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TALLER DE PRODUCCIÓN TEXTUAL.

EJE: Oraciones interrogativas.


Nombre:
1. Coloca signos de interrogación a las oraciones que lo requieran y sustenta.
 Me pregunto por qué no reconocemos que Benkos Biohó es el gran libertador de Colombia.
INDIRECTA
 ¿Cómo lograrás el cambio en tu vida? DIRECTA
 No sé quién escribió la constitución de Colombia INDIRECTA
 ¿Por qué te tomas tan en serio la situación? DIRECTA
 Me puedes decir dónde encontraste ese tipo de papel INDIRECTA
 ¿Te gustaría acompañarme? DIRECTA
 Quiero saber qué tienes pensado para el parcial INDIRECTA
 ¿Qué haces en el aula sin los libros? DIRECTA

2. Escribe un texto corto (máximo 7 renglones) donde evidencies el uso correcto de las oraciones
interrogativas.
En una mañana una madre se encuentra desesperada buscando sus lentes y va a donde su hija a
preguntar.
- Hija, de casualidad ¿Has visto mis lentes? A lo que la hija responde.
- No madre, ¿Ya buscaste en tu armario o en la cocina?
- Sí hija, ya busqué y nada, ¿Dónde las puse?, hace un minuto las tenía.
- Madre, las tienes en tu cabeza.
- Oh, ¿Cómo no me di cuenta?
- Ni yo sé madre.
3. Transforma las siguientes oraciones interrogativas directas en indirectas (subraya los verbos
conjugados)

a. ¿Cómo se llama el libro que lees? Me gustaría saber cómo se llama el libro que lees
b. ¿Qué ciudad de Europa te gustaría visitar? Me podrías decir qué ciudad de Europa te gustaría visitar.
c. ¿Cuántos hermanos tienes? Quisiera preguntarte cuántos hermanos tienes.
d. ¿Quién te ha vendido ese computador? Me gustaría saber quién te ha vendido ese computador.
e. ¿Cuándo vendrán tus padres? Desearía saber cuándo vendrán tus padres.
4. Lee comprensivamente el siguiente cuento de Gabriel García Márquez y crea un diálogo entre los
personajes siguiendo la temática propuesta, donde evidencies el uso de las oraciones interrogativas.
El soldado mutilado
Gabriel García Márquez
Un soldado argentino que regresaba de las Islas Malvinas al término de la guerra llamó a su madre por teléfono
desde el Regimiento I de Palermo en Buenos Aires y le pidió autorización para llevar a casa a un compañero
mutilado cuya familia vivía en otro lugar. Se trataba —según dijo— de un recluta de 19 años que había perdido
una pierna y un brazo en la guerra, y que además estaba ciego.
La madre, aunque feliz del retorno de su hijo con vida, contestó horrorizada que no sería capaz de soportar la
visión del mutilado, y se negó a aceptarlo en su casa. Entonces el hijo cortó la comunicación y se pegó un tiro.
H: Hola madre, hasta ahora que finalizó la guerra he podido llamarte.
M: Hola querido hijo, me hace muy feliz que te hayas podido comunicar conmigo. ¿Cómo has estado?
H: Muy bien madre, ¿Cómo estas tu? ¿Cómo te ha ido?
M: Excelente hijo y muy feliz ya que hemos podido hablar.
H: Me alegra madre, necesito comentarte algo importante.
M: Si hijo, adelante, ¿Qué sucede?
H: Madre, en la guerra hice un amigo, el tiene 19 años y esta mutilado y vive en otro lugar, perdió una pierna y
un brazo y quedo ciego, ¿Lo aceptarías en casa?
M: Hijo, lo lamento, pero no creo poder soportar verlo mutilado, me niego a aceptarlo en casa.
*Se corta la comunicación*
*Se escucha un disparo*

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