Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
EL MODELO ANTROPOLÓGICO
DEL MATRIMONIO
BIBLIOTECA
UNIVERSIDAD DE NAVARRA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 4
Comité Científico
José M. Casas Torres (Catedrático de Geografía de la Población);
Sergio Cotta (Prof. Ordinario de Filosofía del Derecho. Universidad
de Roma); Jacinto Choza (Catedrático de Antropología Filosófica.
Universidad de Sevilla); Francesco D’Agostino (Prof. Ordinario de
Filosofía del Derecho. Universidad de Roma); Javier Escrivá-Ivars
(Catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado. Universidad de
Valencia); David Isaacs (Instituto de Ciencias para la Familia.
Universidad de Navarra); Enrique Martín López (Catedrático de
Sociología de la Comunicación Humana. Universidad Complutense
de Madrid); Tomás Melendo Granados (Catedrático de Metafísica.
Universidad de Málaga); Aquilino Polaino-Lorente (Catedrático de
Psicopatología. Universidad Complutense de Madrid); Augusto
Sarmiento (Prof. Ordinario de Teología Moral. Universidad de
Navarra); Jorge Vicente Arregui (Prof. Adjunto de Antropología
Filosófica. Universidad de Navarra); Pedro-Juan Viladrich (Prof.
Ordinario de Derecho Matrimonial. Director del Instituto de
Ciencias para la Familia. Universidad de Navarra).
Comité Editorial
Pedro-Juan Viladrich, Director
Javier Hervada
Javier Escrivá-Ivars
Juan Ignacio Bañares
Marta Dalfó
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 5
EL MODELO ANTROPOLÓGICO
DEL MATRIMONIO
PEDRO-JUAN VILADRICH
EDICIONES RIALP
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 6
ISBN: 84-321-3375-2
Depósito legal: M. 44.981-2001
ÍNDICE
ÍNDICE
8
DIF 33
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 9
I. EL MODELO ANTROPOLÓGICO
SUBYACENTE: EL MATRIMONIO
SIGUE A LA PERSONA HUMANA
1
J. HERVADA, Una Caro. Escritos sobre el matrimonio, Pamplona,
2000, p. 247. 9
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 10
PEDRO-JUAN VILADRICH
10
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 11
PEDRO-JUAN VILADRICH
2
Vid., en este sentido, las consideraciones de Gherro acerca de las tesis
kelsenianas a propósito de la formulación de la salus animarum como suprema
lex: S. GHERRO, Principi di diritto costituzionale canonico, Turín, 1992, pp. 12-13.
3
De todos es sabido que la concepción del Derecho canónico implíci-
ta en el Codex de 1917 influyó de manera extraordinaria sobre la ciencia canó-
nica, haciendo que se sometiera en sus elaboraciones doctrinales al espíritu y
metodología codiciales. Precisamente en este sentido, los Decretos de 7 de
agosto de 1917 (A. A. S., 1917, p. 439) y 31 de octubre de 1918 (A. A. S.,
1919, p. 19) orientaban la enseñanza del Derecho canónico en torno al nuevo
Código, imponiendo el método exegético más estricto, el cual dominó con ca-
racteres de oficialidad los años posteriores a la aparición del Codex.
12 4
«Nuptiae sunt coniunctio maris et feminae, consortium omnis vitae,
divini et humani iuris communicatio» (D. 23, 3, 1).
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 13
5
«Nuptiae autem sive matrimonium est viri et mulieris coniunctio indi-
viduam consuetudinem vitae continens» (Inst. 1, 9, 1).
6
«Coniugium est legitima societas inter virum et feminam in qua vide-
licet societate ex pari consensu uterque semetipsum debet alteri» (De Beatae
Mariae virginitate libellus epistolaris, PL, CLXXVI, 359).
7
«Sunt ergo Nuptiae vel Matrimonium, viri mulierisque conjunctio ma-
ritalis, inter legitimas personas individuam vitae consuetudinem retinens»
(Sententiarum libri quatuor, lib. IV, dist. 27).
8
«Matrimonium est viri et mulieris coniunctio individuam vitae con-
suetudinem retinens» (Summa, C. XXVII, De coniugio).
9
«Matrimonium in fieri est contractus matrimonialis qui celebratur
sine ullo impedimento dirimente cum debito consensu interno rite manifestato
(...) Matrimonium in facto esse est ipsemet contractus matrimonialis qui cele-
bratus fuit quique permanet cum consensu et inductis iuribus et obligationibus
matrimonialibus» (Tractatus canonicus de matrimonio, 2.ª ed., Roma, 1932, p. 12).
10
«Unio legitima viri et mulieris perpetua et exclusiva, ex mutuo ipso-
rum consensu orta, ad sobolem procreandam atque educandam ordinata»
(Tractatus canonico-moralis de sacramentis, V, 6.ª ed., Turín-Roma, 1950,
p. 3).
11
«Societas coniugalis, variis obligationibus et iuribus mutuis constans
in ordine ad prolis generationem et educationem» (De Sacramentis Tractatus
Canonicus, III, De Matrimonio, 2.ª ed., Turín, 1948, p. 4).
12
«Contractus legitimus et individuus quo vir et mulier sibi mutuo ius
in hábeas tradunt in ordine ac actus per se aptos ad generationem» (Epitome
iuris canonici, II, 7.ª ed., París-Bruselas, 1954, p. 190). 13
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 14
PEDRO-JUAN VILADRICH
13
En este sentido, el mismo Hervada advierte sobre los peligros de los
tres grandes vicios que, presentes hoy día en la ciencia canónica, están adulte-
rando la misma: el teologismo, el pastoralismo y el pseudoteologismo. Pensan-
do en voz alta, afirma no comprender «por qué algunos dan por supuesto que,
por ser una realidad sacra, el derecho canónico tiene que ser analógicamente
derecho (...) Ser análogo como derecho significa no ser igual, aunque semejan-
te, en lo que tiene de derecho». En consecuencia, se pregunta —nos pregunta—
«¿qué hay en el Misterio de la Iglesia que le haga incapaz de verdadero dere-
cho? ¿Qué hay en la ‘“ex gratiae” que sea incompatible con el derecho?». J.
HERVADA, Pensamientos de un canonista en la hora presente, Pamplona, 1992,
pp. 13 y ss.
14
Como ejemplo paradigmático tenemos la tesis de la canonizatio, la
cual niega la vigencia per se de la normativa divina dentro del propio ordena-
miento canónico. Sólo a través de un acto de recepción —canonizatio— de las
reglas que proceden de la divinidad, podrán pasar a ser éstas consideradas como
14 normas jurídicas canónicas. Cfr. V. DEL GIUDICE, Canonizatio, en VV.AA.,
Scritti giuridici in onore di Santi Romano, IV, Pádova, 1940, pp. 221 y ss.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 15
15
Lombardía resume esta problemática de un modo tan escueto como
expresivo al referirse al dilema del que muchos canonistas no pueden liberarse
al estudiar las relaciones entre derecho divino y derecho humano: «o ammetto-
no la giuridicità, “a se”, del diritto divino naturale o positivo, nel qual caso ri-
sulta molto difficile operare con il dato di diritto divino con quel minimo di
chiarezza per quello che concerne la teoria della fonti che richiede la certeza
del diritto, o subordinano la giuridicità del contenuto rivelato al fatto che sia
ricevuto nei testi legislativi formulati dall’autorità ecclesiastica, o, al meno, al
fatto che sia dichiarato in documenti del magistero ufficiale». P. LOMBARDIA, Il
Diritto della Chiesa, ordinamento dinamico, en Escritos de Derecho canónico y
de Derecho eclesiástico del Estado, IV, Pamplona, 1991, p. 531.
16
Génesis, 2, 18-24.
17
La relación entre unidad del varón y mujer y el matrimonio la pone
de manifiesto Hervada de la siguiente manera: el varón y la mujer, pese a seguir
siendo dos personas humanas y dos naturalezas individualizadas, «en algo ya
no son dos, sino una unidad». Son una unidad en la carne. Pero «carne» «no
puede significar un acto transeúnte, una acción, porque de ellos no es predica-
ble la indisolubilidad, que Cristo mismo atribuye a la “una caro”. Esta “una
caro” es el matrimonio, como unión constituida por un vínculo perpetuo». J.
HERVADA, Una caro..., op. cit., p. 35. 15
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 16
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 17
18
Cfr. Ioh 18, 37; GS, 3.
19
Cfr. GS, 48; también JUAN PABLO II, Matrimonio, amor y fecundidad,
Madrid, 1998, pp. 73 y ss.
20
Vid. FC, 11. 17
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 18
PEDRO-JUAN VILADRICH
18 21
Const. «Dei Verbum», 9-10.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 19
22
LG, 6, 8, 9, 48-50.
23
Vid. el excelente comentario de Juan Pablo II a Efesios 5, 22-23, en
Hombre y mujer lo creó, Madrid, 2000, pp. 484-487. 19
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 20
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 21
24
En este sentido, Juan Pablo II ha resaltado cómo San Pablo, en su fa-
mosa Carta a los Efesios, «pone de relieve la continuidad entre la más antigua
Alianza, que Dios estableció al constituir el matrimonio ya en la obra de la
creación, y la Alianza definitiva en la que Cristo, después de haber amado a la
Iglesia y haberse entregado por ella, se une a la misma de modo nupcial, esto
es, como corresponde a la imagen de los esposos». Vid. Matrimonio, amor y fe-
cundidad, op. cit., pp. 56-57.
21
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 22
PEDRO-JUAN VILADRICH
25
La bibliografía sobre la crisis contemporánea del matrimonio y de la
familia es ingente. Para el contraste de pronósticos sobre la familia entre el ini-
cio y el fin de nuestro siglo, debe consultarse la completísima sistematización
del siglo XIX y principios del XX, que en 1914 publica en Madrid J. CASTÁN TO-
BEÑAS, bajo el título La crisis del matrimonio (ideas y hechos), acompañado de
un sugestivo prólogo de QUINTILIANO SALDAÑA. Para completar el cuadro, en
términos de introducción y síntesis de la problemática, me parecen de gran vali-
dez los trabajos de C. MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Diagnóstico sobre el Derecho de
familia, Documentos del Instituto de Ciencias para la Familia, n.º 21, Madrid,
1996; y R. NAVARRO VALLS, Matrimonio y Derecho, Madrid, 1994. Ya finalizan-
do el siglo, la misma Organización de las Naciones Unidas conmemoró el 1994
como Año Internacional de la Familia, lo que es de por sí significativo del cam-
bio en relación a los augurios de principios de la centuria. El nuevo clima puede
verse recogido en la panorámica que sobre la familia tuve ocasión de escribir en
1994 como declaración oficial conmemorativa del citado Año Internacional: La
22 Familia. Declaración de 40 Organizaciones no gubernamentales, 2.ª ed., Docu-
mentos del Instituto de Ciencias para la Familia, número 24, Madrid, 1998.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 23
26
Vid., en este sentido, CARBONNIER, Derecho flexible (traducción de la
2.ª edición francesa por Diez-Picazo), Madrid, 1974, pp. 197 y ss.
27
A este respecto, vid. las observaciones que realiza MARTÍNEZ DE
AGUIRRE (op. cit., nota 25) acerca del lugar que ocupa el Derecho en la evolu-
ción de la idea de familia, en tanto en cuanto refleja la concepción que tiene del
matrimonio y la familia una determinada sociedad. Vid. también las agudas ob-
servaciones y sugerencias de FRANCESCO D’AGOSTINO en su obra Elementos
para una filosofía de la familia, Madrid 1991. 23
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 24
PEDRO-JUAN VILADRICH
28
Este proceso lo podemos observar con claridad en las últimas refor-
mas del Derecho de familia de los países nórdicos, donde un mal entendido
principio de neutralidad trae como consecuencia un total relativismo que inten-
ta comprender todos los estilos de vida posibles. Vid., en este sentido, SUND-
BERG, Facteurs et tendances dans l’évolution moderne du droit de la famille des
pays nordiques. Rêves et realités, en «Famille, Droit et changement social dans
24 les sociétés contemporaines», Bruselas-París, 1978, pp. 55 y ss.; también,
GLENDON, The Transformation of Family Law, Chicago, 1989, p. 145.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 25
PEDRO-JUAN VILADRICH
26 29
Vid. la bibliografía citada en nota a pie n.º 25.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 27
27
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 28
PEDRO-JUAN VILADRICH
1. La desnaturalización
Entendemos aquí por «desnaturalización» aquel pro-
ceso paulatino que sufre la concepción del matrimonio en
la cultura y en la praxis del mundo occidental, en cuyo
punto de partida el origen, la estructura y los fines esencia-
les que permiten reconocer una unión entre el varón y la
28 mujer como matrimonio se entienden fundamentados en la
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 29
30
Sobre el proceso de secularización de matrimonio, vid. R. NAVARRO-
VALLS, Matrimonio y Derecho, op. cit., pp. 109 y ss.; M. LÓPEZ ALARCÓN y
R. NAVARRO-VALLS, Curso de Derecho matrimonial canónico y concordado, 29
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 30
PEDRO-JUAN VILADRICH
2. La secularización
En línea de principio, entendemos por «seculariza-
ción» aquel largo proceso histórico en el que la Iglesia
Católica y su derecho canónico pierden la competencia ju-
risdiccional exclusiva sobre la regulación del matrimonio
en la sociedad occidental, a raíz de la crisis de la Reforma,
siendo sustituida paulatinamente por una diversidad de
sistemas jurídicos en los que el reconocimiento de la com-
petencia del Estado y de su derecho civil sobre el matri-
monio se hace compatible en mayor o menor medida, por
vía pacticia o unilateral, con la competencia de la Iglesia
sobre el matrimonio canónico o, por el contrario, el Esta-
do impone en forma exclusiva su soberanía sobre cual-
quier matrimonio, desconociendo en el ámbito del dere-
cho civil la eficacia jurídica del matrimonio canónico.
Si partimos de una moderna y correcta inteligencia de
la autonomía entre el ámbito político y el religioso y, en
consecuencia, de la licitud de soberanías diversas del Esta-
do y de la Iglesia, nada hay que objetar, en línea de princi-
pio, a que la misma y única unión conyugal natural entre
los esposos requiera ser identificada tanto por el Estado
como por la Iglesia. Nada obsta a que ese doble reconoci-
miento de la misma unión conlleve un sistema de regulación
y reconocimiento formal de su fundación y de los efectos
jurídicos de su dinámica vital, no sólo por las autoridades
religiosas de la confesión en la que creen y a la que, como
fieles, se adscriben los cónyuges, sino también por la socie-
dad civil y el Estado, en cuyo ámbito también opera prima-
ria y poderosamente la comunidad conyugal y la familia,
ámbito del que los cónyuges son ciudadanos. En suma, nada
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 31
PEDRO-JUAN VILADRICH
31
En este sentido, apunta R. NAVARRO-VALLS (M. LÓPEZ ALARCÓN y
R. NAVARRO-VALLS, op. cit., nota 30) que «la secularización produjo un cambio
de óptica en la consideración de los presupuestos ideológicos, pero no un
abandono de las aportaciones jurídicas que fueron elaboradas desde los condi-
cionamientos ideológicos suplantados».
32
Vid., en este sentido, la exposición realizada por G. GARCÍA CANTE-
32 RO, en J. CASTÁN TOBEÑAS, Derecho civil español, común y foral, t. V-1, 12.ª
ed., Madrid, 1994, pp. 1010 y ss.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 33
PEDRO-JUAN VILADRICH
3. Un imprevisto cómplice
de la desnaturalización:
la forma ad validitatem
Por una pirueta llena de paradoja, la introducción en
el campo canónico a partir del Concilio de Trento de una
forma legal pública para la manifestación y recepción del
consentimiento de los esposos, que se exigió hasta el pun-
to de supeditar a su cumplimiento la misma validez del
matrimonio, vino a ser con el tiempo un inesperado cóm-
plice en la «desnaturalización» del matrimonio.
Bien sabido es —aunque no siempre por el gran pú-
blico— que el origen de la llamada forma ad validitatem
no tuvo el propósito de convertir al matrimonio de institu-
to de derecho natural en instituto de derecho positivo, ni
su fundación consensual en fundación formal. La lucha
hasta entonces infructuosa contra los matrimonios clan-
destinos, la mejor defensa de los derechos de la mujer o
de los hijos cuya legítima condición les era impunemente
negada, la preconstitución de la prueba de la fundación
válida del matrimonio, la mejor garantía de sus efectos y,
en suma, la pretensión de tutelar la veraz identidad conyu-
gal de las uniones que, si válidas, eran también un sacra-
mento, fueron importantísimas razones en la introducción
de una forma obligatoria para el acto de contraer. Pero Lu-
tero había arrinconado a Trento en un tortuoso desfilade-
ro, cuando a su rechazo de la sacramentalidad añadió la
aceptación de la validez del consentimiento en los matri-
monios clandestinos y, al mismo tiempo, propuso exigir la
necesidad del consentimiento paterno para reconocer la
validez del matrimonio contraído por jóvenes sin dicho
permiso. Era lo mismo que secularizar el matrimonio para
entregarlo, como una mera realidad civil, no sólo a los es-
posos —línea del solo consentimiento basta—, sino tam-
34 bién a la autoridad paterna, lo cual abría la puerta de la
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 35
33
Vid. L. CASTÁN LACOMA, El origen del capítulo Tametsi del Concilio
de Trento contra los matrimonios clandestinos, en «REDC», XIV, 1959, pp.
613 y ss. 35
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 36
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 37
34
35
J. CASTÁN TOBEÑAS, La crisis del matrimonio, op. cit., p. 149.
Sobre esta cuestión, vid. J. HERVADA, Una caro..., op. cit., p. 232. 37
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 38
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 39
PEDRO-JUAN VILADRICH
4. La privatización
Algunos estudiosos consideran que el proceso de
privatización del matrimonio arranca con el protestantis-
mo 36. Se fijan en la negación protestante de la sacramenta-
lidad del matrimonio, en tanto provoca aquella desacrali-
zación que permite trasladar la unión conyugal desde «el
campo institucional público propio de un sacramento»,
por causa de cuya categoría la Iglesia encuentra razón
para ejercer una propia jurisdicción pública, «al campo
profano de la privacidad propia de los lazos afectivos»,
donde no cabe intromisión institucional, sino libertad sub-
jetiva 37. Pero la insistencia de Lutero en la necesidad del
consentimiento paterno para aceptar la validez de los ma-
trimonios de los jóvenes en edad núbil aunque todavía so-
36
Entre ellos, HATTENHAUER, Conceptos fundamentales del Derecho ci-
40 vil, Barcelona, 1987, p. 135.
37
Cfr. M. LÓPEZ ALARCÓN y R. NAVARRO-VALLS, op. cit., p. 24.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 41
38
Cfr. C. MARTÍNEZ DE AGUIRRE, op. cit., p. 48.
39
Una detallada exposición de las mismas podemos encontrarla en
J. CASTÁN TOBEÑAS, La crisis del matrimonio, op. cit., pp. 118 y ss.
40
41
Cfr. HATTENHAUER, op. cit., p. 144.
Cfr. NAVARRO-V ALLS, op. cit., p. 37. 41
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 42
PEDRO-JUAN VILADRICH
42 42
Vid., al respecto, J. CASTÁN TOBEÑAS, op. cit., pp. 205 y ss.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 43
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 45
43
Como afirma C. MARTÍNEZ DE AGUIRRE (op. cit., pp. 37-38), «en esta
visión, por tanto, matrimonio y familia se justifican únicamente en la medida
en que favorezcan el desarrollo de la personalidad de sus miembros».
44
Vid., por ejemplo, R. NAVARRO-VALLS, op. cit., pp. 110 y ss.; BART-
HELET, Quand le Droit civil se desengage de la famille, en «Políticas de la fami-
lia», Madrid, 1993, p. 378; A. DE LA HERA, La definición del matrimonio en el
Ordenamiento jurídico español, en «ADEE», 1992, p. 14. 45
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 46
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 47
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 49
45
En este sentido, apunta HERVADA que «el matrimonio, hay que partir
de esa base, es una institución que encontramos en la naturaleza humana. Es
claro que varón y mujer no son varón y mujer por la cultura (...) No sé exacta-
mente qué es lo que quería decir Simone de Beauvoir con eso de que la mujer es
un producto cultural. En todo caso la mujer, como tal mujer, y el varón, como
tal varón, no son un producto cultural sino un producto natural». J. HERVADA,
Consideraciones sobre la noción de matrimonio, en Una caro, op. cit., p. 654. 49
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 50
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 51
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 53
53
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 54
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 55
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 57
46
Gaudium et spes, 48. 57
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 58
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 59
PEDRO-JUAN VILADRICH
60
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 61
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 63
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 65
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 67
47
S. TOMÁS DE AQUINO, S. Th., 1q. 76 a. 1. En nuestro texto usaremos
la expresión «unio animorum atque unio corporum». Al preferir «animorum» a
«animarum», por más fiel al viejo uso clásico, no queremos inducir a la inter-
pretación de «animorum» como «ánimo» y menos «percepción vivencial del
sujeto sobre su humor o estado de ánimo», lo que sería una injustificada trasla-
ción a significados psicológicos contemporáneos del término latino «animo-
rum» aplicado otrora al matrimonio. Tampoco queremos sugerir que la unión
conyugal significa una desaparición de las almas personales y su sustitución por
una nueva y única alma conyugal, en la que las almas de los esposos se habrían
diluido como el río que desemboca en el mar. En suma, con la elección de «ani-
morum» queremos referirnos al alma y a las potencias superiores de la misma,
especialmente a la voluntad libre, iluminada por la razón, para poner de relieve
la conjunción de voluntades en «una común voluntad nuestra», que es caracte-
rística de la reunión, sin fusión, apropiación o confusión, de las voluntades ra-
cionales de los esposos. En definitiva, lo que quisieron decir nuestros clásicos
es que la unión conyugal no es sólo algo que afecta meramente al tener cuerpo
sexuado, no es sólo relación físico-sexual, sin que la verdad del matrimonio
también involucra al alma espiritual de los cónyuges, al modo como es propio
de la naturaleza espiritual de las almas el unirse. Así pues, la «unio animorum»
señala aquella forma de co-ser, consecuencia del válido consentimiento matri-
monial, por la que la unión conyugal también involucra y reune las almas de los
esposos, las cuales, sin perder su individuación personal, se unen según lazos
propios de su naturaleza espiritual y, por ello, se constituyen en deberse, como
bien que las vincula según justicia, el obrar de consuno en el orden de lo con-
yugal, al modo de un co-principio espiritual. 67
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 68
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 69
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 71
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 73
PEDRO-JUAN VILADRICH
74 48
S. AGUSTÍN, De civitate Dei, XV, 22.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 75
49
Vid., en este sentido, J. CHOZA, Antropología de la sexualidad, Ma-
drid, 1991, pp. 167 y ss. Asimismo, vid. J. HERVADA, Una caro..., op. cit., pp.
104-105. 75
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 76
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 77
50
Vid. cc. 1098, 1101.2, CIC 1983. 77
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 78
PEDRO-JUAN VILADRICH
78 51
Vid., por todos, SANTO TOMÁS, Supl. q. 41, a. 1.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:32 Página 79
52
Confesiones, Libro III, 1. 79
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 80
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 81
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 83
83
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 84
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 85
53
Canon 1057.2, CIC 1983. 85
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 86
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 87
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 89
PEDRO-JUAN VILADRICH
54
Se perciben estas dicotomías entre amor y consentimiento, quizás
por una preocupación excesiva en subrayar la naturaleza voluntaria del consen-
timiento, olvidando de que no le es menos esencial a su naturaleza y validez la
integración del resto de dinámicas tendenciales amorosas como parte de los de-
rechos y deberes conyugales que «voluntariamente» se dan y aceptan los con-
trayentes y cuya integración, como deber de mutua corresponsabilidad, consti-
tuye sentido y contenido esencial del «bien conyugal», en U. NAVARRETE,
Consenso matrimoniale e amore coniugale con particolare riferimento alla
Cost. «Gaudium et spes», en AA.VV., L’amore coniugale, Città del Vaticano,
1971, pp. 212-213; Quaedam problemata actualia de matrimonio (3ª ed.), Ro-
mae, 1980, pp. 182-183; I beni del matrimonio: elementi e proprietà essenziali,
en AA.VV., La nuova legislazione matrimoniale canonica. Il consenso: ele-
menti essenziali, difetti, vizi, Città del Vaticano, 1986, p. 99; Foedus coniugale,
amor, sacramentum attenta doctrina Concilii Vaticani II, en AA.VV., Acta con-
ventus internationalis canonistarum (Romae diebus 20-25 mai 1968 celebrati),
Romae, 1970, p. 512. A. D’AVACK, Il problema della rilevanza giuridica dell’a-
more coniugale, en AA.VV., Atti del Congresso Internazionale di diritto cano-
nico. La Chiesa dopo il Concilio (Roma, 14-19 gennaio 1970), v. II/1, Milano,
1972, pp. 439-443. P. FEDELE, L’amore coniugale e la prole nel matrimonio ca-
nonico, en Ephemerides Iuris Canonici, 32 (1976), p. 74; Ancora sul consenso
nel matrimonio canonico, en AA.VV., Studi in onore di Lorenzo Spinelli, v. II,
Modena, 1989, pp. 568, 607, 628; A proposito delle innovazioni proposte dalla
Commissione per la revisione del CIC in tema di consenso matrimoniale, en
L’année canonique, 17 (1973), pp. 373, 377; L’ «ordinatio ad prolem» nel ma-
trimonio canonico, Milano, 1962, pp. 7-8. E. GRAZIANI, La Chiesa e il matri-
monio, en Ephemerides Iuris Canonici, 26 (1970), p. 78; Riflessioni sul can.
1082 del Codex, en AA.VV., Ius Populi Dei. Miscelanea in honorem Raymundi
Bidagor, v. III, Roma, 1972, p. 495; Essenza del matrimonio e definizione del
90 consenso, en AA.VV., La nuova legislazione matrimoniale canonica. Il consen-
so: elementi essenziali, difetti, vizi, Città del Vaticano, 1986, pp. 28-29.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 91
55
Una breve pero ilustrativa exposición de las dos tendencias opuestas
en esta materia puede encontrarse en L. CHIAPPETTA, Il matrimonio nella nuova
legislazione canonica e concordataria, Roma, 1990, pp. 34-36. 91
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 92
PEDRO-JUAN VILADRICH
56
En este sentido, vid. la exposición de ARJONILLO sobre los rasgos
esenciales del amor y la especificidad del amor conyugal, en Sobre el amor
92 conyugal y los fines del matrimonio, Cursos y Programas Especializados del
Instituto de Ciencias para la Familia, Pamplona, 1999, pp. 62-68.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 93
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 95
57
Muy claramente pone de relieve Juan Pablo II estas dos grandes re-
ducciones que se padecen hoy, a saber: en primer lugar, confundir el auténtico e
integral concepto de amor con el simple sentimiento pasional; y en segundo lu-
gar, identificar el matrimonio con el mero rito formal y externo que acompaña
el acto de su fundación. Son verdaderamente luminosas sus palabras al respecto
dirigidas al Tribunal de la Rota Romana: «Nucleo centrale ed elemento portan-
te di tali principi è l’autentico concetto di amore coniugale fra due persone di
pari dignità, ma distante e complementari nella loro sessualità.
L’affermazione, ovviamente, debe essere intesa in modo corretto, senza
cadere nel facile equivoco, per cui talora si confonde un vago sentimento od an-
che una forte attrazione psico-fisica con l’amore affetivo dell’altro, sostanziato
di sincero desiderio del suo bene, che si traduce un impegno concreto per rea-
lizzarlo. Questa è la chiara dottrina espressa dal Concilio Vaticano II, ma è al-
tresi una delle ragioni per le quali proprio i due Codici di Diritto Canonico, la-
tino e orientale, da me promulgati, hanno dichiarato e posto come naturale
finalità del connubio anche il bonum coniugum. Il semplice sentimento è legato
alla mutevolezza dell’animo umano; la sola reciproca attrazione poi, spesso de-
rivante sopratutto da spinte irrazionali e talora aberranti, non può avere stabilità
ed è quindi facilmente, se non fatalmente, esposta ad estinguirsi.
L’amor coniugalis, pertanto, non è solo né soprattutto sentimento; è in-
vece essenzialmente un impegno verso l’altra persona, impegno che si assume
con un preciso atto di volontà. Proprio questo qualifica tale amor rendendolo
coniugalis. Una volta dato ed accettato l’impegno per mezzo del consenso, l’a-
more diviene coniugale, e mai perde questo carattere. Qui entra in gioco la fe-
deltà dell’amore, che ha la sua radice nell’obbligo liberamente assunto. Il mio
Predecessore, il papa Paolo VI, in un suo incontro con la Rota, sinteticamente
affermava: «Ex ultroneo affectus sensu, amor fit officium devinciens»...
Sorge qui talora l’equivoco secondo il quale il matrimonio è identificato
o comunque confuso col rito formale ed esterno che lo accompagna. Certamente,
la forma giuridica delle nozze rappresenta una conquista di civiltà poichè confe-
risce ad esse rilevanza ed insieme efficacia dinanzi alla società, che conseguente-
mente ne assume la tutela. Ma a voi, giuristi, non sfugge il principio per cui il
matrimonio consiste essenzialmente, necessariamente ed unicamente nel consen-
so mutuo espresso dai nubendi. Tale consenso altro non è che l’assunzione cos-
ciente e responsabile di un impegno mediante un atto giuridico col quale, nella
donazione reciproca, gli sposi si promettono amore totale e definitivo. Liberi essi
sono di celebrare il matrimonio, dopo essersi vicendevolmente scelti in modo al-
trettanto libero, ma nel momento in cui pongono questo atto essi instaurano uno
stato personale in cui l’amore diviene qualcosa di dovuto, con valenze di caratte-
re anche giuridico» (Discorso di Giovanni Paolo II agli officiali e avvocati del
Tribunale della Rota Romana, 21 gennaio 1999, en O.R., 22 giugno 1999, p. 2). 95
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 96
PEDRO-JUAN VILADRICH
X. LA ASOCIACIÓN ENTRE EL
MATRIMONIO Y LA PROCREACIÓN
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 99
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 101
PEDRO-JUAN VILADRICH
102 58
En este mismo sentido, vid. JUAN PABLO II, Matrimonio, amor y fe-
cundidad, op. cit., pp. 217 y ss.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 103
59
En realidad, esta es una tradicional convicción del pensamiento cató-
lico, aunque el lenguaje utilizado por muchos autores del pasado tenga hoy,
como es lógico y no podría ser de otro modo, ciertos tonos y recursos literarios
necesitados de actualización. Consúltense al respecto los párrafos que Leclerq
dedica a la importancia del matrimonio y de la familia dentro de la sociedad en
una obra muy difundida en su momento. J. LECLERQ, La familia según el dere-
cho natural, Barcelona, 1979, pp. 30 y ss. 103
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 104
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 105
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 107
PEDRO-JUAN VILADRICH
108
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 109
60
Vid. Exh. Ap. Familiaris Consortio, 42-45. 109
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 110
PEDRO-JUAN VILADRICH
1. La familia matrimonial
como sujeto social primario
El ámbito que articula la interacción primaria entre
persona y sociedad es la familia. No cualquier familia,
sino la referible a una fundación matrimonial. Este ámbito
no es un espacio difuso. Es una estructura convivencial
definible y, por tanto, con elementos claramente identifica-
dores, donde se conjuntan la conyugalidad y la consangui-
nidad (libertad y sangre, naturaleza racional y naturaleza
biológica y genética), dando lugar a relaciones de paren-
tesco que responden a categorías de identidad antropoló-
gicas —la copertenencia— verdaderamente radicales para
cada ser humano: ser hijo, padre o madre, hermano, espo-
so. No es posible, pese a los diversos intentos históricos 61,
organizar una sociedad sin familia sin deshumanizar gra-
vemente la identidad y socialización de los sujetos. Por su
ser y por sus funciones, la familia es el sujeto social pri-
mario y reclama en justicia este reconocimiento. La cues-
tión, hoy, es diseñar las vías idóneas y concretas de reco-
nocimiento más adecuadas a la textura de las sociedades
modernas, porque tales vías no son «metafísica substan-
cial y ontológica» sino opciones técnicas históricas.
Tradicionalmente, la vía de este reconocimiento se
sustentaba sobre el derecho y, dentro de sus ramas, sobre
la que disciplinaba el llamado derecho matrimonial y de
familia. El viejo sistema de interacción se resume en la
tradicional doctrina de las relaciones entre el derecho na-
tural y el derecho positivo humano. Eran sus áreas funda-
mentales, el régimen de impedimentos, las normas para el
válido reconocimiento del acto de contraer matrimonio,
las reglas para resolver los conflictos, el régimen de la pa-
61
En este sentido, véase la exposición de J. CASTÁN acerca de las con-
110 cepciones abolicionistas de la familia (comunismo sexual), en La crisis del ma-
trimonio, op. cit., pp. 111 y ss.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 111
PEDRO-JUAN VILADRICH
62
En este sentido, debemos matizar que sólo la Santa Sede se ha atrevi-
do —hasta el momento— a hablar de los derechos de la familia en cuanto tal
(Carta de los Derechos de la Familia de 1983). Por otro lado, los grandes textos
y declaraciones internacionales sobre derechos humanos recogen los derechos
de los diferentes miembros de la unidad familiar, considerando a ésta como un
sujeto digno de una protección especial a todos los niveles.
63
En cuanto a los principios directivos que deben guiar un programa
avanzado de política familiar en una sociedad democrática, vid. P.-J. VILA-
DRICH, La familia. Documento de 40 ONG’s, op. cit., pp. 81 y ss. Por otra par-
te, un ejemplo de aplicación de estos principios informadores para una política
integral sobre la familia se está gestando en estos momentos en la Comunidad
Foral de Navarra, cuyo Gobierno, a petición del Parlamento, ha elaborado un
Plan interdepartamental de apoyo a la familia, en el que ha participado como 113
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 114
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 115
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 117
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 119
PEDRO-JUAN VILADRICH
64
Así, por ejemplo, LG 7 y 34; GS 47-50.
65
La edición crítica de todo el magisterio pontificio y conciliar sobre el
matrimonio y familia (siglos I al XX), puede consultarse en A. SARMIENTO y J.
ESCRIVÁ-IVARS, Enchiridion Familiae (seis volúmenes), Madrid, 1992. Esta
obra está hoy a punto de editar su segunda edición ampliada hasta el año 2000.
120 En lo que concierne expresamente al magisterio iniciado por Juan Pablo II,
debe acudirse a los tomos III y ss.
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 121
66
FC, 14-16; también, Hombre y mujer lo creó, op. cit., pp. 623 y ss. 121
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 122
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 123
67
Mt 19, 3-9. 123
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 124
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 125
68
«Coniugium quoque a coniugando appellatur;quod legitima mulier
cum viro quasi uno iugo adstringatur» (Catecismo Romano de San Pío V, n.º
289, 4). 125
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 126
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 127
PEDRO-JUAN VILADRICH
DIF 31
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 129
69
De obligada consulta es, en este sentido, el magisterio de Juan Pa-
blo II a partir de 1979. Vid. A. SARMIENTO y J. ESCRIVÁ-IVARS, Enchiridion Fa-
miliae, op. cit., tomos III y ss. 129
BIBLIOTECA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 130
Modelo antropo bueno 27/8/56 23:33 Página 131
DOCUMENTOS DIF
SU LÍNEA DIRECTA
CON LAS CIENCIAS PARA LA FAMILIA
Apellidos ..................................................................................................................
Nombre ....................................................................................................................
Profesión .................................................................................................................
Dirección/Calle .....................................................................................................
Consulta: