Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Autores (ras):
También señala el jurista, que “la pena no sólo significa algo, sino que
también produce físicamente algo y que la coacción no pretende significar
nada, sino que pretende ser efectiva, lo que implica que no se dirige contra la
persona en Derecho, sino contra el individuo peligroso”.
De igual forma manifiesta que “en una sociedad que concibe al Estado
como instrumento de la administración de felicidad de los ciudadanos
individuales, no cuadra que algunos deban sacrificarse, renunciando así a
todas sus expectativas de felicidad. Un Estado en tal sociedad
despersonaliza cuando exige ese sacrificio de sujetos no responsables”.
Alcance jurisprudencial
Esto sin duda es incongruente y desdice del tipo de tutelaje penal que
se le brinda a la vida humana (Constitución, artículo 43) ante este tipo de
atentados, particularmente alarmante cuando se le compara con la
modificación que sufrió el tipo penal siguiente de homicidio agravado (artículo
407), cuya pena fue significativamente aumentada de 20 a 26 años de
presidio (media de 23 años), frente a los 14 a 20 años (media de 17 años)
que tenía con anterioridad. Ocurre que justamente este tipo penal de
homicidio (artículo 407) abarca el homicidio de los altos funcionarios, con lo
cual la nueva escala de valores que inconstitucionalmente trasmite la
interpretación conjunta de ambos tipos penales, es que la vida de los altos
funcionarios vale mucho más ante cualquier tipo de homicidio intencional
simple, que la de cualquier otro ser humano, aunque se le mate por medios
tan reprobables como los que dan lugar a los calificantes, siendo que desde
el punto de vista de la culpabilidad penal, el juicio de reproche es mucho
mayor por la maldad o ignominia de tales medios, con lo cual se viola
simultáneamente el principio de igualdad, tanto en su acepción básica como
en su versión como igualdad ante la ley (Constitución artículo 21), porque se
opera una discriminación que no responde a un tratamiento diferenciado
racional y justificado que permita sustentar este cambio en los valores que
están en la base del sistema constitucional; e impide la aplicación del
principio de justicia responsable y equitativa, previsto en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.