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La era de Vargas, la cara del populismo en Brasil


Alejandro Mendible Zurita

Universidad Central de Venezuela

Resumen:

En Brasil, el presidente Getúlio Vargas encarna como ningún otro político el período populista. Su
acción protagónica se extiende desde su proyección en el escenario político nacional como el
principal líder de la Revolución de 1930 hasta su impactante suicidio el 24 de agosto de 1954. En
ese tiempo es el manipulador y coordinador más prominente de un amplio movimiento de
transformación que impulsa el cambio de un país rural dominado por las oligarquías paulista del
café y ganadera de Minas Gerais, a otro industrializado y urbanizado. Vargas es considerado como
uno de los presidentes de mayor influencia en el Brasil Contemporáneo y con él surge el nuevo
estado brasileño.

Palabras claves: Brasil, populismo, urbanismo, industrialización, carisma, Getúlio Vargas

En el último día de octubre de 1930, Getúlio Dornelles Vargas hacía su entrada triunfal en Río de
Janeiro, tenía 47 años de edad, era pequeño de estatura: de 1,60 cm de alto, poseía amplias
espaldas y ademanes calmados, vestía uniforme militar, lucía un pañuelo rojo alrededor del cuello
y en su cabeza portaba un sombrero gaucho de alas largas. A pesar de que el futuro "jefe" del
gobierno provisorio venía desde Río Grande do Sul, en tren, en una jornada ruidosa y apoteósica,
muchos de sus aliados gauchos cubrieron el trayecto de casi 1.500 kilómetros a caballo.1 Pocos
días después, el 3 de noviembre, Vargas asume la presidencia, y en su discurso de toma de
posesión señala 17 puntos que constituirían el norte de su gestión, entre ellos destaca el
saneamiento físico y moral, la extirpación de los agentes de corrupción, la defensa social,
educativa, sanitaria y manifiesta su voluntad en democratizar el Brasil.

Se abría así la era de Vargas, que duraría hasta su impactante suicidio la madrugada del 24 de
agosto de 1954. Durante su gestión personalizó en alto grado el poder presidencial, marcando un
sello trascendente y quedando en la historia del Brasil como uno de los más influyentes
gobernantes del siglo XX. Actuó por veinte años como el gran articulador político del nuevo polo
emergente socio político del Brasil y fue el principal actor del cambio de orientación populista que
impulsó la transformación de un país rural agro exportador de café a otro urbano en vías de
industrialización.
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El populismo en Brasil es producto de la larga etapa de transformaciones por la que pasa su


sociedad desde 1930. El fenómeno se presenta como la expresión del período de crisis de la
oligarquía y del liberalismo, siempre muy afines en la historia brasileña, y del proceso de
democratización del Estado, que a su vez tienen que apoyarse en algún tipo de autoritarismo
como ocurrió durante la dictadura institucional de Vargas en el Estado Novo. Después, la
tendencia populista se marca con mayor intensidad a partir de 1950, cuando Vargas gana las
elecciones y llega a la presidencia expresando que lo hacía, "no como político sino como líder de
masas".

Vargas, para cambiar la imagen de dictador que tenía en 1945, y proyectar una nueva de
gobernante democrático, incursiona en la actuación populista, la cual, progresivamente se va
radicalizando. El populismo, según un estudioso del período, el historiador brasileño Francisco
Weffort, se caracterizaba como un fenómeno político que asumió diversas facetas,
frecuentemente contradictorias y logró establecer la ampliación de las bases del Estado brasileño.
Según este autor, el populismo brasileño fue una estructura institucional de tipo autoritario y
semicorporativa; orientación política de tendencia nacionalista, antiliberal y antioligárquica;
orientación económica de tendencia nacionalista e industrialista; composición social policlasista,
pero con apoyo mayoritario de las clases medias.2

LOS ANTECEDENTES PERSONALES DE GETÚLIO VARGAS

Hasta 1930, Vargas, no se había proyectado como un líder carismático de dimensiones nacionales;
no obstante haber ocupado posiciones políticas importantes. Había nacido en la pequeña ciudad
de São Borja fronteriza con Argentina, el 19 de abril de 1883. Este pueblo fue uno de los siete
fundado por las Misiones Jesuitas en el marco de la acción misional española en la parte oriental,
pero posteriormente, pasó a ser posesión portuguesa, mediante el Tratado de Madrid de 1750.3
Algunos de sus biógrafos destacan su lugar de origen como una posible influencia en su inclinación
caudillista presente durante su vida política. Su padre, Evaristo Vargas, participó en la Guerra del
Paraguay entre 1864 y 1870.4 Con relación al apellido domina la descendencia canaria y pueden
encontrarse vínculos familiares con los Vargas de Venezuela.5 Recordemos que el primer
presidente civil en la historia de nuestro país fue el Dr. José María Vargas, en 1835.

La Revolución de 1930 es el primer movimiento de dimensiones nacionales en Brasil, ...se convirtió


en una divisoria de aguas que alteró las instituciones liberales existentes en el país.
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En su juventud Vargas intentó ser militar, pero poco después lo dejó para interesarse por el
estudio de derecho y se convirtió en abogado, en 1907, iniciando su ejercicio profesional en la
ciudad de Porto Alegre, la capital del Estado ganadero de Río Grande do Sul. En esta ciudad
ingresó a la actividad política bajo la protección de Julio de Castilhos, el más influyente coronel en
el Estado y una representación viva de la modalidad autoritaria que el pensamiento positivista
había alcanzado en esta región.6 Respaldado por Castillo, se convierte primero en Gobernador del
Estado y después, a finales de la década del 20, asciende a Ministro de Hacienda del presidente
Washington Luis. Luego deja el gobierno en 1929 para presentarse como candidato a la
Presidencia de la República en la fórmula organizada por el movimiento de la "Alianza Liberal". El
movimiento era una plataforma electoral integrada por los sectores excluidos de la "República del
Café con Leche", mote con el cual se calificaba a los dueños del poder durante la Vieja República:
la oligarquía del café de São Paulo y la de los ganaderos de Minas Gerais. El movimiento era
inicialmente reformista y sólo pretendía a atender, en mínima parte, las aspiraciones populares y,
en lo fundamental, buscaba anticiparse a un posible movimiento popular.

La Revolución de 1930 es el primer gran movimiento de dimensiones nacionales en Brasil, y marca


un punto de ruptura entre dos épocas. Con anterioridad, la Independencia ocurrida el 7 de
septiembre de 1822, y el surgimiento de la República el 15 de noviembre de 1889 fueron fechas de
transición operadas dentro del seno de las elites gobernantes. La Revolución de 1930 es
considerada por algunos historiadores brasileños como una breve discontinuidad dentro de una
larga continuidad caracterizada por pactos selectivos de las elites. Para Weffort, en la formación
social de Brasil en 1930 existía una contradicción básica entre el sector agrario exportador,
representado por el latifundio semifeudal asociado al imperialismo, y los intereses volcados hacia
el mercado interno, representado por la "burguesía". Esta contradicción la resuelve la revolución a
favor de los intereses de la burguesía.7 Sin embargo, la gran crisis internacional derivada del
"crash" de la Bolsa de Nueva York en 29 fue el factor determinante del levantamiento popular,
debido a sus efectos devastadores sobre la economía del Brasil, dominada por la exportación del
café. Esta situación causó el surgimiento de un nuevo tipo de estado que en medio de la crisis
existente, busca nuevas respuestas a la situación creada por el colapso de la economía agraria.
Esta coyuntura agudiza las contradicciones acumuladas durante el período de la Vieja República
(1889-1930). En dichas décadas se forma en los Estados relegados el cuestionamiento a la posición
privilegiada de las oligarquías de São Paulo, y Minas Gerais. Esta actitud era cuestionada por los
estados de Río Grande do Sul y los del Nordeste. Incluso, en el Estado de São Paulo, el partido
dominante, el Partido Republicano Paulista (PPP), se dividió y se formó uno nuevo, el Partido
Democrático. Por otra parte, las oligarquías dominantes del café, en São Paulo y la del ganado en
Minas Gerais, entraron en desavenencias en las elecciones de 1929, cuando la candidatura
presidencial que según la Política de gobernadores -establecido desde 1902 por el Presidente
Campos Sales- le correspondía por rotación a Antonio Carlos de Andrade, representante del
Estado de Minas Gerais. En 1929, el presidente Washington Luis, de São Paulo, se negó a honrar el
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acuerdo y propuso para la primera magistratura a otro paulista, Julio Prestes. En esas elecciones,
como se ha señalado, Getúlio Vargas resultó derrotado por amplio margen, por el candidato del
gobierno.

VARGAS, PRESIDENTE DE FACTO EN UN ESTADO DE COMPROMISOS

La Revolución de 1930 se convirtió en una divisoria de aguas que alteró las instituciones liberales
existentes en el país. El movimiento estalló en los Estados de Río de Grande do Sul, Minas Gerais y
Paraíba. Según,

Boris Fausto, un estudioso del evento: "no tiene en la historia del Brasil otro que se le pueda
comparar en rapidez, extensión y profundas consecuencias en la vida nacional. Desde este punto
de vista es el más importante de la historia del Brasil."8

En Brasil, el desenvolvimiento liberal venía siendo distorsionado desde 1906, cuando los
productores de café logran el Acuerdo de Taubaté, mediante el cual manipulan los intereses
económicos del Estado para favorecer sus propios intereses. Pero la profunda crisis generada a
partir del 30 impulsa al nuevo gobierno a buscar la diversificación de la economía y nuevos
ingresos para suplir la caída vertiginosa del café. La política de diversificación fue recomendada en
1931 en "The Niemeyer Report" (El Reporte Niemeyer), el cual fue publicado después de que el
economista inglés, Otto Niemeyer, fuera invitado al Brasil por el gobierno, para el estudio de la
precaria situación económica en que se encontraba el país, y a su vez señalara fórmulas para
superar la crisis planteada por la depresión.9

De esta manera se inicia un proceso, por una parte "espontáneo" y, por otra intencional, de parte
del gobierno para estimular la industrialización. Para impulsar estos cambios, Getúlio Vargas se
convierte en el gran organizador de una nueva alianza que impulsa el tránsito de un país
dominado por las oligarquías y predominantemente rural a otro urbano e industrializado. La caída
de los "barones del café" es suplantada por el ascenso de las capas medias, los movimientos de los
tenientes, la clase obrera y sectores industriales.

En particular, para el desarrollo del presente trabajo merece destacarse el caso de los tenientes. El
«tenientismo» fue el nombre dado al conjunto de revueltas que establecieron la participación de
los jóvenes oficiales en el proceso político del Brasil a lo largo de la década de 1920. Éstos fueron
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los grupos más activos dentro del ejército y constituían la expresión de sus cuadros medios,
esencialmente jóvenes egresados de la escuela militar y que pretendían hacer la transformación
real del país. El ejército se había convertido en una embajada receptora de las inquietudes de las
capas medias de la población; por cuanto el acceso al ejército se mantenía abierto para dichos
sectores. El "tenientismo" no tenía un esquema teórico o plataforma ideológica definida, pero
actuaba ante un estado de cosas existentes en el país que lo impulsaba a tomar posición.
Observaban un país anarquizado donde imperaba en la región del Nordeste la acción de los
"cangaceiros" (grupo de bandoleros armados, practicantes de un bandidismo social).10 En la
región Sur, mucho más prospera, el poder civil estaba controlado por oligarquías voraces. En
general los tenientes consideraban que Brasil tenía una estructura socio económica decadente.
Contra este estado de cosas adversas, estos jóvenes militares reaccionan.

La primera acción directa de los jóvenes tenientes se produjo en 1922, en el Fuerte de


Copacabana, en Río de Janeiro, cuando diecisiete oficiales y un civil terminan siendo masacrados
por las fuerzas oficiales leales del gobierno en las playas de la ciudad. Dos años después, en 1924,
se produce una nueva insurrección en São Paulo. En medio de la contienda ocurre un incidente
revelador de la mentalidad de los tenientes. En una reunión decisiva, un prominente
representante del grupo toma la palabra para pedirle a sus colegas hacer la revolución pronto,
antes de que la haga el pueblo.

La revuelta nuevamente fracasa, pero se produce un repliegue de los comprometidos hasta el


Estado de Río Grande do Sul, dirigido por el teniente Miguel Costa. En este Estado, se encuentran
con el ingeniero militar Luiz Carlos Prestes, quien estaba construyendo un ferrocarril. Prestes no
pudo participar en el primer alzamiento de los tenientes en Río de Janeiro por encontrase
enfermo. En esta oportunidad, al reorganizarse los insurrectos, emprenden la célebre marcha
dirigida por Prestes, andando por más de 24 mil kilómetros a lo largo del inmenso Brasil,
propagando la idea de la reforma agraria, la justicia social y la esperanza de construir un país
mejor. En general, el movimiento "tenientista" es considerado en la bibliografía como una
manifestación temprana del militarismo brasileño, otros lo consideran como un grupo de
vanguardia que anuncia el ascenso de las clases medias en Brasil. Los tenientes participaron de
manera decisiva en la Revolución del 1930 y posteriormente se convierten en aliados integrantes
del Gobierno provisorio de Getúlio Vargas. El presidente, con habilidad, los utiliza para designarlos
como gobernadores interventores en los estados, tratando de suplantar el antiguo orden federal
vigente durante la Vieja República. Particularmente, en el Estado de São Paulo, Vargas nombra al
teniente João Alberto, quien rápidamente entra en confrontación con los sectores vivos de la
ciudad más industrializada e importante del Brasil. Esta situación se va agudizando y en 1932, se
produce una revolución separatista. Las características de este movimiento lo señalan como uno
de los pocos participantes con estas manifestaciones, por lo que motiva su estudio a los
historiadores brasileños, quienes encuentran, entre otros aspectos, el enfrentamiento entre la
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modernidad representada por São Paulo y el atraso imperante en el resto del país. El movimiento
liberal encuentra en la causa separatista de São Paulo fuerza apropiada para luchar contra las
pretensiones de la dictadura intervencionista que irrespeta el derecho del influyente Estado. El
levantamiento logra despertar el entusiasmo regional de los habitantes de São Paulo y se forma un
amplio frente representado por los diferentes sectores sociales paulistanos. Por su parte, Vargas la
consideró como una "contra revolución, un movimiento reaccionario que pretendía retrotraer al
país a la situación anterior a la Revolución del 30."11

Al final del conflicto se produce un gran acuerdo de conciliación entre el gobierno nacional y el
Estado de São Paulo. Resulta muy revelador el astuto comportamiento de Getúlio Vargas, ya que
el presidente, por una parte aprovecha la oportunidad para apartarse de los tenientes y acercarse
al ejército nacional dirigido por el general Gois Montero y, por la otra, logra ganar el apoyo de
representantes de los sectores cafetaleros que habían sido expulsados del poder por efectos del
triunfo de la Revolución de 1930. El comportamiento de Vargas es un ejemplo de su captación de
la oportunidad y de cómo la capitaliza para su propio beneficio. Su figura se presenta como la de
un personaje que sabe adaptarse a las circunstancias, que trata de evitar o de crearse enemigos
inútiles; todo lo contrario, busca cada vez que se le presenta la ocasión, crear nuevos aliados o
adeptos que le puedan ser de utilidad para sus fines. En el estilo de gobierno y de conducción de
Vargas se observa la utilización de los ya conocidos medios empleados por los políticos populistas
de aprovecharse de las ventajas del gobierno para ofrecer empleos, propinas, facilidades de toda
naturaleza a sus amigos, o aquellas figuras o personas que le pueden ser útiles para la consecución
de sus fines políticos. Vargas, hablando de sí mismo dijo en una oportunidad que no era
oportunista, pero aprovechaba las oportunidades: "si veo un caballo ensillado que pasa frente a
mí, lo monto y me lo llevo". En otra ocasión, comentando su carácter persuasivo, señaló: "Yo no
tengo enemigos y si los tuviera no los considero tan enemigos como para no poder convertirlos en
amigos."12

La clase obrera, que desde las primeras décadas del siglo veinte comenzó a tener su presencia en
el escenario histórico brasileño, venía ampliándose después del aumento del trabajo libre como
producto de la abolición de la esclavitud en 1888. De esta manera la transformación del
artesanato en manufactura y éste a industria, acompañado del proceso de proletarización de los
artesanos, convertidos en trabajadores asalariados, se venía intensificando a finales del siglo XIX.

El crecimiento de los sectores obreros continuó con el fenómeno de urbanización en la región Sur
del país y por el proceso migratorio surgido con la producción del café. Este último movimiento,
altamente incrementado durante las primeras décadas del siglo XX, permitió la llegada al Brasil de
2 millones de inmigrantes. Este movimiento demográfico es acompañado por el incremento de las
migraciones internas procedentes de la Región del Nordeste hacia los nuevos centros generadores
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de empleos localizados en el Sur, principalmente en São Paulo. Entre 1920 y 1940, el proletariado
industrial creció de 275.512 a 781.185, para alcanzar en 1950 la cifra de 2.256.807.13 Mientras se
crearon 939 sindicatos y se encontraban sindicalizados 797.691 trabajadores en 1946.14

En la era de Vargas el aumento de la población trabajadora presiona fuertemente para tener


acceso a los empleos urbanos. Igualmente, estimula la ampliación de las posibilidades de consumo
y demuestra una clara orientación por la participación política para, a través de esta vía, ampliar
sus derechos de ciudadanía. Una de las primeras medidas tomadas por Vargas después de 1930
fue la creación del Ministerio del Trabajo, Industria y Comercio (MTIC), llamado el "Ministerio de la
Revolución". Para ocupar el cargo, el Presidente designa a su coterráneo, el farmacéutico Lindolfo
Collor, quien desde el cargo proyecta a escala nacional algunas modalidades organizativas propias
de Río Grande do Sul.

La situación indefinida de Vargas como Presidente provisional se ve sacudida por la Revolución


paulista de 1932, y para superar las fracturas políticas y tratar de conciliar nuevamente al país, se
convocan elecciones para formar una Asamblea Nacional Constituyente. El cuerpo deliberante
tenía como finalidad darle piso jurídico a la Revolución del 30, lo que se consigue con la
aprobación de la Constitución de 1934, dando inicio formal a la Segunda República. La nueva carta
magna era de orientación democrática y consideraba la alternabilidad gubernamental cada cuatro
años. Vargas demuestra una vez más su habilidad política, y es designado por el Congreso para
cubrir la presidencia hasta 1938.

Sin embargo, en los dos años siguientes se produce el colapso de las aspiraciones democráticas
consagradas en la Constitución. Por parte de la izquierda, se menosprecia la fórmula democrática
y se busca una salida revolucionaria. La conspiración alcanza su momento más significativo con la
intentona comunista de 1935. Luiz Carlos Prestes había regresado de manera clandestina al país,
procedente de Moscú, en donde se había planeado y conseguido el financiamiento para la
insurrección. Prestes contaba con el apoyo del movimiento comunista internacional y traía de
Rusia, como guardaespaldas, a Olga Benário, una inteligente y aguerrida militante alemana judía,
designada por el Kremlin.15

Con propósitos subversivos, el partido comunista crea "La Alianza de Liberación" para infiltrar el
movimiento sindical e instigar la rebelión popular. Sin embargo, los principales contactos de
Prestes los realiza con sectores del ejército y decide intentar con ellos un golpe de Estado contra
Vargas. El levantamiento es develado, y los sectores comprometidos abren operaciones en la
Escuela Militar de "Praía Vermelha" en Río de Janeiro, y los complotados establecen conexiones en
las ciudades del Nordeste de Recife y Fortaleza. El golpe fracasa y le permite al gobierno decretar
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una Ley de Seguridad Nacional y hacer grandes redadas, encarcelando y desarticulando el "peligro
comunista". Entre los detenidos se encuentran Prestes y Olga Benário, quien se había hecho su
esposa en los tiempos de clandestinidad. Olga es entregada por el gobierno de Vargas a la SS
alemana y termina muriendo en un campo de concentración.16

La intervención de los sindicatos le permite a Vargas emprender un amplio plan de reorganización


del movimiento obrero, conocido como la "cuadratura sindical". Los sindicatos empiezan a ser
organizados desde la cúpula del Ministerio del Trabajo siguiendo una estructura vertical, en la cual
los diferentes gremio, como por ejemplo transporte, banqueros, maestros, etc., no podían tener la
posibilidad de entenderse o comunicarse entre unos y otros. Por otra parte, los fondos
económicos, productos de los ingresos del pago de un día de salario de los trabajadores y la
justicia sindical integrada por un tribunal laboral se encontraban también controlados desde el
Ministerio del Trabajo. Adicionalmente, surge una nueva figura en la estructura organizativa del
sindicato: "el pelego". Éste era un dirigente designado de una manera "disfrazada", por el
Ministerio del Trabajo, para dirigir los sindicatos y era escogido, por el Ministerio, de una terna
previamente presentada por el sindicato.17

A partir de ese momento, empleando la cuadratura sindical, el Estado varguista mantiene un papel
fundamentalmente de desorganización política de la clase obrera, reprimiendo duramente la
vanguardia inicialmente integrada por anarquistas y sus organizaciones partidarias como la Alianza
Liberadora, y al mismo tiempo busca, apoyándose en los obreros, establecen con el conjunto de
las clases medias y burguesía industrial, un nuevo tipo de relación. Este nuevo tipo de relación la
coordina el estado de compromiso que Vargas dirige.

Por parte de la derecha, los efectos del totalitarismo europeo influyen en sectores conservadores
que creen oportuno organizarse ante el temor al comunismo. Un profesor de historia brasileño,
Plinio Salgado, quien estudió en Italia, después de regresar a São Paulo crea el movimiento "Acción
Integralista Brasilera" de las camisas verdes. Estos grupos fascistas participan de manera activa y
pugnaz contra los sectores de izquierda y durante una corta temporada "coquetean" con el
gobierno de Vargas, en el cual tienen fichas infiltradas; pero en 1937, ante la indiferencia de
Vargas para incorporarlos al gobierno del Estado Novo, asumen la vía insurreccional, asaltando el
Palacio Presidencial. Vargas resiste, ante la tentativa de un `putsch', con su hija y pocos ayudantes,
la incursión armada hasta que llega el ejército y controla la situación.18

A partir de entonces, Vargas queda en el centro de la política nacional después de liberarse de los
tenientes, los comunistas y los integralistas, y puede estrechar sus vínculos con el ejército. Así,
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prácticamente sólo y sin contendores que le puedan estorbar el libre tránsito del camino que se le
abre, Vargas no encuentra dificultades en escalar hacia el autoritarismo.

EL ESTADO NOVO, UNA VERSIÓN TROPICAL DEL TOTALITARISMO

El 10 de noviembre de 1937, Vargas, a través de la radio en su program, "La Hora del Brasil", se
dirige al país para anunciarle la existencia de un complot comunista, el supuesto "Plan Cohen". El
mismo había sido previamente "montado" por el Alto Mando Militar para justificar el autogolpe de
Vargas. Con este argumento, el gobernante entierra la Constitución democrática de 1934, e
implanta otra de tipo autoritario, redactada por el constitucionalista conservador, Francisco
Campos. La misma, la Constitución de 1937, es conocida como la "polaca", por su espíritu
corporativista y fascista.19

El Estado Novo varguista, que se extiende hasta el final de la Guerra Mundial en 1945, es uno de
los períodos más controversiales y a la vez más atractivos de la evolución histórica contemporánea
de Brasil. Los historiadores destacan la influencia, entre otras, de Franco, en España, y/o el Estado
Novo de Salazar, en Portugal.20 En cuanto a la estructura y modelo del nuevo régimen, sobresalen
el surgimiento del alto grado de fortalecimiento del Estado, centralizado mediante métodos
dictatoriales y corporativos, el culto a la personalidad del "jefe", Getúlio Vargas, y el empleo de un
amplio sistema de propaganda controlado por el gobierno. En cuanto a sus realizaciones, los
estudiosos del período reconocen el despegue de la industrialización brasileña, (el "take off"),
mediante el empleo y convergencia institucional de los recursos del Estado a tal fin. De esta
manera, se intenta la formación de una nueva burocracia estatal y se implementa una política
exterior tendiente a favorecer la industrialización.

Al principio Vargas adopta una política exterior ambigua, tratando de sacar ventajas, jugando con
las potencias involucradas en el desencadenamiento de la guerra, concretamente entre Estados
Unidos y Alemania. Luego, atendiendo a la practicidad de los hechos y ponderando los intereses
del país, se decide por estrechar una alianza estratégica con los Estados Unidos. Esto le permite a
la potencia del Norte establecer bases militares en la región del Nordeste, en la isla Fernando de
Noronha y la base aérea de Pornamirim, la cual se convirtió en el núcleo de transporte aéreo y
vigilancia de los Aliados en el Atlántico Sur y, en 1943, fue considerado el aeropuerto más activo
del mundo.21 En contrapartida, Vargas consiguió de Estados Unidos la presencia de la prestigiosa
"The Cook Comisión", integrada por destacados economistas de las mejores universidades
norteamericanas y ampliada con economistas brasileños. La Comisión recorrió el país entre 1942 y
1943 y elaboró un serio estudio de factibilidad del desarrollo industrial del país. Posteriormente,
10

se construyó la importante siderúrgica de Volta Redonda, cerca de Río de Janeiro. La misma se


convierte en la base inicial de sustentación del desarrollo de la industria pesada brasileña.

En este tiempo, de vigencia del Estado Novo, Vargas logra establecer una separación entre la
política externa y la interna aplicada en Brasil. Mientras mantiene dentro del país un régimen
autoritario y restrictivo de las libertades públicas, en el exterior apoya de manera decidida la causa
democrática en lucha frontal contra el totalitarismo.22 En 1944, forzado por la agresión de las
fuerzas alemanas de Hitler, que hunden varios barcos brasileños, causando la muerte de
centenares de sus connacionales, organiza una Fuerza Expedicionaria Brasileña (FBE) compuesta
por 25 mil hombres y entra en la Guerra Mundial. El 16 de julio de 1944, el cuerpo expedicionario
llega al puerto de Nápoles y de allí se dirige hacia el norte de Italia, donde entra en combate en la
célebre toma de Monte Casino. La participación militar brasileña ha sido elogiada por los aliados y
por los historiadores de la contienda y le confiere a Brasil reconocimientos internacionales todavía
vigentes.23

Al terminar la Guerra, la situación se le complica a Vargas al no poder mantener una posición dual
con relación a la democracia. Las primeras manifestaciones, en 1943, expresadas en un manifiesto
elaborado por los intelectuales mineros, sigue con la combatividad de la Unión Nacional de
Estudiantes (UNE) y otros sectores que se suman pidiendo la democratización del Brasil. El
gobernante, reconociendo la nueva situación planteada, llama a elecciones y permite la
organización de los partidos. Aparecen tres movimientos políticos importantes: el Partido
Trabalhista Brasileño (PTB), el Partido Social Democrático (PSD) y la Unión Democrática Nacional
(UDN). También, el Partido Comunista (PCB) es legalizado y Carlos Prestes es liberado de la prisión.

Los dos primeros aceptan el liderazgo indiscutible de Vargas, y el último se declara opositor. El PTB
se convierte en la maquinaria personal de Vargas, se organiza desde el Ministerio del Trabajo y los
"pelegos" se convierten en los dirigentes medios del nuevo partido. El PSD Vargas lo constituye de
una manera más amplía, con la burocracia gubernamental, sectores de las capas medias, así como
representantes de los sectores conservadores vinculados con la actividad agraria y las áreas
rurales. En cuanto a la UDN, se nutre de intelectuales, profesores universitarios críticos del
gobierno, y cuadros vinculados con la pequeña burguesía brasileña. Mientras tanto, el presidente
intenta conservar el gobierno mediante la formación de grupos "queremistas", subversivamente
apoyado por los comunistas, que pedían su permanencia en el poder. Pero finalmente, el 29 de
octubre de 1945, el Alto Mando Militar le obliga a separarse del cargo.

Vargas es forzado a dejar la presidencia, pero se las ingenia para participar en las elecciones del 2
de diciembre de 1945. Se postula para el Congreso, apoyado por sus dos partidos, el PTB Y PSD,
11

buscando la representación de senador por los Estados de São Paulo y Río Grande do Sul y gana en
ambos Estados con amplio margen. Opta por quedarse como representante de su Estado natal y
de manera estratégica se aleja de la actividad política, viviendo en su estancia en San Borjas.
Desde allí, sigue con cautela los acontecimientos políticos nacionales, y muy ocasionalmente se
dirige al Congreso en Río de Janeiro, donde en largos discursos fija su posición crítica.

REGRESO A LA PRESIDENCIA EN "LOS HOMBROS DEL PUEBLO"

En 1950, las condiciones de Brasil habían cambiado sustancialmente con respecto a las existentes
al final de Guerra. La población había aumentado y se acercaba a los 45 millones de habitantes, la
capital de la República, Río de Janeiro, pasaba del millón de habitantes, y São Paulo, la más
industrializada, tenía más de dos millones de habitantes, (según el censo tenía 2.227.512).
Además, otras grandes ciudades del inmenso país, crecían a un ritmo más acentuado que el de sus
Estados o regiones. Las élites brasileñas que esperaban con entusiasmo la continuación de la
ayuda masiva de parte de los Estados

Unidos para seguir con el proceso de industrialización fuertemente impulsado durante la guerra,
quedaron frustradas cuando la potencia del Norte decide apoyar la recuperación europea
mediante la aplicación del Plan Marshall y dejar de lado las aspiraciones de los sectores
progresistas del Brasil. En el gobierno del General Eurico Gaspar Dutra (1946-1951), la frustración
de los emprendedores económicos nacionales se sumó al desaliento de grandes sectores de las
clases medias y populares, que vieron limitadas sus aspiraciones de mejoramiento por las políticas
conservadoras y antipopulares del gobierno. El Partido Comunista de Brasil (PCB) fue proscrito en
mayo de 1947, gran número de sindicatos clausurados, y los efectos de la inflación castigaron por
igual a amplios sectores de la población.

Vargas, al ganar las elecciones y tomar el gobierno una vez más, intenta establecer una
conciliación nacional, y en tal sentido escoge un gabinete de amplitud. Sin embargo, la dinámica
nacional determina dos tendencias contradictorias en el propio seno del gobierno: una
encabezado por el Ministro de Hacienda, Oswaldo Aranha, que sostiene una política
antinflacionaria mediante la congelación de los salarios, así como del gasto público, y la del
Ministro del Trabajo, Joao Goulart, determinado por el aumento salarial de los trabajadores.
Vargas se debate entre estas dos tendencias, pero la posición de Aranha progresivamente es
apoyada por los sectores más conservadores agrupados en el partido Unión Democrática Nacional
(UDN).24
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Este partido apoya y gana las elecciones con el periodista Carlos Lacerda para gobernador del
Estado de Guanabara. Lacerda empezó siendo miembro del Partido Comunista y participó en la
insurrección de 1935, pero posteriormente se convirtió en un furibundo anticomunista y
declarado enemigo de Vargas. Como gobernador, Lacerda tenía su sede en el Palacio de
Laranjeira, en Río de Janeiro; mientras Vargas se encontraba en el Palacio do Catete en la misma
ciudad. El gobernador opositor era dueño del influyente periódico "Tribuna Popular", desde donde
se escribían de manera sistemática encendidos editoriales contra el Presidente de la República;
Lacerda tenía también un programa por la televisión en horas del medio día, con una amplia
audiencia. Como veremos posteriormente, alrededor de esta figura se precipitó la crisis final de
Vargas.

Los sectores conservadores empezaron a alarmarse cuando Vargas comenzó a asumir posiciones
nacionalistas, e iniciaron una campaña, para contrarrestar la consigna gubernamental: "el petróleo
es nuestro", y posteriormente, el decreto de la nacionalización del producto, mediante la creación
en 1953 de la compañía estatal Petrobras. Igualmente, Vargas pretendía proyectar una amplia
política de nacionalizaciones de las empresas básicas, estatizando la economía. Ante esta posición,
se abrió un álgido debate nacional entre los "nacionalistas" y los "entreguistas", quienes sostenían
que Brasil no tenía ni el capital ni la tecnología suficientes para sostener una economía de
proyección industrial de gran envergadura. El debate salió de la esfera civil para convertirse en un
problema interno de disciplina militar.

El ejército brasileño tenía una vieja prédica anticomunista, iniciada en la década de 1920 con los
movimientos de "indisciplina", protagonizados por los tenientes, la Columna Prestes y la
insurrección comunista de 1935.

En la década de 1950, la incidencia de la Guerra Fría empezaba a distorsionar nuevamente la


separación entre la política interna y la externa del país, convirtiendo la amenaza comunista
internacional en asunto de política doméstica. Por una parte, los efectos de la Guerra de Corea
inciden considerablemente, después del termino del conflicto en 1950, en la caída de los precios
de las materias primas, pero también merece destacarse la perniciosa política de la Administración
Republicana del Presidente Dwight Einsenhower y del Secretario de Estado Norteamericano, Jhon
Foster Dulles, quienes sepultaron la Política del "Buen Vecino" vigente por el Presidente Franklin
Delano Roosevelt en tiempos de la Segunda Guerra y le dieron campo libre a las multinacionales
para hacer "buenos negocios" en América Latina. En el caso de Brasil, estos intereses golpean su
economía, manipulando hacia la baja los precios del café, principal producto de exportación. Esto
creaba, naturalmente, gran irritación en los sectores nacionalistas. Por otra parte, la inestabilidad
de Vargas al tratar de conciliar en medio de aguas embravecidas, complicaba las cosas, y
contribuía con la radicalización de posiciones dentro del movimiento populista.
13

Vargas, después de vacilar por varios meses, opta por aceptar la fórmula de Aranha, y despide del
Ministerio del Trabajo a Goulart, para entonces el más fuerte candidato a sucederlo en la dirección
del PTB, y al mismo tiempo, odiado por los empresarios al decretar un aumento general de
salarios de 100%. Sin embargo, Vargas con esta maniobra política no logra despejar las dudas de
sus adversarios y, por el contrario, las aumenta cuando en la concentración del Primero de Mayo
de 1954 le dice a la concentración obrera: "Ustedes están hoy con el gobierno pero muy pronto
estarán en el gobierno", creando la sensación que se orientaba hacia la formación de una
República sindicalista, como ocurría en Argentina.

Las relaciones con Juan Domingo Perón eran otro asunto conflictivo, en el cual se complicaba la
política interna y la externa, desestabilizando al Gobierno de Vargas. La prensa brasileña denunció
serios indicios con relación a la ayuda económica de Perón para financiar la campaña electoral de
Vargas en 1950 y especulando sobre la existencia de un pacto secreto entre los dos gobernantes
para reactivar el Acuerdo entre Argentina, Brasil y Chile (el ABC), propuesto inicialmente por el
Canciller Río Branco en 1910. El Acuerdo tenía como finalidad defender las economías de sendos
países, formando un bloque sudamericano para contrarrestar la alta influencia de los Estados
Unidos en la región. También, los adversarios de Vargas acusaban al gobernante de seguir los
pasos del gobernante argentino.25

El corolario de la crisis se inicia el 5 de agosto de 1954, cuando se produce el grave incidente de la


calle Toledo en Río de Janeiro. Pistoleros contratados por Gregorio Fortunato, el más antiguo y fiel
de los guardaespaldas del Presidente Vargas, realizan un atentado contra el Gobernador Carlos
Lacerda, quien regresaba a su casa procedente de su programa de televisión. En el atentado
Lacerda queda herido en una pierna, pero muere su acompañante el mayor de la aviación, Rubén
Vaz.26 La grave imprudencia de Gregorio fue el argumento que necesitaban los sectores militares
para actuar e iniciar el impulso final para sacar a Vargas del poder.27 Después de tensas
negociaciones, el presidente terminó por pedir una licencia del cargo por 90 días. Sin embargo, la
situación se complicó por cuanto el Ministro del Ejército, general Zenóbio da Costa, y un número
de 27 generales de todas las tendencias, entre los que se encontraban los generales Pereira da
Costa, Juárez Tavora y Couto e Silva, autor posterior del controversial libro sobre "Geopolítica del
Brasil", deciden romper con todo tipo de negociación con el Presidente. Vargas, exhausto y
envejecido, con más de 70 años de edad, se despide de sus colaboradores más cercanos y a las
4:30 de la madrugada habla por última vez con sus familiares y antes de dirigirse a su aposento
entrega tres copias de una sentida carta explicativa a su hija, Alzira, a un ayudante y a su delfín
João Goulart. Inmediatamente después, en su aposento, se escucha una detonación, Vargas se
había disparado en el corazón.
14

Al día siguiente, el documento, uno de los textos más notables del populismo y del nacionalismo
brasileño, sería conocido como la "Carta testamento" y fue leída con voz trémula por su sucesor
político, João Goulart, por la Radio Nacional del Brasil, transmitiendo en cadena nacional a las 8:30
a.m. Su contenido es el siguiente:

Una vez más las fuerzas y los intereses contrarios al pueblo se han unido y se han desencadenado
sobre mí. No me acusan; me insultan, no me combaten, me calumnian, y no me conceden el
derecho de defenderme. Necesitan ahogar mi voz, mi acción, para que no siga defendiendo, como
siempre he defendido, al pueblo brasileño y principalmente a los humildes. Sigo el destino que me
ha sido impuesto. Después de décadas de dominio y explotación de los grupos económicos y
financieros internacionales, me erigí en jefe de una revolución y vencí. Inicié la tarea de liberación
e instauré el régimen de libertad social. Tuve que renunciar. Puse el gobierno en manos del
pueblo. Una campaña subterránea de los grupos internacionales se alió a grupos nacionales
rebelados contra el régimen de garantías del trabajo. La ley sobre beneficios excesivos fue
rechazada por el Congreso. Contra la justeza de la revisión de salarios mínimo se desencadenaron
los odios. Quise crear una libertad nacional potenciando nuestras riquezas a través de Petrobrás, y
apenas esta comenzó a funcionar aumentó la ola de agitaciones. Electrobras fue obstaculizada
hasta la desesperación. No quieren que el trabajador sea libre. No quieren que el pueblo sea
independiente.

Asumí el gobierno cuando la espiral inflacionaria destruía los frutos del trabajo. Los beneficios de
las empresas extranjeras alcanzaban hasta el 500% anual. En las declaraciones de valores de lo que
importábamos existían fraudes comprobados de más de 100 millones de dólares al año. Llegó la
crisis del café y nuestro principal producto se devaluó. Intentamos defender su precio y la
respuesta fue una violenta presión sobre nuestra economía hasta que se nos obligó a ceder.

He luchado mes tras mes, día tras día, hora tras hora, resistiéndome a una presión constante,
incesante, soportándolo todo en silencio, olvidándolo todo, renunciando a mí mismo para
defender al pueblo, que ahora queda desamparado. Nada más os puedo dar, a no ser mi sangre. Si
las aves de rapiña quieren la sangre de alguien, quieren continuar desangrando al pueblo
brasileño, yo ofrezco mi vida en holocausto. Elijo este camino para quedarme siempre con
vosotros. Cuando os humillen, sentiréis mi alma sufriendo a vuestro lado. Cuando el hambre
llamare a vuestra puerta, sentiréis en vuestro pecho la energía para luchar por vosotros y por
vuestros hijos. Cuando os vilipendiaren, sentiréis en el pensamiento la fuerza para reaccionar. Mi
sacrificio os mantendrá unidos y mi nombre será vuestra bandera de combate. Cada gota de mi
sangre será una llama inmortal en vuestras conciencias y mantendrá una vibración sagrada para la
resistencia. Al odio respondo con el perdón. Y a quienes piensan que me han derrotado les
respondo con mi victoria. Era esclavo del pueblo y hoy me libero para la vida eterna. Pero este
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pueblo del que he sido esclavo ya jamás será esclavo de nadie. Mi sacrificio pertenecerá para
siembre en su alma, y mi sangre será el precio de su rescate.

Luché contra la explotación de Brasil. Luché contra la expoliación del pueblo. He luchado a pecho
descubierto. Al odio, las infamias, las calumnias, no abatirán mi ánimo. Os he dado mi vida. Ahora
os ofrezco mi muerte. Nada recibo. Serenamente doy el primer paso por el camino de la eternidad
y salgo de la vida para entrar en la historia.

Fuente: El Nacional, Caracas 25 de agosto de 1954, sección internacional.

Evidentemente, con un acto tan teatral, Vargas servía a sus ideales y convertía su derrota en una
victoria futura sobre sus enemigos.28 A partir de ese momento, se revierte el espíritu anti _
Vargas, y surgen con violencia las fuerzas ocultas movidas por el sentimiento emotivo del pueblo.
El mismo día, la ciudad capital de Río de Janeiro tiene que ser patrullada por más de 12 mil
hombres fuertemente armados. La sección internacional del periódico "El Nacional" de Caracas,
Venezuela, en la cual se había recogido la información de los corresponsales internacionales,
comenta los ataques populares contra la Embajada de los Estados Unidos, el Ministerio de
Aviación, los periódicos "O Globo" y "Tribuna Popular", de Carlos Lacerda, además de la sede del
partido UDN. Así, la fuerza popular del `getulismo' en la política brasileña frenó e hizo retroceder
el golpe de estado de los militares, contra el populismo, por una década, hasta 1964.

LA ERA DE VARGAS EN LA BIBLIOGRAFÍA

La bibliografía de la era de Getúlio Vargas es bastante extensa y muy variada en cuanto a su


contenido. En el plano biográfico pueden destacarse diversos trabajos importantes, empezando
por el diario personal llevado por Vargas y descubierto en 1990, publicado como Diario Personal,
por la Fundación Getúlio Vargas de Río de Janeiro en 1995. Además se pueden señalar las obras de
Helio Silva, Um tiro no coracão, publicado por la editorial Civilizaçao Brasiliense; el historiador
norteamericano y paradójicamente hijo del Secretario de Estado en 1950, John W. Foster Dulles:
Getúlio Vargas Biografía Política, publicado por editorial Renas; los tres tomos del historiador y
comunicador social Affonso Henriques titulado Ascensão y Queda de Getúlio Vargas, publicado en
São Paulo por la Distribuidora Record y el libro de su hija Alzira Vargas, Getúlio Vargas, Meu pai
publicado por la Editorial Globo.
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Entre las diferentes tendencias bibliográficas se encuentra la que aborda el período desde una
perspectiva de economista, como se presenta en la obra de John D. Wirth, A Política do
desenvolvimiento na Era Vargas, publicado por la editora de la Fundación Getúlio Vargas.
También, en esta línea de pensamiento los autores resaltan la aspiración de Vargas de
implementar un modelo de capitalismo nacional auto sostenido con los ingentes recursos
disponibles del inmenso territorio brasileño, como lo resalta José Augusto Ribeiro en A Era Vargas,
publicado por la Casa Jorge Editorial. Igualmente, un número importante de autores se refiere a la
tesis del subdesarrollo y las particularidades de la evolución socio económica del Brasil en éste
período como lo muestra la investigación de Boris Fausto sobre A Revolucao de 1930 de la
Editorial Companhia das Letras. La segunda tendencia bibliográfica importante hace mayor énfasis
en los aspectos político institucionales, resaltando el surgimiento, a partir de 1930, de un
populismo plebiscitario que alteró los mecanismos de poder en Brasil del Estado preexistente de
corte patrimonialista, como destaca el trabajo de Octavio Ianni O colapso do populismo en Brasil,
publicado por la Editorial Civilizaçao Brasileira. También la formación de una fuerte polarización
del país en dos tendencias opuestas: el "getulismo" y el "antigetulismo", que en la década de 1950
prácticamente fracturaba la sociedad brasileña en dos como lo señala el trabajo de varios autores
entre ellos Adilsora de Oliveira, Vargas e a crisis dos anos 50, de Jorge Zahar Editor. La tercera
tendencia significativa reúne a los autores que hacen mayor énfasis en el resquebrajamiento de
las oligarquías y el surgimiento de la presión creciente de las masas y su transformación en un
nuevo actor del proceso histórico, creando un nuevo mercado político participativo: Ángela María
de Castro Gomes, A invenção do trabalhismo, de la Editora Retuma - Dumari y Leoncio Martins,
Partido e Sindicalismo de Editorial Atica. Esta corriente bibliográfica hace hincapié, igualmente, en
el fortalecimiento del estado centralista, creado especialmente durante el período del Estado
Novo: María Celina D' Arauyu. O Estado Novo, de Zahar Editor, 2005.

EL LEGADO DE VARGAS EN EL PRESENTE

Después de más de medio siglo de la desaparición de Vargas, se puede reconocer que ciertamente
salió "de la vida para entrar en la historia," no sólo del Brasil, en donde se le considera como uno
de las figuras políticas más influyentes del período contemporáneo, sino también de América
Latina y más concretamente, de América del Sur, en su actual proceso de unificación política. En
este Continente, Brasil se presenta hoy como el

marco de referencia necesario y gran centro de articulación de la integración de la región,


logrando en la actualidad revertir la tendencia histórica de rivalidades y antagonismos dominantes
desde los tiempos coloniales, cuando las apetencias geopolíticas enfrentaban los reinos de España
y Portugal. Vargas en 1950, con visión de futuro, previó la alianza con Argentina y la formación de
un bloque sudamericano para la defensa de sus economías. También fue considerado en vida "el
17

padre de los obreros," y hoy por primera vez en su país, el presidente de la República es un
obrero, Luiz Ignacio Lula Da Silva. Aunque, sin embargo, el actual presidente no puede ser
considerado como uno de los gobernantes populistas que sucedieron a Vargas después de 1954,
por cuanto el ciclo concluyó de manera drástica en 1964, cuando se produce un golpe de estado
militar. A finales de la dictadura militar, en 1983, aparece Lula como dirigente sindical de los
metalúrgicos, capitalizando, en junio, la primera gran huelga general del Brasil producida después
del golpe militar de 1964 y en agosto, el Congreso de los trabajadoras que constituye la Central de
los Trabajadores (CUT), en combate frontal contra el sistema represivo. El nuevo liderazgo marca
también el surgimiento de un nuevo tipo de sindicalismo contrario al populismo tradicional de la
época de Vargas.

Posteriormente, en 1989, los dirigentes sindicales acompañados por prominentes intelectuales


brasileños fundan el Partido de los Trabajadores (PT), que en el 2002 logra ganar las elecciones y
colocar a Lula en la Presidencia de la República; sin embargo, el gobierno de Lula atraviesa en la
actualidad, en el 2005, por un serio proceso de desestabilización política, pero a diferencia de lo
ocurrido en 1954 cuando Vargas se encontraba impotente para enfrentar la crisis, hoy Lula puede
capear la situación apelando a la estabilidad y al crecimiento económico.29 En este último medio
siglo se ha operado un tremendo crecimiento industrial en Brasil, que lo coloca entre las ocho
grandes economías industriales del mundo. Así, creo oportuno terminar con una de las celebres
frases de Vargas en la que afirmaba: "a nadie le permitimos que dude de la grandeza futura del
Brasil".

NOTAS

1 Es interesante establecer las semejanzas con la Historia de Venezuela, en el sentido de que los
andinos (excluidos del poder) llegaron a Caracas a finales del siglo XIX con la revolución
Restauradora, dirigida por Cipriano Castro. En este caso son los gauchos también excluidos que
llegan triunfantes a la capital de la República, Río de Janeiro, y amarran sus caballos en las plazas
públicas.

2 Weffort, citado por Boris Fausto, A revoluçao de 1930. Historiografia e Historia (São Paulo,
Compañía das Letras, 1997).

3 Según el historiador Juan José Arteaga de Zumarán: en el siglo XVII las misiones crecieron y
desarrollaron ocupando entre pueblos y estancias en territorio de más de 100.000 km2. Los siete
18

pueblos orientales fueron entregados a Portugal por el Tratado de la permuta de 1750. Estos
territorios eran los mejores de todas las Misiones en la extensión y profundidad de la tierra, tenían
estancias muy capaces para criar vacas, caballos, mulas y todo género de ganado mayor y menor.
"Las misiones jesuitas en el contexto económico de la región" en Los caminos del MERCOSUR.
Historia Económica Regional. Etapa Colonial. Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 2004,
pp 307-321.

4 Silvio, Helio. "Getúlio Vargas" Historia de América en el Siglo XX. Centro Editor de América
Latina, 1971, pp. 141 _161. No 20.

5 Según el historiador Helio Silva, el apellido Vargas se deriva de Río Grande do Sul por el
matrimonio de una de las tres hijas de una familia canaria que había entrado al Brasil, desde
Uruguay. En Brasil, según la costumbre portuguesa, predomina el apellido de la madre y es el que
se hereda. En otras versiones se indica que los Vargas llegaron al Caribe, posiblemente de Cuba y
de allí una parte de la familia se trasladó hacia Venezuela y otra hacia Uruguay.

6 Ibídem.

7 Fausto, ibid.

8 Serrano, Jonathas, Historia del Brasil (Río de Janeiro, Imprensa Nacional, 1943), p. 50.

9 Baer, Warner. Industrialization and Economic Development en Brazil (Illinois, Richard Irwin Inc,
1965).

10 Estos grupos armados deambulaban por el inmenso sertón del nordeste y atacaban los
poblados y los hacendados, llamados de coroneles y aplicaban su propia justicia quitándole a los
ricos hacendados (coroneles) para repartir entre los campesinos. Entre los jefes de bandas destacó
el terrible Lampeao, cuya captura se convirtió en un caso de consideración nacional.

11 Getúlio Vargas _ Diario (Editoras Siciliano y FGV) p. 137.


19

12 Vargas, Alzira. Getúlio Vargas Meu Pai. Ed. Globo.

13 Datos de censos suministrados por Azis Simao en su libro Sindicato e Estado (Dominisus Editors,
Brasil, 1966).

14 Mattos, Marceo Badaró. O sindicalismo brasileiro após 1930, R. J., Jorge Zahar Editor, 2003, p.
27.

15 Olga nació en Munich, Alemania, el 12 de febrero de 1908. Era hija de Leo Benário y Eugenie
Gutmann Benário, una familia típica de clase media de Baviera. Su padre era un abogado
respetado y miembro del Partido Social Demócrata Alemán.

16 Amado, Jorge. Los túneles de la libertad. Ed, Futuro.

17 Etimológicamente, según el Novo Dicionario Aurelio, de Brasil, el "pelego" es el término dado a


la piel del carnero.

18 Skidmore, Thomas. De Vargas a Castello. Paz e Terra.

19 Celina D' Araujo, María. O Estado Novo. Ed. Jorge Zahar. Sin embargo, para Walter Costa Porto,
el duro apodo de "polaca" era la denominación dada en Río de Janeiro a todas las prostitutas
venidas del extranjero (Costa Porto, "A Constituçao de 1937" en As Constitucoes brasileira, Ed.
Brasiliense, 1993, p. 50).

20 En estos casos los autores destacan la influencia del pensamiento conservador de la Iglesia
católica y su influencia en la organización de sistemas corporativos para sustituir la lucha de clases.
También, se hace referencia a la tradición histórica de carácter autoritaria presente en las
sociedades ibéricas.
20

21 Según el historiador brasileño Francisco Césae Feraz, en este aeropuerto se operaban hasta 800
vuelos diarios. En. Os brasileiros e a Segunda Guerra Mundial. Río de Janeiro, Jorge Zahar editor,
2005, p. 37.

22 Pinheiro, Leticia. Política externa brasileira. Ed. Jorge Zahar.

23 César Ferraz, Francisco. Os brasileros e a Segunda Guerra Mundial. Ed. Zahar.

24 Skidmore. Politics in Brazil. Oxford University Press.

25 Almeida, Hamilton. Sob os Olhos de Perón. Ed. Record, 2005.

26 Sobre estos impactantes eventos vimos la serie de TV Globo, Agosto 1954.

27 Dulles, John. Getúlio Vargas: biografía política. Ed. Remes.

28 Carone, Edgar. A Terceira República. Ed. Difel.

29 Revista Veja, Brasil, de junio a noviembre de 2005.

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