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CRIMINOLOGÍA:
LA POLÍTICA CRIMINAL
Autores:
Abg. Calles, Mariana. C.I: V-13.858.503
Abg. Casas, Yusmar C.I: V-14.626.238
Abg. Duque, Felix C.I: V-10.775.215
Abg. González, Alexis CI: V-19.920.430
Abg. González, Kelis C.I: V-17.990.709
Abg. Mendoza, Silvia. C.I:V- 5.679.162
Abg. Páez, Juzoil. C.I: V-15.088.879
Abg. Pinto, Miroslava C.I: V-19.479.949
Abg. Rivero, Dirson C.I: V-19.481.723
Abg. Segovia, Reinaldo C.I: V-12.033.611
Antecedentes Históricos
Cesar Beccaria en su Tratado de los delitos y las penas, abogó por otorgar
un sentido racional al derecho penal, convirtiéndose con ello en el crítico
masaudaz de la legislación penal y en propuestas para su reforma, elementos que
forman parte de la Política Criminal. En este mismo orden de ideas, otro clásico
como Filangieri habla de las ciencias de la legislazione (ciencia de la legislación).
Finalmente Ferri ya conocía estos antecedentes y hablo en del arte de formular
prácticamente en las leyes las reglas abstractas de la teoría criminal.
Evolución Histórica
Definición De Política.
POLÍTICA CRIMINAL
Esto puede parecer muy sorprendente; pero ello parece evidente cuando se
observa que la criminalidad se incrementa a pesar de todas las penas anteriores y
que la cuota de reincidencia es muy alta.
Roxin aclara para que no haya malentendidos: por supuesto que todos los delitos,
por diferentes que puedan ser sus causas de origen, deben ser penalmente
perseguidos, sancionados o cuando menos desaprobarse por el Estado; ello es
una exigencia de la paz jurídica. Si ello no ocurriera, también recurrirían a
semejantes métodos los ciudadanos leales a la ley con el fin de no quedar como
únicas víctimas dañadas. Por consiguiente, el derecho penal evita la anarquía y,
por tanto, es indispensable. Pero se espera demasiado cuando se supone que a
través de penas duras se reducirá sustancialmente la criminalidad existente.
La pena privativa de libertad fue una vez un gran progreso en el camino hacia la
humanización del derecho penal, porque con ella se relevaron los crueles castigos
corporales de tiempos pasados. Hoy, antes de exigir el incremento de las penas
privativas de libertad y más cárceles, se debe tener a la vista sus inconvenientes.
Tales como:
Tercero, se debe hacer el cálculo del efecto de infección criminal que puede tener
la pena privativa de libertad. El autor, que ha perdido sus anteriores relaciones, se
asocia en la penitenciaría con quienes llevan la batuta y ellos lo dirigen
directamente hacia el camino de la criminalidad. No son pocos los delitos
perpetrados por personas que se conocieron en el centro penitenciario y que
posteriormente operaron conjuntamente. Así, la pena privativa de la libertad puede
envolver definitivamente a un delincuente relativamente inofensivo en el ambiente
criminal.
A estas conocidas exigencias se objeta con frecuencia que hace falta dinero para
tales medidas. Sin embargo, la política social estatal deja mucho que desear en la
mayoría de los países en los que el abismo entre pobres y ricos es muy grande;
allí con medios políticos, por ejemplo a través de una eficiente legislación de
impuestos, se puede dar al Estado la posibilidad de construir un sistema de
seguridad social. Se puede convencer a los estratos acaudalados del pueblo de la
necesidad de contribuciones para aliviar la miseria social, mientras se les aclara
que ello significa ganar en la seguridad social, un gran incremento de la calidad de
vida y el ahorro de las costosas medidas de seguridad personal.
En Alemania, a pesar del alto desempleo, se ha conseguido crear una "red" social,
que reduce las causas expuestas sobre el surgimiento de la criminalidad. En
verdad nuestra criminalidad es todavía alta; no obstante, también socialmente
soportable.
Para una prevención mejor serán necesarias también las penas tanto después
como antes; Las multas tienen la ventaja de que evitan las anunciadas
desventajas de las penas privativas de libertad. Pero con frecuencia es evidente
que tampoco la multa es un medio de sanción idóneo. El pobre no puede pagarla y
es injusto tenerlo por esta causa en el establecimiento penitenciario mientras que
quien es solvente se puede librar de ir a prisión. También alguien puede evitar la
multa al dejar que terceros la paguen, en casos de criminalidad económica esto no
es absolutamente ningún problema teórico. Finalmente, para algunos grupos de
delincuentes no está rechazado el peligro de que el sujeto pueda conseguir los
medios para pagar la multa a través de la comisión de nuevos delitos.
Por tanto, la multa no es la panacea, de modo que tenemos todos los motivos para
reflexionar sobre la utilidad de otras sanciones penales. La primera es el arresto
domiciliario asegurado electrónicamente, que fue implantado por primera vez en
Norteamérica, y ya se práctica en algunos países; el arresto tiene como ventaja
que se puede ejecutar en el tiempo libre y lleva consigo una sensible restricción de
la libre organización de la vida; pero el sujeto no es sustraído de su trabajo ni de
su familia y también evita las otras desventajas de la pena privativa de la libertad.
Por supuesto que semejante pena no es apropiada para todo el mundo, pero
todas las sanciones penales son objetables y precisamente por eso es preciso
hacer una diferenciación atendiendo a cada caso en particular.
Tercero. Ve una gran función social del derecho penal al incluir a la víctima para
su mayor protección. En muchos casos, los ordenamientos jurídicos que dejan al
derecho civil la indemnización de la víctima la dañan adicionalmente a través de la
sanción penal, pues frecuentemente la pena privativa de libertad y la multa
desalientan al autor al pago de la indemnización a la víctima. Quien se encuentra
en la penitenciaría no puede ganar dinero y regularmente está sin recursos, de ahí
que quien ha debido pagar mucho dinero al Estado normalmente no le ha sobrado
nada más para la víctima.
Cuarto. Se pueden eliminar casos leves cuyo hecho delictivo sólo causa
perturbaciones sociales; así, es posible sobreseer el procedimiento penal y en su
lugar imponer determinados servicios (quizá en la cruz roja u otras instituciones
sociales). Esto ahorra al autor la discriminación social que supone la condena;
pero al mismo tiempo le pone claro que el Estado no puede tolerar su conducta.
Ello se puede enlazar con la obligación de reparación y con los trabajos de utilidad
pública. De esta forma se puede proceder a la combinación de diferentes
posibilidades de reacción similares a la penal. Por ello se infiere que un amplio
catálogo de sanciones es más eficaz en la lucha contra la delincuencia en
comparación con el endurecimiento de las penas.
Que para mejorar el desempeño de las funciones del Ministerio Público, se deben
evaluar las competencias de cada una de las Direcciones, reflejadas en el
organigrama estructural del Despacho de la Fiscal General de la República;
CONSIDERANDO:
CONSIDERANDO:
Que en perfecta sintonía con los tiempos históricos que vive el país, se hace
necesario, asumir el compromiso que se le atribuye constitucional y legalmente al
Ministerio Público, el cual no solamente comporta el ejercicio de la acción penal,
sino que abarca una dimensión mucho más amplia, fundamentada en estudios
científicos y datos estadísticos, que le permitan intervenir activamente en el diseño
de una política criminal que garantice que los postulados constitucionales se
trasladen fielmente en una visión humanista de la prevención del delito y en la
actuación de las instituciones que conforman el sistema penal en la solución de las
causas sometidas a su conocimiento.
RESUELVE:
1.- Realizar seguimiento y control a los análisis y estudios efectuados por sus
dependencias adscritas, a los datos estadísticos aportados por las Fiscalías
Municipales sobre la criminalidad característica del espacio geográfico sobre el
cual actúan, para concebir y ejecutar, conjuntamente con las comunidades
organizadas, políticas públicas idóneas capaces de disminuir significativamente
los factores sociales, económicos, culturales, educativos, psicológicos e
institucionales, que fomentan dicha criminalidad.
4.- Realizar seguimiento a los programas a ser ejecutados por los Consejos
Comunales y otras organizaciones populares, que permitan realizar eficazmente el
control social sobre las actuaciones de los cuerpos policiales.
7.- Evaluar, estudiar, concebir y formular proyectos de políticas sociales para ser
ejecutadas en sectores populares, capaces de satisfacer las necesidades básicas
de los seres humanos, tales como la salud, la recreación, un ambiente sano, agua
potable y todo aquello que procure para las comunidades un nivel de vida acorde
con la dignidad humana.
9.- Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afecten el
cumplimiento del mandato constitucional a la celeridad procesal y a la tutela
judicial efectiva, generando políticas públicas para garantizar que el sistema penal
satisfaga el derecho de todo justiciable a ser juzgado en un tiempo razonable. 10.-
Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afecten el
derecho a ser juzgado en libertad como principio y el carácter excepcional de la
prisión preventiva, generando políticas públicas que permitan acatar, en cada caso
en particular, el mandamiento contenido en el artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
11.- Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afectan el
cumplimiento del principio de humanidad de la prisión generando políticas que
eviten el hacinamiento de la población reclusa y les garantice el disfrute de los
derechos humanos a la vida, a la integridad física, a la alimentación, al deporte, a
la recreación, a la educación, al trabajo, a la salud, a la higiene, a la cultura, a la
comunicación, el derecho de acceso a la justicia, a la tutela judicial efectiva, el
derecho a ser juzgados en un plazo razonable, a la privacidad y a la asistencia
post-penitenciaria que facilite su reinserción social.
14.- Analizar y proponer medidas idóneas para superar las causas que afecten el
pleno ejercicio de la potestad constitucional atribuida al Ministerio Público para
actuar como director de la investigación penal, garantizando siempre el respeto a
los derechos y garantías constitucionales y a los tratados convenios y acuerdos
internacionales suscritos por la República, cumpliendo así con el propósito de
hacer prevalecer la verdad de los hechos y de recolectar todos los elementos de
convicción que permitan fundar la acusación fiscal y la defensa del imputado.
16.- Estudiar y analizar los procesos medulares y de apoyo que ejecutan las
instituciones que conforman el sistema penal, proponiendo las adecuaciones
necesarias para optimizar su funcionamiento, como requisito indispensable para
velar por las garantías y derechos constitucionales y legales de todas las
personas.
18.- Realizar seguimiento a los casos de violación de los derechos humanos, bien
de parte de las autoridades policiales o de las autoridades carcelarias, y promover
las políticas públicas necesarias para contrarrestar dicha conducta punible.
1.- Analizar y estudiar los datos estadísticos aportados por las Fiscalías
Municipales sobre la criminalidad característica del espacio geográfico sobre el
cual actúan, para concebir y ejecutar, conjuntamente con las organizaciones
populares, políticas públicas idóneas capaces de disminuir significativamente los
factores sociales, económicos, culturales, educativos, psicológicos e
institucionales, que fomentan dicha criminalidad. 2.- Promover los procesos de
elección de los jueces de paz comunal en los sectores populares impulsando
mecanismos alternativos para la resolución de conflictos interpersonales e
intervecinales, tales como la Justicia de Paz Comunal, conformada por jueces
populares, no abogados, de elección popular, con un mínimo de 15 años de
residencia en el sector, mayores de 40 años de edad, conocedores de la cultura y
la idiosincrasia de la comunidad, así como de su problemática social, educativa y
económica, con experiencia en el manejo y solución de conflictos propios de los
habitantes de su comunidad.
3.- Impulsar el acercamiento entre las organizaciones populares y la policía
comunal para favorecer su interacción en los programas para garantizar la paz
social, la convivencia, el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de la ley. Así
mismo realizar aporte teórico para garantizar el éxito de la intervención de la
policía comunal sobre los factores que favorecen el delito en el área geográfica de
su competencia.
5.- Elaborar programas para ser ejecutados por los Consejos Comunales, y otras
organizaciones populares, que permitan realizar eficazmente control social sobre
las actuaciones de los cuerpos policiales.
1.- Investigar, estudiar y presentar medidas idóneas que permitan superar las
causes que afectan el cumplimiento del mandato constitucional a la celeridad
procesal y a la tutela judicial efectiva, a través de la elaboración de políticas
públicas para garantizar que el sistema penal satisfaga el derecho de todo
justiciable a ser juzgado en un tiempo razonable. 2.- Investigar, estudiar y
presentar las medidas idóneas que permitan superar las causas que afectan el
derecho a ser juzgado en libertad como principio y el carácter excepcional de la
prisión preventiva, a través de la elaboración de políticas públicas que permitan
acatar, en cada caso en particular, el mandamiento contenido en el artículo 44 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
3.- Investigar, estudiar y presentar las medidas idóneas que permitan superar las
causas que afectan el cumplimiento del principio de humanidad de la prisión, a
través de la elaboración de políticas que eviten el hacinamiento de la población
reclusa y les garantice el disfrute de los derechos humanos a la vida, a la
integridad física, a la alimentación, al deporte, a la educación, al trabajo, a la
salud, a la higiene, a la cultura, a la comunicación, el derecho de acceso a la
justicia, a la tutela judicial efectiva, el derecho a ser juzgados en un plazo
razonable, a la privacidad y a la asistencia post-penitenciaria que facilite su
reinserción social.
Definición De Criminalidad:
A fines del siglo pasado surgió una nueva noción del delito: se e estimó
como un fenómeno natural. La criminalidad según este criterio es un producto de
la naturaleza misma y existe entre las plantas y los animales; surge
inevitablemente de esa lucha que se sostiene en la naturaleza por la naturaleza
por la conservación de la vida. El hombre que es una familia superior de los
primates, los homínidos ha opuesto al abuso de los instintos primarios nacidos
de la satisfacción de las necesidades esenciales un principio regulador de esta
lucha la solidaridad.
Factores Que Influyen En Las Variaciones De La Criminalidad:
Ferri al desarrollar su tesis sobre los factores del delito, señala que existe
una dualidad biológica social de la conducta del delincuente. Insiste en que el
delito es un fenómeno social, porque no puede concebirse sin la vida en
sociedad, ni entre los animales, ni entre los hombres. Siendo un fenómeno social,
es también la manifestación biológica, de una o de varias personas. Por esta
razón, se considera que es erróneo enfocar el estudio de los factores hacia una
sola dirección, bien sea la biológica o bien sea la social, en forma exclusiva toda
vez, que entre ambos tipos de factores existe una unión indisoluble. Quiere decir,
que el delito no es un fenómeno exclusivamente social ni exclusivamente
biológico. Cualquier delito, es el producto de las características de la constitución
orgánica y psíquica del protagonista y de las circunstancias exteriores, que no son
sólo las sociales, sino también las físicas. Ambas concurren en un tiempo y un
lugar determinados, para provocar un hecho delictivo.
b) factores físicos.
c) factores sociales.
Esta doctrina fue combatida después por quienes tuvieron otro concepto del
delito, estimándole fenómeno social. Entonces dijose que no era suficiente que
una persona hubiera nacido tal constituida para que cometiera el delito, sino que
encontrara en la sociedad ambiente propicio para la manifestación de su
constitución innata de tendencias al crimen. De allí aquella expresión de Alejandro
La cassagne al afirmar que las sociedades tenían los delincuentes que decían.
Estas doctrinas han sido superadas. Ni es posible admitir que el delito sea
un producto de la anormalidad individual humana, ni tampoco de la mala
organización de las sociedades. Es algo más complejo. En su formación
intervienen múltiples factores derivados, unos de la personalidad del delincuente,
otros del mundo que le circunda al hecho mismo, por tanto, el crimen es un
producto bio social que no puede combatirse, únicamente con medidas unitarias
sino con una diversidad de medios. Estos medios son: preventivos, represivos y
asegurativos, así como ç, las penas y castigos, forman sólo una parte de la lucha
contra la delincuencia.
Criminalidad Aparente:
Criminalidad Oculta:
La investigación científica del crimen o delito. Para López Rey, la disciplina
auxiliar del Derecho Penal que se ocupa del descubrimiento y comprobación
científica del delito y sus responsables
La criminalidad en Venezuela:
Estudios comparativos del delito en el mundo han mostrado que países con
represivos y equivalentes sistemas policiales muestran diferentes resultados en el
índice de criminalidad. Así es el caso de los Estados Unidos y Singapur, en donde
el primero, posee un promedio de asesinatos 4 veces mayor que en los países de
la Europa occidental mientras Singapur posee uno de los menores índices de este
fenómeno en el mundo. Si se pregunta a cualquier persona acerca de las
principales causas de la criminalidad probablemente una de las primeras
respuestas será: la falta de un sistema policial represivo y eficiente.
Más que causa, esto es más bien una consecuencia, elemento castigador
más no preventivo. Es necesario entender que numerosos factores contribuyen a
afectar el índice de criminalidad y se debe profundizar y determinar verdaderas
causas antes de pretender resolver el problema con más policías y más cárceles.
Un reciente reporte del Departamento de Justicia en Estados Unidos dio a conocer
que este país tiene el más alto número de presos per cápita en el mundo,
actualmente alrededor de 5.6 millones de presos. Esto es, 1 de cada 37 adultos
que viven en los Estados Unidos está en la cárcel. La interrogante es, ¿ha
disminuido esta fiebre carcelaria el fenómeno de la criminalidad en los Estados
Unidos en los últimos años? El constante aumento de presos demuestra lo
contrario.
Así, semana tras semana día tras día nuestra gente consumía y sigue aún
consumiendo sin cuestionar, toda aquella programación contentiva de un grado tal
de perversión capaz de dejar a más de uno con una o dos noches de insomnio.
-Nuestra función no es educar, es entretener- también argumentan; pero el
entretenimiento también tiene sus límites y colores; el entretenimiento mal utilizado
puede convertirse en entrenamiento nefasto con resultados impredecibles; es
perverso entretener con violencia; ¿pero qué puede esperarse luego? ¿Estoy
exagerando? Para aquellos ya acostumbrados, convencidos de cómo debe ser
una “programación normal” de cualquier canal comercial del siglo 21, tal vez
piensen que exagero. Nosotros tenemos la potestad de apagar el televisor, es
cierto, pero es cierto también que esta es la triste manera de como nuestros hoy
“tan preocupados” medios han contribuido durante tantos años a desatar mentes
deformadas en nuestra sociedad. Aquéllos quiénes se han arrogado el derecho de
invadir y contaminar los hogares de miles de familias venezolanas con tanta
basura demuestran ahora pública indignación por tanta inseguridad en el país. Los
canales privados de televisión en Venezuela, en manos de unos desgraciados
hipócritas de toda una vida, tienen una gran responsabilidad en la formación de
conductas desviadas y en la incitación a delinquir, y su responsabilidad en tanto
daño causado a nuestra sociedad no puede quedar impune.