Está en la página 1de 37

“GOYENECHE CECILIA ANDREA – Procuradora Adjunta de la provincia de

Entre Ríos – JORGE AMILCAR LUCIANO GARCÍA – Procurador General de


la provincia de Entre Ríos - Denuncia en su contra formulada por los Dres.
Rubén Pagliotto y Guillermo R. Mulet”

Excmo. Jurado de Enjuiciamiento,

Cecilia Andrea Goyeneche, Procuradora Adjunta, con el


patrocinio letrado del Dr. Enrique Máximo Pita, ante Uds. me presento y digo:

1. Comparezco a contestar el traslado conferido (art. 24


de la Ley 9283), ante la denuncia radicada por los abogados Pagliotto y Mulet en
la que proponen que estaría incursa en alguna de las causales que habilitarían mi
juzgamiento, en relación a consideraciones y valoraciones de determinadas
situaciones reales que tergiversan y malinterpretan, y otras directamente
imaginarias, los denunciantes subsumen en causales de destitución.

Leídos que fueran los términos de la presentación que se me


ha trasladado, he de peticionar que se desestime, en razón de que la misma se
basa en datos facticos falsos, carece de toda fundamentación y argumentación
jurídica válida y solo constituye una grosera sumatoria de inexactitudes,
tergiversaciones e interpretaciones malintencionadas, con el sólito y torcido
propósito de enviar un mensaje intimidatorio al Poder Judicial de Entre Ríos -
Jueces y Fiscales-, para que no avancen en la investigación de delitos de
"corrupción".-

Es notable que la denuncia, que los denunciantes relacionan


con el trámite de la causa “BECKMAN FLAVIA MARCELA - SCIALOCOMO
ESTEBAN ÁNGEL Y OTROS S/ ASOCIACIÓN ILÍCITA (EN CONCURSO REAL CON
PECULADO REITERADO)” es formulada, mas de dos años después de ocurridas
las causales que invocan, y se incardina temporalmente con el momento preciso

1
en que la causa ha tenido un avance sustancial, al haber presentado los Sres.
Fiscales la solicitud de remisión a juicio.-

Esto me pone en situación de tener que formular el descargo,


no ya sobre concretos hechos de los que se me acusa, sino en relación con
opiniones interesadas, difamaciones planeadas, artilugios argumentales,
sofismas varios, y esencialmente -como nunca antes he visto en mi carrera
judicial, pese a que me he desempeñado durante 15 años en un organismo
encargado precisamente de recibir denuncias-, una suerte de andanada febril,
convulsiva, de epítetos agraviantes, insultos expresos, adjetivaciones
peyorativas. Así, se pueden contar los más importantes, sólo como muestra:
Página 13: “mendaz y negadora Procuradora Adjunta”, Página 16: “agresiva y
grosera.”, Página 21: “funcionaria desaprensiva, mendaz y, sobre todo,
recalcitrantemente negadora de hechos”, Página 22: “necia negativa, con voz
engolada, impostada actitud de inocencia y ostensible soberbia”, Página 43: “la
mendaz y refractaria Fiscal Anticorrupción”; Pg. 47: “la perjuriosa Procuradora
Adjunta”, Pg. 77: “fiscal mentirosa y negadora”; Página 79, nuevamente: “fiscal
mentirosa y negadora”.-

Más allá de la indecorosa posición tomada por los


denunciantes, que avasallan los derechos de los denunciados a un trato digno,
pasaré momentáneamente por alto esas injurias, a los efectos de retomar un
diálogo racional y de respeto institucional y personal a los actuantes.-

1. Supuesta omisión del deber de inhibirme. Supuesta


mendacidad. La intervención en la causa “BECKMAN”.

Despejado el escrito de la furia agraviante de sus autores, nos


encontramos con que esgrimen como motivo de la petición de destitución, que
habría incumplido mi deber de apartarme (inhibirme de actuar) en la causa en la
que están interesados.-

Previo a dar respuesta a ese planteo central, deberé despejar

2
todas las falsedades que presentan los denunciantes, a través de las cuales
pretenden apalancar la afirmación de que incumplí con ese deber de
apartamiento, a lo que -en febril ideación-, fueron sumando luego inventados
actos concretos de favorecimiento a uno de los imputados.

a) El trámite de la causa:

Cabe señalar que la investigación de la causa “Beckman”


recayó, en virtud del sistema de turnos, en los fiscales Ignacio Aramberry y
Patricia Yedro, y concluyó para el MPF con la presentación de la Remisión a Juicio
el día 31 de mayo pasado. El documento en cuestión, cuya lectura permite por sí
misma desandar varias de las afirmaciones difamatorias que se realizan o
transcriben en el escrito de denuncia, se encuentra a disposición de cualquier
interesado en el siguiente enlace: http://mpf.jusentrerios.gov.ar/wp-
content/uploads/2021/causas/REMISION%20JUICIO%20-
%20BECKMAN%20Y%20OTROS%20Con%20caratula.pdf .-

Desde el inicio de la investigación de la causa y hasta el 29 de


abril de 2019, desarrollé en relación con la misma las tareas de coordinación que
me asignó la Res. 80/18PG1 (http://mpf.jusentrerios.gov.ar/wp-
content/uploads/2018/080-2018.pdf), y -dadas sus enormes dimensiones- asistí
y acompañé a los Sres. Fiscales en múltiples actos de investigación y otros actos
procesales (de conformidad al art. 17 inc. k de la ley 10.407). En esa fecha, me
excusé ante el Procurador General (art. 35 ley 10.407) de seguir desempeñando

1
En la resolución Nº 80/2015 PG, el Sr. Procurador General, consideró oportuno asignar formalmente a mi
persona, el desempeño de las funciones previstas en el art. 208 de la Constitución Provincial, “ante el
recorte normativo efectuado por la legislatura provincial en oportunidad de tratar la actual Ley 10.407”. Es
que en oportunidad de aprobarse la ley 10.407 -Orgánica del Ministerio Publico-, la legislatura no incluyó
las reglas de organización de esa Fiscalía especializada”, pese a que el constituyente local de 2008 previó
su organización como fiscalía especializada “con competencia en el territorio la provincia” (de ahí que la
asignación de funciones no puede darse sino en quien posea un cargo con el rango funcional de
Procurador/a adjunto/a, ya que el resto de los cargos del MPF, tienen intervención en ámbitos
jurisdiccionales más reducidos), dirigida a la "investigación y acusación de los hechos de corrupción y otros
delitos contra la administración pública" (Art. 208 CP), y asignó a la Procuración General el cometido
expreso de asegurar "los medios, el apoyo tecnológico, la continuidad y estabilidad para el cumplimiento
de su cometido".-

3
la Coordinación en esta causa específica, en virtud de las razones que se
expusieron en el escrito en cuestión (acompaño a la presente copia del expediente
de trámite de dicha excusación -queda a disposición el original-).-

Antes de aquella decisión de apartamiento, desde los


comienzos del trámite de la causa, fueron apareciendo en los medios de prensa
de esta ciudad, diversas notas con señalamientos -construidos a partir de
falsedades o tergiversaciones que aclararé a continuación-, las que en su mayoría
son tomadas por los denunciantes (acompañan muchas de ellas), y con las que,
además de sostener campañas de desprestigio y apalancar las peticiones de
recusación que formularon abogados defensores, procuraron deslegitimar la
investigación y, esencialmente, a sus encargados, con la intención evidente de
mellar todo ímpetu investigativo en ésta o en futuras causas de corrupción.-

El inicio de este proceso puede ser emplazado en la entrevista


realizada en “Radio 5 Esquinas” (por los periodistas Jorge Riani, Juan Cruz Varela,
Federico Malvasio y Danilo Lima), al abogado defensor Miguel Cullen, el 5 de
noviembre de 2018 (puede escucharse entera en
https://go.ivoox.com/rf/29876195, además se acompaña archivo como prueba
7), en la que ya anunciaba posibles procesos contra integrantes del Poder Judicial
(lo que se concretó inmediatamente con el primer pedido de enjuiciamiento
realizado al Sr. Procurador General en el mismo mes de noviembre de 2018 -ver,
al respecto, el análisis realizado en la Remisión de la causa a juicio, pg. 137 y ss.-
) y se quejaba de la pasividad del Poder Legislativo ante la investigación en curso,
instándolos a interpretarla no como una pesquisa sobre hechos delictivos, sino
como un ataque al Poder Legislativo, proponiendo que se reaccionara
consecuentemente.-

A continuación se sucedieron una serie de informes en la


prensa, tendentes a generar dudas e imponer sospechas sobre el buen nombre
de la suscripta y la concreta intervención en la causa. Los primeros, que fueron
trasladados como planteos justificantes de mi recusación en la causa, son

4
aquellos que se consignan como documental 1 y 2 de la denuncia, emitidos en “El
Diario” el 5 y el 7 de diciembre de 2018. Estas consideraciones sobre la
ultraintención de aquellos informes, no se basan en el hecho que contengan
severos cuestionamientos hacia mi persona ya que los funcionarios públicos
estamos sujetos a ellos y debemos soportar la crítica, sino en que dichas
publicaciones fueron efectuadas sin haber realizado su emisor, ningún tipo de
contrastación de la información que difundía. Pese a que el Sr. Bellini cubrió
durante algún tiempo noticias judiciales, por lo que tenía acceso personal y
telefónico a la suscripta, lo que le hubiera permitido hacerse de datos mas
precisos sobre lo que pretendía informar, esto no ocurrió ni una sola vez. Nunca
procuró chequear los datos que volcaba en sus publicaciones consultando sobre
ello a quien podía aportar la información que mas adelante consignaré.

Acompasado con esto, el día 6 de diciembre de 2018, debí


realizar una denuncia ante la Unidad Fiscal de Atención Primaria, la que se tramitó
en el Legajo de Fiscalía Nº 93.137, debido a que personas desconocidas habían
hecho circular en las redes sociales una “captura de pantalla” (falsa, armada) de
supuestos mensajes de Whatsapp falsos, en los que se me atribuía una
conversación impropia que nunca mantuve (así lo manifesté públicamente en la
audiencia de apelación de prisión preventiva, celebrada ante la Vocal Castagno el
día 7/12/18 – acompañada como prueba 7).

Así, estratégicamente, se generaban dudas sobre el objeto de


la investigación, procurando instalar la imagen de que se trataba de una causa
armada en contra del sistema político, y de que quienes interveníamos en la
misma teníamos intereses secundarios que nos guiaban en la actuación. Lo
mismo que explícitamente se había dicho en la entrevista radial ya referida.-

Nada de ello es sorprendente si tenemos en cuenta que en la


investigación en cuestión había quedado al descubierto una organización

5
criminal2, operativa durante más de 10 años, con estructura jerárquica, con
intervención de altos funcionarios del Estado, actuando concertadamente con
particulares, y con enorme poder económico.-

Los planteos de recusación, que se apalancaban en las


“noticias” publicadas en base a la información que construía y hacía circular la
propia organización investigada, eran articulados sosteniendo que la suscripta
mantenía un vínculos comerciales o de sociedad con el imputado Pedro Eduardo
Opromolla, lo que, con el pasar del tiempo, fue mutando para pasar a sostenerse
en esos artículos de prensa, que mi esposo era socio del estudio contable Integral
Asesoría (el que fue allanado el 3/10/18 y sus integrantes -Gustavo Falco, Pedro
Opromolla y Guido Krapp, y también el Licenciado en Sistemas Nicolás Beber y el
corredor Inmobiliario Renato Mansilla- acusados por el MPF).-

Como he manifestado públicamente, ambas afirmaciones -que


insistentemente han alegado y usado para mi descrédito- son falsas.-

a) Los denunciantes insisten hasta el hartazgo en


cuestionar una frase vertida en una audiencia de apelación de prisión preventiva
celebrada hace cerca de 3 años, el día 7/12/18 (acompaño copia videograbada
de la misma).

En esa audiencia, los Sres. Defensores anunciaban que en base


a publicaciones en la prensa (las que los denunciantes acompañan con el número
1 y 2) habían recusado a la suscripta. Acusaron, además, falsamente a la fiscalía
de cometer excesos procesales. También se había producido por aquellos días el

2 Afirmo que se trata de un caso de criminalidad organizada, siguiendo el informe del Relator de Naciones
Unidas para la Independencia de Magistrados y Abogados, en el que se indica que cuando se habla de crimen
organizado se hace referencia a la concurrencia de los siguientes elementos: a) las actividades se realizan
durante un período sostenido en contraposición a aquellos individuos que se juntan esporádicamente para
llevar a cabo una acción concreta; b) las organizaciones poseen una estructura y una jerarquía identificables
que pueden ser de diferentes tipos: piramidal, empresarial, pública o privada, entre otras; c) las
organizaciones cometen graves delitos con fines de lucro; y, d) las organizaciones criminales utilizan la
corrupción o la violencia para llevar a cabo sus actividades y protegerse de las consecuencias de las mismas.
(Naciones Unidas - Informe Relator Especial sobre la Independencia Magistrados y Abogados, Resolución
A/72/140, 25 de julio de 2017, párr. 35).

6
primer pedido de enjuiciamiento político (Jury) al Procurador General, y el día
anterior se había efectuado la difusión de un Whatsapp falso al que ya me referí.-

En ese contexto el abogado Cappa, además de señalar que


habían interpuesto (trámite aparte) mi recusación, sugería la comisión de delitos
por la suscripta, a lo que agregaba su opinión de que debería ser detenida. En ese
trance, sostuvo que mantenía por esos días, una relación de tipo comercial con el
imputado Opromolla (a quien no representaba ninguno de los abogados
presentes).-

Es así, que en la parte del alegato a mí cargo, enfaticé las


peculiaridades de la causa y señalé cómo las operaciones de encubrimiento y
entorpecimiento se sucedían. Remarqué además lo que a mi juicio eran
falsedades introducidas por los defensores en sus alegatos, entre ellas, el
sostener que mantenía una relación comercial con el imputado.-

b) La recusación que no fue.

La recusación que interpusieron por escrito los abogados


Cullen, Vartorelli y Cappa (en representación de los imputados Gustavo Pérez y
Ariel Faure), aquel 7 de noviembre de 2018, jamás tuvo trámite de fondo.-

La Sra. Jueza de Garantías (al hacer lugar a un recurso de


reposición de la suscripta -se acompaña copia, prueba 3A-), desestimó el planteo
de recusación formulado por las defensas de Gustavo Pérez y Ariel Faure e indicó
a los recusantes que debían canalizar el planteo, de conformidad a las
prescripciones del art. 35 de la ley 10.407 de Ministerios Públicos. Esta decisión
fue confirmada por la Sra. Vocal el Tribunal de Juicios y Apelaciones de la
Provincia, Dra. Carolina Castagno, en resolución del 13/02/2019 (copia
acompañada, prueba 3B y 3C), y luego por la Sala 1 de la Cámara de Casación
(que en resolución del 01/04/19, desestimó el recurso de Casación interpuesto -
se acompaña copia, prueba 3D-), deviniendo luego abstracto (en virtud de mi
excusación, prueba 3F) el Recurso de Impugnación Extraordinaria Provincial a

7
través del cual los recusantes pretendían llegar con su planteo a la Sala Penal del
STJER (resolución del 03/05/19 – prueba 3E).-

Lo cierto es que nunca se me corrió traslado de las


presentaciones de los recusantes, ya que jamás se presentaron ante el Sr.
Procurador pretendiendo mi apartamiento en la causa, ni esgrimiendo razón
alguna que sustente racionalmente ese pedido.-

Es por ello que nunca tuve ocasión de expresar los motivos por
los cuales consideraba que no correspondía mi apartamiento del rol de
coordinación en la causa, habiéndose convertido la presente en la primera
oportunidad en que ello se discute. Nunca, además, me encontré ante un deber
de informar que pudiera haber omitido como con muchas inconsistencias señalan
los denunciantes. Es ello así porque en lugar de poner en discusión la recusación
ante el organismo legalmente competente para ello, los letrados han optado por
convertirlo en un motivo de juicio político.-

El marco teórico de la discusión, se halla bien expresado en la


sentencia de la Dra. Castagno (del 1º/04/19, se acompaña videograbación –
prueba 3C), quien recuerda que a través del instituto de la recusación y
excusación, la ley pone en resguardo la garantía de juez imparcial, y la de
objetividad del integrante del MPF, ya que la imparcialidad es un atributo de los
jueces, que trasciende la legalidad y se funda en el bloque constitucional. Como
sostuvo allí la Magistrada, los fiscales deben ajustar su actuación a la ley, pero no
tienen exigencia de imparcialidad en el sentido y extensión que se considera
como atributo del juez o tribunal, como una garantía judicial; sino a reglas de
objetividad y lealtad en la actuación. Es esto lo que preserva el art. 35 de la ley de
Ministerios públicos, que se adecua perfectamente al principio de organización
acusatoria del sistema de juzgamiento (establecido en el art. 64 de la Constitución
Provincial), imponiendo la exigencia de que sus integrantes orienten su actividad
a la preservación y vigencia de derechos.-

8
Luego de despejar los planteos fácticos en los que basan esta
causal, volveré sobre la cuestión jurídica vinculada al deber de objetividad de los
fiscales.-

c) La realidad de los hechos y la veracidad de lo


afirmado en audiencia:

Durante los años 2010/2016 mi esposo Sr. Luis Sebastián


Orlando Bertozzi se desempeñó laboralmente en el estudio de arquitectura de
Gastón Grand y José L. Churruarín, en donde se realizaron algunos proyectos de
construcción, con la estructura de fideicomisos. Esto condujo a que
resolviéramos realizar inversiones en esos proyectos, sobre lo que acompaño
documental, no sin antes aclarar que en la maledicente denuncia, se insiste en
afirmar -falsamente- que documental vinculada a estos aspectos habría sido
secuestrada casualmente en los allanamientos realizados en el estudio contable
“Integral Asesoría” el día 3/10/18 (queriendo brindarle a sus elucubraciones, un
sentido de “descubrimiento” de una verdad ocultada). Nada de ello es cierto pues
ninguna documental vinculada con estos aspectos fue secuestrada en ningún
allanamiento.-

En el contexto señalado -realización de inversiones por el


difundido modo de compra en fideicomisos de construcción- adquirimos de esa
manera (adhesión al fideicomiso en el año 2015) el 50% indiviso de la Unidad
Funcional sometida al régimen de propiedad horizontal que forma parte del
edificio con domicilio parcelario en calle La Paz Nº 236, Unidad Funcional Nº 32,
planta 11vo. Piso, superficie exclusiva: 39,83 m2. y Unidad Complementaria Nº III
-baulera-, propiedad exclusiva 3,10 m2. El inmueble fue adjudicado por Escritura
pública del 14/12/2016 (copia acompañada como prueba 1A).

Posteriormente, en fecha 09/03/2017, adquirí el 50% indiviso


restante a al CPN Pedro E. Opromolla, operación realizada por boleto de
compraventa, con firma certificada por Escribano Público (Libro de Registros e
intervenciones Nº XXX Acta Nº 158, Folio Nº 158 del escribano Humberto Gracia

9
– se acompaña copia como prueba 1B).- La autenticidad y fecha cierta del
instrumento se infiere no solo de la certificación notarial sino también de la
constancia de pago del sellado correspondiente a dicho contrato, emitida por la
oficina fiscal respectiva (ATER). A su vez, la titularidad del inmueble de referencia
fue oportunamente denunciada en la respectiva declaración jurada de Bienes
Personales (prueba 2C) y la presentada en el Poder Judicial (prueba 3F).

La situación registral de este inmueble -no un vínculo existente


con Opromolla-, sumado a la feroz campaña de desprestigio que se llevaba
adelante, fue lo que motivó mi excusación para seguir ejerciendo el rol de
coordinación en la causa. Como manifesté en la excusación formulada, si bien el
haber realizado transacciones de contenido patrimonial con un imputado de
ningún modo afectaba mi primordial deber de objetividad en el rol de coordinación
de la investigación fiscal, ni conmovió de manera alguna el curso de la
investigación, lo cierto es que “la evolución de la causa determinó la necesidad de
realizar medidas de contenido patrimonial con el objeto de asegurar el recupero
del producto del delito y la ejecución de las penas pecuniarias previstas en las
figuras imputadas. En este contexto, los Sres. Fiscales solicitaron -y así dispuso
la Sra. Jueza de Garantías-, la traba de embargos sobre los bienes de los
imputados. Para así disponerlo, los Fiscales solicitaron la cautelar sobre todos
los bienes registrables informados por los registros públicos de la provincia. Sin
embargo, de la información registral no surgía que la parte del inmueble en
cuestión, que originariamente había sido de titularidad del Sr. Opromolla, fue
adquirido por boleto de compraventa por la suscripta en fecha 9 de marzo de
2017 (se acompaña el legajo de excusación – prueba 3F).- Ello es consecuencia
de que, al momento de suscribirse el boleto con firma certificada de fecha
09/03/2017, la escritura originaria de adjudicación -de fecha 04/12/2016- estaba
aun en trámite de inscripción en el Registro de la Propiedad, conforme se dejara
constancia en la cláusula 3ª del boleto (prueba 1B).

Para ser muy explícita. El inmueble de calle La Paz Nº 236,

10
Unidad Funcional Nº 32 (piso 11) y unidad complementaria Nº III, es desde marzo
de 2017 íntegramente de titularidad de la suscripta, por lo que este en nada me
vinculaba con el Cdor. Opromolla.- En todo caso, sólo quedaba pendiente mi
derecho a obtener la escrituración de la parte indivisa adquirida por boleto y
eventualmente el planteamiento de la respectiva tercería de mejor derecho para
el caso de que pretendiera ejecutarse la parte indivisa registralmente a nombre de
Opromolla, en tanto soy adquirente por boleto con fecha cierta y posesión anterior,
en los términos que prescribe el art. 1170 del Código Civil y Comercial de la
Nación.

Y fue esa circunstancia -la constatación en la causa “Beckman”


de que había sido embargado un inmueble (o una parte indivisa) que era de mi
propiedad- lo que motivó la decisión de apartarme de la causa. En ello se sustenta,
también, la decisión del Sr. Procurador General de admitir la excusación
formulada (Resolución de fecha 30/04/2019).

Se acompaña copia de la escritura pública del 14/12/2016


(prueba 1A), y del posterior boleto de compraventa del 9/3/17 (prueba 1B).
También adjunto copia de las declaraciones juradas del impuesto a los bienes
personales, donde se observa en el año 2015 (prueba 2A), la declaración a título
informativo (por ser exento) de los aportes a al Fideicomiso “LP-Baucis”; en el año
2016 (prueba 2B), se declaró y estuvo sujeto a tributo la titularidad del 50% del
inmueble de calle La Paz; en el año 2017 (prueba 2C), se halla declarado y sujeto
a tributo el 100% de la titularidad del inmueble de calle La Paz, todo ello conforme
a la documental que anteriormente referí. Constituyen todos ellos documentos
indubitados que demuestran que, en relación al departamento adjudicado en el
Fideicomiso Baucis, sito en calle La Paz 236, toda vinculación cesó cuando adquirí
su mitad indivisa -el 09/03/2017.

• Por otro lado, se sostiene en la denuncia, que la suscripta


mantenía al momento en que se realizaron las publicaciones periodísticas que se
transcriben, un vínculo “comercial” con Opromolla por haber suscrito -ambos- un

11
contrato de adhesión al fideicomiso “9J165” (en 2015) y luego un contrato de
locación sobre ese inmueble (en 2017). Esos fueron también los términos que
utilizó el abogado defensor Cappa en la audiencia ya referenciada.-

Lo que se ha omitido referir en aquella denuncia y ahora los


denunciantes pretenden tergiversar es que, el 1º de noviembre de 2018 me había
desprendido de aquel inmueble (cesión de los derechos como beneficiaria del
50% de una unidad funcional monoambiente, terminada, en el edificio que
construye el FIDEICOMISO 9J-165 en calle 9 de Julio Nº 165 de esta Paraná). Se
acompaña copia de aquella cesión, realizada ante la Escribana María Silvina
Morelli (prueba 1C). Desde luego, y de conformidad a la previsión del art. 1189 del
CCCN, ese contrato de alquiler continuó en cabeza de la cesionaria, por lo que
tampoco seguí vinculada al mismo (lo presentan los denunciantes, afirmando
falsamente, que el mismo fue secuestrado en el allanamiento del estudio
Contable Integral Asesoría).-

Se acompaña copia del contrato de cesión de derechos


(prueba 1C), así como las declaraciones juradas del impuesto a los bienes
personales del año 2016 (prueba 2B) y 2017 (prueba 2C), en donde se observa
declaración a título informativo (por ser exento) de los aportes al Fideicomiso
9J165, mientras que en la declaración jurada del año 2018 (prueba 2D) ya no está
informado ese bien por haberme desprendido del mismo.-

Corresponde señalar, en relación a lo expuesto, que respecto


al Fideicomiso 9J-165 no se había producido, al realizar la referenciada cesión de
derechos de fecha 01/11/2018, la adjudicación de las unidades funcionales a los
fiduciantes/adquirentes. Ello se concretó finalmente el 19/11/2020, mediante
Escritura Nº 190, otorgada por la Escribana Morelli, resultando adjudicada
definitivamente la mitad indivisa a la cesionaria (prueba 1D).

O sea que en el Fideicomiso de calle 9 de Julio 165 sólo fui


fiduciaria adherente en una mitad indivisa compartida con el Cr. Opromolla, en el

12
periodo que media entre la adhesión al fideicomiso (el 25/08/16) y la cesión de
mi parte a Maricel Micaela Goyeneche (el 01/11/2018) -cfr. prueba 1D, ítems b y
d-.

Descartada toda vinculación subsistente respecto al inmueble


de calla La Paz 236 (Fideicomiso Baucis), corresponde señalar respecto al
Fideicomiso 9J-15 que la sola circunstancia de ser cofiduciaria con el Cr.
Opromolla respecto a una unidad funcional no conlleva un vínculo “comercial”,
como se afirma, ni tampoco una relación asociativa de ninguna índole. Sabido es
que el condominio -que es la situación jurídica asimilable- no constituye una
sociedad, ni comercial ni civil. Se expide uniformemente en ese sentido la doctrina
señalando que el condominio en modo alguno puede ser asimilado o equiparado
a una relación societaria o un vínculo comercial. El condominio es un derecho real,
eminentemente transitorio y precario en razón de que su división puede ser
solicitada en cualquier momento. Bien se ha dicho que, a diferencia de la
sociedad, “en el condominio falta entre los comuneros una colaboración dirigida a
un mismo fin, e incluso los fines que los participantes persiguen en su respectivo
interés pueden ser distintos y contrarios entre ellos” (FARINA, Juan M., “Derecho de
las Sociedades Comerciales”, Edit. Astrea, t. I, p.108, edic. 2011)

Nada agrega a la situación expuesta, la circunstancia de


haberse celebrado un contrato de locación sobre la Unidad Funcional a adjudicar
en tanto se trata de un mero acto de administración de la cosa común, que
tampoco conlleva ni permite inferir la mediación de una relación “comercial” como
se sostiene.

Es por ello que pude sostener certeramente en la audiencia del


7/12/18, que no existía vínculo o relación comercial con el imputado Opromolla.
Ninguna mendacidad hubo en aquella afirmación. El tribunal podrá, si lo considera
necesario, apreciar en el video de aquella audiencia, en la que comienza mi
exposición a partir del 1hs.40min. el tenor de lo allí manifestado. Cabe precisar,
además, que se trataba de una audiencia en que alegábamos sobre la continuidad

13
de prisiones preventivas, y no mi recusación como pretenden confusamente
referir los denunciantes, ya que la misma nunca llegó a ser discutida por haber
errado en la vía de planteamiento los Sres. defensores. De allí que sólo puedo
considerar un dislate a las difamatorias referencias a una supuesta mendacidad,
o aún a la condición de perjurio bajo la que los denunciantes califican aquella
intervención.-

A tal punto es ello así, que luego de referir a la suscripta como


“perjuriosa”, “mendaz”, “recalcitrantemente negadora” y otros epítetos de similar
calaña, en base a los que sostienen el pedido de destitución bajo la causal
“conducta pública o privada incompatible con las funciones a su cargo”, dicen a
pg. 44, “Goyeneche no negó la existencia de ese fideicomiso en que la tiene como
firmante a ella y Opromolla. Hábilmente refirió al tema con una frase vaga, laxa y
confusa. “No tengo una relación comercial”, anteponiendo un enfático “Es falso
S.S.”. Ignoran deliberadamente que en la discusión de esa audiencia se me había
atribuido, precisamente eso, “vínculos comerciales” (ver audiencia del 7/12/18,
11’50’’ -prueba 7-). Vuelven sobre el punto reiteradas veces, fluctuando
contradictoriamente entre la afirmación según la cual mentí (acción positiva de
emisión de un enunciado falso) y aquellas otras en que se sostiene que falté a la
verdad por omisión (así pg. 41 y puntos a) y d) en páginas 79 y 80, en las que no
llegan a informar cual fue el momento y ante quién debí hacer las manifestaciones
que consideran).-

Lo que me movió a desprenderme inmediatamente de los


derechos como beneficiaria de aquel fideicomiso, estuvo motivado precisamente
en el descubrimiento de la intervención de Opromolla en los ilícitos que
investigaba el MPF, lo que me llevó a considerar éticamente intolerable mantener
derechos en común con el nombrado.-

También consideré, por aquellos días, que los espurios


intereses que se tocaban en las causas de corrupción que investigamos, podrían
conducir a que esta circunstancia fuera utilizada en ataques y agravios, que

14
sugirieran el ocultamiento del bien. De allí que para desprenderme del mismo,
realicé una cesión gratuita del mismo a una persona de mi familia, que lleva mi
mismo apellido (acompaño documental, pueba 1C). Pese a ello, lo que es insólito,
los denunciantes, autoinvestidos de una capacidad cognitiva superior a la del
resto de los mortales, afirman dentro de la cataratas de injurias que postulan, que
en esa cesión de derechos se escondería una ultraintención de ocultamiento!!!.
No es comprensible el silogismo a través del cual arriban a esa conclusión, tal
vez, se trate solamente de un postulado amparado en el desprecio ostensible con
el que es realizado. Tal vez, es sólo el espejo en que se reflejan sus propios
valores.-

Como he señalado en otros ámbitos, la relación de amistad


entre mi esposo y el Sr. Opromolla -que explica que se hubieran realizado aquellas
operaciones de adquisición de derechos en los fideicomisos, sin ningún animo
societario-, me era ajena y no afectaba mi posibilidad de dar cabal cumplimiento
a mi deber de objetividad en el rol funcional asignado, lo cual queda demostrado
por sí mismo en el trámite de la causa-.

El resto de las consideraciones, basadas insistentemente en


aquella relación de amistad, considero que derivan de un estereotipo de género
que nubla el juicio de los denunciantes. ¿Presuponen, tal vez, que el matrimonio
implica para la mujer el asumir los vínculos del esposo?; ¿o una especial relación
de sumisión que impondría a las mujeres un deber de respeto y consideración por
los afectos del marido, de tal manera que les impediría -por ejemplo- investigarlos,
allanarlos, imputarles hechos delictivos? En cualquier caso, entiendo, los
denunciantes deberán hacerse cargo de sus prejuicios, pero de ningún modo se
me han de cargar las relaciones de otro, ni las manías machistas de algunos.-

d) Las falsedades sobre la pertenencia de mi esposo al


estudio contable sito en calle Misiones 276.

Como ya lo he referido en otras oportunidades, conocí al


Contador Opromolla, por tener él -mucho antes de iniciada la causa penal en

15
cuestión- un vínculo de amistad con mi marido Luis Sebastián Orlando Bertozzi,
con quien compartieron los años de facultad. Ese vínculo fue el que generó que
los meses inmediatos a que obtuvieran sus títulos universitarios, en septiembre
de 1998, los contadores Opromolla y Krapp abrieron el primer estudio contable
junto con Luis Sebastián Orlando Bertozzi. Sin embargo, éste último se desvinculó
inmediatamente del mismo, ya que en los primeros meses de 1999, luego de
contraer sus primeras nupcias, dejó de vivir en la ciudad de Paraná, para
establecerse primero en Buenos Aires, y luego en los EEUU, México y España,
permaneciendo fuera de la ciudad de Paraná aproximadamente 9 años.

Es por ello total y alevosamente falsa la afirmación que


realizan los denunciantes (a través de la transcripción de artículos publicados
medios de comunicación locales) de la existencia de algún vínculo de sociedad o
pertenencia de mi esposo con el Estudio contable involucrado en los ilícitos
investigados. Luego de haberse desvinculado de aquel primer estudio que apenas
se ponía en marcha en 1999, Luis Sebastián Orlando Bertozzi nunca volvió a
asociarse a ese estudio contable ni a ejercer la profesión de contador (nunca
siquiera estuvo matriculado en el CPCEER, ni en ningún otro colegio).-

Mi matrimonio (el segundo de mi marido) data de abril de 2009,


vale decir, 10 años después de que abandonara aquella incipiente iniciativa en
común con los acusados.

La falsedades difundidas malintencionadamente por la prensa,


y que usa el denunciante y acompaña como documental (le asigna el Nº 2), toma
como base para la argucia, una de las seis planillas impresas presentadas por el
imputado Gustavo Falco (uno de los socios de “Integral Asesoría”) en su
declaración indagatoria. Desconocemos el modo en que esta planilla llegó a
manos del reportero de “El Diario”, sin embargo tenemos elementos para suponer
que fueron las partes interesadas en el ejercicio de presiones y hostigamiento
sobre el Poder Judicial quienes lo han aportado (destaco que la misma no fue
hallada -ni, por ende, secuestrada- en el allanamiento realizado el 3/10/18 en el

16
estudio contable -prueba 6A-, sino que seis planillas de similar tenor, fueron
aportadas en la declaración Indagatoria del contador Gustavo Falco).-

En esas planillas, aparecería la distribución de gastos dentro


de ese estudio contable, y en relación a una parte de esos gastos, la sigla OKO
que (según sólo lo ha dicho la prensa y los intencionados denunciantes), sería una
sigla, conformada por las iniciales de los apellidos Opromolla, Krapp y Orlando.
Podríamos contrarrestar esa afirmación con otra, de igual tenor, que dijera que la
sigla significa Opromola, Krapp y Otros, sin embargo, nada de eso me consta, ni
siquiera tengo claro quién es el autor de las famosas planillas.-

Es sorprendente, y hace explícita la falsía de lo afirmado, que


el integrante del estudio contable que presentó esas planillas, mencionó en su
declaración a los integrantes de ese Estudio, sin mencionar a Orlando Bertozzi. Es
llamativo además, que quien interesadamente entregó esa planilla a la prensa, no
aportara algún elemento certero para demostrar la “sociedad” que invocan. No
existe un pago de servicios o bienes del estudio contable a nombre de Orlando
Bertozzi, no existe ningún contrato que haya celebrado el estudio contable que
esté suscripto por Orlando Bertozzi, no aparece como empleador de los
empleados del Estudio contable, no se ha sugerido el nombre de ningún cliente
del estudio contable que pudiera informar sobre ello. En las planillas aparecen
consignados gastos concretos, y referencias a nombres (ej: “matrícula Pedro”,
“matrícula Guido”, “RS Pedro Opromolla”, “Sueldo Milena”, “Sueldo Pedro”, “Sueldo
Yanina”, “ERREPAR”, “alquiler”, “sub-alquiler”), ninguno de estos gastos puede ser
vinculado a Orlando Bertozzi, y quienes han llevado adelante esta falsaria
afirmación, no han podido aportar a la prensa más que una anotación de los
propios imputados, de una sigla, “OKO”, como pretendida justificación de la
descomunal mentira que han elaborado.-

Aún más, en el documento de remisión a juicio los fiscales han


transcripto algunas conversaciones existentes en los teléfonos secuestrados a
los integrantes del Estudio Contable Integral Asesoría (cfr. fs. 277 y ss. del

17
documento de remisión). Esos intercambios, dan cuenta de la relación cotidiana
entre ellos, como es habitual en quienes comparten espacios en común. Sin
embargo, ningún diálogo se observa en esos teléfonos con Luis Sebastián
Orlando Bertozzi. Podrá observarse, en particular, las pericias realizadas a los
teléfonos móviles de Yanina Tossolini (empleada del estudio contable Integral
Asesoría, Efecto secuestrado Nº 13499 informe pericial Nº 1588 – parte 1 del
Gabinete Informático del MPF) y de Alicia Milena Simonelli (también empleada del
estudio contable, Efecto secuestrado Nº 13500, Informe pericial Nº 1588 – parte
4 del Gabinete Informático del MPF). La búsqueda en ambos teléfonos móviles,
da cuenta de que no existe ningún diálogo entre estas empleadas y Luis Sebastián
Orlando Bertozzi, es más, su número telefónico (154745889) no está siquiera
registrado en sus agendas telefónicas.

Si observamos la pericia del teléfono de otro de los socios, el


Licenciado en sistemas, Nicolás Beber (efecto Nº 13498 – informe Nº 1588 –
parte 3), podremos concluir que no registra llamada o conversación alguna con
Orlando Bertozzi, y ni siquiera obra su número de teléfono registrado entre los
contactos. Dejo ofrecidos tales informes periciales sobre los teléfonos celulares,
los que deberán ser requeridos a los Sres. Fiscales Patricia Yedro e Ignacio
Aramberry.

Que un número telefónico se encuentre registrado en la agenda


de alguien, carece de toda significación para la prueba de un vínculo entre
personas. Sin embargo, claramente sí tiene un significado concreto como prueba
negativa, que el número telefónico de Luis Sebastián Orlando Bertozzi no esté
siquiera registrado en el teléfono de tres personas que según se dice en la
denuncia, trabajarían para él o con él. ¿Se supone que trabajaban juntos y no
aparece ningún llamado, mensaje ni conversación que pueda dar cuenta de ello?.-

Resumiendo: los denunciantes afirman -en base a


información que le aportaron a la prensa quienes procuran favorecer la situación
de la Asociación delictiva a través del hostigamiento a los investigadores- que

18
debí excusarme de intervenir en virtud de que mi esposo supuestamente era socio
en el estudio contable. Esa afirmación se sustenta exclusivamente en que dicen
(la prensa a instancia de los interesados en realizar esta denuncia) que los
contadores Krapp y Opromolla, anotaban con la sigla OKO sus gastos, y en ello
incluían a Orlando Bertozzi.

Esta radical mentira, no tuvo en cuenta siquiera la prueba


existente en la causa en trámite, la que -sin ir más lejos- es suficiente para
desmantelar el absurdo que presentan, con la segunda intención -ilusoria por
cierto- de poder formular algún planteo nulificatorio en la causa penal.-

Pese a la suficiencia de lo que venimos diciendo, podemos


seguir referenciando elementos de juicio que desacreditan aquella afirmación.
Puede observarse en el análisis de los documentos que obra a fs. 277 y ss. de la
remisión a juicio de la causa “Beckman”, en particular a fs. 289 obra una planilla
elaborada por Pedro Opromolla y remitida a Gustavo Hernán Pérez en la que
aparece consignada la forma de recaudación del Estudio para cobrarse el trabajo
profesional realizado en colaboración con el peculado. Allí se menciona a todos
los integrantes del Estudio Integral Asesoría. Tampoco en ese lugar aparece el
nombre de mi esposo.-

Si se observa el acta del allanamiento realizado en este estudio


de calle Misiones 276 (se acompaña copia como prueba 6A), nuevamente
encontraremos elementos para descartar tanto que existiera un estudio contable
denominado “OKO”, como la pertenencia de Orlando Bertozzi a Integral Asesoría.
En dicha acta se consignan las computadoras halladas y secuestradas, las
cuentas de correo electrónico abierto (que, resulta, tenían la denominación
“integralasesoria”, no -en cambio- el absurdo nombre “OKO”).-

Podríamos también optar por consultar sobre esta cuestión a


los clientes del estudio contable, quienes podrán informar si en algún momento
fueron atendidos por Luis Sebastián Orlando Bertozzi de manera tal que

19
pudiéramos concluir que el mismo prestaba servicios en ese estudio.-

A tal punto es importante sostener esta mentira urdida para


ejercer presión sobre el sistema judicial, en busca de la impunidad, que agregan
los denunciantes que vecinos (que no lo identifican), aseguran que se veía a mi
esposo habitualmente a ese estudio contable. Desconozco el tenor de esas
afirmaciones, y sólo puedo analizar la tendenciosa referencia, que pretende
fortalecer una afirmación falsa, con un dato carente de todo significado (pido
disculpas por tener que expresar lo obvio: la mera concurrencia, aún con alguna
periodicidad a un Estudio Jurídico, Contable o similar no importa que la persona
sea considerada “socio” de dicho Estudio).-

En cambio, la investigación que realizó la Policía de Entre Ríos,


con anterioridad a la solicitud de allanamiento, identificó a los socios del estudio
Contable. Así se ve, asimismo, en la placa identificatoria de los socios que se
acompañó a aquel pedido (se acompaña impresión de fotografía, prueba 4.1 y
4.2).-

Al respecto, también utilizan con insistencia los denunciantes,


la declaración del testigo Mario Deiloff. Este, fue citado a declarar por ser el uno
de los habituales cobradores de cheques de la legislatura según se podía extraer
de la información emitida por el Nuevo Banco de Entre Ríos, y además contratado
ficticiamente dentro del bloque de contratos que se investigaron. Al deponer,
aportó datos falsos, indicando -aunque equivocándose en el nombre, ya que
aparentemente no había llegado a comprender que Orlando es en este caso un
apellido3- que mi esposo sería parte del Estudio Contable. Conocedores, en virtud
de la propia investigación (los fiscales estuvieron presentes en el allanamiento
realizado en el estudio contable), de que esta información era falsa y se había
preparado al testigo para que la introdujera en la causa, los fiscales decidieron
solicitar el secuestro del teléfono celular del mismo, lo que así se realizó (no tomé

3
Por lo que refirió al mismo a través de su segundo apellido, denominándolo, entonces, de una
manera que nadie lo llama o conoce.-

20
intervención en esa parte del tramite, siendo falsas las afirmaciones al respecto
que realizan los denunciantes, acompaño copia de la documentación pertinente
del legajo de Fiscalía – prueba 6P). Ningún exceso existió en relación con este
testigo, que bien pudo haber sido detenido en virtud de la comisión flagrante del
delito previsto en el art. 275 del CP.

Por cierto, la pericia del teléfono celular del mendaz testigo


(Informe C1838), que se presentó a sí mismo como habitual hacedor de trámites
para el Estudio Contable de calle Misiones, más allá de que tenía casi todas las
conversaciones borradas por su usuario, nos informa también de que no tenía
ningún agendamiento, ni comunicación, ni ningún registro de llamadas con el Sr.
Orlando Bertozzi (dejo ofrecido también este informe pericial, que deberá ser
requerido a los Fiscales actuantes).-

Es extremadamente fácil realizar una afirmación falsaria,


como la que aquí estoy procurando desandar, reiterarla hasta el cansancio como
han hecho algunos, pretendiendo con eso que la misma quede grabada en el
destinatario del mensaje como un juicio cierto. Con ella se ha pretendido dar algún
sustento a la errada afirmación de que se incurrió en alguna falta en relación con
los deberes de objetividad en el trámite del proceso. Sin embargo, como hemos
visto, esa afirmación es vacía de contenido, y carece de su condición de verdad.-

e) La ecuanimidad de la investigación, el respeto a los


deberes de actuación conforme a derecho.-

Como ya he consignado, mi participación en la investigación


en cuestión, se dio conforme lo dispuesto en la Res. 80/2018, en las condiciones
de flexibilidad y ausencia de compartimentos que ha sido política de actuación en
el MPF con el objeto de mejorar la eficiencia de las investigaciones, la
independencia y objetividad de juicio, y que se condensa en lo dispuesto en el art.
17 inc. k de la ley 10.407.-

Es así que la investigación que sucedió al descubrimiento de

21
las cobranza y los allanamientos realizados al matrimonio Beckman/Mena el
20/09/18, fue realizada por los fiscales Yedro y Aramberry, con la colaboración
(coordinación e intervención en diversos actos procesales) de la suscripta.-

En los primeros días de la pesquisa, y a partir de los datos que


surgieron de los allanamientos, se pudieron obtener algunos indicios que
indicaban la colaboración del estudio contable “Integral Asesoría”. Esencialmente
a partir de los secuestros realizados en aquellos allanamientos, en los que se
obtuvo una planilla de aportes al ANSES de Gustavo Falco y varias anotaciones
manuscritas con la referencia “estudio” o “estudio Pedro” (cfr. fs. 279 de la
remisión a juicio), así como tickets pagados todos por una misma terminal de
pago de “Entre Ríos Servicios” que se constató, estaba radicada en calle Misiones
276, sede de “Integral Asesoría”.-

De allí que se solicitara el allanamiento de este lugar, el que fue


realizado con la presencia in situ de los fiscales y arrojó resultados positivos que
permitieron corroborar la forma en que dichos profesionales participaron del
ilícito (se secuestró importante cantidad de documentación y todas las
computadoras, se acompaña copia del acta de allanamiento).-

No tuvo el mismo resultado el allanamiento realizado en otra


oficina, la que era ocupada por los coordinadores de sustracción y recaudadores
del dinero, Alfredo Bilbao y Roberto Ariel Faure. Esta oficina, había sido
desmantelada poco tiempo antes de que llegara la comisión policial al lugar con
la orden de allanamiento (cfr. remisión a juicio pg. 247/248).

Este dato sobre el desmantelamiento del local de calle


Alameda de la Federación es sustancial, ya que demuestra que las acusaciones
disparadas en esta denuncia sobre una supuesta situación de privilegio hacia el
imputado Opromolla y el resto de los integrantes de Integral Asesoría, son
absolutamente descabelladas.

La privación preventiva de libertad fue solicitada y dispuesta en

22
relación con unos (Bilbao y Faure), en virtud de aquella actitud de obstaculización
para el descubrimiento de la verdad.

Por otra parte, la lectura integral del requerimiento de elevación


a juicio en la causa “Beckman”, pone en evidencia que los Fiscales siguen
entendiendo que el aporte material de unos (Bilbao-Faure) y otros (Integral
Asesoría: Opromolla, Krapp, Mansilla, Beber) tuvo relevancia diversa en relación
con los hechos atribuidos (cfr. en particular, pgs. 69 y ss., 232 y ss. y 227 y ss., en
relación a la diferencia sustancial en las penas solicitadas ver pg. 366 y ss.). Surge
de allí, que lejos de existir dos estudios contables que prestaban sus servicios
profesionales a la organización delictiva, un único estudio tenía asignada esa
función: Integral Asesoría. En cambio, la oficina de Bilbao y Faure, no funcionaba
como estudio contable (Bilbao no es siquiera Contador Público), sino que era mas
bien una suerte de “cueva” o centro de recaudaciones. Estos últimos tuvieron un
rol bisagra entre los funcionarios públicos y los colaboradores externos,
coordinaban el trabajo de cobradores y recaudadores, y a su vez, garantizaban
que el dinero recaudado llegara a los destinatarios finales (previo extracción de
suculentas sumas propias). De allí que no sea pertinente comparar la situación
de Alfredo Bilbao o de Roberto Ariel Faure (a quienes se impuso prisión preventiva
durante el transcurso de la investigación, al igual que a Juan Pablo Aguilera,
Alejandro Almada, Flavia Beckman, Esteban Scialocomo y Hugo Mena, mientras
que el resto de los 32 imputados en la causa no estuvieron privados de su
libertad4), con la de los imputados Opromolla, Krapp, Falco, Mansilla y Beber, a
partir de lo cual se pretende sostener un supuesto favorecimiento hacia los
integrantes del estudio contable. Tal asimilación no guarda correspondencia
alguna con las circunstancias de la causa en tanto -acorde fuera puesto
precedentemente de resalto- las conductas imputadas y las luego asumidas en el
proceso por unos y otros difieren, lo que justificó un tratamiento procesal distinto,
decidido y justificado en cada petición realizada por el equipo de fiscales actuante

4
Me refiero, con ello, a Opromolla y otros 24 imputados, que siguiendo la línea argumental de los
denunciantes, habrían sido “favorecidos” porque no se los privó preventivamente de la libertad.-

23
ante la Sra. Jueza de Garantías.

Se afirma también mi responsabilidad en la circunstancia de


que los allanamientos del 3 de octubre de 2018, no se secuestró el teléfono celular
del imputado Pedro Opromolla. Nuevamente, en esto, se ha sesgado el análisis
como forma de justificar los cuestionamientos que se realizan.-

En el pedido de allanamiento, requisas y secuestros que realizó


el MPF el día 2/10/2018 podrá ese Jurado observar que se peticionó el secuestro
de numerosos teléfonos celulares, entre ellos, por supuesto, los de los integrantes
del estudio contable de calle Misiones. La ejecución de la orden brindada por la
Jueza Barbagelata, estuvo a cargo de los funcionarios policiales que allí se
consignan (de todos los allanamientos y secuestros realizados ese día, ver prueba
6A hasta 6O). El Jurado podrá observar los informes presentados luego por los
funcionarios actuantes -particularmente prueba 6B y 6C- (o requerir información
directamente de los mismos), allí se explican los resultados de esas medidas,
surgiendo que no dieron con el paradero de Opromolla (luego se advirtió que se
desempeñaba en la Honorable Cámara de Diputados, por lo que no fue
encontrado en su domicilio cuando fue requerido). No se trató del único caso, sino
que entre las múltiples medidas realizadas por la policía de Entre Ríos (ver orden
judicial de allanamiento) tampoco pudieron secuestrar otros teléfonos celulares
que también habían sido requeridos. Aun más, varios de los teléfonos celulares
secuestrados habían sido previamente objeto de manipulación (así los de
Gustavo Falco, Guido Krapp, Sergio Cardoso, Gustavo H. Pérez), y sus usuarios
habían borrado todos o buena parte de los datos (es que la organización criminal
estaba atenta desde los primeros allanamientos realizados el 20/9/18). Por
cierto, los funcionarios policiales a cargo de llevar adelante los secuestros el día
3/10/18, tampoco pudieron satisfacer lo requerido en la orden judicial respecto
del secuestro varios otros teléfonos celulares (así los de Verónica Caíno, Roberto
Ariel Faure, María Macarena Álvarez, Alejandro Ferreyra).-

Se secuestró, sin embargo, la totalidad de los elementos

24
informáticos que se hallaron en el estudio contable de calle Misiones 276, entre
los que se cuenta la computadora de uso personal del Cdor. Opromolla. También
se secuestraron los teléfonos móviles de los integrantes del estudio contable
(además de los ya reseñados de las empleadas del estudio, y del socio Nicolás
Beber, los siguientes: Teléfono de Gustavo Falco (Ef. 13498) peritado a través del
informe 1588 Parte 4, Teléfono de Renato Mansilla (Ef. 13503), peritado en
Informe 1588 Parte 2; Teléfono de Guido Krapp (Ef. 13536), peritado en Informe
1588 Parte 4). Es por ello una impúdica mentira, la afirmación de los
denunciantes, en página 54, en donde dicen “Ninguno de los integrantes del estudio
del que formara parte su marido (OKO e Integral Asesoría) sufrieron medida
(prisiones cautelares y secuestro de telefonía móvil), mientras otros, con
situaciones menos comprometidas recibieron un trato muy desigual a los primeros,
destacando por su enorme y urticante asimetría, el caso del testigo Deiloff”.-

Por último, en cuanto al supuesto favorecimiento, no puedo


dejar de hacer notar que se me atribuye haber favorecido a personas que fueron
allanadas, se secuestró y peritó computadoras y teléfonos celulares de las
mismas, se imputó y se les acusa de formar parte de una asociación ilícita y de
colaborar con peculados reiterados cometidos durante 11 años, y que los fiscales
anunciaron un pedido de pena de 6 años de prisión (caso de Opromolla 5), 5 años
de prisión (para el caso de Krapp y Mansilla) y 3 años de prisión para el caso de
Beber. Los hechos hablan por sí solos.

f) Inexistencia de un deber de apartamiento.

Es claro que los deberes de imparcialidad y objetividad a los


que refiere nuestra normativa constitucional para la actuación de los fiscales (art.
207 Constitución Provincial), deben ser entendidos en términos sinonímicos (la
imparcialidad, como tal, es un atributo judicial, no de la fiscalía), en referencia a la

5
Como es evidente y esperable, la condición de “favorecido” no habría sido percibida de esta manera por
el supuesto beneficiado, observándose que ha colaborado con los denunciantes en la petición de mi
destitución, a tenor de la prueba impertinente presentada en la denuncia, en relación a contratos del Sr.
Opromolla, que sólo él pudo haber provisto (pruebas Nº 18 y 19 de la denuncia).

25
actuación objetiva, apegada a lo que el marco normativo prescribe, ausente de
preferencias o sesgos personales, organizacionales o políticos.

La norma que determina los deberes de apartamiento en la


actuación de los fiscales se encuentra específicamente contenida en el art. 35 de
la ley 10.407, donde expresamente se establece que “Los miembros del Ministerios
Público Fiscal sólo podrán excusarse … en los casos previstos en la legislación
procesal vigente, siempre que exista una grave afectación al principio de
objetividad”.

Como puede verse la ley que específicamente regula la


actuación de los integrantes del ministerio público reglamenta con mayor
estrictez lo atinente a las causales de excusación, en su comparación con los
estándares aplicables a los jueces. El legislador se ha encargado entonces de
remitir a las causales de excusación previstas en la ley procesal (art. 38 CPP) pero
al mismo tiempo ha supeditado la operatividad de tales causales a que “exista
una grave afectación al principio de objetividad”. Esto implica una doble
valoración: por un lado verificar si concurren objetivamente alguna de las
causales que enuncia el código procesal penal y, en un segundo momento,
verificar que se encuentre comprometido el principio de objetividad. Y además -
según la norma- no basta cualquier afectación sino que esta debe ser “grave”.

Ciertamente es una norma razonable, ya que los Fiscales se


hallan en una posición funcional distinta a la de los jueces, son parte en el proceso,
ello implica que muchas de las causales de apartamiento que desarrollan los
Códigos Procesales en relación con los a los jueces, sean lisa y llanamente
inaplicables para los Fiscales, y otras lo sean sólo parciamente, bajo
determinadas condiciones y teniendo en mira la grave afectación mentada por la
norma.-

Para justificar esta cuestión, podríamos remitirnos a las citas


que hacen los mismos denunciantes (pg. 50 a 53 de la denuncia).

26
Por otra parte, los deberes funcionales de actuación diligente
en la investigación de los casos penales en general (y de corrupción en particular,
en virtud de las Convenciones Internacionales específicas dictadas en el ámbito
de la OEA y de la ONU, ambas con aprobación legal), concurren a limitar las
posibilidades de sortear ese deber de actuación.-

Es que la objetividad del funcionario no es un dato fáctico que


pueda constatarse en virtud de si compró un departamento a un acusado, o lo
vendió, o que se pueda definir a través de fotos de reuniones sociales, sino que
es el baremo que el funcionario tiene el deber de alcanzar, es de su incumbencia
profesional satisfaver los estándares de objetividad en la actuación, muchas
veces, a pesar de que ello implique dejar de lado vínculos o soportar embates y
hostigamientos.-

En toda mi trayectoria en el Poder Judicial, he procurado


afanosamente satisfacer ese deber. En el caso entendí que la vinculación ya
explicada con el imputado Opromolla que concluyó radicalmente con el
descubrimiento de su participación en los hechos, no lo afectaba en nada. Así fue
en la práctica y de ello da cuenta, por sí misma, la investigación llevada adelante
y plasmada, luego, en la remisión a juicio realizada por los Fiscales Yedro y
Aramberry.-

2. Otros hechos.

a) Supuesta amenaza a un letrado.

Los profesionales que promueven la denuncia, afirman


conocer que la suscripta, al finalizar la audiencia del día 7 de diciembre de 2018,
la suscripta “cruzó verbalmente al colega Miguel A. Cullen y le dijo “…aguántate la
que se te viene Mochi (así es su sobrenombre) y vos Cappa (defensor del Cr. Ariel
Faure), andá a estudiar”, sobre lo que afirman que son testigos “los periodistas
Juan Cruz Varela y Néstor Bellini”.-

27
La referencia me hubiera causado enorme sorpresa, de no ser
que en el párrafo anterior se afirma también que el Sr. Procurador General habría
mandado a “alguien” (“uno de los defensores”) para advertirle a través suyo a los
imputados de que “se la aguanten ahora, lo voy a meter preso a Aguilera”.
Lamentablemente no indican a quién se envió el mensaje, ni -por supuesto- lo
acompañan. Otra descarada falsedad.

A tenor del texto de la denuncia, no se ha invocado que los


supuestamente amenazados hubieran dado poder a los denunciantes para así
cursar la acusación. Tampoco los denunciantes dicen haber sido testigos de las
amenazas que refieren. Ello me lleva a suponer que se pueden haber dejado llevar
por rumores o habladurías, escuchados tal vez en situaciones no óptimas para la
comunicación.-

No sólo niego rotundamente haber proferido cualquier tipo de


amenaza en la discusión que ocurrió al terminar la audiencia en cuestión, sino que
tampoco he tomado conocimiento de que alguien hubiera realizado nunca
denuncia alguna al respecto.-

b) La supuesta omisión de imputar.

Primera parte:

Los abogados denunciantes afirman que concurre


encubrimiento, dado que se ha “remitido a juicio sólo a quienes no fueran o sean
legisladores (diputados o senadores) y por tanto máximas autoridades
administrativas y políticas de ambas Cámaras (Presidente, Vice, Jefes de Bloque,
etc.)”, en lo que observan un acto de “execrable y delictual encubrimiento” atribuible
exclusiva y principalmente al Sr. Procurador y a su adjunta…” (aquí refieren a que
me desempeñaría “de facto” como fiscal anticorrupción, en otro pasaje se
confunden con un interinato, me remito a lo referido en relación a la denuncia
realizada por el abogado Reggiardo).

28
Segunda parte:

También denuncian los abogados Mulet y Pagliotto que la


suscripta, al igual que el Procurador, habríamos consentido “no investigar a la
Cámara de Diputados por el período 12/12/2007 al 12/12/11, bajo pretexto de que
había desaparecido toda la documentación de ese lapso”.

Estas afirmaciones son de una gravedad inusitada.-

Dejan expuesto para cualquier interlocutor leal, el interés único


del presente pedido de enjuiciamiento: el de afectar la independencia del Poder
Judicial.-

Es evidente, además, que los abogados denunciantes, o bien


no han leído la remisión a juicio de la causa BECKMAN, o bien pretenden -
convenientemente con sus finalidades-, negar las razones que en ella han
expresado los Sres. Fiscales.-

Proponen, en cambio, que se debía imputar a otros, a quienes


no nombran (serían 150 según dicen), pero que no haberlos incorporado a la
causa es un delito de encubrimiento, no ya para los fiscales que llevan la causa,
sino para el Procurador General -que ninguna intervención ha tenido en esta- y la
Procuradora Adjunta -que se encuentra excusada de intervenir desde más de dos
años antes de la remisión a juicio-.-

Vale decir, según la letra expresa de los Sres. Denunciantes: si


mantenía mi intervención en la causa, incurría en causal de destitución por no
haberme excusado. Sin embargo, luego de haberlo hecho, según los
denunciantes, incurro en causal de destitución, esta vez, por no haber seguido
entendiendo para así imputar a más personas. Todo un desafío para la
inteligencia6.-

6
Enorme contradicción entre los ítems g y h de página 81.-

29
No he de expedirme con mayor precisión sobre estos
extremos, dado que mi excusación -cuando aún se transitaban los primeros
meses de la investigación-, me exime de ello, e impide que me pronuncie sobre el
fondo de la investigación, que los fiscales terminaron de delinear y quedó
plasmada en el minucioso trabajo a través del cual, la justifican
pormenorizadamente y deciden (actividad propia de quienes detentan la acción
penal), dando razones, la remisión a juicio para los allí imputados.-

No sólo desconocen los letrados nuestro sistema judicial, el rol


preponderante de los Sres. Fiscales en el ejercicio de la acción penal y también
luego como colaboradores del deber de impartir justicia en su juzgamiento (la
impecable actuación de los Fiscales Yedro y Aramberry) También pasan por alto
las reglas básicas de atribución de responsabilidad, y desde luego, llegan a
conclusiones convenientes a sus intereses, pero desprovistas del mas mínimo
sentido común.-

Si en lugar de insistir reiterativamente con el interés de que se


extienda la investigación al período anterior a diciembre de 2011 en la Cámara de
Diputados, se leyera la pormenorizada explicación obrante a pg. 89/99 de la
Remisión a juicio, podrían advertir los abogados interesados, que el período en
cuestión fue objeto de meticuloso análisis. Los fiscales contrastaron la enorme
cantidad de prueba en su poder, y en base a ella y por los motivos que allí brindan
(no por las antojadizas razones que esgrimen los denunciantes en consonancia
con lo que viene publicándose en algunos portales digitales), llegaron a la
conclusión de que este sistema de sustracción de dineros del Estado no fue
aplicado en la Honorable Cámara de Diputados con anterioridad al 10/12/2011.
De allí que, en cumplimiento estricto a su deber de acusar en base a pruebas y
evidencias consideradas razonablemente como confiables y admisibles, dieron por
probado que el hecho investigado no ocurrió en ese período en la Cámara de
Diputados.-

30
c) Derecho a desempeñar las funciones sin
hostigamientos.

Como antes dije, la denuncia que se ha realizado forma parte


de un ataque planificado para mellar tanto la propia investigación como la
independencia del poder judicial. Es que toda la argumentación, que disfrazada
de pretender un “más” en la investigación, en puridad es una objeción a la
existencia de la misma. Si algo ha generado controversia durante el curso de la
investigación de la causa “Beckman” no ha sido precisamente la pasividad de los
investigadores, sino que la investigación misma se lleve adelante (cfr. entrevista
al abogado Cullen que se acompaña, prueba 7).

Los procesos de enjuiciamiento a Magistrados, transitan por


un delicado sendero, ya que vienen a incidir precisamente sobre el principio de
inamovilidad de los jueces y fiscales, de importancia fundamental para la
independencia del Poder Judicial (en este aspecto, el ”leading case” del TEDH es
el caso Baka Vs. Hungría de 2016). En relación a la garantía de inamovilidad de
fiscales -además del texto expreso de nuestra Constitución provincial, en su art.
201-, pueden contarse las recientes sentencias de la CIDH en octubre de 2020
(Martínez Esquivia Vs. Colombia) y en noviembre de 2020 (Casa Nina vs. Perú),
considerando en ambos que “la garantía de estabilidad e inamovilidad de juezas y
jueces, dirigida a salvaguardar su independencia, resulta aplicable a las y los fiscales
en razón de la naturaleza de las funciones que ejercen”, a lo que agregan “En tal
sentido, en lo que respecta a la función específica de las y los fiscales, este Tribunal
se ha referido en distintas oportunidades a la necesidad de que en lo que concierne
a violaciones a los derechos humanos y, en general, en el ámbito penal, los Estados
garanticen una investigación independiente y objetiva, habiendo enfatizado que las
autoridades a cargo de la investigación deben gozar de independencia, de jure y de
facto, lo que requiere “no sólo independencia jerárquica o institucional, sino también
independencia real”.
71. Asimismo, el Tribunal ha señalado que las exigencias del
debido proceso previstas en el artículo 8.1 de la Convención, así como criterios de

31
independencia y objetividad, se extienden también a los órganos a los que
corresponda la investigación previa al proceso judicial, realizada para determinar la
existencia de suficientes indicios para el ejercicio de la acción penal, de manera que
sin la observancia de tales exigencias el Estado estará imposibilitado de ejercer de
manera efectiva y eficiente su facultad acusatoria y los tribunales no podrán llevar
a cabo el proceso judicial correspondiente.
72. A partir de lo indicado, la Corte considera que las garantías a
un adecuado nombramiento, a la inamovilidad en el cargo y a ser protegidos contra
presiones externas también amparan la labor de las y los fiscales. De otro modo, se
pondrían en riesgo la independencia y la objetividad que son exigibles en su función
como principios dirigidos a asegurar que las investigaciones efectuadas y las
pretensiones formuladas ante los órganos jurisdiccionales se dirijan exclusivamente
a la realización de la justicia en el caso concreto, en coherencia con los alcances del
artículo 8 de la Convención. A ese respecto, cabe agregar que la Corte ha precisado
que la falta de garantía de inamovilidad de las y los fiscales, al hacerlos vulnerables
frente a represalias por las decisiones que asuman, conlleva violación a la
independencia que garantiza, precisamente, el artículo 8.1 de la Convención.
73. El criterio expresado encuentra respaldo, además, en
diversos instrumentos y pronunciamientos en el ámbito internacional. En efecto, las
Directrices de las Naciones Unidas sobre la función de los fiscales establecen la
obligación de los Estados de garantizar “que los fiscales puedan ejercer sus
funciones profesionales sin intimidación, trabas, hostigamiento, injerencias
indebidas o riesgo injustificado de incurrir en responsabilidad civil, penal o de otra
índole” (los parágrafos corresponden a la numeración de la sentencia de la CIDH
en Casa Nina vs. Perú).

También puede contarse en esa línea, que la Comisión


Interamericana de Derechos Humanos presentó el 11 de marzo de 2021 ante la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) el caso Alejandro Nissen
Pessolani, respecto de Paraguay. El caso, la Comisión afirma la responsabilidad
internacional del Estado por la violación de las garantías judiciales en el marco de

32
procesos seguidos en su contra por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados
(JEM) que determinó la remoción de su cargo como Agente Fiscal Penal
(desarrollaba principalmente investigaciones relacionadas con casos de
corrupción), Alejandro Nissen Pessolani.-

Ya desde la aprobación de las “Directrices sobre la función de


los fiscales”, adoptadas por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana,
Cuba, del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990 (Doc. ONU
A/CONF.144/28/Rev. 1 p. 189 (1990), directriz 4), y luego, el “Informe de la
Comisión de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal,
Fortalecimiento del estado de derecho mediante el aumento de la integridad y
capacidad del ministerio público” (Resolución 17/2), y su anexo: “Normas de
Responsabilidad Profesional y Declaración de Derechos y Deberes
Fundamentales de los Fiscales”, adoptadas por la Asociación Internacional de
Fiscales (IAP), el 23 de abril de 1999 (soft-law internacional que viene siendo
aplicada por la CIDH en los precedentes que hemos citado), se ha puesto énfasis
en el deber de los Estados de evitar situaciones como la que aquí nos
encontramos, estableciéndose (apartado 6) que “A fin de asegurar que los fiscales
puedan cumplir con sus responsabilidades profesionales en forma independiente
y de acuerdo con las presentes normas, debe protegérseles contra la acción
arbitraria de los gobiernos. En general, deberán tener derecho y estar facultados a:
a) desempeñar sus funciones profesionales sin intimidación, obstaculización,
hostigamiento, injerencia indebida o injustificada exposición a responsabilidad
civil, penal o de cualquier otro tipo”.-

A tal punto este es un problema acuciante, abordado por los


organismos internacionales, que en el ámbito europeo, el Consejo de Europa
recomendó a los gobiernos de los Estados que tomaran “medidas apropiadas para
facilitar que los miembros del Ministerio Fiscal puedan ejecutar su misión sin
injerencias injustificadas y sin riesgo de incurrir, más allá de lo razonable, en

33
responsabilidad civil, penal o de cualquier otra clase” (Consejo de Europa.
Recomendación (2000) 19 del Comit  de Ministros a los Estados miembros sobre
el papel del Ministerio Fiscal en el sistema de justicia penal, adoptada el 6 de
octubre de 2000, parr. 11).

También, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha


considerado que “en una sociedad democrática, tanto los tribunales como las
autoridades de instrucción deben permanecer libres de cualquier presión política”
(TEDH, Caso Guja Vs. Moldavia [GS], No. 14277/04. Sentencia de 12 de febrero de
2008, párr. 86). De igual manera, en el Caso Kövesi Vs. Rumania, dicho Tribunal
señaló que la destitución de una fiscal antes del final de su mandato, así como
las razones que justificaron la decisión, “difícilmente pueden conciliarse con la
consideración particular que debe darse a la naturaleza de la función jurisdiccional
como rama independiente del poder del Estado y al principio de independencia de
los fiscales, el cual […] es un elemento clave para el mantenimiento de la
independencia judicial” (Cfr. TEDH, Caso Kövesi Vs. Rumania, No. 3594/19.
Sentencia de 5 de agosto de 2020, párr. 208).

En el Sistema Africano, destacan los Principios y directrices


relativos al derecho a un juicio justo y a la asistencia jurídica en Africa, que
establecen la obligación de los Estados de garantizar que “[l]os fiscales puedan
desempeñar sus funciones profesionales sin intimidación, obstáculos, acoso,
interferencia impropia o exposición injustificada a responsabilidad civil, penal o
de otra índole” (Principios y directrices relativos al derecho a un juicio justo y a la
asistencia jurídica en África, adoptados como parte del informe de actividades de
la Comisión Africana en su 2º Cumbre y reunión de Jefes de Estado de la Unión
Africana celebrada en Maputo del 4 al 12 de julio de 2003, principio F.a.2).-

Las actividades de hostigamiento e intimidación, emprendidas


habitualmente -en la era de los medios-, a través de sitios de difusión en internet
que, a su vez muchas veces son esponsoreados por las organizaciones criminales
o sus satélites, se han valido -en esta causa con mucho énfasis- de la prohibición

34
de difusión de información de la investigación. Los interesados, en particular los
abogados defensores, han sido constantes en achacar al MPF por la entrega de
esa información a la prensa (cfr. expedientes Nº 41.557 y 41.403 PG cuya copia
se acompaña como prueba 5A y 5B). Ello pese a que, por la enorme cantidad de
partes presentes en la causa, la prueba en cuestión se encuentre en manos de
múltiples personas.-

Sin embargo, tanto la colérica denuncia, como otras


organizaciones y personas, de manera constante y reiterada utilizan una
interpretación estricta de la prohibición legal del art. 227 del CPPER, para insistir
en el hostigamiento hacia los investigadores, no sólo por interpretarla como una
mordaza (sin atender necesariamente a las previsiones del artículo 13.2 de la
Convención Americana), sino también porque, sin ningún fundamento, dirigen las
acusaciones hacia los investigadores.-

Sobre ello, y para ilustrar la importancia de la independencia


como condición del ejercicio de la función acusatoria, podríamos también recurrir
a la ilustre lista de precedentes del TEDH sobre destituciones de fiscales que han
servido de inspiración a las sentencias citadas de la Corte Interamericana.

Señala al respecto la Jefe del Programa Estado de Derecho


para América Latina de la Konrad-Adenauer-Stiftung, Marie-Christine Fuchs:

“No solo porque Laura Kövesi fue nombrada la primera fiscal general europea, el fallo del TEDH
de mayo de 2020 Kövesi Vs. Romania marcó un hito en la jurisprudencia del Tribunal respecto a
destituciones de fiscales. Tras haber expresado sus críticas públicas contra una controvertida
reforma judicial que frenó la lucha anticorrupción, en 2018 el Tribunal Constitucional destituyó
a Kövesi de su cargo de fiscal general al frente de la Agencia Anticorrupción de Rumanía (DNA).
El TEDH calificó esta destitución como violación del artículo 6 del Convenio Europeo de
Derechos Humanos (CEDH, derecho a un proceso equitativo) porque Rumanía no aseguró vías
de protección jurídica adecuadas contra destituciones ilegales de oficiales jurídicos de alto
rango. Además, constató una violación del artículo 10 CEDH (libertad de expresión). Aplicando
la argumentación del famoso caso Baka, los jueces en Estrasburgo comprobaron prima facie el
vínculo causal entre la expresión de las opiniones de Kövesi y la terminación de su mandato.

35
Según ellos, la sociedad rumana y europea tienen interés legítimo de estar informada sobre
asuntos de separación de poderes y el funcionamiento de la justicia, ambos objeto de escrutinio
por parte del poder judicial.

Por todo esto, aparte de respaldar la “aplicación equivalente” de las garantías judiciales de
jueces a fiscales con diversos instrumentos y pronunciamientos de las Naciones Unidas y
del Consejo de Europa, en Martínez y Casa Nina, San José citó la afirmación del TEDH en el
caso Kövesi que el “principio de independencia de los fiscales […] es un elemento clave para el
mantenimiento de la independencia judicial”.

Ya en 2008, en la sentencia Kayasu Vs. Turquía, precedente que el TEDH cita en Kövesi, este
Tribunal consideró una violación del artículo 10.1 al detrimento del fiscal turco Kayasu. Como
particular, había presentado una denuncia ante la Fiscalía de un Tribunal en Ankara contra dos
antiguos militares de alto rango, acusándolos de estar implicados en un golpe militar.
Posteriormente fue condenado en un proceso penal y disciplinario. El TEDH aclaró que un fiscal
es un garante de los derechos fundamentales y del Estado de Derecho en virtud de su
contribución al buen funcionamiento del poder judicial y, por tanto, a la confianza de los
ciudadanos en él. Las declaraciones de Kayasu habían revelado una disfunción del sistema
democrático y, como contribución de interés público, gozaba de una protección especial en
virtud del artículo 10.2 del CEDH.

Señala la autora, para concluir:

En una región como América Latina en la cual en algunos países más del 90% de los crímenes
cometidos quedan impunes, urge que la Corte Interamericana contribuya al fortalecimiento de
fiscalías independientes. También en algunos países de Europa, sobre todo en Polonia, fiscales
que abren investigaciones que el poder político considera incómodas viven con la amenaza
constante de sufrir las consecuencias. Ante estos casos, la protección regional de
la independencia judicial de estos fiscales es su última esperanza”. (Fuchs, Marie-Christine.
Estrasburgo y San José cierran filas: diálogo entre cortes sobre independencia judicial de
fiscales (Parte II), Agenda Estado de Derecho, 2021/06/18. Disponible en:
https://agendaestadodederecho.com/estrasburgo-y-san-jose-cierran-filas-dialogo-entre-
cortes-sobre-independencia-judicial-de-fiscales-parte-ii/ ).-

El deber de investigar los hechos de corrupción, se vincula


centralmente con un deber más general, el de garantizar el Estado de Derecho.

36
Por ello es de vital importancia, que especialmente en los casos de corrupción,
los Estados se ocupen de proteger la independencia de la función judicial. Me
refiero a la actuación de los funcionarios judiciales (preponderantemente fiscales
y jueces) sin condicionamientos que puedan interferir en su actuación. Esta ha
sido preponderantemente, la tónica que le ha dado la Procuración General de la
Provincia a su política criminal en casos de corrupción, de acuerdo con los
deberes que nos impone la normativa nacional y convencional al respecto.

2. Lo antes dicho debe ser entendido también como la


introducción en el presente de la cuestión federal y convencional, en tanto, de
hacerse lugar al inmotivado planteo del denunciante, se derivaría no sólo en
violaciones de los artículos 8 y 25 de la CADH (debido proceso y garantías
judiciales) en combinación con el artículo 23.1 c CADH (derecho a permanecer en
el cargo en condiciones generales de igualdad).

3. Por todo lo expuesto, Honorable Jurado de V.E.


intereso:

I.- Se me tenga por contestado el traslado conferido, con


patrocinio letrado, acompañada documental y ofrecida prueba.-

II.- Se desestime la denuncia en razón que la misma se basa


en datos fácticos falsos, carece de fundamentación y argumentación jurídica
válida y solo constituye una grosera sumatoria de inexactitudes aventuradas con
el sólito y torcido propósito de enviar un mensaje intimidatorio al Poder Judicial
de Entre Ríos, para que no se avance en la investigación y juzgamiento de delitos
de "Corrupción".-

III.- Tenga por realizada reserva de caso federal y


convencional.
Firmado
GOYENEC digitalmente por

HE Cecilia GOYENECHE
Cecilia Andrea
Andrea Fecha: 2021.08.13
12:23:11 -03'00'
37

También podría gustarte