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🔥 *FRENTE AL ADVERSARIO*

*Stg. 4:* _Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. 7
Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y él huirá de vosotros. 8 Acercaos a
Dios, y él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y
purificad vuestros corazones, vosotros de doble ánimo. 9 Afligíos, lamentad y
llorad. Vuestra risa se convierta en llanto, y vuestro gozo en tristeza. 10
Humillaos delante del Señor, y él os exaltará._

*Contexto:*
Santiago sabe que el adversario de todo creyente es Satanás, quién busca por
todos los medios destruir su fe. Uno de esos medios es introducir la
mundanidad en la iglesia y en el cap. 4 Santiago trata de esa mundanidad y
describe: su causa (vv. 1, 2); sus consecuencias (vv. 3–6); su remedio (vv. 7–
10), y sus características (vv. 11–17). Por eso, la carta de Santiago es
considerada una guía práctica del cristianismo.

*Reflexión*:
En estos versículos Santiago expone el remedio para enfrentar la mundanidad
que Satanás ha introducido en la iglesia. El remedio está mencionado en el v.
6b, _la humildad_; de esta brota la sumisión; de la sumisión, el arrepentimiento
sincero; del arrepentimiento sincero, la total dedicación a Dios.
Como primer fruto de la _humildad, sumisión_ (v.7): _Someteos, pues, a Dios.
Resistid al diablo, y él huirá de vosotros_. Resistir al diablo es resistir al espíritu
de soberbia que nos aleja de Dios (v. 6b). Al diablo se le resiste con _el escudo
de la fe_ (Ef. 6:16), con la Palabra de Dios (Mt. 4:4, 7, 10; Lc. 4:4, 8, 12) y con
la práctica de la humildad, como el propio Santiago da a entender aquí.
Luego Santiago nos invita a fomentar la comunión íntima con Dios, con lo que,
juntamente con la sumisión humilde, se manifiesta la decidida voluntad de
resistir al diablo (v. 8): _Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros_. Frases
inspiradas en Za. 1:3 y Ml. 3:7: _Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros_.
Estas palabras no van dirigidas a inconversos, sino a creyentes que se han
alejado de Dios, y han perdido la comunión con Él.
A continuación, Santiago no dice imperativamente (v. 9): _afligíos, lamentad,
llorad, convertid vuestra risa en llanto y vuestro gozo en tristeza_, conllevan un
sentido de pesar por el pecado cometido, y una afirmación de no volver a
cometerlo, en otras palabras, arrepentimiento sincero.
Finalmente, debemos reflexionar, que hasta que no hayamos puesto en
práctica los imperativos de este pasaje, hasta que no nos hayamos vuelto a
Dios, hasta que no podamos obedecer su voz conforme a todo lo que Él nos
manda, no habremos vencido a nuestro adversario.

*Oremos:*
Gracias Señor por darnos esta Palabra que no enseña a enfrentar al enemigo
con éxito. Nos sometemos a ti Señor con humildad y arrepentimiento sincero, y
nos volvemos a ti Señor buscando tu rostro. Acércate Señor y enséñanos a
resistir al enemigo. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Te amamos Dios en
Cristo Jesús. Amén.

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