Parcial Final de Gestion de La tecnología

Calixto Benavides

Ahorro a la mano Caso exitoso

 Bancolombia creó Ahorro a la Mano, modelo de cuenta de ahorros que, a través de una SIM, permitía
acceder a una cuenta de ahorros de régimen simplificado. Esto benefició a miles de personas que, por su
geografía o su condición económica, estuvieron alejadas del sistema financiero. La solución facilitó, por
ejemplo, el cambio de dinámicas en el envío de dinero de padres que estaban en la ruralidad a hijos que
estudiaban en la ciudad: lo que antes se hacía con un conductor de transporte público se pudo hacer a
través del celular sin ningún costo.

Posteriormente, en 2015, estuvo disponible también como App, lo que la convirtió en una opción
funcional tanto para celular ´flecha´, como para smartphones.

A través de Bancolombia a la Mano, las personas pueden realizar transferencias, recibir pagos de
nómina, pagar facturas, recibir pagos, giros y remesas, retirar en la totalidad de la red de corresponsales
bancarios Bancolombia —que hoy son más de 11.000 en 977 municipios del territorio nacional—, así
como en los cajeros de Bancolombia —más de 4.500 en todo el país.

Entre los beneficios de Bancolombia a la Mano se encuentra, además, la posibilidad de tener créditos
100% digitales, lo que evita ir a una oficina y realizar trámites; simplemente con la historia de la cuenta,
Bancolombia le envía mensajes de texto que la persona responde con su aprobación y posterior a esto el
desembolso es automático. Los montos están entre los $100.000 y $1.500.000.

PinBus Caso exitoso

El comercio electrónico en Colombia crece a pasos agigantados. Según cálculos de analistas en el 2014
las transacciones por ventas digitales ascendieron a 3.500 millones de dólares. Por su parte la compañía
de pagos electrónicos PayU Latam registró un incremento de 40 por ciento en sus operaciones frente a
2013.

No obstante, la oferta para tiquetes terrestres, el medio de transporte por excelencia en todo el país, se
mantenía aislada de la fiesta del comercio electrónico. Es por esto que un grupo de emprendedores
decidieron crear Pinbus.com.

Dicha plataforma se encarga de la reserva y venta de tiquetes de bus en todo el territorio nacional, con
cerca de 2.000 destinos disponibles para escoger y adquirir desde la comodidad del celular. El potencial
del negocio es muy amplio: de los 110 millones de tiquetes de bus que se venden al año en el país,
según Conalter, apenas un 1% se transa vía digital.

“Durante un tiempo estudiamos el mercado de transporte de pasajeros en bus y notamos la

oportunidad que representa, tanto para los usuarios como para las empresas transportadoras, contar
con plataformas de venta online. La experiencia en Colombia del mercado aéreo y la importante
participación del canal de ventas por internet son una demostración de la oportunidad que existe en el
mercado de transporte terrestre. Esto nos llevó a la creación de esta plataforma”, dijo Alejandro
Zuluaga, CEO de la firma.
Pinbus.com tiene acceso a las plataformas transaccionales de empresas como Berlinas del Fonce,
Expreso Brasilia, Coomotor, Rápido Ochoa, Copetran y Bolivariano, cuya oferta tiene alcance nacional y
llegan a ciudades de Venezuela, Ecuador y Perú.

Para comprar se ingresa al portal www.pinbus.com, elegir el destino y fecha de viaje, seleccionar el
tiquete que más se ajuste a las necesidades del usuario, ingresar la información del viajero y pagar.

Si el usuario no cuenta con un medio de pago electrónico, el sistema le arroja un código de barras que
puede llevar a un punto baloto para poder pagar, antes de 12 horas, el costo de su tiquete en efectivo.

Durante la pasada jornada vacacional, el sistema de Pinbus.com observó una alta afluencia de personas
que, desde distintas partes del país, lo usaron para la reserva y compra de sus tiquetes.

Cartucho de Seguridad Carlos Miguel Frias Caso Exitoso

 Las Fuerzas Armadas Colombianas, en su empeño de lograr mayores estándares de seguridad para sus
tropas –y para la población civil- han desarrollado y adoptado desde hace varios años el denominado
“Cartucho de Seguridad”. Se trata entonces de un dispositivo de plástico que se aloja en la recamara del
arma, actuando como una barrera de seguridad, previniendo así incidentes y accidentes por disparos.

El dispositivo se asemeja a un cartucho real y consta de un anillo y una palanca en su cuerpo.  Fue
diseñado por la Dirección de Preservación de la Integridad y Seguridad del Ejército (DIPSE), y es
inyectado en poli (oxido de metileno), color amarillo, con culote en inserto de acero inoxidable 304,
maquinado CNC, perfilado y fileteado, tipo rodamiento y de orificio +2 mm en la palanca; puede ser
utilizado sobre fusiles Galil, (tanto de calibre 5,56 como 7,62 mm) y sobre Colt M-16 A2 y A4.

El mismo se instala manualmente en la recámara del arma y se asegura de forma que quede acerrojado.
La palanca queda a la vista indicando su presencia y que no hay un cartucho real en la recámara del
arma en cuestión.

El objeto del cartucho es facilitarle al portador del arma el control sobre la misma, y a quienes ejercen el
mando sobre una unidad cualquiera, que sus hombres tengan aseguradas sus respectivas armas,
mejorando con ello la integridad y vida del personal militar y por supuesto de los ciudadanos.

El Cartucho de Seguridad, surge de una idea original del Sargento Primero Carlos Miguel Farías Malagón,
siendo posteriormente desarrollado por la DIPSE, a partir del diseño de varios modelos –prueba y error-
en los que se ensayaron dimensiones, materiales, posiciones de la palanca y pruebas en polígono para
determinar su efectividad.

Luego y con un modelo, y los resultados de los diferentes estudios, el proyecto le fue presentado al
Estado Mayor del Ejército quien ordeno probarlo en diferentes unidades de la V División, siendo las
mismas en un 95% satisfactorias. Luego de esto se impartió la orden de su implementación progresiva
en todas las unidades del Ejército, extendiéndose su uso a la Infantería de Marina y Policía Nacional.

La DIPSE, junto a los cartuchos, elaboro un manual y un video instructivo sobre como manipular el
dispositivo, así como el detalle de sus características.

Es importante añadir que en caso de situaciones de combate, el cartucho es expulsado por los mismos
mecanismos del arma al cargarse el fusil, lo que no implica pérdida de tiempo o alguna otra
consecuencia para quien porta el arma.
El Cartucho es de uso obligatorio, tiene un valor de aproximadamente 0,26 centavos de dólar, esta
Patentado y ha sido examinado con interés por las Fuerzas Armadas de Chile y la Argentina.

Celumovil Caso éxito pero fracasó

Cuando el gobierno colombiano otorgó las licencias de operación para telefonía celular, el 22 de
enero de 1994, el país fue dividido en tres zonas de operación: Oriente (incluyendo la capital Bogotá),
Occidente (incluyendo a Cali, Pereira y Medellín) y Norte (Incluyendo a Barranquilla y Cartagena). En
cada una de ellas se otorgaron dos licencias de operación, una para un operador privado y otra para un
operador de capital mixto (público y privado).

Surgieron así tres empresas de capital privado: Celumóvil para la zona oriente, Cocelco para la zona
occidente y Celumóvil de la Costa para la zona Norte. El gobierno colombiano, además, creó dos
segmentos de espectro electromagnético o bandas. La "A" fue otorgada a las empresas mixtas, mientras
que las privadas recibieron las "B".

Inicialmente, Celumóvil contaba con la participación del Grupo Empresarial Bavaria como principal

accionista y Cellular One (ATT) como socio de industria y Cocelco con el grupo Luís Carlos Sarmiento
Angulo en asocio con Telefónica de España.

La primera llamada celular en Colombia la originó Celumóvil en Barranquilla el 1o. de junio de 1994,
conectando a Barranquilla con Bogotá y New York entre el empresario Julio Mario Santo Domingo,
Carlos "El Pibe" Valderrama y María Cristina Mejía de Mejía, presidente de Celumóvil.

A finales de 1994, Comcel, Occel y Celcaribe operaban en la banda "A", mientras que Celumóvil, Cocelco

y Celumóvil de la Costa hacían lo propio en la "B", en las regiones oriental, occidental y norte,
respectivamente. Con el tiempo, Celumovil y Celumovil de la Costa se unieron en una sola compañía.

BellSouth, en su proceso de expansión en América Latina, adquirió el control accionario de Celumóvil,

Celumóvil de la Costa y Cocelco en 1999, cambiando la razón social a Bellsouth. Finalmente, en 2005
BellSouth vendió su participación de los operadores de telefonía celular en Latinoamérica a la
multinacional española Telefónica, quien opera bajo la razón social Telefónica Móviles y la
marca Movistar.