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TRABAJO PRÁCTICO Nº III

‘Aprendizaje autónomo y
aprendizaje cooperativo’
● Materia: Educación para la Diversidad

● Año: 2021

● Docente: Azul Torrano Rossi

● Alumnas: Rapallini Josefina - Rossi Cintia

● Carrera: Profesorado de Inglés

● Institución: Instituto superior de formación docente y técnica N°10

“Dr. Osvaldo Zarini”, Tandil, Bs As.


El aprendizaje autónomo promueve una autogestión del conocimiento para educarse a
sí mismo, desarrollando ámbitos de actuación que apropian estrategias cognitivas y
metacognitivas las cuales favorecen el dominio de las habilidades de pensamiento de orden
superior. Cuando el ser humano domina el aprendizaje relacionado con las cosas prácticas
tiene la oportunidad de relacionar la teoría con la práctica en cuanto reflexiona alrededor de
un conocimiento de sensaciones o de experiencia con el fin de construir representaciones
mentales que le permitan participar en la sociedad del conocimiento. El factor relacionado
con las representaciones mentales apunta a la construcción de los conceptos y las teorías,
permitiendo el paso de pensamientos simples a los pensamientos complejos, importantes para
el uso y la generación de sabiduría en los campos profesional, laboral y de la vida diaria. El
aprendizaje autónomo es una forma de aprender a educarse para la vida en todos los aspectos
a partir de la autogestión del conocimiento individual y el trabajo cooperativo donde se
aprende con y del otro para potenciar la inteligencia creativa, imaginativa, sintética,
disciplinar, la ética y el respeto a la otredad. Esto implica desarrollar habilidades y estrategias
de aprendizaje cognitivas, metacognitivas, socioculturales, entre otras.
“El aprendizaje autónomo cambió el paradigma de aprender a aprender al contemplar
una educación para la vida, teniendo presente que el acto de aprender depende de las
habilidades de pensamiento de orden superior para el desarrollo de una metainteligencia.”
(CHICA CAÑAS, p. 193).
Observar, comparar, contemplar, diferenciar, inferir, narrar, tomar decisiones, inducir-
deducir, deducir-inducir, argumentar, contraargumentar, explicar, justificar y desarrollar un
pensamiento hipotético, entre otros, contribuyen a la construcción de conceptos en torno a
actividades de aprendizaje relacionadas con cosas prácticas, con las personas y con las
representaciones mentales.
“Desde la criticidad se aprende a autorregularse para identificar las fortalezas y
debilidades respecto de las habilidades que se requieren desarrollar; adquirir hábitos de
estudio, estrategias de aprendizaje; madurar la inteligencia emocional, existencial, ética, la
inteligencia de las relaciones interpersonales”. (p. 171) Esta criticidad abarca no sólo lo
intelectual, sino también lo moral, entendido como un aprendizaje con sentido de
responsabilidad social que contribuya a una relación de respeto y sana convivencia
comunitaria. Podremos afirmar que el aprendiz decide por sí mismo cómo alcanza la
resignificación del conocimiento como una forma de vida que adopta con prudencia y
libertad para la gestación de nuevos conceptos o teorías en medio del bombardeo de
información de la sociedad del conocimiento.
El estudiante autónomo orienta el aprendizaje para hacer realidad un proyecto de vida.
Es empeñar el propio ser en función de terminar la carrera de la vida con un valor de
interacción respetuosa con los demás, involucrándose en su propio proyecto de vida personal.
“Una persona motivada es capaz de establecer puentes entre la realidad y lo que desea hacer
tangible en beneficio de sí mismo y del bien común, predisponiendo la mente, las emociones,
el corazón y el comportamiento en función del éxito”. (p. 177)
Un gran atributo de los buenos aprendices es la metacognición o la capacidad de
reflexionar sobre el propio pensamiento. Porque para ser aprendices autónomos, capaces de
seguir aprendiendo durante toda la vida, necesitamos ser conscientes de qué sabe de cómo lo
sabemos y de qué todavía nos falta saber. También tenemos que reconocernos como
aprendices, incluyendo cuáles son nuestras fortalezas, qué nos cuesta y cómo atravesar
aquello que nos resulta más difícil. Necesitamos poder planificar y luego monitorear nuestro
aprendizaje, entender cómo vamos, cuánto nos falta y tomar decisiones para seguir adelante.
La metacognición es un concepto propuesto por primera vez por el psicólogo John H. Flavell
en 1979. Los niños tienen la capacidad de identificar con cuánta claridad recuerdan las cosas
y qué tan seguros están de lo que recuerdan. Habilidad de reflexionar sobre lo que se
comprende “meta” viene del griego y significa “más allá de”: ir más allá de la cognición (es
decir, de la acción misma de conocer. Reflexionando sobre el propio proceso de pensamiento.
Existen dos aspectos fundamentales: el conocimiento metacognitivo, o la comprensión de los
propios procesos de pensamiento, y la regulación de los procesos cognitivos, es decir, la
posibilidad de intervención sobre ellos. Entre los tipos de conocimiento metacognitivo se
encuentran: el conocimiento de las personas, de las tareas y de las estrategias.
PERSONAS: uno puede llegar a conocer de uno mismo y de los demás, en tanto
sujetos que aprenden. Conocernos como aprendices, identificando aquello que sabemos y lo
que no, encontrando nuestras fortalezas y debilidades y tomando conciencia de las
estrategias. También conocer a los demás como aprendices en tanto comparar pensamientos,
habilidades y estrategias.
TAREAS: existen tres momentos: al iniciar la tarea (la capacidad de planificación del
proceso de aprendizaje), en el desarrollo (el monitoreo y control de cómo vamos con el
proceso) y en el cierre de la tarea (la evaluación de qué aprendimos).
ESTRATEGIAS: herramientas concretas que los estudiantes utilizan para aplicar el
pensamiento metacognitivo en su aprendizaje. Técnicas o “trucos” que cada persona va
desarrollando para mejorar su desempeño.
De acuerdo a los continuos cambios de la actualidad, es necesaria la formación de
nuevos modelos de sujetos para la vida ciudadana y el mundo del trabajo; ciudadanos
autónomos, creativos, competentes y flexibles para afrontar retos y resolver problemas
individual y colectivamente. Desarrollar la autonomía y la capacidad de tomar las riendas de
su camino como aprendices.
Hay que variar las estrategias metacognitivas que se enseñan para poder llegar a todos
los alumnos y alumnas. Los programas de enseñanza que enfatizan en el aprendizaje de la
metacognición en el marco de un contenido o asignatura específica (en lugar de hacerlo de
manera descontextualizada) son particularmente eficientes. Seguir trabajando la
metacognición en diversos contextos a lo largo del tiempo. Es indispensable planificar con
anticipación y a largo plazo. La enseñanza de la metacognición sólo es efectiva si se sostiene
en el tiempo de manera sistemática. Es recomendable hacer grupos cooperativos de trabajo
entre docentes a la hora de implementar la enseñanza de la metacognición.

Actividad (Aprendizaje autónomo)

Como propuesta enmarcada en este enfoque explicado anteriormente, pensamos en


una actividad para secundaria en la cual los alumnos lleven imágenes que resulten
interesantes para ellos con el fin de crear una noticia o una historia a partir de las mismas y
junto con material brindado por el docente más el uso de sus carpetas, diccionarios, etc. Esta
creación podrá ser direccionada como elija cada estudiante, donde tengan la opción de
trabajar en pequeños grupos y puedan compartir sus ideas. Es así que el estudiante decide por
sí mismo cómo alcanza la resignificación del conocimiento, con prudencia y libertad.

Con respecto al aprendizaje cooperativo, el mismo refiere al uso didáctico del trabajo
en grupo haciendo énfasis en el valor de las interacciones sociales que se dan entre los
integrantes y aprovecharlas al máximo, logrando que todos los participantes tengan una
participación equitativa. Se trata de cooperar para aprender y aprender a cooperar; existen
cinco elementos para aprender de manera colaborativa: Interdependencia positiva, interacción
estimuladora, responsabilidad individual y grupal, técnicas interpersonales y de equipo y
evaluación grupal.
Para la puesta en práctica de la clase cooperativa, existen diferentes métodos: toma de
nota en pares, resúmenes junto con el compañero, leer y explicar en pares, redactar y corregir
cooperativamente en pares, ejercitar o repasar la lección en pares, resolver problemas
matemáticos en pares, debates escolares, investigación en grupo y Co-op Co-op. Con este
último método de agrupa a los alumnos asignando a cada grupo una unidad didáctica, y a
cada miembro un subtema. Los alumnos investigan individualmente y luego vuelcan las
conclusiones al grupo de trabajo. Posteriormente, se hace una presentación global a toda la
clase. Entre las evidencias del impacto de este tipo de aprendizaje, se generan mayores
esfuerzos por lograr un buen desempeño, relaciones más positivas y una mejor salud mental.
Según Johnson y Johnson (1985), una característica importante de los métodos
cooperativos es su flexibilidad: estos métodos pueden utilizarse con alumnos de todas las
edades, en cualquier materia, con una gran variedad de materiales curriculares y ayudas
tecnológicas y con cualquier tipo de estudiantes.

Actividad (aprendizaje cooperativo)

Como actividad áulica para el aprendizaje cooperativo, pensamos en proponer a los


alumnos pensar en conjunto sobre el siguiente cuestionamiento: “Why is English
important?”. A partir del mismo los alumnos deberán argumentar y debatir acerca de sus
posturas. Pensamos en esta actividad como una tarea flexible, característica fundamentar de
este tipo de aprendizaje, brindando valor a las interacciones entre los alumnos a partir de sus
reflexiones. Es interesante pensar que, en término de un aprendizaje cooperativo, tiene
que construirse una interdependencia positiva entre los integrantes del grupo; en este
sentido, puede ser valioso para la interdependencia que los aportes de todas y todos al
interrogante inicial contribuyan a una reflexión general acerca del mismo. Aquí, el/la
docente puede establecer instancias de repreguntas para ayudar a la construcción de
nuevos interrogantes o ideas, desde los aportes del grupo.
Bibliografía:

CHICA CAÑAS, F. A. (2010) “Factores de la enseñanza que favorecen el aprendizaje


autónomo en torno a las actividades de aprendizaje” en Reflexiones Teológicas, número 6.
Colombia.

FURMAN, M.; LARSEN, M. E. y BELLOMO, A. (2020) “Metacognición: ¿cómo formar


estudiantes capaces de regular su propio proceso de aprendizaje?” Documento Nº7. Proyecto
Las preguntas educativas: ¿qué sabemos de educación? Buenos Aires: CIAESA.

FURMAN, M.; LARSEN, M.E. y WEINSTEIN, M. (2020). “Aprendizaje cooperativo: ¿qué


estrategias ayudan a que aprendamos de y con otros?” Documento Nº4. Proyecto Las
preguntas educativas: ¿qué sabemos de educación? Buenos Aires: CIAESA.

JOHNSON, D., JOHNSON, R. y HOLUBEC, E. (1999) “La puesta en práctica de la clase


cooperativa” en El aprendizaje cooperativo en el aula. Editorial Paidós. Buenos Aires.

¡Muy buena producción Cintia y Josefina!


Establecen buenas vinculaciones entre las y los autores sugeridos para la elaboración
del presente escrito.
Me resultan muy interesantes las actividades diseñadas.
Buena presentación y formato.

TRABAJO APROBADO
Prof. Azul Torrano Rossi
Noviembre 2021

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