- Yuliana Solano González - Alma Daniela Gutiérrez Salgado - Katia Guadalupe Maya Valle Afasia semántica: - Afectado posibilidad de captar el significado de las estructuras lógico- gramaticales del lenguaje. - Desintegración de la gnosis simultánea compleja, y en base a eso se puede afectar la percepción de los complejos esquemas semánticos del lenguaje. - Casos graves: fenómenos esterognosis, perturbaciones del esquema del cuerpo, apraxia constructiva y acalculia primaria. - Afectaciones de las áreas parieto-occipitales del hemisferio izquierdo.
Metodología del aprendizaje rehabilitador.
- Primer estadio se desarrolla una labor de carácter extradiscursivo. • Casos de trastorno grave de la gnosis espacial: iniciar por el método de identificación de figuras geométricas dibujadas, de variada complejidad, mediante la confrontación del modelo dado con algunos otros (de control). Principio, se labora con modelos muy diferentes entre sí y gradualmente se van reduciendo las diferencias al mínimo. • Del reconocimiento de figuras espacialmente orientadas cabe pasar a los ejercicios que requieren la reproducción de figuras según modelo: primero copiándolas y luego construyendo las figuras mediante la agregación de elementos (palillos, fósforos, cubos, etc). • Toda la labor se ejecuta al principio siguiendo el modelo dibujado, sin concentrar la atención en palabras especiales, designativas de relaciones espaciales (arriba, abajo, derecha, izquierda, etc.). • La actitud consciente de palabras y sus conexiones con determinados actos se introduce más tarde, cuando al modelo se unen también las indicciones verbales (“ponga un palillo a la derecha, y otro arriba”). • A la par se practican las nociones comparativas de “menor-mayor”, “más obscuro- más claro”. Después de cumplir dichas tareas…. Rehabilitar la conciencia del esquema del propio cuerpo y de su situación en el espacio. • Cumplimiento de tareas de traslado en la habitación (o bien por el piso), aunque no designando verbalmente las direcciones del movimiento. • Actos materializados se substituyen por pruebas realizadas siguiendo únicamente instrucciones verbales (“Camine de frente, tome a la derecha, vuelva atrás, tuerza ahora a la izquierda”). - Segundo estadio: rehabilitar la comprensión general de un texto escrito sin practicar especialmente la interpretación de formulaciones lógico-gramaticales determinadas. • Se emplea el método de análisis de la oración auxiliándose de la correspondiente lámina temática. Este método plantea la tarea de esclarecer las principales conexiones de los vocablos en la oración sobre la base de las relaciones correspondientes destacada en la lámina y en base a la comparación de una frase con la otra. Ayuda a convertir el aspecto gramatical del discurso en el objeto de conciencia y facilita la conversión de la “gramática del sentido” (lámina) en “gramática de las palabras” (oración). Para trabajar esto se utilizan breves textos, en los que una misma palabra aparece en distintas mediatizaciones gramaticales. En armonía con los textos se elige una serie de láminas temáticas que ilustren exactamente el contenido de estos. • Láminas objétales: se le dan al paciente tareas orales en las que el vocablo- denominación de uno u otro objeto cambia de continuo su conformación gramatical “muestre el tenedor”. ¿Qué es eso? (El educador señala el tenedor, y el paciente debe nombrarlo). Al efectuar dichas prácticas se fija la atención del paciente en las variaciones situacionales y la locución oral se afianza mediante láminas o el acto correspondiente del afectado. • Restablecimiento de la comprensión del nexo existente entre el vocablo y la pregunta que puede formularse al mismo, primero sin fijar la atención del paciente en dicho nexo, más haciendo que éste se vaya convirtiendo gradualmente en objeto de su conciencia. Para ello se utiliza el método coloquial de preguntas y respuestas. Lo más conveniente es hacer tema de algún relato leído con anterioridad y practicado por el procedimiento arriba indicado. • El material practicado se afianza en la escritura. En las oraciones que se le proponen, el paciente tiene que llenar los pasajes omitidos con una misma palabra, pero en el caso correspondiente. En otros ejercicios tendrá que descubrir y corregir la falta. Los textos con los que se practican deben ir aumentando en extensión gradualmente, haciéndose más complicado su régimen gramatical.
- Tercer estadio: rehabilitación valorativa de nociones como “más-menos”, “más
grueso- más delgado”, “más claro-más obscuro”, etc., hay que comenzarla forzosamente por el nivel de forma materializada del acto. Solo operaciones con objetos reales o esquemas representativos del sentido de las voces practicadas pueden llevar al paciente a la comprensión del significado de éstas. • Primero es la labor del procedimiento de clasificación de los objetos según un rasgo absoluto dado. Al paciente se le plantea, por ejemplo, la misión de distribuir las tarjetas, láminas o franjas de papel que tiene delante y hacerlo ateniéndose al indicio de longitud (objetos largos y cortos) o al de color (rojos y amarillos). Cada grupo de objetos se designa por la voz correspondiente, expresiva del rasgo destacado; las voces se anotan en el cuaderno formando parejas al pie de los consiguientes dibujos. Luego se comparan entre si cada dos grupos de objetos. Se practica con objetos reales (dibujos, esquemas), se incorpora seguidamente el análisis verbal y se eligen las palabras correspondientes. • Las nociones comparativas, se afianzan mediante una serie de ejercicios, comparación de objetos reales (o dibujados) respondiendo el paciente a la pregunta: “¿Qué es más claro?, “¿Qué es más corto?” o “¿Qué es más grueso?”; más adelante han de saber desglosar ya individualmente de los grupos de objetos que se les haya dado el rasgo común, en base al mismo efectuar el análisis comparativo de todos ellos, dividirlos en grupos y designarlos con las palabras correspondientes, expresivas de la relatividad del rasgo destacado. Desglose de un rasgo común a los distintos objetos en base del análisis visual de su forma, color y contenido. Para finalizar, ejercicios escritos diversos: formar una oración en base a dos simples expresiones dadas con empleo del adjetivo necesario en grado comparativo (ejem: “En el calvero crece un alto roble. Y al lado vegeta un humilde avellano”. “El roble es más alto que el avellano. El avellano es más bajo que el roble”). A ejercicios similares los denominamos problemas gramaticales. Antes de resolverlos el paciente analiza su “condición”, integrada por dos oraciones entre sí, recurriendo a veces al dibujo de los objetos o esquemas correspondientes, figurativos de las interrelaciones expresadas en las voces.
- Cuarto estadio: rehabilitar la comprensión del íntimo y complejo nexo existente
entre la estructura gramatical del discurso y el sentido. Enseñar al paciente la facultad de hacer preguntas a las palabras dentro de la oración quiere decir enseñarle a comprender la interconexión de unas palabras con otras y entender el sentido de las oraciones y enunciados completos. • Ejercitar al paciente en la facultad de hacer preguntas al sentido de las oraciones con información insuficiente (inconclusa). Por ejemplo: “Muestre rápidamente…” (¿Qué?). “Quiero informarle de que hoy no habrá…” (¿Qué cosa?). “Ha recibido una carta…” (¿de dónde?). El educador habrá de pronunciar las oraciones con entonación prolongada, sobre el fondo de la cual surgirá el paciente con mayor facilidad el necesario interrogante. • La eficacia de este método consiste en la experiencia discursiva del hombre, frases sueltas y enunciados verbales vinculados con determinada entonación portadora de la función semántica y que además es el “armazón” de la frase o de todo un enunciado. Se inicia mediante el coloquio con el paciente → modo gradual, método de preguntas y respuestas → vínculo practicado (semántico-tonal) → interrogante- palabra → lenguaje escrito. • Lo más arduo en este estadio es rehabilitar la comprensión de los interrogantes “¿con qué?” y “¿con quién?”. El procedimiento que recurre a introducir como adicional la preposición en incorporándola a ciertas oraciones contentivas del caso instrumental, a menudo no sólo ayuda, sino que dificulta el entendimiento de dicha construcción del caso instrumental. Se empieza a sugerir al paciente de modo verbal que cumpla indicaciones del tipo: “muestre... (el armario, la ventana, el suelo, la pluma y demás)”. Luego el paciente debe indicar con qué ha mostrado todos esos objetos (habrá de enseñar su mano, un dedo o el puntero). Se repite la misma pregunta, haciendo hincapié en el interrogante “¿con qué?” y en la respuesta del paciente: “con la mano”. Luego de similares ejercicios orales que llevan al paciente a tomar conciencia aún incompleta del vínculo de la expresión interrogante “¿con qué?” y otra palabra en determinada forma gramatical, cabe pasar a otros que sitúan al paciente en condiciones más rigurosas y exigen del mismo el planteamiento de la pregunta necesaria (“¿con qué?”, “¿con quién?”). • Después de afianzar dicha facultad cabe pasar a la lectura y análisis oral de textos escritos. Al principio se utilizan textos breves formados por oraciones cuya construcción es asequible al entendimiento del paciente. Este efectúa el análisis semántico de cada oración: separa las dos voces fundamentales (sujeto y predicado), y halla después las palabras necesarias.