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CFGS D’ANIMACIÓ D’ACTIVITATS FÍSIQUES I ESPORTIVES.

CRÈDIT 3: ACTIVITATS FISICOESPORTIVES D'EQUIP. Voleibol


PROFESSOR: Francisco DEL POZO.

LA TÁCTICA DEL VOLEIBOL


1. INTRODUCCIÓN

El voleibol es un deporte de cooperación-oposición o deporte de equipo, en


el que las acciones de juego son la resultante de las interacciones entre
participantes, producidas de manera que un equipo coopera entre sí para
oponerse a otro que actúa también en cooperación.

El juego se caracteriza por estallidos cortos de fuerte actividad y


períodos de descanso. El escenario de juego del voleibol cambia rápida y
constantemente, debido al movimiento de los jugadores, la velocidad de la
pelota, los desplazamientos, las trayectorias de balón, la ocupación de
espacios, el sentido de recepción, la evolución en ataque, la evolución en
defensa, la toma de decisiones, la variedad de las alineaciones y
movimientos de los dos equipos, y la relación de la pelota con los jugadores
de ambos bandos. Por ello, los practicantes de este deporte, ante
situaciones tan cambiantes, deben tener respuestas de adaptación.

Según Hippolyte, R. { 1995), el voleibol, como la mayoría de los deportes


que se juegan en una superficie reducida, es un juego de olas y flujos. Tiene
grandes variaciones, cambios repentinos, un componente mental elevado.
Tanto el equipo, como los jugadores tomados individualmente, deben
constantemente estar colocados bajo control interno, manteniendo un nivel
de concentración adecuado.

Rodríguez, P.L. {1996), afirma que en voleibol confluye toda una serie de
aspectos que lo hacen ser una de las disciplinas en las que la táctica
individual y colectiva se hace patente en todo momento.

Las exigencias técnicas son muy altas y especializadas. Junto a estas altas
manifestaciones de dominio técnico, la condición física y las características
antropométricas juegan un papel fundamental para desarrollar una adecuada

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táctica de juego. Rodríguez hace referencia a Ivoilov {1986), Kleschov
{1980) y Bertucci {1991), quienes plantean la necesidad de dominar la
ofensiva del contrario mediante una defensa adecuada para, una vez
conseguido esto, lograr imponer el ataque y vencer. Se establece un proceso
de comunicación y contracomunicación motriz en el juego establecido, que
requiere en todo momento una anticipación a las acciones del rival.

Klaus Drauchke {1994) clasifica las exigencias del voleibol en:

• Aspecto temporal.

• Aspecto técnico-táctico.

• Aspecto de la condición física-

• Aspecto psíquico.

• Aspecto de la coordinación.

Según Santos, J. A y otros {1996), el voleibol, como el resto de los


deportes, posee una serie de componentes básicos. Éstos son: la técnica, la
táctica, el físico y el psicológico. Si realmente se quiere profundizar en el
entendimiento de un deporte, es necesario hacerlo a través de sus
diferentes componentes. Cada uno de ellos es muy importante aisladamente;
sin embargo, es igualmente cierto que, por sí mismos, no sirven para jugar,
no se pueden aplicar al juego en sí. Todos los elementos están integrados y
deben ser tenidos en cuenta cada vez que aplicamos un contacto con el
balón. Estos autores distinguen, como elementos del voleibol integrado:
técnica, táctica, preparación física general, preparación física especial y
preparación psicológica.

Entre un contacto y otro se producen trayectorias. Estas trayectorias son


las que forman las fases y complejos del juego. Las fases de juego son:
ataque, defensa y contraataque.

Los dos equipos se van a encontrar alternativamente en situación de


ataque (posesión del balón) y de defensa (neutralización del balón). A partir
de la defensa se organiza el contraataque.

Todo ello nos lleva a la noción de táctica, que podemos definirla como:
"conjunto de acciones individuales y colectivas de los jugadores de un

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equipo, organizado y coordinado racionalmente y de manera unitaria, según
las limitaciones del reglamento y de la ética deportiva, encaminadas a
obtener la victoria" (Volpicella, 1992).

Por lo tanto, para nosotros la táctica no es más que la coordinación de


todas las acciones del juego que nos lleva, mediante la reflexión,
comprensión y dominio de las situaciones reales, al desarrollo del mismo. La
organización y desarrollo colectivo del juego se realiza mediante los
sistemas de juego, que no son más que "la distribución más exacta posible
de funciones, posiciones y espacios a cubrir por los jugadores en todas las
formaciones de ataque, defensa y contraataque".

2 COMPOSICIÓN DE LOS EQUIPOS

Una de las características principales del voleibol es que su reglamento


obliga a pasar a todos los jugadores por todas las posiciones. Ello conlleva
una polivalencia y dominio de todas las acciones del juego en todos los
gestos y zonas. Este concepto es el que se denomina "universalidad", que en
la enseñanza es una pieza clave, e incluso en otros ámbitos son muchos los
técnicos que siguen potenciando este dominio de todo en los primeros años
de entrenamiento (principio de aumentar el mayor número de patrones
motrices sin entrar prematuramente en la especialización).

Pero, a medida que el nivel de juego va aumentando, van apareciendo


jugadores que se motivan más en unas acciones que en otras y, casi de forma
natural, se encuentran más a gusto colocando, rematando, defendiendo o
sacando (dependiendo de la estatura, la inteligencia u otras cualidades), sin
perder de vista la idea de globalidad y dominio necesario de todas las
acciones.

La terminología utilizada casi de forma generalizada para determinar la


composición de los equipos es la de: colocadores, rematadores, universales,
líbero y opuesto. Definamos cada una de estas categorías:

• Colocador: encargado del segundo pase. Su función es la construcción


del juego de ataque del equipo, por lo que es clave a la hora de
diseñar el mismo.

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• Rematador: encargado del tercer pase. Debe ser jugador alto,
dotado de buen salto y numerosos recursos de ataque, pues se
encarga de la culminación del juego.

• Universal: jugador que realiza indistintamente funciones de


colocador o de rematador.

• Opuesto: es el jugador, como su nombre indica, dispuesto en


oposición al colocador. Suele ser el mejor atacante. Tiene varias
funciones, entre las que cabe destacar el remate desde zona zaguero;
además, suele ser "bueno" en recepción y bloqueo.

• Líbero: es un especialista en defensa, o sea, un buen receptor. Ve


limitada su actuación debido a una serie de reglas, entre las que
destacamos:

o No puede golpear el balón cuando este está por encima de la


red en ataque.

o No puede sacar, bloquear o ayudar al bloqueo.

o Las sustituciones no se cuentan regularmente, son ilimitadas


pero deben hacerse en momentos concreto, lo cual es una
ventaja importante-

o Lleva camiseta de distinto color

En función de estas categorías, existen unos sistemas básicos, que son:

• Sistema 6-6: en el que los seis jugadores son universales.

• 4R-2C (4-2): cuatro rematadores y dos colocadores, situados


normalmente en zona 3-6.

• 4R-2U (6-2): similar al anterior, salvo que es el universal zaguero el


encargado de colocar, posibilitando la participación de tres atacantes
delanteros.

• 5R-1C (5-1): existe un mayor desequilibrio, ya que en tres


rotaciones tenemos a tres atacantes delanteros y en las otras tres
sólo a dos.

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• 6R-3U: sistema de juego con seis rematadores, de los cuales tres son
universales que colocan penetrando desde el fondo.

• 3R-3C (3-3): sistema similar al 6-3, pero la colocación se realiza


siempre desde el centro o a la derecha de la red y sólo cuando el
colocador es delantero.

A título de referencia, conviene indicar que, en niveles altos se empieza a


utilizar otra nomenclatura. Desde el punto de vista atacante, los equipos
están constituidos por:

• 1 colocador.

• 2 receptores principales, que son a su vez rematadores auxiliares de


tiempos largos.

• 2 atacantes principales, que suelen responsabilizarse del primer


tiempo.

• 1 opuesto al colocador; con funciones varias, entre las que se


suelen encontrar, sobre todo en equipos masculinos, el ataque desde
zaguero.

• Funciones:

3 ZONAS DEL CAMPO

En voleibol se utiliza la nomenclatura numérica para determinar las zonas


del campo, que son seis, igual que el número de jugadores que pueden
permanecer en juego. En el ámbito docente, dichas zonas sólo tienen una

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función de conocimiento para la correcta distribución de jugadores, pero en
otros niveles de entrenamiento también son objeto de especialización,
yendo acompañadas, normalmente, de una función concreta del jugador que
las ocupa.

4 COMPLEJOS

Se denomina "complejo" a la fase de juego de un equipo con una


delimitación concreta. Los complejos se utilizan como forma de organizar las
distintas fases del juego, definiéndose desde el punto de vista teórico.

1. Complejo I o K1: todas las acciones que realiza un equipo para conseguir
el saque, es decir, la recepción del saque del adversario, la colocación y el
ataque.

2. Complejo 2 o K2: son todas las acciones que realiza un equipo cuando se
encuentra en posesión del saque, es decir, saque, bloqueo, defensa e
iniciación al ataque (colocación).

3. Complejo 3 o K3: corresponde al contraataque y cobertura del ataque


de los equipos que atacaron previamente con complejo 1 ó 2.

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Veamos, a continuación, con cierto detenimiento, las características del
complejo I y II.

• COMPLEJO 10 Kl:

Vamos a referirnos a aquellos aspectos que tienen una aplicación en el


proceso de enseñanza-aprendizaje del voleibol en el campo educativo.

a) Recepción del saque:

Es el primer elemento de juego dentro del K1 que realiza un equipo para


recibir correctamente el balón que viene de un saque del equipo contrario.
Está condicionado por la trayectoria, potencia y velocidad del jugador que
saca, así como por la colocación y distribución de los que participan de la
recepción, y tiene como objetivo principal enviar el balón en las mejores
condiciones posibles al colocador, para poder construir el ataque. El gesto
técnico que se utiliza, fundamentalmente, en la recepción es el toque de
antebrazos.

Los sistemas de recepción más utilizados en la enseñanza son aquellos en


los que participan todos los jugadores de la recepción, excepto el colocador.
Es decir, son los conocidos como sistemas de recepción de cinco jugadores,
entre los cuales distinguimos:

Sistema 1-3-2.

Sistema W

Sistema en semicírculo.

Todos los demás sistemas de recepción ( con dos, tres o cuatro jugadores,
con jugadores en V, con tres jugadores en V invertida, etc.) no son
utilizados en la enseñanza.

Entre los sistemas 1-3-2 y W prácticamente no hay diferencia, pues sólo


cambia el hecho de que el jugador de zona 6 en la W esté un poco más
retrasado, pero ambos se pueden realizar con penetración cuando se mejora
el nivel de juego. En estos sistemas todos los jugadores, menos el colocador,
tienen que participar de la recepción. Aunque se detectan puntos débiles,
espacios libres o zonas muy difíciles para cubrir, producen interferencias
de unos jugadores con otros que provocan diálogos, cooperaciones y

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acuerdos, lo cual, desde el punto de vista de la enseñanza, es más
importante que los éxitos de la recepción.

Siendo los únicos sistemas que se utilizan en el ámbito docente, por su


facilidad y grado de participación de todos los jugadores, así como por la no
especialización, la recepción se realiza en dos líneas (la primera, formada
por tres jugadores, y la segunda, de dos responsables de todos los saques
enviados al fondo).

La distancia entre las líneas y la disposición de las mismas con respecto ala
red son variables en función de los saques del contrario, pero los jugadores
siempre deberán perseguir tener línea libre entre el sacador contrario y su
posición en el campo, para no ser obstaculizado por ningún compañero.

b) La colocación:

Díaz (1996), en su tesis doctoral, plantea la importancia de la colocación


para el desarrollo del juego, por lo que mencionaremos los aspectos más
importante de ésta, a pesar de que es muy difícil objetivizarla porque está
precedida de acciones anteriores que determinarán en gran parte la acción
última.

Para Santos J.A. (1992), el objetivo del pase-colocación es situar el balón


en las mejores condiciones posibles (técnica y tácticamente) para facilitar
las siguiente fases del juego (ataque). La colocación no es una técnica
defensiva ni ofensiva; conecta la recepción con el ataque. Una buena

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colocación no sólo crea condiciones favorables para los atacantes, sino que
puede distraer y confundir el juicio de los contrarios.

De todos es conocida la dificultad de encontrar buenos colocadores. No


podemos olvidar que casi el 100% de todas las acciones han de pasar por él,
por lo que no sólo ha de ser bueno técnicamente, sino que ha de tener
personalidad, inteligencia, responsabilidad y liderazgo, todo ello con un gran
equilibrio, para que las diferentes situaciones de juego no le afecten en su
regularidad.

En el aprendizaje del voleibol, el colocador se sitúa inicialmente en zona 3;


posteriormente, cuando aparece el ataque central o la penetración, se
ubicará entre la zona dos y tres (por supuesto cerca de la red pero
separado lo suficiente para no tocarla). En caso de que el colocador esté
zaguero realizará los movimientos de penetración para poder efectuar la
colocación desde la zona de los tres metros. La colocación deberá tener
precisión, rapidez, altura y estrategia para la culminación de la jugada.

Las colocaciones, en función de los tipos de pases, pueden ser:

• Pase hacia delante.

• Pase hacia atrás.

• Pase lateral.

• Pase con caída.

• Pase en suspensión.

En función de las trayectorias, las colocaciones serán normales o altas,


semicortas, cortas, tensas o semitensas

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c) Construcción del ataque:

La construcción del ataque depende en una primera fase de la recepción y


de la colocación, pero además existen otras variables. Según Santos (1992),
son: el número de atacantes, la situación de los jugadores según la rotación,
la temporalización del ataque, el espacio utilizado para la zona de ataque,

las trayectorias de los rematadores y las combinaciones de ataque.

Para la construcción del ataque existen unos términos que relacionan el


tipo de colocación con el momento de partida del rematador que va a
efectuar el remate. Se denominan: primer, segundo y tercer tiempo.

• Primer tiempo. Es un ataque que corresponde a una colocación realizada


durante o después del salto del rematador; es decir, el colocador
efectúa la colocación prácticamente cuando el rematador se encuentra
en el aire. Este ataque se caracteriza por su rapidez. Es lo que,
normalmente, denominamos un "corto" o "tenso" en sus distintas formas
de realización.

• Segundo tiempo. Es un ataque que se corresponde con una colocación que


se realiza antes de que el rematador haya efectuado su salto y que,
generalmente, permite dar el último paso de la carrera después de la
salida del balón de las manos del colocador (el balón sale de las manos del
colocador una vez que el rematador ha iniciado su carrera). Son los
ataques conocidos como "semicortos" en sus distintas posibilidades.

• Tercer tiempo. Es el que más se utilizará en la enseñanza. Corresponde a


una colocación que se realizará antes del comienzo de la carrera del
rematador. El inicio de los pasos del ataque o carrera deberá efectuarse
cuando el balón ha alcanzado la máxima altura.

Existen otros muchos términos que, por su escasa aplicación en la


enseñanza, no serán desarrollados, como pueden ser: tándem, cruce,
escalones, zona reducida, amago, doble batida, combinaciones, sistema zonal
asiático, sistema digital norteamericano, etc.

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d) Sistemas de construcción del ataque:

De los diferentes sistemas que existen para la construcción del ataque


(6-6, 6-3, 3-3, 4-2, 6-2, 5-1), en la enseñanza los más utilizados serán
aquellos que tiendan a que todos los jugadores hagan de todo. Por ello,
primará el sistema 6-6 y, cuando se observen ciertas tendencias,
motivaciones o inclinaciones de los alumnos hacia determinadas acciones, se
comenzará con el 4-2 (no ya por especialización, porque es impensable que
pueda existir una especialización en tan pocas horas de juegos, sino
simplemente por mejorar la autoestima con el dominio de una acción). Por lo
tanto, sólo nos detendremos en el sistema 6-6 y en el 4-2.

• Sistema 6-6. Utilizado solamente por los principiantes, los seis


jugadores de campo son colocadores y rematadores, es decir, un equipo
formado por seis universales. El colocador siempre se ubica en la
posición 3 y cada jugador juega en la posición de rotación que le
corresponde. Este sistema es llamado también "colocación a turno",
porque el papel de colocador va rotando por los diferentes jugadores que
van llegando a la mencionada posición.

Es el sistema más básico y que más desarrolla la universalización, pues


todos los jugadores pasan por todas las situaciones de juego de recepción,
colocación y remate en las diferentes posiciones de la primera y segunda
línea (no existe ningún tipo de especialización).

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• Sistema 4-2. Está configurado con dos colocadores y cuatro
rematadores, siempre en diagonal para la compensación de las líneas. En
la enseñanza este sistema se suele transformar en un 2C-2R-2U, es
decir, dos alumnos interesados en colocar, dos alumnos que se inclinan
por rematar y otros dos que hacen de rematadotes y colocadores
(universales).

Las colocaciones se realizan, en principio, por zona 3 en el centro de la red,


con los rematadores en zona dos y cuatro. El colocador está liberado de
participar en la recepción, pero es el que distribuye el juego a los
rematadores. Es el sistema idóneo para ir colocando a cada alumno, en
función de sus motivaciones, en la realización de las acciones que más
domine, lo que le hará sentirse a gusto en el juego compartiendo la
responsabilidad y aumentando su autoestima.

Este sistema tiene un segundo nivel, que es cuando el colocador pasa a


ubicarse en zona 2, lo que permite iniciar el ataque por la zona 3 como
principal, y pasar al ataque por zona 4 como secundario.

• COMPLEJO II O K2

Al igual que en complejo anterior, sólo vamos a referirnos a aquellos


aspectos que tienen una aplicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje
del voleibol en el campo educativo.

a) El saque:

Cotter (1992) especifica que es la puesta en juego del balón desde el


exterior de la superficie de juego (reglamento). Es el único elemento
técnico cuya ejecución no depende de una coordinación de movimiento con el
resto del equipo, sino, exclusivamente, de la técnica del jugador.

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Drauchke y otros (1994) ven el saque o servicio en una de las dos formas
siguientes:

• Servir para puntuar.

• Servir para situar la pelota al otro lado de la red y confiar en la defensa


del equipo para detener (bloquear) la pelota en la red, realizar duras
transiciones y anotar puntos.

Creemos que el saque debe practicarse de modo que se obtengan puntos


directos del servicio, por lo que ha de enseñarse la técnica y la táctica de
servicios distintos.

En iniciación, los profesores o técnicos tienden a centrarse en la técnica,


dejando para los jugadores más experimentados la táctica. Nosotros
pensamos que lo correcto es justo lo contrario, ya que hacer reflexionar,
dialogar, ocupar espacios, ver al equipo contrario y, en una palabra, "pensar"
es el elemento fundamental de este juego.

Todos los jugadores deben conocer las técnicas básicas de saque y utilizar
la que más se amolde a sus características y preferencias, ya que deberán
hacer uso de ellas a lo largo del encuentro (salvo el líbero, que no saca).

En el momento del saque todo el quipo debe adoptar en el campo una


posición determinada, preparado para defenderse del posible ataque del
equipo contrario. Esta posición estará en función del sistema defensivo que
utilicemos.

b) El bloqueo:

El bloqueo es el primer elemento defensivo para parar, frenar o localizar


las trayectorias del remate. Es el único elemento del juego que permite la

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acción simultanea de uno, dos o tres jugadores. Es uno de los elementos más
importantes de la defensa y punto clave para jugar en voleibol.

Schulz y otros (1994) consideran que el bloqueo tiene dos funciones:

• Detener la pelota en su trayectoria a través de la red.

• Desviar la pelota hacia nuestro campo, de forma que los tres contactos
puedan emplearse para efectuar un remate ofensivo.

Secuencia que deben usar los jugadores cuando bloquean:

1. Identificar a los atacantes y sus posibles opciones.

2. Observar hacia donde se efectúa el pase y valorar las opciones del


jugador.

3. Seguir al jugador que se está bloqueando y comunicar a los compañeros


del equipo lo que estos jugadores están haciendo.

4. Colocarse en posición para el bloqueo de acuerdo con la responsabilidad


que se tenga asignada.

5. Saltar mientras se mira hacia la red y se observa al atacante desde el


hombro hasta la mano.

6. "Sellar" la red con las manos mientras se va hacia arriba y luego


extenderlas a medida que penetran por encima de la red.

La efectividad del bloqueo depende del dominio que tengan los jugadores
de las siguientes acciones:

• Reconocimiento de cuándo hay que bloquear.

• Adecuado juego de piernas.

• Posición correcta del cuerpo.

• Posición correcta de manos y brazos.

• Leer las claves visuales.

• Buen acompañamiento con el resto del equipo.

• Buena coordinación entre los jugadores que forman un bloqueo múltiple.

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Estudio cuidadoso de los rematadores contrarios.

c) Defensa:

Los sistemas defensivos se clasifican según la posición del jugador que


efectúa el apoyo cuado ataca el equipo contrario. Todos tienen una posición
de partida y una posición final y son el sistema de defensa 3-1-2 (seis
adelantado), el 3-2-1 (seis atrasado) y el 3-3.

El sistema utilizado en la enseñanza es el 3-1-2 o seis adelantado, en el que


la posición inicial o de partida es la de tres jugadores colocados junto ala
red en la posición alta, esperando que el equipo contrario efectúe el ataque
por zona 2, 3 ó 4.

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CFGS D’ANIMACIÓ D’ACTIVITATS FÍSIQUES I ESPORTIVES.
CRÈDIT 3: ACTIVITATS FISICOESPORTIVES D'EQUIP. Voleibol
PROFESSOR: Francisco DEL POZO.

LA DIDÁCTICA DEL VOLEIBOL


La importancia que el voleibol ha adquirido en los niveles de la Enseñanza
Secundaria y el Bachiller es una realidad, a pesar de que existen grupos de
profesionales que se cuestionan la enseñanza de éste y otros deportes en el
campo educativo por considerar que se lleva a cabb un uso indebido de los
mismos y una insuficiente adaptación metodológica.

Efectivamente, la enseñanza del deporte en la Educación Física ha sufrido


las mismas transformaciones que el resto de las materias. No podemos
olvidar los modelos positivistas según los cuales el producto era lo
importante, independiente de cómo conseguirlo. La única diferencia es que
las demás materias no padecen la presión de una sociedad confundida que
cree que las clases de Educación

Física son el lugar idóneo para descubrir a los futuros campeones del país.
Son muy pocos los padres que piensan en una Educación Física en la que el
deporte sea un elemento de formación global de sus hijos, que cumpla con
las finalidades educativas de los centros, potenciando la educación en
valores y el concepto de salud, y creando toda una serie de hábitos que
perduren toda una vida.

Según lo expuesto, durante muchos años el modelo técnico ha sido el más


utilizado en el campo de la iniciación deportiva, como consecuencia del
traslado a la enseñanza de los modelos del mundo federativo, del deporte
espectáculo, el deporte rendimiento, etc. Se fundamenta en una propuesta
analítica, mecanicista y directiva. Este modelo responde a lo que se ha
llamado en el campo de la educación "enseñanza por objetivos", con una
concepción tecnológica para la que todo es medible y cuantificable.

El criterio de enseñanza que mantiene este modelo es el de ir de lo simple


a 10 complejo, con el convencimiento de que lo simple es el gesto técnico y lo

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complejo la práctica global. El progreso, la explicación, la demostración y la
corrección de errores son las bases del mismo.

• Sin embargo, en estos momentos están surgiendo otras aportaciones


como alternativa al modelo técnico, conocidas como modelos
comprensivos, en las que se parte de la táctica para la mejor
comprensión del juego. Sus principios básicos son:

• Iniciarse en el deporte resolviendo problemas.

• Las estrategias de juego se adquieren en procesos cognitivos que deben


ser aprendidos.

• Las habilidades técnicas no deben ser enseñadas en primer lugar y de


forma aislada.

• Las estrategias de juego deberán enseñarse a través de la indagación y


resolución de problemas, más que a través de instrucción directa.

En esta Unidad Didáctica, consideramos que la mejor forma de llevar a


efecto todas las propuestas de actividades de enseñanza-aprendizaje en el
campo educativo no es otra que mediante el juego. De ahí que se presente
toda una serie de actividades (de corte individual, por parejas, tríos o
grupos) fácilmente transformables en juegos, en las que los alumnos, por la
propia dinámica de la actividad, tienen que intentar realizar o superar
determinadas acciones desde un punto de vista global.

En la medida de lo posible, se procurará realizar dichas actividades en


situaciones reales de juego, aun siendo conscientes de que este sistema
requiere mejores instalaciones en lo referente al número de campos; por
ello, los profesores siempre dispondrán de los recursos de las cuerdas
largas, las cintas para marcar mini campos, etc. para poder llevar a efecto
este modelo de enseñanza.

No obstante, y por ello en el primer apartado de la fundamentación nos


hemos ocupado de los diferentes gestos técnicos del voleibol y sus defectos
más corrientes, debemos tener en consideración estos referentes para
cuando nuestros alumnos los requieran.

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En síntesis, nuestra propuesta básica para impartir una clase es la
siguiente:

1º Discusión o lectura en grupo de algún tema de voleibol.

2º Calentamiento general y específico.

3° Juego global, tomando conciencia táctica en situación real de juego.

4º Después del juego, los participantes de cada grupo se reúnen y discuten


de la organización sobre el terreno.

5° Volver ala práctica de juego con aplicación de las decisiones que se hayan
adoptado.

6° Tiempo de reflexión de los dos equipos en conjunto para el análisis del


juego.

7º El profesor propone una tarea global o juego sobre el elemento técnico


que le requieran los alumnos o que él mismo observa como punto débil que
impide la continuidad del juego.

8° Juego durante el resto de la clase.

En síntesis, la idea principal para la didáctica del voleibol es que los


alumnos aprendan la táctica y la técnica, bien de forma global en situaciones
lo más parecidas posibles a las reales del juego o bien jugando, pero, sobre
todo, potenciar en ellos la autoestima y el desarrollo de temas transversales
de coeducación y otros valores; todo ello enfocado desde un planteamiento
crítico de la realidad social.

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PROFESSOR: Francisco DEL POZO.

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