Está en la página 1de 9

LECTURA 4

Octubre 28, 2017

CUADERNOS DE PSICOBIOLOGIA SOCIAL 6


EL NIVEL CONSCIENTE DE LA ACTIVIDAD PSÍQUICA
Pedro Ortiz C. (2003)

¿QUÉ ES LA MEMORIA?

La naturaleza de la memoria. Teoría clásica de la memoria. Organización de la memoria


del hombre. Codificación de la información social. Procesos funcionales, metabólicos y
genéticos de la memoria consciente.

 Estructura de la memoria de nivel consciente


Por las razones expuestas, la información psíquica consciente puede permanecer
guardada en el plano subconsciente o bien se mantiene en uso en el plano epiconsciente;
ambos aspectos de la retención de la información psíquica implica una memoria.

a) Estructura de la memoria en el plano epiconsciente


Una vez reconstruida la información guardada y adopta la forma de imágenes y
conceptos, los que se mantienen en los planos de la percepción, la imaginación, el
pensamiento o la actuación todo el tiempo, generalmente breve, en que dicha información
organiza la actividad personal. Este estado corresponde a lo que también se llama memoria
de trabajo o memoria operativa, aunque es tiene más sentido separar la información que se
mantiene en uno u otro de estos planos. Esto significa que la información actual o en uso
que resulta de la integración de las señales psíquicas de cada sistema de memoria, puede
procesarse de manera independiente de la realidad exterior en el curso de la imaginación
o del pensamiento; pero también puede procesarse como representación perceptual que
refleja dicha realidad a partir de la información psíquica afectiva o cognitiva inconsciente, o
como procedimiento de actuación que se refleja en la misma realidad a través de los
programas ejecutivos y emotivos del mismo nivel inconsciente.
De este modo, la información psíquica consciente se mantiene codificada en
estructuras cerebrales formadas por la integración supramodal de macrorredes
holocorticales, bihemisféricas distribuidas e interconectadas en paralelo, que son las que
codifican dicha información en dichos planos del plano epiconsciente.

b) Estructura de la memoria en el plano subconsciente


En este nivel, la información psíquica consciente se codifica en estructuras
neocorticales formadas por macrorredes multimodales interconectadas en paralelo y
distribuidas en tres sistemas en cada hemisferio cerebral que son las siguientes:
1, Memoria afectivo-emotiva: En el neocórtex paralímbico
2. Memoria cognitivo-productiva: En el neocórtex parietotemporooccipital
3. Memoria conativo-volitiva: En el neocórtex prefrontal dorsolateral

Presumimos que la diferenciación hemisférica en el plano subconsciente se debe a la


diferente manera de codificar la información psíquica en las redes neocorticales de cada
hemisferio. Es posible que los aspectos estructurales –afectivo, cognitivo y conativo– de la
información se codifiquen mejor en el neocórtex derecho, y que los aspectos de actividad –
emotivos, productivos y volitivos– se codifiquen mejor en el neocórtex izquierdo. Esta forma
de codificación en las redes de cada hemisferio explicaría la formación de las imágenes y
los conceptos a partir de cada uno de ellos.

c) Estructura de la memoria consciente en el nivel funcional


La información psíquica consciente se codifica en señales neurales neocorticales que
se forman en redes de modalidad específica distribuidas e interconectadas en serie; es
decir, como si fueran áreas nodales de la corteza que se conectan siguiendo una trayectoria
de entrada-salida.

d) Estructura de la memoria consciente en el nivel metabólico


La información psíquica consciente se codifica en estructuras neocorticales formadas
por microrredes submodales (columnas, burbujas) interconectadas sinápticamente.
Nuestro conocimiento acerca de los procesos moleculares interneuronales en las sinapsis
es todavía pobre, pero más adelante, al hablar de la codificación de la información, veremos
algunos datos importantes.

e) Estructura de la memoria de nivel genético


La información psíquica consciente se codifica en estructuras neocorticales formadas
por microrredes submodales interconectadas anatómicamente, como consecuencia de la
modificación de la red por la formación de nuevas sinapsis como expresión de la actividad
genética de las células nerviosas neocorticales.

 La actividad mnésica de nivel consciente


Por oposición a los aspectos estructurales de la memoria, el aspecto de la actividad
mnésica los estudiamos como procesos que se suceden en el tiempo. La manea más
sencilla de hacer esta suerte de seguimiento es midiendo el tiempo que se mantiene o
retiene la información social durante la adquisición y uso de la misma en el curso de la
actividad personal.
Infortunadamente, al hacer este tipo de análisis, la falta de datos empíricos y las
deficiencias conceptuales son mucho más evidentes. Así, por ejemplo, no sabemos cómo
ni cuánto tiempo se retiene un sentimiento o una convicción. Ha sido muy fácil medir
cuantas palabras se retienen hasta 1, 2 o más minutos, horas o días, pero a nadie se le ha
ocurrido medir en términos similares la retención de otras clases de información. Con toda
seguridad que esta dificultad práctica ha contribuido también a mantener una conceptuación
sesgada y restringida de la memoria como si fuera sólo un proceso cognitivo.
Otra dificultad práctica, es que no se ha diferenciado entre el tiempo que permanece
activa la información –imágenes y conceptos– en el plano epiconsciente, y el tiempo que
dura la retención de la misma información en el plano subconsciente, es decir, cuando se
dice que la información está fuera de la conciencia. En el cuadro 1.2.4 se señalan los
tiempos de retención, obtenidos experimentalmente en tareas de tipo cognitivo únicamente.

a) La actividad mnésica del plano epiconsciente


La actividad mnésica de plano epiconsciente comprende: 1) los procesos de
adquisición de información durante la percepción, 2) los procesos de recuperación y
elaboración de información en la imaginación y el pensamiento, 3) los procesos de
utilización de información en la actuación personal. Dentro de este modelo, el recuerdo es
sólo el proceso por el que la información guardada se convierte en información en uso.
Hay pocas personas que tienen una especial capacidad para retener información en
este nivel por tiempo prolongado; por ejemplo, algunos niños tienen imágenes eidéticas,
algunos adultos tienen una gran facilidad para el cálculo mental. Sólo a esta memoria puede
aplicarse el concepto de volumen de memoria, el número 7  2 de G. Miller.

b) La actividad mnésica de plano subconsciente


En este nivel, las diversas clases de información siguen los procesos de: 1) adquisición
subconsciente de información, y 2) de utilización subconsciente de información. En el
lenguaje subjetivo de la introspección, es lo que tradicionalmente calificamos como hacer
sin darse cuenta, o inconscientemente. Un proceso cognitivo de este tipo es la primación,
que bien puede hacerse extensivo a la formación de los sentimientos.

c) La actividad mnésica de nivel funcional


Corresponde a 1) el registro de las señales neurales, 2) la retención de las señales
neurales y 3) la reproducción de las señales neurales. De estos procesos, los mejor
conocidos son los fenómenos de potenciación a largo plazo y de convergencia de las
señales de distintas vías transcorticales en las células piramidales del hipocampo.
CUADRO 1.2.4

RETENCIÓN DE LA INFORMACIÓN EN LA MEMORIA


(Tomado de: Ortiz, C.P., 1998)
1. En el plano subconsciente:
1.1. La retención a corto plazo sin ensayo: 18 a 25 seg
1.2. La retención a corto plazo con ensayo: 3 a 10 min
1.3. La retención a largo plazo: más de 10 min, por horas, meses o
años
1.4. La retención a muy largo plazo: toda la vida
2. En el plano epiconsciente:
2.1. La retención de información de entrada: 200 mseg a 2 seg
2.2. La retención de información recuperada: varios segundos

d) La actividad mnésica de nivel metabólico

Comprende los procesos de transmisión sináptica en las redes neocorticales, como


son: 1) el registro sináptico de las señales químicas, 2) la retención presináptica y
postsináptica de las señales químicas, y 3) la activación y reproducción de las señales
químicas. También en este caso sólo se conocen los tipos de transmisión sináptica en
sinapsis que usan glutamato como neurotransmisor en las sinapsis axodendríticas de las
neuronas piramidales mencionadas.

e) La actividad mnésica de nivel genético

Respecto de la actividad bioquímica de las neuronas corticales, apenas sabemos


algunos aspectos de lo que se ha venido a denominar plasticidad neuronal. Se supone que
el registro postsináptico de las señales químicas conduce a la retención de los datos por
modificación plástica de la red nerviosa; es decir que, por efecto de la activación de la
expresión genética de estas neuronas por segundos mensajeros, se produce la formación
de nuevas redes locales y/o transcorticales que codifican la nueva información. Una red
anatómica de este tipo será más fácilmente activada durante el proceso de recordar.

 Codificación neocortical de la información social


Respecto de los procesos de guardado de la información social en la forma de
información psíquica consciente, tenemos que explicar dos tipos de proceso: 1) los
procesos de encodificación y descodificación de la información psíquica consciente en sí,
que se realiza en la red neocortical, y 2) los procesos que facilitan o inhiben la formación
de las redes neurales locales y transcorticales que codifican dicha información.
a) Procesos de encodificación y descodificación de la información psíquica consciente
Es difícil negar que la información psíquica consciente se almacena en el neocórtex
cerebral. Sabemos que las lesiones corticales, sean de extensión local o que abarquen
extensas zonas del neocórtex de ambos hemisferios como sucede en pacientes con
demencia, reducen las capacidades de adquirir nueva información, específicamente de
aquella que corresponde a las redes neurales afectadas, y al perderse la red neural a
consecuencia de la lesión, también se perderá la información codificada en ella.
El aspecto opuesto a los efectos de las lesiones, son los efectos de la estimulación
cortical. En experimentos hechos en personas craneotomizadas con fines quirúrgicos, la
aplicación de pequeños pulsos eléctricos sobre su corteza cerebral puede precipitar la
aparición de alucinaciones que son descritos por las mismas personas como recuerdos de
sucesos reales pasados. Aunque estas observaciones no han sido fáciles de reproducir o
no han sido reproducidas del todo, es conocido que enfermos con epilepsia del lóbulo
temporal tienen crisis que Jackson las llamó “estados de ensueño” (dream states), que
claramente muestran que es posible la activación de ciertas redes corticales estructuradas
que la persona experimenta como alucinaciones, falsas alucinaciones (se da cuenta que no
son vivencias verdaderas), pensamiento forzado (piensa algo que no se propone). Es
evidente, sin embargo, que estas experiencias patológicas son estados afectivos o
cognitivos aislados o fuera de contexto, que son resultado de la activación anormal de redes
neurales interconectadas previamente o en el momento de la crisis. Pero esto de ningún
modo significa que los conocimientos estén guardados como tales en la corteza.
Se sabe que algunos sucesos “con una fuerte carga emocional” se graban en la
memoria en forma instantánea y que a veces se retienen a muy largo plazo. Por otro lado,
como muy bien lo señaló Bartlett, se sabe que el recuerdo es un proceso de reconstrucción,
que es evidente cuando experimentamos el fenómeno de “lo tengo en la punta de la lengua”.
Es posible que las redes paralímbicas que codifican información afectiva, sean redes que
se interconectan en simultáneo o que activan sinapsis en esta forma para inducir en seguida
los cambios en la expresión genética neuronal que estabilizan la red a largo plazo. En
cambio las redes cognitivas posteriores, parece que guardan información por saltos, con
cambios de corto plazo que sólo se estabilizan anatómicamente cuando la misma
información es provista desde una fuente externa, o cuando dicha información es
configurada dentro de otra red más amplia establecida previamente.

En el cuadro 1.2.5, se resumen los niveles de codificación de la información psíquica


consciente. En el esquema podremos notar que la encondificación de la información
durante su adquisición tiene que efectuarse de un nivel a otro inferior en etapas sucesivas
durante el aprendizaje que empieza en el plano perceptual. Por el contrario, la
descodificación de la misma información durante el recuerdo tendrá que producirse de un
nivel inferior a otro superior de codificación.
Estos procesos de codificación de la información entre los planos epiconsciente y
subconsciente se tienen explicar psicológica, fisiológica, metabólica y genéticamente.
Desde la introducción de la noción del “hábito neural” (James, 1890), la explicación de la
codificación de la información en el cerebro ha girado solamente en torno a la actividad
sináptica. Tanzi (en 1893) fue el primero en sugerir que el aprendizaje depende de cambios
en las conexiones nerviosas que consisten en una facilitación del paso de las señales por
una disminución de la resistencia a la transmisión de los impulsos nerviosos. Wood-Jones
(en 1923) pensó que este cambio era un aumento de la conductancia en la membrana post-
sináptica.
Fue Hebb (1949) quien formuló la hipótesis más precisa acerca de la modificación de
las sinapsis al formarse nuevos ensambles de redes neurales durante el aprendizaje. De
allí que hablemos de “sinapsis hebbianas” para referirnos a las sinapsis modificadas bajo
estas condiciones. Su hipótesis la resumió en los siguientes términos:

“Cuando el axón de una célula A está en condiciones de excitar a una célula


B, o repetida o persistentemente toma parte en su descarga, tiene lugar algún
proceso de crecimiento o cambio metabólico en una o en ambas células, de modo
que aumenta la eficiencia de A para provocar la descarga de B.”

Los estudios más recientes de Kandel y sus colaboradores han mostrado que el
aprendizaje, por lo menos en los invertebrados, es consecuencia de la formación de nuevas
sinapsis (Kandel, 1976). Si se comparan los cambios sinápticos observados en la aplysia
durante el aprendizaje no asociativo (por habituación o por sensibilización) y el asociativo
por condicionamiento, con las pocas observaciones hechas en la corteza del hipocampo y
del cerebelo (en pequeñas rodajas de corteza que se mantienen en suero fisiológico), se
puede observar algunas coincidencias que hacen presumir que los procesos sinápticos en
la corteza durante el aprendizaje son de naturaleza similar.
_______________________________________________________________________
CUADRO 1.2.5

NIVELES DE CODIFICACIÓN DE LA INFORMACIÓN PSÍQUICA EN EL


NEOCÓRTEX EULAMINAR
(De: Ortiz, C.P., 1998)

NIVEL INDIVIDUO ESTRUCTURA ACTIVIDAD INFORMACIÓN CODIFICACIÓN

Epiconsciente Percepción Psíquica En macrorredes


Imaginación
holocortical Consciente supramodales
V. Personalidad Pensamiento
interconectadas
Actuación
en paralelo

Subconsciente Afectivo-emotiva Psíquica En macrorredes


Individuo Cognitivo-
multimodular productiva Consciente intermodales
humano
IV. Conativo-volitiva
interconectadas

en paralelo

Modular Funcional Neural En redes

unimodales
III. Organismo
interconectadas

en serie

Columnas Metabólica Metabólica En microrredes

“cristales” submodales
II. Tisular
“burbujas” interconectadas

metabólicamente

Neuronal Expresión genética Genética En microrredes

submodales
I. Celular
interconectadas

anatómicamente

0. Física Química No existe


Molecular
Se atribuye al fenómeno de potenciación a largo plazo (PLP), estudiado en el
hipocampo, la función que inicia la codificación de la información. Consiste en el incremento
persistente (que dura horas o días) de la amplitud del potencial postsináptico después de
la estimulación tetánica (50 a 100 potenciales de acción por seg.) de la neurona
presináptica. Puede ser de tipo no-asociativo en CA3 y de tipo asociativo en CA1. El
neurotransmisor involucrado es el glutamato que modifica sus receptores NMDA y AMPA
sucesivamente. Estos cambios sinápticos activan segundos mensajeros que luego
producen los cambios funcionales señalados en la membrana postsináptica. De este modo
la PLP se mantendría por efecto de transmisores retrógrados como NO o CO.

b) Procesos que facilitan el guardado y recuperación de la información psíquica


consciente
Así como las lesiones que destruyen las redes neocorticales ocasionan una pérdida de
la información codificada en ellas, lesiones de ciertas formaciones nucleares subcorticales,
que dejan intacto el neocórtex, provocan una discapacidad para retener nueva información
o para usar información almacenada previamente, que son las amnesias por defecto de
encodificación o de descodificación, respectivamente. Estos desórdenes han dado mucha
luz acerca de los procesos por los cuales se facilita o inhibe la adquisición y elaboración de
la información social en el neocórtex humano. Las estructuras subcorticales más
frecuentemente asociadas a estas clases de amnesia son el hipocampo, el hipotálamo, la
amígdala, el núcleo dorsomedio del tálamo y el núcleo basal de Meynert.
De estos estudios se ha deducido que para poder almacenarse la información social en
las redes neocorticales durante el aprendizaje, y para ser recuperadas desde las mismas
durante el recuerdo o el reconocimiento, se requiere de la conversión de los datos mnésicos
en señales distribuidas en las áreas neocorticales correspondientes. Esta función de
conversión de los datos y de integración de las señales psíquicas parece que depende de:
1. Redes interconectadas en paralelo –directamente a través de las vías
transcorticales, del cuerpo calloso e indirectamente a través del circuito límbico–, y
de
2. Redes de integración córtico-subcorticales, que tienen como centros nodales las
estructuras cuya lesión produce amnesia (no demencia), como son las estructuras
subcorticales mencionadas líneas arriba.
Todas estas formaciones nucleares están interconectadas entre sí y con la corteza
cerebral a través de redes de ida y vuelta, especialmente a través de la vía del cíngulo. Se
pensó que esa red era indispensable para el procesamiento afectivo-emotivo. Pero, a partir
de lo que hemos podido especificar respecto de la actividad afectivo-emotiva inconsciente
(Cuaderno III), es evidente que una de las funciones de este circuito es la integración
subcortical entre la información psíquica consciente y la inconsciente, y entre ésta y la
actividad funcional subcortical durante la actividad personal.
Por otro lado, el hipocampo es una formación anatómica cuyas funciones ya no son las
mismas que en los animales. Al parecer, en los vertebrados inferiores es una estructura que
en el mismo nivel del cerebelo interviene en la integración sensitivo-motora de la
información neural. En los vertebrados tendría una función de integración afectivo-cognitiva,
que es mucho más importante en los mamíferos. En el hombre, esta clase de integración
seguramente se mantiene, pero ha tenido que volverse mucho más compleja dada la
aparición de la actividad neocortical, dentro de la cual se tiene que guardar y recuperar una
clase de información que ya no se integra por condicionamiento, y mucho menos por
habituación o sensibilización, sino por procesos de integración multimodal y supramodal,
un nivel en el cual las diversas clases de información ya no sólo se confrontan, aparean o
asocian entre sí, sino donde se incorporan nuevas clases de información, las que deben
añadirse y elaborarse hasta formar parte de las configuraciones de la información existente
previamente formadas.
Por último, aunque no se conoce de alguna forma de amnesia debida a lesiones del
cerebelo, es importante recordar que tiene una estructura cortical con funciones semejantes
a las del hipocampo, como son la de depresión sináptica a largo plazo, y que a través de
sus conexiones de ida y vuelta con a corteza cerebral interviene en la formación de
programas motores durante el aprendizaje de destrezas que requieren de una coordinación
sensori-motora, gruesa o fina, como las atléticas y del trabajo manual.

También podría gustarte