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Documento

Título: Limitación de responsabilidad en el contrato de caja de seguridad


Autor: Moeremans, Daniel
Publicado en: RCyS2015-I, Tapa
Cita Online: AR/DOC/4187/2014
El Contrato de Caja de Seguridad puede ser definido como un contrato típico (a partir de la entrada en
vigencia del Nuevo Código Civil), en virtud del cual una de las partes, prestador (normalmente una institución
financiera: por ello que el Nuevo Código Civil lo regula dentro de los llamados "Contratos Bancarios", aunque
no existe una limitación en este sentido, por lo que podría ser prestado por una empresa que no sea una entidad
autorizada, cuyo titular sea una persona física o jurídica), se obliga un tiempo determinado (normalmente un año
renovable) a conceder el uso de una caja de seguridad (generalmente ubicada próxima al Tesoro en las entidades
financieras), bajo ciertas condiciones, y a custodiar y proteger la misma e indirectamente su contenido, y la otra
parte, cliente, a pagar por uso y servicio de custodia y protección un precio cierto en dinero en forma periódica
(en la práctica en forma anual).
El art. 1413 del Nuevo Código Civil prescribe: "El prestador de una caja de seguridad responde frente al
usuario por la idoneidad de la custodia de los locales, la integridad de las cajas y el contenido de ellas, conforme
lo pactado y las expectativas creadas al usuario. No responde por caso fortuito externo a la actividad, ni por
vicio propio de las cosas guardadas".
La obligación que asume el prestador es de resultado, por cuanto el cliente al dejar sus objetos en una caja
de seguridad espera como resultado que éstos no sean robados o hurtados (consideramos que en cualquier
supuesto como mínimo su expectativa es que no desaparezcan los objetos depositados en la caja). Ello implica
que el prestador del servicio para liberarse de responsabilidad debe acreditar que el daño se produjo por caso
fortuito o fuerza mayor extraño al riesgo propio de la actividad o por el vicio propio de las cosas depositadas
(art. 1413 del NCC). No se considera caso fortuito o fuerza mayor el robo o hurto de los objetos depositados.
El art. 1414 del nuevo código establece: "La cláusula que exime de responsabilidad al prestador se tiene por
no escrita. Es válida la cláusula de limitación de la responsabilidad del prestador hasta un monto máximo solo si
el usuario es debidamente informado y el límite no importa una desnaturalización de las obligaciones del
prestador."
Esta posibilidad, que es una novedad en nuestro derecho positivo, tiene su antecedente en el art. 1300 del
Proyecto de 1998. La norma exige para ello que: a) Se haya pactado expresamente, estableciendo el monto hasta
el cual el banco responde, b) Se haya informado al cliente debidamente sobre la limitación de responsabilidad,
c) El límite propuesto por el banco sea razonable, ya que de otra forma implicaría una desnaturalización de las
obligaciones y c) El banco no haya obrado con dolo o culpa grave asimilable al dolo (ver art. 1743). Además,
aun admitiendo la posibilidad, consideramos que la limitación debería ser por caja de seguridad, lo que no
necesariamente sea por cliente, ya que un mismo cliente puede tener varias cajas.
La limitación de responsabilidad podría ser, en el caso, inconsistente con lo dispuesto en los arts. 988, 1117
y concordantes del código civil y comercial, aun cuando hayan sido informadas al consumidor, pues tratándose
de contratos sujetos a condiciones generales de contratación, y por ende de contenido predispuesto por el
prestador, la posibilidad de modificar la cláusula es inexistente. Es por ello que pensamos que tratándose en
general de un contrato de consumo, la cláusula de limitación de responsabilidad debe ser declarada como no
convenida, aun cuando esté informada, pues en cualquier supuesto desnaturaliza las obligaciones emergentes
del contrato y restringen indebidamente los derechos del consumidor, que resultan de normas supletorias. Por
otro lado hay dos circunstancias fácticas que deben ser consideradas al momento de tratar este tema: 1) El
negocio de las cajas de seguridad genera importantes beneficios a las entidades financieras. Según el sitio de la
Web, ZonaBancos.com, el costo promedio de las 500.000 cajas de seguridad que habría en el sistema argentino
asciende a la suma aproximada de $ 3.000, lo que implica una ganancia para los bancos de 1.500 millones de
pesos al año en concepto de alquiler de los cofres. Este monto representa el 11,1% de la ganancia de los bancos,
y una vez hecha la inversión inicial en la seguridad del recinto se amortiza rápidamente, por lo que desde este
punto de vista consideramos que no existe motivos para reconocer en este contrato, con relación a los demás
contratos de consumo, la posibilidad de limitar la responsabilidad, 2) En caso de robo o hurto del contenido de
la caja es dificultoso para el cliente acreditar tanto el contenido existente en la caja, cuanto la cuantificación del
mismo, razón por la cual si además se aceptase la limitación de responsabilidad, el cliente se vería aún más
perjudicado.

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