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El principal actor en esta situación resulta ser Miguel un policía, arrestado por

asesinato de varias personas en un bar. Este evento ocurrió debido a que la casa que
le pertenecía a su madre, que padecía de Alzheimer, había sido empeñada a unos
mafiosos por parte de su hermano Santiago, un abogado. Este hecho era desconocido
por Miguel hasta que en un momento que iban a vender la casa para mandarla a una
casa de retiro por petición de su madre, Santiago le cuenta la verdad. Después de una
disfunción vuelven a su casa donde ven a su madre golpeada y asustada diciendo
que le iban a quitar la casa y que entre los integrantes que le habían hecho daño se
encontraba un “pelado”. Miguel sumido en la furia le pregunta a su hermano donde se
encontraban los mafiosos a lo que también le menciona que uno de ellos es uno de los
altos mandos de la policía. Debido a las repercusiones que pueden tener sus acciones
Miguel inhala voluntariamente cocaína y junto a su hermano va al bar “donde se
encontraban los mafiosos, en el cual, Miguel observa al mafioso y debido al efecto de
la cocaína dispara no solo contra el “pelado” sino también a los acompañantes que se
encontraban en su mesa.

Ante estos hechos y asumiendo mi papel de juez procederé a determinar la


responsabilidad de miguel por el delito que se le imputa que es un homicidio planeado.
Un primer aspecto que he de mencionar, es el tema de la imputabilidad. Como
menciona Stratenwerth(2000), todos las personas que cuenten con la capacidad de
actuar de modo responsable con sus acciones son imputables(p.117). Esta capacidad
como menciona Meinie (2007) está fundamentada en que el sujeto tiene una suficiente
interacción social y con ello permite pautas de comportamiento y los valores
dominantes del entorno (p.44). Por lo cual, la imputabilidad sería la capacidad de una
persona para poder conocer el carácter delictuoso de su acto y se comporte respecto
a esta. En el presente caso Miguel, era un policía y su hermano era un abogado. Por
lo cual, era muy fácil para él saber las normas del código penal. Además de eso, por la
interacción social del cual ha podido ser participe en el entorno social ha podido tener
conocimiento de que tanto el consumo de cocaína como el asesinato son conductas
prohibidas en nuestra sociedad peruana. Por lo que, le era exigible que no pierda su
capacidad penal, pues como señala Meine(2015), si esta capacidad se pierde o altera
por causa imputable a uno y en ese estado perjudica un bien jurídico, uno no puede
alegar irresponsabilidad por su acto(p.125)

Asimismo, un segundo aspecto a mencionar es el riesgo prohibido que ha generado


Miguel al consumir cocaína sabiendo que uno de sus efectos como indica NIDA (2020)
es generar un comportamiento errático y violento en el sujeto que la consume.
Asimismo, este aumentó su gravedad al consumir la sustancia teniendo bajo su poder
un arma y como resultado de eso ha causado la muerte de múltiples personas. Esto
cometiendo también un comportamiento típico y antijurídico, pues el consumo y
tenencia de drogas es un comportamiento que está penalizado en nuestro código
penal.

Ahora que sabemos que conocía la ilicitud de sus actos y genero una situación de
riesgo debemos preguntar si era exigible a Miguel haberse comportado de otra manera
y así no haber perdido su imputabilidad penal. Por ello debemos, en segundo lugar,
identificar si Miguel está en una grave situación de alteración de la conciencia la cual
es una anomalía con la cual una persona no puede actuar conforme a la comprensión
de que es un riesgo ante un bien jurídico. Estar bajo consumo de drogas exime a una
persona de responsabilidad penal o le atenúa la pena según lo establece el artículo
20.1 de nuestro código penal peruano. Sin embargo, en este caso nos encontramos en
un acto libera in causa, pues no podría librarse de la responsabilidad penal. Esto,
debido a que, fue el mismo quien voluntariamente se quito su imputabilidad penal al
consumir la droga con el objetivo que cometer un acto delictivo. Y mantener nuestra
imputabilidad penal es una carga que nuestro estado nos exige. Debido a eso, aunque
Miguel no haya tenido completo control de sus acciones, si ha tenido control en la
decisión de consumir o no la cocaína, lo que conlleva a que sea responsable
penalmente por el asesinato que ha cometido, impidiendo a que se le aplique el
artículo 20.1.

¿Ante esta situación que artículos son los que le impondrían la pena correspondiente
por el acto que Miguel ha cometido? Varios son los artículos relacionados al tema: En
primer lugar, tenemos al artículo 106 del CP: que declara que el que mata a otro será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de veinte años. Sin
embargo, esta no es la adecuada, a causa de que, este asesinato no fue algo que se
cometido por una decisión espontanea, sino que fue cometido y planeado con
antelación.

La segunda opción sería el artículo 109 del CP: El que mata a otro bajo el imperio de
una emoción violenta que las circunstancias hacen excusable, será reprimido con
pena privativa de libertad, no menor de tres ni mayor de cinco años. En esta situación,
este artículo no puede usarse. Esto a causa de que el momento de furia que pudo
tener Miguel solo podía ser validado si hubiera matado al “pelado” en el momento que
hubiese visto golpeada a su madre y el “pelado” hubiera estado presente en la casa o
estuviese golpeando a la madre en ese momento. Además, desde el momento entre
que encontró a su madre hasta que fue al restaurante pudo retomar el control de sus
emociones recuperando así su capacidad penal.
La tercera opción sería usar el artículo 108-A del CP, pues, en el caso que Miguel
hubiese matado a un miembro de la policía nacional. Esta sección del artículo impone
una pena especifico por el asesinato de ciertas víctimas especiales. A pesar de ello,
no es posible aplicarle este artículo, pues uno de los requerimientos es que el policía
haya sido asesinado en servicio de sus funciones, lo cual no ha sucedido, porque en
este momento estaba en un restaurante fuera de servicio policial.

Finalmente, la opción sería el uso del artículo 108 del CP, pues este asesinato ha sido
uno premeditado. Esto puede observarse en el momento que le pide a su hermano la
dirección de los mafiosos sumado al consumo de la cocaína que realizo previamente
antes de ir al bar, pues con estas acciones se puede demostrar su intención de
asesinar al “pelado”.

Ahora debemos preguntarnos qué necesidad de una pena ha de darse en este caso.
Como señala Demetrio (2013), nuestro código penal imputa responsabilidad penal en
los casos en los que se ha causo una lesión ya sea por dolo o por imprudencia (p.35).
Asimismo, el autor señala que solo pueden ser protegidos penalmente los bienes
jurídicos que no puedan protegerse con medios menos lesivos (p.26). En este caso el
bien jurídico protegido es la vida de las personas el cual ha sido vulnerado de manera
irremediable. Por lo cual es necesario, aplicarle la pena que establece el artículo 108
del CP cuya pena tiene como mínimo 15 años de pena privativa de libertad. Aunque el
sujeto lo cometió en una grave alteración de la conciencia hay que señalar que él
mismo fue el causante de esta alteración por lo cual no se le debería eximir o reducir
la pena. Asimismo, el asesinato que cometió tuvo varias victimas fatales, entre las
cuales no se tiene completa seguridad si todas o alguna de ellas pertenecía a la
mencionada mafia. Por lo cual, en base a mi análisis la pena impuesta por el acusado
deberá ser de 35 años, similar a la cadena perpetua en duración, debido a que, en
este delito han existido múltiples víctimas fatales.

Bibliografía:

NIDA. 2020, Julio 20. Nota de la directora. Recuperado


dehttps://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/cocaina-
abuso-y-adiccion/nota-de-la-directora.

Su respuesta tiene puntos muy válidos. Pero la desatención a las reglas, las erratas y los
párrafos extra, me parece, que le han quitado espacio y concrentración.

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