I.
Administrativo.
El Derecho Administrativo es el marco legal dentro del cual se lleva a cabo la administración
pública. Se deriva de la necesidad de crear y desarrollar un sistema de administración pública
bajo el estricto orden de la ley, un concepto que se puede comparar con la noción mucho más
antigua de justicia bajo la ley. Dado que la administración implica el ejercicio del poder por
parte de la rama ejecutiva del gobierno, el derecho administrativo es de importancia
constitucional y política, así como jurídica.
Su Objeto.
Son las distintas formas, maneras o procedimientos a través de los cuales se crea el
ordenamiento jurídico administrativo. Asimismo, la fuente del Derecho Administrativo serán
los diversos modos, procedimientos o maneras por los cuales se crean o se origina el derecho
administrativo.
Las fuentes del derecho administrativo se clasifica según su origen en: para la administración
y de la administración, las cuales se describen a continuación.
Fuentes para la Administración: Son aquellas que emanan del órgano legislativo y se
imponen a la administración pública, dentro de ellas se puede mencionar a la Constitución
Nacional y La Ley.
Fuentes de la Administración: Son las que emanan de su propio seno y se imponen a ella
misma. Dentro de ellas están: los decretos, reglamentos, resoluciones, órdenes, providencias,
entre otras. Ellas son de rango sub-legal.
Son fuentes del Derecho Administrativo: la Constitución, las leyes, los reglamentos, los
tratados, la costumbre, la jurisprudencia, la doctrina, los principios generales del derecho, los
decretos, las instrucciones y circulares, las resoluciones, los instructivos presidenciales.
1.- La Constitución.
2.- La Ley.
3.- Decreto- Ley.
4.- Los Tratados.
5.- Los Reglamentos.
6.- Decretos.
7.- Las Resoluciones.
8.- Instrucciones y circulares.
9.- Instructivos presidenciales;
10.- Fuentes supletorias: La Costumbre, la jurisprudencia, la doctrina, la analogía y los
principios generales del derecho.
Los Reglamentos.
Es el conjunto de normas establecidas por un acto administrativo que emanan del poder
ejecutivo quien tiene la potestad reglamentaria, conferida por la Constitución en su artículo
236 ord. 10 y esas normas tienen que estar subordinadas a la Constitución y a la Ley.
Los reglamentos se clasifican en: por la fuente de donde proceden, los destinatarios y su
relación con la ley; los cuales se describen a continuación.
Externos: Cuando el reglamento surte efectos hacia fuera de la administración, como por
ejemplo: Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo.
Por su relación con la Ley: Dentro de esta clasificación se encuentra: ejecutivos, delegados
y autónomos.
Ejecutivos: Dictados por el poder ejecutivo para complementar las leyes y deben dictarse sin
alterar su espíritu, propósito o razón.
Delegados: Son producto de una delegación del poder ejecutivo a otros poderes.
Autónomos: Son aquellos que regulan materia sobre la cual no se ha legislado. Pero si se crea
la ley sobre la materia queda derogado el reglamento.
La Potestad Reglamentaria.
Los reglamentos no podrán regular materias objeto de reserva de ley, ni infringir normas con
dicho rango. Además, sin perjuicio de su función de desarrollo o colaboración con respecto a
la ley, no podrán tipificar delitos, faltas o infracciones administrativas, establecer penas o
sanciones, así como tributos, cánones u otras cargas o prestaciones personales o patrimoniales
de carácter público.
Vigencia, Extensión y Límites de los Reglamentos.
Los Decretos.
Son actos jurídicos formales y solemnes que requieren la firma del Presidente y refrendados
por los Ministros según el caso, que deben ser publicados para que entren en vigencia.
De Carácter Particular: aquellas que van dirigidas a una persona en particular. Pero puede
darse el caso de una resolución de carácter general que contenga normas que le interesan solo
a un grupo determinado de personas.
Son de rango Sub-Legal y están por debajo de los decretos, por lo tanto, no pueden
contradecirlos.
La Costumbre.
a. Interpretativa o Secundum Legem: Rige materias reguladas por ley escrita, teniendo por
objeto la interpretación y el modo de aplicación de la misma.
b. Supletoria o Praeter Legem: Tiene por objeto regular materias que no lo han sido por ley
escrita. Suple las lagunas de la Ley escrita, incorpora nuevos preceptos en el orden jurídico.
La Práctica Administrativa.
La Doctrina.
Está constituida por el conjunto de análisis, reflexiones, opiniones, aportes y estudios que
realizan los estudiosos del derecho sobre una materia de las ciencias jurídicas. Estas son
tomadas en cuenta por los legisladores en su tarea, y han contribuido notablemente al
desarrollo del derecho administrativo en Venezuela, y en la medida en que se mantenga el
estado de derecho se incrementa el estudio del derecho administrativo como figura del estado
democrático.
Los dictámenes son actos jurídicos de la administración emitidos por órganos competentes
que contienen opiniones o recomendaciones preparatorias de la voluntad administrativa.
La Analogía.
1.- Semejanza entre el supuesto de hecho de una norma y el hecho concreto e imprevisto.
2.- Identidad de razón.
Cabe destacar que la analogía es fuente de derecho y de derecho administrativo por el artículo
4 del Código Civil.
Son aquellos valores fundamentales que la humanidad ha venido aportando, para guiar a los
pueblos hacía la convivencia en armonía y que han trascendido al mundo jurídico por la
convicción y efectividad de sus contenidos.
Al respecto, pueden mencionarse como principios generales del derecho, aplicables al derecho
administrativo, los siguientes:
Ciertamente, la orientación de toda actividad administrativa debe ser consecución del interés
general. Su actuación deberá estar presidida por la supremacía del bien común y del interés
colectivo sobre los individuales. El interés privado debe ceder ante el interés público o social.
Buena parte del derecho público y, en especial, del derecho administrativo descansa sobre este
principio, que esencialmente pretende la distribución del poder público en órganos o ramas
con funciones específicas y limitadas para cada una de ellas.
3. El Principio de Legalidad:
Por medio del cual la actividad de la Administración debe ceñirse a un ordenamiento jurídico
rigurosamente jerarquizado. Nuestra propia Carta Fundamental lo recoge, puesto que dispone
que los funcionarios públicos son responsables por la infracción de la Constitución y de la ley,
así como por la extralimitación u omisión de funciones. Asimismo, el sistema legal prevé un
conjunto de mecanismos jurídicos tendientes a organizarlo.
4. El Principio de la Descentralización:
No es posible organizar el Estado moderno sin pensar al mismo tiempo en una distribución de
funciones. La descentralización a su vez se va tornando en una imperiosa exigencia de la
organización social moderna, en la medida en que la complejidad y el crecimiento del Estado
se acrecientan, y
5. El Principio de Moralidad:
La Administración, para conseguir sus fines, ha de obrar dentro de una rigurosa ética. En
desarrollo de este principio y en defensa de la moralidad, el derecho administrativo presenta
un conjunto de disposiciones relativas a deberes de los funcionarios, responsabilidades,
incompatibilidades, inhabilidades, etcétera.
Complementando lo antes señalado, pero ya entrando en cierta manera al tema que hemos de
desarrollar con mayor profundidad en el siguiente punto de este trabajo, es importante señalar
que otros principios generales del derecho, directamente aplicables a nuestra disciplina, son:
1) el principio de economía: en virtud del cual las decisiones de la Administración se deben
tomar con la mayor agilidad y en el menor plazo posible; 2) el principio de celeridad: la
Administración tiene el deber de impulsar oficiosamente los procedimientos iniciados; 3) el
principio de eficacia: conforme el cual los procedimientos administrativos deben lograr su
finalidad, removiendo obstáculos puramente formales y evitando decisiones inhibitorias; 4) el
principio de imparcialidad: por el que la Administración debe garantizar los derechos de
todas las personas sin género de discriminación; 5) el principio de publicidad: la
Administración debe dar a conocer sus decisiones mediante las notificaciones o publicaciones
ordenadas en la ley; y 6) el principio de contradicción: que otorga a los interesados el derecho
a conocer y controvertir las decisiones a la Administración.
La Administración Pública.
Concepto.
Es el conjunto de órganos del sector público conformados para realizar la tarea de administrar
y gestionar organismos, instituciones y entes del Estado. La Administración Pública viene a
cumplir una función fundamental, tal función viene a ser la de establecer y fomentar una
relación estrecha entre el poder político o gobierno y el pueblo. Los componentes principales
de la Administración Pública son las instituciones públicas y los funcionarios.
Los elementos de esta figura jurídica se pueden resumir y explicar de la siguiente manera:
1.- De Legalidad:
El primer principio relativo a la Administración Pública y a todos los órganos del Estado en
general, es el principio de legalidad que deriva del artículo 137 de la Constitución, que
dispone:
La Constitución y la Ley definirán las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder
Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que realicen.
Esta norma recoge el principio del artículo 117 de la Constitución de 1961, pero con una
nueva redacción, de la cual se debe destacar que no se habla de “atribuciones del Poder
Público”, lo cual era impropio, ya que el Poder Público es una potestad constitucional y no un
órgano; sino de “las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público”, cuyas
actividades son las que deben sujetarse a la Constitución y a las leyes.
Este principio de legalidad o de actuación en conformidad con el Derecho, por tanto, implica
que las actividades que realicen todos los órganos que ejercen el Poder Público y no sólo los
que conforman la Administración Pública, deben someterse a la Constitución y a las leyes. La
consecuencia de ello, en un Estado de derecho como el que organiza la Constitución de 1999,
es que las actividades contrarias al Derecho están sometidas al control tanto de la jurisdicción
constitucional (art. 334) como de la jurisdicción contencioso administrativa (art. 259), cuyos
tribunales pueden anularlos.
La Constitución, en su parte orgánica, establece cuales son los poderes públicos, y así mismo
establece las competencias propias a cada uno de ellos. De allí pues, que el Estado venezolano
a través de su Carta Fundamental plasma el Principio de la Separación de los Poderes.
Lo antes señalado encuentra su base constitucional en el artículo 136, el cual dispone: “(…)
Cada una de las ramas de Poder Público tiene sus funciones propias… ”.
Algunos autores concuerdan en afirmar que fue Otto Mayer el primero que tuvo ocasión de
abundar en la importancia que para el derecho administrativo posee el principio bajo análisis,
según el citado autor, los pilares que lo sustentan son la idea de la moderación en el ejercicio
del poder y de la separación de los poderes. Así, Mayer exaltaba la concepción estática de la
división de poderes. Su función era la de disciplinar la actuación administrativa siguiendo el
modelo, en lo posible, de las formas de actuaciones judiciales.
De todo lo anterior se tiene que en razón del principio de separación de poderes en Francia,
fue que se fortaleció la administración y permitió el surgimiento del derecho administrativo.
Finalmente, puede decirse en relación con este principio que el mismo es un elemento
característico y fundamental en los Estados de Derecho. Se refiere a la independencia que
debe mantener cada uno de los poderes, como garantía del respeto debido a los derechos
individuales y públicos.
3.- De Respeto de las Situaciones Jurídicas:
Del texto del citado artículo Constitucional, se otorga a los Tribunales con competencia en lo
contencioso administrativo un conjunto de atribuciones que permiten que los justiciables
puedan accionar contra la Administración Pública a fin de solicitar el restablecimiento de
situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad de dicha Administración incluidas
vías de hecho o actuaciones materiales, de allí que dicho precepto constitucional señala como
potestades de los órganos judiciales con competencia en lo contencioso-administrativo no
sólo la posibilidad de anular actos administrativos, de condenar al pago de sumas de dinero
por concepto de indemnización de daños y perjuicios y conocer de las reclamaciones relativas
a la prestación de los servicios públicos prestados mediante gestión directa o indirecta, sino
también el poder de restablecer las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad
material o jurídica de los órganos y entes que integran la Administración Pública.
Es el elemento estructurador que origina una relación entre los órganos de la Administración
Pública. De la cúspide de la jerarquía, que suele ser el ministro, parten líneas descendentes, en
que se ramifica el vértice del poder administrativo hasta alcanzar las últimas capas
funcionalistas. Dichas líneas se componen de grados, que son los diversos centros de poder en
que va desglosándose la línea.
La existencia de la jerarquía administrativa implica la atribución del poder de mandar, y del
deber de obedecer, del superior jerárquico sobre el subordinado jerárquicamente; no obstante,
es principio básico que no existe deber de obediencia contra lo dispuesto clara y
terminantemente en la ley.
1) consolida el poder político, 2) distribuye las cargas sobre el conjunto del país, 3) asegura la
moralidad y regularidad en la administración.
Los entes descentralizados son personas ideales que se encuentran subordinadas al Poder
Ejecutivo en un menor grado que la relación de jerarquía. La descentralización puede estar
dotada de personalidad (autarquía), o carecer de la misma (descentralización burocrática). En
el caso de no poseer personalidad, los órganos reciben cierto poder de decisión e iniciativa,
conservando el vínculo jerárquico con el poder central; en Francia es la llamada des-
concentración.
Las posibles ventajas de la descentralización serían:
1) Una mejor adaptación del servicio a las necesidades; 2) Descongestiona el trabajo de las
autoridades superiores, y 3) Aporta rapidez en la gestión y resolución de asuntos.
Entidades Políticas que componen el Estado: Estas son los Estados Federativos y los
Municipios, los cuales pueden contratar, obligarse, ser acreedores, deudores y demandar y ser
demandados
Las Iglesias de cualquier credo: Todas las iglesias que se encuentran ubicadas dentro de las
categorías de personas jurídicas públicas
El Estado:
Se define al estado como el conjunto de Instituciones que poseen la autoridad y potestad para
establecer las normas que regulan una sociedad.
Son creadas por la constitución, la ley, ordenanza o acuerdo, o autorizadas por estas que
tengan participación pública, donde se cumple una función administrativa, comercial o
industrial.
Las empresas públicas: Tienen como finalidad la maximización de un beneficio, sino que
tienen un objetivo de naturaleza social y de servicio a la comunidad; en muchas ocasiones
ofrecen un servicio que las empresas privadas no estarían dispuestas
Empresas mixtas: Son aquellas en las que parte del capital pertenece a una administración
pública y parte a particulares.
Es una ficción legal por la que reconoce la capacidad para ser sujetos de derechos y
obligaciones a las corporaciones, asociaciones y fundaciones.
El Fisco:
Es la persona jurídica que tiene la facultad de recaudar impuestos, los cuales sirven a su vez
para financiar el gasto público.
La Hacienda pública:
Es la parte de la Teoría Económica que se encarga del estudio de la intervención del Estado
en la economía, fundamentalmente, aunque no de forma exclusiva, a través de los ingresos y
gastos públicos, es decir, de la actividad financiera del Estado.