Más tarde, durante la Edad Media, se desarrollaron en Europa algunas fórmulas de organización
particulares. Así, por ejemplo, se crearon grupos o sociedades internacionales de inspiración
político-religiosa, eran las órdenes militares, como la de los Caballeros Templarios o -la Orden de los Caballeros Teutones, surgidas al amparo de las luchas entre la Cristiandad y el Islam, y fomentadas por el «espíritu de las cruzadas». También se configuraron formas de organización internacional de naturaleza económica de entre las que cabe destacar la Liga Hanseática (siglos XIV y XV). La Hansa era una asociación de más de cincuenta ciudades («burgos») del Centro y Norte de Europa, constituida para fomentar y garantizar el comercio mutuo así como con las ciudades y reinos del área mediterránea. Se organizaba en torno a una Asamblea General en la que participaban representaciones de todos los miembros y en la que se aprobaban, por mayoría de votos, las reglas que ordenaban las relaciones comerciales o la declaración de guerra a aquellas ciudades o reinos que ponían en peligro el tráfico comercial. De este periodo data