UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES

INTRODUCCIÓN A LAS FORMAS

PROF: VLADIMIR CASTILLO
INFORME II

Informe sobre GÉNERO FICCIÓN Sub Género o estilo: CINE NEGRO Y comentario sobre el Film
CHINATOWN:

“Chinatown, el Neo Noir, El Cine Negro, la Novela Negra...”

Jesús E. Odremán M.
C.I. V- 11.672.510
 “Quería darle una visión europea, no una americana. Porque
los europeos ven a los E.E.U.U. de Forma distinta” (Bob Evans,
Chinatown Revisited, Paramount, 1999)

Presentación:
El presente informe es una sistematización de lo conversado en la
exposición sobre Cine Negro y comentario sobre el Film “Chinatown”,
que realizamos previamente en nuestra clase de Introducción a las
Formas, y que presentamos hoy según lo previsto. Valga esta
oportunidad para hacer un comentario sobre nuestra investigación: en
torno a los géneros cinematográficos existe una gran diversidad de
opiniones y criterios de sistematización de la documentación
historiográfica, y por lo tanto, algunos sectores académicos coinciden en
afirmar que la Película ‘Chinatown” de 1974, Dirigida por Román
Polanski y producida por el Estudio Paramount, liderado en ese entonces
por el Productor Robert Evans y con guión reconocido y galardonado de
Robert Townie, no es una obra que podamos incluir en el género
reconocido como Cine Negro desde el punto de vista académico, por lo
que tal afirmación es producto de la opinión de la crítica no
especializada, de los fans y seguidores que elevan esta obra a la
categoría de “película de culto”, en diversos espacios de comunicación
popular como revistas no arbitradas, blog, y páginas de periodismo
sobre Cine. Sin embargo, para lo efectos de esta presentación, vamos a
tomar en cuenta el criterio de los investigadores que incluyen a
Chinatown dentro de un grupo de obras cinematográficas cuyos
elementos demuestran homenaje al Cine Negro, inspiración en incluso
crítica, y que los autores de la documentación consultada vinculan al
Género Neo Noir, por antonomasia al llamado también Film Noir.

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1.0: Un panorama negro que surge de los Estados Unidos
Si revisamos los procesos históricos de principios del siglo XX,
encontraremos que el período que va desde finales de la década de los
20, hasta comienzos de los años 30, fue una dura etapa de la historia en
la que la desigualdad social, la pobreza y el desempleo eran claros
paradigmas que anunciaban el suceso que, posteriormente sería
popularmente llamado y recordado como “Gran Crisis o Depresión
Económica”, que, según la mayoría de los analistas, tuvo su origen en
los Estados Unidos a partir de 1929. Es recomendable ahondar en una
revisión de los textos de historia de la economía, o de historia general, y
tratar de comprobar que los períodos que anteceden los dos grandes
enfrentamientos bélicos del siglo XX: “La Primera y la segunda Guerras
Mundiales”, estaban influenciados, directamente relacionados y, desde
una perspectiva que raya en lo perverso, justificados por estas terribles
condiciones de bajísima calidad de vida, propiciadas por el
empoderamiento de la economía mundial, por parte de sectores afines
con el capitalismo, y por supuesto, las consecuencias que la toma del
poder por parte de estos sectores producían en las condiciones de vida
de las clases humildes, es decir, la mayoría de los habitantes de nuestro
mundo por aquellos días… Y por supuesto, también hoy día.

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Este marco histórico nos permite imaginar un homenaje moderno al
jardín de las Delicias de Bosch, como una posible descripción visual de la
sociedad en las ciudades y pueblos norteamericanos en aquellos días,
Pero en vez de un jardín de las delicias, tendríamos entonces un
espantoso Jardín de las Miserias, repleto de visiones de hambruna,
desempleo, discriminación racial o étnica, disfuncionalidades familiares,
prostitución y diversidad de perversiones sexuales, crimen organizado y
no organizado, contrabando de licor y narcotráfico, corrupción
institucional y política… y hasta nos permitiría presentir en este cuadro,
un Rio Rojo, alimentado por el inagotable caudal de sangre que fluyera
por las calles a partir de innumerables cuerpos de hombres, mujeres y
niños, caídos- independientemente de la posible culpabilidad o inocencia
de los mismos- tras enfrentamientos y los esfuerzos de los organismos de
represión por evitar que la sociedad norteamericana terminase de
sucumbir ante la presión económica antes descrita. Esta alegoría, que
planteamos con horror hoy desde una mirada casi centenaria, era
también, un posible lugar común en la mente de creadores y artistas
norteamericanos que, ante la rudeza de la presión de las realidades que
vivían, estaban imposibilitados para soñar mundos imaginarios,
liberadores, optimistas, reduciendo sus propuestas a la filosofía
existencialista, y al nihilismo. El Concepto “depresión”, no solo alude
entonces, caídas económicas, quiebras en el mercado, pérdidas de
capital y por lo tanto de poder... en lo humano, esta depresión era sin
duda un sinónimo de desilusión, tal vez ante las ofertas del sistema
económico en lo público, pero sin indudablemente, desilusión de la
realidad en lo subjetivo.

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 2.0: Un género literario ofrece una salida a la crisis

En este marco, negro, pesimista, y sin futuro, es que imaginamos que fue
creciendo un género literario nihilista, descendiente de la novela policíaca
y de misterio, del periodismo, y de la represión… pero que, pensamos,
ofrecía aventuras y retos a la imaginación dentro de una visión
existencial, que pretendía reproducir los elementos de la realidad de
aquella época sin maquillaje… con el objetivo de atrapar al lector entre lo
posible y lo verosímil, para distraerlo de las presiones de la realidad. Pero
un género literario con estas características no podía surgir de la mente
de individuos pertenecientes a la clase dominante, protegidos por su
poder económico de la violencia cotidiana en la calle, y por lo tanto,
realmente prófugos de la realidad. Un Género literario como el descrito
solo podía surgir de la mente brillante de la gente pobre, de los
inmigrantes, de los trabajadores, que pese a haber logrado acceder al
conocimiento por la alfabetización, igual no pierden la costumbre de usar
su imaginación para transformar sus realidad, o sucumbir en la iniciativa.
Tal vez en sintonía con estas suposiciones encontramos uno de los
principales autores de este género a un escritor como Dashiell Hammett,
quien solo afrontó su necesidad de escribir luego de vivir al filo de la
navaja a lo largo de su vida:

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 “Dudo que tuviese algún objetico artístico deliberado, trataba
de ganarse la vida escribiendo algo de lo cual, contaba con
información de primera mano {…} pero una y otra vez hizo lo
que solo los mejores escritores pueden llegar a hacer. Escribió
escenas que en apariencia nunca se habían escrito hasta
entonces” (Raymond Chandler, citado por Juan Carlos Martini
en su Presentación a “El asesinato de las Criadas Rojas” de
Dashiell Hammett, Barcelona, 1982).

En su ensayo de 1944 “el Simple arte de Matar, Raymond Chandler

afina lo que será la mejor definición del género, y ahonda en la
investigación de la obra de Dashiell Hammett entre otros autores:

“Hammett escribió al principio (y casi hasta el final) para

personas con una actitud aguda y agresiva hacia la vida. No
tenían miedo del lado peor de las cosas; vivían en ese lado. La
violencia no les acongojaba. Hammett devolvió el asesinato al
tipo de personas que lo cometen por algún motivo, y no por el
solo hecho de proporcionar un cadáver. Y con los medios de
que disponían, y no con pistolas de duelo cinceladas a mano,
curare y peces tropicales. Describió a esas personas en el
papel tales como son, y las hizo hablar y pensar en el lenguaje
que habitualmente usaban para tales fines.” (Chandler,
Raymond, El difícil arte de matar, pag. 9)

Pronto surgirá entonces un serie de autores descendientes de los

maestros fundadores, que comenzarán a contribuir con la consolidación
de un género literario, que se constituyó en lo estético entre el reflejo
de la realidad en las letras, y también en sus mismas versiones fílmicas.

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 De entre todos estos autores, Raymond Chandler ocupa un lugar
destacado, no solo por haber creado obras maestras de la literatura, y
por haber sido el autor que mejor definió este género sino por haber
sido un crítico, admirador y promotor de la obra de Dashiell Hammett.

3.0 El Cine Negro surge de la misma fuente que la Novela Negra

Hay más de una razón para entretenernos investigando sobre la vida y la

obra literaria de los autores más importantes de la novela Negra entre los
años 20 y los años 30 en los estados unidos, y una de esta razones
puede hallarse en el hecho de que, en muchos casos, grandes obras de
Hollywood contaron con Guiones basados en obras de la novela negra,
cuando no fueron escritos por sus propios autores Literarios. Citamos
nuevamente el caso del mismo Dashiell Hammett, quien publica en 1930
“El Halcón Maltés”, novela que fue llevada a la pantalla cinematográfica
en diversas oportunidades, pero que, en 1941, el Director John Huston
Logra un versión de tan gran calidad cinematográfica que es
posteriormente considerada como la película que da inicio oficialmente al

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género del Cine Negro Cinematográfico. Pero, cabe preguntarse, ¿Qué
elementos aportó el Cine como arte, a la definición de este género que ya
había sido bautizado en el terreno de la literatura?, y entonces habría que
recordar que la joven industria cinematográfica de Hollywood también
estaba influenciada por los factores sociales que comentamos al principio:

“By the twenties, the publishing industry was changing, and

fiction became increasingly accessible to an increasingly
literate American public. Pulp magazines began to replace the
older dime-novel format as a mass outlet for fiction. Priced
from ten to twenty-five cents, pulps were printed on coarse
newspaper stock with glossy, colorful, and often lurid covers.
More important, they provided a medium for those “penny-a-
word” writers who were at the center of the hard-boiled school,
among them Hammett, Chandler, and Woolrich. With the
introduction of the paperback in the thirties, the pulps had a
competitor in the marketplace (and one that would completely
displace them in the fifties). Now both lowbrow fiction (e.g.,
Cain, McCoy) and high-brow fiction (e.g., Hemingway,
Steinbeck, Faulkner) could be purchased for well under a
dollar, and American authors could achieve a popularity that
was unthinkable in the nineteenth century. In a very real
sense, the films noirs of the classic period represented
Hollywood’s attempt to capitalize on the public taste for crime,
violence, and sexuality, a taste already made palatable by the
publishing world.” (Porfirio, Robert, Foreword The Philosophy of
Film Noir, Kentucky, 2006)

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…Lo que nos permite interpretar también, que otras formas artísticas
que surgían en otros lugares del mundo también se filtraban en la
cultura norteamericana en las mentes de refugiados e inmigrantes que
venían huyendo de otros destinos y otras crisis. Tal vez por ello, algunos
críticos comentan sobre la influencia del expresionismo alemán en el
Cine Negro Norteamericano, Y tal vez, la posibilidad de estos encuentros
culturales le dieron sustancia visual a un relato que ya poseía cuerpo
definido en lo literario. La definición de el Género negro va a transitar
entre las disciplinas artísticas de la literatura y el cine, y de una otra
van a constituir un género interdisciplinario… destacado por la temática
existencial, por la historia del antihéroe que debe enfrentar personajes
sórdidos, inmorales, deshonestos, para descubrir un misterio o para
contribuir a que no se devele este nunca… Siempre seducido por los
encantos de la “Viuda Negra”, el estereotipo femenino que también
surgió a partir de la conjunción entre el Cine y literatura en el género
negro…

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 Humphrey Bogart. Encarna el estereotipo del protagonista del Cine Negro

Según la visión de los críticos e historiógrafos del Cine, es corta la vida

real del género del Cine Negro. Tal vez la razón de ello la podamos
encontrar más allá de los factores históricos y económicos que ya
mencionamos, en aquella infame cacería de brujas que, desde el ámbito
político comenzaba a signar la vida de intelectuales, escritores, artistas
y directores de Cine, quienes en algunos casos, como el del propio
Dashiell Hammett, sufrieron persecución y cárcel por manifestar
públicamente su adhesión o simpatía por la ideología comunista.

Harrison Ford y Edward james Olmos en “Blade Runner” (1982), dirigida por Ridley Scott

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4.0 El Cine Negro resurge como inspiración, homenaje y culto
En la historia mundial, y en la historia de los estados unidos, el hecho de
que terminara el clima de las guerra, o de que re estableciera la
economía, no significó que la sociedad regresara totalmente a un estado
de control y equilibrio. El jardín de las miserias que llegó con la
depresión económica se instauró en los países desarrollados, tras las
guerras, alimentándose de las bajas humanas, la descomposición social,
y la aparente falta de fortaleza económica de los estados aliados, luego
de invertir gran cantidad de recursos en la guerra. Sospechamos que
este panorama no es del todo así, sospechamos que el crimen, la mafia,
la trata de personas, son crímenes que se han instaurado en los
mismos estados, con la complicidad de los poderes legislativos y los
aparatos de represión de los mismos a lo largo del siglo XX. Y si bien, la
guerra fría, la cortina de hierro… fueron importantes estimulantes del
imaginario popular, gracias a la labor de los medios de comunicación de
masas, y con un importante aporte del Cine… ese estereotipo del policía,
del investigador antihéroe, en su lucha con los millonarios abusadores,
los capos de la mafia, y seducido por modernas venus de las pieles,
nunca perdió vigencia, y se constituyó, como el mismo género negro, en
una clara referencia de la sociedad del siglo XX en Estados Unidos, en
las cosmopolitas de los países aliados en el mundo. Y es a partir de esta
reflexión que podemos comprender la resurrección del cine negro, luego
de su final oficial a finales de la década de los 50, en un sin numero de
obras cinematográficas Norteamericanas, y también de otras latitudes
que, ya sea como un homenaje, o como una o por asimilación, toman
los elementos del Cine Negro y los re contextualizan a otros Sub
géneros, en los que pueden encontrarse desde las obras policiacas, o
de suspenso, como las películas Casino de Martin Scorsese, o Ronin
(1998), del Director John Frankenheimer hasta obras fantásticas Como

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Blade Runner (1982) de Ridley Scott, o Dark City (1998), de Alex
Proyax. Pero, tomando en cuenta la estrecha relación entre el género
del Cine Negro y la década de los 50, en el que se produjo la mayor
parte de las películas que constituyen el género, algunos críticos han
considerado que las obras posteriores a este período del cine debería ser
catalogadas en otro género, pese a tener en su estética elementos del
Cine Negro. Es así como surge la propuesta del “Neo Noir”:

“The genere of film noir itself was doing a kind of philosophy.

The narratives of film noir were identifying phenomena that
were emerging in society at the time, new forms of anxiety, of
violence, of greed, of oppression and resistance to oppression.
Neo-noir functions in a similar way, tracking emergent social
patterns of its times. Neo-noir, in addition, functions as a kind
of philosophy of noir. It is a reflection on, as well as a re-
creation of, the genre of noir.” (Gilmore, Richard, “The Filosofy
of Neo Noir, pag 120, Kentuky Un press)

Dark City (1998), escrita y dirigida por Alex Proyax, película que en la perspectiva del Neo Noir, hace un
homenaje tanto al Cine Negro como al Expresionismo en el Cine Alemán.

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5.0 Chinatown: la nostalgia es el alimento del Neo Noir, y de las
estrategias comerciales tradicionales de la industria del Cine.

“ Me involucré con Chinatown en noviembre de 1971, cenaba

con Bob Towne, quien para ese entonces era un escritor nuevo
con una buena reputación. Quería que escribiera “Gatsby”,
para mi. Le ofrecí lo que entonces era una cifra astronómica –
175000 dólares- por hacerlo. Dijo; “No, no quiero tratar de ser
mejor que (Scott) Fitzgerald, pero estoy escribiendo una
historia llamada barrio Chino”- Me habló de ella y dijo: “Mejor
hacemos esta.” En vez de recibir 175000 dólares por Gatsby,
me pidió 25000 dólares por Barrio Chino ...” (Bob Evans, en el
reportaje “Chinatown Revisited”, Paramount Pictures).

Quizás, en nuestra ámbito académico orientado al estudio de las artes

audiovisuales, rescatar una conversación sobre las negociaciones
económicas entre productores y artistas pueda ser despreciada como
una referencia válida en la historiografía del Cine… Y nosotros, desde
nuestra perspectiva crítica con la pretendemos comprender mejor el
fenómeno del cine, estamos convencidos de que despreciar los factores
económicos, que nos muestran la faceta del cine como negocio, como
industria cultural dedicada a la producción de obras de entretenimiento
que, obligatoriamente, deben producir ganancias, más allá de su valor
estético a lo largo del tiempo… es un error histórico, que deviene en un
prejuicio que más que exaltar, banaliza unas formas estéticas que no
pueden existir fuera del contexto del circuito de la industria cultural -
salvo en las acciones de la piratería- y que por tanto, no son formas
artísticas que de verdad nos muestren la visión de un autor
Cinematográfico como artista -sea éste el director o el guionista- sino

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que, nos muestran -pese a que, en nuestra percepción común, casi al
borde de la esquizofrenia, nos neguemos a reconocerlo-la estrategia
comercial de una corporación dedicada al espectáculo, como en caso la
Paramount, una de las empresas de producción cinematográfica que
surgieron apenas escasos años después de los comienzos de la
producción del cine como espectáculo, y por lo tanto, una de las más
antiguas. La negación de los factores económicos como parte del
análisis de una película también nos resulta una enorme hipocresía por
parte de aspirantes a artistas según la definición individualista del genio
que monopoliza los aportes de su trabajo al desarrollo del lenguaje y de
la cultura humanas, o para decirlo en español venezolano: los que más
les da asco hablar del cine como industria cultural, productora de
Capital, son los que más pendientes están del capital que puedan
producir con las películas…. He aquí, la razón por la que consideramos
esta perspectiva una gran hipocresía.

“Chinatown comenzó con una llamada que recibí de Jack

Nicholson. Hacía años que queríamos hacer algo juntos. Un día
me llamó a Roma para hablarme del guión de Bob Towne. Poco
después Bob Evans me llamó para hablarme de los mismo.
Entonces leí el guión. Era una época cuando no quería regresar
a Los Ángeles. Fue unos años después de la muerte de Sharon
Tate. El guión era emocionante. Era largo, como de 180
páginas, pero tenía mucho potencial para hacer una película…
Así que finalmente fui a hablar con ellos al respecto”. (Román
Polanski, en el reportaje “Chinatown Revisited”, Paramount
Pictures).

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Chinatown es un película producida en el año de 1974 por la Productora
de Hollywood Paramount Pictures, Y Robert Evans, era un productor de
Cine que por aquel entonces ya había logrado cosechar algunos grandes
éxitos dando oportunidad a nuevos talentos Directores y Actores, como
Francis Ford Coppola, Jack Nicholson y Román Polanski, Robert Towne…
Chinatown no solo es una obra maestra del Neo Noir, en el sentido de
que rescata los elementos estéticos y los temas del Cine Negro y a
través de la historia de Towne, los re contextualiza a una visión de la
realidad, del pasado de los estados unidos, que en su momento había
sido censurado por esa política totalitaria de los norteamericanos de
eliminar las visiones distintas y la crítica a sus errores, como política de
sus agencias de inteligencia y sus aparatos de represión, con el objetivo
de mantener una imagen de Norteamérica como “Un Mundo Feliz”,

“ La mayoría de las películas de detectives han tratado sobre

halcones exóticos, robo de joyas a mano armada, delitos raros
de un o de otro tipo ¿Sobre agua y energía? Eso era atípico. ”.
(Robert Towne, en el reportaje “Chinatown Revisited”,
Paramount Pictures).

Además, Chinatown es magistral en conjunto porque, gracias a la

dirección de Polanski, a la actuación del joven monstruo Nicholson, y a
la capacidad de riesgo de Evans y su influencia en la Paramount, se deja
ver en esta obra , como “el jardín de las miserias” de la sociedad
norteamericana en vías de sufrir la depresión económica también tenía
un escenario de conflicto en las políticas de estado para beneficiar a la
población, en este caso con el problema de hacer llegar el agua al
pueblo de “Los Ángeles”, y de cómo, por culpa de la excesiva influencia
de los individuos de la clase alta, se generaban mecanismos de
corrupción, que al ser investigados por el detective protagonista

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“Nicholson” develaban una espantosa serie de crímenes y asesinatos,
incesto, pedofilia, y demás lascivias en el seno de la clase dominante,
intocable por su influencia económica y política. Paradójicamente, el
papel del personaje que encarna esta esfera de poder en la clase
dominante de estados unidos fue asumido por el mismo John Huston,
director del Halcón Maltés, y de una larga lista de películas en las que
tanto como actor o como director exploró la esencia del ser y su
relación con los conflictos…

John Huston, como actor en Chinatown

Vale decir de, en Chinatown hay un hilo conductor que unos a las
grandes figuras que la producen, la dirigen o la protagonizan y este hilo
se teje a partir de la relación de todos los personajes con la actuación.
Tanto Evans como Towne habían entrado al mundo del espectáculo
como actores, sin lograr grandes éxitos en este campo, El Propio
Nicholson iniciaba sus pasos con muy bien pié, aunque antes de
Chinatown todavía no era muy conocido… Huston, ya había ya había
vivido una gran carrera cinematográfica en la que también tuvo
importantes reconocimientos como actor, como ya dijimos, en incluso, el
propio Polanski, tuvo un papel, un personaje, que le dio la oportunidad
de presentarse una vez más como actor desarrollando un gag en la
película.

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 “La pequeña parte donde actúo fue idea de Robert Towne. Me
dijo –“Debes hacer esa parte.” Pensé que todos se divertirían.
Fue una broma interna. (Pensé que un cuchillo que tuviera un
lado giratorio. Les pedí que me lo hicieran. Me lo hicieron muy
bien. Por supuesto, giraba en una dirección y no hacia la otra.
Le dije a Jack: “Tienes que recordarme cada vez que
ensayamos aguantar el cuchillo en la dirección correcta porque
si no, te romperé la nariz.” Fue muy bueno ya que le añadió
drama a la expresión de Jack”. (Román Polanski, en el
reportaje “Chinatown Revisited”, Paramount Pictures).

Román Polanski, como actor en Chinatown, junto a Jack Nicholson

Ya para cerrar este informe sobre el fenómeno del Cine negro y su

relación con Chinatown, comentamos que, tal vez, uno de los elementos
que puedan dar el mayor aporte para justificar la vinculación de este
film con el género del Cine Negro, lo podamos encontrar al final de la
película, cuando termina de develarse la oscura relación de amor-
incesto entre el viejo acaudalado Noah Cross (Huston), y la viuda del
ingeniero Mulwrray, Evelyn (Faye Dunaway) , e hija del susodicho. Lo
mejor que tiene el guión de Chinatown, es que rescata la construcción
original de las tramas en la novela negra, sobre todo en la obra de
Dashiell Hammett o de Raymond Chandler.

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 “Traté de que los personajes de la película fuerna reales, no
sacados del Cine. Quiero decir, comenzando con el prototipo de
Gittes de Phillip Marlowe. En las obras de Marlowe y de Dashiell
Hammett siempre aparecía el caballero sin brillo”. (Robert
Towne, en el reportaje “Chinatown Revisited”, Paramount
Pictures).

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Filmografía consultada

“Chinatown”, 1974, Dir; Roman Polanski, Prod, Bob Evans, Guión Bob
Towne, Cast : Jack Nicholson, Faye Dunaway, John
Huston,Paramount Pictures.

“Chinatown Revisited with Roman Polanski, Robert Evans and

Robert Towne” (Video 1999), reportaje de la Paramount Píctures
para la edición en DVD de la película.

Bibliografía consultada

CHANDLER, R. (1950): El Simple arte de Matar. Madrid, Libro amigo,

Bruguera.
CHANDLER, R. (1972): El Sueño Eterno. Barcelona, Barral Editores.

GILMORE, R. (2006): The Filosofy of Neo Noir. Kentuky, Un press.

HAMMETT, D. (1982): El Asesinato de las Criadas Chinas. Madrid,

Club Joven, Bruguera.

PORFIRIO, R. (2006): Foreword The Philosophy of Film Noir.

Kentucky, AQUÍ VA LA EDITORIAL

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