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En el caso del Abogado que preste sus servicios por contrato o ejerza la profesión
como funcionario público, debe excusarse en los asuntos concretos que señala el
párrafo anterior, y si no, se admitiere su excusa, deberá sostener enérgicamente
su independencia.
CAPTULO II: contiene normas generales, que no son más que supuestos
generales que deben observar el abogado para el ejercicio de la profesión, tanto
como la defensa de los pobres, el secreto profesional, estimulación y cobro de
honorarios y la responsabilidad del mismo en el desempeño de su trabajo.
CAPITULO III: contiene las relaciones del abogado con el cliente, en las cuales se
indica de qué manera debe de formarse la clientela en base a la imagen que
refleja, como darse a conocer con los posibles clientes y establecer una relación
personal con los mismos ya que tiene responsabilidad directa frente a los asuntos
que lleve.
CAPITULO IV: contiene las relaciones del abogado con los tribunales y demás
autoridades poniendo como primer supuesto, la defensa del estado de derecho y
el respeto a los derechos humanos; luego la independencia y lealtad, ambas
actitudes que el abogado debe tener ante los tribunales; respeto y honradez ante
las autoridades, defensa del honor profesional como un deber, entre otras.
CAPITULO V: contiene las relaciones del abogado con la parte contraria y sus
colegas proponiendo la solidaridad y la colaboración entre los abogados por el
hecho de que ejercen la misma profesión, manteniendo respeto, evitando crear
conflictos y la competencia desleal.
CAPITULO VI: contiene lo relativo al abogado como juez funcionario y contiene los
principios por los que debe regirse el juez en el ejercicio de su cargo, basándose
en la imparcialidad y ecuanimidad como los deberes más importantes del
juzgador, independencia de cualquier influencia que pueda perturbar su decisión y
actuar con decoro tomando los principios morales, decencia y corrección.
CAPITULO VII: contiene lo relativo al notario y en este se indicó que se hace
extensión de los mismos postulados de la abogacía para este campo, haciendo
énfasis en la buena fe y la fidelidad con las que debe actuar; haciendo
enumeración de las situaciones de las que el notario debe abstenerse de realizar.
CONCLUSION:
Como conclusión tenemos que el código de ética profesional podría tomarse con
una guía de cómo debemos encaminar nuestro actuar a lo largo del ejercicio de
nuestra carrera profesional, siempre tomando en cuenta que no es solo lo que
podemos leer en él, sino que existe muchas más normas morales y éticas a tener
en cuenta al momento de ejercer.