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INTRODUCCIÓN.
Abordar una explicación en torno a la didáctica como disciplina, nos obliga a realizar
un esfuerzo intelectual de síntesis integradora de los elementos característicos que
dan cuenta de este adjetivo epistémico, ya que éste es harto complejo que rebasa
los límites y objetivos del presente escrito. Sin embargo, es interesante como
desafío gnoseológico abordar tal temática.
Para ello, partiremos de una revisión simple a manera de una primera aproximación
de lo que implica la categoría de disciplina, “como una rama del saber que abarca el
conjunto de conocimientos de un ámbito específico, agrupados de modo
sistemático”2
Por lo que, “recuperar la disciplina implica recuperar sus problemas, sus principios,
sus relaciones con otros y entre sus constructos. Recuperar la disciplina implica
reconocer por qué un problema propio de su campo y cómo se investiga en ella.
Para hacerlo se requiere conocer cuáles son los temas que se investigan en el
campo, cuáles son los límites que están en discusión, sus problemas centrales, el
modo de pensamiento que le es propio” 3. Algunas de estas problemáticas que vive
la didáctica tocaremos a continuación.
1
Documento de trabajo para la unidad de conocimiento: didáctica general I, semestre 2005-1, Lic.
En Pedagogía de la FES Aragón.
2
Diccionario de las Ciencias de la Educación. (1983) Publicaciones Diagonal Santillana para
profesores. p.428
3
LETWIN, Edith. “El campo de la didáctica: La búsqueda de una agenda” en W. De CAMILLONI,
Alicia (Et. Al) (1999) Corrientes didácticas contemporáneas. , Ed. Paidós cuestiones de educación,
Buenos Aires, p.99
a) El nacimiento de la Didáctica Moderna.
Es Juan Amós Comenio, autor de la Didáctica magna, quien abre la discusión sobre
la constitución del hombre, por un lado, lo concibe como un sujeto con capacidad de
razón que le permite construir nuevas realidades. La capacidad de pensamiento,
entendimiento y conocimiento son las nuevas armas que le permiten desenvolverse
ante el mundo y, por otra parte, postulo la formación como una expresión ligada a
los pensamientos del humanismo y a algunos vestigios de corte religioso; ensalzó la
figura del hombre moderno con la divinidad creadora. Ambos elementos tienen la
finalidad de que el hombre se conozca a sí mismo. Con este postulado
epistemológico que propone el humanismo “conocerse a sí mismo” Comenio abre
un planteamiento para entender a la formación con base a la razón. Meneses nos
habla al respecto, “a partir de ellos es posible afirmar que, desde la Modernidad la
formación teje sus horizontes iniciando sobre la base de una racionalidad que la
cobija y de una concepción de hombre que, adscribiéndose a la razón, la plantea
como ineludible, toda vez que la formación aparece como un imperativo para actuar
en el mundo”5
4
CARRIZALES RETAMOZA, Cesar. (2003) Paisajes pedagógicos. México, Ed. Lucerna Diogenis
No. 16, p.14.
5
MENESES DÍAZ, Gerardo. (2003) Formación y Teoría Pedagógica. Ed. Lucerna Diogenis. No. 8,
México.
En la Modernidad, gracias al proyecto de la Ilustración, representa el punto de
conformación de las ciencias humanas. A partir de ella, los procesos escolares se
resignifican en la relación con la sociedad, para la conformación del ciudadano que
se requería en ese momento particular. Sin embargo, un obstáculo con el que se
encontró este ideal de ciudadano fueron los procesos de industrialización que
impusieron una ideología centrada en la eficiencia y la eficacia. Ya en el siglo XVII
se observa la gestación de los grandes ideales de orden y progreso, de desarrollo y
porvenir social. Como consecuencia se va perdiendo la imperiosa necesidad de la
reflexión y la Didáctica paulatinamente se fue convirtiendo en normativa y
prescriptita, su nivel de intervención es reducido a un saber hacer. La muerte de la
reflexión sobre el hombre integral llega por completo.
La Didáctica con esta situación, ya hacia el siglo XVIII, queda atrapada en una gran
jaula de oro: la escuela. Su influencia queda reducida a una teoría práctica que da
consignas, procedimientos de transmisión de verdades científicas con las cuales se
garantiza el porvenir de la humanidad. La Didáctica es normativa y prescriptita, sus
objetivos se centran en sus métodos y técnicas de enseñanza, traicionando sus
preocupaciones de origen, la formación integral de los estudiantes.
Sin embargo, en este mismo periodo del siglo XVIII, encontramos una nueva
filosofía que cuestiona públicamente los postulados del positivismo, Kant con su
teoría del conocimiento da la posibilidad de dar un giro a los procesos de formación
6
La Modernidad la citamos en este escrito como un proyecto histórico que abarco los siglos XVI al
siglo XVIII.
del ciudadano, a partir de su rescate como figura central en cualquier planteamiento
didáctico, pedagógico y educativo. Meneses nos ayuda a entender esta situación al
exponer que “los dos rasgos más importantes, a juicio nuestro, son la supresión de
la reflexión entorno al sujeto y a la contribución ideológica para que la ciencia se
convierta en tecnología, lo cual deja sentir en cuanto a los parámetros de
legitimación que asume el cientificismo frente a la realidad: estudio de hechos,
seguimiento de normas a apriorísticas, validez de enunciados a partir de su utilidad
y ubicación en la certeza sensible, etc.”7
Por el otro lado, las ciencias de la educación presentan una pugna al interior de
ellas por dominar más territorio conceptual y de espacios estructurantes de la
realidad, provocando con ello una traslape tanto epistemológico como teórico y de
intervención en aras de seguir desarrollando nuevos conocimientos explicativos de
la educación, redefiniendo la relación entre la teoría educativa y espacio escolar
mediada por métodos interactivos de la información, con ello pretendiendo generar
un conocimiento objetivo y neutral en los sujetos de la educación.
10
DAVINI María Cristina. “Conflictos en la evolución de la didáctica. La demarcación entre la
didáctica general y las didácticas especiales” en W. De CAMILLONI, Alicia. Et. Al Op. Cit. p. 42
En este marco, la teorizasión y reflexión de la didáctica es silenciada en aras de
legitimación científica de las otras ciencias de la educación, fuentes teóricas y
conceptuales de la didáctica, como ya se ha señalado en párrafos arriba. Esta
preocupación de cientificidad ha provocado un desplazamiento a pedagógica,
como principal fundamento de nuestra disciplina, hacia ser concebida como otra
ciencia más de las ciencias de la educación, situación que no ha preocupado a los
docentes, pues, su punto de apoyo para su ejercicio profesional lo buscan en las
técnicas como panaceas. La seguridad de ellos está sentada en razón instrumental
que se entrecruza con una moral más que en una estética.
Esta condición da como resultado, como lo comenta el mismo autor, “Hay poca
identidad entre los discursos de la teoría pedagógica, el hacer de los docentes y las
expectativas de formación de los alumnos”13
14
PÉREZ Ferra, Miguel. Conocer el curriculum para asesorar en centros. Ediciones Málaga. 2000
En este sentido, la subjetividad es siempre social y depende de la concepción
misma de sujeto. Es decir, hay una relación estrecha entre subjetividad y contexto
socio- histórico.
La subjetividad juega dos funciones para con la realidad, a decir, “Los factores
subjetivos no se limitan pues a configurar la realidad tal y como la percibimos, sino
que inciden también sobre la realidad tal y como la reconocemos, modificándola así
por partida doble”15
Por ello, es que hoy en día las prácticas cotidianas en el aula, están dejando de ser
informativas para pasar a ser formativas y propositivas. Es decir, en términos de
Camilloni, “Nuestra disciplina se propone como objetivo propio la intervención
pedagógica.”19 Mas adelante señala, “cuando el didacta se plantea la problemática
de la enseñanza como tarea a realizar, debe encararla como un trabajo de
intervención social. Sabe que no es una tarea de lectura de la realidad y de mera
descripción, ni tampoco sólo de explicación de lo social, sino que es una acción que
implica intervención. De ahí la carga de valor frente a la sociedad que la didáctica
sobrelleva sea tan grande que la obliga a no poder minar de lejos, a no poder
ignorar ninguno de los aportes de ninguna de las ciencias sociales” 20
Es decir, el rescate histórico – social del trabajo intelectual que se produce durante
el proceso de enseñanza – aprendizaje es una veta rica en posibilidades para
articular y mediar nuevos proyectos viables de aperturas para el accionar de la
didáctica. De tal suerte, el rescate de los sujetos de la educación se hace
impostergable; sus nuevas participaciones educativas están ya sobre la mesa de
reflexión. Hay que acceder a su resignificación, por lo que es menester volcar
nuestra mira filosófica a los ritos institucionales 21 que se realizan en las escuelas,
entre ellas las prácticas pedagógicas para que la didáctica se constituya como una
disciplina constructora de conocimientos, que en una relación dialéctica, enriquezca
a la pedagogía.
19
W. De CAMILLONI, Alicia. “De herencias, Deudas y Legados” en CAMILLONI. Op. Cit. p.31
20
Ídem. p.30
21
FURLÁN, Alfredo. “Teoría Pedagógica e Institución”, en Carrillo Avelar, et. al. El Debate Actual de
la Teoría Pedagógica en México. ENEP A. UNAM, México, 1989.
atisbo de posibilidades para que la didáctica esté en condición de convertirse ella
misma en una disciplina científica. Así es como la didáctica hereda distintos
enfoques, distintas teorías o programas de investigación de la psicología, y se
configura también en función de ellos”22
Esta cita nos da clara idea de la dependencia que tiene la didáctica, como teoría de
la enseñanza, para con la teoría del aprendizaje. Esta situación la explica en sus
causas Gimeno Sacristán, el cual afirma entre ellas, que dicha dependencia se
debe a una tradición epistemológica de separación entre la teoría y la práctica con
diferentes niveles de desarrollo, donde “la didáctica se concibe como una mera
actividad práctica en la cual se proyecta múltiples consecuencias normativas
procedentes de diversos capos científicos; psicológicos, sociológicos, etc. Su falta
de estatus científico le hace menos atractiva, al tiempo que se le considera como
simple actividad carente de una entidad científica que atraiga a los teóricos,
consecuencia y causa de ese deficitario estatus científico” 23. Condición que da
cuenta de la poca teorizasión sobre la enseñanza, dejándola a merced de otras
disciplinas o teorías como la del aprendizaje, esto ocasiona un proceso de
yuxtaposición con esta última teoría sobre la primera.
Empero pasar por alto esta yuxtaposición que vive el proceso de enseñanza-
aprendizaje, no ayuda a develar las problemáticas epistemológicas que enfrenta el
segundo polo de este binomio, por citar sólo un caso, la disputa entre el
conductismo y el cognoscitivismo. El resultado de este enfrentamiento ha
provocado un obstáculo de desarrollo de la didáctica, y al mismo tiempo su
diversificación conceptual y metodológica, de ahí que se hable de posturas o
escuelas didácticas y de didácticas especiales. Esta es un problema no resuelto,
siguen vigentes las discusiones, en las cuales el pedagogo no puede estar ausente,
por lo contrario su participación en la construcción conceptual aportaría elementos
definitorios para consolidar a esta disciplina proyectando su reconocimiento social.
La situación que vive la didáctica hoy en día como consecuencia de sus deudas con
legados y herencias es producto de toda una recomposición epistémica de aquellas
ciencias citadas arriba como producto de su devenir histórico. Las cuales si bien
nacieron a partir de una delimitación marcada en culturales epistémicos, hoy lo que
fue separado, empieza a reintegrarse.
Basta echar un vistazo a los libros que circulan sobre didáctica en nuestro país
como para observar que ésta queda reducida a un ámbito prescriptivo, normativo e
instrumental; se soslaya por tanto la reflexión sobre su racionalidad, la historización
sobre su constitución, la construcción de las teorías que explican las prácticas de
enseñanza concretas que se desarrollan en contextos socio-históricos particulares.
“Es necesario reconocer que la didáctica, antes de ser una forma instrumental de
atender el problema de la enseñanza, es una forma concreta en que la institución
educativa se articula con un momento social. Por tanto es contradictorio que se
pretenda que esta disciplina opere sin contemplar las condiciones sociales en que
está inserta”25.
En síntesis, concordamos con Díaz Barriga cuando afirma que “la didáctica es una
disciplina teórica, histórica y política. Es teórica en cuanto responde a concepciones
24
DÍAZ, Barriga Ángel. Didáctica. Aportes para una polémica (1995). Ed. Aique. Grupo editor
sociedad anónima, Argentina. Pág. 13.
25
Ídem. Pág. 14.
amplias de la educación (y esto la engarzaría a una teoría de la educación) de la
sociedad, del sujeto, etc. Es histórica en cuanto que sus propuestas son resultado
de momentos históricos específicos, (...) es política porque su propuesta se engarza
a proyecto social”26
Queda en claro que la didáctica se debate en un campo de lucha de poder entre las
teorías y prácticas hegemónicas dominantes y las subalternas de concientización y
de liberación.
2-El curriculum, se concibe por algunos teóricos americano desde algunas décadas
pasadas, como un espacio temático de demarcación de la didáctica. En otras
palabras, la teoría curricular y el diseño y evaluación del curriculum se postula como
un objeto importante y central de la didáctica. Para algunos esta situación hace
“referencia a uno de los temas nucleares, más importantes en nuestra época en la
didáctica, el curriculum, lugar geométrico donde se reúnen todos los desarrollos
teóricos que ha venido realizando la didáctica desde principios de siglo. Se trata,
pues, de un tema privilegiado, de un objeto en torno del cual la polémica define no
26
Ídem. Pág. 23.
sólo la apropiación de ese objeto, sino los modos de construcción, el tipo de
enunciado y los referentes principales de la disciplina” 27 (la didáctica)
Interesante resulta tal afirmación, ya que parece ser que mientras más se desarrolla
el conocimiento científico, más se desdibujan las disciplinas, tómese en cuenta que
la didáctica que postulo Comenio, estaba bien delimitada. Pero, por otro lado, como
ya hemos señalado en líneas anteriores del campo de las ciencias sociales y
humanas se están reconfigurando gracias a los resultados de nuevas
investigaciones cualitativas- cuantitativas, por lo que las disciplinas científicas se
están reintegrando y las antiguas fronteras están desdibujando. La didáctica no
escapa a éste proceso epistémico en su validación como disciplina.
27
W. DE CAMILLIONI. Op. Cit. p.21
28
BECKER Suarez, Magda. Op. Cit. P.15
29
HERNÁNDEZ González, Marco Antonio. Los procesos de Conocimiento como Objeto de Estudio
de la Didáctica. Tesis, Lic. Pedagogía, ENEP A. UNAM, México, 1993, p.p. 14 – 15.
30
DE CAMILLONI, W, Alicia. Op. Cit. P,22
En palabras de camillioni, “El avance de la epistemología es fundamental para la
didáctica (...) sobre el trabajo que la didáctica tiene que hacer sobre el
conocimiento, que es, precisamente, lo que se tramite a través de la enseñanza. Sin
fundamentación epistemológica, sería imposible el trabajo serio y riguroso en la
didáctica general y en las didácticas especiales.” 31 La fundamentación
epistemológica de la didáctica abre las interrogantes de ¿qué enseñar?, ¿cómo
enseñar?, ¿para qué enseñar?, ¿por qué enseñar?, ¿cuándo enseñar?
Sin embargo, hay que tener presente, que “la didáctica se ocupa de algunos
problemas que nuevos y antiguos son objetos propios y podríamos decir exclusivos
de la didáctica, y en los cuales, utilizando categorías, herramientas conceptuales y
teorías provenientes de otros campos, se esta realizando un trabajo sobre los que
pueden denominarse temas-objetos, con métodos que se van estructurando y
desarrollando en el campo específico de la didáctica. Entre ellos podemos
mencionar, por ejemplo y entre otros, los estudios sobre el pensamiento del
profesor y los trabajos con teorías implícitas de los alumnos, los estudios sobre
estrategia de enseñanza, las comparaciones de diseños comparativos de
programación, los trabajos sobre evaluación de los aprendizajes y de la gestión
institucional, y en todos los casos, la relación entre teoría y acción pedagógica y
entre explicación y prescripción didáctica”32.
Todos estos trabajos bajo una corriente latinoamericana denominada crítica, que
postula el ámbito político de la didáctica para desenmascarar la falsa neutralidad
ideológica de la didáctica instrumental que postulo desde la década de los sesentas
la tecnología educativa, es decir, la didáctica como disciplina se debate entre la
neutralidad y la crítica para encontrar su identidad.
31
Ibidem. p. 28
32
Ibidem. P.26
33
NERICÍ Imideo, G. Hacia una Didáctica General Dinámica. Ed. Kapelusz, Buenos Aires, 1984, p.54.
político de falsa conciencia, con la cual la didáctica es desconectada de sus
dimensiones con la realidad.
Por otro lado, como ya hemos apuntado en líneas arribas en nuestro continente sé
a constituido una corriente didáctica autonombrada crítica o nueva didáctica. Sus
orígenes los encontramos a fines de la década de los sesentas, bajo una
perspectiva de una teoría de la enseñanza en la cual se postulan interesantes
principios para estudiar las prácticas educativas, tanto en el ámbito de lo manifiesto,
lo latente y lo culto, entre lo objetivo y lo subjetivo que se manifiesta en el interior de
las aulas, la relación interdependiente de la metodología de los contenidos
curriculares de enseñanza la relación entre teoría y práctica en la construcción de
conocimiento por parte del grupo escolar.
Para ejemplificar esta afirmación veamos algunos ejemplos de cómo perciben los
teóricos latinoamericanos conceptualmente a la didáctica.
“Hay una razón de idioma, que pone un límite en los campos nacionales, relativa a la
demarcación de nuestra disciplina. En la tradición anglosajona, por ejemplo, la
palabra “didáctica” casi no se ha empleado. Las fronteras entre lo que se
denominaba psicología educacional o psicología del aprendizaje y lo que era para
nosotros hoy sería una teoría de la enseñanza, es decir la didáctica, prácticamente
no existía.”36 Aunado a esta situación no podemos soslayar la fuerte circulación de
textos norteamericanos que han sido traducidos a nuestro idioma y que han sido
promovidos y consumidos en los cursos de formación de profesores de educación
básica principalmente. Lo que provoco que éstos sintieran “seguridad” en la
psicología del aprendizaje para resolver los problemas de enseñanza. Lo importante
es que ellos entendieran los procesos de aprendizaje de sus alumnos, mismos que
serían evaluados desde la óptica conductista, a través de conductas observables.
Con ello, la reflexión de su propia práctica desde fundamentos pedagógicos era
menos importante.
Este recorrido sintético por las diferentes aristas que afectan el desarrollo de la
didáctica da cuenta de que ella se ha debilitado por tres factores básicamente, el
primero se refiere al desdibujamiento del sujeto en los planteamientos didácticos a
partir de la tecnificación del campo educativo 37 sustentados desde su origen en la
pedagogía industrial norteamericana, al poner el acento de atención en la
sistematización de la enseñanza con base a la programación de objetivos
conductuales y hoy en día en los medios de comunicación social, como el internet y
sistemas virtuales, presentados como tecnología de punta para la enseñanza.
36
DE CAMILLONI, W. Alicia. Op. Cit. Pp.22-23.
37
Recuérdese que en el movimiento didáctico llamado “escuela nueva” la vida académica se
desarrollaba alrededor del niño, gracias a los aportes de la psicología infantil.
consenso es pacíficamente aceptada por la comunidad académica” 38 Empero,
también la didáctica se debate desde ángulos ideológicos y dominio entre y con
otras disciplinas por la conquista de las prácticas educativas y pedagógicas, que si
bien se justifican desde una tendencia interdisciplinar, “sin embargo, la
interdisciplinariedad en las ciencias sociales y humanas, cuando se ocupan de
cuestiones de aprendizaje y de enseñanza, está lejos de ser una actividad
legítimamente consolidada” 39
No se puede soslayar en este orden de ideas el papel que juegan las políticas
educativas de los organizamos internacionales en la determinación de los apoyos
para con las disciplinas que no están sometidas a la lógica del mercado
internacional.
Situación que nos ubica en el ámbito de la ética, pues a través de ella se abre la
posibilidad de la reflexión en torno a nuestra disciplina. Es decir, formación- ética-
reflexión, es una tríada inseparable en la didáctica.
Este es el reto histórico del pedagogo como didacta y de los docentes como
intelectuales.
BIBLIOGRAFÍA.
DÍAZ, Barriga Ángel. Didáctica. Aportes para una polémica (1995). Ed.
Aique. Grupo editor sociedad anónima, Argentina.