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> > > > , > . * > , » , . > > ’ . J , ’ J ’ , } ) ) ) ) ) , } ) ) " Ps 4880s, EL Huo De Dios 3, INVESTIGACION MODERNA SOBRE LA HISTORICIDAD DE JESUS A partir del siglo xvun surgi6 una apasionante investigacién sobre la historicidad de Jests, principalmente, entre los protestantes. Los espe~ cialistas han distinguido en esta investigacién varias ctapas y actitudes* que, en sintesis, son las siguientes: 1, ANTIGUA BUSQUEDA (OLD QUEST) Esta época se caracteriza por el intento de conocer la verdadera his- toria de Jesis, entendida desde una perspectiva racionalista y negando por principio que sea Dios. En 1778, Lessing publico un manuscrito de Reimarus que buscaba reconstruir I vida de Jests al tiempo que negaba su divinidad. Reimarus cxplica el origen del cristianismo recurriendo a la teorfa del fraude: Jest, habria sido un politico con afin de poder. Ante su fracaso, después de ‘muerto, los discfpulos robaron su cuerpo, dijeron gue habfa restucitado € inventaron los milagros. El método utilizado es racionalista: sepia ‘como verosfmil solo lo que tiene una explicacién racional. Rechaza la ac- cin sobrenatural de Dios como algo imposible e ignora la predicacién de la Iglesia sobre Jestis. Es oportuno recordar que nos encontramos en ‘una época dominada por el positivism histérico, Como hemos visto en el ntimero anterior, Volney, Dupis, D. F. Strauss y Bruno Bauer negaron de diversos modos la existencia historica de Jestis, La Old quest entr6 en crisis en 1892 con la publicacién de la obra de Martin Kahler El llamado Jest de la historia y el Cristo histérico, el bi- biico (1892), en la que criticé las vidas de Testis de corte racionalista por- ‘que no se fundamentaban en fuentes historicas crefbles. Kahler reivin- dicé el Cristo predicado, el que ha manifestado su eficacia a Jo largo de la historia, yal que valoraba como al tinico verdadero: Esta etapa se cierra con la obra Jnvestigacién sobre la vida de Testis, de A. Schweitzer, publicada en 1906, que acepta la existencia de Fests. El cardcter racionalista de las publicaciones de esta época no aleanz6 los frutos descados y se produjo un desaliento por la figura histérica de Jest 5 Para una mas amplisfnformacién ver El isterio de Jsucrst, de Ocitie/Mae: ‘Secoiesrs, Bus, Pamplona 2004 (3) y Rabi Jess de Nezare, dF Varo, BAC, Madrid 2005, [La nistontemao De Jess 35 2, LANO BUSQUEDA (NO QUEST) Los escritos de Kabler produjeron abatimiento sobre el posible cono- cimiento histérico de Jests. Los representantes mas sobresalientes son: Rudolf Bultmann, que publicé una Historia de la tradici6n sindptica (1921). Bultmann acentia el escepticismo histérico sobre Jesis; entiende que los relatos evangélicos no proporcionan una base solida para hacer una reconstruccién histérica de Jests, ya que no narran las acciones his- {Gricas de Jestis, sino solo la vivencia hist6rica de sus disefpulos en las primeras comunidades cristianas, el llamado Cristo predicado, el ke- rigma, Afirma gue la bdsqueda del Jestis histOrico es pricticamente im- posible e irelevante 3. NUEVA BOSQUEDA (NEW QUEST) En 1953, E. Kasemann pronuncié una conferencia en Marburgo, ti- tulada EI problema sobre el Jestis histérico, que revolucioné la investiga- i6u hisiética, AGirma Kasemann la necesidad de estudiar los Lvange- lios para detectar en ellos las huellas de la continuidad existencial entre el Jestis de la historia y el Cristo predicado por la Iglesia, pues entiende que los Evangelios reflejan esta predicacién. Para ello, aplica como cri- terio hist6rico el llamado prineipio de discontinuidad, segan el cual, la realidad hist6rica de Jestis se deduce de dos discontinuidades: la que supone una ruptura con e] ambiente judio y la que no tiene continuidad en la Iglesia posterior; es decir, la historia de Jestis no se deduce del ‘mundo judio ni de la vivencia de los cristianos. Los frutos de la investi- gacién de Kasemann son ciertos, pero pobres, pues ofrecen escasa in- formacion sobre la vida de Jest. 4. LA TERCERA BUSQUEDA (THIRD QUEST) A partir de 1980 surgié una gran ilusion investigadora, basada en di- versos hechos: el desarrollo de la arqueologfa, la aparicién de nuevas fuentes de conacimiento (hallazgos de papiros), el asentamiento de nue: vyos métodos de interpretacién y el mejor conocimiento de la literatura Juda y eristiana de los primeros siglos de la era cristiana. Los frutos conseguidos en estos tiltimos afios son importantes. Hay tun consenso bastante generalizado entre os expertos sobre los siguientes Puntos: a) Jess existi6 realmente. b) Es posible conocer con certeza ra- 36 Jests, 8 Ho ne Dios cional bastantes pormenores acerca de Jesis y del ambiente social, cultu ral yreligioso en el que viie Las perspectivas que han surgido de estas investigaciones dependen en gran medida de las opciones metodolégicas de los diferentes autores, en las que predomina el planteamiento sociolégico. Aunque insuficien. tes, los hallazgos obtenidos ofrecen una certeza grande sobre la historici- dad de Jest 5. ESTADO DE LA CUESTION Las conclusiones més importantes de los estudios sobre Jesis, supe- rando el ambiente racionalista de la Mustracién, son las siguientes: a) La existencia histérica de Jests es una cuestién cientifica clara y perfecta- ‘mente resuelta. b) Existen abundantes documentos historicos en tres cul- turas diferentes. c) Los Evangelios son documentos histéricos de primera magnitud. d) Hay testimonios sobre Jestis de los siglos 1 u. Desarrelle- ‘mos un poco estas conclusion. Los historiadores solventes consideran Ia existencia histérica de Je- siis como una cuesti6n cientifica perfectamente clara y resuelta, pues hay abundantes documentos fiables que avalan la existencia de Jestis. En Jesis se da el caso poco frecuente, con respecto a personajes de la Antigedad, de que su existencia historica esta testimoniada por docu Imentos de tres culturas diferentes: la cristiana, la romana y la judlia. Sin duda, los Evangelios son los documentos histéricos que ofrecen Ja informacion mas importante sobre Jestis. Su principal fuerza, para los ctistianos, radica en su inspiracién divina, Pero también tienen una im- portancia extraordinaria por su cualidad de libros histricos, como ya hhemos visto en el capftulo anterior. De las informaciones que oftecen los Evangelios “y de otras que vere- mos a continuacién- se deduce que Jestis es el nombre de unta Persona hist6rica, que vivid en Palestina. Si es justo dar credibilidad hist6rica a f- guras como Moisés y Josué, o como Ands, Pilato 0 Tiberio, con més ra- 26n hay que acoger la existencia hist6rica de Jestis. Los Evangelios no refieren de modo detallado su vida, porque no tienen finalidad primaria. ‘mente histariografica. Sin embargo, precisamente los Evangelias, lefdos con honestidad eritica, son los que levan a concluir que Testis de Nazaret es una persona histérica, que vivié en un lugar y tiempo determinados Incluso, desde un punto de vista puramente cientifico, ha de suscitar ad. La msrosscian o& ests 37 miracion no quien afirma la existencia de Jests, sino quien le niega, ‘como han hecho las teorfas mitol6gicas del pasado o como atin hace hoy algin estudiaso". Benedicto XVI dice: «confio en los Evangelios». Esa confianza le ha levado a epresentar al Jesas de los Evangelios como el Jestis real, como el “Fests hist6rico” en sentido propio y verdadero; (...) precisamente este Jestis el de los Evangelios- es una figura histéricamente sensata y con. vincentes7, Los testimonios de los siglos 1 y 1 sobre la existencia histérica de Je- sits suelen estudiarse ordendndolos en tres grupos: testimonios romanos, Judios y otros. La importancia de estos testimonios radica en que confir, ‘man la veracidad historica de las narraciones cristianas, 4. TESTIMONIOS HELENISTICOS ¥ ROMANOS Dela mayor pute de los personajes de la Antigiedad tenemos menos datos histéricos que de Jestis de Nazaret Soxprende que haya datos hist6ricos de Jests, ademas de los cristianos, en los Ambitos culturales de Roma, Grecia y Judea. La existencia de Jess, un sencillo carpintero de Galilea y uno de los numerosos profetas del judaismo de entonces, carece de importancia histérica para el Imperio. Destacan los siguientes testimonios: ‘Mara bar Sarapion, afio 73, Mara es un fil6sofo estoico de Samosata, Siria. Encarcelado en Roma, escribe a su hijo en el afio 73; da un testi mmonio indirecto de Jests: «De que sirvié a los samios quemar vivo a Pi. \goras, cuando su pafs quedé cubierto de arena en un instante? 0 a los Judios dar muerte a su sabio rey, si desde entonces se han visto despoja- dos de su reino?». Es preciso tener en cuenta que los cristianos de Siria interpretaban Ia destruccion de Jerusalén en el 70 como castigo por la muerte de Jestis, a quien lamaban sabio, Ls opinion actual de los esuciosos acerca del concctiento ques tene de Jess, ln txpesa el prof Gara Marena en estos terminos «De lest aberies mis y neorsan de walauier otro petsonaje desu época, pues ringuns como Elacapard ln ation a ine su muerte y resurrecién, En efecto respect alos Evengelios no hay ote decumoe ontemporineo del que exista una tradicion documenta tan colosals (Che auton Gar $i Mono, La historciiad dels Evangelis. Bolen Bibtogréico (19801980), ce Sora Theologtea, Pamplona 2,5, Sept-Dic-1990, p93 7 RATZINGER-BEMEDICTO XVE foo ee es 38 Jes0s, #1 Ho bE Dios Plinio el Joven (62-113), gobernador de Bitinia, en el Asia Menor, all consultar al emperador Trajano, hacia el afio 112, cémo debe compor- tarse con los cristianos, constata la existencia histérica de Jesis, ademas de la ejemplar conducta de los eristianos y de su gran extensién por el Asia Menor. Plinio informa al emperador que «los cristianos, a los que pertenece un gran ntimero de gentes de toda condicién, edad y sexo, se retinen un dia determinado (el domingo] antes de salir el sol, tribusan a Cristo adoracién cultual como a un Dios, ... participan en una comida inocentes', E] historiador Técito (54-1159), para escribir los Anales de Roma, ha- cia el aiio 116, se sirve de las Actas del Imperio, es decir, los archivos ofi- ciales. Al comentar el incendio de Roma provocado por Nerén en el afio 64, firma que el fundador de los cristianos, «Cristo, fue ajusticiado, bajo el mandato de Tberio, por el procurador Poncio Pilato>?. Esta referencia breve y concreta afirma la muerte de Cristo a manos de las autoridades romanas de entonces. E] historiadot Suetonio (75-160) también hace referencia a Jos cris- LUauos y u Cristo al relatar, hacia el ario 120, la vida de los emperadores romanos. Habla de la persecucién de los cristianos por parte de Nerén' yafirma que Claudio sexpudss de Roma a los judfos por ls constantes dis. turbios que provoeaban a causa de un tal Cristo»!!, Suetonio no supo dis- tinguir entre la religion cristiana y la judi; él se refiere a los hombres pertenecientes a una raza que, debido a sus discusiones religiosas, fue- on expulsados por Claudio, Esta expulsién se menciona en el libro de los Hechos de fos Apéstoles (18, 2). Nos encontramos ante un caso en el ue fuentes de origen diverso afirman los mismos hechos, lo cual re- fuerza el testimonio historico, 5. TESTIMONIOS JUD{os Entre los judios solo encontramos dos testimonios, pero tienen gran interés: son los de Flavio Josefo y ls breves y negativas alusiones a Jess en el libro del Talmud. El historiador Flavio Josefo, que vivfa en Roma, escribié La guerra de los juios (95 a 79) y Antighedades judaicas (93.94). En esta ttima obra ‘Paso em, Ei, 10,965 Sheed 4 © Stent te Neu XV, 2 "Str, eC 34 Lamistoricinan pe Jests Personajes contemporaneos a Jestis Afios de la era romana 740 780 760 770 «780 790 800 Herodes et Afios de Ia era eristiana 10 eg 20 30 «4050 afirma la existencia histérica de Jestis: «En este tiempo vivid un ral Jess, hombre sabio, sies permitido llamarle hombre, porque realizaba obras prodigiosas. Ensefiaba a las gentes que se mostraban dispuestas a recibir Ia verdad. Se gané a muchos de entre los judios y también de entre los del mundo helenista, Se pensaba que era el Cristo, pero, segtin el juicio de nuestros principes, no lo era, Por este motivo, Pilato lo erucilis y le dio muerte de cruz. No obstante, sus seguidores no lo abandonaron, pues se les aparecié a los tres dias otra vez vivo, segtin lo habfan predicho los brofetas, y asi otras muchas maravillas sobre él. Todavia hoy, no sc ha ex. tinguido el grupo de los cristianos, llamados asf por el nombre de su fun: dador> (18, 3,3), El primer escritor que cita este texto es el historiador Eusebio de Ce- sarea!?, del siglo wy. Algunos autores han puesto en duda la autenticidad dl texto citado, debido a las afirmaciones de caricter cristiano. Es posi- ble que algunas frases hayan sido escritas por copistas cristianos; pero esta hipétesis no merma la autoridad del testimonio de Josefo sobre la cexistencia de Jess de Nazaret. El testimonio anterior viene confirmado por la mencién que hace Jo- sefo de la lapidacién de Santiago en el afio 62. Dice ast: «Anas consider6 ue se presentaba una ocasién favorable cuando Festo muri y Albino se encontraba atin de viaje; convocé tna asamblea de jueces € hizo compa- '* Eusemo, Historia Belesidstcg, 1,11 Ce ee eV SP ESV VE VEUVTVUVEeTVVVVVeVeS 38 Js0S, Huo be Dios Plinio el Joven (62-113), gobernador de Bitinia, en el Asia Menor, al consultar al emperador Trajano, hacia el afio 112, cémo debe compor: tarse con los cristianos, constata la existencia historica de Jest, ademas de la ejemplar conducta de los cristianos y de su gran extensién por el Asia Menor. Plinio informa al emperador que «los cristianos, a los que pertenece un gran mimero de gentes de toda condicién, edad y sexo, se retinen un dia determinado [el domingo] antes de salir el sol, tributan a Cristo adoracién cultual como a un Dios, ... y patticipan en una comida inocentes’, El historiador Técito (54-119), para escribir los Anales de Roma, har cia el aio 116, se sirve de las Actas del Imperio, es decir, los archivos ofi- Ciales. Al comentar el incendio de Roma provocado por Nerén en el aio 64, afirma que el fundador de los cristianos, «Christo, fue ajusticiado, bajo el mandato de Tiberio, por el procurador Poncio Pilatos?, Esta referencia breve y concreta afirma la muerte de Cristo a manos de las autoridades romanas de entonces. E] historiador Suetonio (75-160) también hace referencia a los cris- tianos y a Cristo al relatar, hacia cl iio 120, la vide de los emperadores romanos. Habla de la persecucién de los cristianos por parte de Nerén!® yafirma que Claudio eexpulsé de Roma a tos judfos por los constantes dis. iturbios que provocaban a eausa de un tal Cristo>!'. Suetonio no supo dis- tinguir entre la religion cristiana y la judia; él se refiere a los hombres pertenecientes a una raza que, debido a sus discusiones religiosas, fue- ron expulsados por Claudio, Esta expulsién se menciona en el libro de Jos Hechos de los Apéstoles (18, 2). Nos encontramos ante un caso en el que fuentes de origen diverso afirman los mismos hechos, lo cual re- fuerza el testimonio histérico. 5. TESTIMONTOS JUDIOS Entre los judfos solo encontramos dos testimonios, pero tienen gran interés: son los de Flavio Josefo y las breves y negativas alusiones a Jess, en el libro del Talmud E! historiador Flavio Josefo, que vivia en Roma, escribié La guerra de los judios (75 a 79) y Antighedades judaicas (93-94). En esta titima obra ' Punto nL Jovan, Epis, 10, 96s 2 Tacro, Annales: Xv, 4, " SuEToiao, ta Neon, XVI, 2. 11 Suzrost, ia Claud, XXV, 4 La nsromtcia oe Bests 29 Personajes contemporaneos a Jestis Afios de ta era romana 740 760-760-770 «780790800 Herodes el Afios de Ia era cristlana 10 1 10" 2000 «30 a0 afirma Ia existencia historica de Jestis: «Bn este tiempo vivis un tal Jeti, hombre sabio, si cs permitidy llaimarle hombre, porque realizaba obras prodigiosas. Enseftaba a las gentes que se mostraban dispuestas a recibir Ja verdad. Se gan6 a muchos de entre los judios y también de entre los del mundo helenista. Se pensaba que era el Cristo, pero, segun el juicio de nuestros principes, no lo era. Por este motivo, Pilato lo crucificé y le dio muerte de cruz, No obstante, sus sesuidores no lo abandonaron, pues se les aparecié a los tres dias otra vez vivo, segtin lo habfan predicho los profetas, y asf otras muchas marwvillas sobre él. Todavia hoy, no se ha ex- tinguido el grupo de los cristianos, llamados asf por el nombre de su fun- dador» (18, 3,3). El primer escritor que cita este texto es el historiador Euscbio de Ce- sareal, del siglo 1, Algunos autores han puesto en duda la autenticidad del texto citado, debido a las afirmaciones de caracter cristiano. Es posi- ble que algunas frases hayan sido escritas por copistas cristianos; pero esta hipétesis no merma la autoridad del testimonio de Josefo sobre la cexistencia de Jesis de Nazaret El testimonio anterior viene confirmado por la mencién que hace Jo- sefo de la lapidacién de Santiago en el aio 62. Dice ast: «Ands consider ‘que se presentaba una ocasién favorable cuando Festo muri y Albino se encontraba atin de viaje; convocd tna asamblea de jueces e hizo compa- 0, Historia Reet, 1,11 40 Jest, &. Ho oe Dios recer a Santiago, hermano de aguel Jesiis, lamado el Cristo, y algunos otros, y present6 contra ellos la acusacién de ser transgresores de la Ley, yllos conden6 a ser lapidados» (Antigtiedades Judias, 20, 9, 1) El Talmud (siglos +), libro religioso judio, admite la existencia histé- rica de Jesiis y su condena a muerte por el Sanedrin: «Fit la vispera de la Pascua fue colgado [crucificado] Jests... Ha practicado la hechiceria, ha seducido a Israel y la lleva por mal cantirion (Talraud babilénico Sanedrin, VI, 1) Las pocas alusiones del Talmud a Jesis tienen una tendencia des- pectiva. Afirma que Jesus habfa reunido un grupo de diseipulos, que se- dujo y extravié al pueblo de Israel y otras cosas; pero afirma que Jestis era judio y se sentfa judio, lo que constituye un testimonio valioso sobre su existencia histérica El historiador judio J. Klausner afirmd recientemente de Jestis: «Hay enunciados fiables en lo que respecta a que su nombre era Yeshua de Na- zaret, que practic6 la hechicerfay la seducci6n; que se burlé de las pala bras de los sabios y comenté la Escritura como los fariseos, que dijo que no habia venido para abrogar nada en la Ley ni para afadirle cosa al- ‘guna; que fue colgado de un madero como falso maestro y seductor, en vispera de la Pascua; y que sus discfpulos curaban enfermedades en su nombres! 6, OTROS TESTIMONIOS ANTIGUOS Entre las obras de la cultura antigua, ordinariamente solo encontra- ‘mos testimonios sobre Jests en los autores cristianas y en los que comba- tieron la religion cristiana. Se comprenderé que los otros autores no hayan escrito sobre Jess yu religion, si tenemos en cuenta que, en los primeros siglos de nuestra era, el cristianisino era incipiente y que aparecfa a los ‘jos de los no interesados por él, como uno de los numerosos grupos reli- siosos dela época, que desaparecian poco después de haber nacido. ‘Aunque no hayan sido testigos directos de su vida, algunos escritores de esta época testimonian la existencia histérica de Jests, pues no solo recogen la tradicién de los que conocieron a Jesucristo, sino que edifican su fe sobre la firme conviccion de su existencia. Por su parte, los escrito- res anticristianos pretenden destruir la fe cristiana, pero todos dan por supuesto la existencia de Jests. Entre los testimonios més antiguos, des- tacamos los siguientes "5, Kaun, Jes de Narre, p29. La misrogienan pe Jess 41 San Clemente Romano, terver sucesor de san Pedro, conocié perso- nalmente a san Pedro y san Pablo en Roma. Escribié una Carta ala Igle- sia de Corinto hacia el afo 95, en nombre de la Iglesia de Roma, en la que Pide a los ficles que obedezcan a los presbiteros. Acerca de lo que ahora nos interesa, entresacamos las siguientes frases, las cuales solo tienen sentido supuesta la existencia histérica de Jestis: «Los Apéstoles nos pre- dicaron el Evangelio de parte del Seftor Jesucristo;Jesucristo fue enviado de parte de Dios... Los Apéstoles, después de haber sido plenamente ins- tuidos, con Ia seguridad que les daba la Resurreccién de nuestro Sefior Jesucisto, salieron...Jesucristo dio su sangre por nosotros segtin el desig- nio de Dios, dio su carne por nuestra carne y su vida por nuestras vidas» (42, 13:49, 6)", San Ignacio de Antioquia, segundo obispo de Antioquta, fue discf- plo del Apéstol san Juan. Durante su viaje de Siria a Roma, donde seria martirizado hacia el afio 107, escribié cartas a algunas iglesias por las que habia de pasar. El texto que recogemos es de la Carta a los Tralianos. En su alusi6n a los ‘docetistas’afirma claramente la existencia histérica de Jesus: wlesucristo es del linuje de David e hijo de Marta; nacio verdade- ramente, comié y bebi6, fue verdaderamente perseguido por Poncio Pi lato, verdaderamente crucificado, y murié a la vista de todos... El mismo resucité verdaderamente de entre los muertos, siendo resucitado por su propio Padre, ¥, de manera semejante, a nosotros, Jos que hemos creido ‘en El, nos resucitaré su Padre en Cristo Jests, fuera del cual no tenemos vida verdadera. Pero si, como dicen algunos hombres sin Dios, mejor di- cho, sin fe, solamente padeci6 en apariencia -ellos si que son aparie1 cia-, gpor qué estoy encadenado?, gpor qué anhelo luchar contra las fie- ras? Vana serfa mi muerte y falso mi testimonio acerca del Sefior»'s Cuadrato present6 una Apologia al emperador Adriano hacia los aftos 123 o 124, En ella atestigua que algunas personas curadas o resucitadas por Jesiss sobrevivieron «no solo mientras el Salvador vivia agut abajo, sino atin después de su muerte, de suerte que algunos de ellos han llegado hasta nuestros diaso'® Aristides de Atenas escribié una Apologia dirigida al emperador Adriano (117-138), o tal vez a su sucesor, Antonino Pfo (138-161), hacia Ja mitad del sigho 0. Dice asi: «Los cristianos toman su linaje del Seftor Jesucristo, Este es confesado como Hijo del Dios Altisimo, descendido ™ Gtr Bades Apostdlicas, pp. 101-238, ° Oty Ibdem, pp 375830 En Eusesto DE Cestte, Historia olesidstica, 4,3, 1-2; fs Quastan, Patologia (v0. D,p.191. > > > oo > 2 > > > > > >» > » > > ] > ) } ) ) : 2 Jess, 8 Ho ne Dios 3 cielo por medio del Espiritu Santo, para la salvacién de los hombres. ee cde una Virgen santa, sin fecundacién ni pérdida de la vingi- nidad, toms carte y se mosiré a los hombres, con el fin de apartarlos del error del politefsmo. ¥, una vez cumplido su maravilloso designio, gust6 de la muerte de cruz por su libre voluntad, sein un grandioso designio, Y después de tres dias volvi6 a la vida y subié a los cielosn'” San Justino (F h. 165), filésofo de profesién, en su primera Apologia, dirigida al emperador Antonino Pfo (138-161), afirma que «Cristo nacié hhace solo ciento cincuenta artos en tiempos de Quirino... Sabemos que se hizo hombre por medio de una virgen... fue erucificado bajo Poncio Pi- lato... resucit6 de entre los muertos». A continuacién, describe las verda- des principales de la religin cristiana, relata la celebracién de la Euca- ristfa e invita al emperador a que consulte las Actas de Pilato y revise la injusta condena a muerte de Jesiis y a que admire su grandeza. En el Didlogo con el judo Trifon hace un paralelismo entre Cristo- ‘Adén y Maria-Eva, al tiempo que afirma que »Cristo nacié de la Virgen como hombres (84) y que fue scrucificado bajo Poncio Pilato, procura- dor que fue de Judeas (30)! Luciano de Samosata (+ h. 167), escritor griego, en su didlogo Sobre Ja muerte del peregrino presenta a Jess como un vulgar estafadar, habla de su muerte y se burla de la caridad de los cristianos y de su fe en la in- mortalidad. Celso (+ h. 180), filésofo pagano, fue el impugnador més temible de los primeros siglos. En su obra Discurso verdadero, admite la existencia hhistorica de Jestis, Dice de Jests que no desciende de David, ni es Dios, ni se refieren a él las profectas, ni fue concebido virginalmente; afirma que fue mago y que no resucit6. Y amonesta que la actitud de los cristianos es peligrosa para la sociedad”, 7, DATOS CRONOLOGICOS SOBRE LA EXISTENCIA DE JESUS Lugar de nacimiento: Segtin los Evangelios, la gente de su tiempo amé a Jestis eel Nazareno», por el lugar en que residié con su familia hasta la edad de treinta afis. Sin embargo, sabemos que el lugar de naci- iento de Jestis no fue Nazaret, sino Belén, localidad de Judea, al sur de " Cir Pades Apologetas Grogs, pp. 105-15). "Cir Bem, pp. 185-548, Ott OUAsTEN, Patol (ol), pp. 187, 366-370 La misroniibyo oe resis B Jerusalén, Lo atestiguan los evangelistas Mateo y Lucas. Este tltimo hhace notar que, a causa del censo ordenado por las autoridades romanas, «José subi6 desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David lla, macla Belén, en Judea, por ser él de la casa y dela familia de David, para empadronarse con Marfa, su esposa, que estaba encinta, ¥ estando alt le lege la hora del parto» (Le 2, 46), Fecha de nacimiento: La investigacién moderna ha logrado con bas- tante exactitud determinar la cronologia dela vida de Jest, en el marco de la Historia Universal. La actual datacién cronolégica se debe al monje ‘mano Dionisio el Exiguo, quien en el afo 533 propuso medire tiempo A partir del nacimiento de Jesucristo, en susttucién del ano de la funda. cién de Roma, ab urbe condita. Se admite cominmente que Dionisio co. mmetié un error de eéleulo, pues situé el nacimiento de Testis en el ano 753 de la fundacién de Roma y sefialé el 754 como el primero de la era cristiana; pero los datos mas seguros indican que Jestis ya habia nacido ef arta 750 de ta fundacién de Roma. Los expertos estiman que Jestis nacié § 0 6 aitus untes de la era cns- tana; en concreto, en los afios 748 0 749 de la fundacién de Roma. Esta conjetura se basa en la fecha de la muerte de Herodes el Grande, que tuvo higar en Calirroc, manantial de aguas fermales situado en la margen derecha del Mar Muerto, en la primaver 750 dela fundacién de Roma, segtin el testimonio de Flavio Josefo, esi:::ado camo cierto® Ade. ‘is, sabemos que esa muerte ocurrié dfas después de un eclipse de luna que tuvo lugar el 12 de marzo de 750, Terminadas las exequias de Hero. des, se celebré la Pascua, que aquel afi 750 cayé el 12 de abril, Segiin san Mateo, Jesis naci6 wen tiempos del vey Herodes» (Mt 2, 1); Por lo tanto, en el alo 750, Jess ya habia nacido. Los Magos que fueron a cadorar al Rey de los Judfos» tuvieron la entrevista con Herodes cuando este atin residia en Jerusalén (Mt 2, 2), Se sabe que erodes se ausent6 de Jerusalén a causa de su enfermedad en el otofio del aito ante. rior a su muerte, También afirma san Mateo que Herodes «mandé matar 8 todos Tos nitios que habs en Belén y toda su comarca, de dos alls para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente habia averiguado de Jos Magoso (IMs 2, 16). Comienzo de la vida publica: Jestis comenzé su predicacion poco después de ser bautizado por Juan Bautista en el Jordin (Me 1, 9-11) Juan comenzé a predicar y bautizar «el aiio quince del reinado del empe- % FLamo Jose, La gue debs jus, 1,33, 1 nee ee ee a o o = e 2 > > > 2 2 > > > > 7 > > » » > » ’ > , , ] , ) . ) d ; 2 Jest, ak Huo Be Dios del cielo por medio del Espiritu Santo, para la salvacién de los hombres. Y engendrado de una Virgen santa, sin fecundacién ni pérdida de la virgi- nidad, tomé came y se mostré a las hombres, con el fin de apartarlos del error del politefsmo. ¥, una vez cumplido su maravilloso designio, gusté de la muerte de eruz por su libre voluntad, segiin un grandioso designio. Y después de tres dias volvié a la vida y subié a los cielos»” San Justino (fh. 165), filésofo de profesién, en su primera Apologta, dirigida al emperador Antonino Pio (138-161), afirma que «Cristo naci6. hace solo ciento cincuenta aitos en tiempos de Quirino... Sabemos que se hizo hombre por medio de una virgen... fue erucificado bajo Poncio Pi- Inyo... resucit6 de entre los muertos». A continuacién, describe las verda~ des principales de la religiOn cristiana, relata la celebracién de la Euca- ristfae invita al emperador a que consulte las Actas de Pilato y revise la {njusta condena a muerte de Jestis ya que admire su grandcza, En el Didlogo con el judio Trif6n hace un paralelismo entre Cristo- ‘Adén y Marfa-Eva, al tiempo que afirma que «Cristo nacié de la Virgen como hombre» (84) y que fue werueificado bajo Poncio Pilato, procura- dor que fue de Judea» (30), Luciano de Samosata (t h. 167), escritor griego, en su diélogo Sobre Ia muerte del peregrino presenta a Jestis como un vulgar estafador, habla de su muerte y se burla de la caridad de los cristianos y de su fe en la in- mottalidad, Celso (+h. 180), filbsofo pagano, fue el impugnador més temible de los primeros siglos. En su obra Discurso verdadero, admite la existencia istérioa de Jestis. Dice de Jestis que no desciende de David, ni es Dios, ni se reficren a él las profecfas, ni fue concebido virginalmente; afirma que fue mago y que no resucit6, Y amonesta que la actitud de los cristianos es peligrosa para la sociedad!” 7. DATOS CRONOLOGICOS SOBRE LA EXISTENCIA DE JESUS Lugar de nacimiento: Seytin los Evangelios, la gente de su tiempo llamé a Jesus sel Nazareno», por el lugar en que residié con su familia hasta la edad de treinta afios, Sin embargo, sabemos que el lugar de naci imlento de Jesais no fue Nazaret, sino Belér, localidad de Judea, al sur de 2 GPs Apoogetas Gigs, p. 105.151 tr idm. pp. 155548 Gf: Ouse Paola ol 1) pp. 197, 366370. ‘Lawstonicinan pe Jests 4% Jerusalén, Lo atestiguan los evangelistas Mateo y Lucas. Este tiltimo hace notar que, a causa del censo ordenado por las autoridades romanas, «José subi6 desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David lla. ‘mada Belén, en Judea, por ser él de la casa y de la familia de David, para empadronarse con Marfa, su esposa, que estaba encinta, ¥ estando all le Iegé la hora del partos (Le 2, 4-6). Fecha de nacimiento: La investigacién moderna ha logrado con base tante exactitud determinar la cronologia de la vida de Testis, en el marco de la Historia Universal. La actual datacién cronolégica se debe al monje romano Dionisio el Exiguo, quien en el ano 533 propuso medir el tiempo 4 partir del nacimiento de Jesucristo, en sustitucién del afto de la funda. cién de Roma, ab urbe condita. Se admite comtinmente que Dionisio co- metié un error de eélculo, pues situs el nacimiento de Testis en el aio 753 de la fundacién de Roma y sefialé el 754 como el primero de la era cristiana; pero los datos més seguros indican que Jestis ya habia nacido el tio 750 de la fundacién de Roma. Los expertos estiman que Jestis nacié 5 0 6 arias antes de la ara cris fang; en concreto, en los afl 748 0 749 de la fundacion de Roma, Esta conjetura se basa en la fecha de la muerte de Herodes el Grande, que tuvo higar en Calirroe, manantial de agus termales situado en la margen. derecha del Mar Muerto, en la primaver: 750 de la fundacién de Roma, sein el testimonio de Flavio Josefo, et.» ado como cierto, Ade- ‘més, sabemos que esa muerte ocurri6 dias después de un eclipse de luna que tuvo lugar el 12 de marzo de 750. Terminadas las exequias de Hero_ des, se celebré la Pascua, que aquel aio 750 cay6 cl 12 de abril Segtin san Mateo, Jestis naci6 sen tienspos del rey Herodes» (Mt 2, 1); por lo tanto, en el afto 750, Jestis ya habfa nacido. Los Magos que fueron. @ sadorar al Rey de los Judfos» tuvieron Ia entrevista con Herodes cuando este atin residfa en Jerusalén (Mt 2, 2). Se sabe que Herodes se ‘ausent6 de Jerusalén a causa de su enfermedad en el atofio del afio ante- rior a su muerte, También afirma san Mateo que Herodes emandé matar todos los niftos que habia en Belén y toda su comarca, de dos afios para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente habfa averiguada de los Magos» (Mr 2, 16) Comienzo de la vida publica: Jestis comenzé su predicacién poco después de ser bautizado por Juan Bautista en el Jordén (Mec 1, 9-11). Juan comenz6 a predicar y bautizar vel ario quince del reinado del empe- Fst Josero, La guera dels jus, 13,1 “4 48805, BL Huo be Dios rador Tiberio» (Le 3, 1), que corresponde al aio 780 de Roma y al afo 27 de la era cristiana, Se piensa que Jestis comenzaria a predicar en enero del afo 28 con 32 aos, lo que concuerda con la edad aproximada que le atribuye san Lucas: «como unos treinta afosy (Ec 3, 23). Muerte de Jestis: Se sabe con certeza que Jestis murié un viertes del mes hebreo de Nisin, dentro del mes de abril de nuestro calendario: «Como era la Parasceve, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sabado, porque aquel sdbado era un dia grande» (Un 19, 31); cfr. Me 27, 62; Me 15, 42; Le 23, 54, En cuanto al afio, lo més probable es que haya sido el afio 30 de la era cristiana, que corresponde al 783 de la fundacién de Roma. Con respecto al dia del mes, lo més probable es que acurriese el 14 0 el 15 de Nisén, es decir, el 7 w 8 de abril, El 14 de Nisan del aio 30 cay en viernes, Ademas de estos testimonios literarios, hoy dia no se pueden ignorar los datos que nos oftecen las investigaciones arqueol6gicas. Los restos hallados en Palestina nos confirman la existencia de un personaje, Ila mado Jestis de Nazaret, sin el cual no cabria explicar el sentido de los isos?! 8. CONTEXTO HISTORICO Y RELIGIOSO DEL TIEMPO DE JESUS ‘Terminamos este tema resaltando el contexto hist6rico y reigioso en el que vivi6 Jest. Jestis nacié en Belén de Jud cuando César Augusto (27 a.C-14 d.C,) reinaba en el Imperio romano, Ands era sumo sacerdote, la autoridad re- ligiosa suprema, Judea estaba dominada por Roma. La situacién politica ¥ Teligiosa era poco estable, con hostilidad creciente de los judfos contra las fuerzas de ocupacién, que explot6 con la rebelién del afio 66, y que culmin6 con la destruccién del Templo de Jerusalén en el afio 70. La organizacin politica de Palestina, bajo el dominio del Imperio de Roma, estaba constituida por tres instituciones: el Rey de los juclios, el Gobernador romano y el Sanedrin Es preciso tener en cuenta el planteamiento teocrético del pucblo de Israel. El Sanedrin, compuesto por 71 miembros, era ala vez la autori- 2 Una amplia informacion arqueclgica se puede encontrar en Govestz EcHEcARAy, Jn Arqueolopiay Evangelos sis en Galea, aproximacion desde la aqucologls 0 LamstoniciAn pe Jests 45 dad religiosa suprema de Israel y la autoridad politica, aunque esta es taba limitada por el gobernador romano, por ejemplo, en la ejecucién de Ja pena de muerte (cfr. Mc 15, 1-15). Bl Sanedrin estaba formado por tres grupos: Jos ancianos, que pertenecfan en su mayorfa a la aristocracia de Israel; los sacerdotes, que eran principalmente saduceos; y los escribas 0 ‘maestros de la Ley, que solfan ser fariseos. Los saduceos constitufan la clase social alta, eran los principales sacerdotes, con influencia poderosa; eran hombres de negocios y colabo- aban con las autoridades romanas; en lo religioso, negaban la resurree- cién de los muertos (cfr, Le 20, 27). Tentaron a Jest pidiéndole una sefial del cielo (eft. Mr 16, 1-12). Los escribas o maestros de la Ley (ch: Le 5, 17) eran judios que se ha- bian educado en el conocimiento de las Escrituras; pertenecfan general- te al grupo de los fariseos, sabfan escribir, actuaban como notarios piiblicos y contables, y eran copistas y expertos en Ia interpretacion de Jas Eserituras. San Marcos anota que calumniaron a Jestis (cfr: Me 3, 22- 30) y buscaban el modo de matarle (cfr Me 14, 1-2) Los fariseos, por el contrario, se esmeraban en el cumplimiento ex- terno de la Ley de Moisés, no siempre con rectitud interior; eran artesa- nos pertenecientes a la clase media, abundaban entre ellos los maestros 0 doctores dela Ley y eran guias espirituales del pueblo. Calumniaron a Je- stis diciendo que expulsaba los demonios por el poder de los demonios (cfr. Mr 12, 22-37), Enemigos de la dominacién romana, de entre sus miembros salieron grupos rebeldes: los sicarios, llamados asi porque le vaban un puna (sica, en latin), y los zelotes, apasionados en el cumpli- miento de la Ley. Entre los judfos habia un grupo de ascetas y estudiosos de la Ley, los ¢senios, que se apartaron del pueblo y vivian formando Varios grupos en Jas montafias al norte del Mar Muerto, en las cuevas de Qumran. En 1946 se descubrieron unos escritos que reflejan su estilo de vida. Los helenistas eran judios nacidos fuera de Judea, en pueblos del Me diterréneo oriental y en el norte de Africa, y hablaban el griego. Los que vivian en Judea tenfan sus sinagogas propias, donde lefan la Biblia en sricgo de los Setenta. I _—e ree y ys Jess, 2 Huo oe Dios > Probable cronologia de la vida ptiblica de Jesis } “io Tal de Roma [ Mio 162 de Roma [Ai 30 785 de Rona » Bautsno Me 1,910) sea ero ade del Enero | Ajtnoenel deseo Sor 10, 40) ) te) } “eiacones 268,113) | Miinde on Dace | Ea alia a7) Febrero | EnBctariajuioal | (M6, 713) Len ec leprses > ondn (ii, 19-81) We 17, 12-19) > ‘Boia de Can 2,143) | Mts defun En Pre O11,37) EnCstamata in 12) | Bautista (Me 62129) | En Beta esurecién D | Marco | 1*Pascus en Jesuralén ‘de Lézaro (I, 17-48) (02,1323) En Bran 154) > os verdes del En eib Le 18,3) | Templo Vie 1421) Con Nixdemo ‘oleic lor [Ea Betaia 2.1) > n3, 115) ponesenBassdla |S Pascua 413.1) p | Att | Eades ze) | le 017 | Muene Ge 9, 1730) BiBautstwenlacired | Fascia Jn6,4) | Resureckin Jn 20,1) > 3.1920) prone 20,1920) » esa pn Sica Uo) Penn te 1.31 Mayo | EnNicarel(He4 1622) Pentecost Heh 2 L-) > | BnCafamat de 4,31) < Ta oben ltl | Ena isa tles,13) Pentecost? 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