Las principales diferencias entre las legislaciones de México, Colombia, Perú, Guatemala,

Honduras, en materia de Extinción de Dominio, son las siguientes:

1. Honduras, México, Colombia y Guatemala, a diferencia de Perú respecto a la privación
definitiva del dominio, tienen orden público, autónomo e independiente de cualquier
otra acción de naturaleza penal, pues ésta es de naturaleza jurisdiccional, de carácter
real, de contenido patrimonial y se gestiona como proceso especial.
2. A diferencia de Colombia, Honduras, en Perú no se observan disposiciones que
estipulen una retribución con cargo a los recursos obtenidos de los bienes cuyo
dominio se extinga a favor del Estado, para los particulares que aporten o brinden su
colaboración en la obtención de elementos que sirvan para emitir la declaración de
extinción de dominio.
3. Honduras, Guatemala y Colombia, a diferencia de Perú y México contempla la
retribución a los particulares (personas naturales) que de manera oportuna y eficaz,
aporten o brinden colaboración respecto a elementos que sirvan para declarar la
privación definitiva del dominio, sin embargo, ésta es más alta, pues se otorgará el
10% total que se obtenga de acuerdo a la liquidación de los bienes o del valor
comercial cuando éstos se adjudiquen al Estado.
4. México, a diferencia de Honduras, Guatemala, Perú y Colombia cuenta con cinco
causales para iniciar un juicio de extinción de dominio, la acción no prescribe, se deja
claramente establecido el destino que se dará a los recursos que se obtengan de los
bienes declarados extintos de dominio y se prevé en la Constitución de fondos para el
depósito de dichos recursos.

1.- México no prevé la constitución de sus fondos para el depósito de los recursos que se
obtengan de los bienes declarados extintos de dominio, como lo hace Colombia, Guatemala,
Honduras y Perú.
2.- En México, Guatemala y Colombia, se contempla la retribución a los particulares (personas
naturales) que de manera oportuna y eficaz, aporten o brinden colaboración respecto a
elementos que sirvan para declarar la privación definitiva del dominio.
3.- Colombia y Guatemala, a diferencia de Perú, Honduras, México cuenta con un Código de
Extinción del Dominio que identifica como sujetos procesales a la Fiscalía General de la Nación
y a los afectados, asimismo, les asigna el carácter de intervinientes al Ministerio Público y al
Ministerio de Justicia y del Derecho.
4.- Guatemala a diferencia de Perú y Honduras, abona una retribución de un 5% para las
personas que denuncien de manera eficaz o que en forma efectiva contribuyan a la obtención
o aporte de evidencia para la declaratoria de extinción de dominio.

5.- Honduras, México, Colombia y Guatemala, a diferencia de Perú respecto a la privación

definitiva del dominio, tienen orden público, autónomo e independiente de cualquier otra
acción de naturaleza penal, pues ésta es de naturaleza jurisdiccional, de carácter real, de
contenido patrimonial y se gestiona como proceso especial.

6.- A diferencia de Colombia, Honduras, en Perú no se observan disposiciones que estipulen

una retribución con cargo a los recursos obtenidos de los bienes cuyo dominio se extinga a
favor del Estado, para los particulares que aporten o brinden su colaboración en la obtención
de elementos que sirvan para emitir la declaración de extinción de dominio.

7.- Honduras, Guatemala y Colombia, a diferencia de Perú y México contempla la retribución a

los particulares (personas naturales) que de manera oportuna y eficaz, aporten o brinden
colaboración respecto a elementos que sirvan para declarar la privación definitiva del dominio,
sin embargo, ésta es más alta, pues se otorgará el 10% total que se obtenga de acuerdo a la
liquidación de los bienes o del valor comercial cuando éstos se adjudiquen al Estado.

8.- México, a diferencia de Honduras, Guatemala, Perú y Colombia cuenta con cinco causales
para iniciar un juicio de extinción de dominio, la acción no prescribe, se deja claramente
establecido el destino que se dará a los recursos que se obtengan de los bienes declarados
extintos de dominio y se prevé en la Constitución de fondos para el depósito de dichos
recursos.