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BALANZA DE PAGOS

CUENTA CORRIENTE

El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos fue 3,3 por ciento del PBI en el
primer semestre de 2021, resultado mayor en 2,9 puntos porcentuales del producto al de
igual periodo de 2020 y en 1,0 por ciento al de 2019. Por último, las transferencias
corrientes mantuvieron la tendencia positiva debido a la reanudación de actividades en
los principales países de los que provienen las remesas, ante la recuperación de la
actividad mundial.
Bajo el escenario internacional favorable antes descrito, se proyecta que el resultado de
la cuenta corriente registre un déficit de 1,7 por ciento del PBI en 2021 y un superávit
de 0,2 por ciento del PBI en 2022. Asimismo, impactaría en la cuenta de servicios el
incremento de los costos de fletes internacionales. En un escenario de continuidad de la
recuperación económica global, la balanza comercial continuaría superavitaria, aunque
en un monto menor en relación al proyectado en el Reporte de junio.

La cuenta financiera ascendió a 3,5 por ciento del PBI (US$ 3 893 millones) en el
primer semestre de 2021, menor en 0,5 y 3,2 puntos porcentuales del producto al de
igual periodo de 2020 y 2019, respectivamente. La reducción respecto a 2020 se explica
principalmente por el flujo de capitales de corto plazo negativo, asociado a la venta de
activos locales y externos y al incremento de la demanda de moneda extranjera, en un
clima de incertidumbre política.

El superávit de la balanza comercial alcanzó US$ 5 534 millones en el primer semestre


de 2021, monto superior en US$ 4 354 millones al registrado en el mismo periodo de
2020 y mayor en US$ 2 815 millones a similar semestre de 2019. El avance
corresponde al aumento de las exportaciones desde US$ 17 142 millones en el primer
semestre de 2020 a US$ 28 126 millones en el periodo de análisis, principalmente como
resultado de las cotizaciones más altas de metales industriales. Con esta evolución se
proyecta que la balanza comercial alcanzaría un superávit de US$ 14 969 millones en
2021, menor en US$ 1 661 millones al del Reporte previo. Para 2022, se espera un
superávit comercial de US$ 17 635 millones, monto menor en US$ 2 107 millones al
proyectado en el Reporte previo, reflejo del mayor crecimiento de las importaciones
respecto al de los embarques exportados.
Los precios promedio de exportación estarían sustentados en las altas cotizaciones de
commodities industriales, aunque con una tendencia a moderarse, mientras que los de
importación se reducirían en el horizonte de proyección reflejo de la estabilización del
precio del petróleo y la demanda de otras fuentes de energía renovable.

Para 2021, el valor de las exportaciones se revisa al alza y estaría sustentado por los
mayores precios de productos tradicionales mineros. En el mismo sentido, la proyección
de los volúmenes embarcados contribuiría positivamente, destacando el envío de los
productos no tradicionales. En 2022 se esperaría un crecimiento en el embarque de
productos no tradicionales y volúmenes exportados de productos tradicionales, similar
al considerado en el Reporte de junio, en un escenario de recuperación de la oferta
minera local y la normalización del comercio exterior con un masivo proceso mundial
de vacunación contra el COVID-19.

Las importaciones sumaron US$ 22 592 millones en el primer semestre de 2021, lo que
representó un incremento de US$ 6 630 millones con respecto a igual periodo de
2020. Para 2022 se prevé un mayor crecimiento de los volúmenes de importación y una
normalización de los precios internacionales respecto al año previo.

TERMINOS DE INTERCAMBIO

Los términos de intercambio se incrementaron en 19,5 por ciento en el primer semestre


de 2021, impulsados por los valores máximos que alcanzó la cotización del cobre tras el
progresivo avance del proceso de vacunación global y la continuación de la
recuperación de la economía global. Para 2021 se registraría una expansión de 11,7 por
ciento en los términos de intercambio, menor a la proyectada en el Reporte de junio. El
ritmo de crecimiento anual de los términos de intercambio se moderaría en 2022 con
una tasa de expansión de 3,3 por ciento, superior a la proyectada en el Reporte de
junio. Con esta evolución, se acumularían tres años consecutivos de incremento en los
términos de intercambio.
Incorporando la proyección actual, el nivel de los términos de intercambio entre 2020 y
2022 sería el mayor en por lo menos los últimos 20 años, superando el alcanzado en
2011

FINANCIAMIENTO EXTERNO

El financiamiento externo de largo plazo del sector privado sumó US$ 8 788 millones
en el primer semestre de 2021, monto mayor en US$ 9 597 millones al obtenido en
igual periodo de 2020 y superior en US$ 7 300 millones al registrado en similar
semestre de 2019. Este resultado se explica por la mayor venta de activos de cartera
externa, principalmente de las AFP para atender los retiros autorizados y de fondos
mutuos. Adicionalmente, contribuiría la mayor inversión extranjera de cartera en el país.
La cuenta financiera de corto plazo, por su parte, reflejaría un flujo negativo de capitales
en las cuentas del sector no financiero, asociado a los mayores depósitos en el exterior
de las familias y empresas no financieras en un contexto de incertidumbre.
Se estima que el reinicio de la inversión en activos externos de las AFP y fondos
mutuos sea hacia finales del año, con mejores rendimientos de los activos externos
producto de la recuperación del crecimiento mundial y del avance de la vacunación.

La proyección para 2022 asume una corrección al alza en el financiamiento externo de


largo plazo del sector privado, en comparación a lo previsto en el Reporte de junio. Ello
se sustentaría en la mayor reinversión, en línea con las utilidades proyectadas para dicho
año. El escenario de proyección asume la recuperación de la inversión de cartera en el
exterior por parte de las AFP y un progresivo incremento de la inversión de cartera en el
país por parte de los no residentes, así como un flujo nulo de capitales de corto plazo.

La cuenta financiera pública fue positiva en US$ 5 031 millones en el primer semestre
de 2021, mayor en US$ 970 millones respecto a similar periodo de 2020 y menor en
US$ 710 millones al observado en 2019. En el primer semestre del año destaca la
emisión, a inicios de marzo, de bonos globales en dólares a 10, 20 y 30 años por un total
de US$ 4 000 millones y la emisión de bonos globales en euros a 10 años por € 850
millones. Asimismo, se registró mayores créditos con organismos internacionales, lo
que supuso un desembolso de US$ 400 millones en junio, producto de un crédito
concertado con el Banco Interamericano de Desarrollo en marzo. Por último, Petroperú
colocó US$ 1 000 millones a inicios de febrero de 2021 mediante la reapertura del bono
con vencimiento en 2047, con la finalidad de financiar el proyecto de modernización de
la refinería de Talara.

Todo ello compensó las ventas de bonos soberanos de no residentes por US$ 1 905
millones.

La solidez de la balanza de pagos ante eventos externos negativos se puede evaluar


considerando la posición de las reservas internacionales en relación al saldo de los
adeudados externos de corto plazo o a la suma de estos pasivos con el déficit en cuenta
corriente. Adicionalmente a los niveles de respaldo elevados gracias a la acumulación
preventiva de reservas internacionales, Perú cuenta con una línea de crédito automática
de libre disponibilidad (FCL) del FMI por aproximadamente US$ 11,4 mil millones
para hacer frente a eventuales contingencias.
Al 10 de setiembre, las Reservas Internacionales Netas han aumentado en US$ 1 407
millones respecto al cierre del año pasado, con lo que se ubicaron en US$ 76 114
millones.

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