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INSTITUTO TECNOLOGICO DE

ACAPULCO
INGENIERIA EN SISTEMAS
COMPUTACIONLES

DESARROLLO SUSTENTABLE

“ACTIVIDAD C”
Alumno:
Araujo Díaz Rodrigo Yahir (20320927)
Casimiro Vélez Jan Lorenzo (20320966)
Cueva García Carlos (20320608)
Cruz Abarca Luis Miguel (19320929)
Profesor:
Sánchez Castro Héctor

01 Noviembre
INDICE:

INTRODUCCIÓN: ............................................................................ 3
OBJETIVOS: ..................................................................................... 4
DESARROLLO: ................................................................................ 5
PASOS A SEGUIR PARA INTERVENIR EN UNA
COMUNIDAD: ............................................................................... 9
VENTAJAS Y DESVENTAJAS QUE EXISTEN AL
TRANSFERIR A UNA COMUNIDAD INFORMACIÓN,
PROYECTOS, ENTRE OTROS ASPECTOS. ............................ 11
CONCLUSIÓN: ............................................................................... 12
BIBLIOGRAFIAS: .......................................................................... 13
INTRODUCCIÓN:

¿Qué es la intervención participativa?


La metodología participativa pretende descifrar desde el interior de los procesos
de intervención social su sentido, interviniendo activa y conscientemente en su
transformación, haciendo de las actividades espontáneas de las personas un proceso
consciente.
¿Qué busca la metodología participativa?
Las metodologías participativas son métodos y enfoques activos que animan y fomentan
que las personas se apropien del tema y contribuyan con sus experiencias.
Esta metodología fomenta que la gente comparta la información, aprendan unos de los otros
y trabajen juntos en temas comunes.

La metodología participativa fortalece procesos realizados colectivamente y en


función de acciones con carácter colectivo y de impacto social en docencia, investigación y
extensión universitaria, así como también en la educación formal institucionalizada.

La actitud de los profesionales ante la intervención participativa se focaliza habitualmente


desde las relaciones de poder que enmarcan toda intervención social. Ocupan una posición
bisagra entre los que toman decisiones políticas y las personas a las que van dirigidas las
intervenciones, y asimismo, ejercen una notable influencia técnico-estratégica al controlar,
en última instancia, la distribución de los recursos en juego. Constituyen, así, la
"personificación" de las intervenciones, controlan recursos y conocimiento, mantienen
posiciones de poder preeminentes e imprimen carácter a las intervenciones.
OBJETIVOS:

Un proceso de intervención comunitaria tiene como objetivo mejorar las condiciones de


vida de la población y que la comunidad sea protagonista de dicho cambio. Esto, en parte,
tiene que ver con las necesidades, aspiraciones, problemas o temas de interés para la
comunidad; por ejemplo, en México se tiene un programa que se llama “limpiemos nuestro
México”, el cual se realiza, cada año el 26 de mayo, donde se involucran los medios de
comunicación y la ciudadanía en general, y se busca rescatar un espacio ecológico de la
basura y sus consecuencias desfavorables al medio ambiente aplicando las 3R + 1 (reduce,
reutiliza, recicla y recoge), cabe mencionar que durante la campaña de 2013, participaron
2.2 millones de personas agrupadas en 43 300 brigadas, las cuales lograron recolectar
alrededor de 8 500 toneladas de basura, con el objetivo de tener un México más limpio.
DESARROLLO:

La acción profesional despierta un indudable interés analítico en virtud de la complejidad


de las intervenciones (Warren 1998) que reflejan tanto la estructura organizacional de las
instituciones como la de los programas de intervención concretos (Barret y otros 2005). A
esto se le une el creciente interés por conocer las formas, condiciones y estructuras que
faciliten la intervención participativa y su sostenibilidad (Nastasi y otros 2000), así como
por dilucidar qué es realmente participación y qué cabe esperar de ella en el ámbito de la
intervención social. La actitud de los profesionales empieza a ocupar un lugar destacado en
estos estudios, considerándose como uno de los múltiples factores que pueden bloquear la
intervención participativa, ya sea por su resistencia a perder el poder del que gozan o al
eclipse de la hegemonía de su conocimiento (Chambers 1997, 2000, 2005). Como plantea
Maritza Montero (2006: 178), "los profesionales pueden, aun inconscientemente, enfrentar
la intervención desde la posición de superioridad de sus conocimientos y esto se revelará
tanto en sus modos de establecer la relación y de comunicarse como en gestos nimios, pero
muy significativos". Sin embargo, los estudios sobre intervención y participación apenas
consideran los efectos de las prácticas participativas sobre los profesionales a nivel
subjetivo, y en la mayoría de los casos éstos aparecen diluidos y homogeneizados dentro de
las organizaciones para las que trabajan (Eversole 2003, Nastasi y otros 2000). No obstante,
los profesionales no son meras piezas de una maquinaria: la lógica de las organizaciones no
subsume completamente las lógicas de los que las conforman. De esta forma, más allá de
estas circunstancias, difícilmente se hace referencia a la dimensión que como sujetos tienen
los profesionales: el profesional se hace y conforma como persona dentro del propio
proceso de intervención; por tanto, ese carácter de sujeto debe ser tenido en cuenta para
comprender su actuación y, por extensión, el desarrollo de la intervención en general.
La relación entre los profesionales y los usuarios de los servicios que prestan tiene lugar
dentro de un marco de relaciones de poder, conocimientos diferenciales y cultura
organizativa particular.
Pero a todo ello habría que sumar la dimensión subjetiva, desde la que es posible
comprender que esa relación profesional/usuario no es consecuencia mecánica, y por tanto
predecible, del contexto sistémico en el que se produce. La posición estructural de los
profesionales no hace sino reforzar el peso de los mismos como sujetos dentro de la
intervención; pero los profesionales no actúan en las intervenciones sólo como
profesionales sino antes que eso como personas.
Resulta paradójico que se estén utilizando dos sensibilidades analíticas muy diferentes para
profesionales y usuarios; si bien es cierto que ocupan posiciones bien distintas en los
procesos de intervención, no lo es menos que son igualmente sujetos de estos procesos,
afectados por sus circunstancias comunicativas y subjetivizadoras. Así, habría que aplicar a
los profesionales los mismos principios analíticos que aplicamos a los usuarios, esto es:
huir de la homogeneización gratuita, considerarlos sujetos y no objetos de los procesos,
analizar los efectos sobre ellos de prácticas y discursos ajenos, etcétera.

INTERVENCIÓN EN COMUNIDADES:

Un proceso de intervención comunitaria tiene como objetivo mejorar las condiciones de


vida de la población y que la comunidad sea protagonista de dicho cambio. Esto, en parte,
tiene que ver con las necesidades, aspiraciones, problemas o temas de interés para la
comunidad; por ejemplo, en México se tiene un programa que se llama “limpiemos nuestro
México”, el cual se realiza, cada año el 26 de mayo, donde se involucran los medios de
comunicación y la ciudadanía en general, y se busca rescatar un espacio ecológico de la
basura y sus consecuencias desfavorables al medio ambiente aplicando las 3R + 1 (reduce,
reutiliza, recicla y recoje), cabe mencionar que durante la campaña de 2013, participaron
2.2 millones de personas agrupadas en 43 300 brigadas, las cuales lograron recolectar
alrededor de 8 500 toneladas de basura, con el objetivo de tener un México más limpio.
Es importante destacar que las actividades de intervención en las comunidades se tratan
principalmente de procesos a mediano y largo plazos, de tipo global y centrados en una
comunidad concreta, entendida como el conjunto formado por los siguientes elementos y
sus interrelaciones: territorio, población, recursos y demandas, dinámica de relaciones de
poder (asimetrías).
En todo proceso comunitario se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

 Conocimiento y comprensión de la realidad. A través de estudios cuantitativos y


de la utilización de técnicas cualitativas (entrevistas, historia de vida, recorridos
barriales, grupos focales, talleres, recopilación de relatos, categorizaciones,
etcétera).
 Perspectiva global. Permite construir un pasaje del diagnóstico de salud al
diagnóstico comunitario, transformar las prioridades centradas en el equipo en
prioridades compartidas, abordar los programas sanitarios desde una perspectiva
interdisciplinaria, superar el protagonismo del profesional de la salud habilitando el
protagonismo de la población.
 Información. Sin esta no hay participación. La información es pública y un
derecho ciudadano; la información desde el ámbito de salud, la educación, la
seguridad, etc. Todos los conocimientos deben ser compartidos para poder saber
desde dónde se parte y hacia dónde se va. De este modo, se debe dar la misma
información a todos los implicados, instituciones, técnicos y población, pero con
lenguajes adaptados.
 Coordinación. Sin coordinación no hay intervención comunitaria. Cada actor social
decide su nivel y posibilidades de implicación; integrándose a lo que ya se hace en
otros ámbitos (públicos, privados, organizaciones no gubernamentales, etc.),
evitando superposiciones y, por ende, un debilitamiento tanto de las estrategias
como de los recursos. Para garantizar la continuidad, la implicación es de los
recursos o de las instituciones, no de las personas. La coordinación del personal
técnico debe contar con el apoyo de la institución a la que pertenece.
 Participación ciudadana, como proceso y cesión de poder. El posicionarse como
ciudadanos, con derechos y deberes, es lo que permite la posibilidad de pasar de ser
un “consumidor” de prestaciones a un ciudadano agente de su propio desarrollo, del
ciudadano individual de una población organizada. Esto implica un primer
movimiento al interno de los equipos de salud. ¿Defendemos nuestros derechos
como trabajadores? ¿Somos capaces de pasar de la queja a la acción?

El proceso comunitario es complejo y difícil, aparecen obstáculos técnicos y metodológicos


relacionados con una escasa formación en esta temática por parte de muchos trabajadores
del ámbito de salud y con el que se pretende poner en marcha acciones que van a
contracorriente del modelo imperante.
Las dificultades encontradas en cada una de las etapas se pueden ir solucionando a partir
del trabajo y la colaboración de todas las personas implicadas en el proceso y la convicción
de estar desarrollando un trabajo serio y con rigor.
De esta manera, se entiende que aquello que es un obstáculo o conflicto muchas veces es la
oportunidad de repensar acciones y de nuevos posicionamientos, que permiten avanzar
hacia intervenciones más efectivas.
Un Profesional Interviene A Comunidad Rural:
Son servicios a brindar y garantizar en las comunidades para satisfacer el desarrollo social
de la población, pero por lo general han sido implantados por personas o instituciones que
no conocen y/o no tienen relaciones con la comunidad, lo cual puede llevar a que estos
servicios no tengan aceptación y no cumplan sus objetivos ya que la población al no
intervenir en ello le resta efectividad a los esfuerzos que se hagan por garantizar la
educación y la salud de los habitantes.

Un Profesional Interviene A Comunidad Laboral:


En el ámbito laboral, permitiendo a estas personas potenciar sus habilidades y desarrollar su
independencia, a través de un trabajo remunerado que le permita satisfacer sus necesidades
vitales y el fomento de una cultura de aceptación a la diversidad.

Un Profesional Interviene La Comunidad Escolar:


Un profesional puede constituir un escenario ideal que permite desarrollar la educación
sanitaria y favorece así una perspectiva de intervención integral en los menores. De hecho,
en la escuela se actúa sobre sujetos en fase de formación física, psicológica y social, que
están en proceso de adquirir hábitos y formas de comportamiento saludable, adecuado para
su edad, esenciales para el desarrollo.
PASOS A SEGUIR PARA INTERVENIR EN UNA COMUNIDAD:

1. Identifique el problema o meta comunitario a ser abordado y lo que se necesita


hacer. Incluya:
A. Formulación del problema / meta comunitario a abordar.
B. Las conductas específicas de quienes que necesitan cambiar.
C. Las mejoras en los indicadores de nivel comunitario que deberían resultar.

2. Mida el nivel del problema o meta. Diferentes formas de medir el problema


pueden incluir:
A. Observación directa de las conductas o productos relativos al problema o meta.
B. Organizar encuestas comportamentales.
C. Entrevistar a personas claves en la comunidad
D. Revisar archivos o registros existentes

3. Describa aquellos grupos prioritarios a quienes la intervención debería


beneficiar y aquellos quienes desarrollan la intervención. Incluya:
A. Objetivos del cambio o grupos prioritarios cuyas conductas o resultados deberían
cambiar.
B. Agentes del cambio, o aquellos que implementan la intervención.

4. Indique cómo obtendrán ustedes las entradas procedentes de los clientes,


identificando y analizando los problemas o metas a ser abordados por la
intervención. Considere cómo ustedes utilizarán:
A. Contactos personales - ¿Con quién hablaran ustedes acerca de qué?
B. Entrevistas - ¿Qué preguntas formularán ustedes a quién acerca del problema o meta
y las posibles intervenciones?
C. Grupos focales - ¿De qué grupos buscarán ustedes qué tipo de información?
D. Foros comunitarios - ¿Qué situaciones públicas presentarían una oportunidad para
que ustedes discutieran el problema o meta, y cómo utilizarían ustedes esa
oportunidad?
E. Encuestas de opinión - ¿Qué preguntas de quién harán ustedes acerca del problema
o meta y las posibles soluciones?

5. Analice el problema o meta a ser abordado por la intervención. Utilice las


aportaciones de los clientes para especificar:
A. Aquellos para quienes la situación actual es un problema. ¿Quién está afectado por
el asunto, problema o meta?
B. Las consecuencias negativas (positivas) para aquellos directamente afectados y para
la comunidad más amplia. ¿Qué efectos tiene el problema o asunto en las vidas de
los afectados?
C. Los factores personales y ambientales a ser influidos (Ej. La experiencia e historia
de las personas; conocimientos y habilidades; barreras y oportunidades; apoyo
social y relaciones de ayuda; condiciones de vida que les ponen en riesgo para o les
protegen de experimentar ciertos problemas).
D. Las conductas o ausencia de conductas que causan o mantienen el problema. Qué
conductas de quién necesitan cambiar para que el problema (o meta) sea eliminado
(o abordada).
E. Quién se beneficia y cómo de que las cosas sigan como están (económicamente,
políticamente).
F. Las condiciones que necesitan cambiar para que el temas sea resuelto (Ej.
habilidades, oportunidades, recursos financieros y relaciones de confianza).
G. El nivel apropiado al cual el problema o asunto debería ser abordado (Ej. por los
individuos, familias, barrios, gobierno de la ciudad o distrito), y si la organización
tiene la capacidad para influir en tales cambios.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS QUE EXISTEN AL TRANSFERIR A
UNA COMUNIDAD INFORMACIÓN, PROYECTOS, ENTRE
OTROS ASPECTOS.

Proyectos o información:
 Escuelas
 Información preventiva sobre enfermedades
 Agua potable
 Energía eléctrica
 Servicios de salubridad

Adaptarse a las nuevas tecnologías:

Ventajas:
 Mejor calidad de vida
 Facilitar su adaptación al entorno
 Superación personal
 Mayor oportunidad de desarrollo

Desventajas:
 Fuertes inversiones (Algunos casos)
 Difícil adaptación a los cambios
 Actitud negativa
 Difícil aplicación (acceso a comunidades rurales)
CONCLUSIÓN:

Para implementar un proyecto en una comunidad se debe tomar en cuenta tanto la


información que se le debe brindar a la población y a la amplia investigación para
comprobar la viabilidad del proyecto.
Es decir que la participación es una necesidad humana sentida y en conexión con el ser,
tener y estar de las personas. Si promovemos la participación, fortalecemos las
posibilidades de transformación, tanto a nivel individual como colectivo, generando niveles
crecientes de autonomía e independencia para el mejoramiento integral de las condiciones
de vida. La metodología participativa para la intervención social tiene estrecha relación con
todos y cada uno de los momentos de los procesos de aprendizaje, garantiza su efectividad,
unidad e integralidad para la realización de procesos de interaprendizaje de impacto real en
la vida de las personas aprendientes. La ausencia de un planteamiento metodológico
integral aplicado a los procesos de intervención social nos remite a las personas
participantes al desgaste, al activismo, a la realización de procesos aislados y de poca
efectividad y, en el peor de los casos, a la inversión de recursos humanos, económicos y
físicos en proyectos de poco aliento e impacto social. Si nos preocupamos solo por la
transmisión de contenidos de manera agradable con el uso de lo último de “la tecnología
educativa” o de técnicas o “dinámicas”, sin un proceso metodológico integral y
participativo, provocamos el conformismo, la pasividad y el silencio de las personas
aprendientes, siendo precisamente con las que debemos lograr mayor apertura y confianza
BIBLIOGRAFIAS:

Antropología, G. d. (28 de Marzo de 2012). Profesionales frente a la intervención


participativa.
Comunicación y dimensión subjetiva. Obtenido de Gazeta de Antropología:
https://www.ugr.es/~pwlac/G28_06Esteban_Ruiz-Auxiliadora_Gonzalez-
JoseA_Sanchez.html

Escenario sociocultural. (s.f.). Escenario sociocultural. Obtenido de


https://hopelchen.tecnm.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r131176.PDF

Idañez, M. J. (27 de Mayo de 2014). Trabajo social comunitario en el medio rural.


Obtenido de slideshare: https://es.slideshare.net/MariaJosAguilarIdaez/trabajo-social-
comunitario- en-el-medio-rural

López, P. M. (20 de Julio de 2018). La práctica profesional del interventor educativo:


ámbitos y funciones. Obtenido de redalyc:
https://www.redalyc.org/journal/356/35656676007/html/

Desarrollar una intervención | Community Tool Box. (s. f.). S.N.


https://ctb.ku.edu/es/desarrollar-una-intervencion

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