La acción de tutela contra sentencias judiciales es un instrumento excepcional,
dirigido a enfrentar aquellas situaciones en que la decisión del juez incurre en graves falencias, de relevancia constitucional, las cuales tornan la decisión incompatible con la Constitución. En este sentido, los jueces de la República o los árbitros en el ejercicio de funciones judiciales pueden producir decisiones que atentan contra los derechos fundamentales, supuesto en el cual es posible presentar en su contra una acción de tutela. Así, lo definió la sentencia C-543 de 1992, en la cual, la Corte Constitucional declaró inexequibles los artículos 11,12 y 40 del Decreto 2591 de 1991 e indicó que la acción de tutela contra providencias judiciales es un mecanismo excepcional a utilizar cuando la providencia atacada configurara una “actuación de hecho”. Posteriormente, en sentencia C-590 de 2005 se ratificó la facultad de interponer una acción de tutela contra providencias judiciales. En esta sentencia se definieron las reglas generales de procedencia de la tutela contra providencias judiciales y se cambió la denominación de vías de hecho por causales genéricas de procedibilidad y causales específicas de procedibilidad. Cuando se alude a las causales genéricas de procedibilidad, se hace referencia a los requisitos para que proceda formalmente la tutela, cuyo incumplimiento genera la declaratoria de improcedencia de la acción de tutela. Cuando se tutelan los derechos la orden debe ser clara, por cuanto es determinante para procesos que dependen de ella como el incidente de desacato o la solicitud de cumplimiento. Si bien, el Decreto 2591 de 1991 establece que la orden se debe cumplir en 48 horas, en la práctica y dependiendo de la complejidad del tema, el tiempo para efectuar la orden en algunos casos ha sido mayor. Contra todas las sentencias de tutela pueden proceder los recursos excepcionales de aclaración y de nulidad. Ahora bien, cuando en una sentencia de tutela se amparan los derechos y se ordena la ejecución de una acción o una omisión y ésta se ha incumplido, se puede iniciar un trámite para solicitar su cumplimiento o para sancionar a quien ha incurrido en dicha conducta a través del incidente de desacato.
De esta forma, para determinar el cumplimiento del requisito de inmediatez se
debe valorar si el tiempo transcurrido entre el hecho causante de la vulneración y la presentación de la acción de tutela tiene alguna justificación170. Para ello se deben tener en cuenta factores como: a) La situación particular en la que se encuentra el demandante, por cuanto el análisis es diferente si se trata de una persona analfabeta, de una persona desplazada por la violencia, de población indígena, afro descendiente o de un agente del Ministerio Público. b) El acceso del demandante a medios logísticos y profesionales. c) El conocimiento del demandante de los mecanismos de protección de los derechos fundamentales. d) La facilidad del demandante para hacer uso de los mecanismos de protección. e) La ocurrencia de un suceso de fuerza mayor o caso fortuito que imposibilitó al actor interponer prontamente la demanda de tutela. f) La existencia de un hecho nuevo y sorpresivo que cambió las circunstancias previas. g) La permanencia en el tiempo de la vulneración o amenaza de los derechos fundamentales, es decir, que la afectación continúa y es actual, entre otros elementos.
El artículo 86 de la Constitución Política establece que esta acción constitucional
sólo procede cuando el afectado no dispone de otro medio de defensa judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. El a quo centró su análisis en la alegada vulneración de los derechos fundamentales al debido proceso, al acceso a la administración de justicia y del derecho a la defensa del Ministerio del Interior, del Departamento Nacional de Planeación, por su falta de vinculación a dicho trámite, tanto en primera como en segunda instancia. AMPARAR los derechos fundamentales al debido proceso y al acceso a la administración de justicia de las entidades Públicas. Esto por cuanto la autoridad judicial omitió enviar el respectivo mensaje de datos para notificar a las partes de la mencionada providencia De las pretensiones se puede dejar sin efectos todas las actuaciones del proceso de acción popular, debe declararse la carencia actual de objeto es importante enfatizar en que, para proteger a los habitantes de Cantón de San Pablo, en relación con las regalías que a causa de la minería ilegal dicho municipio dejó de percibir. https://www.defensajuridica.gov.co/gestion/publicaciones-andje/Documents/cartilla13_250215.pdf