EL ENFOQUE SISTÉMICO ORGANIZACIONAL

Dentro de una empresa existe una organización conformada por un sistema social definida por
características, actividades y entorno que brindan las interacciones humanas y que afectan el
tema de productividad, calidad y servicio. Razón por la cual para llevar un diagnóstico de la
empresa se considera a los siguientes elementos: Individuo, trabajo y la propia empresa. Todo
lo mencionado anteriormente muestra su crecimiento y diferenciación de la empresa con
otras.

El objetivo de las organizaciones es mediante la interacción del trabajo humano lograr

objetivos financieros y sociales. Aplicando adecuadamente el manejo de los recursos
económicos, físicos y tecnológicos que la organización disponga y que serán administrados
por una jerarquía de relaciones de poder. Los gerentes se esfuerzan por asegurar el
funcionamiento de sus organizaciones a largo plazo, buscan estrategias, la causa de este
esfuerzo se debe a que las organizaciones son agentes de cambio debido a modificaciones en
el sistema social que las conforma. Las organizaciones como características tienden a
aprender y desaprender, poseen cultura distintiva y el poder de adaptarse según sus
necesidades “porque están en relación constante con el entorno económico, social, cultural,
ecológico, tecnológico y político.” (Prieto, 2012, p. 49). La capacidad técnica, administrativa
y humana son las actividades llevadas por la organización y que aspiran a ser eficientes. Y
que se encuentran rodeados por un entorno de “aspectos políticos, legales, ambientales,
económicos, culturales, éticos, tecnológicos, sociales, etc.” (Prieto, 2012, p. 50).

La globalización de mercados hizo que la imagen corporativa llegue a estar en uno de los
primeros sitios de la gestión estratégica porque permite a la empresa distinguirse de otras. La
empresa gracias a la imagen adquiere un protagonismo en una sociedad y en una economía. Y
se la puede apreciar en la relación existente entre la empresa y su público interesado, “nos
formamos una imagen de una organización por lo que sabemos, vemos, recibimos y sentimos
de ella.” (Prieto, 2012, p.55). La cultura organizacional en la empresa tiene tres componentes:
el sistema socio-estructural basado en los objetivos, metas, autoridad, poder, control,
motivación, recompensas, selección, capacitación y evaluación; el sistema cultural que reúne
un colectivo de significativos simbólicos y artefactos culturales de la empresa y sus
empleados; los colaboradores que son las personas integrantes de la compañía y tienen una
posición jerárquica que contribuyen en el sentido de la empresa. La creación de una matriz
axiológica es necesaria para que todos los funcionarios conozcan el universo organizacional
de la empresa.

La estrategia y la cultura tienen una relación y es estudiada por parte de la disciplina

administrativa del Desarrollo Organizacional con el fin de dirigir eficientemente a una
empresa. La estrategia empresarial planea actividades para lograr un desarrollo de habilidades
gerenciales y con los colaboradores desarrollar actividades operativas, tácticas y estratégicas.
La cultura promueve el sentido de identidad de sus empleados y fortalece el sistema social
mediante un compromiso individuo-empresa. Por último, el clima organizacional hace
mención al factor humano el cual indica que las relaciones de los empleados están
determinadas por sus comportamientos y las condiciones que se presenten fortalecerán y
configuraran la identidad de la empresa diferenciándola de las otras.

En conclusión, el elemento más importante son los miembros o empleados de la organización.

En ellos recae el deber de construir un sistema social fuerte mediante sus interacciones entre
empleados y con la empresa para concebir una organización empresarial eficiente. Para ello
requerirá varias estrategias con el fin de que la organización esté en completa armonía y sobre
todo sincronizado en su funcionamiento. Que será la parte fundamental para definir la imagen
de la empresa y con ello su papel protagonista en la sociedad y en la economía.