros aspectos


públicos;  es también difícil, tal es el caso los delitos derivados de las actividades
del mercado negro, evasión de divisas, nombramiento ilegales, incumplimiento de
deberes de familias, contrabando y defraudación, tendencias ilícitas de armas de
fuego u otras, cometidos por un gran número de personas.

4) Actualmente, escapan a toda medición la producción, posesión, tráfico y


uso ilícito de estupefaciente.  En este caso se hallan frecuentemente mezclados
como autores  y cómplices a las autoridades, funcionarios y empleados de muy
diversos órdenes.
 5) Igualmente, escapan en gran medida, el crimen organizado y la
corrupción criminal, las investigaciones sobre el alcance de la criminalidad
desconocida, muestran  sobre estos delitos, menos datos sque las encuestas 
realizadas por comités o agencias del gobierno.

6) También escapan a toda medición e investigación criminológica, previa


los delitos cometidos, protegiéndose con la posición, cargo función o puesto
oficial, delitos que han existido siempre, pero que hoy en día, son más numerosos.
Los delitos  cometidos, son contra las persona, contra los derechos humanos,
contra   la propiedad y otros muchos  perpetrados en gran parte, pero no
exclusivamente por la policía, que se sirve de la tortura.

 7) En cierto modo, en oposición al punto anterior, se hallan delitos 


cometidos a consecuencias de actividades patrioticas, de resistencia,
independentistas, políticas o revolucionarias, en la que el terrorismo, suele juzgar
un  papel importante.

8) Están relacionados con los anteriores   y en gran medida fuera de la


medición de la criminalidad, los cuales cada vez son más frecuentes, nos
referimos a los delitos contra eñ Derecho Internacional, como es el caso del
genocidio.

9) De igual forma, escapan en gran proporción, a la medición criminológica,


los delitos cometidos contra la economía nacional, las fuentes de riqueza, la salud
pública ciertas formas ilegales de organización, producción y competencia
comercial e industrial, el empleo indebido de fondos públicos.

 10) La constante infracción delictiva de los Derechos Humanos, como


resultado de la imposición o mantenimiento de ideológico  y regímenes político,
que no admiten discrepancias u oposición, de decisiones oficiales, que tienden  a
mantener lo que no debe mantenerse, etc… en  las que la discriminación juega
frecuentemente  un papel preponderante.
Criminalística:

 La investigación científica del crimen o delito. Para López Rey, la disciplina
auxiliar del Derecho Penal que  se ocupa  del descubrimiento y comprobación
científica del delito y sus responsables

 1.- Contenido y Relieve: El autor  citado, expresa que ese descubrimiento


se refiere al cómo, dónde, cuándo y quien del delito, aspecto que dan lugar a una
serie de actividades, todas las cuales, constituyen la criminalística.

La importancia de esta disciplina se acredita si se tiene en cuenta, que en la


práctica policial y judicial, donde se enfrentan las garantías constitucionales y la
responsabilidad jurídico-social, no basta sólo saber, que un hecho punible se ha
cometido, sino que. Además se necesita probar cómo, donde, cuando y quien
realizó el mismo, para imponer una sanción.

 2) Géneros Delictivos: Formalmente hay tres  clases de delitos; los


descubiertos, juzgados y sancionados; los descubiertos y juzgados y en los que
recae decisión judicial, condenatoria por diversas causas; y por último, los no
descubiertos, que no son por tanto juzgados y en donde, naturalmente no recae
condena. Los tres casos suponen la existencias del delito, pero  la materialización
formal, imprescindible a los efectos de una responsabilidad individual y de una
defensa jurídico social aparece distintamente distribuida.

3) Diferenciación: Aunque común y contagiada a algunos penalistas, hay


que evitar la confusión entre Criminalística y Criminología; por  cuanto la primera
investiga el delito cometido y la segunda analiza los factores que conducen a
cometerlo.
• Criminalística, requiere de la colaboración de múltiples disciplinas; como la
Antropometría, la Medicina Legal, la Física, la Química y actividades y
conocimientos menores pero valiosos; como los de la balística, la dactiloscopia, la
fotografía, para el descubrimiento e interpretación de rastros y vestigios de toda
especie.
• Criminógena, es el estudio del delito como manifestación de patología
individual o social. De acuerdo con ese criterio, todo delincuente  sería un ser
anormal, impelido por trastornos psicofisiológicos o la perversión del ambiente;
contra el criterio de equilibrio jurídico que valora los poderes de a voluntad moral
del individuo y el ejemplo dignificados de la sociedad como contrapesos de la
tendencia criminal; y por ello, ante su eficacia o desprecio, legitimadores del
enjuiciamiento  punitivo y de la imposición de las penas.

La criminalidad en Venezuela:

Estudios comparativos del delito en el mundo han mostrado que países con
represivos y equivalentes sistemas policiales muestran diferentes resultados en el
índice de criminalidad. Así es el caso de los Estados Unidos y Singapur, en donde
el primero, posee un promedio de asesinatos 4 veces mayor que en los países de
la Europa occidental mientras Singapur posee uno de los menores índices de este
fenómeno en el mundo. Si se pregunta a cualquier persona acerca de las
principales causas de la criminalidad probablemente una de las primeras
respuestas será: la falta de un sistema policial represivo y eficiente.

Más que causa, esto es más bien una consecuencia, elemento castigador
más no preventivo. Es necesario entender que numerosos factores contribuyen a
afectar el índice de criminalidad y se debe profundizar y determinar verdaderas
causas antes de pretender resolver el problema con más policías y más cárceles.
Un reciente reporte del Departamento de Justicia en Estados Unidos dio a conocer
que este país tiene el más alto número de presos per cápita en el mundo,
actualmente alrededor de 5.6 millones de presos. Esto es, 1 de cada 37 adultos
que viven en los Estados Unidos está en la cárcel. La interrogante es, ¿ha
disminuido esta fiebre carcelaria el fenómeno de la criminalidad en los Estados
Unidos en los últimos años? El constante aumento de presos demuestra lo
contrario.

El problema de la criminalidad aumenta en este país pero se encubre con


más presos y cárceles. El crimen persiste y se agudiza porque las diferencias
sociales se comportan de igual manera. No ha habido por ejemplo una respuesta
del sistema a las dramáticas injusticias sociales que perjudican a las minorías
negras e hispanas, gran mayoría en las cárceles norteamericanas. Este rico país
no atiende sino más bien fomenta elementos y valores que incitan a delinquir
como la delirante carrera por la riqueza económica, exacerbado materialismo,
egoísmo e individualismo extremo, racismo, etc. Pero los gringos son prácticos y
obtusos, acuden directamente al castigo sin escatimar en la prevención del delito o
rehabilitación del delincuente, trabajo mucho más engorroso que tendría que
empezar por alterar las actuales bases de un sistema que genera delincuencia
pero también y de manera proporcional mucha riqueza, lo cual es primordial para
ellos.

En Venezuela se ha comenzado a atacar el problema en una de sus


importantes causas mediante la atención a las clases desfavorecidas, a través de
planes para aminorar la brutal separación clasista asentada por largos años,
educación para toda la población, incorporación de todos los ciudadanos al
sistema de producción y economía nacional, en fin, está naciendo una nueva
conciencia de participación de todos los venezolanos sin distinciones en el
desarrollo de nuestra sociedad, lo cual ayudará sin duda a aminorar los problemas
de criminalidad en las próximas dos o tres generaciones.

La grave situación de delincuencia y criminalidad que experimentamos


actualmente tiene causas muy claras: el abandono en la miseria por más de cuatro
décadas de miles de familias venezolanas levantadas en condiciones
infrahumanas o de supervivencia y aplastadas por un injusto sistema que prefirió
siempre ocultarlos y aislarlos antes que salvarlos; la complacencia por más de
cuarenta años de la autoridad ante los delincuentes de cuello blanco, quienes
probablemente superan en número a aquellos de la calle y quienes han generado
los graves niveles de corrupción conocidos hoy en nuestra sociedad, y en tercer
lugar, parte importante de la formación de nuestro pueblo venezolano, también por
décadas, en manos de medios de comunicación privados y su degenerada
programación, veneno de nuestros valores, atracadores de nuestro pensamiento y
en grandes proporciones incitadores del delito.

Personalmente dejé de ver estos canales hace más de 20 años cuando


sentarse en familia un domingo en la tarde a ver la televisión era como abrir la
ventana a un oscuro submundo en permanente estado de guerra e insólita
violencia. Esto coincidía con la clausura definitiva de uno o dos programas
culturales formativos que nos pichirreaba uno de estos canales, como Clásicos
Dominicales. Era esta una conducta irresponsable y deliberada de los medios, con
la siempre mediocre excusa de darle al pueblo lo que al pueblo le gusta y quitarle
lo que a este no le gusta, de generar las mayores ganancias con programación de
fácil consumo, aprovechándose de la debilidad e inocencia del pueblo que
observaba embelesado toda aquella porquería que cuatro indecentes dueños de
un canal habían decidido por “gusto” del pueblo.

Así, semana tras semana día tras día nuestra gente consumía y sigue aún
consumiendo sin cuestionar, toda aquella programación contentiva de un grado tal
de perversión capaz de dejar a más de uno con una o dos noches de insomnio.
-Nuestra función no es educar, es entretener- también argumentan; pero el
entretenimiento también tiene sus límites y colores; el entretenimiento mal utilizado
puede convertirse en entrenamiento nefasto con resultados impredecibles; es
perverso entretener con violencia; ¿pero qué puede esperarse luego? ¿Estoy
exagerando? Para aquellos ya acostumbrados, convencidos de cómo debe ser
una “programación normal” de cualquier canal comercial del siglo 21, tal vez
piensen que exagero. Nosotros tenemos la potestad de apagar el televisor, es
cierto, pero es cierto también que esta es la triste manera de como nuestros hoy
“tan preocupados” medios han contribuido durante tantos años a desatar mentes
deformadas en nuestra sociedad. Aquéllos quiénes se han arrogado el derecho de
invadir y contaminar los hogares de miles de familias venezolanas con tanta
basura demuestran ahora pública indignación por tanta inseguridad en el país. Los
canales privados de televisión en Venezuela, en manos de unos desgraciados
hipócritas de toda una vida, tienen una gran responsabilidad en la formación de
conductas desviadas y en la incitación a delinquir, y su responsabilidad en tanto
daño causado a nuestra sociedad no puede quedar impune.

El crimen y la delincuencia en Venezuela, ¿soluciones? Si hay soluciones.


En primer lugar el aporte del presidente Chávez, quien ha iniciado una profunda
reestructuración de nuestra sociedad al tratarla, por primera vez en muchos años
de historia, como una sociedad humana e inclusiva en donde todos tenemos
derecho a una vida digna, salud, educación, trabajo y salario, es invalorable y es
definitivamente el primer gran paso.

En segundo lugar, se debe estimular el desarrollo permanente de una


conciencia “social” y de “solidaridad humana” en los niños y las familias a través
de planes educativos así como también la constante búsqueda y reafirmación de
nuevos valores humanos en contraposición a los materiales. Es de suma
importancia entonces el apoyo absoluto a todas las actividades formativas y de
sano entretenimiento, ya sean estas audiovisuales a través de los medios o de
participación directa, que involucren gran número de jóvenes y niños,
especialmente actividades relacionadas con el arte las cuales desarrollan a
plenitud la autoestima, sentimientos filantrópicos y profundidad de valores
universales.

Esto producirá sin duda extraordinarios resultados. En tercer lugar, es


necesario establecer responsabilidades y dar con los delincuentes, pero no sólo
en la calle, también con los delincuentes de oficina; y una vez hallados, será
imperante ser creativo: ¿qué hacer con ellos? ¿es la cárcel y la brutalidad policial
la única vía para la solución del problema? Diferentes aproximaciones a estos
problemas sociales pueden dar diferentes resultados. En algunas sociedades
como en Nueva Zelanda, se ha desarrollado un proyecto en donde la víctima, el
victimario y representantes de la comunidad alcanzan acuerdos y fijan términos
para que el victimario pueda resarcir en condiciones ejemplarizantes ante la
sociedad, el daño causado.
Es así como, se me ocurre por ejemplo, condenar a los cuatro canales
privados de televisión en Venezuela a transmitir programación cultural y educativa
al país por el mismo tiempo del daño causado, es decir por los próximos 20 o 30
años. A los gerentes, empresarios y productores dueños de estos canales,
obligarlos a asistir a un centro de rehabilitación en donde puedan superar su
enfermedad de perversores sociales y exigirles mensualmente la presentación de
proyectos, estrategias y diseños de una nueva era de medios difusores de buena
formación y preventivos del delito. En conclusión, iniciar ya la búsqueda de nuevas
alternativas para crear condiciones que prevengan del delito y crear nuevas
formas de castigo público que de alguna manera sirvan de catarsis moral a las
víctimas y a la sociedad.

La delincuencia y el crimen son fenómenos universales y fluctúan de


acuerdo a las características especiales de cada núcleo social. Su naturaleza
cambiante obedece al diseño o estructura social en un momento histórico. Es así
como la característica actual del delito en Venezuela con su particular gravedad
obedece a una fase culminante de graves distorsiones sociales imperantes en
nuestro país por varias décadas.

Aprovechemos esta encrucijada de trascendentales cambios en nuestro


país para aportar hoy todos, porque es responsabilidad de todos, los cambios
necesarios en nuestra sociedad para que esta no continúe siendo el caldo de
cultivo de delincuentes y criminales del mañana. Tener una mejor sociedad, más
humana, está en nuestras manos pero necesitamos de creatividad, acciones
ejemplarizantes y mucha paciencia, pues para apreciar los resultados de los
cambios que emprendamos hoy, para revertir todo el camino torcido, se requiere
al menos el mismo tiempo perdido.

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