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Matricula: 100581991
Fecha: 15-11-2021.
Introducción
En los últimos 25 años, la República Dominicana (RD) experimentó un notable período
de fuerte crecimiento económico. La economía mantuvo su rápida expansión en los
años previos a la pandemia de COVID-19; entre 2015 y 2019, la tasa de crecimiento
anual del PIB dominicano promedió un 6,1 por ciento. El turismo, las remesas, la
inversión extranjera directa, los ingresos por minería, las zonas francas y las
telecomunicaciones ayudaron a convertir a la RD en una de las economías de mayor
expansión en la región de América Latina y el Caribe (ALC).
Desarrollo
En los últimos diez años, el crecimiento económico de la RD redujo la tasa de pobreza
de forma significativa, favoreciendo a su vez la expansión de la clase media. Aun así, las
disparidades en el acceso a las oportunidades económicas y los servicios públicos
siguen siendo considerables. La tasa de pobreza en áreas rurales persiste en niveles
elevados, mientras que las mujeres enfrentan desafíos desmedidos en todo el país. A
pesar del incremento en el gasto social para mitigar el impacto de la pandemia, los
estimados oficiales indican que la pobreza creció alrededor de 2,4 puntos porcentuales
hasta el 23,4 por ciento en 2020, lo cual representa más de un cuarto de millón de
personas (270,000) ha caído en la pobreza. La inversión pública y las políticas
focalizadas en agilizar la recuperación de los sectores industrial y agropecuario serán
cruciales para recuperar el crecimiento y revertir el aumento en la tasa de pobreza.
Mientras los diseñadores de políticas se enfocan en los desafíos más urgentes que
supone la pandemia, la RD sigue expuesta al grave peligro que representan los
huracanes, las inundaciones y demás eventos climatológicos extremos. El acceso a
servicios de agua y saneamiento adecuados mejoró desde principios de la década de
2000, pero la exposición de la RD al cambio climático amenaza estas conquistas. Los
esfuerzos de mitigación y adaptación ante el cambio climático deben ser
complementados por una mejor gestión de los recursos naturales, en especial el
patrimonio costero y marino del que tanto depende la economía de RD.
A medida que la pandemia cede, la inversión en capital humano será crucial para el
crecimiento continuo y el desarrollo de la República Dominicana. El Índice de Capital
Humano 2020 indica que hoy en día una recién nacida en RD será apenas la mitad de
lo productiva a lo largo de su vida de lo que podría ser si recibiese una educación
completa y atención médica adecuada. La RD ha logrado grandes avances en términos
de ampliar el acceso a la educación y la salud, pero la calidad dispar de estos servicios
sigue siendo un gran obstáculo para el crecimiento de base amplia y el desarrollo del
capital humano.
Para volver a un crecimiento intensivo en puestos de trabajo y que favorezca a los
pobres, la RD debe fortalecer los encadenamientos productivos entre empresas locales
y exportadoras, reducir los costos administrativos de la burocracia, mejorar la
confiabilidad del suministro eléctrico y ampliar el acceso al crédito. La rapidez y
efectividad con las que el gobierno interiorice estas reformas determinarán el impacto
a largo plazo de la pandemia sobre la pobreza, el empleo y el crecimiento económico.
Estas medidas han contribuido a una reducción significativa en más de 300 puntos
básicos de las tasas de interés de la banca múltiple y a una expansión en torno a 9.0%
del crédito privado en moneda nacional al cierre de 2020, una de las tasas de
crecimiento más altas de América Latina, esperándose que se mantengan favorables
las condiciones monetarias durante 2021 sirviendo de apoyo para la recuperación de la
actividad económica.
El informe reconoce un crecimiento regional de 3,4% del PIB, que queda por encima
del promedio de América Latina y el Caribe (ALC), de 0,2%, y del promedio global (3%).
Entre los principales factores que propiciaron este crecimiento regional están el
aumento de las exportaciones y remesas, producto del crecimiento de los Estados
Unidos, y el mayor consumo interno, producto de una baja inflación
El informe reconoce un crecimiento regional de 3.4 % del PIB, que supera el promedio
de América Latina y el Caribe, de 0.2 %, y del promedio global, 3 %
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) rindió una nueva
versión de su estudio económico para la región, actualizando la proyección de
crecimiento para Latinoamérica, la cual se ubicó en 5,9%, siete puntos por encima de
la pasada revisión. Además, demostró que las economías regionales movieron solo 4%
del PIB en alivios tributarios e instrumentos de liquidez, mientras que las desarrolladas
lograron desplegar entre 11,3% y 12,7%.
Entre los países que presentaron mejores números frente a las perspectivas de cierre
de 2021 y las previstas para 2022 se encuentra Panamá, que apunta a un crecimiento
de 12% de su PIB este año, seguido por Perú, que registró 10% y Chile, con 9,2%. El top
5 lo completan Argentina y Colombia, ambos con una perspectiva de 7,5%
Respecto a las perspectivas para la región para el otro año se espera que Panamá
crezca cerca de 8,2%, seguido por República Dominicana que también tiene un
escenario optimista con 5,5%, Perú con 4,4%, Guatemala con 4% y Colombia con 3,8%.
En la revisión por sectores, la CEPAL reveló que, al ser este un pilar de la reactivación
económica, la caída de la comercialización de bienes fue de 5,4% en 2020, una cifra
menor a la proyectada por la Organización Mundial del Comercio, que apuntaba a un
deceso de 32%.
Los procesos de integración en América Latina viven un renovado impulso político con
avances en diferentes frentes y a distintas velocidades. Hay múltiples organizaciones
regionales o subregionales de integración y concertación. El proceso de integración
más reciente es la Alianza del Pacífico. Entre los organismos regionales destacan
MERCOSUR, CAN, CARICOM, UNASUR, SICA, ALBA , la Alianza del Pacífico y CELAC.
Conclusión
La economía dominicana depende principalmente del comercio exterior, los servicios,
la minería, la industria farmacéutica, componentes electrónicos, equipos médicos,
minería, textil y calzado y el turismo, siendo estos sectores los pilares de una economía
diversificada y una industria altamente desarrollada.