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INVESTIGACIONES OCULTAS Y

TEMAS DE NUESTRO TIEMPO


LA MASACRE DE OSLO EN JULIO DE

2011, LOS PSICÓPATAS ASESINOS Y

EL MORADOR DEL UMBRAL

El mundo se sintió estremecido nuevamente con la

masacre de un psicópata en Oslo. Una más entre tantos

otros episodios de violencia ciega e irracional.

Las explicaciones de la psicología corriente atienden

satisfactoriamente sólo una parte de la cuestión que está

en juego sobre los trastornos mentales agudos. Como en

toda la gama de afecciones del alma.

La Tradición Oculta explica la existencia de una

construcción psíquica en los seres humanos, resultado


de una larga serie de existencias de desórdenes egoístas

y de todo tipo de acciones y voliciones destructoras. Esta

entidad artificial, creada por la intensa vida de deseos y

procuraciones auto-centradas de los individuos, va

cobrando forma y contextura a medida que transcurre la

extensa peripecia encarnatoria en la vida material.

Ocasionalmente, como en el caso de los psicópatas,

los ebrios incurables y los adictos a drogas pesadas,

esta forma astral, el Morador del Umbral, toma el control

de los actos y de la conciencia instintiva de la

personalidad que hereda esta sombra negadora. Antes de

procesarse la nueva encarnación, el nuevo nacimiento,

las tendencias que están por detrás de esta forma

obsesora reaparecen y reestructuran tal entidad

“simiesca y tortuosa”. De tal suerte que el victimario es

en los hechos la víctima de ancestrales pasiones y

atavismos destructores.
Eventualmente, las maldiciones de sangre, arrojadas

en actos de magia siniestra sobre el linaje de un grupo de

almas, operan circunstancias igualmente dramáticas,

desencadenando procesos de sufrimiento o depredación

en alguno de los individuos del linaje de aquel o de

aquellos contra los que se arrojó el conjuro, el dicterio

maléfico.

Más ampliamente, el espejismo mundial, el maya

emocional y mental y la atmósfera intensamente poluta,

propia de la sustancia del mundo astral, invaden la mente

y el equipo personal de individuos idiosincrásicamente

afiliados a actividades negadoras o destructivas.

La Tradición enseña al respecto que ningún acto de

magia siniestra desata un proceso de sufrimiento o

pérdida significativa en la víctima objeto del hechizo, a

menos que en ella, kármica, áurica y psíquicamente no

existan elementos y tendencia de orden semejante al de


las fuerzas y vidas elementales destructoras evocadas

por medio del acto brujeril.

No se debe perder de vista que la luz astral y la

sustancia mental que lo interpenetran todo y que sirven

de base material para los deseos, pasiones y

pensamientos, está absolutamente sujeta a la vida de tal

índole de la comunidad de almas encarnadas, y que

finalmente la mayoría de los seres humanos “son

pensados” por esa mente o mentalidad común y rara vez

piensan por sí mismos o elaboran sus propios juicios de

valor. De allí que, ante el presente ciclo de oscuridad

moral, las tendencias autodestructivas de la Humanidad

como un todo encarnen particularmente en

personalidades humanas, kármica y magnéticamente

afines a esa nube de destrucción de creación colectiva.

Todos los desórdenes de este tipo suponen también

una fuerte naturaleza mediúmnica en los individuos con

inclinaciones predadoras: sencillamente ofician


inconscientemente de instrumentos ciegos y canales

dormidos de fuerzas obsesionantes de signo negativo,

vidas elementales y consolidados egrégores mentales,

todos ellos fruto del gigantesco glamour, espejismo y

error mundial.

La Tradición señala, por otra parte, que la calidad de la

vida psíquica del alma común de la Humanidad afecta en

gran medida las manifestaciones de las fuerzas telúricas,

meteorológicas y magnéticas que atraviesan e inciden

sobre la vida del planeta. La importante polución de

fantasías y deseos insatisfechos incubada por nuestra

mente común, termina por desencadenar episodios

críticos de carácter cataclísmico, en la misma medida que

desata fuerzas ancestrales y atávicas propias de la

comunidad humana, prejuicios raciales y creencias y

supersticiones que gravitan por igual en todas las

naciones.
En particular la obsesión por la vida de deseos y por

la actividad sexual desbordada habrán de traer, tarde o

temprano, consecuencias ominosas para la población

humana del planeta. De alguna manera uno de los últimos

efectos de este aluvión pasional colectivo se vio

materializado con el virus del Sida. Previamente, las

naciones conocieron epidemias de sífilis y otras

afecciones de orden similar que diezmaron poblaciones y

generaciones enteras. En la actualidad, la experiencia de

los ginecólogos en las grandes ciudades demuestra

estadísticamente que se sigue pronunciando, gracias a

una desordenada vida sexual, una condición genital

absolutamente insana. Y como la sexualidad humana se

ha concentrado particularmente en la genitalidad, estas

afecciones habrán de multiplicarse con el paso del

tiempo, procurándole al hombre civilizado nuevos y

dramáticos desafíos.
No se trata de hacer profecías, simplemente el autor

remite a las numerosas evidencias acerca de que las

costumbres y hábitos altamente auto-centrados terminan

por dar forma a alteraciones y trastornos, psicológicos y

orgánicos, los cuales sólo pueden ser enfrentados y

eliminados positivamente con un cambio completo de

orientación existencial. Con una nueva calidad de vida,

material, moral y espiritual.

La suma de las vidas de deseos y actividades

pasionales de la población humana planetaria, de alguna

forma le dan vida al Morador del Umbral colectivo, al

gigantesco espejismo emocional y mental que condiciona

enormemente el avance del proyecto civilizado,

sumiéndolo ocasionalmente en crisis de todo orden:

económicas, higiénicas, organizacionales. La mayoría de

los conflictos entre las naciones provienen de la

renovación de los ciclos: constituyen una fase más de un

antiguo conflicto entre grupos humanos


idiosincrásicamente vinculados. Desde siempre la

Tradición fija en la esfera de las familias de sangre como

tales y de las familias de naciones como un fenómenos

de origen kármico y milenario, la fuente de todo tipo de

conflictos, desentendimiento y enfrentamientos. Suelen

ser las etnias, las naciones más cercanas entre sí,

caracterológicamente hablando, las que están más

expuestas a este tipo de circunstancias de alta

fragmentación. Los núcleos internacionales de poder y

fuerza resultan de un entrejuego de influencias,

astrológicas y de otro orden, e implotan episódicamente

a lo largo de la historia de la Humanidad.

Paradójicamente, sólo la visión del ocultista y del

clarividente pueden identificar estas coincidencias

superiores entre naciones sólo aparentemente muy

distantes y muy diferenciadas. Tal es el destino mediato

de las naciones y de los grupos humanos,

particularmente desde que la cualidad propia de la familia


humana como tal es la búsqueda de la Armonía a través

del conflicto (Consigna del Cuarto Rayo de la Creación, el

Rayo en el que vibra la Humanidad Terrestre).


LAS REVUELTAS CIVILES Y LA

LEY OCULTA (EGRÉGORES DE

DESTRUCCIÓN)

Los estados imperiales han apelado al empleo de

estrategias de distorsión y de manejo de las grandes

masas humanas y de la opinión pública, en las naciones


efectos del proceso colonizador, a lo largo de los últimos

siglos y seguramente de toda la historia de la Humanidad.

Estas naciones centrales han sembrado la semilla del

descontento civil, el rumor interesado y la manipulación

de la información, a fin de desencadenar instancias que

les fueran favorables, en el seno de las naciones

invadidas, para tomar el control económico, político y

cultural de los estados sometidos y de las regiones con

materias primas abundantes.

A lo largo de dramáticos episodios bélicos han diezmado

poblaciones enteras y han debido enfrentar

levantamientos y hostigamientos de las poblaciones

civiles, armadas o no, allí donde plantaron sus botas.

Karma procesa, tarde o temprano, estos ejercicios de

poder absolutista y discrecional y devuelve al seno de

esas naciones imperiales, centrales, los efectos de la

onda destructiva que ellas desencadenaran.


Por un lado estos imperios del pasado han hecho

germinar oscuras formas psíquicas de odio y

resentimiento, reconocidos por la Tradición como

“egrégores de destrucción”. Estas fuerzas de orden

psíquico pueden pasar períodos de inercia y contención,

sometidas a la sinergia de otras fuerzas colectivas

siempre concurrentes que asumen el primer plano

histórico, hasta que en algún momento se ponen de

manifiesto, ante elementos detonadores, como por

ejemplo las grandes crisis en los países centrales, el

racismo y las políticas de restricciones populares.

Las manidas armas de la conspiración y la intriga, del

espionaje internacional, tarde o temprano recaen sobre

los centros de poder mundial que han apelado a estos

métodos espurios y perversos para ejercer el control.

No debería llamarnos la atención que estas fuerzas

psíquicas colectivas, que ligan a las naciones

colonizadas con el colonizador por mucho tiempo, se


trasunten en algunas realidades incontrovertibles. Por

una parte, legiones de almas nacidas en tales naciones

antaño sometidas recalan, se refugian en las naciones

imperiales. Un grueso de almas otrora victimizadas por

los imperios buscan una línea de escape y la Vida y sus

Agentes de Orden les ofrecen nacimientos en los estados

que una vez las sometieran y escarnecieran. Karma es

justo e imparcial: a cada uno según sus actos y medidas.

Estas almas así implantadas contienen en su memoria

sutil (átomos permanentes, tendencias ancestrales) la

semilla del descontento y el poder de ejecutar por mano

propia actos de implícita justicia humana en el ámbito de

las naciones responsables.

Las revueltas civiles de agosto de 2011 en Londres, como

las anteriores durante el mandato de la Sra, Thatcher,

ponen en primer plano esta especial dinámica de Karma

para operar ajustes y restablecer el orden perdido en el

seno de las naciones predadoras.


Paralelamente, el circunstancial crecimiento de los

valores en el mercado de los commodities de productos y

materias primas del agro, revelan como la Ley Oculta

procesa con justicia los dolos y abusos de los estados

imperiales en el pasado, restableciendo temporalmente el

orden afectado.

En relación a las fuerzas económicas nacionales e

internacionales y al sistema bursátil, cabe recordar que

su mecánica de operación se vale especialmente de

elementos de índole psicológico, del rumor, de la

creación de estados de ánimos colectivos, de la

especulación, de la anticipación casi mágica y deportiva

del porvenir. En una palabra, naturalmente esta actividad

también está sometida a la acción de Karma, de allí los

pasados, actuales y futuros “tsunamis” financieros que

asaltarán a los grandes centros del poder económico y

lateralmente al resto de las naciones. Todos los vectores

de orden emocional y mental que fueron puestos en


juego para amasar enormes fortunas terminarán por

triturarlas: de la llamada Fuente de la Abundancia nadie

puede arrancar casuística, fortuita, o estratégicamente

una parte mayor del tesoro común, sin que a la larga se

vea envuelto en la privación y la pobreza. Usurpar por

métodos tales como la unificación y concentración diaria

del deseo en objetivos fiduciarios es lisa y llanamente

magia negra y sus consecuencias son ahora y serán más

adelante completamente visibles en la vida de los

individuos y de las naciones que intentan “manipular al

Universo”.

Por contraposición, los discípulos avanzados e Iniciados,

en conexión íntima con el Plan para la vida de la

Humanidad y sus dispensaciones, trabajan y construyen

formas mentales luminosas y poderosas. Usualmente

son captadas o registradas por las mentes pioneras o

superiores de algunas almas dispersas por todo el


planeta, que las formulan en su propio lenguaje y las

postulan.

El tiempo que le lleva a estas formas mentales

constructivas ingresar a la conciencia colectiva de la

Humanidad bajo el aspecto de novedosos paradigmas es

fluctuante, aunque parece existir una franca tendencia a

la aceleración de los tiempos.

Sólo que la implantación en las costumbres generales de

cada nuevo paradigma es un proceso todavía más lento.

Y esto debido a la subsistencia de un numerosos grupo

de almas humanas que constituyen el fenómeno de la

masa, por oposición a un ingente y creciente, aunque

minoritario todavía, número de almas que se alistan en

una opinión pública pensante. Estas últimas fuerzas

grupales civilizadoras son las que canalizan más

rápidamente los Planes superiores.

Del mismo modo así las masas humanas como sectores

de esta opinión pública pensante pueden ser


obsesionadas y manejadas por la fuerza de los egrégores

de destrucción, de acuerdo a la ley kármica y a la

dinámica de la existencia planetaria.

Todo el presente estado de cosas demanda de los

investigadores del Mundo Espiritual un trabajo urgente.

Se trata de investigar y discernir las Leyes y Principios

Superiores de la Naturaleza y la Vida en todos los

departamentos del quehacer y el pensar humanos.

Una nueva literatura esotérica está amaneciendo –o así

debería de ocurrir- y este proceso ha de multiplicarse

necesariamente, a fin de presentar ante una opinión

pública pensante las evidencias del Orden Superior

Subyacente a todas las manifestaciones de la actividad y

de la existencia, globalmente considerada, así en el

Reino Humano como en todos los restantes. No existe

procedimiento más expedito y práctico de dar a conocer

el genuino conocimiento de las edades, por cierto desde

la óptica de las almas alineadas al camino de la


enseñanza, traducido y expuesto con la singularidad y la

inspiración que llega al mundo a través de los legionarios

y servidores integrados vital y espiritualmente al actual

experimento planetario.
EL CÍRCULO PROTECTOR DE UNA LOGIA

OCULTA (Conforme a las instrucciones de Helena

Petrovna Blavatsky)

En su obra “Ocultismo Práctico”, al enumerar los requisitos para

el funcionamiento del ashrama, HPB comienza por mencionar “un

círculo protegido por un Pentágono que contenga “los cinco

colores primarios”. Este pentágono de cromatismo oculto

ofrecería la llave de la protección magnética para la Logia, así

como oficiaría de plano de invocación (mandala, pentaclo,

pentalfa) de las fuerzas dévicas concurrentes en el trabajo del

grupo.

La referencia a la necesidad de establecer el trabajo sobre un

Círculo nos remite rápidamente a la configuración perfecta y

espiritual, ya que todos los niveles atómicos (mónada, alma) en el

Cosmos y en el Hombre comportan una forma esférica/circular. El


símbolo de la perfección y la síntesis de la totalidad ofrecen un

campo propicio para consagrar el Trabajo de los Hermanos. Por

otra parte este Círculo obra de Anillo No Se Pasa, con un doble

carácter. Por un lado permite al Instructor delimitar el alcance de

la instrucción y monitorear el avance y las experiencias mentales

de los discípulos en un marco referencial, evitando el desborde y

los errores en las prácticas de los discípulos cuyos Rayos

ofrezcan un campo propicio para la inestabilidad

mental/emocional. Por otra parte, porque prefigura el Orden de la

enseñanza: de un círculo a otro mayor, de una esfera a otra de

mayor implicación. Y este Círculo es el corazón del Mandala

ceremonial de la Logia, el cual se haya forzosamente inscripto en

el Cuadrado del Templo o del ashrama (un Hermano comprende

con facilidad que el Templo Oculto y el físico se corresponden

con la noción de completitud funcional, representación eficiente

y eficaz, plena, del antro de fraternidad, evocando la forma

diseñada especialmente para fincarse en el mundo y servir de

vehículo para la Tríada Superior –cósmica y humana- y todas las

configuraciones triangulares que tienen lugar en y entre los

Hermanos).
Los “cinco colores primarios” aluden cifradamente a los cinco

órdenes de ángeles solares (siete secretamente) que sostienen

todo trabajo constructor y que confluyen al Taller arrojando luz y

evacuando el ámbito interno y grupal de turbulencias

elementales. Probablemente también tenga relación con las

huestes lunares que rinden obediencia a los imperativos del

Instructor, de las huestes de devas superiores y de los Discípulos

cabezales. Precisamente, una nueva interpretación alude a que

estos cinco colores primarios son también representados en la

Logia por los cinco Hermanos de cabeza, consagrados e

iniciados en el sendero práctico de la vida superior.

Representaciones cada uno y todos ellos de los cinco principios

activos en el Hombre Completo, y de las cinco estaciones

iniciáticas que rematan en la liberación de la Rueda de

nacimientos y muertes.

Puede especularse que estos colores remiten a los tres colores

primarios, desde el punto de vista funcional (azul, rojo, amarillo) y

a dos colores subjetivos (violeta e índigo), manteniendo en

secreto y sólo revelados a la luz ultrafísica, a la luz del alma, los

dos colores cenitales, poderes integrados de la mónada en el


alma, realidades de carácter solar y cósmico. Pero no se debe

perder de vista la enseñanza respecto a la forma de comunicación

entre las huestes angélicas, que ocurre con el color (el sonido del

color/ el color del sonido). Entre las fuerzas constructoras el

sonido es el color y la comunicación es una pintura de ideas, una

conexión telepática altamente amorfa e integralmente sintética,

expresada “a la luz de cada color”. La luz de la conciencia

constructora apela al epítome de la forma manifestada, el color,

en cierto sentido a la cualidad que se busca representar en un

orden sintético: ese “fiat” que anima a la forma física (mediante

la conciencia elemental). Cada color y sus gamas evocan

perfectamente el mundo de las ideas y las cristalizan en el

mundo de “las Siete Formas fundamentales”, de los cuerpos

platónicos, de los reinos y las vidas alineadas a los Rayos, etc…

La estructura ideal de una Logia Oculta representa el Hombre

Perfecto, el alma iniciada en los Misterios de la Gran Obra, pero

también la necesidad de la iniciación grupal en un Orden de

sublimidad geométrica y síntesis completa –comunión de las

almas, grupos de almas- que transporta al Taller todo, al ashrama,

siempre más allá.


Hacia la iniciación solar, la gran iniciación grupal.

Téngase presente que los “cinco colores primarios” son eso,

tattvas, “las cualidades pioneras, las notas claves de una

manifestación”. Desde tal punto de vista, la disposición del

pentágono mágico convoca a las Fuerzas Directoras de la Vida,

en tanto espíritus funcionarios y realidades en el campo de las

energías concurrentes al plano de la logia real (el plano mental

propiamente dicho), capaces de potenciar las cinco líneas

abiertas a la experiencia del alma humana. Dicho de otro modo,

este Cinco Magnético expresa la enumeración de los cinco

movimientos fundamentales de la vida y de la conciencia,

aquellas estaciones que recorre la energía para explayarse en

plenitud. Se las conoce en el campo de las Leyes de la Naturaleza

como las fases de nacimiento, crecimiento, multiplicación,

mengua y absorción en una esfera superior (muerte). Expresado

analógica y sintéticamente (son catorce las estaciones del Mago

Blanco en los hechos: “Tratado sobre el Fuego Cósmico”) estas

cinco etapas manifiestan los cinco pasos que sigue la actividad

del alma también en el plano mental: propósito en el inicio de la

ideación, prefiguración del campo hacia el que se dirigirá la forma


mental del trabajo mágico, conexión con el trabajo creador de la

hueste de almas de pertenencia, ruptura del sutratma artificial

creado para canalizar la energía superior en la forma mental y

reabsorción en la propia esfera causal.

Como se advierte, el trabajo de la logia y de los Hermanos –al

menos de los Cinco Primarios- consiste en la creación de formas

mentales, protegidas de toda turbulencia externa al Taller

(analogía del Cuerpo Causal/Loto Egoico), la energetización

consciente de todas y de cada una de ellas, el corte del hilo de

vida que las alimenta y finalmente la ascensión en conciencia

hacia la esfera del alma, en donde tiene lugar la raíz de este

espléndido Sacrificio o acto de Magia Divina, la Magia del Amor

Universal, en el curso del trabajo de la Logia Oculta y activa en el

plano material.

El Círculo es el proyectado objetivo de las formas mentales así

conformadas y el Cuadrado estructural y firme de la Logia, el

sello de la precipitación y materialización efectiva del trabajo

oculto así emprendido con la sustancia dévica entre los ángeles

solares de las huestes presentes, humana y angélicamente, en el

Taller perfectamente constituido.


Debemos tener presente que se trata de una liturgia propia de

un círculo de condiscípulos supervisados por un instructor

avezado en el arte de la construcción de formas mentales, de un

ashrama. Y sobre este particular debemos hacer un especial

hincapié, no perdiendo de vista que en una escuela de

entrenamiento jerárquico el proceso conduce al alma, al

verdadero discípulo, hacia la adquisición de poderes y la

educción de cualidades singulares (propias de la unicidad de la

mónada). Tanto los poderes como las cualidades están también

simbolizados en el Pentágono y en su interna sinergia. Los cinco

sentidos manifiestos y los dos latentes (los colores secretos), y

sus analogías espirituales, nos transportan a una esfera en que

las almas se han apropiado ya del poder efectivo y actual de ser

únicas y paralelamente de constituir una hueste o grupo egoico

peculiar, con un Dharma y unas conexiones cósmicas

insondables para nuestra mente material.

De alguna manera, para un Iniciado esta quíntuple calidad de

radiación, magnetismo, cualidad, unicidad y poder, auxilian

intensamente a la fuerza de la invocación que tiene lugar en la

esfera de la práctica, como resultado de la consubstanciación


energética, mental y espiritual de los discípulos aunados en la

instrucción grupal, camino al fasto de la iniciación colectiva, la

iniciación egoica.

Está dicho en el cuerpo de enseñanzas recogido por los

discípulos más comprometidos, que la quinta espirilla de los

átomos permanentes, en los cuales la radiación cósmica, solar y

egoica influye activamente, que la quinta espirilla de los átomos

permanentes físico y emocional, de la unidad mental y del átomo

búdico, comienza a dinamizar facultades y cualidades inherentes

a la condición de almas espirituales, de mónadas en el camino de

la Vida. Esta activación de una línea de fuerza usualmente

dormida en el hombre común, y que tiene lugar en la constitución

energética del iniciable y del Iniciado de un modo dramático,

representa el acceso desde la cúpula monádica de un rayo del

poder cósmico, que en unidad con la emanación del ángel solar

(alma) y del kumara (ángel de la guardia) adscrito a la evolución

de este último, configuran la trama luminosa de un poderoso

triángulo iniciático. Las tres corrientes de fuerza representan

poderes y realidades colectivas inconcebibles, que una vez

puestas en movimiento aparejan la ascensión en conciencia y el


desmantelamiento de los niveles residuales, en el campo

emocional y aún en la esfera causal, liberando una poderosa

radiación liberadora y des-constructora de esa realidad que

llamamos “el hombre animal”, la triple personalidad del hombre

en el mundo.
OM MANI PADME HUM

(Una interpretación oculta)

Este es el mántram por excelencia dentro de la tradición

budista, reiteradamente citado por H. P. Blavatsky y sobre el que

se han acuñado todo tipo de conocimientos, ya de carácter

escolástico y especulativo como practicistas y experimentales.

A riesgo de inducir a error al lector por la cortedad de nuestros

medios intelectuales, hemos decidido abrir una puerta a la

interpretación oculta de la frase invocativa. Sugerimos, por lo

demás, que el lector abunde al respecto en obras como

“Meditación Creadora y Conciencia Multidimensional” de

Anagarika Govinda, que presenta un costado monástico y

metafísico de las connotaciones del mántram, nada desdeñable.


Los Mahamudras y otros tratados tántricos contienen profusión

de claves y de pautas.

Una primera aproximación nos sitúa en el campo estructural

de la pieza, de modo que la examinaremos con algo de

detenimiento

OM MANI PADME HUM

La voz OM, universalmente admitida como evocadora del

Poder Real Cósmico, que está por detrás de la manifestación,

mantenimiento y disolución de la conciencia y de la materia,

requiere de un corte analítico inicial.

La O constituye una síntesis fonética de intenso poder

vibratorio que encubre la realidad cósmica invocada: AUM. Es

una vocal doble.

AUM puede Interpretarse microcósmicamente, en el nivel que

nos incumbe, con esta triple naturaleza:

A: Atma
U: Uddhi (Buddhi, en dialecto regional)

M: Manas

De modo que una primera aproximación nos descubre la

fuerza inmanente de la tríada espiritual por detrás de la

pronunciación del Pranava, del místico sonido superior de las

alturas akáshicas.

Téngase presente que en muchas lenguas articuladas de

origen indoeuropeo, la a junto con la o, aún en nuestros días, se

pronuncian o. Y recuerde el estudiante que en la entonación

ceremonial y magista del Pranava, tal cual la practican los lamas,

al entonarse el Om en las tonalidades más graves y más agudas

simultáneamente como una envolvente ola que no tiene término,

se pone de manifiesto la dualidad constitutiva o estructural de la

vocal. Y es que Atma y Buddhi están asociadas para manifestar a

la mónada como alma espiritual.

O, la letra presidente de la sílaba mística, inicia también la

serie vocálica sagrada y secreta conocida como OEAOHOO, el

Uno, el Primer Logos Inmanifestado (a veces presentada como

OEAOHU). Esta palabra vela un Principio Cósmico y contiene casi


todas las vocales de la tradición indostánica, ya que la H,

aspirada, como ocurre en el hebreo antiguo, tiene un valor

análogo a la vocalización y representa junto a la completa serie

vocálica el aspecto Vida Universal y Conciencia Pura. Las

consonantes tienden a expresar la estructura del Plan en la Mente

Divina y en última instancia los grados de la manifestación.,

estudio propio de las especulaciones y permutaciones mágicas y

numéricas de la Kabbala, por ejemplo.

H.P.B. ofrece una correspondencia iluminadora:

A: Agni = Fuego / Brahma

U: Varuna = Agua / Vichnú

M: Marusts = Aire / Ziva

Esta clasificación corresponde enteramente a la manifestación

del Triple Logos, a la manifestación organizada de la vida del

espíritu en la materia y a su ultérrima disolución (aire) en Ziva.

Regresando al análisis estructural y mórfico del mántram,

observemos ahora la construcción interna del mismo:


OM MANI PADME HUM

MANI comprende la voz Manu/Manas (alma humana, el ego) y

declina con el sufijo i, que contiene el poder activo y sintético de

Buddhi (Uddhi), En otras palabras, Mani (la gema en el loto), habla

de la mente espiritual, la mente iluminada, el Buda, el Cristo en

nosotros, el Iniciado, y es una síntesis de Manas y Buddhi. Es la

Joya del Loto, el Sat Gurú.

PADME (el loto) evoca en las tres letras consonantes la triple

hilera de pétalos del Loto Egoico o Cuerpo Causal, el aspecto

manifiesto de las facultades espirituales e iniciáticas del

Conocimiento, el Amor y el Sacrificio. Originalmente la voz es

PADMA, y en este caso palmariamente se expone la presencia (La

Divina Presencia) en el loto. Esta Divina Presencia la da la letra A:

Atma (ocasionalmente en asociación con la E, evocadora de un

grado descendente, es decir, de Buddhi; Atma/Buddhi, el alma

espiritual, la mónada manifestada).


HUM contiene la letra H, aspirada, en representación del poder

del Espíritu de vitalizar la forma, de insuflarles características

vitales. Es una representación cifrada de Prana, del océano de

Jiva, la Vida Ilimitada.

Es una analogía de AUM, en una octava inferior. Se trata de la

expresión del poder de dar forma (formas mentales en la Magia

Divina) a la efusión de luz y poder que proviene de las alturas

espirituales.

H sustituye a la vocal A, Prana actúa en el lugar del Jiva, de la

individualidad en la Vida Universal, como la porción de Prana que

nos sostiene en tanto unidades vivas.

La letra M, en la tradición oriental, evoca el poder constructor,

el poder de precipitar, de sellar el acto. AUM representa en

esencia el Poder Creador Trascendente e Inmanente, y HUM, el

poder Constructor Trascendente e Inmanente.

En lenguaje oculto, AUM representa a la hueste de A-hi que lo

es TODO. La unidad de los más elevados Espíritus Cósmicos (que

ya pasaron por el estado humano y se coronaron como Creadores

o Ideadores, constituyendo la Mente Universal, el Hombre

Celeste).
HUM representa las huestes de Devas cósmicos, solares y

lunares que sostiene la construcción.

Macrocósmicamente hablando, representa la Ideación del

Primer Logos Inmanifestado y la manifestación a través del Logos

Cósmico Manifestado.

Microcósmicamente evoca el idéntico proceso -entre

manvántara y pralaya- que les ocurre a la mónada y a los

principios espirituales camino a la liberación del nirvana.

Como afirmación o decreto tiene el poder de precipitar sobre el

que mantraliza el arquetipo de la realización completa del Ser de

lo Real en nosotros y la redención más plena de la forma que nos

sirvió de soporte cíclico temporario.

Se puede entonar el OM por lo menos de siete formas

diferentes (Cuarenta y Nueve ocultamente), y cada una de ellas

atiende a la afirmación y potenciación de uno de los aspectos de

la Fuerza, de un nivel u orden vivo, material o espiritual.

H.P.B. advierte sobre los riesgos de pronunciarla o de hacer

experiencias con la entonación de un modo empírico. Y sugiere

que los resultados de estas osadías pueden ser efectivamente

desastrosos.
Téngase presente que, además de la pronunciación, las

palabras y los signos escritos conservan indeleblemente el poder

evocador al que conectan. De suerte que en la tradición oculta e

incluso en las costumbres de la religiosidad exotérica, la

inscripción del mántram, el movimiento de ruedas de oración en

los templos con inscripciones del mismo, opera positivamente en

el devoto, desde que su voluntad está puesta en el bien.

Escribir sobre el cuerpo del enfermo, tatuar mántrams con

finalidades mágico curativas, es un remedio tradicional, todavía

vivo en el Japón y en algunas zonas del Tibet y de China.

Correspondientemente la ciencia del amuleto recoge estas

sabidurías milenarias en cualquiera de las denominaciones

religiosas del planeta.

El Sonido Original y su precipitación en la Palabra (el Espíritu)

y en el Poema (la Manifestación y el Proceso Evolutivo), es una

realidad efectiva de extraordinario poder.


EL AJUSTICIAMIENTO DEL ENEMIGO, LA PENA

DE MUERTE Y LA MORAL DIVINA

El mundo asistió sorprendido a la noticia del ajusticiamiento

de Osama Bin Laden por parte de las “fuerzas de elite” de los

Estados Unidos de América. Paralelamente se han filtrado datos y

testimonios acerca de que el genocida derribado podría haber

sido apresado sin llegar a la ejecución, habilitando una instancia

ejemplar: su comparecencia ante los Tribunales de la Corte

Internacional de Justicia.

El lector recuerda también, seguramente, las fotografías de la

sala especial dentro de la Casa Blanca en la que la plana mayor

del gobierno estadounidense asistió, como espectadores

“activos”, al ajusticiamiento del líder de la organización Al Qaeda.

Es un adagio antiguo aquel que reza cifradamente que “la

venganza es el placer de los dioses (menores)”. Genéricamente,

de los Mamochohanes, fuerzas involutivas cósmicas que


presiden los pralayas y todos los procesos de oscuración

material y moral que viven todas las formas de vida, desde lo

infinitesimal a lo abismal. En cada uno de los que se vengan de

sus enemigos, las analogías personales y subjetivas de esas

fuerzas cósmicas regresivas, las moléculas de vidas elementales

de signo predador e involutivo, con el tiempo constituyen la

agregación de tendencias vivas que conforman el Interno

Morador, la Sombra Psíquica, si es que esta forma parasitaria no

obsesionó previamente al asesino “persuadiéndolo” de provocar

el daño. De modo que la venganza es el placer de las fuerzas

siderales afectadas a la desagregación molecular de las formas

en las que se aloja la conciencia, y sólo ellas en su condición pre-

evolutiva pueden sentir placer ante semejantes actos de

impiedad.

La Tradición Oculta también enseña que el asesino serial y el

genocida es un muerto viviente, ya que pierde por fuerza la

conexión con sus principios superiores, se vuelve un

“desalmado”. Desde el punto de vista interno, es este el mayor

fracaso –quizás junto con la locura- para el progreso de las almas

y el cumplimiento del Plan de Vida.


A lo largo de la historia de la Humanidad han convivido dos

posturas antagónicas respecto al tratamiento del que da la

muerte. La más extendida ha sido aquella que sugiere que “quien

toma la vida, debe dar su vida de facto”. Sabios de la Sexta Raza,

como el caso de Confucio, abogaban por esta solución

pragmática y taxativa del mal ocasionado. El estado y sus

hombres de leyes ocupaban simbólicamente el lugar de la Ley de

Leyes, de Karma, y ejercían un acto justiciero –o ajusticiador-

evocando con ello lo que se entendía como el cumplimiento de la

ley con mayúscula. Muchos otros prohombres de la antigüedad

vieron con simpatía esta práctica, más allá de sus notabilidades

morales e intelectuales en muchos otros campos.

Sólo los Avataras, el señor Buda y el señor el Cristo, han

ejemplificado con sus vidas y enseñanzas la más alta moral, la

Moral Divina. Uno y Otro han designado al amor como la única

arma con la que se enfrenta el odio, han sugerido poner la otra

mejilla ante el que nos inflinge daño. Y esta es la segunda

tendencia sembrada en la conciencia común de la Humanidad.


En el fasto iniciático de la Crucifixión, el evangelista pone en

labios del Iniciado aquella frase inmemorial: “Padre, perdónalos

porque no sabe lo que hacen”.

En la fatigosa vida de las almas que están a tiro de la

Iniciación, los hombres (la opinión pública) se suelen mostrar

hostiles y hasta perseguir al candidato. Esto ha sido señalado

insistentemente por nuestros instructores, previniendo sobre los

peligros de aspirar al adeptado: locura, persecución y muerte.

Notoriamente la frase expresa alegóricamente la más exquisita

piedad humana, el perdón y la compasión. Sólo el iniciado

comprende en anchura y en profundidad que las aparentes

injusticias de la existencia condicionada son resortes propios de

Karma y que para cancelar los lazos con la vida material, todo

debe cumplirse hasta vaciar la última gota de veneno en nuestros

labios.

La pena de muerte merece, para este autor, un análisis análogo

al antes expuesto, en toda su latitud. Por otra parte, no

deberíamos dejar de prestarle atención al fracaso del sistema de

reclusión carcelaria del delincuente y el criminal. Los centros de

reclusión son infecciosas agregaciones de sombras psíquicas y


de fuerzas regresivas, contaminando completamente el corazón y

la mente del recluso.

Han surgido en las últimas décadas movimientos que abogan

por un cambio en el miraje de la cuestión.

Para el asesino serial, cuya sombra psíquica obsesa y preside

sus actos, la práctica de la hipnsosis pospone la solución del

problema de conciencia, sin duda, pero incidentalmente procura

un corte, un límite para la conducta destructora por toda la

extensión de una existencia. Madame Blavatsky mencionaba

estos casos, junto con el de los ebrios –los violadores- como

excepciones en las que la práctica de la sugestión magnética

podría ser implementada para beneficio del bien común.

El reemplazo del confinamiento por la ocupación plena del

delincuente, quien trabajando subvendría de por vida las

necesidades de los deudos del asesinado o de la comunidad

perjudicada, parece un primer paso, ejemplar y constructivo, en

aplicación de la teoría de la conducta en el campo de la

psicología.

Sólo el amor puede terminar con las formas más viles del mal,

del mal que tiene su origen en el uso desquiciado del principio


intelectual. Y el uso desquiciado del principio intelectual nos

transforma en una claque que celebra la muerte de cualquier ser

humano que se haya constituido en nuestro enemigo, y en los

hechos ocultos, en uno de nuestros Maestros. En un canal que

revela las tendencias que se alojan en nuestro corazón y que no

queremos asumir conciente y efectivamente.

Es más fácil disparar sobre la sombra que abrir los ojos de la

visión por el poder de la luz, de una mayor luz.


UNAS POCAS HIPÓTESIS (OCULTAS Y DE
OTRO ORDEN) SOBRE LOS MOVIMIENTOS
TELÚRICOS, TSUNAMIS, HURACANES Y
TORNADOS

(En particular en el caso de Japón y de los EE.UU.)

Conviene advertir aquí sobre la dificultad de actualizar los

estudios ocultos en estos eventos de fuerte implicación masiva.

Muy pocos están en condiciones de evidenciar sino vislumbrar

las razones profundas de los acontecimientos que sacuden al

mundo. De modo que aquí se exponen algunas hipótesis sólo con

carácter documental, sin aspirar a sentar ninguna de ellas como


la más encomiable ni por cierto como la verdad última en esta

resbalosa materia.

Hipótesis 1)

Japón no canceló la relación kármica con la energía nuclear y su

uso constructivo/destructivo. Después de haber sido asolado

durante la Gran Guerra sirvió de vehículo para la instalación e

implementación de centrales con reactores nucleares, instigado

por la cultura provocativa floreciente en las potencias que lo

enfrentaron alguna vez (Rusia, USA…).

El ciclo que se inició hacia fines de aquel evento bélico conoció

una escalada de manifestación destructiva recientemente. Japón

fue contaminado y poluído energética y culturalmente por las

potencias conquistadoras, en medio de un proceso de

exacerbada tecnocracia y consumismo que pone de manifiesto el

juicio de valor de Lin Yu Tang: “…y Japón es como una Alemania

en Lejano Oriente, pragmático y orientado a la productividad”.


La puerta está abierta y la relación de la nación asiática con la

energía nuclear todavía está en plena ebullición; oportunidad para

que los estudiantes rastreen en su historia de fuego del pasado

tras las huellas de la dramática situación presente.

Hipótesis 2)

Japón es el país más digitalizado y con mayor cantidad de

unidades electrónicas y magnéticas por habitante. Sus ciudades

ostentan profusión de medios tecnológicos. Se trataría de una

prolongada agresión a la Naturaleza y a todos sus Reinos

(incluido el Humano), al exagerar el uso civil de dispositivos que

radian diversas fases de energía residual y magnética, de forma

agregada y en cierto sentido desenfrenada. Aquí opera la tesis del

equilibro violento que la Naturaleza fuerza cuando las

condiciones ambientales y psíquicas pronuncian un estado de

caos y de exacerbación.
Hipótesis 3)

Las sucesivas experiencias nucleares de Francia en los atolones

del Pacífico afectaron la franja de fuego del área y

desencadenaron estos estallidos sísmicos.

En última instancia la mente humana, la mentalidad militar de una

nación y de un grupo de naciones aliadas, produjo el mal. La

Tradición enseña en tal sentido que el mal es creación del

intelecto humano polarizado materialmente.

Paralelamente se han revelado recientemente estudios que

señalan que la prospección petrolífera en todo el planeta crea

fallas o zonas de fuerza cero, tras lo cual se producen efectos

telúricos y magnéticos que buscan volver a equilibrar y

eventualmente a reemplazar el material extraído industrialmente.

Hipótesis 4)
Las influencias astrológicas.

Se ha señalado que ya está afectando al planeta el ingreso de

Neptuno a Piscis (por los próximos 13 ó 14 años). Más allá de lo

usualmente señalado en cuanto al tenor místico y poderosamente

creativo –octava inferior de Venus- de esta influencia, cuando el

planeta se encuentra afligido el sufrimiento colectivo y el dolor

masivo se ponen de manifiesto. Esta posición estaría afectando

grandemente por un tiempo a los grupos humanos en su

conjunto; los influidos por Piscis particularmente, como las

cárceles, los hospitales y manicomios, los estadios deportivos,

etc… La influencia puede propulsar fuertes estallidos en el seno

de las naciones (epítome de lo colectivo). De tal suerte que los

brotes armados verificados en los últimos tiempos, y el dolor que

ello trae aparejado expansivamente, podría tener que ver con esta

fuerza ingente, ahora y en los próximos tiempos.

Neptuno y las aguas tenebrosas y de destrucción (maremotos)

están ampliamente ligados así en la astrología como en las

creencias de los pueblos antiguos, de tal suerte que deberíamos

permanecer alertas a nuevas fases oscuras relacionadas con el

elemento agua, lo psíquico y lo escatológico.


5) Conforme a la enseñanza de la Sabiduría Antigua los

desórdenes, turbulencias y desastres magnéticos y naturales

tienen su raíz< en la actividad emocional desenfrenada del ser

humano. En la misma medida que los tornados y huracanes

recogen la impronta de la pasión y el conflicto de un orden aéreo

(intelectual), los volcanes, seísmos y movimientos telúricos

recogerían la incidencia masiva de una suerte de emoción grupo

tipificada por la pasión hedonista y el cúmulo de excesos

relacionados con los fuegos inferiores, aquellos que tiene que

ver con el centro de energía vinculado con los órganos de la

generación.

La dificultad que evidencia la familia humana para transmutar

estas pasiones y fuertes pulsiones auto-centradas, se traduce en

confusión, turbulencias y desentendimiento entre los individuos y

los grupos (las naciones), así como por otros eventos en los que

se pone de manifiesto la interconexión, la conectividad cierta


entre la vida psicológica de la familia humana y la vida del

planeta.

6) El egoísmo nacional exclusivista propio de la historia y las

culturas nipona y norteamericana desencadenan, tarde o

temprano, episodios de destrucción colectiva. La Naturaleza se

rebela contra el caos inconducente inducido por naciones

extremadamente centradas en sus propios interese de

dominación. Este fenómeno se da, a escala, en todas las naciones

que sufraguen una visión mercantilista y utilitaria de los medios

naturales y del ambiente.

Nunca debe perderse de vista que la Naturaleza, que todos los

reinos, son la parte material de fuerzas espirituales poderosas

que permanentemente adecuan y equilibran el desorden causado

por los grupos humanos, cargando sobre las espaldas de cada

uno de estos las consecuencias nefastas de sus actos.

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