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En la frontera de los años 70, se intentó hallar una salida postulando que la
literatura infantil y juvenil era un género literario específico.
En mi opinión las lecturas infantiles si tiene que ser sumistradas con cierto
vocabulario, si se quiere tener una sociedad con criterio y no con indecencia en la
cabeza, desde niños tenemos que darles educación de calidad.
Las lecturas infantiles no necesariamente tienen que ser para niños, existen
personas mayores de edad que aun les fascina las lecturas infantiles porque en
ellas aun se conserva muchos recuerdos, al momento de leerlas las transporta a
otra galaxia en la cual se olvidan de los problemas.
Hay que buscar estrategias lúdicas para que los niños les fascine la lectura, hoy
en día es un reto para los docentes que los alumnos tengan interés por leer, de
igual manera no solo el docente tiene la obligación de enseñar, sino que también
se ven incluidos los padres de familia. La lectura no solo en las escuelas se da,
sino es el interés de saber más de las cosas de igual manera en ella se desarrolla
la forma de escritura, la comprensión y la forma de expresarse.
¿A los adultos también les gusta leer cosas fantásticas? ¿Por qué? Sí, todos
llevamos un niño dentro de nosotros y al escuchar a alguien narrar cosas
fabulosas o ficticias nos pone la piel de gallina. O simplemente existen personas
que les agrada ese tipo de literatura.
¿Cuál es la relación entre literatura y mercado? ¿Por qué? los dos conceptos
se asocian para generar ingresos al autor, hoy en día todo lo que se hace es con
un objetivo la cual es el capital.
Algunos títulos son magníficas novelas si entendemos por ello trama, episodios,
personajes, asuntos que emocionen al mercado y pésima literatura: sin
inteligencia ni cultura, con una sensibilidad y un lenguaje burdos.