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ROT IE | Reet : eure ee neon 1945-1980 PROSPERIDAD ¥ CRISIS. y Som dex Woe i ermam "Prosperidad y C&isre . Recomsfrucerdn, Cree Mimbo y cambbro "1 1945-A9 80 Gelecerom de cop ot 8-391) Barcelona, Critrea- 1986 LA NUEVA DOCTRINA ECONOMICA El crecimiento y el desarrollo constituyeron los objetivos prin- cipales de la politica econdmica de todos los gobiernos de la pos: 1b, MM. Ponta, An Economic Hitory of Western Europe, 19651964, Methuea, Londres, 1961, pp, 2224, 7 Llebermen, Mised Economies, pp. 33 %. 4. "Rostow, Wold Ezanomy, p. 232 4 CONSECUENCIAS DE LA GUERRA 25 guerra. Reflejaban el cambio fundamental acaecido en la «cosmo- visidns de Occidente después del conflicto, un cambio que se derivaba de las decepciones de las décadas anteriores. En los afios sucesivos a 1918 Europa se habla orientado, @ la hora de disefiar el nuevo orden econdmico, segiin conceptos liberal capitalistas del siglo x1x, conceptos que demostraron set inapropia- dos para las nuevas condiciones de los afios veinte y trcinta. Apli- cando las recetas ortodoxas de la economia clésica no se lograba espontineamente ni el equilibrio' econdmico interno ni el externo. Y,, por su parte, los cambios fijos y el patrén oro tampoco garanti- zaban ya precios estables en el mercado mundial, pues los Estados no practicaban una politica homogénea susceptible de correair los desequilibrios en las balanzas de pagos. La politica de equilibrio pre- supuestario y de deflacién no estaba en condiciones de resolver el gravisimo problema del desempleo. Se lo impedia, no en siltimo término, un movimiento sindical fortalecido que ya no consentia descensos en el nivel de los salarios. Durante los terribles afios de la crisis la fe en la economia libre de mercado desapareci6, asf, porane sus instrumentos se revelaron crecientemente impotentes 0 irracio- rales." Simulténeamente causaron viva impresiGn lus éxitos alcan- zados pot Ia Alemania nacionalsocialista con su amplia intervencién estatal, as{ como los progresos realizados por la Unién Soviética gra- cias a la introduccién de los planes quinquenales. Todo esto con- tribuyé en gran medida a poner en cuestién la doctrina del laissez faire. En este contexto publics el economista inglés John Maynard Keynes en 1936 su Teorla general de la ocupacidn, el interés y el dinero, Con su anélisis de la insegutidad econdimica y del compor- tamiento empresa nes de Ia permanencia en une coyuntara dep: jento econémico normal no. con- ducfa autométicamente a Ia recuperacién de la economia y al pleno empleo. La politica deflacionista practiceds desde el Estado era indtil e incluso’ dafina; el Estado, antes bien, debfa actuar en. el sentido inverso e intervenit para hacir crecet la demanda efectiva hasta que se alcanzase el pleno empleo. Keynes no rechazaba en rea- lidad el principio de la economfa de mercado y la libre concurrencia, 15. B, Lundberg, Inssbilty end Economic Grow, Yale Univesiey Pres, New ven, 1968, pp. 37 8 | |e eRe 26 PROSPERIDAD Y CRISIS sino que pretendia encauzat Ia capacidad de adaptacidn inherente al sistema a través de la intervencién activa del Estado. Junto con el desarrollo de nuevas teotias, la ctisis de los ai trelnta favorecié también Ia expansién de la estadistice econémi Se crearon institutos para el seguimiento cuantitativo de la marcha de Ia coyuntura, El holandés Tinbergen realiz6 una labor pionera eu este sentido. Durante la guerra la estadistica econdmica realiz6 ulte- riores progtesos, puesto que se desarrollaron numerosas.técnices nuevas de medicién al objeto de optimizar la planifcacién de la economia bélica. A pattir de entonces los gobieros se han provisto de sistemas de célculo econémico global instrumentado de manera sis- temética como base pra el enjuiciamiento del desarrollo econémico asi como para la elaboracidn de Ia politica econémica, La guerra coneluyé en el Oeste el proceso de replanteamiento ideolégico. Muchos consideraron la miseria de fa guerra como el fatal punto final de una crisis que se debia al fracaso del liberalismo tra- dicional. La economia de Ia posguerra debia, pot tanto, orientarse en funcién de nuevos principios, De esta manera la demanda antes tan exaltada de equilibrio econémico exterior se situé en un segundo lugar deteés de la demanda de equilibrio econémico interno. Entre las metas centrales se contaba ahora también Ia segutided social, con Ia que se afirmaba la vieja idea del derecho al trabejo (lord Beveridge: «Full employment in a free society»). La doctrina keynesiana ofrecia ef marco teérico del nuevo orden econémico: sélo una activa intervencién estatal orientada a lograr ficada en el seno de una economfa libre de mercado. Al mismo 1po Ia escuela keynesiana desarrollé instrumentos y técnicas mediante los cuales el Estado pedia estructurar a distribucién de la renta y Ia politica Gscal en términos de una politica presupuestaria anticilica La revolucién keynesiana en la econommfa politica jugd de esta manera tun papel decisivo en la formacién de Ia economia mixta después de Ia guerra. Pero en muchos lugares se hicieron notar también otras influencias. Algunos psises de la Europa continental como Francia y ‘Alemania tenfan una larga tradicién de apreciable intervencionismo cestatal. Alemania introdujo ya durante Ia primera guetta mundial un sistema de planificaciéa central de Ia producci6n. También los planes tas para Ia superacién de Ia crisis de los afios treinta dejaron sentit su influencia en algunos sitios. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA 27 Entre las primeras medidas del nuevo orden econémico se con- teron las leyes de pleno empleo, como las de Estados Unidos, Gran Bretafia y Suecis.! Francia, Italia y Gran Bretafia sobre todo’nacio- nalizaron numerosts empresas, de manera que el Estado se convictis en el mayor empresatio del pais y se encontraba en condiciones de wuntzolar sectores clave de In economia. Junto con la meta del pleno empleo el Estado debia alcanzar también una redistribucién de Ik renta y garantizat Ia segutidad social. Paises como Gran Bretafia, Francia, Bélgica u Holanda habfan elaborado ya durante la guerra planes para el establecimiento de un sistema global de segutided social que el Estado debia apoyar y garan- tizar, planes que se plasmaron en disposiciones legales después de 1945. Mis al servicio del equiibrio socioeconémico que al de la seguridad social debia ponerse Ia ampliacién de la democracia eco- nnémice, por la cual trabsjadores y empresatios, en parte bajo la direccién 0 el control del Estado, sabian de cooperar en Ia direccién de la empresa. Pero éstos eran scbre todo fenémenos y tendencias europeos, pues Estados Unidos abandoné con la Taft-Hartley Act de 1947 incluso conquistas que los trabajadores hab los ais treinta. Los europeos desarrollaron esencialmente dos tipos de cooperacién a escala de In empresa: los consejos de empresa y los sistemas de cogestién intensiva, como en el caso de la minerfa alema- na. Un tercer modelo, la participacién de los trabajedores en la pro- Piedad de acciones y en los benefiios, trataba de asentat ef interés de los asalariados en el éxito de la empresa. En el plano econdmico global teabsjadores y empresatios ectuxban de consuno sobre todo 2 través de organismos paritarios. En muchos lugares apatecieron drga- ‘nos consultivos nacionsles en cuyo seno los representantes de les otganizaciones patronales y sindicales decidfan junto con los del Es- tado Ia politica social y econémics. Esta voluntad de colaboracién era tan nueva como la propia idea ce la economfa mixta y contribis al éxito del nuevo sistema econémico. Por otra parte, este espiritu de cooperacién no se limité a 1a politica nacional, sino que se exten- did también a Ia politica comercial y monetaria internacional.” 16. Tnforwciones mie dtalladas en fo eptoos 7 y 8 1, Véanse,w este respect, Toe capitlor 9 # 12 1 VAN der WEE, Herman "Prosperidad y Crisis.Reconstruccién, crecimiento y cambio 1945-1980" : Cap.7 Critica, Barcelona, 1986. 7. EL ADVENIMIENTO DE LA ECONOMIA MIXTA. El miedo y la confusién que se engefiorearon de Occidente duran- te la gran depresiéa de los afios ticinta y en 1a segunda guerra mondial dieron fuerza a la exigencia de un nuevo sistema econémico. 1 Finalizada la contienda, se procedié a instaurar un nuevo orden basa- doen la economia mixta, En ésta subsistan, bien es verdad, las reglas de juego microeconémicas del mecanismo de mercado bassdo en la competencia, pero la economia capitalists fue humanizada a través de la intervencién sistemética del Estado, El Estado introdujo wna componente social en la economia en tanto en cuanto —a veces con figuiendo incluso éxitos resonantes— pugné por la organizacién de tun Estado social. Lecctones DEL PASADO La economia mixta no surgié como un sistema coherente que respondiese a una idcologfa especifica. Més bien fue una derivacién ie la conciencia de que Ia economfa libre de mercado de Occidente habia fracasado rotundamente durante la época de entreguerras Ya en el curso del siglo xix se habia visto el capitalismo liberal sometido a una fuerte presién. En el dmbito de la politica inter Jos trabajadores, sujetos a la proletarizacién, habfan provocado inte Sigonos pafses industriales el desarrollo del capitalismo industrial amo patanea pata el reforzamiento de su poder como estados nnci ales, el equilibrio relativo en las relaciones internacionales se +i0 ‘socavado y aparecieroa nuevos conflictos para cuya disputa estaban sas reacciones por parte de los sindicatos. Por otro lado, al utilizar | \ 330 PROSPERIDAD ¥ CRISIS dispuestos mnds medios militaces.' Después de la primera guerra mun- dial los gobietnos burgueses de Occidente volvieron al ideal del libe- relismo y de la economia de mercado. Numerosas medidas de control introducidas durante Ia guerra fueron suprimidas, y tevivieron los principios del librecambio y del pattén oro? tos que se desarrollaron ex los aos veinte y treinta evidenciaron hasta qué punto se estaba lejos de Ja utopfa Nadie asumié Ia dieccién de le economia mundial a fin de asegurar cl funcionamiento del sistema de mercado. Inglaterra habfa salido demasiado debilitada de la guerra como para hacerse catgo de ese papel, Y Estados Unidos se retird & su aislamiento? En el plano de Ia politica interna se pusieron de manifiesto nuevas insuficiencias del sistema de mercado. La economia, sujeta a una fuerte expansién, se habia hecho tan compleja que el mercado habia perdido su transpa- rencia otiginal. Aparecieron fendmenos de sobteinversién y satura- cién del merctdo. El progteso téenico en cutso favorecia Ia formacién de monopolios y la manipulzcién del mercado. Se estaban formando bloques de poder econémica, y ninguna legislacién antimonopolios ‘era capaz de evitar las deformaciones del mercado que se detivaban de ello. Los equipamientos colectivos, las instituciones sociales, ape nas desempefiaban un papel en Ia economia ce mercado: Ja construc- cidn de viviendas sociales, el sistema educativo y el sanitario, la infraestructutas, eran descuidados. El poder adquitido por el mov! miento sindical introducia ruevas tensiones en el sistema de mer- cado capitalista. El progreso técnica determinaba un crecimiento muy diverso segiin los diferentes sectores de la industria. En algunas ramas se aleenzaba una elevada productivided del trabsjo, que permitia salarios elevados, mientras que en'sectores més anticuados y prote- gidos, con una productivided més baja, no era posible atender a las demandas de aumentos salariales. Pero los sindicatos no podtan acep- tar tales diferencias de niveles salariales y luchaban por una equips: racién, Esto no dejé de generar, a su vez, yes en el metcedo de trabajo. ! La tensién creciente: que habla ido acumuléndose en los afios 1. David $, Landes, Der enteelte Prometheus, dts, Munich, 198 J 83 Taner ec, Command eeriut Demand. Syatems for Economic Growth, Heath, Boston, 1967, p. 1 BY Gh, . Kindlberser y A. Shon, es, North American and Western Europeon Economic Poicer, Necmilan, Landes, 1971, pp. RIX. EL ADVENIMIENTO DE LA ECONOMIA MIXTA 331 veinte se descargé por completo dutante la ctisis econémica mundial de la década siguiente. La economia de mercado se descompuso: el ccaos financiero y monetatio se extendid y el comercio mundial enteé fen quiebre. Las empresas siguieron una estrategia restrictiva dejando de invertic y buscando reservatse les mercados nacionales mediante fcuctdos de eartelizacidn y el reeursa al proteccionismo. En las rela Ciones sociales predominaban por tcdes partes les tendencias corpo- rativas. Los mecanismos del mercado pata Ia adaptacin de los pre- Cios y los selarios, que segin Ia doctrina liberal debian producir un nuevo equilibrio econdmico global, estaban altamente perturbados. Tas economias particulares no se atenfan ya a la norma liberal, por Jo que eta imposible alcenzar la sufciente eficiencia de mercedo que posibiliease Ia consecuciéa de un nivel de bienestar econémico global elevado. ‘La cascada de quiebras de empresas y el desempleo masivo fueron Ja causa de que tanto los empresatios como los trabajadores se dis, tanciasen ideoldgicamente de Ia economfa capitalista de mercado.‘ El Estado debfa intetvenit, reorganizar sobre nuevas bases el sistema de mercado y velar para que los beneficios y los ingresos volviesen fs situarse en niveles adecuados. Sélo entonces se podtia acordar de huevo @ la libre decisin su antigua primacta en la economia de met Cado. En estas condiciones, el Estedo intervino masivamente y la fea de Adam Smith segin la cual una mano invisible regula suto- inética y flexiblemente al mercado se desacredit6? Le intervencién del Estado podfa inspirarse en medidas que habian sido adoptedas durante la primera guerra mundial o después, sobre todo fuera de tun contexto de economfa de mercado, tal como fue ¢l,caso en Ale- mania 0 en [a Unién Soviética. En Alemania Walther Rathenaw habla forganizado en aquel perfodo une economia planificada bajo direcciéa tstatal que podia servic en las nuevas condiciones como modelo También la Unién Soviética, donde la introduccién de los planes quinguenales @ pattie de 1928 hsbie comportado presumiblemente Tesultados positives, podia servir como fuente de inspiracién para el HG. Vater, aPespeive on he FowySith Amiens US Mined selon, Sa Eicon of Eeoramt History, ol. 16, a2 9 (allo de 1979, The Visible Hand, Belknap, Cambie, Mas. 1977 2 OAS Mward, Der Zecite Welt Kreg. Wirscbalt und Geseliscstt 1939- 1945 (Geodichte der Welevirachat fn 20. Jabhundest, vol 3), dee, Munich, 1977 3 332 PROSPERIDAD ¥ CRISIS intervencionismo estatal? Sin embargo, la mayotia de gobiernos euro- ppeos se limitaron a adoptar numerosas medidas inmediatas encami- nadas a luchar contra la crisis, Estas medidas se proponian estabilizar el valor del dinero, proteger a las empresas industtiales a través de Ia concesién de mayores créditos, Ia elevacién de las tarifas aduaneras, Ja introduccién de contingentes para las importaciones ¢ incluso su limitacién, eteétera. Por su parte, el consumo debia ser estimulado a través del establecimiento de salarios minimos bajo control estatal y el desempleo combatido mediante la reduccién de !a jornada labora En algunos paises europeos, sobre todo en Italia, Alemania, Por- tugal y Francia, el Estado, valiéndose de elementos corporativos, avanzé atin més en direccidn a una intervencién de carécter sistemé- tico. Se organizaron cétteles bajo diteccién del Estado con el fin de proteger determinados sectores industriales y agratios, de tal manera ‘que Ia produccién de la industria y de la agricultuta cayé en tales casos bajo control estatal inditecto! También el control directo del Estado aument6 en Europa. En Francia el Frente Popular (1936- 1938) nacionali26 los fercocarriles, 1a Banque de France y ciertas ramas de la industeia de armamentos. Debido a Ia crisis bancaria, el Estado italiano fund6 en 1933 el Istituto per Ia Ricostruzione Indus- triale (IRI), al objeto de brindar proteccién a las inversiones de los bancos. El IRI se teensformé geadualmente en un importante holding estatal con una amplia influencia en la econom{a, puesto que los ban- 7, Considézece, em exte context, el siguiente cundko que sitesi fos Tosron => mics (adie 1913 ~ 100) tenn, A, Maddon, Economie Growth in Jopan and the USSR, Allen & Unwin, Londres, 1963, pp. 154, 159, 164. Prodocciéa—Prodocdiéa—Producdiéa vot pot perona Industrial 1939 1938 1938 aida Sorgen 100 iets bisa ma mz 1p Be 1192 Buy 1659 iz 193 a m3 uo eho m3 lata 18, Sobre Francia: F. Caron, An Economie History of Modern France, Methoea, Londcs, 1977, pp. 285 1 sobre Alepaaia: KE. Boro, «Goverment Action agaist the Grese Depiction», en H. van der Wee, ed, The Great Depression Revisited Este ton the Economics of the Thvtier, Niall, La Hara, 1972, pp. 4558. B EL ADVENIMIENTO DE LA ECONOMIA MIXTA 333 cos, amenazados, cedieron a esta éntidad su control sobre muchas empresas de la industria y del sector servicios. En Alemania el gobier- to nacionalsocialista empez6 inmediatamente a practicar una politica de inanciacién por déficit que se orientaba a la mejora de la infr estructura (construccién de autopistes). Ademés, la rapida transiciéa de un estado de derecho a un estado autoritario repercutié. en la organizacién de la economia. La inlluencia del Estado aucnent6 con Tos planes cuatcienales y la gradual organizacién de una economta de guerra, También en los patses eurdpeos menores crecié le extensién del control estatal sobre la economia. En Bélgica el Plan De Man fue adoptado con entusiasmo a finales de 1933 como programa propio por parte del Partido Socialista Belga. Diversas reformas econémicas fxtructurales previstas en dicho plan cendian al establecimiento de tin control estatal ms intenso sobre la economia. A partir de 1935 focron levades parcialmente a la, préctica? Holanda establecié un Plan Van de Arbeid similar al belga. Las mismas ideas habian sido levadas a la pritica ya antes de 1935 por Suecia y Noruege, una vez aque los partidos socialdemécratas Ilegaron en aquellos pases al poder 4 ralz de las elecciones de 1932 y de 1935." La creciente influencia del Estado en Ia economia dutante los aos treinta no se debié Gnicamente a la toms de decisiones politicas de indole pragmitica en el marco de una sociedad sacudida por la crisis, Nuevas teorlas econémicas itrateban también de fundamentar racionalmente la reotientacién de’ las decisiones politicas. En este campo tedtico, la Escuela Succa, bajo la direccién de Wicksel, destacé Ia importancia de la creacién de dinero para el desarrollo de la acti- vided econémica, elaborando més) pormenorizadamente el concepto de financiacin defctaria. En Estados Unidos, los consejeros del pre- sidente Roosevelt trataron de cimentar tedricamente la politica del New Deal introducida desde 1933. La crisis habia sido determinada por el hundiriento de ls rentas agraras y se crefa que s6lo serfa pos ble aumentar la demanda de productos industriales elevando a través de amplias intervenciones estatales las rentas agearia, al tiempo que se saneaba el nivel de endeudamiento de los agricultors. Solo el Esta- ddo podia eliminer los obstéculos que se opontan al logro del bienestar 9, Hi de Maa, Lexéewion de Plan du Travail por le Burenw d'Etudes Socser, 1935, i "sGoveramet, Labour jad Teade Uaiocs, ea H. van der Wee, cl The Great Depresion, pp. 254262. nnn iene anita staan inannamnmsnnamaasemmnsn, 334 PROSPERIDAD ¥ CRISIS: sgenetal. Proyectos de actuacién sobre las infraestructuras orientados al desarrollo regional, a los regadios, a la proteccién de la natura- leza, a los transportes, a la construccién de viviendas sociales y al sistema educativo sélo fueron ejecutados si intervenfa el Estado. ¥ los gastos sociales elementales (por ejemplo, en beiefcio de los wélidos, los ancianos y los parados) requetian asimismo interven- ciones estatales El economista inglés John Maynard Keynes rindié con su Teorta general de la ocupacién, el interés 9 el dinero, publicada en 1936, la contribucién més importante a la fundamentacién teérica de la eco- rnomia mixta. Desde su perspectiva, el sistema capitalista de mercado ta inestable por su ptopia naturaleza, pues no contenfa ningin mect- nnismo automatic que determinase, en condiciones de pleno empleo, la coincidencia de la produccidn y el consumo. Septin Keynes, el Es- tado debia utilizar el gigantesce potencial de poder de que disponia 4 pattit de los impuestos y la politica de gasto piiblico y monetaria inestabilidad cel sistema de mercedo. Ya anterior. mente los cristienodemécratas nabfan. formulado serios argumentos morales en favor de una distribucién més justa de la renta y de la ampliacién de las prestaciones sociales por parte del Estado. Ahora Keynes apottaba los argumentos econémicos pertinentes. Si las inver- siones privadas no basteben para llegar al pleno empleo, a mano publica debia gastar més en el sistema educativo y sanitario, en la construccién de viviendas sociales y en la atencién a los pobres a fin de mantener la demande efectiva global en el nivel deseado. El Esta- do debfa velar, a tcavés de medidas de control, correccién y estimulo, para que las decisiones microeconémicas fuesen las apropiadas para el logto de objetivos mecroeconémicos como el pleno empleo, Ia estabilidad del nivel de precios, el bienestar social y el equilibrio de la balanza de pagos. Keynes se etenia en su elaboracién tedtica al principio del libre mercado, pero completéndolo de manera signif- cativa con las funciones de dizcccién y control atribuidas al Es. tado.” La segunda guerra mundial confirmé Ia teorfa de Keynes en la medida que el aumento del gasto piblico en todos los paises belige- ie Stems and. Society. Capitaliom, Communi and. the stboodswerth, (974, pp. 97-01 12. Ibid, pp. 10K-105:. 8. S. Tang, ed, Commend verrus Demand. System for Economie Growib, Hesth, Beton, 1967, 3. EL ADVENIMIENTO DE LA ECONOMIA MIXTA 335 rantes conduyjo al pleno empleo.” También después de la guerra siguié siendo actual su teorfa. Fueron tuchas las personas que coincidieron cen Ia estimacién de que no habia que contemplar la politica keynesia- nna como una coleccién de regulaciones excepcionales, sino como algo que debfa constituir el fundamento del orden social ¢ insettarse cen calidad de tal en la politica de la posguerca. El movimiento obrero vio en el papel ampliado del Estado un medio pata reducir los per- juicios ocasionados por el sistema de la economia de mercado. La ‘economia por su parte contaba con una mayor colaboracién y con: fianza entte los interlocutores sociales, esperando con ello que se preservase después de la guerra mundial el clima favorable que habia conducido durante Ia contienda a Ia consecucién de répidos incre- mentos de la productividad. La economia mixta surgié, asi, de la convergencia de las concep- ciones ideolégicas de grupos sociales diferentes y estaba destinada institucionalizarse paulatinamente. Esto constituyé un giro de impor- tancia histérica en la medida en que con la renuncia al liberalismo econémico clésico se abandond también un aspecto del orden social liberal que habfa sido desde mucho tiempo attés el principio bésico de las sociedades occidentales. En el plano internacional, empero, se presetvé atin durante més de un cuarto de siglo el conjunto de prin- cipios liberales. CONDICIONES DEL ESTABLECIMIENTO DE LA ECONOMIA 160CTA El consenso social y politico sobre fa idea de que con el restable- cimiento de la economia de paz habia cue romper con las concepcio- nes libetales tradicionales y construir ura nueva sociedad presuponia la realizacién de fundamentales teansformaciones estructurales. La voluntad de cooperacién que surgié en Europa después de la guerra te plaamé en la conztitucidn de gobiernos nacianales en los que parti- cipaban los pattidos de izquierda y en algunos casos también el pa tido-comunista. Debido a esto, hubo que asumie algunos puntos esen- ciales de los programas politicos de esos partidos. Estos se otientaban, 1a las reformas de Jas estructutas sociales y a una modificacién sustar 1. Vater, «The US Mixed Economy, pp. 103 56; P. A. Saucon, Economics, MeGtaw-Hil, Noers York, 1973, . 203. 336 PROSPERIDAD ¥ cRisis cial de la economia de mercado basada en el beneficio. Las exigencias més relevantes eran Ia nacionalizacién de les industrias bésitas; el establecimiento de orgenismos de planificacién; Ia creacidn de, las premisas estructurales necesarias para posibilitar la codeterminaciSa econémica de los trabajadores en el plano econdmico global, sectorial y también en la empresa; la realizacidn de inversiones pablicas para Ja reconstruccién y en infraesteucturas; una legislacidn que privase al juego del mercado de su indiferencia social y, por tanto, de los abusos sociales. El nuevo tejido social que surgié después de la guetta a pattit de la economia mixta no puede atribuirse exclusivamente, desde lue- 0, a Ia politica preconizada por los partidos de igquietda, por muy decisiva que fuese su infuencia. También los partidos de centto y de derecha defendian una ampli intervencién del Estado en la vide too. raémica; en este punto eran apoyados con gran fuerza por sus adep- tos en el mundo de los industriales, los bangueros y los intelectusles, En fos cfrculos econémicos la interpretacién de las ideas keynesianas se habfa ido reduciendo al compromiso, aceptado por todos, segin el cual esas ideas ofrectan un conjunto de medidas de carécter prictico susceptibles de prevenie oscilaciones catastistcas de la coyuntura, En este sentido constitufan una estrategia para el control estatel de la demanda: Ia elevacién del gasto puiblico financiado a través del défcit Presupuestario podia estimular la demanda efectiva; su contencién, en cambio, podia reducis la demanda. En caso de una coyuntura desfavorable, el Estado debfa hacer que el nivel de la inversi6n vol- Viese a aumentar a través del gasto piblico para In mejora de la infraestructura o para estimular la construccién de viviendas. A tre. vés de medidas fiscales como la elevacién o Ia reduccién del impues. to sobre Ja renta se podia igualmente estimular la demanda efectiva @ bien (segtin el estado de la coyuntura) reducir su cuantia, Ademés, Ja coyuntura debia ser regulada también haciendo uso de medidas de politica monetar Los instrumentos fiscales fueron desatrollados més lentamente que los monetarios. Las medidas estatales de caréeter antitclico tal como fueron formuladas concretamente no respondian plenamente, sin duda, alos objetivos cientificos de Keynes, pero oftectan al Estado uun instrumental funcional para la evitacién de las depresiones eco. rnémicas. Aun cuando los sindicatos y las organizaciones emptesetiales sspiraban a Ia consecucién de los objetivos de orden estructural y EL ADVENIMIENTO DE LA ECONOMIA MIXTA 337 coyuntural asociados a aquellas medidas, ambos grupos se enfren- taban con frecuencia abiettamente al punto de vista del. contratio. Asi, los sindicatos saludaban la. politica presupuestaria anticiclica, porque veian la regulacidn prevista de la coyuntura como un medio apropiado contra la eventual amgoaza del paro. Entre los empresa- Flos, las ideas keynesianas acerca’ de las intervenciones ditectas del Estado en la economia suscitaban toda una serie de reservas. Pues junto @ las irritantes exigencias dé nacionalizaciones, tenazmente for- ‘moladas por los partidos de izquierda, habia también téenicas més Alexibles para la invetsién piblical La economia privada saludé calu- rosamente, empero, la actividad ¢stacal ea el proceso de la recons- truccién, pues en ausencia de un époyo directo por parte del Estado la reactivacién econdmica habria supuesto un desafio excesivamente acande para elle. La reconstruccién vino a sancionar la adecuacién de la colaboracién entre sindicatos y, empresas, asi como las ventajas de las intervenciones estatales. Pava la consolidacién de su politica, los gobiernos europeos establecierpn una serie de objetivos e instru: ‘mentos para un nuevo sistema econémico que fue denominado econo- ‘mia mixta. Los objetivos se sintetizaron en Ia férmula del pentagono migico: pleno empleo, plena utilizaciGn de las capacidades product vas, estabilidad del nivel de precios, aumento de las rentas paralelo un incremento de la productividad del trabajo y equilibrio de la balanza de pagos. Pata llevar a efecto tales objetivos, fueron creadas instancias de deliberacién y de decisién en las que se daba al Estado, a los trabajadores, a los empresarios y a los banqueros la oportunidad de pronunciarse acerea dela eleccifn de los medios a emplear. ‘Una vez. que estuvieron fijados y aceptados Jos objetivos princi- pales, el instrumental elemental y la primera base del entramado institucional, la economia mixta desartollé su propia dinimica, El control estatal se proyects en primer término # los flujos de inversién y a la esteategia inversora, Keynes| habia designado con anterioridad las inversiones privadas como ef lugar de control de la economia libre cde mercado. Eran la fuente principal de inestabilidad de la demanda agregada de bienes. El comportamiento tan sensible e inconstante de las inversiones privadas puede explicarse a partir de la revolucién tecnol6gica, la cual se habia acelezado desde las guerras mundiales. Ea una economia libre de mercado’ podian producirse grandes derro- ches si un volumen excesivo de inyersién conducia a la aparicién de capacidades excesivas o si, por el, conteatio, éstas se aplazaban ea 338 PROSPERIDAD ¥ crisis idades elevaban considerablemente el riesgo de las inversiones." A fin de controlar mejor el ciclo de la coyuntuta, tanto las inversiones a corto plazo como las de largo plazo debian ser controledas estatalmente, Los flujos coyunturales de inversion y la estrategia inversora @ largo plazo s6lo podian set conttolados adecuadamente pot el Estado si las autoridades dispontan de lac suficientes informaciones esta, dlisticas para evaluar y predecir las implicaciones de Ia intervenciéa gubernamental, El anilisis input-output de Leontief permitia medit las articulaciones internas del sistema econémmico, Se hacia ast po formular pronésticos acerca de los éfectos de las medidas anticiclicas adoptadas por el gobierno, Esta experiencia posibilitd el desarrollo de modelos macroeconémicos para la planificacién a corto y largo plazo, orientados sobre todo a una politica estructural realizada pot el gobierno. El gobierno fjaba los objetivos cuantitativos a alcanzar en el futuro y se calculaba cué intetvenciones publicas serian nece- satias pata lograrlos. En este momento la politica estructural a cargo del gobierno habja pasado ya a la fase de planificacién vendente a la optimizacién del crecimiento econémico. La revolucién keyneslana completé los principios de la eficiencia microestatica, que se funda- mentaban en los mecanismos del mercado libre, con un sistema de eficiencia macroestética basado en Ie intervencién del Estado. Pero cuando a la doble eficencia estética se le aftadié ademés una dimen sida dinémica se: traspas6 un nuevo umbral. Con la politica estatal espectfica de optimizacién del ctecimiento econdmico la economia mixta fue clevada a un nivel superiot. El crecimiento se convirtié en tun objetivo en s{ mismo, auténomo, y fue integrado como tal en la politica econémica.® ; EL desplazamiento de.énfssis de una polftica estética anticiclica 4 una politica dindmica orientada al crecimiento se consumé hacia finales de los afios cincuenta. Las economias occidentales no conocian desde Ia segunda guetta mundial ninguna situacién de crisis y el pleno empleo era un hecho. Ya no parecia apremmiante ocuparse prio- ritariamente de evitar Iss depresiones, pues el control a corto plazo 14, G. R. Dentoo, M. Forth y M, MacLennan, Economic Planning ond Pelicier fn Britain, France end’ Germany, Allen & Unwin, Londres, 1968, p, 198 15. Hi. vin der Wee 7 P. Janse, «Hlstrice en coatken ven de ovetheldsinte- venten, en Eilde Vissns Weienschrpelile Beanonisch Congres, De overbeid de tementde ekonomie, UP, Loving, 90). EL ADVENIMIENTO DE LA ECONOMIA MIXTA 339 dde Ia economia permit limitar en gran medida la trascendencia de las oscilaciones tecesivas que todavia se presentaban.! De lo que se trataba ahora era de asegurar el pleno empleo para el futuro, En este aspecto se imponia una politica estructural para un crecimiento eco- ‘némico controlado a largo plazo.” El Estado, por ejemplo, debi cuidar, mediante la mejora del sistema educativo, de que la investign cidn bisica y apliceds asegurase largo plazo el progreso técnico desarrollando nuevos productos y méquinas. Ademés, debia procucat que los sectores industriales anticuados fuesen clausurados 0 sustitu dos por industrias con futuro. De esta manera el Estado debie, por tun lado, intervenir ditectamente en la economia estimulando su ereci- Imiento y, por otto, eliminar los obstéculos que pudiesen entorpecet a expansién futura Establecido el crecimiento como el objetivo central de Ia politica econémica en los paises occidentales, bien pronto se planted el pro. blema de eémo debian ser distribuidos sus frutos. En consecuencia, el Estado no podia limitarse # intervenciones en el sentido de es rmular el crecimiento, sino que debia procutar también, valiéndose de medidas ditectas indirectas, que os resultados acrecentados del proceso econdmico Legasen a la poblacién lo més justamente posible. La transfetencia de renta eta uno de les mecanismos de que disponta el Estado para conseguir una distribucién més justa del ingreso. Junto a éste se valia tembién de la mayor extensién de la red. social de instivuciones y equipamientos de carécter colectivo (construc: cidn de viviendas sociales, mejora de ‘os sistemas educativo y sani- tario, mejora de la infraestructura). Se desarrollé toda una legis ue ijaba salarios minimos, introduca impuestos sobre el pattimonio y elevaba los de transmisiones por herencia, a Ia vez que reforzaba la progeesividad del sistema fiscal." Con su politica de crecimiento y bienestar el Estado fue mucho més allé de la intervencidn preconiza- da por Keynes para evitar las crisis. Los nuevos elementos dindmicos dieton a la economia mixta, en el curso de los aiius cincuenta, una fuerza de la que carecia’en sus origenes. 16, Samueloa, Eeonomir, pp. 70, 472 17. A. Shoateld, Modern Captaliom, Oxford Univesey Pres, 1965, p63. 18, 1B. Kravis, elncome Distribution Funeool Shares, en International Eneeo edie of the Social Science, vl. 7, Crowell Colist & Macallen, Nocva York, 1958, pte 36 aa OBJECIONES A LA ECONOMIA MIXTA En los afios cincuenta y sesenta la economia mixta reports éxitos destacados. En los afios setenta, empero, aparecieron dificultades eco- némicas que suscitaron serias dudas acerca del entramado econémico establecido. La critica principal apuntaba a las implicaciones inflacio- nistas del sistema y también a la teotfa keynesiana. Surgieron nuevos modelos econémicos que acapararon el primer plano de Ja atencién MOpIFICACIONES DEL MARCO INSTITUCIONAL, La economia mixta ha englobado contradicciones dif solubles, Se basaba en condiciones que iban perdiendo solidez a me- dida que el Sistema alcanzaba sus objetivos. Asi, la economia mixta presuponia, en primer lugar, que las empresas operaban en calidad dde grandes’ organizaciones planificadas en un mercado concurrencial y que seguian siendo susceptibles de un control tanto directo como indirecto por parte del Estado; presuponia, en segundo lugar, que los sindicatos, participando en los acuerdos econémico-politicos de cardcter general, estaban en condiciones de colaborar activamente en las adaptaciones industrales de cardeter estructural; y, en tercer lugar, que el sector publico era lo sulicientemente flexible como para perpetuar la existencia de los mecanismos del mercado, Sin embargo, Ia dinémica del crecimiento erosions estas bases de patida, Las empresas evolucionaron de manera diferente a como habia cexigido una economia mixta en buen funcionamiento, El sistema de planifcacién utilizado por la gran empresa moderna se ajusta, indu- dablemente, a la estrategia planificadora del Estedo, por lo que gran- des empresas y autoridades centrales estaban realmente en disposicida 7 OBJECIONES A LA ECONOMIA MIxTA am de articular sus respectivas planificaciones econdmicas. Sin embargo, tuna colaboracién arménica sélo es viable con un determinado tamaio de empresa, con un mercado competitive y con la cottespondiente politica econdmica, No obstante, con el crecimiento econdmico pos- terior a la segunda guerra mundial, se impusieron en la teotta ncoclé sica concepciones dindmicas del tamaiio éptimo de empresa enfren- tadas al concepto estitico.' La rentabilided y la seguridad podian incrementarse al crecer las escalas a condicida de que mejorase la corgenizaciéa jerérquica y se diese una planificacién adecuads. Apare- cieron nuevas formes de colaboracién, fusién y compra de empresas, lo que allané el camino a la concentracién de las mismas. Cierto que el nuevo crecimiento de las escalas productivas reforzaba la concu- rrencia en ciertos sectores y en detetminados mercados. Asf, fusiones llevadas a cabo por motivos inscritos en una voluntad de diversifca- cin podian mejorar en gran medida el nivel concurrencial en peque- fios mercados, al ser éstos de pronto objeto del apoyo financiero y comercial de las grandes empresas emergentes. Pero la concurter que atrecisba tan sédlo en sectores y mercados especificos no impedia ‘en modo alguno que las posibilidades monopolistas y oligopolistas de las grandes empresas modernas aumentasen, en conjunto, sobre- ‘manera. Y éstas aprovechaban cl poder econdmico para limitar unos riesgos ¢ inseguridades enormemente acrecentados, a fin de podee seleccionar decisiones eficientes de inversién. Las grandes empresas se sustraian a través de la autofinanciacién a las fuerzas de la concu- rrencia que normalmente actéan en el mercado de capitales tradi cional. Aun cuando siguiesen recurriendo a la financiacién externa, las grandes empresas conservaban en gren medida el control sobre su esteategia de inversiones debido a su estructurs interna multi sional, pues con esta forma organizativa cada gean empresa se hal litaba'un pequeiio mercedo de copitales auténomo en el que la asig- rnacidn del capital a invertir quedaba reservada 2 su propia decisién” ‘También frente a los consumidores reforzacon su poder estas empre- sas, Aun cuando fue en aumento el nimero de consumidores que se LJ. K, Galbeaith, Economicr and the Public Perpote, Houghton Milf, Bor 100, 1903, 2. PF. Drucker, «The New Markets and the New Capitalism, en D. Bell € I. Kes, ede, Capitals Today, Base Books, Necvs Yok, 1971, pp. 44-79 3. HL Dueas, The Holding Company and! Corporate Contra, Nidibol, Leiden, 168 372 PRCSPERIDAD ¥ CRISIS sumaban a asociaciones ccn Ia finalidad de recuperar su perdida in- fluencia en el mercado, con mucha frecuencia el individuo quedaba sometido a Ia induccién de necesidades' a ttavés de una demanda ‘manipulada por la publicidad y ta diferenciacién del producto. Asi- mismo, la integracién vertical sobrevenida en Ia economia deformaba el mercado de compradores, en la medida en que introducia el control y Ia planifcacién en la compra y la venta de moaterias primas y de muchos productos semielaborados y finales? Obviamente, el debilitamienta de las condiciones tradicionales de concurrencia en el mercado de bienes y de servicios a lo largo de la osguerra suscité teacciones adversas. El mercado de capitales se transformé, al acceder a él snas capas medias abundantes en términos cuantitativos, en un merccdo masivo. Cada vez més miembros de estas capas medias participsban, a través del mercado tradicional de capitales, directamente en as inversiones de la gran industria. Ade- més, se convitticron a través de sus aportaciones en la fuente més importante de financiacién para las inversiones institucionales, que ‘empezaron a jugar un papel dominante en el mercado de capitales El cardcter masivo de éste sjercié una influencia perdurable sobre 1a conducta inversora y el desarrollo de la gran industria. Afectaba al poder monopolista de Ia estructura tecnocrética y de a alta diree- id empresarial en 1a medida en que los propietatios de capital per- tenecientes las capas medias segufan su propia esteategia. En la mayoria de los casos lo que querian era obtener réditos rfpidos y cespectaculares, a fin de alcanzar elevadas ganancias por su capital, ¥ mostraban escasa comptensién hacia la estrategia de crecimiento 4 largo plazo seguida por los tecnécratas de las grandes empresas.* La tendencia a la monorolizacién del poder pot Ia tecnostructura se vio atacada también desde el interior. El sistema educativo, sujeto 4 un proceso democtatizador, iba formando un grupo cada vez més importante de téenicos y académicos, muchos de los cuales fueron emplesdos en Ia organizacidn y la planificacién de las grandes empre- 4.1. K. Galbraith, Aifuese Seciety, Harmondsworth, 1962, 0p, 132 3. A.D, Chandlee 7 H, Daeas, Moneteal Hierrcicr, Harard Univesity Pres, Cambridge, Mase, 1980, 6. Dricker,

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