Está en la página 1de 2

Bienaventurados los pobres en espíritu

(Texto: Mateo 5:3)

Introducción: Según la opinión secular, ser pobre en espíritu no es una virtud sino una falla.
Para la persona del mundo, son dichosos los de carácter fuerte que ejerce control sobre otros;
son dichosos también, aquellos que son duros de sentimientos como para no permitir ser
acusados de sensibilísimo. Sin embargo, Cristo llamó bienaventurados a los pobres de espíritu.
¿Cuál es el significado de esta bienaventuranza? Considerémosla:

I. “Bienaventurados…”

A. Este término es la traducción del término griego mamarios, que significa “dichoso”, “feliz.”

B. Más que otra cosa, la palabra describe un estado interior de alegría o felicidad.

II. “… los pobres en espíritu…”

A. Estos son aquellos que se sienten pobres en su interior, no tanto en su exterior. Son
aquellos que comprenden que les falta algo, que hay un vacío dentro de ellos.

B. Son aquellos que aunque poseen comodidades terrenales, educación, dinero, saben
distinguir cierta carencia: la perfección espiritual, esto es: se dan cuenta que espiritualmente
son imperfectos.

C. Los pobres en espíritu, además, son aquellos que observan una constante humillación, un
quebrantamiento de corazón por reconocer dos cosas:

1. Que ha hecho algo malo, o

2. Que les falta algo que necesitan con urgencia.

D. Los pobres en espíritu, también, son aquellos que aspiran obtener algo:

1. Sienten un vacío que desean llenar.

2. Sienten vivir en una hondonada de la cual desean salir para escalar alturas superiores.

E. Ejemplos bíblicos de pobres en espíritu:

1. David: Sal. 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tu, oh Dios”.

2. El Publicano: Lc. 18:13 “Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador”.

3. El hijo Pródigo: Lc. 15:21 “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de
ser llamado tu hijo”.

F. Lo contrario a pobre en espíritu: arrogancia, orgullo, suficiencia. Ejemplos bíblicos:

1. Nabucodonozor: Dn. 4:30 “¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con
la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?

2. El Fariseo: Lc. 18:11,12 “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:
Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano”.
3. La iglesia de Laodicea: Apoc.3:17 “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de
ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre,
ciego y desnudo”.

G. Una segunda interpretación que se pudiera dar a las palabras “pobres en espíritu” es la
siguiente: que son aquellos que tienen el espíritu desprendido de los valores terrenales;
aquellos cuyos valores y prioridades son eminentemente espirituales y no tanto materiales.

1. Aquellos que buscan primero “el reino de Dios y su justicia” Mt. 6:33.

2. Aquellos que como San Pablo pueden decir: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas
como pérdida por lo excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual
lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”. Fil. 3:8

III. “…porque de ellos es el reino de los cielos.”

A. “Ellos” (griego, autón) es enfático. La idea es “de ellos, y no de otros.”

B. “… es el reino de los cielos.”

1. “Reino de los cielos” es lo mismo que reino de Dios” (Lc.6:20).

2. Esta expresión designa el dominio soberano de Dios sobre sus criaturas. Es un reino que se
establece en el corazón de quienes le reciben como Señor.

3. Es un reino donde el pueblo de Dios vive en armonía a la voluntad de Dios, por lo tanto es
interno, espiritual y actual.

4. Pero tendrá su realización definitiva cuando Cristo venga, tal y como oramos en el Padre
Nuestro (Mt. 6.10).

CONCLUSIÓN: La primera bienaventuranza, por lo tanto, es para aquellos que reconocen lo


mucho que necesitan para su perfección espiritual. Como recompensa al reconocimiento de
su estado, poseen el dominio de Dios sobre sus vidas, y la seguridad de la eternidad con El.

También podría gustarte