Las rutinas y presiones del día a día pueden hacer mella en
la experiencia del empleado, por lo que es básico que el departamento de Recursos Humanos cuide la relación con los trabajadores y entre ellos, para aumentar su confianza y adhesión a la compañía. 1. Dinámica de la observación: permite a los participantes aprender a observarse unos a otros y prestar atención a los detalles. Reúne a los participantes en una habitación en un círculo. Luego pídeles que cierren los ojos y comienza a hacer preguntas sobre los compañeros. Por ejemplo: ¿quién lleva una camiseta blanca? Según los demás puedan responder o no, les servirá para darse cuenta de los detalles de su entorno. 2. Dinámica de las similitudes: ayuda a desarrollar la empatía, las habilidades de comunicación y la unidad entre los empleados, permitiéndoles trabajar juntos con respeto, paciencia y tolerancia. En esta dinámica, divide a los participantes en parejas o grupos de tres, dependiendo de las personas que participarán en la actividad. Una vez establecida la división, pídeles que hablen entre sí sobre los gustos profesionales y personales. Durante este proceso, se darán cuenta de las características y habilidades que tienen en común, creando lazos afectivos. 3. Dinámica del desafío: con este juego conseguirás transmitir a los empleados la importancia de enfrentar nuevos desafíos y motivarlos a buscar estas oportunidades. Habrá una caja con retos a cumplir (cosas sencillas, como por ejemplo, leer un trabalenguas) que los participantes desconocen. Por sorteo, se va retando a los participantes a coger un desafío o pasar: si lo cogen, obtendrán un pequeño premio. 4. Dinámica de la isla desierta: un clásico de las dinámicas de grupos en el que cada participante debe contar qué tres cosas se llevarían a una isla desierta y con qué compañero compartirían la experiencia. Es útil para que las personas se abran al equipo y se creen vínculos entre ellos. 5. Exponer algo positivo del día: es un juego muy sencillo pero muy efectivo. Se trata de que, simplemente, les des tiempo a los participantes para pensar en algo positivo que le haya pasado durante el día y lo exponga. Así, podrás atraer energía positiva al grupo y conseguir que ese pensamiento pueda borrar cualquier sensación negativa que pudiera tener esa persona por cuestiones del trabajo. Dinámicas de grupos en el trabajo Dinámicas de grupo online Si se trabaja con un grupo solo de forma online es todavía más necesario crear vínculos y cohesión para que se sientan cómodos e integrados. 1. Dinámica de ver el espacio de fondo: cuando estamos en una videollamada se cuela con nosotros nuestro entorno, el cual habla mucho de nosotros. Una buena forma de conocer a los demás y romper el hielo es pedirle a cada participante que se fije en la imagen de otro. Luego se pone en común qué ha visto cada uno. Esto nos ayudará a saber qué dice el espacio en el que estamos de nosotros mismos y cómo nuestra postura y nuestros gestos son interpretados por los demás. 2. Qué te sugiere la voz: si en tu grupo hay gente que habitualmente se comunica vía email pero no se han visto personalmente, podrías sugerir que hablasen sin encender la cámara para comentar qué le sugiere la voz de la otra persona y que se comiencen a crear lazos más afectivos entre ellos. Después se mostrarían a la cámara para charlar sobre si la otra persona ha deducido correctamente rasgos de él o ella. 3. Dictado de un dibujo: el organizador de la dinámica le pide a todos los participantes que dibujen un concepto, como podría ser la felicidad, y cada uno mostrará a cámara cómo lo representaría. Nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos y a estimular el pensamiento creativo. 4. Presentación sin dientes: es una forma perfecta de romper el hielo de forma muy divertida. Tal vez puede ser incómodo realizarla en persona para alguien, por lo que es ideal para hacer de forma online. Cada participante se dará a conocer al grupo, al tiempo que conoce a los demás. Pueden presentarse, hablar de sus aficiones, de su trabajo… la norma principal es que debemos hacerlo sin enseñar los dientes, ocultándolos con los labios. 5. Cámara desenfocada: para realizar esta divertida dinámica de grupos, lo primero que hay que hacer es escoger quién comienza. Una buena forma puede ser decir un número al azar (siempre igual o inferior al número de participantes) y que el organizador diga a quién corresponde en la lista de asistentes que aparecerá en la plataforma de la reunión. Esa persona, tendrá que enseñar en su cámara la parte de un objeto o de una fotografía, de forma que quede muy pegado al objetivo y se vea borroso. El resto del grupo tendrá que adivinar de qué se trata, lanzando ideas, mientras el dueño del objeto les guía hacia la respuesta correcta. Los participantes se irán soltando poco a poco y, ¡seguro que surgen ideas que hacen reír a todos! Recuerda que las dinámicas de grupos, sean del tipo que sean, tienen una gran importancia en el desarrollo de las capacidades personales y en la cohesión del grupo, por lo que es esencial que formen parte de tu estrategia de gestión del talento.